Los grandes relatos no nos dejan indemnes y Spirit, de Will Eisner, es un gran relato que viene a dejar huella en nuestra mirada y nuestra memoria. Surgido en los años 40 como un encarte que se adjuntaba con la prensa, forjó en el marco de uns diez años un gran puñado de páginas memorables que el lector que se acerque a ellas no podrá olvidar. Por sí sólo ofrece la coartada perfecta para el nacimiento de este estupendo estudio de Eduardo Martínez-Pinna que se presenta como el número cuatro de la colección Grafikalismos.