Redes sociales, ¿otro requisito para aplicar a un trabajo?

Las redes sociales han tenido un impacto tan grande en la sociedad que se han convertido en un elemento imprescindible en la vida de las personas. Cada vez más, los reclutadores de talento utilizan estas herramientas para validar información en un proceso de selección para un empleo. Sin embargo, ¿qué tanto influyen en una decisión final?

Plataformas como LinkedIn se han convertido en uno de los centros de reclutamiento de empleo más importantes de la web, en el que constantemente personas y empresas conviven en torno a la búsqueda de trabajo. Redes sociales como Instagram y Facebook también hacen parte de un proceso activo para que las personas muestren su portafolio profesional y puedan acceder a un empleo digno. Pero a veces estas pueden jugar en contra.

María Clara Ávila Restrepo, coordinadora de gestión humana y reclutadora, sostiene que, aunque cada vez más las organizaciones respetan la diversidad y la libre expresión tanto en la presencialidad como en las redes sociales, pero esto debe tener un equilibrio. “Que las redes sean tenidas en cuenta en la selección depende de la naturaleza de la organización, aunque ya muchas entidades la toman como parte de un filtro. Si bien en la empresa para la que trabajo actualmente no se tienen en cuenta, sí se revisa el perfil de LinkedIn, que nos permite como reclutadores conocer más al profesional”.

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No obstante, desde diversas perspectivas sobre plataformas como Twitter (anteriormente conocida como X), el debate sobre las opiniones expresadas en ellas sigue abierto. Si bien muchos usuarios aclaran que sus comentarios no representan a las organizaciones, estas opiniones pueden revelar posturas que, en el contexto de un análisis o interés laboral, podrían influir o ser consideradas como un factor diferencial en un proceso de selección.

Es importante tener en cuenta cómo las interacciones en estas plataformas pueden impactar en la percepción pública y profesional de los individuos, así como en la reputación de las empresas a las que están vinculados. Por lo tanto, es fundamental para los usuarios manejar con cuidado su presencia en línea y considerar las posibles implicaciones de sus opiniones en su carrera profesional.

Aunque desde el punto de vista ético no está bien visto, en la actualidad puede haber organizaciones que realicen revisión de los perfiles sin consentimiento de los candidatos y se reserven su derecho a adoptar una decisión con base en este análisis.

¿Qué tienen en cuenta a la hora de ver las redes sociales?
En la mayoría de oportunidades, los reclutadores hacen un paneo de la información que aparece allí. Revisan el perfil profesional en LinkedIn, filtran información por la experiencia en el cargo que se está ofertando en el momento, la institución de la cual es egresado y las formaciones complementarias que permitan dar cuenta de las competencias o habilidades que tienen.

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“En muchas ocasiones nos fijamos en aspectos claves como la optimización de perfiles, palabras claves y descripciones no tan extensas, sino palabras claves para que esta información se filtre mejor”, argumentó María Clara.

¿Cómo hacer que las redes no influyan en tu trabajo o proceso de selección?
Para esto, las personas deberán ser conscientes de la importancia de mantener un equilibrio en la vida laboral y profesional. Las empresas cuidan a menudo su reputación. Por ende, si encuentran en los perfiles publicaciones ofensivas o discriminatorias, los reclutadores declinarían esta postulación.  

“Cuando la libre expresión involucra a una institución, ya enmarca otras cosas. Por ejemplo, nosotros cuidamos mucho el tipo de contenido que se comparte en las redes sobre la organización, porque puede que haya personas que se puedan sentir vulnerados”, añadió Restrepo.

En el caso de que la persona no quiera que sus redes sociales influyan en un proceso de selección, Restrepo asegura que se deberían implementar estrategias como poner las redes sociales privadas o un usuario diferente al nombre, de lo contrario están expuestas a que otras personas puedan vulnerarlas.

Sin embargo, existe un fuerte debate sobre la ética de revisar las redes sociales de los candidatos como parte del proceso de selección. Algunas personas argumentan que esto puede invadir su privacidad, mientras que otros consideran que es una práctica legítima para evaluar la idoneidad de un candidato.