Columna de Opinión | Ceniza volcánica: reto para la aviación

Nota Informativa
Por Marco Rivera, investigador científico del IGP
Ceniza volcánica: reto para la aviación FOTO

Fotos: IGP

Unidad Funcional de Comunicaciones

25 de junio de 2024 - 11:30 a. m.

Perú es un país con volcanes activos. Algunos de ellos, como el Sabancaya y Ubinas, vienen presentando erupciones que expulsan cenizas, material fino y particulado compuesto principalmente de fragmentos de roca, minerales y vidrio volcánico que representa una amenaza para la población, animales y plantas, pero también para la aviación civil en toda la región.

Las cenizas pueden causar estragos en los motores de los aviones, dañar las superficies externas, obstruir los sistemas de ventilación y, lo más crítico, fundirse en los motores, lo que podría provocar una pérdida total de potencia de la aeronave. Este fenómeno ha sido responsable de numerosos incidentes en la historia de la aviación que han puesto en riesgo la vida de los pasajeros y la tripulación, como en la erupción del Monte Pinatubo (Indonesia) en 1991 y la erupción del volcán Eyjafjallajökull en Islandia en 2010.

En este escenario, los observatorios vulcanológicos juegan un papel crucial en el monitoreo y alerta sobre la presencia de cenizas volcánicas en la atmósfera. El Instituto Geofísico del Perú (IGP) se destaca por su labor en este campo, ya que mediante el Centro Vulcanológico Nacional (CENVUL) realiza el seguimiento permanente de la actividad volcánica para proporcionar información a las autoridades e instituciones del SINAGERD, pero además notifica cualquier emisión de ceniza importante a instituciones como CORPAC y el Centro de Avisos de Cenizas Volcánicas de Buenos Aires (VAAC por sus siglas en inglés). Gracias a la vigilancia continua que realizamos, en el IGP podemos emitir avisos que permiten gestionar el tráfico aéreo ante la presencia de cenizas en la atmósfera.

En este contexto, hemos participado activamente en la última semana en los talleres VOLCEX y de Vigilancia de los Volcanes en las Aerovías Internacionales, organizados por la Organización para la Aviación Civil Internacional (OACI). Estos encuentros nos han permitido compartir conocimientos y mejorar las estrategias de monitoreo y respuesta ante la amenaza de nubes de cenizas que pueden afectar la aviación civil. En estos eventos, el IGP ha podido aportar su experiencia, aprender de otras organizaciones y fortalecer la red de seguridad aérea.

Las nubes de cenizas volcánicas siguen siendo un desafío para la aviación. Como entidad oficial en Perú responsable de la vigilancia volcánica, el IGP continuará desarrollando mejores productos, nuevas tecnologías y estrategias de cooperación que contribuyan a hacer los cielos más seguros. IGP: “ciencia para protegernos, ciencia para avanzar”.


Columna de opinión publicada en el diario Correo Arequipa