Apollinaire y La Guerra
Apollinaire y La Guerra
Apollinaire y La Guerra
Tomo 1
INTRODUCCION
Uno de los mayores errores para el conocimiento de Apollinaire es la afirmacin categrica que
han hecho muchos de sus crticos: A Apollinaire le gustaba la guerra1. Francis Ponge deca
que II tait ravi ayee la guerre y lo mismo pensaba Marie Jeanne Duny, una de sus ms
extensas comentaristas, que escribe casi horrorizada a este propsito:
II Fa chante, cette guerre presque comme une ruvre dart: O Dieu que la guerre est
jotie. It a chant les obus comrne des feux dartifice. II tui a sembl participer
quelque imrnense priape de lhomme et de la terre. Je trouverais presque inconcevable
quau milieu dii sang et de la mort, dans la boucherie, Apollinaire alt considr la
guerre en artiste, ce serait pour mol un seandale, sit ny faltait voir un tranquiUe
hroYsme, puisque mus les dangers taient personnellement courus, et le triomphe dun
pouvoir dmerveillement sur lborreur mme (Alcocis. Tomo 1, pg. 59)
.
Chose pour mol presque intolrable, II nexcrera pas mrne la guerre. Elle lu
apparaitra cornme une mmense priape o les canons sont brandis comrne des sexes et
la ten-e fconde par le carnage. Pour parler de ses Merveilles II a des prciosits:
Que e es beau cesfises qul illurninern la nuil
Elles monten sur leurpropre cirne el se penchen pour regarder
Ce son des danies qul dansen ayee leurs regards pouryeux bras
el ccinurs.
II faudrail plus que le dchirement mondial pour lempcher de jouer ayee les mots~ Le
sang est le Champagne viril qui moustille la Champagne et lhorizon qui, sur le
champs de bataille fait la roue comme un grand Paon, chante que Le grand Pan est
resauscite
La guerre est pour lu une exprience quil ajoute aux autres, une nouveaut, une
entreprise sur le hasard, un butn pour sa posie. II dtourne langoisse en curiosit qul
saniuse de tout, et it lude le pire au profit dune activit de jeu.
(A!cools, Tomo m, pg. 232, 233)
M. Jeanne Durry piensa, incluso, que la angustia o el miedo a la muerte eran sentimientos
completamente desconocidos para el poeta:
Je crois quAndr Billy ne se trompe pas quand u crit (Apollinaire, pg. 38): Jai
assez souvent convers ayee Apollinaire poar tre a inrne de dire que.. son optimisme
naturel linclinait faire aveuglmen confiance a la mor comme a la vie. Je croirais
mme quil a rarement connu langoisse. II a t un inquiet, non un angoiss...Mais la
mort o finit le temps humain nest pour lui ni la reine des pouvantements, ni une
hantise, ni mme une proccupation. Alors mme quil est le plus prs de la mort, quil
peut chaque instant mourir, que, dans la guerre, ji est expos aux plus morteis
1
Qn sut trs vite quil stait engag dans larme; ceux de ses amis qul avaient pu
rester en contact avec 1w se communqurent ses nouveaux pomes. Y passat toujours
la mme flamme rnais rien ny marquait une prise de consejence apprciable des
evnements. Tout se rsolvait par un enthousiasme coup sr sincre, mais qul
rejoignait alors lenthousiasme de commande, et, en dpit de lexpression toujours trs
neuve dii sentiment, nc laissait pas pour rnoi de verser dans le conformisme. Les pires
ralits de la guerre taient ludes ici, les plus lgitimes inqultudes dtoumes au
bnfice dune activit de jeu qui se donne toute licence dans les Calligrammes
proprernent dita, tandis que lesprit sobstine on nc peut plus draisonnablement
vouloir trouver son bien dans le dcor de la guerre (A. Breton. Entretiens avec
Andr Parinaud, 1913-1952. (Paris. Gallimard. 1952)
Draisonnable? Resulta al menos curioso que un hombre que se opona a toda norma como
Bretonjuzgara a Apollinaire de esta manera.
Todos sus crticos parecen sorprendidos con las reacciones del poeta durante la guerra. Prvert
afirmaba: Quel dommage quApollinaire ait tellement aim la guerre!, y Marcel Adma
declara que la guerre va tre pour liii une prodigieuse aventure
E incluso uno de sus mejores amigos, Andr Rouveyre, que en muchas ocasiones habla de la
angustia y del desequilibrio del poeta, considera que la guerra fue un momento de tiesta para l:
Tant u ainiait le neufquil fut exalt, bloui, mu aussi profondment ces conditions
denfer. LA, ce nc pouvait tre que son paradis, ant il avait le cxrur et lesprit bien
plac, rches, prts A tout accueillir et saisir, de ce qul tait pour les provoquer tous les
rgimes (Apollinaire Andr Rouveyre. Gallimard. 1945. Pg. 234)
.
(Albin-Michel, Pars, 1994) nos presenta al poeta como un hombre muy alegre, bon vivant,
que disfrutaba enormemente de la vida, por eso dice de l: ce jeune homme neur... je lentends
tire, de ce tire fusant, formidable, communicatif y nos dice que incluso durante la guerra haba
elegido la bombance:
En 1914, Guillaume, de sa caserne de Nimes, crit Paul Lautaud: Ict lene maigris
point, tnalgr les exercices violerns. ..Bref, Guillaume a choisi la bombance.
Pero a travs de la lectura de sus obras, o en la trayectoria de su vida, no puedo ver un retrato
tan simplista del poeta, considerado slo en el aspecto ricur de su personalidad, o en la
fachada alegre, desafiante y fascinada que presenta algunas veces durante la guerra. Apollinaire
era mucho ms complicado, ms ambivalente y ms genial que todo eso. Hay en l y en su obra
algo muy profundo y doloroso que salta a la vista y que Madeleine, su novia durante la guerra,
not inmediatamente cuando lo conoci en un tren (il ferme les yeux et parait soudain triste et
fatigu, je suis bouleverse par ce visage, jamais je nai vii exprimer tant de choses un visage
aux yeux ferms), una tristeza y un dolor que la sorprenden tambin tras la lectura de Alcools;
asi se lo dice en una carta, pero Apollinaire lo niega porque, como ya veremos en otras
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ocasiones, tiene siempre tendencia a negar sus debilidades, sobre todo cuando son otros los que
se las hacen ver: Non, II ne faut point voir de tristesse dans mon tnuvre, mais la vie mame, ayee
une constante et consciente volupt de vine, de connaitre, de voir, de savoir et dexprimer...jai
toujours t heureux car la vie mme est mon bonheur Una felicidad que, sin embargo, no
.
corresponde a la realidad; puede estar alegre en algunos momentos, incluso excesivamente, pero
no como estado de nimo duradero, porque en seguida llegar la angustia. (II mest arriv
souvent Paris, me sentant seul, dans mon cabinet de travail davoir peur de cette solitude le
soir)... niega la tristeza que Madeleine ve en su obra, pero luego hace algunas concesiones: Je
suis trs gai. ayee des soudaines tristesses. Una tristeza que ya haba confesado abiertamente
.
conocieron, aunque desearon ver en l su aspecto alegre, las fantsticas risas momentneas, no
pudieron negarlo. Cocteau, uno de sus amigos ms cercanos, expresa la angustia del poeta con
una comparacin admirable:
...ll voquait certains joueurs de Monte Carlo dont langoisse nc sexprime que par
une pleur grave.(Revista La Parisienne, enero 1954)
Y Alice Halicka2 nos dice que la expresin de su rostro denotaba una tensin interna:
Je nai pas connu Apollinaire un visage dtendu
Pero el testimonio de Rouveyre, el que le conoci mejor, es el ms impresionante:
Un frange drame se jouait entre ses yeux, larte de ses sourcils et la parle infrieure
Una angustia profunda aparece en sus escritos desde que coge la pluma por primera vez, desde
L Enchanteur Pourrissant, donde nos cuenta su sensacin de estar sepultado vivo.
Es la
angustia que vuelve tambin en muchos poemas de Alcools, sobre todo en los que escribi
desde la crcel, en La Sant, que le pareci el encierro en un lugar subterrneo. Y en lo que se
refiere a la guerra, no podemos olvidar los poemas que escribi en esos momentos, en los que
Jal ce soir une Ame qul sest creuse gui est vide
On dirait quon y tombe sans cesse et saris trouver de fond
Et quil ny a ren pour sc raccrocher
Ce qul y tombe et gui vit cest une sorte dtres laids gui
Me font mal et gui viennent deje ne sais o...(Plainte, S de octubre de 1915)
que dejan claro que, lejos de disfrutar de la contienda, sufri profundamente con el miedo y la
angustia que aquellos acontecimientos provocaron en l. Olvidar esta faceta seria olvidar la
parte ms desgarrada y ms trgica, pero tambin la ms autntica de su personalidad. Cmo
podramos ignorar las obras y los poemas de dolor que escribi a lo largo de su vida y durante la
guerra? Seria ignorar un legado intensisimo y lleno de riqueza, un mensaje dc dolor que ningn
soldado de la guerra del 14 fue capaz de expresar de manera tan emotiva y tan desesperada y
que debemos recuperar como un tesoro de la expresin humana de la angustia y del dolor
Considerar a Apollinaire slo como el poeta de la creacin de un espacio mgico y maravilloso
durante la guerra seria detenemos en el aspecto superficial de su obra y de su personalidad,
cuando detrs de ese mensaje aparente existe otro mucho ms significativo y misterioso que nos
cuenta de su terror y del terror del ser humano ante la angustia que provoca la proximidad de la
muerte. Un mensaje que el poeta no escriba para la galera, como fueron otros ms eufricos y
exaltados, sino para la intimidad de s mismo, descendiendo a las profundidades de su
inconsciente, y si acaso para Madeleine, una mujer desconocida a la que escriba como se
escriba a s mismo.
Pero incluso en muchos de los poemas ms eufricos no puede impedir que aparezca en seguida
la angustia. Este es el caso del poema L Adieu u cavalier, que tanto sorprendi a sus crticos a
causa de La clebre frase Ah Dieu! que la guerre est jolie que aparece en el primer verso. Pero
Ledo en su totalidad el poema de la fascinacin ante la guerra cambia de contenido.. .Por eso,
para poner en evidencia lo que considero que fUe el verdadero mensaje del poeta, y para conocer
su verdadera personalidad, he querido volver a la nica fuente que nos puede ilustrar a este
respecto, a su obra, y leer detenidamente con el lector los pasajes que ponen de manifiesto que
las afirmaciones sobre su despreocupacin y sobre su fascinacin ante la guerra son muy
parciales y que deben ser ledas en un contexto que denota que Apollinaire sufri enormemente
durante la guerra y durante toda su vida, y que su aspecto reur, su deseo de crear un espacio
mgico, e incluso su desmesurada sexualidad, no fueron ms que una reaccin de defensa
contra la angustia, en la medida, sobre todo, en que sus sentimientos surgan no slo de un
entorno puntual, el de la guerra, sino que estaban tambin conectados con su psiquismo
profundo.
importantes de su vida y de su obra, hasta que todo me ha parecido coherente, incluso esa
bombance que, sin duda, tena tambin su origen ms que en una decisin propia en una
reaccin contra las tensiones y los sufrimientos padecidos.
La guerra es, sin duda, un momento privilegiado para estudiar al desnudo su personalidad, que
aparece entonces sin interdictos, sin retenciones ni simulacin, y para estudiar las regresiones
infantiles que le produce y sus reacciones para escapar a la angustia. Porque durante la guerra
aparecen claramente las manifestaciones profundas que le caracterizan como ser humano. Pero
cada uno de los aspectos que el poeta ofrece durante este perodo adquiere solamente sentido si
se estudia en la reciprocidad de una perspectiva general.
Todos sus escritos y todas sus manifestaciones son esenciales para conocer la personalidad
intensa y contradictoria de Apollinaire, y todos deben analizarse para completar la visin global
de su obra. Pero en este estudio he querido centrarme, sobre todo, en la correspondencia que
por lo que tiene de pasin personal, de sinceridad y de espontaneidad, sentimientos que no estn
tan claros en el resto de su obra, en la que, aunque el poeta expres de manera magistral sus
fantasmas profUndos, nunca lo hizo reconociendo que hablaba de s mismo, sino con enigmas,
como si se avergonzara de mostrar sus emociones ms desgarradas y la tragedia que rode toda
su vida.
Las cartas a Lou comenzaron el 28 de septiembre de 1914, poco despus de que se declarara la
guerra. El 16 de abril de 1915, apenas llegado al frente, empez a escribir a Madeleine, y, desde
esta fecha hasta el 18 de enero de 1916, en que mand la ltima carta a Lou, escribi a las dos
simultneamente. La correspondencia con Madeleine, lo mismo que su relacin que se haba ido
apagando lentamente, termin el 18 de septiembre de 1916, cuando Apollinaire, herido en la
cabeza y trepanado, ya haba dejado el campo de batalla y haba sido evacuado a Pars.
Pero tampoco se puede hacer una lectura aislada de estas cartas, porque en seguida encontramos
tantas conexiones con el resto de su vida y de su obra que resulta forzoso hacer alusin a otros
escritos o a otros acontecimientos. Nada es nuevo en esta correspondencia de Apollinaire, sino
que en ella vuelven una y otra vez, y de manera obsesiva, todos los fantasmas que ya hemos
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visto en obras precedentes, sobre todo en las erticas, que son como una ventana abierta sobre el
Y uno de los aspectos ms interesantes que esta correspondencia pone de relieve, sobre todo si
la conectamos con las obras erticas del poeta y con la trayectoria de su vida, es la profunda
violencia con la que Apollinaire intenta superar su angustia y su inseguridad personal, una
violencia que llega a provocar en el poeta reacciones sdicas o masoquistas de un alcance
impresionante. Y esta caracterstica de su personalidad, que le aproxima a otros sdicos o
masoquistas famosos, como Sade, al que admiraba tanto, e incluso a Sacher-Masoch, resulta tan
interesante que he querido remontar con el poeta el curso de su vida, para encontrar en su
infancia, en las relaciones tumultuosas con su madre y en la total dominacin de sta, el origen
de sus problemas. Durante la guerra, Apollinaire volver a repetir, esta vez en la vida real y
sobre todo con Lou, como veremos en las cartas, las fantasas sadomasoquistas que ya haba
imaginado hasta sus ltimas consecuencias en sus obras erticas, especialmente en Les Onze
Mille Verges.
Y en un ten-eno ms concreto: sobre la base de aquellas experiencias se produce otra vez, igual
que en las obras erticas, una regresin a las fijaciones orales y anales que surgieron en su
infancia y que su inconsciente nunca haba olvidado; y entonces el poder apasionante de su
imaginacin le hace delirar y semejantes fijaciones se vuelven a hacer obsesivas y esta vez ya no
en relatos imaginarios, como sus libros erticos, sino en la vida real, como veremos a travs de
las cartas.
Y tambin
observaremos a travs de las cartas y poemas que enva a sus novias, que la euforia ~ue
Apollinaire demostraba en ocasiones durante la guerra era la misma que apareca, muy
conectada al erotismo, a la violencia y al exceso, en otros escritos precedentes de transgresin y
que, en el fondo, era esencialmente una alienacin, un estado de exaltacin, una reaccin
desesperada y, en definitiva, un alcohol (cet alcool brlant comme ta vie, ta vie que tu bois
comme une eau de vie) con el que intentaba superar la profunda angustia y el miedo
Una euforia y un reto al miedo que ya vimos de manera imaginaria en Les Onze Mille Verges,
escrito hacia 1907, es decir, mucho antes de la guerra deI 14. En esta obra, Apollinaire presenta
a Mony, un sadique roumain con el que se identifica en muchos sentidos, como un personaje
representacin de lo que sern las reacciones de Apollinaire durante la verdadera guerra. Pero
en Les Onze Mille Verges hay todava ms: ya estn en su cabeza las imgenes de fuegos
artificiales equiparadas a los bombardeos y a las que vuelve a recurrir cuando llega la guerra del
14: ...on entendait le bnuit du bombardement. Des obus clataient avec douceur. Qn et dit
quun prince oriental offrait un feu dartifice en lhonneur de quelque princesse gorgienne et
vierge. As le gustara reaccionar a Apollinaire cuando llega la verdadera guerra, y esa es la
imagen que intenta dar al pblico y a sus novias, sobre todo a Lou, presentndose ante ella
como el hroe que hubiera querido ser, es decir, eufrico, desconocedor del miedo, que
transforma en imgenes de belleza, y muy sexual y dominante, como Mony.1
Los crticos de Apollinaire le creyeron, pero Lou, probablemente porque le conoca mucho
mejor, nunca le tom en serio ni se dej impresionar por su euforia, que resultaba tan extraa en
Esta imagen del hroe que no tiene miedo no aparece slo en Apollinaire, sino que son muchos los escritores y
poetas, sobre todo los que tienen ms miedo, que sueflan con ser hroes que no se atemorizan ante nada. As
dice, entre otros muchos, Baudelaire:
Si le vid, le poison, le poignard, [incendie,
Nont pas encore brod, de leur plaisants dessins,
Le canevas banal de nos piteux destins
Cest que notre Ame, hlas! Nest pas assez hardie (Au Lecteur)
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medio de los sufrimientos que supona la guerra; ni tampoco se asust ante sus amenazas de
empalamiento, de perforacin y de dominacin violenta y sdica, fantasas que, como la de
Mony, el poeta ya haba imaginado en muchas de sus obras precedentes, como en Les Onze
Mille Verges e incluso en L Hrsiarque et Ce.
Lou comprendi muy bien que la euforia, la exaltacin, e incluso la salud del poeta, suban o
bajaban a la merced de su imaginacin y de sus emociones, y en particular de su vida amorosa,
sin que eso tuviera nada que ver con que le gustara la guerra, donde slo tena privaciones,
penurias y la amenaza constante de muerte, como l mismo dice en las cartas a Madeleine. Por
eso, cuando en julio de 1915, en medio del fragor de la batalla pero ya a punto de
comprometerse con la desconocida Madeleine, Apollinaire escribe a Lou todo exaltado y
eufrico: Aussi suis-je peut-tre le plus gai de ma batterie, Lou comprende inmediatamente
que no es porque le gusta la guerra, sino porque hay una nueva mujer en su vida, aunque, como
de costumbre, el poeta lo niegue en la respuesta a sus cartas:
Moi, flirter! Tu sais bien, ptit Lou, que je naime que toi. Dailleurs je ne pourrais
gure flirter ic que par lettres. Et les lettres qui ne te sont pas adresses ne tintressent
pas ayee raison dailleurs Au demeurant,je ne flirte daucune fa9on...
-
-.
Su amor a la guerra era esencialmente una exhibicin ante sus novias y ante el pblico, una
forma de sorprender al personal, al mismo tiempo que una manera de exorcizar y de desafiar a
la angustia buscando con una reaccin estentrea una fuente de alegra y de vida en la batalla y
en los obuses, es decir en el origen de la amenaza de muerte.
Paul Diel en su libro La peur el angoisse ~ describe muy claramente las reacciones que puede
provocar la angustia y que no son muy diferentes de las que tuvo Apollinaire durante la guerra,
desconcertando a la mayora de sus lectores:
Lagitation ido-affective devenue dlirante, ne cesse de se proccuper des menaces
vitales, de ruminer les dangers reprsents et de suggrer des moyens illogiques de fuite
ou dattaque. Limagination hallucine des dangers irrcs et se perd dans des fuites
perdues. Elle possde cependant galement le pouvoir de peindre fallacieusement
lattaque russie et parvient ainsi provoquer une euphorie pathologique, un dlire
Son las reacciones de exceso que Apollinaire tuvo durante toda su vida y que se vuelven ms
histrinicas y provocativas durante la guerra (Ouvrez les cluses queje me prcipite). Son las
carcajadas que hacan temblar todo su cuerpo, y las locuras de una sexualidad desmesurada que
le llevaba a la sin razon y a la violencia. En definitiva, una manera excesiva de superar la
angustia y el miedo. Es el exceso del que habla Bataille, el exceso que arrolla todas las cosas y
que ser tanto ms violento, como l dice, cuando el pavor Izo rodo profundamente el corazon:
lexubrance...est le dpassement de lattitude aterre. Cuando llega la guerra, la imaginacin
de Apollinaire entra an ms en actividad y, exacerbada por el peligro, comienza a trabajar
convulsivamente, llegando a toda clase de reacciones incoherentes y exageradas.
Y una de estas reacciones ser la euforia; pero la euforia es momentnea y depende en gran
medida de la circunstancia de excitacin que le produce una nueva novia o un acontecimiento
concreto, como una declaracin ante el pblico o la composicin de la Oda a Italia... pero la
angustia profunda, la que expresa en tantos poemas, es permanente. La pmeba es que durante la
guerra escribe muy pocos poemas eufricos, mientras que los de descenso y de muerte son muy
numerosos. Y en cuanto se afianza su relacin con Madeleine y puede entregarse con ella a una
sexualidad desenfrenada, desaparece la euforia: una droga reemplaza a otra. Pero la angustia
permanecer para siempre. Es una antigua angustia arraigada en su sensacin de falta de
valor y en su sensacin de miedo ante algo terrible, ante una mutilacin o la muerte,
percibidas como castigo por su supuesta culpabilidad, algo que esencialmente es ilusorio, pero
que traduce su miedo imaginativamente creado, que no surge slo del peligro de la guerra, sino
de una amenaza primitiva y profUnda que ve como posible.
De todas formas, estas cuestiones son tan complicadas que no se pueden describir solamente en
unas lneas. Pero al analizaras ms detenidamente a lo largo de este estudio comprenderemos
mejor de qu manera la angustia, con sus miles de matices, desencadena en Apollinaire
reacciones que a primera vista pueden parecer incomprensibles, pero que una vez que
comprendernos el miedo con que vivi toda su vida resultan perfectamente coherentes. Su
LErotisme, Les Editions de Minuit, Paris 1957, Pg. 78.
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personalidad tan intensa y tan contradictoria, resultado de una vida extraa y de muchos
sufrimientos, me llevar a tener que analizar su vida y su obra desde diferentes, pero
complementarios puntos de vista, por lo que tendr que repetir ciertas citas y referencias para
poder representar adecuadamente los diferentes factores que determinaron su personalidad y su
poesa.
que se imagina un hroe; y, como ya he dicho, vuelve tambin a la transgresin total y violenta,
a la agresividad, y vuelven a aparecer los fantasmas de violencia ertica de sus libros ms
atrevidos (Les Onze Mille Verges, Les Exploits dun jeune D. Juan, L Hrsiarque et Ce.
etc.)
