Lengua - Apunte 3
Lengua - Apunte 3
La primera mitad del siglo XX: La primera mitad del siglo XX se caracteriza por los cambios vertiginosos, el
surgimiento de los totalitarismos, dos guerras que devastan Europa, el lanza miento de la bomba atómica y el
protagonismo indiscutido de los Estados Unidos.
Las formas de pensar se transforman de modo notable debido a los acontecimientos históricos y políticos, al
nacimiento del psicoanáisis y las nuevas tendencias de la filosofía. En este contexto, hacen las vanguardias
artísticas, que proponen una pintura diferente, mediante un uso novedoso del color o el trabajo con
materiales originales. La literatura no permanece ajena a la agitación del mundo. Los nuevos personajes que
en ella surgen son tantos y tan diversos como la multiplicidad de los tiempos que corren.
En este capítulo, se proponen dos tipos de héroes. Uno de ellos está borrado, despersonalizado masificado se
ha convertido en una cosa. El otro, simplemente, es incapaz de actuar.
Nuevas formas de hacer literatura: c "Gertrude Stein (1874-1946) es quizá menos importante por su
obra[...]), que por su influjo personal y sus curiosas teorías literarias. Nació en Alleghenny, Pennsylvania, fue
discípula del psicólogo William James y estudió medicina y biología. A partir de 1902 se estableció en París.
Acompañó a su hermano Leo, entendido en pintura, que la vinculó a Picasso, Braque y Matisse, que con el
tiempo fueron famosos. Sus cuadros le sugirieron que los colores y las formas pueden impresionarnos de un
modo ajeno a los temas que representan. Gertru de Stein decidió aplicar este principio a las palabras (...).
Sostiene que el propósito de la literatura es la expresión del instante presente y compara su técnica
personal con el cinematógrafo: No hay dos escenas de la pantalla que sean exactamente iguales, pero su
secuencia presenta una continuidad que fluye. [...] Influyó en tres generaciones de artistas, entre los cuales
nombraremos a Sherwood Anderson, Hemingway, Ezra Pound, Eliot y Scott Fitzgerald".
Las tendencias del siglo XX: Tres palabras podrían caracterizar al siglo XX: cambio, contraste y velocidad.
Ningún siglo de la historia registra mayores transformaciones. El modo de vida humano se ha revolucionado
vertiginosa y contradictoriamente.
Para comprobarlo, basta con repasar algunos de los acontecimientos tecnológicos, científicos, históricos y
políticos más importantes de los primeros 50 años. En el campo de las ciencias, el físico y matemático Albert
Einstein revolucionó el panorama de la Física con su Teoría de la relatividad, publicada en 1914 y confirmada
en 1919. Asimismo, en este último año, el físico y químico inglés Ernest Rutherford logró aislar, por primera
vez, el átomo.
En cuanto a los avances de la tecnología, cabe citar que, en 1908, se vendió el primer automóvil moderno, el
Ford T. Los adelantos en esta área habían llegado hasta tal punto que, en 1912, se terminó de fabricar el
transatlántico más grande del mundo: el Titanic. Calificado de "indestructible", el buque inglés, sin embargo,
se hundió en su viaje inaugural y, así, terminó con la ciega creencia de los hombres modernos en la
invulnerabilidad de sus obras. El hundimiento del Titanic, hecho en el que murieron 1516 personas,
conmocionó al mundo.
Historia y política: Hubo varios acontecimientos que afectaron a la humanidad en esta primera mitad del siglo
XX. En 1917, la Revolución rusa instauró el régimen comunista en los países soviéticos y acabó con la dinastía de
los zares. Los bolcheviques (facción mayoritaria del partido obrero social demócrata ruso) tomaron el poder e
instalaron una "dictadura del proletariado". Entre tanto, se estaba llevando a cabo la Primera Guerra Mundial,
que terminó en 1918. Pero no fue la única: una Segunda Guerra se abatió sobre la humanidad entre 1939 y
1945. Esta terminó con el peor acontecimiento de la historia bélica: el lanzamiento, por parte de los Estados
Unidos, de las bombas atómicas que destruyeron las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
En medio de ambas guerras, sin embargo, se vivieron algunos momentos de relativa tranquilidad y bienestar.
En efecto, la década de 1920 fue un período de paz y reconstrucción económica para algunos países,
especialmente, para los Estados Unidos. En cambio, Alemania, por su parte, su fría una profunda crisis,
producto de la Primera Guerra Mundial. En este país, las dificultades políticas y económicas favorecieron el
ascenso de Adolf Hitler, líder de un nuevo partido: el nacionalsocialismo.
En cuanto a la bonanza que, entretanto, se vivía en el resto del mundo, pronto terminó. Para comprar sus
bienes, gran parte de la población contrajo deudas con los bancos. La producción superaba a la demanda real y,
entonces, muchas empresas alentaron las inversiones en la Bolsa de Valores. Pero la burbuja especulativa se
rompió el 24 de octubre de 1929, cuando la Bolsa cayó violentamente, los accionistas perdieron todo su dinero
y el desempleo afectó a una considerable mayoría. Así, el país y el mundo entraron en la llamada Gran
Depresión.
Inconsciente y confusión: Las teorías de Sigmund Freud, médico austríaco creador del psicoanálisis, describen la
estructura de la mente. Freud habla del inconsciente que se manifiesta.
El filósofo vienés Ludwig Wittgenstein descreyó de la posibilidad de una búsqueda de la verdad y planteó
severos los límites para la filosofía y para el lenguaje. Sugirió que un problema filosófico es una con fusión, no
un teorema ni una hipótesis por comprobar. Así, aseveró que la complejidad de la filosofía reside en la mente
humana y que el resultado de un pensamiento filosófico adecuado no es el hallazgo de una verdad, sino la
disolución de la confusión.
Insuficiencia e incertidumbre: La preocupación por la insuficiencia del lenguaje ha sido central en muchos de los
pensadores del siglo. Ya el filósofo alemán Friedrich Nietzsche, drice existen otras formas de producir sentido
que no son lenguaje (imágenes, sonidos, etcétera), pero que pueden funcionar "como lenguaje".
La misma incertidumbre aparece en la ciencia. Werner Heisenberg formula el principio de incertidumbre, que
sostiene que en las mediciones simultáneas de la posición de una partícula, siempre existe variabilidad. El
espíritu moderno de los primeros años del siglo se caracteriza por su afán crítico y sus deseos de innovar.