Si bien el régimen ha utilizado diversos medios para contrarrestar la voluntad del pueblo, no se había producido un fraude flagrante en una contienda a nivel nacional hasta esta elección.
Es tan grande la carga de las tropelías cometidas, de las violaciones morales y a los derechos humanos que el régimen de Maduro no está en condiciones de abandonar el poder por su cuenta, pase lo que pase en Venezuela.
¿Fue útil la participación de la oposición en la elección, pese a los anticipados riesgos de fraude? ¿Qué lecciones deja el proceso electoral hasta ahora?
Aunque las cifras muestran una clara ventaja del candidato de la oposición, esto no es suficiente para asegurar que será el eventual ganador y que, de mantenerse esta tendencia, sea proclamado por el órgano electoral.
Aunque la oposición ha sorteado con gran flexibilidad los ataques del gobierno y se mantiene en competencia, estamos ante una elección en la que claramente se violan las más fundamentales garantías democráticas.
Aunque la elección se perfila como la menos competitiva en la historia reciente del país, como consecuencia del ventajismo del gobierno, existe una posibilidad real de que la oposición obtenga más votos que el gobierno.