Madeleine y a Lou de qu manera vuelven las fantasas que aparecan ya en aquellos libros
erticos y que encontramos de nuevo en estas caas, sobre todo en las que escribe a Lou, con la
que tena una relacin
ninguna otra mujer fantasas sadomasoquistas. De todas maneras, debemos tener en cuenta que
Madeleine elimina para su publicacin algunos pasajes de contenido demasiado directo, como
dice Marcel Adma en la introduccin a Tendre comme le souvenir, el libro en el que publica
las caas que Apollinaire le escribi.
Y Guillaume Robichez:
Ce clbre roman (Les Onze Mille Verges) apparait en effet, que son auteur ait t
pouss par le sens de lhumour, le got de la provocation ou lattrait du gain, comme un
catalogme quasi exhaustif de toutes les perversions recenses (Note sur quelques
egaremenits dApollinaire dans Alcools. La Revue des Lettres modernes. nos. 450-445.
1976, pg. 125)
Los comentarios de Pascal Pia sobre estos libros no son tampoco muy diferentes:
Le besoin dargent lincite galement composer pour un diteur clandestin,
irnprimeur A Malakoff, deux petits romans rotiques, aussitt publis sous le manteau
(Apollinaire par lul-mme. Seuj. 1955. Pg. 9)
Pascal Pia, M.J.Durry y otros crticos eliminan incluso estos libros de la enumeracin de la
bibliografia del poeta, como si no los hubiera escrito, como si no hubieran existido nunca. Pero,
de las cartas a Madeleine y, sobre todo de las que mand a Lou, que el poeta no escribi de
ninguna manera con fines econmicos o de publicacin, sino rogndoles constantemente que no
se las ensearan a nadie, se desprende claramente que los libros erticos no fueron escritos en
absoluto por razones econmicas, sino que contenan ya sus fantasmas profundos, que
volvern a aparecer en las canas a estas dos mujeres, propiciados por la transgresin que
representaba la guerra. Pero Apollinaire insista una y otra vez en que no enseasen sus canas
a nadie, porque saba que su pblico creera mucho ms en sus fantasas sadomasoquistas
expresadas en unas cartas personales que en unos libros erticos que podan ser slo una ficcin
literaria y excntrica. Es cierto que public los libros erticos a escondidas y solamente con sus
iniciales, pero en ellos estaba la verdad sobre sus fantasas, sobre sus sufrimientos infantiles y
sobre su angustia, una angustia que l mismo cre imaginativamente y de manera tortuosa a
partir de los sufrimientos padecidos durante su infancia.
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En todo caso, las fantasas que contienen los libros erticos, sobre todo Les Onze Mille Verges,
as como las confesiones dolorosas que encontramos en ellos, hacen de estos libros, a mi
entender, obras indispensables para conocer los sentimientos ms recnditos de Guillaume, el
poeta y el hombre. Su ntimo amigo Picasso, el que le acompa durante toda su vida y estuvo
presente en el momento de su muerte, consideraba Les Onze Mille Verges su mejor obra. As lo
cuenta uno de los crticos del poeta, Robert Couffignal, aunque esta opinin le parezca una
tontera:
A cet gard, il est vrai, je placerai infiniment plus haut un pome coinme Lundi rite
Christine que Les Onze Mille Verges, bien que de lavis de plusieurs contemporains
Por eso, para comprender las cartas enviadas a Lou y a Madeleine he tenido que volver a
examinar gran parte de su obra y tambin, por supuesto, estos libros erticos. As este estudio
trata de analizar las cartas y todas las reacciones del poeta durante la guerra en el contexto de su
vida y de su expresin literaria para poder penetrar en su yo profundo e inconsciente. Y veremos
que la relacin de Apollinaire con Lou, con Madeleine y con la guerra est totalmente conectada
con las pulsiones de su yo esencial.
He comenzado, pues, con un primer captulo que pueda damos una idea sobre su personalidad,
sobre su familia y las relaciones asfixiantes y dolorosas que mantuvo con su madre, que
determinarn para siempre las reacciones de defensa y los fantasmas del poeta. Tambin me
interesa el contexto de la guerra del 14, que tanto perturb a Apollinaire ya sus conciudadanos,
para analizar de que manera esa guerra pudo modificar el yo del escritor, la substancia y la
forma de su obra. Aunque, en realidad, la angustia que Apollinaire sufri durante este periodo
14
era la misma que haba tenido siempre y que conservar, con momentos de mayor o menor
intensidad, hasta su muerte. Pero la guerra, con el miedo que suscit en el poeta como peligro
inminente y real, ofreci a su imaginacin ya angustiada la ocasin de angustiarse an ms.
sadomasoquistas que aparecen de manera paralela en las cadas y en muchos de sus libros, sobre
todo en los erticos, como el propio poeta anuncia en un discreto catlogo publicitario que
apareci en 1907 en el momento de la publicacin de Les Onze Mille Verges: Sadiques ou
masochistes, les persorinages des Onze Milles Verges appartiennent dsormais la littrature.
Y tambin veremos cmo su masoquismo determin incluso su aspecto fisico, su proverbial y
particular gordura, as como su glotonera, tan vinculada a la violencia y al erotismo.
desgarro y sinceridad los fantasmas obsesivos que estaban ya latentes a lo largo de su obra,
principalmente el de la angustia, el de la cada y el de la muerte, que el poeta expresa
abiertamente propiciado por la guerra y por la absoluta confianza que le inspiraba Madeleine, su
desconocida y lejana prometida, a la que en cierto sentido l mismo haba inventado.
Las cartas a Madeleine nos harn tambin conocer mejor a esta mujer en la que Apollinaire,
quiz por nica vez en su vida, confi plenamente e implor su proteccin; pero tambin nos
permitirn, una vez ms, observar las diferentes maneras con las que el poeta trat de huir del
miedo, especialmente con la violencia y con la sexualidad; y nos permitirn comprender sus
fantasas y su derrumbamiento, sus enfermedades y su predisposicin a ser herido tras visitar a
Madeleine en Orn y desilusionarse de ella. La guerra continuaba, pero la euforia y los espacios
mgicos se haban terminado.
15
La fi2ura de la madre
Para poder comprender la vida y la obra de Apollinaire, asi como su actitud ante la guerra,
tenemos que comprender, ante todo, su vinculacin profunda con su madre, una mujer violenta,
Una madre a la que estaba tan unido, tan necesitado de su amor, que con la voz de un nio la
llama, casi la implora, en varios poemas: maman, maman, como dice en Le Larron:
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Mucho despus de haber escrito estos versos, que pedenecen a una obra de juventud, vuelve a
dedicar A Maman, el poema l4juin 1915 en la versin de Case dArmons.
La llamada a su madre y el dolor estn presentes en toda su obra. As en Les Onze Mille Verges
nos ofrece la imagen impresionante de unos soldados que agonizan llamando como nios, como
l cuando era nio, dolorosa e intilmente a su madre:
Un obus dchira lair et vint tuer quelques soldats qui dormaient dans un foss. fis
moururent en se lamentant comme des enfants qui appellent leur mre (Pg. 932)
Tambin le omos decir con voz desesperada en Le Vovageur:
Pero la pueda, que en este poema es tan siniestra como la de La Porte, no se abri nunca para
l, e incapaz de conseguir la ternura o la acogida calurosa de su madre, que lo rechaz desde el
momento de su nacimiento, no conocer un modelo de amor. Toda la vida del poeta ser una
bsqueda de amor, y, sobre todo del amor de su madre, que no lleg a conseguir. Pierre
Madsen, un amigo de la familia Kostrowitzky dice en este sentido:
Elle ne le comprenait en ren et parlait de lui comme si elle lavait cm par accident,
quatorze ans, dsait-elle, et lui dailleurs gardait loigne delle sa vie artistique. Elle
navait ren lu de lui que lHrsiarque, quelle stait achet elle-mme, et trouvait
idiot. Elle adorait au contraire son fils puin, Albert (Testimonio a A. Rouveyre.
Apollinaire. Gallimard 1945. Pg. 17)
Sin amor desde la infancia, siempre tendr problemas con las mujeres, a las que tratar con
sumisin o con rabia: Se me voyais mal-alivi tandis que ctait mol qui aliviad mal (carta a
Madeleine de 30 de julio de 1915). Problemas en sus relaciones amorosas y un sentimiento
permanente de impotencia tras haber sido manipulado y humillado por su madre. Y la angustia,
una profunda angustia, fruto, sobre todo, de la desorientacin afectiva en que vivi durante toda
su infancia:
Langoisse te sen-e le gosier lamour dont je souffre est une maladie honteuse(Zone,
Alcools)
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As, la imagen de una mujer cruel, creada sobre el modelo de su madre, que hace sufrir a los
hombres, que los engaa, que los tortura y, sobre todo que los atenaza y los inmoviliza, que los
reduce a objetos, volver constantemente en su obra, esencialmente en sus primeros escritos y
en los que surgen ms directamente del inconsciente. En LEnchanteur pourrissant y en Les
Onze Mille Verges se repiten las imgenes de hombres, Merlin o Katache, que duermen con una
mujer a la que no pueden tocar, una mujer que se burla de ellos y que los maltrata. En
LEnchanteurpourrissant, que empez a escribir con slo 17 aos, la mujer encierra a Merln
en una tumba, dans la fort profonde, obscure et prilleuse, donde l se acuesta comrne son
couchs les cadavres y que hace de l un muerto viviente; la mujer es Viviane, la cruel dame
du lac (Elle navait choisi la fort comme lieu moduaire de lenchanteur que par cruaut) y
que se re cuando cierra para siempre la piedra del sepulcro (la dame du lac avait clat de
rire). Danile Racelle-Latin ve en esta dame du lac:
la figure dune femme anxieuse et jalouse... dun gosme tyrannique et souverain,
cefle Viviane castratrice...(Le rle de la figure matemelle dans L Enchanteur
Pourrissant. Actes du colloque de Stavelot. 1973, pg. 69)
Apollinaire pone en boca de Merlin una splica que recuerda, en cierto sentido, la que l
implcitamente dirige a su madre en La Porte: dame, pourquoi avez vous fait ceci?. Porque
Guillaume nunca renunciar a conseguir el amor su madre, por eso hasta el ltimo momento
Merlin esperar tambin el amor de la dame du lac, la mujer que le ha traicionado y que, sin
embargo, el poeta o Merln nunca dejar de querer, aunque se lamente de su crueldad o aunque
diga que su amor es imposible. Guillaume necesita escribir sus sentimientos, necesita exponer
las imgenes que lo poseen, por eso nos habla de cmo ve a la mujer ms importante de su vida:
su madre. Y lo hace a travs de smbolos, o a travs de imgenes de mujeres prfidas que hacen
sufrir a los hombres. Como dice Danile Racelle-Latin:
Ainsi donc la mre authentique tait-elle subjectivement ressentie comme une fminit
souveraine mais castratrice A plusieurs titres cornme le sera la Dame du lac (Oc. pg.
71)
A lo largo de este estudio veremos muchas similitudes entre Apollinaire y Baudelaire, uno de
adrriiraba. A este propsito resulta interesante observar el comentario de Georges Blm: Quand it rend compte de
son spleen, ce sont dautres images qui lui viennent, celles de la vie mure, squestre, circonserite: de la gole, du
caveau, du couvercle
(Le sadisme de Raudelaire, Jos Cort, Pars 1939, Pag. 135)
19
Pero volviendo a la dame du lac, volviendo a la obsesin de Merlin por su amor, podemos
damos cuenta de que la bsqueda y la angustia del amor sern desde las primeras obras de
Guillaume, desde LEnchanteur, uno de sus temas esenciales. Y como ya veremos, esta obra
tiene tantas connotaciones maternales que no nos pueden hacer dudar del referente a su propia
madre.
Gallimard, 1972.
20
claramente que su madre lo haba infantilizado (gn sans doute par le comportement de sa
mre et agac par le fait dtre toujours trait par elle en petit gargon), pero, en realidad, haba
hecho aun mas: lo haba reducido a la total impotencia, lo haba atenazado y, en definitiva,
como dice Apollinaire de manera tan genial en el Enchanteur, lo haba sepultado vivo. Slo
ella, ms que cualquier otra mujer, poda controlarlo y dominarlo hasta el punto de sentirse
muerto con la prdida de la libertad. Su madre determin la angustia y la tragedia de su vida y,
como explicar ms adelante, incluso su sadismo y su masoquismo. Tambin M. Adma en su
Rduit conjecturer sur le pass, marqu par son ducation religicuse solide, malgr
les fanfaronnades anarchisantes de sa pubert, fmnin dans son compodement moral,
sevr de la prsence dune personnalit virile, Guillaume est dsempar. Le pch
matemel (une duret voulue) prend des propodions crasantes, excessives. La
rflexion le rduit des plus exactes limites, mais lui laisse une amertume, une
souffrance intime dont jI restera marqu trs longtemps...il restera sujet des
dpressions qui aboutissent des crises mlancoliques (O.c. Pg. 51).
Sobre el texto primitivo del Enchanteur Apollinaire aadi ms tarde otros pasajes, como el
primer capitulo, la transcripcin de una parte de Lancelot du Lac, o ms tarde y al final del libro
la Onirocritique, que no aparece hasta la publicacin en La Phalange el 15 de febrero de 1908,
y tambin hizo innumerables modificaciones. Pero la esencia del Enchanteur, con toda la
angustia que refleja y con el desfile de mujeres perversas en las que encontramos tantas
referencias maternales, se encontraba ya en la versin que ley a su amigo Jean Sve en 1900. Y
entonces no haba tenido ningn fracaso sentimental con una mujer tan cruel y tan perversa que
pudiera suscitar en l la inspiracin del Enchanteur y el siniestro desfile de mujeres demoniacas.
Apollinaire precisa la fecha en que termin la primera versin de L Enchanteur en la dedicatoria de este libro a su
amigo Jean Sve:
A mon ami Jean Sve
Auqueljai lu pour la premire fois
LEnchanteur en 1900. II tait le premier
A qui je conijais mes ides
Personne nc connul ce testament
De ma premire esthtique avant lui
2 Oc. Pg. XIX.
21
Y aunque M. Adma considera que, a pesar de todo, Guillaume dans la vie courante il est et
sera le plus souvent un joyeux compagnon, no deja de reconocer que tous ses commentateurs
saccordent constater que ds Stavelot prdomine une impression de solitude, de tristesse,
dans son expresson comme dans la vie. Dice desde Stavelot porque es el momento en que
empieza a escribir sus obras ms conocidas, pero en sus cuadernos de estudiante, cuando an
estaba en el colegio, la tristeza, el miedo y la angustia ya estaban presentes.
En cada una de sus primeras obras, en sus primeros poemas y en muchos de sus escritos de
adulto encontramos los mismos smbolos y los mismos temas: su madre, el dolor, la crueldad, la
culpabilidad.., pero cada vez bajo experiencias, bajo prismas distintos que no hacen ms que
revelar, aunque pretendan encubrir, los distintos aspectos de las mismas sensaciones, y sobre
todo el miedo a algo que va a ocurrir, presagiado y lamentado con la voz del dolor ya pasado.
En LEnchanteur Pourrissant nos transmite lo que siente, como se siente atenazado, sepultado
por una mujer cruel que se burla de l y no deja que se oiga su voz; pero sus miedos van ms
all de lo que en la realidad le sucede y se ve, sin solucin, condenado a una muerte prematura
que ser tanto ms cruel en la medida en que, aunque estar muerto, seguir de alguna manera
vivo para que perdure su sufrimiento en la tumba.
Pero si vamos un poco ms lejos, podemos percibir que existe subyacente, quiz slo en el
inconsciente del poeta, otra imagen ms antigua y ms profunda en este encierro en una caverna
obscura, en donde el encantador permanece vivo aunque la mujer desea su muerte. Y esta
imagen no puede ser la del tero que llev al feto de Guillaume durante algunos meses,
imaginndolo o desendolo muerto? En todo caso Apollinaire nos cuenta en Le Pote assassin
que Macare, la madre de Croniamental, con el que se identifica, pens en un primer momento
en abortar a su hijo:
Macare saper9ut bientt quelle avait con~u de Vierslin Tigoboth.
Cest ennuyeux, pensa-t-elle dabord, mais la mdecine a fait beaucoup de progrs. Se
me dbarrasserai quand je voudrais. Ah! ce Wallon! 11 aura travaill en vain. Macare
peut-elle lever le fls dun chemineau? Non, non, je condamne mort cet enibryon.
(Le Poe assassin. Pg. 229) Subrayado por m
-
22
y no lo reconoci legalmente como hijo suyo hasta varios meses despus de venir al mundo.
En toda la obra del poeta, su madre o las expenencias vividas o imaginadas con ella aparecen,
camuflada o desmesuradamente, como una permanente obsesin. Lo hemos visto en La Porte,
en ese ma maman, un gemido con el que se dirige a ella, y lo hemos visto en ese agua,
elemento femenino por excelencia, agua profunda y triste por el que van parejas de peces
extraos, los pi-mus, que estn tan unidos que tienen los ojos en comn... Y lo vemos
tambin en LEnchanteur pourrissant, donde, adems de la cruel dame du lac que lo sepulta
vivo, aparecen otras muchas y prfidas mujeres que de una manera o de otra suponen una
amenaza para el poeta-Merlin y a las que Apollinaire hace desfilar ante la tumba del encantador.
En primer lugar aparece una mujer mitolgica, la enigmtica y perversa Lilith, que tiene poderes
demonacos, ulula en la noche, y asusta a todos los seres nocturnos. Un abad dice:
...Faites Seigneur que je nentende plus les cris de la maternelle rprouve, car mon
Ame seffraye trop de les amir. Mon Ame nc peut ren pour la maudite, pour la mre,
puisquelle est rprouve. Bnissez-moi, Seigneur, car je nai pas pri paur celle qui
clame comme un animal, dans le dsed, la mre et la maudite loignez vos bons anges
de cette mre 6 Seigneur...Lilith cessa dululer et senfuit. bus les enfants moururent
cette nuit dans la contre (LEnchanteur Pourrissant P. 24, La PI jade)
..
Esta Lilith, que segn una tradicin mitolgica fue la primera mujer creada, incluso antes que la
Eva bblica, aparece de manera obsesiva en la obra de Apollinaire. Es la primera mujer y, sobre
todo, es la madre por excelencia, por eso slo en este breve fragmento Apollinaire alude cuatro
veces a su condicin de madre. Madre, la primera madre, y en la imaginacin de Apollinaire, el
smbolo de una madre maldita.
Tambin en lIntroduction au Talmud de Jnusalem traducido por Moise Schwab, en 1872, obra
a la que Apollinaire hace alusin en el cuento del Jiqlatin, Lilith aparece esencialmente como
madre de demonios:
Les dmons doivent leur naissance aux quatre spectres nocturnes mres nommes
Lilth, Naama, Aguereth, Mahala. Chacune de ces quatre mres gouverne pendant une
.
23
Eh! dites donc, l-haut, vous feriez bien de retourner vos affaires. ..Eh! les mres,
ntes vous plus sous la domination de Salomon? En fait de calme, vous semblez vous
crper le chignon, l-haut, belles dames. ..pour amuser Salomon sans doute...Lilith!
Naama! Aguereth! Mahala! (Pg. 69)
Danile Racelle-Latin, en la obra citada, nos habla de manera magnfica de esta figura de Lilith
tal y como aparece en LEnchanteur:
Lilith, selon la tradition kabbalistique, est le nom de la premire femme qui aurait t
cre avant Eve, non pas comme celle-ci parir dune cte dAdam, signe de sa
dpendance celui-ci, mais, comme lui, directement partir de la terre mme. Lilith,
disputant sa suprmatie Adam, aurait parjur puis se serait enfuie, entamant ainsi une
carrire dmoniaque.
Ennemie dEve, la femme matrimoniale, mme par un dsir profond qui la tient lcart
des cadres sociaux de lexistence, elle situe symboliquement son rgne au fond de
labime, au fond des ocans. Etemelle tourmente, femme solipsiste, castratrice ou
androgyne, quon la qualifie cornrne on voudra, elle est bien le prototype des Mde,
des Dalila, cornrne de la Dame du lac, et mieux que toute autre elle rappelle la figure
maternelle dAnglique de Kostrowitzky fille-mre qui prtend le rester, femme
illgitime qul mne sa destine comme elle lentend en dehors de toute norme sociale,
mre enfin qui usurpe en sus de son rle, celui du pre absent....
En bref, dune part Lilith est bien lmage entnbre, obsdante, dmoniaque de la
mre du pote dans son aspect nfaste et fantasmatique: possessive: Mes enfans sol
pour moi, premire mre, mes enfans sontpour moi(EP, 46); indiffrente: Elle (...)
ne pense pas u bu 1 enchanteur (44); meurtrire, conformment sa lgende:
-
Par trois anges (Toussaint Luca, Guillaume Apollinaire, Pars, Editions La Phalange,
pg. 33)
Como dice Robert Couffignal Lilith incarne pour Apollinaire laspect satanique de la femme.
Tambin en la misma poca aparece Lilith en la Maison de Cristal del Triptyque de 1 homme:
Un cri tout coup: lors Gauvin songea: Minuit!
Est-ce Lilith qul clame9
Ms tarde, aunque no mucho ms, ya que se trata de uno de los primeros poemas de Alcools, en
L Ermte, otro monje, un ermitao, huye tambin de Lilith en la noche:
Y muchos aos despus, vuelve Lilith en un poema escrito para Lou durante la guerra que
comentar con detalle ms adelante.
Lilith es una mujer que grita, como ya hemos visto en la plegaria que Apollinaire pone en boca
del abad, y que grita de una manera especial: ululando. Y este ulular obsesiona tanto Apollinaire
que lo repite en muchas ocasiones en sus escritos. As Macare, la madre de Croniamental, el
protagonista de Le Pote assassin, un libro que est lleno de alusiones autobiogrficas, de la
misma manera que Lilith, a la que la compara, ulula antes de morir, tras haber dado a luz a su
hijo, al que primero pens en abortar:
Linspiration biblique dans hzuvre de Guillaumne Apollinaire, Paris, Lettres Modemes, 1966, Pg. 69.
