Noticia | Los días 28 y 29 de febrero marcaron un hito significativo con la realización del diálogo sobre consulta a nivel regional, organizada por la Oficina Regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés) para América Latina y el Caribe, en Santiago de Chile. Este encuentro reunió a oficiales de la Organización y a representantes destacados de la sociedad civil, entre ellos de la RMIB-Lac, constituyendo un espacio vital para el intercambio de ideas y la planificación conjunta. El propósito fundamental de esta reunión fue dar a conocer la agenda de trabajo de la FAO para el bienio 2024-2025, así como recopilar información esencial, incluyendo experiencias, datos y conocimientos de diversos sectores participantes, tales como agricultores, pescadores, recolectores de semillas, campesinos y pueblos indígenas.
Este diálogo, ejecutado tanto de manera presencial como a través de la plataforma Zoom, reflejó el compromiso de la FAO en la identificación y comprensión profunda de las necesidades relacionadas con la agricultura y la alimentación a nivel regional. La combinación de formatos permitió una participación inclusiva y significativa, reconociendo las distintas realidades y contextos de los participantes.
El encuentro ofreció una visión integral sobre la agenda de trabajo de la FAO para los próximos dos años, un plan estratégico que aborda desafíos emergentes y busca promover prácticas sostenibles en la región. La recopilación de información proveniente de diversos sectores no solo enriqueció la comprensión global de la situación, sino que también fortaleció la legitimidad y representatividad de las políticas propuestas.
La inclusión de agricultores, pescadores, recolectores de semillas, campesinos y pueblos indígenas como actores clave en este proceso de consulta resalta la importancia de considerar la diversidad de perspectivas y experiencias en la toma de decisiones. La FAO demostró su compromiso con la participación ciudadana y la construcción colectiva de soluciones para desafíos cruciales relacionados con la seguridad alimentaria y la sostenibilidad agrícola. También se tocó el tema de cambio climático y la incidencia en la producción de los alimentos.
Consulta: Abordando las Prioridades Estratégicas para la FAO
Durante el diálogo, los participantes se organizaron en grupos de trabajo para abordar las cinco prioridades estratégicas de manera más específica. Estas prioridades, centradas en cuestiones cruciales como gobernanza, soberanía alimentaria y buenas prácticas, constituyen el núcleo fundamental de la agenda de trabajo para el bienio 2024-2025. El enfoque colaborativo y la diversidad de perspectivas en estos grupos permitieron un análisis profundo y una formulación efectiva de propuestas concretas.
Uno de los grupos se centró en el tema de la gobernanza, reconociendo su importancia crítica en la implementación de políticas y prácticas eficaces. Los participantes, representando diversos sectores, compartieron experiencias y conocimientos para identificar los desafíos existentes y proponer soluciones innovadoras. La discusión abordó aspectos como la transparencia, la participación ciudadana y la rendición de cuentas, destacando la necesidad de fortalecer los sistemas de gobernanza a nivel regional.
La soberanía alimentaria, otra de las prioridades, fue abordada en otro grupo de trabajo. Aquí, se exploraron estrategias para empoderar a las comunidades locales en la toma de decisiones relacionadas con la producción y distribución de alimentos. Se hizo hincapié en la importancia de salvaguardar las prácticas tradicionales y fomentar la diversificación de cultivos para fortalecer la autonomía alimentaria de los pueblos indígenas.
Bajo la premisa de buenas prácticas, otro grupo se dedicó a identificar y promover métodos sostenibles y éticos en la agricultura y la alimentación. La discusión se centró en la adopción de tecnologías respetuosas con el medio ambiente, la gestión eficiente de los recursos y la promoción de prácticas agrícolas que respeten la biodiversidad.
La colaboración entre los participantes en estos grupos no solo permitió abordar desafíos específicos, sino que también generó propuestas concretas y realistas para avanzar en cada una de las prioridades. La diversidad de perspectivas, provenientes de agricultores, pescadores, campesinos y otros actores, enriqueció la discusión y fortaleció el enfoque integral de la agenda.
“En conclusión, este trabajo colaborativo en grupos durante el diálogo no solo consolidó el compromiso colectivo con las prioridades estratégicas, sino que también sentó las bases para acciones concretas y efectivas en la implementación de políticas que impulsen la gobernanza sólida, la soberanía alimentaria y buenas prácticas en la región. Este enfoque participativo y diverso destaca la importancia de la colaboración multisectorial para lograr un desarrollo sostenible y equitativo en el ámbito agrícola y alimentario”, destacó Maria Eugenia Choque, Sub-Coordinadora de la RMIB-LAC, del Pueblo Aymara, Bolivia.
En última instancia, este diálogo no solo facilitó un intercambio fructífero de información, sino que también sentó las bases para una mayor coherencia regional en las políticas de la FAO. La colaboración estrecha entre la Organización y la sociedad civil demuestra el potencial transformador de la cooperación multisectorial para abordar los desafíos actuales y construir un futuro más sostenible e inclusivo en el ámbito agrícola y alimentario.
Registro de Aportes y Nominación de Vocerías
La culminación del diálogo participativo, realizado con el objetivo de orientar la agenda de trabajo de la FAO para el bienio 2024-2025, se caracterizó por un ejercicio crucial: el registro de comentarios y recomendaciones por parte de la sociedad civil. Este paso estratégico no solo evidenció el compromiso de los participantes, que representaban diversos sectores como agricultores, pescadores, campesinos, feministas entre otros, sino que también estableció un puente sólido entre la realidad vivida por estas comunidades y las acciones a ser implementadas por la FAO.
Durante este proceso, se brindó especial atención a la Declaración de la Sociedad Civil para la LAC38, un documento que encapsula las aspiraciones, desafíos y propuestas de la sociedad civil en la región. La lectura y comentarios generados en torno a esta declaración permitieron una revisión exhaustiva, asegurando que reflejara fielmente las necesidades y perspectivas de los participantes. La interacción en este nivel se tradujo en una declaración más robusta y representativa, lista para ser presentada y defendida, se incluyó la participación de Pueblos Indígenas.
Como corolario del evento, se dio un paso crucial al definir las vocerías y observadores de la sociedad civil. La designación de voceros es un reconocimiento de la importancia de garantizar la continuidad del diálogo y la representación de los intereses de la sociedad civil. Además, en el ámbito de observadores, se destaca la nominación de un representante del Foro Indígena de Abya Yala en representación de Pueblos Indígenas, que recayó en María Eugenia Choque Quispe.
«En particular, esta nominación como observadora en representación de la FIAY resalta la confianza depositada para contribuir activamente en la vigilancia y análisis de las políticas y acciones propuestas para Pueblos Indígenas. Este nombramiento refuerza el papel de la FIAY como una voz clave en la defensa de los derechos colectivos», concluyó María Eugenia Choque Quispe.