Historias

Marta Molina es docente ProFuturo en la Escuela de Educación Básica Alejandro Alvear, en las Islas Galápagos, Ecuador. Comenzó a trabajar con la solución ProFuturo en sus aulas dos años antes de la pandemia. En la actualidad, sigue apostando por integrar tecnología y enseñanza en el aprendizaje de sus alumnos. 

Marta, como el resto de docentes del programa, trabaja con el objetivo de mejorar las oportunidades de desarrollo de sus alumnos a través de proyectos educativos, sociales y culturales. Además, el enfoque digital es clave para generar avance educativo en el país. Reducir la brecha educativa, proporcionando una educación de calidad a niños y niñas a través de la formación docente y la experiencia en el aula, es el objetivo principal de ProFuturo en Ecuador. 

En Ecuador, las escuelas siguen teniendo mucho protagonismo en la educación y todo gira alrededor de los centros educativos. Las modalidades blended (semipresencial) no están muy extendidas en el país. La infraestructura tecnológica de las escuelas públicas no ha promovido el aprovechamiento del potencial de las TIC y, de las más de 12 mil unidades educativas públicas del país, solo 4.747 tienen acceso a Internet.

Con la llegada de la pandemia y la educación digital como respuesta al cierre presencial de las escuelas, las diferencias en el acceso a tecnología se hicieron aún más visibles. De 3 millones de estudiantes que acceden a educación pública en Ecuador, solo 2 millones tenían conectividad. Además, un millón no tenía acceso ni a ordenadores ni a Internet lo que trajo como consecuencias abandono escolar y retrocesos en el nivel educativo de niñas y niños.

De la mano de Fundación Telefónica Movistar Ecuador, nuestro programa de educación digital ya ha beneficiado desde su llegada a Ecuador en 2018 a 1.048.500 niños y niñas, 45.500 docentes y 917 escuelas en todo el país. En concreto, en las Islas Galápagos, ProFuturo está presente en 10 centros educativos.

Las Islas Galápagos, donde trabaja Marta Molina, cuentan con un problema que dificulta el acceso correcto a la educación digital: la mala conexión y cobertura. La llegada de ProFuturo a la región insular, ha cambiado la forma de enseñar y se ha extendido mucho más allá de las aulas.

“En la provincia tenemos problemas con Internet. Pero con la solución digital ProFuturo tenemos una intranet que hace que nosotros podamos trabajar no solo dentro de la escuela sino que salgamos a lugares abiertos. Esto nos permite irnos directamente a trabajar en campo con los estudiantes”, señala Marta. 

Cuando las tablets de ProFuturo aterrizaron en el aula de Marta, esta docente tuvo claro que se iban a beneficiar tanto docentes como alumnos. “Cuando llegó la maleta digital yo también tuve la oportunidad de recibirla con mis estudiantes. Estaban muy emocionados porque ellos no habían tenido una tablet”.

Para los alumnos se tradujo en una nueva forma de aprender más dinámica y con la involucrarse. Sin embargo, Marta señala que, a los docentes, “nos han aportado aprender más sobre las herramientas digitales, la tecnología y pedagogías que podemos implementar”.

Por otra parte, para algunos profesores, la aplicación de las TIC en las aulas sigue siendo un reto. Con el objetivo de seguir aprendiendo, Marta no duda en involucrarse en esta nueva forma de enseñar:  “He seguido muchos webinars y muchas formaciones donde te enseñan a tener nuevas estrategias, nuevas formas de aprendizaje y todas estas cosas que son las que a nosotros como docentes nos sirven para el manejo de nuestros estudiantes”

Marta no tiene dudas: los docentes también pueden aprender de sus alumnos. A medida que empezaban a trabajar con las tabletas, entendió que niños y niñas tienen mucha facilidad para manejar las nuevas tecnologías y proponer nuevas ideas. “Nuestros alumnos ya están también en la era digital donde nos pueden ayudar. Sería bueno que ProFuturo también pudiera incluir a los estudiantes como aportes para las futuras publicaciones que tenga”, confirma.