25
puise par tous ces efforts, elle rendit lme, en poussant un hurlement semblable
cet ululement que pousse ltemelle premire femme dAdam, lorsquelle traverse la
Mer Rouge(Pg. 242, La Pliade)
Tambin en uno de los relatos de L Hrsiarqite el Ce, La Danseuse, Apollinaire cuenta como
tras la muerte de Herodias, la madre de Salom, su vuelta es anunciada en las noches de
tormenta porel ulular de los bhos:
Les nuits dorage, Hrodiade, annonce par les ululements des hiboux et leffroi des
arnmaux, mne une chasse fantastique qui passe au-dessus de la cime de nos forts
(Pg. 125)
Y la misma la voz que ulula vuelve mucho ms tarde cuando el poeta se ve encerrado en la
crcel y siente de nuevo el miedo y la angustia de la muerte y de la sepultura:
Pero, en lo que se refiere a los alaridos, lo que es interesante es que en las tres historias la que
ulula, o la que provoca los alaridos de los bhos, es precisamente una madre... y algo tambin se
encadena con esa voz siniestra que ulula cuando Apollinaire escribe desde la crcel; algo en el
J. Burgos en su comentario a LEnchanteur Pourrissan (Gallimard 1972) explica con todo detalle lo que dice
la tradicin acerca de Lilith, la supuesta primera mujer de Adn que tiene hijos que mueren todos los das, as
como este paso del mar Rojo al que alude Apollinaire.
26
tono de ese Guillaume ques-tu devenu recuerda el tono de reproches que la madre del poeta
usaba en la correspondencia que le diriga.
En L Ermite no aparece ninguna madre, pero son muchas las alusiones a figuras femeninas, a la
tentacin de la concupiscencia y tambin a la violencia. Y en la estrofa que precede a la que
introduce a Lilith, como hemos visto, hay dos versos que terminan con palabras muy semejantes
a mre: mer y amres, les saints amres.
En la versin del Enchanteur tal y como apareca en Le Festn d Esope, Apollinaire pone
tambin en boca de Lilith toda una serie de palabras que suenan casi como mere
01, 01, hoY, ol, ol, hoY, moi, premire mre, ol, hoy, mes enfants sont pour moi. Of, hoY.
of, 61, i, aui, hl, haul, 61...Les mers, toutes les mers, haul, la mre avant le pre, ool,
auol comme la mer Rouge...
5. Burgos dice a propsito de esta figura de Lilith tal y como aparece en LEnchanteur:
Sans doute est-ce sa condition dternel exil et de pote nappartenant jamais
vraiment aucun monde quApollinaire retrouve encore dans ce personnage de Llith
(Oc. Pg. 47c)
Pero Marc Poupon, en mi opinin de manera muy acertada, contradice este comentario,
diciendo en la misma lnea que Danile Racelle-Latin:
Lilith fait plutt penser la mre du pote quau pote lui-mme. Elle en est limage
obscure et Anglique, la Chinoise en est limage claire, sans toutefois quon puisse
s en tenir ce manichisme simple: il y a en Lilith un instinct maternel inconsolable et
en Anglique un appel cach la luxure (Revue des Lettres Modernes. nums. 380-384.
1973, pg. 193)
,
Y siguiendo con el desfile de mujeres extraas y perversas que pasan ante la tumba del
encantador (taient venues aussi les magiciennes les plus perfides), se presenta tambin
Mde, una mujer llena de odio hacia Merlin, que dice:
y Dalila, por la que un hombre, Sansn, perdi su fuerza al cortarle la cabellera. Esta dice a
Mde:
Martre, tu donnais la Toison largonaute. Moi je coupai la chevelure de mon
amant. (...) Tu aimais les hommes fods; moi, je fus la femme forte. La dame qui
enchanta lenchanteur lui coupa sans doute la chevelure, suivant mon
exemple(LEnchaneur Pourrissant, O.c. Pg. 64)
Por primera vez Apollinaire hace alusin a algo que percibe como una verdadera mutilacin, el
corte de la cabellera. La mutilacin y la castracin, como ya he dicho, le obsesionarn durante
toda su vida, por eso vuelve una y otra vez en su obra a imgenes de este tipo, y con frecuencia
mucho ms impresionantes, como ya veremos ms adelante:
Plus la femme se montre soumise, plus vite lhomme retrouve son sang-froid et
devient dominateur; mais plus elle est cruelle et se montre infidle, plus elle le
maltraite, plus elle joue follement avec tui, moins elle sattendrit, et plus alors elle
aiguise la volupt de lhomme, plus elle est aime et adore. II en a t ainsi de tous
temps, depuis [-llneet Dalila...
Aimer, tre alm, quel bonheur! Et pourtant cornme tout cet dat est teme auprs de la
flicit remplie que Von prouve en adorant une femme qui fait de lhomme son jouet,
en devenant lesclave dune crature tyrannique qul vous pitine impitoyablement.
Samson aussi, ce hros, ce gant, sabandonna de nouveau entre les mains de Dalila qui
pourtant lavait dj trahi, et de nouveau elle le trahit; les Philistins sen saisirent
devant elle et lul crevrent les yeux, ces yeux qui, jusquau dernier instant, remplis de
courage et damour, restrent attachs la belle traitresse.
Elle saisit le contrat et la plume. Dans mon inceditude, je levai les yeux un instant, et
cest alors seulement que mapparut le manque absolu de caractre historique de la
scne peinte au plafon de la pice...ce qui lui confrait un genre frange et mme
nquitant pour moi: Dalila, une opulente crature la chevelure dun rouge
flamboyant, tait tendue moiti dvtue sur une ottomane rouge, enveloppe dun
manteau de fourrure sombre.
philistins avaient jet ses pieds et ligot. Son rire moqueur de coquette est ici dune
cruaut vraiment infemale, ses yeux demi dos se posent sur ceux de Samson dont le
regard est suspendu au sien, empl dun amour fou, jusquau dernier instant, car un de
ses ennemis a dj pos un genou sur sa poitrine et se prpare enfoncer le fer rougi
blanc.
Le Grec jette sur moi un regard glac de tigre et essaye sa cravache. ..mon regard fait le
tour de la pice et sarrte au plafond oCi Samson aux pieds de Dalila va tre aveugl
par les Philistins. A cet instant, cette peinture mapparut comme un syrnbole, limage
ternelle de la passion, de la volupt et de lamour de lhomme pour la femme.
Chacun de nous finit par tre Samson, me dis-je en moi-mme. On finit toujours par
tre trahi dune fa9on ou dune autre par la femme quon alme, quelle porte une blouse
de toile ou une fourrure de zibeline
(Traduccin del alemn de Aude Willm en Prsenation de Sacher-Masoch. Gilles
Deleuze. Les Editions de Minuit. Pars, 1967. Pgs. 122, 130 y 244)
En L Enchanteur Helena de Troya dice algo muy interesante: javais plus de quarante ans...,
una observacin muy cunosa cuando tratamos de ver en todas estas mujeres alguna
caracterstica de la madre de Apollinaire, que tena precisamente esa edad en el momento en que
Apollinaire empez a escribir L Enchanteur. Tambin alude a su belleza que es mayor a los
cuarenta aos jtais belle comme aujourdhui, plus belle que lorsque petite file. Parece ser,
segn los diferentes testimonios, que la madre de Apollinaire era una mujer de gran belleza. A
este respecto dice J. Burgos:
29
Cest aussi ce mme ge que le pote donnera un peu plus bm son personnage
dAnglique, sappuyant cette fois sur Brusantino. II se pourrat que cette double
prcision, comme aussi la mise au point de lge de ces deux hroines laquelle II se
livre avec passion dans 1article de La Rente Manche consacr aux Faux (ter avril
En todo caso, Apollinaire ve muy bellas a las mujeres que por alguna razn asocia con su
madre. La madre del Enchanteur era bellisima: II y eut jadis une demoiselle de grande
beaut... y tambin lo era la dame du lac que dice le suis belle comme le jardin davril,
comme la fort de juin, comme le verger doctobre, comme la plaine en janvier. Y respecto a
Macare, la madre de Croniamental, su amante wallon deca: Vsestez one belle bacelle... En
la historia Le Dpar de 1 ombre del Pote assassin, Apollinaire, que escribe en primera
persona, dice seguramente con una connotacin autobiogrfica: Ma mre qui tait trs belle...,
Pero lo ms interesante es que para Guillaume las mujeres ms prfidas son siempre las ms
bellas, como dice en sentido contrario en el ltimo verso del poema 1909: cette femme tait si
belle quelle me faisait peur. Tambin La Loreley era tan bella
30
La ms sorprendente de todas las mujeres que pasan ante la tumba del encantador es Anglique,
a la que da el nombre de su madre, y respecto a la que J. Burgos dice tambin: il convient de
se souvenir quAnglique tait le prnom de Mme. de Kostrowitzky: plus dune allusion la
mre du pote pourrait se retrouver dans les lignes suivantes. Y en efecto, Apollinatre no
recoge por casualidad este nombre, y otros muchos temas del Enchanteur, del Orlando
innamorato de Boiardo o del Orlando fUrioso de Ariosto, sino, porque con el pretexto de que
se trata de un nombre utilizado en estos textos clsicos, puede utilizarlo, piensa l, sin que nadie
se de cuenta de que se est refiriendo a su propia madre. Ms tarde, como ya veremos, cuando
escribe Les Onze Mille Verges, volver a referirse a una mujer perversa haciendo alusin a son
londe limpide et senfonqa sous les flots danseurs.. tandis que dans la for6t ensoleille
lenchanteur pourrissait
Apollinaire condena en primer lugar a esta mujer, Anglique, a ser violada: ls violrent tour
tour lirralit raisonnable, belle et formelle de la faussement vivante Anglique. Despus la
bella Anglique tiene que morir: La vivante palpita longtemps et puis mourut d6tre toujours
blesse.
Vnrieux, un neologismo
esta Anglique, como ms tarde ver a la enfermera de sonrisa anglica de Les Onze Mille
Oc. Pg. 67.
3i
Vierge. Por eso en su imaginaria venganza hace que las aves rapaces se lleven su cuerno: Des
vautours, sentant lodeur du cadavre, accoururent de toutes parts, maigr la nuit et empodrent
par lambeaux, par del le ciel, La chair de la morte visible. La historia de Anglique terminar
de manera siniestra: Sur le sol, sur la clairire gisaient les ossements pars de la viole dont les
vautours avaient empod la chair par del le ciel mobile.
En la imaginacin de todos los seres humanos, desde la lejana de los tiempos, est el deseo de
preservar los cadveres de la violencia de los rapaces; la inhumacin signific sin duda, ya en
los primeros tiempos, por parte de los que los sepultaron, el deseo que tenan de preservar a los
muertos de la voracidad de los animales. Pero tambin haba algo ms: el deseo de impedir que
la violencia de la muerte, o incluso la del muerto, siguiera contaminando a los vivientes. Algo
as debi pasar por la imaginacin de Apollinaire al escribir estas lneas: quiso eliminar el
peligro que Anglique, que sin duda era la imagen de su madre, poda seguir representando para
l despus de muerta, aunque su muerte fuese slo imaginaria. As se protege de su violencia
ejerciendo otra violencia sobre ella, es decir dejando que los rapaces la devoren. Al final, no
quedarn ms que sus huesos esparcidos en el claro del bosque, es decir Apollinaire habr
eliminado los elementos que pueden pudrirse, que son los violentos, del cuerpo de la mujer que
identifica con su madre, dejando los huesos, que en la imaginacin de los hombres estn
siempre limpios. As Roger Caillois dice que el desorden y la violencia terminan:
Tambin en el tercer capitulo del Enchanteur, Apollinaire llama angliques a las chauvessouris:
les chauves-souris, que para el poeta evocan la imagen de la mujer deseable y peligrosa;
una imagen a la que volver muchos aos ms tarde durante la guerra, cuando Lou, que le ha
32
abandonado por otro amante, le parece tambin perversa. Por eso en Scne nocturne du 22 de
avrl de /9/5 aparecen de nuevo las mujeres demonacas del Enchanteur. Lilith y Proserpina, a
las que identifica con las chauves-souris, poniendo en sus bocas los siguientes versos:
Es evidente: todas las mujeres que pasan ante la tumba del Enchanteur son peligrosas. Son
mujeres castrantes, como dice con tanta insistencia Danile Racelle-Latin. Pero no sern las
nicas en la obra de Apollinaire. Hay muchas ms. Algunas perforan a los hombres con objetos
contundentes, como Tristouse Ballerinette en Le Poe assassn, que clava la punta de su
paraguas en el ojo de Croniamental, o como Florence en Les Onze Mille Verges, que pincha el
cuerno de su marido, Katache, con alfileres. Otras, como Salom, que tanto obsesiona al poeta
en poemas y relatos, piden la cabeza de un hombre, y las hay tambin que vampirizan a los
hombres y se recrean vindolos sufrir, como la enfermera polaca de Les Onze Mille Verges.
Imgenes de mujeres perversas que no son extraas en la literatura universal. Pensemos por
ejemplo en Zola, que se aterroriza a s mismo con lo que imagina la perversidad de Nana, o que
en Thrse Raquin nos presenta a una mujer refinada, bien vestida, guantes, sombrero y velo,
que se complace en ir a la morgue a contemplar los cadveres de los hombres...
Guillaume ve malignas a estas mujeres a causa de su poder y de su violencia, pero, sin duda, son
mujeres muy deseables para l. Lo vemos claramente en el relato La Danseuse, que trata de
Salom, a la que describe cruel, demonaca, pero voluptuosa, bailando la danza de la croupe...
mujer impdica, animal, pero terriblemente excitante. Debido al miedo que estas mujeres le
inspiran son malficas, pero al mismo tiempo, profundamente atractivas. Las ve con una
belleza tan grande que, a pesar del peligro que representan, vuelve una y otra vez a ellas
absolutamente fascinado. Pero esa fascinacin es tambin pavor: un halo de muerte las rodea,
un halo que hace su belleza deseable pero tremendamente odiosa.
33
Tambin Sacher-N4asoch siente una fascinacin especial por las mujeres malignas, como hemos
visto con la obsesin que tiene con Dalila. En numerosos pasajes de La Vnus lafournure nos
habla de la atraccin que estas mujeres representan para los hombres:
Vous voyez dans lamour, et avant tout dans la femme, cornmen9a-t-elle, quelque
chose dhostile, quelque chose contre quoi vous vous dfendez en vain, mais dont la
puissance vous accable de doux tourments et de piquantes cruauts.
le veux tre maltrait et trah par la femme que jaime. Plus elle sera cruelle, mieux
cela vaudra. Cest aussi une jouissance!
Chacun salt, chacun sent combien la volupt et la cruaut sont parentes.
(Oc. Pgs.135. 147 y 148)
Ms tarde, durante la guerra, Apollinaire vuelve a la imagen de una mujer perversa que atrae a
los hombres para destruirlos, para matarlos, una mujer sangrienta que toma la forma de la
trinchera:
Tambin en la vida real Apollinaire se abandona a este combate y ve a sus amantes cuando le
hacen sufrir, o slo para excitarse, para desearas an ms
-
-,
hemos visto, es belle comme une panthre. Y a Lou, la que ms desea, la que ms le atrae, la
compara con las mujeres malignas y perversas:
Tu as la cruaut lascive de Salom la danseuse, tu as la beaut fatale dHlne qui
entrame tous les hommes aprs toi, tu as les grands yeux gyptiens cercls de noir de
34
Pero otras veces Guillaume, en una contradiccin que le es propia, suea con una mujer pura y
espiritual y reerea a su medida a la Virgen Maria como mujer benfica, en oposicin a las otras
perversas que nos ha ido presentando. La Virgen pertenece a los espacios superiores, donde
estn las estrellas y los ngeles, mientras que las otras mujeres surgan de los abismos, de los
espacios de los demonios. Mara es para l una madre idealizada que le sirve de mediadora,
como dice en el borrador de Zone:
por eso, aunque ya adulto haya perdido la fe, le dirige plegarias en forma de poemas que estn
llenos de intimidad y de familiaridad, como si quisiera conservar para siempre la relacin de
35
amor materno-filial que mantuvo con Ella durante la infancia, como si quisiera reconstruir a
travs de ella una imagen pura y espiritual de su propia madre:
Quandjtais un petit enfant
Ma mre ne mhabillait que de bleu et de blanc
O Sainte Vierge
Maimez-vous encore
Mol je sais bien
Queje vous aimerai
Jusqu ma mort
Et cependant cest bien fmi
Se nc crois plus au ciel ni [enfer
Je nc crois plusje ne crois plus
Le matelot qul fut sauv
Pour navoirjamais oubli
De dire chaque jour un Ave
me ressemblait me ressemblait (Prire. cEuvres potiques. Pg. 576)
En Zone nos cuenta la emocin que le produce lo que imagina la mirada de la Virgen:
Entoure de flammes ferventes Notre-Dame ma regard Chartres.
Y en los momentos de mayor ternura y de mayor amor con Marie Laurencin, cuando piensa en
casarse con ella, la pone en el mismo nivel que a la Virgen:
Pero nada es simple en Apollinaire. Y si de los seres nocturnos, inferiores y perversos puede
pasar a expresar con plegarias esta devocin emotiva a la Virgen, a la que ve tan pura, tambin
en otros momentos de provocacin y de agresividad puede decir las peores barbaridades contra
Dios, la Iglesia y todos sus dogmas, como tendremos ocasin de ver ms adelante.
36
La obra de Apollinaire est llena de mujeres crueles que humillan y hacen sufrir a los hombres:
toutes, mme la plus laide a fait soufrir son amant (Zone), que los maltratan, que se ensaan
con ellos; mujeres crueles...y adems hombres vengativos sin piedad, nios violados y
asesinados, latigazos.. son las obsesiones y fantasmas que se repiten a lo largo de toda su obra;
todo eso, junto a ensoaciones de descenso, de miedo, de muerte, de sadismo, de falsedad,
como falso fue el nombre con el que su madre lo inscribi al nacer, Dulcigni, (y ros falsos de
metal en Tendre cotnrne le Souvenir, fleuves pingls en Le Brasier, rios falsos de sangre en
Vitam impedere amor, falsos Reyes magos en L Enchanteur pourrissant y un falso invierno en
Onirocrque) nos muestran el universo imaginario de Apollinaire, lleno de imgenes sdicas,
le suis triste jusqu la mod et si mon corps tait vivant ji suerait une sucur
de sang (L Enchanteur Pourrissant. P. 37)
la misma tristeza de la que habla ms tarde durante la guerra a Madeleine, como ya hemos visto
en la introduccin. Apollinaire sufre y trata de defenderse de una mujer imaginaria que le
persigue hasta la destruccin, normalmente atacando con violencia, crueldad o desesperacion.
Pero es indudable que tiene mucho miedo a las mujeres; ya lo hemos visto con las que desfilan
ante la tumba del encantador, lo veremos con la enfermera polaca de Les Onze Mille Verges y
en muchas ms historias de este mismo libro y de tantos otros. En el manuscrito del capitulo
Mammon del Pote assassin, dice: Nyctor eu peur de cette femme violente y en uno de los
relatos de It Hrsiarque el Cie, L Otmika, pone en la boca de un grupo de hombres esta
cancin:
Marco, des femmes dlivre-nous
Marco, de ces vipres dlivre-nous
Marco, de ces putains dlivre-nous
Marco, de ces charognes dlivre-nous
Una idea que encontramos tambin en Sade cuando en Les I2Ojournes de Sodome dice:Deux trs jolies
files venaient de trouver des dupes qui les entretinrent et quelles tromprent comme nous faisons toutes. Union
gnrale dditions, 1975, pg 179.
37
Mareo, de
En la realidad son muchas las mujeres que desfilan por su vida; l corre desesperadamente al
encuentro del amor, pero se le escapa siempre. Nunca dejar de soar con el amor, pero, como
dice en L Enchanteur Pourrissant. piensa que les femmes nc coinaissent pas lamour, y el
tema central de este libro es la imposibilidad de todo amor verdadero, por eso habla des
ternits diffrentes de lhomme et de la femme; en el manuscrito original del mismo libro, en
el folio 99, el encantador dice a Travaillin: Nc te dsespre pas, Travaillin, mol aussi je n al
pas te turne
Adems, piensa que los poetas son desgraciados en amor: quelques hommes
disgracis ne doivent pas connaitre lamour. Cela arrive surtout parmi les potes et les savants
Tras el recuerdo de los dolores infantiles busca un paraso de felicidad, sin embargo,
inconscientemente, y a partir de la relacin atormentada con su madre, el poeta decide que su
vida amorosa sea una sene de manifestaciones de violencia - activa o pasiva y de conflictos y
-
fracasos. As, unas veces se sentir atrado por mujeres complicadas que le dominarn y le
manipularn como Lou y otras, por artistas geniales que vivirn con l pasiones violentas y
-
relacin entre madre e hijo, como si la madre hubiera hecho al hijo para su propio uso en todos
los sentidos, como si quedara excluida la posibilidad de darlo a otra mujer. Y, por supuesto, el
hijo percibe perfectamente este mensaje, por eso planea constantemente sobre su cabeza el
fantasma del incesto. Ya en L Enchanteur no poda faltar la alusin a este tema. Por eso el
segundo druida dice:
Un rol vint, u y a peu de jours, me demander sil pourrait pouser sa file dont il tait
amoureux. Se me suis rendu dans son palais pour voir pleurer la princesse, et jal
dissip les scrupules du vieux rol (Pg. 24 de la versin comentada de J. Burgos)
Pero
Se me suis rendu en son palais pour savoir ce que la princesse pensait de cette union.
Linceste liii rdpugnait. Aussi al-je dissip les scrupules du vieux ro et le mariage doit
se consommerproehainement (Subrayado por m).
Y en Ite Itarron, uno de sus primeros poemas, se acusa de haber robado unos frutos doux et
mrs unos frutos tout ronds, por lo que se considera culpable y merecedor de que se le
condene a errar con su sombra para siempre.
sentimiento de culpabilidad en Apollinaire, cmo semejantes frutos no son otros que los senos
de su madre que desea y que, al mismo tiempo, le hacen sentirse culpable porque no debe desear
a su propia madre. En Le Larron, mientras imagina los frutos deseados, oye la voz de su madre:
ouYr ta voix ligure en nnie 6 maman y despus la palabra incesto viene naturalmente y
asociada a esa voix ligure de su madre:
Incluso en la ltima estrofa que Apollinaire haba previsto para terminar Le Larron y que slo
suprime, segn M. .1. Durry
palabra incesto:
Madre e hijo viven una pasin primitiva y animal al margen de lo que la cultura humana y la
sociedad prescriben y el poeta no puede reprimir un deseo amargo, doloroso, siempre
insatisfecho, de poseer a aquella madre que parece que se da, pero que se retira, que no le deja
vivir, ya que est obsesionada por l, y que al tiempo le tortura. Viven una relacin fisica y
pasional a travs de los azotes y de los castigos fisicos, y el joven poeta se angustia entre la
culpabilidad que le produce el deseo de su madre y la atraccin y el odio hacia ella. Y estos
fantasmas producen una desorientacin, un desorden y una violencia que configuran la
personalidad de Guillaume. En todo caso, el incesto ser una de las obsesiones que aparecen
con frecuencia en su obra. En Les Onze Mille Verges el incesto no poda faltar: el general
Kokodryoff, ruso por supuesto
2,
cheveux chatains boucls qui lui retombaient sur les paules. Este nio recuerda demasiado al
pequeo Guillaume tal y como le vemos en una fotografia tomada en Bolonia hacia 1885, una
imagen que no ha desaparecido nunca de la mente del poeta. En abril de 1915, cuando deja
Nimes para dirigirse al campo de batalla en Champagne, escribe en su carnet de notas:
Comme la vie est profonde. Refais le voyage que jai fait tant de fois tant enfant, les
cheveux longs et blonds, les yeux graves (notas recogidas por Nl. Adma en su libro
Apollinaire.
Pg. 267)
Una imagen que le acompaar toda su vida y que estaba muy presente en su cabeza cuando
escribe sobre ese nio que tena que soportar con sumisin que su padre lo sodomizara. Mony
dira: Linceste produit des miracles. Tambin en uno de los relatos de L Hrsiarque et Ce,
Ite Jujatin, presenta a Herodias como incestueuse selon la loi des juifs. Y en La Danseuse
menciona le vouloir doublement incestueux de Herodes por haber deseado a Salom hija de
su hermano, despus de haber tenido relaciones con Herodias, la mujer de ste y madre de
Salom. En la Hstoire dunefamlle vertueuse, Apollinaire vuelve otra vez al incesto, esta vez
entre dos hermanos:
Javais une srur, jolie boyaude qui gagnait trois francs par jour. Nous tions
orphelins et vivions ensemble. Que voulez-vous? nous ntions coureurs ni lun ni
lautre. La popote, la famlle, un bon chez-soi...nous tions heureux, et le bonheur
engendre toute vertu. Le sang vertueux de notre anctre nous oria de nc point gcher ce
bonheur, dtre vertueuxjusquaubout. Nous fimes lamour
como ya haba hecho, aunque fuera de pasada, en Ita Chanson dii Mal-am:
Este es el esquema, construido para su propio uso, en el que ha vivido siempre la familia de
Kostrowitzky: un mundo cerrado, cortado del mundo exterior, en el que vivan unos sobre otros,
identificados, sin posibilidad de separarse en las obsesiones, en los deseos, en los amores, en los
rencores y en los odios. Ms tarde, durante la guerra, como veremos al estudiar las cartas a Lou,
el fantasma del incesto no habr dejado an a Apollinaire, sino que aquella vinculacin
incestuosa y profunda a su madre le perseguir hasta su muerte. El incesto asociado,
41
naturalmente, al desorden y a la violencia, como l mismo dice en una carta a Lou de 15 de abril
de 1915:
II est bien curieux remarquer que linceste apparait toujours en maitre aux poques
troubles. Lhstoire le prouve et ici quotidiennementjassiste lhistoire.
Y volviendo a la carta a Madeleine que ya he citado, es evidente que dada la especial naturaleza
de las relaciones del poeta con su madre no quiere hablarle para nada de su nueva novia, sin
duda porque la teme, pero tambin porque no quiere comprometerse demasiado con ella. Ms
tarde, cuando Lou va a dejar sus perros en casa de su madre, tambin le recomienda que no le
diga ni una palabra respecto a sus verdaderas relaciones:
Jai dit Maman que tavais t trs gentille pour moi, et que comrne tavais besoin
daller Paris pour tes affaires je tavais prt mon appartement. Ds que sonmnes trs
amis, it nc sera pas queshon damants, naturellement(Carta de 26 de abril de 1915)
(Subrayado por mi).
naturalmente no puede decir a Maman ni que una es su novia ni la otra su amante, porque l
es slo suyo.
En todo caso, como vemos tambin en la carta a Madeleine, la obsesin por el amor de su
madre es constante:
Jadore maman comme elle madore...elle maime trop et dailleursje laime autant
Para reconocer en seguida que tal amor es una quimera y que su madre prefiere a su hermano:
De la naturaleza de las relaciones entre los tres, l, su hermano y su madre, habria muchsimo
que escribir, puesto que se trataba de relaciones complicadas llenas de mensajes
sobreentendidos y ambivalentes que slo conocian y descifraban ellos tres, aunque fiera
42
inconscientemente.
Albert tait trs fier de son am, et tous deux adoraient leur mre. Quoi quon at pu
en dire. ils taient trs uns et lautorit de Mme. de Kostrowitzky inconteste. Elle
avait pour ses fils un profond amour maternel qui ne se dmentitjamais. Si elle marqua
une prfrence pour Albert, calme, presque froid, ordonn et prcis, elle avait peut-tre
pour Guillaume plus de tendresse, sa manire. bien sr assez rude par son
autoritarisme, avec ma mre. disait Apollinaire cest tout de suite la maldiction
(Apollinaire. Pg. 213)
No creo que la terrible Anglica llegase nunca a sentir verdadera ternura por su hijo Guillaume,
sino un deseo de dominarlo y de ejercer poder sobre l... cuando no se ensaaba con l
transfirindole su sentimiento de culpabilidad. Lo nico que hizo aquella madre terrible por su
hijo fUe satisfacer sus necesidades materiales, pero de la manera que ella consideraba oportuno y
siempre que su hijo se plegase incondicionalmente a su voluntad, porque slo ella saba lo que
era bueno para l. Cuando leemos las cadas que le dirigi, vemos que incluso cuando se
ocupaba de su vestimenta le ordenaba, en un tono que no admita rplica, que se comprara un
traje o un abrigo nuevo.., aunque a veces, es cierto, le preparaba comidas suculentas.
Su
ternura, se redujo, pues, a la satisfaccin de sus necesidades, ms o menos lo que hacia con
sus animales, a los que, como a su hijo, consideraba sus objetos. Puede ser que cuando le
compraba ropa o cocinaba para l Guillaume imaginase que eso era amor, lo que seguramente
hizo como contraste an ms dolorosa la crueldad de la madre y sus maldiciones.
Tu nas aucun droit et tu ne peux plus en faire valoir aucun. Non pouvoir sur tol ne
peux avoir de limites. Songe un peu que tu ne vaux gure mieux maintenant quun
chen ou quun objet. Tu es ma chose, le jouet que je peux briser si cela doit me
procurer un moment de plaisir. Tu nes rien etje suis tout. Comprends-tu? (Pg. 172>
43
Wanda tait de trs bonne humeur, elle me mettait des bonbons dans la bouche, me
coiffait, dfaisait mon charpe et la nouait autren-ient fort joliment, tendait sa fourrure
sur mes genoux pour me presser la main en cachette, et lorsque notre cocher juif
regardait devant lul, elle me donnait mme un baiser... (Pg. 183)
No muy diferentes debieron ser las escenas entre Guillaume y su madre, aunque, sin duda, lo
que prevaleci fue la posesin y la crueldad, algo que Marcel Adma llama autoritarismo...
En todo caso, tanto Apollinaire como Sacher-Masoch debieron haber conocido escenas
semejantes a las que se este ltimo describe en la primera cita; debieron haber escuchado frases
similares, ya que es necesario haber vivido ese tipo de situaciones para poderlas repetir con
tanta precisin, aunque sea en diferentes conteMos. Apollinaire, ya lo veremos ms adelante,
utiliza continuamente, junto a declaraciones de amor exaltado, este tipo de expresiones en las
cartas a Lou (tu es ma chose, tu es mon esclave...jai imagin que si tu nc me rpondais pas
comme je voulais je taurais mise nue quatre pattes comme une chienne...) y a Madeleine (Se
me sens ton maitre. Se te plie ma fantaisie. Tu mobis passionnment, tu souhaites mes
ordres les plus violentes, tu dsires ma violence
incoherente, como si
repitiera una letana sin sentido aprendida de memoria muchos aos atrs. Porque es indudable,
l haba conocido este tipo de actitudes y las repeta como algo habitual, como algo que dice el
que tiene el poder al ser amado, un ser al que no se le reconoce ningn derecho, ninguna
consideracin, al que se trata sin ningn respeto, como trata la herona de Sacher-Masoch a su
amante convertido en esclavo. Pero, ya lo veremos, Apollinaire considera a Lou como su reina,
como su diosa, igual que consideraba a su madre...las frases sobre su esclavitud o sobre que es
su cosa, que tanto repite, son frases sin consistencia, frases automticas, las mismas que escuch
durante su infancia, que permanecen almacenadas intactas en un archivo de su memoria y que
vuelven a aparecer espontneamente en cuanto siente de nuevo lo que l imagina amor pero que
slo es pasin o ms bien una tensin extraordinaria.
Pero es evidente, por lo que Apollinaire dice en sus escritos, que l nunca percibi amor, n
sentimientos calurosos, ni ningn tipo de seguridad en aquella madre.., quiz, junto a su
44
crueldad, un inters incestuoso, posesivo, y celos, terribles celos que impedan al poeta mostrar
el menor signo de felicidad fuera de ella. Su madre le ahogaba, por eso dice elle maime trop.
Pero lo que es cierto, es que su falta de acogida le priv de sensacin de valor y lo dej
angustiado y desamparado para siempre. Pero puede ser que aunque de manera consciente
despreciara sus escritos y todo lo que l hacia y pusiera como modelo a su hermano, al que
trataba como un nio sensato y obediente, inconscientemente debi reconocer la inteligencia de
Guillaume, que probablemente consideraba semejante a la suya. Su madre, la que le posea y la
que estaba celosa de l, fue, al creer que haba heredado su propia inteligencia, una de las causas
que le condujo a la genialidad. Y, sin duda l se daba cuenta, por eso escribe a N4adeleine en la
importante carta de 2 de septiembre de 1915:
Nous nous ressemblons beaucoup. ma mre sans sen douter est comme je suis un
pote. et plusieurs choses crites par moi me viennent delle, de ce quelle dt, de ce
quelle pense mme (Carta a Madeleine de 2 de septiembre de 1915)
Sin embargo, no confiaba en absoluto en ella, e imagina la suerte que correrian sus escritos en
sus manos, por eso la ignora completamente en su testamento; as en la carta a Madeleine de 14
de marzo de 1916, cuando va a primera lnea de combate, le dice: Je te lgue tout ce queje
possde el que ceci soit considr comme testament sil y avait lieu; porque confia en ella y
sabe que da a sus obras ms valor que nadie. Ms tarde, cuando termina la relacin con
Madeleine, deja todas sus pertenencias a su mujer. Nada a esta madre de la que slo desea
escapar, aunque est tan vinculado a ella que le resulte imposible.
Apollinaire no fue reconocido por su padre, el noble romano Francesco Flugi dAspermont, que
no existi prcticamente para l, pero que sin duda le dej tambin acomplejado y lleno de
amargura, como deja entrever de manera muy enigmtica entre las lneas del poema Le Larron:
O toi que jaimais. Te souvens-tu de nos tendresses qui taient lt pendant lhiver?
Te rappelles-tu? Je pleurais tes genoux, damour et de tout savoir. (L Enchan. .Pourr
P. 71)
Y esto es lo que es fascinante en la obra de Apollinaire: que l, sus recuerdos y sus vivencias
son ms fuertes que el texto. Por eso, mientras escribe estas lineas, aunque el contexto presente
a un hombre distinto a l, el Encantador, y a su amante, la dame du lac, lo que en realidad
siente, lo que de verdad quiere contar y por encima de todo cuenta, es su historia de amor y
de dolor con su propia madre; por eso se vuelve a or la voz de un nio, mucho ms que la de
un adulto, un nio que quiere aprender todo de su madre. En el relato, Merlin es el que ensea a
la dame du lac todos sus hechizos, todas sus brujeras: l ensea y ella aprende. Pero en este
pasaje, Apollinaire tiene que volver necesariamente a sus sentimientos de infancia, a sus
conversaciones de nio, aunque no encajen en la lnea del relato...
Su madre fue todo para l, pero la ausencia de su padre estar tambin y para siempre presente
en su memoria, y en sus escritos volver con frecuencia a repetir la historia de un nio que no
conoce al hombre que le ha dado la vida, incluso en su obra de madurez, como ocurre en Le
Pote assassn, en donde la confidencia llega a adquirir un tono de lamentacin profunda y casi
Su vida transcurri pues sin un padre, tratando de averiguar su verdadera identidad, los orgenes
de su familia.
Hstoire de Nyctor en el que reproduce lo que debieron ser sus propias inquietudes:
Javais essay plusieurs fois dinterroger Monsieur Janssen sur ma famille mais II
mavait toujours dit quil ne savait ren ce sujet. Jessayai encore pendant le trajet
jusqu Marseille de le questionner mais il re savait ren (Comentarios en ~IEuvres
en
prose, Bibliothque La Pllade, Vol. 1,. Edition de 1977 a esta obra, pg. 1203)
Bien que jaie toute une correspondance ayee des parents et des amis mobiliss,
il est en quelque sorte mon filleul et cest lui en premire ligne que je mapplique
donner la rplique pour quil spanche, comme il le souhaite (ALevel. Souvenirs
dun collectionneur. Paris, Mazo, 1959, pg. 47)
Y Guillaume termina las cartas que le dirige con un emotivo Je vous embrasse filialement
(Carta de 29 de diciembre de 1915). En todas ellas le pide lo que necesita, incluso calcetines,
medicinas, remedios contra los piojos, papel, plumas, algo que no se atreve a pedir n a sus
novias ni a su madre, y adems le insiste para que le recomiende en un puesto en la infantera.
Este padre sustitutivo no le abandonar hasta su muerte y tras la herida del poeta comern o
cenarn juntos vanas veces por semana.1
Pero Guillaume durante su infancia no tuvo padre, ni supo de sus origenes, ni conoci su
identidad. Su mundo era aquella madre terrible. Fascinado por ella, y sin otra familia que su
hermano menor, no saba que exista como persona independiente, no sabia donde terminaba su
madre y donde empezaba l, sino que desde siempre se sinti unido a ella por una especie de
cadena primitiva y apasionada, por eso dice a Madeleine:nous nous ressemblons beaucoup...
Y por eso tambin vuelve a repetir algo semejante cuando habla de la relacin angustiada que
una al Enchanteur y a la dame du lac:
Nous nous ressemblons, parce que je tal tout appris, tout ce qui me ressemble...Nous
nous ressemblons...O ini que jaimais... tu me ressembles. (LEnchanleur Pourrissant.
P. 71)
Apollinaire formaba con su madre una pareja mimtica, violenta, casi incestuosa. Y sin duda, a
pesar de la insistencia del poeta, su madre no le quiso nunca verdaderamente, sino que, de una
manera muy egoista, lo domin, lo acapar y abus de l, como la dame du lac con Merln.
As a los 35 aos escribe a Madeleine en la misma carta de 2 de septiembre de 1915:
Elle est indomptable, compltement indomptable comme le sont seulement les femmes
saves etje ne peux tre moi que bm delle, prs delle elle me traite toujours comme si
javais dix ans et me giflerait bien loccasion ce que jaccepterais dailleurs
compltement car pour ren au monde je ne voudrais la contrarier.
Y lo que es esencial: tena mucho miedo de ella, como nos cuenta Alice Halicka:
une mere au pass orageux, fort tyrannique, et qui le faisait trembler(Her, 1946, pg.
46)
un miedo que alcanzar a toda su personalidad, que le devorar durante toda su vida, y que para
intentar superarlo lo negar, como veremos que hace durante la guerra, en que lo niega tanto y
se presenta de tal manera como un hroe que desconoce el miedo, que resultar por lo menos
sospechoso. Canta cantos de euforia para disimularlo, como el que atraviesa un bosque durante
la noche y canta para ahuyentar los fantasmas, pero el lector avezado lo descubrir
inmediatamente entre las lneas. Un miedo que desencadenar su profunda angustia a fuerza de
fantasear con l, as como sus reacciones de exceso y de violencia, y que tendr consecuencias
48
en su comportamiento durante toda su vida. Muchos son los relatos en los que los personajes
confiesan lo que indudablemente fue el miedo del poeta. En La dspartion d Honor Suhrac de
L Hrsiarque el Ce el protagonista se confiesa cobarde y lleno de miedo: Moi qui suis
1;
me faisait claquer les dents... jai peur, jai peur.... Tambin en los poemas Apollinaire nos
ofrece imgenes de su miedo, como es el caso de Zone, en donde el miedo se asocia con los
pulpos que ve en el agua obscura y profunda:
porque el miedo es tambin profundo y antiguo. Por eso dice algo ms adelante en el mismo
poema:
Se voudrais sangloter
Sur toi sur celle que jaime sur tout ce qui ta pouvant
Un miedo que toma una forma delirante cuando ve su cara, que imagina demente, reflejada en
las gatas de la catedral de Praga: Epouvant tu te vois dessin dans les agates de SaintVit.(Zone)
Y tambin aterrorizado por las consecuencias que poda tener la historia del robo de la
Gioconda escribe a su amigo Toussaint Luca el 9 de diciembre de 1911:
...Je nc suis pas encore remis de mon affaire. Toujours inquietjen attends la solution.
LcEuvre par la plume de Gohier mattaque, comme tranger et comme auteur
danthologies de lArtin, de Sade, etc. Si bien que je suis pouvant esprant quon
nc me poursuivra pas paur cela...(Subrayado por m)
Es un miedo del que intenta liberarse con disimulos, con fanfarronadas o con contradicciones.
Ante el pblico y en sus escritos se esfuerza por parecer un hroe que desconoce el miedo, pero
en su intimidad, aunque diga que ha perdido la fe, conserva las medallas de la Virgen, sobre
todo como instrumento de proteccin. Lo mismo que Zola que, aunque se confesaba ateo, no se
separaba de crucifijos y reliquias, ni siquiera cuando viajaba. As hace Apollinaire, que se
encierra en ese mundo de signos y de objetos que pueden exorcizar el profundo miedo que se
Pg. 173
49
Versos de los que despus, cuando pasa el miedo, se avergUenza y elimina para la publicacin
en Alcools.
Pero lo ms interesante es que para liberarse del miedo hace sufrir a otros lo que fue su propio
miedo; por eso lo transfiere a otros, atormentando a un sinfin de personajes en sus obras
-,
Se trata de algn recuerdo infantil, de alguna vez que su madre lo levant de la cama para
pegarle y l le suplic piedad en la lengua que hablaban entre ellos, es decir en italiano?.., puede
ser, ya que aunque en su carta a Madeleine el poeta slo habla de que su madre le abofeteaba, la
correction ms cruel durante su infancia debi ser algo habitual: los golpes, el martinet de
moda o incluso los azotes con un ltigo. No podemos olvidar que a la Sra. de Kostrowitzky le
gustaba pasearse por su casa con una fusta en la mano:
50
Trs volontiers. elle alme se promener dans son intrieur avec un fouet. et comme si
ctait pour toute la mnagerie ct pas uniquement pour les btes (Testimonio de Pierre
N4adsen a A. Rouveyre, A pollinare, Gallimard, 1945. Pg. 17)
y esta flagelacin, que sin duda sufri muy dolorosamente, permanecer para siempre en
Apollinaire como una obsesin vinculada a la excitacin sexual, como ya tendremos la ocasin
de ver ms adelante con detalle. En Les Onze Mille Verges, que, como ya indica el ttulo, gira
esencialmente en tomo a la flagelacin, describe de manera impresionante el odio de los
diferentes personajes hacia la persona que los azota (un regard de haine pour Mony passa dans
ses yeux).
Castigos fisicos que le humillaban aunque, sin duda, crea merecer. De lo que probablemente
nunca fue consciente es que gracias a l, gracias a la tortura sin defensa que sufri, la endeble y
frgil familia que formaban l, su madre y su hermano pudo subsistir. El asumi, sin tener otra
alternativa, como un chivo expiatorio, la violencia en la que se haba basado, y se basaba, el
nacimiento y la supervivencia de su familia. Pero Apollinaire soportar todo, como Katache, el
personaje de Les Onze Mille Verges: habitu lobissance je courbais la tte. Sin embargo,
no perdi un pice de la rabia que le produjeron tantas injusticias; slo hubo una espera, tras la
que se vengar sin piedad, con una crueldad inimaginable, con diferentes personajes de sus
obras y, en cuanto puede, en cuanto se lo permiten, con algunas de las mujeres a las que am;
e incluso dirigi su terrible agresividad, que siempre permaneci viva e in creseendo, contra si
mismo. En todo caso, para l amar ser sacrificar o sacrificarse. Slo su madre, incluso adulto,
como vemos cuando escribe a Madeleine, ser siempre la adorada. Su madre es sagrada, si hay
alguien que no tiene valor es slo l mismo, por eso se ofrece a ella en sacrificio.
La violencia aparece, pues, muy pronto en la vida de Apollinaire. Su vida se confunde con la
violencia como l mismo se confunde con su madre.
identificacin; l es ella, ella es l, tanto que cuando Apollinaire muere tras una vida intensisima
de amores y de trabajo, su madre, aunque an es joven, no puede seguir existiendo y muere
tambin cuatro meses despus. Todos, como estudiar con detalle ms adelante, estn atrapados
en relaciones confusas que los identifican a los dems. Como una cadena, como un domin,
51
basta que uno muera, Guillaume, para que los otros le sigan. El compaero de su madre, Jules
Weil, con quien sta mantena tambin una relacin violenta, muere tras ella con pocos das de
diferencia. Y simultneamente, aunque alejado en la distancia de Mxico, pero atrapado
tambin en las confusas imbricaciones familiares, Albert, el hermano menor de Apollinaire
muere en circunstancias misteriosas.
Je suis aussi indpendant quelle, aussi je ne peurrais pas vvre avec elle. (carta citada
de 2 de sept. de 1915)
Siente que lo manipula, que lo controla. Por eso, porque la teme, escribe a Lou el 26 de abril de
1915:
En tout cas, si tu la vois ne parle de ren, ni si javais de largent ou non, si jen ai, si jen
gagne...car relations tendues et faut faire bien attention entre maman et moi
Pero Apollinaire encuentra la razn de su vida en esta mujer vividora, loca y jugadora que le
perturbar constantemente, que a pesar de la distancia no le dejar escapar, que lo convertir en
un nio para siempre. Su unin era tanto ms desesperada y fuerte en la medida en que era
contradictoria: seduccin y repulsin, adoracin y decepcin, religin, vicio y crueldad. Unas
veces era la dominacin total, el tono duro e inflexible que vemos en la correspondencia que le
dirigi, o los castigos crueles y excitantes que Apollinaire reproduce bajo apariencia ficticia en
muchas de sus obras; y otras, como ya he dicho, el inters por comprarle las mejores ropas o por
prepararle las ms suculentas comidas, como vemos tambin en las cartas:
Jai des chaussettes de lame que je tenverrai..., et puis je ferai moi-mme un petit
panettone...Le veux-tu? (Carta a Mme. de Kostrowitzky de 26 de diciembre 1914)
Y Guillaume no podr impedir repetir estas crueldades y estas contradicciones en su obra, como
ocurre por ejemplo en Les Onze Mille Verges, en donde nos ofrece una escena escalofriante en
la que Mony, el protagonista de la historia, viola a una nia de pecho y obliga a su propio padre
a violarla tambin. Despus cuando la escena truculenta se ha consumado, cuando ha creado
52
una situacin de espanto en los personajes y en el lector, se dirige a la madre para que amamante
a la pequea dicindole: Mre sans entrailles, votre enfant veut tter, ne le voyez-vous
pas?.(Pg. 940).
No ser la primera vez que Apollinaire contrapone una situacin de dolor, de sufrimiento, al
consuelo que para un nio supone mamar la leche de su madre.
En el manuscrito de
Saltimbanques, en unos versos eliminados despus para la publicacin, como ocurre con
La leche materna es tan importante, tan esencial en la cabeza del poeta para aliviar el
sufrimiento de un nio, que hasta la escribe con maysculas.
Y tambin en Zone, cuando habla de los emigrantes pobres que esperan interminablemente,
hacinados, llenos de miseria y de mal olor en la gare Saint-Lazare les femmes allaitent des
enfants, como un alivio para el dolor de esos nnos.
y como nico placer quedar para esos nios tter goulment, como el poeta escribi ms
espontneamente en el manuscrito.
Estas imgenes de dolor asociado al alimento maternal han quedado fijas para siempre en la
imaginacin del poeta. Pero tambin cada vez que Guillaume representa una escena en la que
aparece la leche materna hay violencia o dolor.
Este era el tipo de relacin que su madre tena con l: una violencia que de vez en cuando se
detena para dar al hijo un alimento o para hablar con l en lo que el hijo deseaba interpretar
como momentos de ternura, pero para volver despus con una nueva violencia a provocar una
tensin an ms fuerte, una excitacin profunda y desgarrada en la carne del que ejerca la
violencia y del que la reciba...y la angustia y la desorientacin. Es el terror que se calma un
momento para volver a empezar ms fuerte, es el amor-odio que Apollinaire sentia por su
madre, es, junto a los recuerdos de la furia terrible, la evocacin de los momentos tiernos de su
infancia en la boca del Enchanteur:
54
Recuerdos que siempre evoca con las mismas frmulas: te souviens-tu?, te rappeUes-tu?,
como dice tambin en este poema, unas expresiones que dirige slo a ella, que quieren ser
ntimas, infantiles, exclusivas de los dos. Recuerdos calurosos que el poeta relaciona siempre
con el verano... la fin de Lt.
La similitud entre estas expresiones de Le Voyageur, un poema que habla de largos viajes,
muchos de los que hizo con su madre durante su infancia, y de vieilles photographies, y las
que acabo de citar en L Enchanteur. me parecen tan evidentes, que no puedo dudar que
mientras escribe esta ltima obra tiene a su madre en la cabeza. Pero, para comprender bien el
referente es mejor reproducir este interesante fragmento en su totalidad:
Tol que j aimais, je sais tout ce qui me ressemble et tu me ressembles; mais tout ce qui
te ressemble ne me ressemble pas. toi que jaimais, te souviens-tu de notre amour?
Car tu maimais! Te souviens-tu de nos tendresses qui taient lt pendant lhiver. Te
rappefles-tu? Je pleurais tes genoux, damour et de tout savoir, mme ma mort, qu
cause de toi je chrissais, cause de toi qui nen pouvais ren savoir. Au temps de ma
vie pour notre amourje pensais toi, mme pendant les plus terribles crises dpilepsie.
toi que jaimais et pour qui les vers, depuis ma naissance, 6 temps de la moelle
firtale, patientrent, dis-moi la vrit (Pg. 174 de la versin que recoge en el
comentario citado 3. Burgos)
Las mismas expresiones de ressemblance con que habla de su madre en la carta a Madeleine,
las palabras de ternura de Le Voyageur, con tantas referencias a su infancia, y despus cuando
dice je pleurais tes genoux damour et de tout savoir, es evidente que se trata del recuerdo de
un nio que quiere aprender todo de su madre y que llora de emocin o de dolor agarrado a las
rodillas de su madre, que son las que estn a su altura...
Incluso mucho ms tarde, cuando escribe a Lou, quiz por un mimetismo muy frecuente con
ella, en el que superpone muchas imgenes de su madre o de s mismo durante su infancia,
vuelve a decir con un tono semejante:
55
Conversaciones ntimas, murmullos amorosos en los que l pona toda la carga afectiva ante la
indiferencia de sus adoradas interlocutoras.
Sin embargo Marc Poupon interpreta el pasaje del Enchanteur de otra manera:
ds-nio la vril
Por todo lo que he explicado respecto a este pasaje del Enchanteur es evidente que no estoy de
acuerdo con el punto de vista de Marc Poupon. Si lo que tiene en cuenta es el tono afectivo y
emocionado del Enchanteur-Guillaume, ningn poema o relato es tan ntimo y tan lleno de
emocin como La Porte que el poeta dirigi explcitamente a su madre.
A veces Guillaume tena que evitar a su madre en la calle para no avergonzarse al verla con sus
amantes: ses aventures certainement ne se comptaient pas, et il arrivait quApollinaire ft
oblig de se dtourner quand il lapercevait dans la me, cuenta M. Seanne Durry; pero otras
veces su madre le aconsejaba la espiritualidad y la devocin a la Virgen, como escribe en varias
cartas durante la guerra: prie la Sainte Vierge quelle te protge...recommande toi chaque soir
la Sainte Vierge pour quelle te protge...Prie la Sainte Vierge et je dirai Albert de prier pour
toi. Ambivalencias, mensajes contradictorios, locuras, que hacan an ms temible a la violenta
madre, pero sin duda entre los dos haba un mimetismo y una identificacin. Apollinaire pone
en boca de Katache, uno de los personajes de Les Onze Mille Verges, los que probablemente
fueron sus sentimientos hacia ella:
Qn assassina mon pre... ma mre devint folle, et lorsque jallais la visiter lasile, je
me branlais en lcoutant extravaguer dune fa9on immonde...jtais profondment
dgot, carjadorais ma mre(P. 94.4)
La madre adorada, la ms deseada, la que le atraa y al mismo tiempo le repela. La mujer loca y
cruel a la que Apollinaire conceda un prestigio inusitado. Idolo, en el fondo odiado, pero dolo.
56
Para siempre quedar marcado por su dominacin y su violencia, tanto que en su vida y en su
obra no le ser posible desconectar la excitacin sexual del dolor y de la violencia.
Su madre, ya desde nia, era muy violenta. Asi lo cuenta M. Adema en su obra ya citada:
Sa prcocit, son caractre indomptable, sujet des violences que ne pouvaient tolrer
ses ducatrices, son refus de se plier aux exigences dune discipline rgulire, la
sensualit que dcelait dj son comportement, entravrent ce point son ducation
que, malgr lintrt que lui portait le pape Pie IX, la demande de la Mre Suprcure,
son pre dut, en septembre 1874, la retirer du couvent o ses frasques lavaient rendue
indsirable (Pg. 13)
Su madre era el ltigo, las bofetadas, las maldiciones, una violencia profunda que destrozar y
contaminar al poeta. Todos los amigos de Apollinaire, todos los testimonios coinciden en
describir a la Sra. de Kostrowitzky como una madre cruel y terrible. M. Jeanne Durry nos
cuenta en este sentido:
Elle lui faisait des scnes. Avec ma mre, disait-il, cest tout de suite la
maldiction et sil oubliait de rapporter trois pots de confitures vides il tait maudit
une fois de plus. Ren Nicosia tmoigne (Table ronde p. 105) qu<ellea toujours t
trs dure pour Guillaume durant son vivant, le traitant chaque instant dimbcile et
didiot, il nc lul rpondait jamais...Ne raconta-t-il pas un jour Marcoussis (qui la
connu en 1910) quil avait pass toute une nuit discuter ayee sa mre, laquelle
appuyait ses arguments de force gUles, sur la couleur des dentelles de Valenciennes,
Mme. de Kostrowitzky soutenant quil existait des Valenciennes noires et blanches,
Apollinaire blanches seulement (A/cools Tomo 1, pg. 75).
Una escena impresionante entre la madre y el hijo, en la que da la impresin de que ste busca
una excitacin especial provocando las bofetadas de su madre; esta es la relacin que se habia
instalado entre los dos y que va a determinar la actitud del poeta con las mujeres, as como toda
una serie de fantasas sadomasoquistas.
Su madre, una mujer extraa que cre en Apollinaire una contradiccin, una tensin tan violenta
que, al mismo tiempo que probablemente determin su genialidad, lo llen de miedo y de
inseguridad, tanto que inhabilit al poeta para crear relaciones amorosas normales. Siempre
tuvo problemas con las mujeres. E incluso, algunas veces tambin con sus amigos, sin los que,
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sin embargo, como le ocurra con las mujeres, no poda vivir. Con N4ax Jacob las relaciones
fueron siempre ntimas y al mismo tiempo turbulentas, como cuenta Toussaint Luca:
Max Jacob ne quittait pas Apollinaire et vivait dans son ombre (Correspondencia de
Mcix Jacob. R. Garnier, 1953, tomo 1, pgs. 95 y 96).
De nuevo aparece la comida como el remedio que puede calmar todas las agresiones, lo mismo
que haca su madre
En cualquier ocasin el poeta asume el modelo de la violencia de su madre. Por eso seria muy
interesante analizar con detalle la personalidad de esta mujer que tanta influencia tuvo en
Guillaume, que estableci tan psictica relacin con l, porque para conocerlo con profimdidad
no podemos desligar su personalidad de la de su madre, ya que, como l mismo dice, ella le
contamin de todo lo que l era, hasta de la poesa. Y poco a poco, sin poderlo evitar, su madre
aparecer detrs de todas las manifestaciones de su vida: en su sumisin, en su rabia, y, como ya
he dicho antes, incluso en su sadismo y en su masoquismo.
La madre dominaba a todos los hombres de su casa, a los que, como veremos, ahogaba e
infantilizaba...y adems la madre beba, tena amantes y, sobre todo, estaba obsesionada por el
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juego, como vemos en la correspondencia que enva a su hijo durante la estancia de ste en
Alemania:
Ne gaspille pas et ne dpense pas trop dargent car ce qul te restera me servira peut
tre partir plus tard pour MC. (Carta de 8 de noviembre de 1901)
(probablemente escribe Montecarlo slo con las iniciales para que en caso de que alguien leyera
la carta no supiese que era jugadora). Tambin M. Jeanne Durry nos habla de esta pasin de la
madre de Apollinaire por el juego a travs de los testimonios de las personas que la conocieron:
El juego la obsesionaba, a ella y a su compaero Jules Weil, tal y como cuenta el propietario de
la casa que ambos ocuparon en el nmero 8 del boulevard Camot en Le Vsinet, un artista
lrico, Charles Andr-Royer:
Quand le couple [ouama villa, ils nc possdaient aucun mobilier. fls se meublrent
petit petit, tui, trs joueur, mais brave type, petit, timide, une poigne de son sur le
visage. Elle, grande, maigre, la voix enroue...Elle vint parfois me payer son terme,
mais toujours en maugrant...Une fois, Weil voulut me montrer son mobilier: salle de
billard occupe par un norme billard baroque et, dans le fumoir mitoyen, quatre tables
pliantes jeu. On se serait cru dans un tripot. (La Table Ronde n. 57, septiembre
1952, pg. SO) (Subrayado por m).
Toda la aventura de Stavelot y el abandono de los hijos adolescentes, que tuvieron que
escaparse de noche sin pagar de la pensin en que se alojaban, tuvieron su origen en la aficin al
juego de la Sra. de Kostrowitzky, que haba ido a tentar fortuna primero al casino de Spa y
luego al de Ostende.
Tambin esta adiccin de su madre permanece en la obra de Apollinaire como una imagen
obsesiva. Muchos son los personajes de sus libros que tienen el vicio del juego. A Macare, la
madre de Croniamental en Le Pote assassn, tambin le gustaba jugar:
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Croniamental, que a causa de la prdida de toda la fortuna que le haba dejado su mujer u se
faisait sauter la cervelle et sabattait dans la poussire; pero antes de llevarlo al suicidio
Apollinaire nos ofrece con una imagen muy expresiva, similar a la del Enchanteur, la manera
que l tiene de expresar una angustia profunda, es decir, con el encierro en un lugar que indica
muerte: Fran9ois sentit lunivers se resserrer autour de lui comme une cellule, puis comme un
cercueilX
Une fois cest moi qui tirai le lotto. Ma mre qui tait trs belle, me conduisit. Alors,
au centre de la place, je devins le hasard. Et depuis, je nai jamais vu tant de regards
me considrer anxieusement. A la fin, il y avait de ces yeux qui flamboyaient de colre
et dautres de joie. Des hommes me montraient le poing en minsultant tandis que
quelques-uns jubilaient en mappelant Jsus...Et je me souviens trs nettement dun
homme en redingote et sans chapeau, qui se tenait au premier rang de la foule. 11
paraissait triste et accabl et tandis quelle scoulait, je vis, quau soleil, cet homme
navait point dombre. Vite et discrtement, il sortit un revolver de sa poche et se tira
une baIle dans la bouche. pouvant, je regardai un moment les gens emporter le
cadavre; ensuite je cherchai ma mre, mais je nc la retrouvai pas et je retoumai seul au
logis o elle nc rentra pas cette nuit-l (Pg. 337)
Y en La rencontre au cercie nixte, tambin del Pote assassin, Apollinaire nos presenta una
mujerjugadora de gran belleza, enormemente atractiva, como lo son para l todas las mujeres
jugadoras, todas las que le recuerdan a su madre:
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Prs de liii grande et souple se tenait une femme brune, aux yeux cernes, mnaudire
souhait, lgante et couverte de bijoux. Van der Vissen [observa. Elle jouait
furieusement et gagnait tout ce quelle voulait.
La beaut de la fernme et sa veine extraordinaire flrent une vive impression Sur le esprit
du Hollandais. Comme u stait montr joueur et quil la flxat avec obstination, la
bellejoueuse lu sourit...
Sin embargo, l repiti sus mismos vicios y problemas, al menos en lo que se refera a las
amantes, a la violencia y a la bebida. Y a estos vicios aadi otros, como la obsesin por la
comida o el consumo de drogas, como ya veremos en otro captulo.
Y tambin, a causa de este deseo de poder, la madre infantilizaba a los hijos, los vestia como
nios, sobre todo a Albert, les daba rdenes que no admitan ms que la obediencia ciega.. .y
mantenia en su casa a toda una serie de animales a los que daba nombres humanos:
y que, junto a sus hijos y amante, le daban la impresin de dominar a una multitud que haca
marchar a golpe de fusta. De este modo manipulaba a aquella tropa sintindose todopoderosa y,
al mismo tiempo, y esto es lo ms interesante porque es una actitud que ms tarde Apollinaire
repetir con Madeleine, transferia a sus hijos y amantes su propia inseguridad y su sensacin de
falta de valor y de poder; los desvalorizaba para sentirse superior. Y los convenci tanto, que
todos ellos, empezando por Guillaume, la reverenciaban, la teman y la consideraban
todopoderosa, casi divina, controladora de la vida y de la muerte; entre otras razones, porque
tambin apoyaba su poder en el poder de Dios, obligando o recomendando a sus hijos que no se
apartasen de los preceptos de la Religin.
Este aspecto de mujer todopoderosa que Apollinaire vea en su madre, le impresion tanto que
sinti una compulsin por hacer aparecer en su obra mujeres fuertes, llenas de poder, y que se le
figuraban reinas, caminando con actitud real...como vemos en las que desfilan ante la tumba del
encantador Merlin y que son sin duda representaciones todas ellas de su propia madre. Mujeres
a las que, aunque fueran perversas y crueles, el poeta admiraba y renda culto. Ms tarde, en la
vida real, ver a Lou con frecuencia perversa y cruel, pero tambin divina:
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aujourdhui jai re~u les oranges qui mon rappel le jardin o tu vis ma desse, ma
fable, ma mythologie (Carta a Lou de 23 de diciembre de 1914)
Esta fantasia es muy habitual entre los masoquistas y, como no, tambin la vemos en el ms
representativo de todos ellos, Sacher-Masoch, que en su libro tantas veces citado, La Vnus la
fourrure, rinde culto a su herona, a la que tambin ve divina:
Vous mavez appris ce qui est lamour. Votre culte ma fait oublier deux mille ans
dhistoire. ..vous tes assurment une femme divine, mais avant tout une femrne, cruelle
en amour comme toutes les femmes (oc. Pg. 120)
Y tambin es interesante observar a este respecto el tono que Apollinaire emplea al hablar de su
madre a Madeleine en la carta de 2 de septiembre de 1915:
Quand vous voulez savoir quelque chose demandez, ninsinuez pas, vous me forcez
expliquer brivement dune fa9on presque irrvrencieuse pour maman un fait qui es
difficile comprendre...
Apollinaire tom como modelo el deseo de dominacin de su madre, y l mismo deseaba poder;
lo vemos en sus escritos, en los que sus personajes someten por la fuerza a otros ms dbiles,
como sucede en tantas ocasiones en Les Onze Mille Verges:
y en la vida real con Lou y sobre todo con Madeleine, como veremos ms adelante en las cartas
que les dirigi. Pero igual que su madre, se senta sin valor, humble comme je suis qui ne suis
nen qui vaille, como dice en La Porte, y sin ningn poder. Tambin en el manuscrito original
del Enchanteur Pourrssant Apollinaire, a travs de Travaillin, confiesa estos sentimientos:
Je suis celui qui est moins puissant que tout autre homme, celui qui na den... (folio
100)
Tambin en la Qnirocrtique, el texto incluido al final del Enchanteur, suea con el poder e
incluso con inspirar miedo:
Vers le soir, les arbres senvolrent, les singes devinrent immobiles et je me vis au
centuple. La troupe que jtais sassit au bord de la mer. De grands vaisseaux dor
passaient [horizon.Se procrai cent enfants mles dont les nourrices furent la lune et
la colline...Arriv au bord dun fleuve, je le pris deux mains et le brandis. Cette pe
me dsaltra. Et la source languissante mavertit que si jarrtais le soleil je le verrai
carr, en ralit. Centupl, je nageais vers un archipel. Cent matelots maccueillirent et
mayant men dans un palais, ils my turent quatre-vingt-dix-neuf fois. Jclatai de
rire ce moment et dansai tandis quils pleuraient. Les matelots nosaient plus bouger,
carjavais laspect effrayant du lion (Pg. 76)
A este propsito, J. Burgos comenta acertadamente: Cest donc par une main-mise totale du
pote sur le monde que sachve le rve.
Alors vois-ta si j avais raison sur la guerre, longucur, Constantinople, la Perse, tu vois
tout se ralise. Ah! Comme je voudrais avoir un peu de puissance pour tout remetire en
tat. Se suis sr queje pourrais le faire
Y de manera mucho ms crispada desea poder sobre Madeleine, un poder total y absoluto:
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Gracias a sus confidencias y a sus obras, como hemos visto sobre todo en L Enchanteur
Pourrssant, podemos damos cuenta de cmo Apollinaire perciba a su madre, aquella mujer tan
controvertida y que tanta influencia tuvo sobre l. Ya hemos observado cmo habla de ella en
las cartas que escribe a Lou y a Madeleine, pero mucho mejor que en estas cartas, con mucha
ms genialidad y precisin, aunque con mayor delirio y demencia, Apollinaire describe en la
figura de la enfermera polaca que presenta en Les Onze Mille Verges, el miedo y el deseo que
su ambivalente y cruel madre le inspiraban, al mismo tiempo que el odio contenido hacia ella y
la excitacin que le produca la vista de la crueldad:
Alors arriva une dame de la Croix Rouge vtue dun gracieux surtout cru et le
brassard au bras droit.
Ctait une fortjolie file de la noblesse polonaise.(l) Elle avait une voix suave (2) comme en
ont les anges et en lentendant les blesss tournaient vers elle leurs yeux
morbonds croyant apercevoir la madone.
Elle donna Mony des ordres secs (3) de sa voix suave. II obissait comme un enfant (4),
tonn de lnergie de ceife jolie file et de la lucur trange qui jaillissait parfois
de ses yeux verts.
De temps en temps sa face sraphique devenait dure et un nuage de vices impardonnables (5)
semblait obseurcir son front. II paraissait que linnocence de cette femme avait
des intermittences crirninelles.
Mony lobserva, il saper9ut bientt que ses doigts sattardaient plus quil ntait besoin dans les
plaies.
Qn apporta un bless horrible voir. Sa face tait sanglante et sa poitrine ouverte.
Lambulancire le pansa avec volupt. Elle avait mis sa main droite dans le trou bant et
semblaitjouir du contact de la chairpantelante.(6)
Tout coup la goule releva ses yeux et aper9ut devant elle, de lautre ct du braneard, Mony
qui la regardait en souriant ddaigneusement.
Elle rougit, mais il la rassura:
Calmez vous, ne craignez den, je comprends mieux que quiconque la volupt que vous
pouvez prouver. Moi-mme, jai les mains impures. Souissez de ces blesss,
mais ne vous refusez pas mes embrassements.
Elle baissa les yeux en silence. Mony fut bientt derrire elle. II releva ses jupes et dcouvrit
un cu merveilleux dont les fesses taient tellement serres quelles semblaient
avoirjur de nejamais se sparer.
65
Elle dchirait maintenant fivreusement, et avec un sourire anglique (6) sur les lvres, la
beau membre dont la fermet tait idale. Lambulancire, aussitt quelle fut
seule ayee Mony, sassit Sur la pine dxi trono qul rlait et pendant cette
chevauche chevele suqa la pine de Mony qui dchargea bientt comme un
carme. Lhommne-tronc ntait pas mort; II saignait abondamment par les
moignons des quatre membres. la goxile lui tta le vit et le fit meurir sous
lhorrible caresse...
Hlas! scria Mony, femme cruelle qui Dieu a donn pour mission dachever les blesss, qui
es-tu, qul es-tu?
Je suis dit-elle la filie de Jean Momeski, le prince rvolutiennaire que linfame Gourko enveya
II y a des scnes de vampirisme sans prcdent dont lacteur principal est une
infirmire de la Croix-Rouge, belle comme un ange, qui goule insatiable, viole les
66
morts et les blesss (Netas a Les Onze Mille Verges en las obras completas de La
Pliade. pg. 1319)
De todas formas, este relato es tan impresionante y tan llene de contenido autobiogrfico que
merece la pena analizarlo detenidamente:
(1) Ctait une jolie filie de la noblesse polonaise . Una vez ms Apollinaire, en el relate y
en el catlogo publicitario, insiste en la belleza de esta mujer, la misma que tienen las mujeres
prfidas que pasan ante la tumba del Enchanteur, la madre de ste y tantas otras que en su obra
evocan de una manera o de otra a su madre.
(2) Elle avait une ~oix suave. El poeta piensa seguramente en lo que l llama la voz ligura
de su madre, de la que habla en Le Larron:
(3) Elle donnait Mony des ordres sees. Sin duda, las mismas rdenes secas que le daba su
madre y que vemos en las cartas que le escriba durante su estancia en Alemania en 1901,
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(4) II obssait comme un enfant. Es la obediencia que vemos en Katache (el personaje
masoquista de Les Onze Mille Verges): habitu lobissance jai ceurbais la ISte, y la que el
(5) Un nuage de vices impardannables semblait obseurcir son front. Su madre, como ya
hemos visto, tena toda clase de vicios: jugadora, bebedora, aventurera.., muy joven huy de su
casa con el que seria el padre de Apollinaire, un hombre de 40 aos que nunca se quiso casar
con ella y que presionado por su propia familia, a causa de la conducta escandalosa de la bella
Anglica, la abandon pronto.
(6) Elle avait mis sa main droite dans le tron bant et semblait jouir dii contact de la
chair pantelante...EIIe dchrait mantenant fivreusement, et avec un sourire anglique
sur les Ivres la blessure affreuse du moribond. No importa que Apollinaire haya escrito
este relato muchos aos despus de L Enchanteur, la crueldad de la mujer que tiene en la cabeza
sigue siendo la misma. La dame du lac tambin disfrutaba con la desdicha de un hombre, de
Merln, como el poeta nos cuenta: Elle sassit sur la pierre du spulcre et, la sentant froide,
scria: Enchanteur, certainement tu es mort puisque la pierre de ta tombe latteste. Elle eu la
mine jote que si elle avait touch le cadavre lui-mme.... Hay algo extrao y morboso en la
pluma de Guillaume cuando habla de la alegra de una mujer que hace dao a los hombres.
Pero semejantes imgenes no acabarn con la historia de la enfermera polaca, son obsesiones
que vuelven a menudo en sus escritos. Tambin, simultneamente a esta historia, en Les Onze
Mille Verges, Florence, la mujer de Katache, se re de l al ver su dolor:
Quand il eut bais ma femme, il mordonna de venir prs du lit et prenant la cravache
chien, u men cingla le visage. Je poussai un cii de deuleur. Hlas! un c/at de rre de
,nafernme me redonna cette volupt Acre que javais dj prouve. (Pg. 949).
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poussa si adroitement quelle creva lril droit. Croniamental tomba la renverse; des
femmes se prcipitrent Sur lui et le frappren. Trstouse trpignail dejole, tandis que
Paponat essayait de la calmer. Mais du bout de son parapluie, elle ala crever lautre
cril de Croniamental.. (Le Pote Assassin, Pg. 299). (Subrayado por m).
Pascal Pia, en su obra ya citada
parezca que el poeta se inspira en Marie Laurencin para crear el personaje de Tristouse
Ballerinette, rien ne permet de confondre Marie avec la jeune femme versatile et cruelle qui,
la fin du Pote assassn, participe en trpignant de joie au lynchage de Croniamental. Por
supuesto que no. La imagen de la mujer que se alegra con el dolor que provoca en el hombre
que la ama se haba instalado en las fantasas del poeta mucho antes y a partir del modelo de la
relacin con su madre, que permanecer como referencia obsesiva en su imaginacin,
contaminando y deteriorando todas sus relaciones amorosas. Y volver a esta referencia de la
burla, del disfrute de la mujer ante el dolor, cada vez que se sienta despreciado y abandonado
por alguna mujer.
Pero lo que resulta realmente interesante respecto a las obsesiones y recuerdos de Apollinaire, es
la precisin. Como dice Freud
2,
Y entre las impresiones de su infancia, sta de la alegra, del disfrute de la mujer cruel mientras
hace dao es una de las ms precisas. Pero en todos los casos que hemos visto y, sobre todo en
el de la enfermera polaca, el disfrute es tambin sexual, porque todos los recuerdos dolorosos de
la infancia de Guillaume estn impregnados de sexualidad, de una excitacin que quedar
vinculada para siempre, en su imaginacin y en su carne, al dolor.
Apo/linaire par /ui-mme, Pg. 90.
2 Tros essaissur la thorie de la sexualit. ldes. Gallimard. 1962.
(Pgs. 161,162,177,178)
69
Pero Apollinaire no es cl nico escritor que ha quedado marcado por la alegra de la mujer que
provoca el dolor de un hombre. Entre otros, en el libro tan citado de Sacher-Masoch La Vnus
lafourrure, su autor hace con frecuencia alusin a escenas semejantes a las que hemos visto en
la obra de Guillaume:
Les coups tombent prompts et drus avec une force terrible sur mon dos, mes bras et ma
nuque. Lun deux matteint en plein visage. Le sang chaud se met coxiler, mais elle
nl et continue frapper
Elle saisit la cravache et men porte un coup. Je me levai. Elle me cingla encore une
fois, cette Ibis en plein visage
Animal, esclave!
Elle rejeta la cravache etparht d~n cla de Une sonore
Jprouve ton gard une sorte de haine,je te verrasfoueu non par lu ayee une
vraejoie
Le Grec montre les dents et son visage prend cette expression sanguinaire qul dj ma
fait peur la premire fois. Et il se met me fouetter, si impitoyablement, si terrblement
que je sursaute chaque coup et que tout mon corps se met trembler de doxileur. Les
larmes inondent mes joues pendant que Wanda, allonge sur lottomane, appuye sur un
bras, contemple la scne avec une curiosit froce el ne se beni pas de nne
(Pgs..200, 232, 237 y 244) (Subrayado por mi).
(7) Lambulacire...la face plus anglique que jamais No olvidemos que el nombre de su
madre era precisamente Anglica y que, como he comentado con detalle, dar tambin este
nombre a uno de los personajes de su primera obra, LEnchanteun Pourrissant.
(8) Je sus la filie de Jean Mornesk, le prince rvolutionnaire que linf~me Gourko
envoya mourir Tolbosk Para comprender el sentido autobiogrfico de este pasaje tenemos
que tener en cuenta que la mayor parte de la familia de la noble Anglica fue deportada a
Siberia. As lo explica Maria Kostrowicka-Dabrowa, en el artculo sealado ms arriba, en el
que dice:
escena de las puntillas de Valenciennes, que slo fue un pretexto por parte de los dos para
volver a la excitante y nocturna tensin de las bofetadas. En un primer momento Mony y la
enfermera golpean al herido, pero de pronto, mientras escribe, algo pasa por la cabeza de
Guillaume, algn recuerdo, alguna experiencia pasada, probablemente los azotes que su madre
le daba en las nalgas desnudas hasta que apareca la sangre, y entonces el corazn de Mony tan
insensible y tan duro hasta ese momento se serra y reconoce la crueldad de la enfermera. Y el
poeta, arrastrado por la fuerza de sus recuerdos, extraordinariamente precisos, siente como se
excita su rabia y su odio contra su madre a la que representa en la figura de la enfermera.
Entonces su sadismo se desborda, ya no siente ms que la febril sensacin de la venganza que se
toma imaginariamente a travs de Mony, y precisamente de la misma manera que su madre
hacia con l:
sa fureur se touma contre lindigne infirmire. II lul souleva les jupes et se mit la
frapper...Il tapa de toutes ses forces faisantjaillir le sang de la chair satine.
A pesar de la violencia del texto, hay en l algo infantil que resulta casi ingenuo. Parecera
lgico que el cruel Mony llevado por la furia golpeara salvajemente a la enfermera en la cabeza
o en todo el cuerpo.. pero el poeta necesita repetir la escena de los azotes infantiles. Es su
manera de vengarse. As esta vez ser l el que azote a su madre, y el que estar en la posicin
dominante.
No es sta la nica vez que Apollinaire vuelve a la escena de los azotes. Ya veremos ms
adelante cmo esta fijacin con las nalgas que se azotan, expresada de manera ms o menos
brutal pero siempre con gran contenido ertico, permanecer para siempre como una obsesin
en el poeta. Y cuando en sus escritos flagela a alguien llega hasta las ltimas consecuencias;
hace llorar y gritar a los personajes (on entendit des cris de doleur pousss par une femme.
Les Orne Mlle...Pg. 919), igual que gritaba la polaca (elle criait comme une possde) y, con
frecuencia deja al desgraciado, o desgraciada, con el cuerpo comme une plaie; as cuando
Alexine, al principio de Les Onze Mille Verges azota a Mony ji tait tout sanglant. .son corps
.
71
ntait quune plaie. Tambin cuando un coloso azota a una mujer alemana en la misma obra,
al final son dos ntait plus quune plaie. Pero quiz donde Apollinaire llega ms lejos es en
la flagelacin de Mony, su alter ego: su cuerno muerto, tras recibir los 11.000 golpes de yerga,
era une loque informe, sorte de chair saucisse, o lon distinguait plus rien, sauf le visage qui
avait t soigneusement respect...
Pero volvamos a la historia de la enfermera polaca. Mony la est azotando hasta que aparece la
sangre, pero entonces el delirio posee al autor y pierde el control, y entonces la golpea en el
vientre hasta que la revienta, hasta acabar con su vida.
(10) Fnalement le ventre creva Esta es tambin una fantasa obsesiva en Apollinaire: Le
Suiflatin tambin destripaba mujeres: de vis pleinemet. Je mamuse superbement. Je vole,je
tue, jventre des femmes... (Lhnesarque el Ce.); y eso es lo que hace Gornaboeux en la
horripilante escena del coche cama en Les Onze Mille Verges, que ya veremos ms adelante.
Pero Apollinaire en su fantasa no se limita nicamente a las mujeres, sino que, como vemos en
la Onirocritique que incluye al final del Enchanteur, tambin puede reservar a los hombres este
suplicio: Un sacrificateur dsira &tre immol au lieu de la victime. On lui ouvrit le ventre....
Y hay algo tambin en la muerte de la Anglique del Enchanteur que recuerda a la muerte de la
polaca con el vientre reventado: La vivante palpita longtemps et puis mourut dtre toujours
bless.
Como un nuevo Nern, Apollinaire, bajo el aspecto de Mony, revienta el vientre de esta jolie
file de la noblesse polonaise a la que parece identificar con su madre. En su imaginacin,
levanta sus faldas, goza de la vista de su croupe y del sensual grain de beaut que ve en su
Apollinaire tena seguramente esta historia en la cabeza muchos aos antes de escribirla, cuando
era un nio, cuando era un adolescente y sufri a causa de la crueldad de su madre lo que tan
Les Onze Mille Verges, Pg. 153
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magistralmente nos describe que sufrieron los indefensos que caan en manos de esta otra
polaca. Si la escribi nicamente en 1907 fue probablemente porque esper pacientemente
hasta que pudo escapar del control de su posesiva madre, que se hubiera indignado al descubrir
semejante texto. En efecto, Apollinaire escribe esta historia cuando deja por primera vez el
domicilio familiar y se instala, el 15 de abril de 1907, en el nmero 9 de la calle Lonie de Paris.
Pero Apollinaire no slo describe a su madre en la historia de la enfermera polaca, sino tambin
a s mismo, al menos en su imaginacin tortuosa. Como l dice: ma mre et moi nous nous
ressemblons beaucoup. Y es verdad. As unas veces es el poeta de voz anglica que canta los
poemas maravillosos de Alcools, el soador de espacios etreos y sublimes, o el artista inspirado
que fascina a las multitudes, como la polaca fascinaba a los moribundos que crean ver en ella a
la Madonna. Pero otras veces, en los momentos febriles de la sin razn, aparece la bestia, la
misma que apareca cuando la polaca vampirizaba a los heridos o hurgaba con deleite en las
llagas de los soldados hasta matarlos de dolor. Y Guillaume es consciente de esta faceta suya,
por eso dice en Le poulpe de Le Bestaire:
Jetant son ancre vers les cieux
Su9ant le sang de ce quil aime
Et le trouvant dlicieux,
Ce monstre inhumain, cest moi-mme
Un poema que est en total contradiccin con otro que escribe en el mismo Bestaire y que
dedica esta vez al bc~uf:
Angel y bestia, como l dice a propsito de Picasso en su primer texto de crtica artstica sobre
el pintor:
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Tout lenchante et son talent incontestable me parait au service dune fantaisie qul
mle justement le dlicieux et [horrible.labject et le dlicat (La Revue immoraliste,
avril 1905)
Tambin en el catlogo publicitario que presenta Les Onze Mille Verges, Apollinaire dice a
propsito de s mismo: Lauteur a su m6ler le charmant lpouvantable, y en el relato
LHrsarque de LHrsarque el Cje: Tous les hommes sont la fois pcheurs et saints,
~.
convierte en el monstruo sin piedad que a travs de su personaje Mony en Les Onze Mille
Venges
destroza y viola a mujeres y nios sin el menor atisbo de compasin, sino, al contrario,
recrendose en sus gritos de terror y de dolor. Como l mismo dice a propsito de la enfermera
polaca: de suis cruelle... Jtais pieuse autrefois comme une sainte. Aujourdhui, Messaline et
Catherine ne seraient que de douces brebis auprs de moi (Oc. pg. 942). Tambin l tuvo de
nio sus momentos piadosos, como dice en Zone:
Pero junto a estas imgenes tiene otras de perversin, como las que vemos en tantos de sus
escntos. Tambin le JuW latn de LHrsiarque el Ce se ensaaba en las mujeres y en los
dbiles e indefensos:
Les jours suivants, les journaux se trouvrent remplis par les rcits de crimes
sensationneis commis sur des femnies dans tous les coins de Paris. Lune delles fut
O.en prose. O. compltes. La Pliade. Vol. 1, pg. 118.
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trouve nue, tendue comme un drapeau flottant, et tiche sur un pieu plant au milieu
du boulevard de Belleville. Des enfants. des vieillards furent gorgs. On
remarquera quiI ne sagissait que dtres faibles(Obras completas, Bibliothque de
La Pliade, pg. 105.) (Subrayado por m).
He dicho que en Les Onze Mille Verges Apollinaire se recrea en los gritos de dolor de las
mujeres y de los nios, pero los que resultan impresionantes son sobre todo los de los nios. A
pesar de que los testimonios son unanmes en afirmar que su madre era cruel y terrible y que le
gustaba usar el ltigo, no podemos saber con exactitud cmo fueron los castigos fisicos y
morales que Apollinaire tuvo que padecer cuando era nio a manos de aquella mujer, y sobre
todo hasta que punto le dolieron y le excitaron.
contarnoslos, de contamos con una precisin extraordinaria las penalidades que padeci y las
que el miedo le hizo pensar que podra llegan a padecer. Y lo hace explicando con detalle el
terror, el dolor y la excitacin de los personajes a los que en su obra azota o hace sufrir. Yen lo
que se refiere a los nios, de la misma manera que los adultos que fueron nios torturados
siempre tienen tendencia, para poder excitarse, a repetir las experiencias vividas con otros
nios, sean sus hijos o no, Apollinaire no pudo dejar de repetir los sufrimientos padecidos
durante su infancia, e incluso muchos ms, con sus personajes, sus nicos hijos. Los asusta,
los azota, los tortura, y, con morbosa fantasa, hasta los viola y los mata. No puede controlar su
resentimiento ni su recuerdo de la excitacin y del miedo infantil, por eso hace dao a los nios,
como a los dbiles en general, para excitarse reviviendo en ellos lo que sufri en su infancia,
para repetir interminablemente las escenas de violencia que quedaron impresas en su
imaginacin, y para proyectar sobre estos nios imaginarios la rabia que permanece an viva
mientras escribe. En Les Onze Mille Verges, que escribi sin ningn tipo de inhibiciones ya que
era una obra clandestina, son muchos los nios torturados que lloran impotentes o que gritan
empavorecidos:
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Le gnral Nioxinine avait fait entrer un petit gar~on chinois, tout mignon et apeur. Le
gnral le dshabilla et lui su~a sa quequtte grosse peine cornme unjujube.
[le toxima ensuite et fessa son petit cu maigre et jaune. 11 saisit son grand sabre et le
plaia prs de lxii.
Puis u encula le petit gar~on... Et sa pine sortait presque entire du corps de lenfant
chinois pour y rentrer prestement. Lorsquil en fut la jouissance il prit le sabre et, les
dents serres, sans arrter le culetage, trancha la tte du petit Chinois... (Pg. 934)
la petite file criait sur le sol. Mony sen saisit et la dmaillotant, embrassa son petit
cu rose et sa petite fente grasse et glabre, puis lappliquant sur son vit et lui fermant la
bouche dune main lIla viola; son membre dchira les chairs enfantines...
Y tras haber hecho que el duque viole a la nia, Sade termina esta escena diciendo:
No podemos olvidar que Baudelaire tambin tuvo este tipo de fantasias sobre nios torturados por su propia
familia. En Le reniement de Saint Pierre muestra a un padre tirano que se deleita con los tormentos que hace
sufrir a sus hermanos y a su propio hijo:
Les sanglots des martyrs et des supplis
Sont une symphonie nivrante sans doute
Puisque malgr le sang que leur volupt cote
Les cieux nc sen sont point encore rassasis
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lide du crime sut toujours enflamnier les sens et nous conduire la lubricit.(Les
/2ojounnes deSodonze. Union Gnral dditions. 1975. Pg.152)
Apollinaire, como sabemos, ni preconiz ni ensalz el crimen, sino todo lo contrario, queda
aparecer ante los ojos de todo el mundo como un honnte gar9on. Pero en lo que se refiere
a los sufrimientos de los nios, lo que cuenta, tanto en el Marqus como en Guillaume, no es
la defensa del crimen o el deseo de honestidad, sino la repeticin de las escenas infantiles, el
recuerdo preciso de un nio que llora chaudes larmes sin que nadie sienta piedad por l, y
que en el caso de los dos ese nio no es otro que ellos mismos.
En lo que se refiere a Apollinaire, an habr en Les Onze Mille Verges otras historias de nios
torturados. Cuando Mony es condenado a muerte, el da de la ejecucin, despus de violar a una
nia de doce aos il trangla la petite filie aprs lxii avoir crev les yeux...el mismo suplicio al
que Pedro Luis de Glvez en La Vie anecdotique someti a la rata a la que haba domesticado
en su calabozo.
Nios martirizados, en los que evoca sin duda lo que fue su propio martirio, que an le
horroriza, pero que sin duda le excita. Pero, cuando ms tranquilo, de manera ms objetiva,
escnbe el catlogo publicitario de Les Onze Mille Verges, hace alusin a todas las perversiones
que aparecen en el libro (Les senes de pdrastie, de saphisme, de ncrophilie, de seatomanie,
de bestialit...) y, especialmente, a la historia de la enfermera polaca que debe recordarle a su
madre...pero no dice ni una palabra sobre los sufrimientos que hace padecer a estos nios,
porque le duelen a l mismo, porque las heridas estn todava abiertas en lo ms profundo de s
mismo... y si en la borrachera de la escritura puede llegar todo lo lejos que el relato le sugiere,
puede horrorizarse y excitarse a si mismo violando los interdictos ms sagrados, cuando escribe
ms serenamente no es capaz de traspasar los lmites del terror y del estremectmento que le
produce torturar a nios.
Son muchos los nios que sufren en la obra de Apollinaire. Unos son pobres y esperan con sus
madres emigrantes, que los amamantan en las estaciones, unos trenes que les llevaran a lugares
lejanos donde los viajeros suean con encontrar la riqueza, como ocurre en Zone. Otros se
desplazan continuamente, van enantes de un sitio a otro, sin rumbo fijo, como los hijos de Les
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Saltimbanques que aparecen en el manuscrito original. Algunos asisten aterrados a las escenas
de violencia de sus padres, como el nio de Giovann Monon; o se sienten abandonados por
ellos, como es el caso de Croniamental.
En la vida real no se tiene noticia de que Apollinaire haya torturado a ningn nio, y conociendo
al personaje resulta absolutamente inverosmil que eso hubiera podido suceder.
Todo en
muchsimo repetir las escenas de castigos, de amenazas y las represiones infantiles, pero para
hacerlo inventa con Lou una pirueta sorprendente de las que son habituales en l: imagina que
ella es un petit gar9on, y entonces le somete con saa a la misma represin sexual, sobre todo
en lo que se refiere a la masturbacin, a la que sin duda l fue sometido durante la infancia. La
recuperacin de las escenas infantiles es tan interesante que valdr la pena detenemos en ella
exhaustivamente al estudiar la correspondencia con Lou. Pero por ahora, digamos que esa
represin, la amenaza a un nio, es una de las maneras que encuentra ms efectivas para
exctarse.
Apollinaire siente una compulsin irresistible por repetir con sus personajes sus experiencias y
sus sufrimientos infantiles, pero slo en Les Onze Mille Venges desciende hasta el fondo del
dolor y del miedo y les hace sufrir hasta el paroxismo con los azotes y las torturas que l mismo
padeci a manos de su madre o con los que en su angustia imagin que ella poda hacerle
padecer.
Y no puede evitarlo: estos son los fantasmas que pueblan la imaginacin de Guillaume y que
surgen, que tienen que surgir en sus escritos, aunque muchos de sus crticos piensen que escribe
sus libros de exacerbada violencia y de pornografa solamente por razones econmicas.
con el cuello cortado, se convierte en el sirnbolo del espiritu. Esa es la imagen del poeta que
todos queremos retener porque es la que nos fascina, la que le lleva hasta espacios siderales en
los que, gracias a la poesa, roza su deseo de espiritualidad y las estrellas:
Es el Apollinaire que busca a Lou en las estrellas, o el poeta de la razn que escribe con perfecta
composicin el magistral poema ledo en la boda de Andr Salmon y tantos otros artculos,
poemas y relatos. Es, en definitiva, el autor que sus crticos quieren ver ignorando que existe en
l otra faceta ms degradada y ms morbosa, o que hacen pasar bajo el pretexto de su fantstico
sentido del humor. Y l se esfuerza por mantener la faceta elevada, serena e intelectual cara al
pblico. Es el Apollinaire que ha hecho hablar a M.J.Durry durante la guerra de su tranquilo
herosmo, o el que llev al periodista Aurel, por su faceta de hombre razonable vinculado al
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trabajo, a escribir un artculo titulado Les Jntellectuels aufeu. Les Podes soldats, el 13 de enero
de 1915 en Lepelil Nk~ois. en el que dice sobre l:
que rpand sur le arur de lhomme ce que jappellerai le travail de la guerre, aspect
donn par Apollinaire, n Polonais, engag volontaire et pote fran9ais. II na pas
encore vu le feu; et sur lartiste impressionnable, le labeur de prparation ds la
caseme a mis comme une paix rgulatrice. Dj semblerait-il agir, la guerre noxis
dbarrasse de son spectre, les rcits tragiques des camages nagitent plus. tI n y a
plus que nos clzevaux el non canons. Le navail renzplit tout, dit le pote. El rien, pas
mine le danger de monI, nc pcurrail nous dwurner de non-e devoin. Je ne crois pos
qu 1! soi difficile. oit pnible, de ,nounir dans des condiions rnerveilleuses o naus inel
la discipline. Nest- il pas admirable de songer que par le seul travail coordonn, et
sans quil soit besoin mme de la valeur, lhomme est dj mis ltat de quitude
parfaite dii hros, srnit qul rend lhrsMsme mutile. Comme si elles sedes, la tche
quotidienne, la pauvret, lobissance du soldat impliquaient lhrosme. Cela ne
pouvait sortir nettement que dxine lettre de pote, cest--dire de lhomme conscient
par excellence
Es el Apollinaire de la razn y del trabajo, el que pretende construir sus escritos sobre un mundo
racional, sobre el esfuerzo y la constancia, sin los que nunca hubiera llegado a ser el poeta que
fue.
Ms tarde, en 1917, cerca del final de su vida, defiende los valores religiosos y
Pour ce qui concerne larbre de la vie, le plus fantastique, le plus littraire qui soit,
puisquon le trouve dans le livre des livres, dans la Bible mme,jaurais peine puiser
la vaste littrature qui existe son sujet. Quil suffise de dire que cet arbre fantastique
qui est la base de toutes nos croyances sacres, et par consquent orne nos esprits ds
lenfance ( Vgau.x litlraires elfantasliques. Anec 250)
Pero, aunque intente dar la imagen de un escritor sensato, racional y conservador, sobre todo
cara al pblico, siempre subsiste en l un fondo de exceso y de violencia que vemos en tantos de
sus escritos y que l mismo reconoce en Zone:
por la imaginacin que los carga de un contenido de miedo y de angustia muy superior incluso
al que realmente corresponda a los sufrimientos pasados que desencadenaron la angustia; son
los recuerdos inhibitivos que tienden a asustarle hasta el punto de que imaginar todos los
obstculos futuros como insuperables. La causa de su angustia estar, pues, mucho ms que en
la realidad, aunque sea tan terrible como la de la guerra, en el propio poeta, en su imaginacin
que nutre y aumenta la angustia. Pero los problemas y sufrimientos que Apollinaire encontrar
a lo largo de su vida, la realidad que le rodea, representarn un papel muy importante: darn a su
imaginacin, como tambin he dicho respecto a la guerra, la ocasin de exaltarse y de
angustiarse an ms, hasta que llegue un momento en el que l mismo se conducir, a fuerza de
recrearse en su angustia, a la destnuccion.
a la desaparicin de las
A esta representacin corresponden tantos relatos de sadismo y de terror, erticos o no, que
salen de la pluma del poeta. Se complace en las situaciones de angustia y de dolor que crea,
transforma y aumenta sin cesar. Las experiencias de encierro, de descenso a un lugar obscuro,
como las del Enchanteur pournissan, estn entre sus favoritas. Para darse miedo desciende a
los siniestros lugares imaginarios que llenan su inconsciente. As, por poner algn ejemplo,
entre tantos como podramos citar, est la historia de Pedro Luis de Glvez en La Vie
anecdotique, escrita en 1913, en la que Apollinaire nos cuenta la vida de este gaditano
condenado a catorce aos de trabajos forzados en el penal de Ocaa. Sobre una historia real,
Apollinaire, como hace con frecuencia, organiza otra an ms trgica en la que inflige al
condenado sufrimientos mucho ms penosos de los que sin duda sufri y le hace encontrar
soluciones extraas a sus penas. Pero veamos cmo nos cuenta la situacin en que su
imaginacin ha puesto a Pedro Luis de Glvez:
SI
On lenchaina par la jambe gauche dans un cachot. La chame scelle au mur navait
pas cinquante centimtres de long. Jai vu les jambes de Pedro Luis de Galvez. La
gaxiche, qui porta la chame, est trois fois plus grosse que la droite.
II resta dans le cachot deux noxivelles annes couch sur le sol humide et passant le
temps apprivoiser les rats....
Parmi les rats quavait dresss Pedro Luis de Glvez II sen trouvait un auquel il avait
crev les yeux (Pg. 132)
Detalles precisos, asombrosos, que llenan sus historias de horror. Como la que veremos tambin
en La Vie anecdotique, la de un irlands que coma pblicamente, como un espectculo, perros
y gatos vivos empezando por la cabeza.. .o la de Que VIo-ve?, en LHrsianq e el Ce, en la que
dos hombres luchan entre si hasta que uno de ellos perfora al otro con un cuchillo la raie
culaire. O la del Lord ingls que vive solo con un loro que repite interminablemente las ltimas
palabras que dijo su mujer antes de que la matase... Una de las historias de terror ms
representativas de este juego de Apollinaire con el miedo y la angustia es el relato La Lpre, de
LHrsiarque, comentado de manera muy acertada por Daniel Delbreil, que dice:
Ormesan se retrouve prisonnier de sa chambre, mais surtout dun espace et dun temps
ns de sa peur.. .lunivers dpouvante de La Lpre est une cration du hros lui-mme,
le fruit de sa conscience. DOrmesan est prisonnier dune peur quil a lui-m6me
forg.(Regards surApollinaire conleun. Actes de Stavelot, 1973. Pg 51).
Exactamente lo mismo que su autor, que alimenta sus propios terrores y lleva su angustia hasta
el paroxismo.
A partir de ah no pueden sorprendemos algunas de las historias que ya hemos visto, que nos
llenan de espanto por el realismo que el poeta les da y por los sufrimientos y torturas que hace
padecer a los personajes. Un mundo de violencia sin el que Apollinaire no parece sentirse vivo.
Esta es una de las caractersticas esenciales de Apollinaire, como l describe tan bien a
propsito de la enfermera polaca, la contradiccin: bestia y ngel. Y se deja ir en los dos
sentidos hasta perder la conciencia de la realidad.
En la contradiccin encuentra la
Rien de morbide dans son rotisme, simplement le got dxi plaisir, laccomplissement
sans hypocrisie dun acte minemment utile lquilibre humain en gnral et au sien
en particulier (Oc. Pg. 125)
O Raymond Jean:
ce qui frappe dans le libertinage tel que le con9oit Apollinaire, cest son aspect
farceur.,.le pote dAlcools...semble chercher avant toute autre chose une occasion
dnorme et naf amusement dans lrotisme le plus dlibr.(O. cit.pg. 116)
Y tambin eso es verdad; el poeta tiene un aspecto muy burln, y muchas regresiones infantiles;
pero no es slo eso, sino que lo une todo, lo superpone, lo vive a la vez: el honor y la
espiritualidad, el mal, la perversin, la risa, la burla, el miedo y la angustia; todo junto al
supremo bien: la poesa, que librar incluso de su prisin a Pedro Luis de Glvez. Una mezcla
de deleitacin, de picarda, de malicia y de brutalidad que le es tpica y que le hace pervertir lo
que es sublime, como intenta pervertir a la inocente Madeleine:
Je tai parl de devoir il y a quelques jours et songe bien quel point il peut changer le
vice en vertu, le mal en bien puisque grce au devoir lhomicide qui est le plus grand
crime pexit devenir la prouesse! Songe donc quel point il peut changer en qualits, en
actes dlicieux les vices quand il ennoblit, ce devoir, ces rites charmants et pacifiques
de lamour... (Carta a Madeleine de 8 de septiembre de 1915)
y sublimar lo que es perverso, como hace con Lou, la casquivana y aventurera Lou, a la que en
ocasiones canta poemas de gran elevacin espiritual, como el que le escribe el 15 de mayo de
1915, cuando ella ya le ha dejado por su amante Toutou:
Et cleste...
Escenas como stas han llevado a R. Jean a reconocer, aunque antes hubiera dicho que
Apollinaire semble chercher avant toute autre chose une occasion dnorme et naYf
amusement, que:
84
Quelque chose de diffrent pourtant apparait avec des personnages malfrats sortis tout
droit des Mystres de Paris. ..qui au moins dans un des pisodes particulirement
orgiaques du livre (Les Once Mille Verges) introduisent une note de violence
sanglante (Oc. Pg. 140)
Pero observemos la curiosa similitud del final de esta escena con uno de los poemas ms
romnticos del poeta, Mal de Alcools:
E incluso con Le
Vm
mujer exclama:
En realidad, tanto Baudelaire como Apollinaire son dos personas llenas de miedo y de dolor
que, porque creen que lo merecen, se hacen sufrir a s mismos o hacen sufrir a sus personajes,
principalmente a las mujeres, para transferirles y liberarse de su propio miedo y de su propio
dolor.
Tambin cuando Egon, uno de los personajes de Les Once Mille Verges, es perforado por el ano
hasta la muerte en medio de los peores suplicios, Mony se dirige a la amante del condenado
dicindole: en ce moment les cerisiers sont en fleur au Japon, des amants sgarent dans la
neige rose des ptales qui feuillotent, para inmediatamente despus reventarle la cabeza con su
revolver, de tal manera que la cervelle de la petite courtisane jaillit au visage de lofficier. (Les
Once mille Verges, P. 930)
Las mismas palabras, las mismas ideas, en contextos absolutamente diferentes; igual que ocurre
con poemas dedicados con el mismo ttulo y semejante contenido a Lou y a Madeleine, que
comparar ms adelante.
Incluso en sus relaciones con la Religin, como ya he dicho al hablar de la oposicin entre las
imgenes de mujeres perversas y la imagen pura de la Virgen Maria, Apollinaire es
contradictorio: unas veces blasfema y degrada con obscenidad todo lo sagrado y lo divino, como
ocurre durante la violacin de Egon en Les Onze Mille Verges, donde los soldados que lo
sodomizaban cantaban mientras tanto himnos religiosos, o tantas otras blasfemias y locuras que
se le ocurren a lo largo de sus relatos. Pero otras veces pone en boca de un Abad una plegaria
(LEnchanteun pourrissant), o se encomienda a Dios o a la Virgen en los momentos de
Sin embargo, no se atreve a recoger en Alcools algunos de los versos religiosos que escribe en
La Sant, y que ya he comentado anteriormente:
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Joubliais dajoxiter que jai les mmes sentiments religieux que tu as et jai sur moi les
mdailles que maman ma attaches au cou tant enfant (Carta de 3 de septiembre de
1915)
y le dice: Je naime pas le malsain (20.10.15)
y despus de escribir cartas obscenas a Lou le pide constantemente que rece por l:
Pile poxir moi ma gosse adore afin queje supporte tout (Carta de 7.1.15)
Pero Apollinaire es consciente de este problema. Y l mismo no sabe muy bien quien es. Todas
sus creencias espirituales y sus rabias y violencias se enfrentan dentro de l hasta el punto de
que esta contradiccin interior ser tambin la causa ms profunda de su angustia y de su
desconcierto. Intenta recomponer todos los rasgos de su imagen y se siente perdido en lo que
cree que es su perversidad sin limites o su alma siniestra. Quiz esa es la razn por la que firma
sus primeros escritos con el seudnimo de Guillaume Macabre, se llama a s mismo
monstre en Le Poulpe de Le Bestaire, como hemos visto, o se ve en la imagen de un loco en
Lepassant de Prague (LHrsiarque etC/e P. 89):
Dans la chapelle o Pon couronnait les rois de Bohme, o le saint roi Wenceslas subit
le martyre, Laquedein me fit remarquer que les murailles taient de gemines, agates et
amthystes. II mindiqua une amthyste voyez, au centre, les veinures dessinent une
face aux yeux flamboyants et fous. On prtend que cest le masque de Napolon.
Cest mon visage, mcriai-je, avec mes yeux sombres etjaloux. Et cest vrai. II est l,
mon portrait douloureux prs de la porte de bronze o pend lanneau que tenait saint
Wenceslas quand u fut massacr. Nous dmes sortir. Jtais ple et malheureux de
mtre vu fou, moi qui crains tant de le devenir
87
Imagen que volver en Zone: Epouvant tu te vois dessin dans les agates de Saint-Vit. Tu
tais triste mourir le jour o tu te vis. Desgraciado, delirante y devorado por la angustia. As
se ve y esa que hace de si mismo es, probablemente, junto a su genialidad, la mejor descripcin
que nunca se ha hecho del poeta.
Apollinaire nos desconcierta con ese verso en el que dice que les colchiques sont comme des
mres...por qu Guillaume vuelve a la palabra mre en este poema? acaso porque las flores
son venenosas?. De todas formas, ya habamos visto antes el veneno en una mujer a la que
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Todas las vivencias de su infancia y la relacin con su madre hacen de Apollinaire una
persona muy compleja llena de atraccin y pnico hacia las mujeres; ya lo hemos visto
anteriormente y lo veremos en muchas ms ocasiones.
Y de la misma manera que Zola (con quien tambin tiene numerosas similitudes, aunque slo
sea el miedo a tas mujeres) comparaba a Nana con una mosca que produca la podredumbre y la
muerte, Apollinaire compara el lunar en el pecho de Ton, la jolie brune que aparece al
principio de Les Onze Mille Verges, con una mosca asesina. No parece evidente que un lunar,
un simple lunar, evoque el miedo a la muerte, hasta que nos damos cuenta de la confusin entre
la excitacin, el deseo y el miedo que se produjo en la infancia de Apollinaire, en el momento
en que aparece la conciencia de s mismo vinculada a su deseada y temida madre. La polaca de
sonrisa anglique, la jolie file de la noblesse polonaise tambin tena un lunar en un lugar
muy ertico y preciso:
Elle tomba sur le sol remuant sa croupe de salaude quun grain de beaut relevait (Les
Onze Mille Verges, p. 940).
89
Excitacin, deseo, miedo...e incluso amenaza de muerte. Apollinaire no elige por casualidad,
aunque no fuera consciente de ello, las zonas ergenas de Ton y de la enfermera polaca para
situar los lunares, las moscas asesinas.
Una sangre y una herida csmica y sangrante que tambin vemos en el poemaA Madeleine
Quil seraittemps que slevt celle harmonie
sur lOcan sanglant de ces pauvres annes
o le jour est atroce o le soleil est la blessure
pour o scoule en vain la vie de lUnivers (Enviado a Madeleine el 30 de agosto de
1915):
Imgenes obsesivas que volvern una y otra vez a lo largo de su obra; en este ltimo poema
encontramos una metfora, el ocano sangrante, que ya habamos visto en LEnchanteur
Pourrissant con referencia a la mujer, a la dame du lac: Elle cest...locan jamais calme, le
Freud en La vie sexuelle, (Pg. 79), dice: Nous savons bien que la dcapitation est le substitut de la
castration.
90
sang rpandu La mujer, el ocano y la sangre aparecen juntos en las fantasas de Apollinaire
.
como expresin de la mxima violencia. Bachelard en L eau et les rves dice a propsito del
ocano desencadenado: 11 re9oit toutes les mtaphores de la furie, tous les symboles danimaux
de la fureur et de la rage y cita a Michelet que en La Mer dice:
Toute jeune imagination voit dans la violence des vagues une image de guare, un
combat, et dabord seffraye. Puis observant que cefle fureur a des bornes o elle
s arrte, tenfant rassur hait plutt quil nc craint la chose sauvage qul semble lui en
vouloir. II lance son tour des cailloux la grande ennemie rugissante.
Tambin Apollinaire ve en el ocano una imagen de guerra, una violencia que le asusta, por eso
no duda en utilizar esta metfora en el poema a Madeleine para expresar la violencia de la
guerra, y tambin en La petite auto, escrito en el momento de la declaracin de sta: Ocans
profonds o remuaient les monstres.
Pero ahora lo ms interesante es la conexin que existe entre el ocano, la mujer y la sangre en
la imaginacin del poeta, una conexin que aparece ya en L Enchanteur pournssanl, como
hemos visto ms arriba. Cuanta agitacin, cuanta furia en ese ocano y en la sangre derramada
que Apollinaire ve en la mujer! y sin embargo, cuando escribe LEnchanteur no haba tenido
an ninguna amante. ..EI ocano, imagen de furia, y de violencia se tie de sangre cuando
Apollinaire habla de la dame du lac, cuando Apollinaire habla de la mujer. Marie Bonaparte
en su obra Edgar Poe ve a la madre en la sangre: le sang avant mme le lait, en son temps nous
nourrit, celui de notre mre, laquelle neuf mois nous hberge. Tambin el ocano y la sangre
estn unidos emocionalmente en la imaginacin del poeta a su violenta madre.
Ocanos tumultuosos y sangre en toda su obra, demasiada sangre para que no denote la
violencia que rode su existencia, para que no denote tambin su sufrimiento por la prdida
lenta de la vida y su sensacin de sacrificio, y que est presente desde los primeros escritos, en
el Merlin de LEnchanteur pounrissant, que suda sangre, hasta en el resto de sus relatos y
poemas. Pero esencialmente la violencia y la sangre estn vinculadas en su obra a la mujer. De
la mujer procede la violencia y la sangre; ella est llena de sangre. Y con ese mensaje termina
LEnchanteur, con la imagen de una mujer que sangra:
Pg. 71.
91
La dame, quelques pas du tombeau hsita tandis que coulaient le long de ses jambes
les [armesroxiges de la perdition.
IVlais, soxidain, la dame du lac slan9a, et, laissant derrire elle une traine de sang
courut longtemps sans se dtoxirner
La dame du Iac plit, se dressa et soxileva en hte impudique sa tunique blanche, car
entre ses cuisses coulait en effet le sang menstruel qui aurait tach le lin immacul...
Au fond du tombeau, la voix de lenchanteur gmissait des sons inarticuls. la dame du
lac attriste et sanguilonente, connaissant la mauvaiset des femines, cause de
menstrues, sloignait de la tombe...
La dame, quelques pas du tombeau, sarrta tandis que coulaient sur ses cuisses avant
de staler sur le sol, les gouttes roxiges de sang pais
En este primer texto la sangre toma la consistencia que tuvo originariamente en la imaginacin
de Apollinaire, es espesa, es una sangre menstrual cargada de contenido violento, de
podredumbre y de muerte, como podrido est el encantador y amenazado de muerte. Es una
sangre concentrada que sale de las entraas violentas de la mujer y baja por sus piernas
ofrecindonos una imagen que debi ser fascinante y repulsiva al mismo tiempo para
Apollinaire. Qu imaginara el poeta dentro de aquella mujer para hacer salir de ella la sangre
espesa?.
substancia normalmente lquida en materia espesa, porque la ve cargada de tal masa violenta
que la hace pesada, como si estuviera muerta, como si se hubiera coagulado al derramarse. La
sangre menstrual espesa sale de la mujer lenta y misteriosamente, como una sangre maldita,
como una sangre concentrada, podrida y portadora de muerte. Es la misma sangre a la que un
druide, le premier druide, haba hecho ya alusin en el segundo captulo:
Es, adems, una sangre que mancha (le sang menstruel qui aurait tach le lin inmacul),
porque la mancha, la contaminacin, es uno de los efectos esenciales de la violencia.
92
Y a partir de esta imagen de sangre maternal y menstrual, ve a todas las mujeres ensangrentadas,
como dice en Zone:
Enchanteur, en que nos habla de la mujer como el ocano jams tranquilo, como la imagen de
la sangre derramada, la venganza ya est en la imaginacin del poeta, una venganza que tomar
forma a lo largo de su vida y de su obra. Como deca Michelet respecto al mar embravecido
lenfant hait la chose sauvage qui semble lui en vouloir et lance des cailloux [ennemie
rugissante. Tambin Apollinaire odiar a su madre, aunque diga que la adora, odiar a la
enemiga rugissante, a la mujer que ululaba y que gritaba. Por eso se vengar, aunque no en
ella, porque la tiene miedo, porque no se atreve, pero se vengar desesperadamente, o intentar
vengarse, con sus personajes, con sus amantes e incluso y tambin cruelmente consigo mismo.
La sangre est presente en toda la obra del poeta, sangre derramada por todas partes.. .y no puede
alejar esa imagen de su cabeza, porque como la violencia le fascina, aunque le produzca al
mismo tiempo, igual que la guerra, un miedo profundo. Es una sangre con la que quiere
expresar la violencia que desde nio amenaza su integridad y su vida, una sangre que contamina
su existencia, el cosmos e incluso sus sueos:
Le stigmate sanglant des mains contre les vitres
Quel archer mal bless du couchant le troua... (Alcools, Palais)
Mes beaux rves mort-ns en tranches bien saignantes (Alcools Palais)
Le paysage est fait de toiles
II coule un faux fleuve de sang ( Vitam impendene amor)
Les ttes coupes qui macclament
Et les astres qui ont saign
Nc sont que de ttes de femmes(Le Brasien)
Una sangre, un sacrificio, en el que tambin est implcita la castracin, que angustia a
Guillaume desde la infancia:
Enfant aux mains coupes parmi les roses oriflammes ( Vises, Enviado a Madeleine
el 30 de junio de 1915)
En Les Onze Mille Verges la sangre sale a borbotones, de una manera primitiva, terrible, sin
inhibiciones, donde quiera que se mire: de las nalgas mordidas (la rage voluptueuse aidant, il
se mit mordre la fesse droite. La jeune femme poussa un cri de douleur. Les dents avaient
pntr et un sang frais el vermeil vint dsaltrer le gosier oppress de Mony. 11 le lapa, gotant
94
son gofa de fer lgrement sal), de las panes mutiladas (elle mordit Mony loreille si fon
que le morceau lui resta dans la bouche...cette blessure dont le sang coulait flots, semblait
exciter
poussa un cri de douleur terrible, mais le gland tait dtach...La Chaloxipe perdait tout son
sang), de la cabeza de un nio decapitado (Le gnral trancha la tte du petit Chinois dont les
derniers spasmes lui procurrent une grande jouissance tandis que le sang jaillissait de son cou
comme leau dune fontaine), de las carnes flageladas, (le sang coulait non seulement de
loreille, mais aussi de chaque marque laisse par le fouet cruel), del cuerpo de Egon empalado
en una estaca de hierro (un sang sombre formait une mare au pied du pal), de los soldados
heridos (On apporta un bless horrible voir.
ouverte. . .Lhomme-tronc ntait pas mort;
membres) o de una nia a la que Mony viola (II entra en fureur rotique et son vit pntra
enfin dans la petite file, ravageant enfin ce pucelage, faisant coxiler le sang innocent).
Pero no slo en Les Onze Mille Venges hay sangre derramada, sino en la mayora de los relatos,
en
los que aparece siempre como smbolo de violencia y con frecuencia tambin de erotismo.
La sangre aparece por todas partes, en los lugares ms inslitos; en Le Roi-Lune, uno de las
historias de Le Pote assassin, en la sala subterrnea en la que se encontraba el rey, Guillaume
ve certaines places du dallage, des flaques de sang... y en La Fin de Babylone nos da una
imagen decadente y repugnante de los jvenes ricos de Babilonia qui se grisaient de sang:
Les jeunes riches de Babylone devisaient lintrieur des boutiques. Avec leursjoues
fardes, leurs yeux noircis, leurs lvres peintes, leurs barbes dgotantes de nard, ils
paraissaient mieux leur place ici que sur ces champs de bataille o leur race stait
llustre. Ces homrnes-l taient cependant les mmes qui se grisaient de meurtres, de
crimes et de tortures; ces buveurs de liqueur la rose taient cependant les mmes qui
se grisaient de sang (Pg. 622)
Por todas partes imgenes siniestras y llenas de sangre. Son tantos los pasajes en los que
aparece la sangre que sera imposible exponerlos todos en este estudio.1
Tambin Sacher-Masoch expresa una tensin angustiosa con una imagen de sangre. As lo vemos al fmal de La
Vnus lafoarrure, en donde la sangre parece estar presente en una escena de violencia en la que elprotagonista va
a ser azotado salvajemente por su rival:
Un grand feu crpite dans la cbemine, une lampe jette sa lumire rouge, la pice semble
baigne de sang... (Oc. Pg. 240)
95
Si la colombe poignarde
Saigne encore de ses refus
Yen plume les ailes: lide
Et le pome que tu fus (Enviado a Madeleine el 3 de septiembre de 1915)
Ms que lo que M. Davies ve en este poema, lo que me parece interesante en este contexto es
que dice: Le sang s associe to4ours e/tez Apollinaire 1 amoun devenu mauvais. Mais surtout
ce sang qui coule indique ene mort trs proc/te (Revue des lettres modemes. Nos. 450-445.
1976. Pg. 87).
Aparte de la cuestin de la muerte, que es evidente, y que sin duda para el poeta se refiere sobre
todo a su propia muerte, a su propio sacrificio, me parece ms oportuna la opinin de Ren
Girard que ve en la sangre una violencia que dama venganza. Pero esta idea de M. Davies no
deja de ser acertada, ya que en el origen de la violencia de Apollinaire hay sin duda un mal
amor, el mal amor de su madre, que contamin con imgenes de violencia y de erotismo las
relaciones entre ellos, todos los amores sucesivos del poeta, sus fantasas y sus metforas
poticas. Por eso pienso que ms que en lamour devenu mauvais, que es el caso de su amor
con Marie Laurencin, al que se refiere este poema, la sangre se asocia en Guillaume a lo que fue
desde el principio el mal amor, desde su nacimiento, e incluso desde antes de su nacimiento.
Pero, no podr Apollinaire escapar a esa sangre que le persigue en todos sus escritos?
Aparentemente no, porque la sangre aparece por todas partes y sin retenciones, como hemos
visto en Les Onze Mille Verges; se le escapa de todas las fantasas y perversiones que en otros
relatos no se atreve a exponer. Tambin en la Onnocritique, que escribe a la manera surrealista,
como un conjunto de imgenes inconexas que parecen salir directamente del inconsciente, la
96
sangre tena que estar, naturalmente, presente. Ya en la primera pgina, en la tercera lnea,
encontramos una confesin dolorosa teida de rojo:
como si su mano estuviera ya contaminada de violencia, puesto que la sangre, como dice Ren
Girard, barbouille tout ce quil touche des couleurs de la violence. Tambin de sus manos
surge en Zone otra confesin dolorosa, profunda y desgarrada:
Pero qu tienen sus manos para que no se atreva a mirarlas?... que estn cortadas, sangrando,
enfant aux mains coupes... Son sus manos cortadas, sacrificadas, durante la infancia. En el
borrador de este poema, segn dice Robert Couffignal, haba escrito primero:
para pasar despus de las manos estigmatizadas de Cristo en la cruz, a las suyas, a su propio
sacrificio.
Son confesiones sinceras y coherentes, como sincero es el dolor que realmente sufri durante
toda su vida y que en Zone le hace llorar. No se atreve a mirar ni sus manos manchadas de
sangre, cortadas cuando era un nio, ni la imagen que ve de s mismo en las gatas de la catedral
de Praga, por eso llora, porque se considera incompleto, indigno y violento y porque cree que
est loco.
Y para calmar tanta violencia, para su purificacin, imagina con frecuencia el derramamiento de
sangre como inmolacin, como sacrificio, una fantasa que volver en sus obras en numerosas
ocasiones: su sacrificio o el de Cristo:
97
El mismo se compara en cierto sentido con Cristo y se considera una vctima inocente que tiene
que sufrir por el bien del mundo, por el bien de los dems. Pero ya lo veremos con detalle en el
siguiente captulo.
El sacrificio le es familiar; desde nio se ha encontrado a s mismo en el dolor, en el sacrificio y
en la falta de amor, lo que le ha producido un fro profundo en el corazn, como dice en La
Chanson da Mal-aim, en donde compara sus sufrimientos con el de los mrtires que fueron
condenados a morir de fro en un estanque helado:
Es un fro y un martirio que comenz en la infancia del poeta y que vuelve a encoger su corazn
cada vez que sufre de desamor a causa de una mujer o cada vez que siente angustia y miedo,
como en la guerra. Muchos aos despus de haber escrito este poema, confiesa a la prima de
Lou, Edme de Marotte de Montigny, la Mme a la que hace alusin con frecuencia en la
correspondencia, algunos de los acontecimientos dolorosos que condicionaron su infancia. No
se atreve a hablar mal de su madre, pero le cuenta, segn el testimonio de Madeleine Boisson
que:
il tait enfant illgitime et savait que son pre tait italien; il avait un frre. il avait
souffert dtre coll en pension, une pension mdiocre, et navait pas gard un bon
souvenir de son collge; il semblait avoir t frustr. II avait ensuite habit avec sa
mre, puis avait vcu seul. Sans apporter de rvlation, ces confidences confirment ce
que nous savons: quApollinaire a t douloureusement marqu par sa situation
familiale et par son enfance (En marge des leltres & Loa, La Reme des Lettres
Modernes, nums. 380-384, 1973, pg. 59)
Dolor infantil y, sobre todo, fro en el corazn a causa del desamor, un fro que vemos tambin
en Merlin et la vielilefeinme
Mrtir y sin amor. Sentimientos que determinaron para toda la vida su singularidad. Ha tomado
conciencia de si mismo en la violencia y en el dolor, y desde esta perspectiva se produce el
encuentro con los dems. Es una vctima, pero una vctima peligrosa, porque contamina
violencia. Vctima de la violencia desde el principio, desde su nacimiento, hijo ilegtimo de una
pareja que vive en el desorden, en la tensin y en el caos, algo que nos describe tan bien con la
mirada de un nio que observa a sus padres en Giovann Moron de Le Pote assasstne:
Souvent nous rentrions en retard, et ctaient alors des disputes qui parfois devenaient
terribles. Ma mre tait jete sur le plancher, traine par les cheveux. Je revois
nettement mon pre pitiner la poitrine dnude de ma mre, car pendant la lutte le
corsage craquait ou souvrait et les seins se dressaient, stigmatiss par le talon clous.
(Oc. Pg. 322).
Nacido en Roma, de madre polaca y padre italiano, mso de nacionalidad, pero en realidad
aptrida, con un nombre extranjero, Wilhem,
ridiculizan porque pronuncian vilain
-;
de lugar de residencia y est fuera de la realidad. Su nico punto de referencia es una madre
manipuladora y cruel que le inspira adoracin y pasin junto a imgenes de odio, de violencia y
de sangre, como color de sangre es el edredn rojo que ella le ha regalado, el edredn que
Guillaume conservar toda su vida y que incluso inmortalizar en uno de sus ms emocionantes
poemas, Zone, en el que asocia la imagen de ese edredn con las mujeres emigrantes, como
99
extendidas en el suelo de las estaciones de ferrocarril, que suean con hacer fortuna, igual que
su madre, y que allaitent des enfants, con lo que llena el verso e incluso el edredn, su
edredn rojo, de maternidad sangrienta, pero tambin triste y pobre:
La sangre se derrama tambin en Zone, que el poeta no ha elegido por casualidad para encabezar
la serie de poemas que reunir en Alcools. Tanta sangre en Zone ha llevado a M. Jeanne Durry
a decir muy acertadamente:
Ldredon rouge fait partie de toute une atmosphre, les femmes qui allaitent leurs
enfants, lodeur dune masse humaine presse, tasse, dans le hall de la gare,
appellent cette touffeur douate. fl sinsre dans les rapports o tout le pome est
impliqu. La rue clairon du soleil, la verrire flamboyante, le Christ torche aux
cheveux roux que nteint pas le vent, et mme la blancheur du Chist brille comine
celle du lys, mme sa pleur de crucifi est vermeille par les plaies et par laurole les
tincelles du rire, les femmes ensanglantes, les femmes ferventes qui entourent NotreDame de Chartres, le sang du Sacr Cceur Montmartre, tout le rougeoiement de
Zone amne au rouge de ldredon, avant que la rougeur disparaisse des femmes
exsangues et que tout coup, la fin du pome, le rouge du sang soit nouveau
voqu par soleil cou coup.
-
La violencia de la sangre est presente en Zone, pero tambin la piedad por los emigrantes, la
piedad por s mismo, permanente emigrante. Desde su nacimiento, y siguiendo una cadena
generacional de emigracin que haba comenzado con sus abuelos polacos, su vida fue un
xodo que empez en Roma, sigui en Montecarlo y termin en Pars, donde su madre
cambiaba con frecuencia de nombre, de casa, e incluso de identidad. Son muchos los pasajes de
sus obras en los que vuelve a aquellos viajes que condicionaron su infancia. Incluso muchos
aos ms tarde, en abril de 1915, como ya he dicho, durante el viaje que le llevaba desde Nimes
hasta el campo de batalla en Champagne, escribe en su carnet de notas:
Comme la ye est profonde. Refais le voyage que j ai fait tant de fois tant enfant
100
Sin verdaderas races, ni siquiera afectivas, vive en la desorientacin, y adems conoce una
sucesin de lugares, porque la familia Kostrowitzky nunca se asienta, lo que slo puede darle
inseguridad. Inseguridad y sensacin de aislamiento, de soledad, como observa tambin .1.
Burgos en la obra citada:
La solitude quil prouve est aggrave par sa condition familiale et sa conscence
dtre partout un tranger(Pg. LXXXVI)
Ce chant de solitude qui se fait entendre tout au long de Wruvre est celui dun homme
qui ne se sent pas tout fait de la mme race que les autres et qui cherche se faire
adopter ( Pg. CX)
y hasta tal punto no se siente de la misma raza que las personas que lo rodean, sino muy inferior,
que hace decir a las serpientes a propsito del Enchanteur, con el que se identifica: celui qui
est de notre race.
Y como dice tambin J. Burgos le satanisme que rfltent (certaines pages de lEnchanteur)
semble traduire la rvolte dun adolescent dconcert par un monde dont il ne trouve le sens et
o il ne trouve pas sa place. (O.c. pg. 85)
Imgenes confusas de viajes dolorosos, de escenas pobres y tristes que se agolpan en los
recuerdos de Guillaume y que vuelven de nuevo entre imaginarias y reales en Arbre de
Calligrammes:
Un enfant
Un veau dpouill pendu ltal
Un enfant
Et cette banlieue de sable autour dune pauvre ville
au fond de lest
Un douanier se tenait l comme un ange
A la porte dun misrable paradis
Et ce voyageur pileptique cumait dans la salle dattente
des premires
Nous avions lou deux coups dans le transsibrien
Tour tour nous dormions le voyageur en bijouterie
et moi
Mais celui qui veillait ne cachait point un revolver
arm (O. potiques. La Pliade. Pg. 178)
medio jocos. que viajan constantemente de un lado a otro y que ya, desde Merlin, eran
inmortales o soaban con serlo...
Apollinaire da a todas sus vivencias, a sus sentimientos profundos, un carcter obsesivo, por eso
vuelve constantemente a ellos, para repetirlos, para revivirlos hasta la saciedad, hasta que los
distorsiona a base de imaginar sobre ellos las situaciones ms extravagantes, hasta que los
convierte en metforas truculentas o geniales. Y vuelve siempre a los mismos recuerdos, a los
mismos dolores, haciendo representar interminablemente a sus personajes las imgenes en las
que se ha detenido en su pasado.
Sus
personajes viajarn, muchas veces sin retomo, sern emigrantes, desgraciados aptridas
errantes.
investigaciones de Gaston Paris, fue un judo condenado a andar hasta el fin del mundo por
haber negado a Cristo cargado con la cruz un momento de reposo contra el muro de su tienda.
Ms tarde Apollinaire vuelve al mismo personaje, al Jufferrant en Le Passant de Prague:
Se suis le Juif Errant. Vous laviez sans doute dj dvin. Se suis lternel Juif
cest ainsi que mappellent les Allemands. Je suis Isaac Laquedem(Pg. 86)
J. Burgos dice a propsito de Isaac Laquedem, tal y como Apollinaire nos lo presenta:
Cet inmortel, voyageur temel et ternel dracin, nc pouvait pas dplaire au pote qui
sy retrouvait de quelque fa9on (obra y pgina citadas)
Es evidente que a partir de sus experiencias de infancia y de juventud Apollinaire se vea en
0. C. Pg. 147.
103
muchos sentidos como un eterno viajero, por eso ya hace alusin a Isaac Laquedem en
L Enchanteun, su primera obra. Pero mucho ms interesante es otro viajero, Travaillin, el
personaje que encontramos en el manuscrito del Pote assassin, que, al menos en lo que se
refiere al captulo doce, parece que fue escrito primitivamente para LEnchanteur Pourrissant.
M. Dcaudin, que descubri esta fuente, dice a propsito de esta versin primitiva del
Enchanteur:
A cette premire partie mythique et lgendaire devait alors faire suite deux autres
parties dun symbolisme plus marqu, lune avec Travaillin. le misrable errant qui
dsire en vain la paix, lamour et la dignit, lautre avec Raoul, dont il nous est plus
difficile de prciser les traits, mais qui semble tre la fois lartiste et, par son oisivet
et son lgance, lincarnation de tout ce qui manque Travaillin.
En el Apndice II de su obra citada, 5. Burgos, recoge lo que llama Chapitres non utiliss de
LEnchanteurpournissant. En la segunda parte, folio 91, el Enchanteur dice:
este viajero, al que algunas veces Apollinaire llama simplemente le voyageur, es Travaillin, al
que su autor atribuye los ragos esenciales de cmo se ve a s mismo: perdedor y desgraciado.
En este manuscrito hay tambin algo muy importante: nos presenta ya a un tro de dos hombres
y una mujer, Travaillin, la file y Raoul, al que describe de la manera siguiente, como hemos
visto en las indicaciones de Dcaudin:
un jeune honxne bien fait tait entr dans la fort. 171 tait vtu dhabits magnifiques
qui dclaient son oisivit.
Es el tro que reproducir ms tarde en Le Pote assassin con Croniamental, Tristouse y
Paponat, que representan los mismos papeles que los personajes del manuscrito, y es el tro que
llevar incluso a la vida real con la relacin confusa y alambicada que estableci entre l mismo,
Lou y el amante de sta, Toutou. Pero reflexionemos un momento: mientras se csccribe, no
vuelve desde su inconsciente el tro cerrado e intenssimo que formaban durante su infancia l
104
mismo, su hermano y su madre? En todo caso, estaban tan identificados y tan imbricados en
cuestiones de amor, de valor y de preferencia que aquellas relaciones permanecieron en
Apollinaire como modelo de comportamiento amoroso en varias de sus obras y, como ocurre
con Lou, tambin en la vida real. En el tro familiar le toc, por supuesto, representar el peor
papel: l era el desgraciado, el mentiroso (Ai-je tant menti?) y el que tena que trabajar, el
Travaillin:
el que a causa de su condicin perversa no poda ser amado (Moi aussi je nai pas t aim),
el loco, como se ve reflejado en las gatas de la catedral de Praga, el ladrn de frutas de Le
Larron... l era culpable y por eso no mereci el amor de su adorada madre. Por eso ms tarde
uno de los personajes de los tros ficticios o reales que reproduce ser como l, desafortunado en
el amor. Desgraciado y vctima de todas las violencias, como l mismo, que en la vida real tuvo
que asumir como un chivo expiatorio la violencia sobre la que se asentaba la familia. Su
hermano, sin embargo, era el prudente, el carioso, el bueno, por eso a nadie le extraaba que
fuera el preferido de la madre, como ms tarde Raoul ser el preferido de la file y Paponat el
de Tristouse. Y ya veremos ms adelante en la correspondencia con Lou cmo habla de Toutou
de una manera muy similar a la que se refiere a su hermano, transfiriendo sus ambiguos
sentimientos de admiracin y de cario respecto a l a Toutou.
Dieu! Se suis las, jai soif, jai faim. Je nc suis pas las de marcher, je suis las dtre
seul (Folio 91)
El eterno viajero que no puede conseguir el amor. Por eso tras ser rechazado por la file
exclama:
Incluso con Madeleine estableci un trio muy curioso con ella, con Lou y con l mismo, en el que reserv para
Madeleine elpapel de desgraciada e inferior, con lo que al desvalorizarla se senta superior.
105
1-Llas! FUlas! Encore partir. aller par monts et par vaux, jusqu larrt ocanique
travers les bruyres, les sapinires. dans les tourbes, les boues...
Dpart encore Lamour et le repos Ai-je tant menti? Dague nai lgar! Si javais
une cogne, je pourrais tre bcheron et la cogne serait une arme dans mes mains. Je
suis un voyageur sans bton, un plerin sans bourdon. Pourtantje suis Travaillin aussi,
en sarreau jaune et flottant, sans ceinture et sans bourse, encapuchonn. Je suis celui
qui est dur la fatigue; celui qui est condamn voyager ou travailler; celui qui alme
travailler et qul na pas de travail, celui qui est moins puissant que tout autre homme,
celui qui na rien, celui qui ne sail ni lire ni crire...(Folio 100)
-
Todo lo que le falta, como dice tambin Dcaudin, es lo que tiene Raoul, su rival, por eso, igual
que Croniamental respecto a Paponat, siempre ser el perdedor, uno con la file, el otro con
Tristouse. .e incluso en la vida real con Lou, como ya veremos ms adelante, Apollinaire
.
organizar todo de tal manera que ser necesariamente el perdedor respecto a Toutou.
5. Burgos dice a propsito de este Travaillin que aparece en el manuscrito del Enchanteur:
Mais lexamen du dbut de cette suite abandonne nous montre surtout des
El, Apollinaire, es el extranjero sin valor, desarmado, ni siquiera tiene un hacha, avergonzado y
miserable, mal vestido, lleno de polvo. Como deca en La Porte, je ne suis rien qui vaille, por
eso se retrata en todos estos personajes que viven errantes, y que o poseen nada, ni siquiera el
amor.
diferentes connotaciones, comienza insultndose a s mismo a travs del coro, que le llama por
dos veces maraudeur tranger malheureux maihabile, y despus se condena a lo que le parece
uno de los peores castigos que puede imaginar: a errar para siempre, el mismo castigo al que
Dios conden a Cain. En el ltimo prrafo del poema, en el mensaje esencial del poema, el
coro dice:
tu es destin
lerreur et lerrance
diversit de la vie.
Avec une rapidit choquante, le prsent se mue sans transition en un pass historique: 1/
dispana dans un tounnant
Dans une sorte dapothose du thme de [errarice,le
cavalierest redevenuprofil pour sclipser comme le soleil dans ce tournant...
.
M. 5. Durry encuentra igualmente en Zone la expresin de este errar al que con frecuencia se
abandona el poeta:
Un errar que, como muy bien dice M. 5. Durry, slo puede denunciar su desconcierto, su
desorientacin en la vida, su emigracin permanente, ya que no tiene una identidad precisa, slo
el sentimiento de ser un extranjero que va y que viene desde su presente a su pasado.
La faceta de extranjero, de mtque, de aptrida, est muy presente, como ya he dicho antes,
en los personajes del Hrsiarque et Ce, especialmente en el de Le Ju~ferrant del Passant de
108
Pnague, pero tambin en LEnchanteun, en donde la file del manuscrito citado dice a
Travaillin:
Rien ne fait plus penser une boutique debrocanteur que ce recueil de vers publi par
M. Guillaume Apollinaire sous un titre la fois simple et mystrieux: Alcools. Se
dis: boutique de brocanteur, parce quil est venu chouer dans ce taudis une foule
dobjets htroclites dont certains ont la valeur mais dont aucun nest le produit de
lindustrie du marchand mme. Cest bien l une des caractristiques de la brocante: elle
revend, elle ne fabrique pas. Elle revend dailleurs parfois de curicuses choses; il se
peut quon trouve, dans ses talages crasseux, une pice de prix monte sur un clou.
Tout cela vient de bm, mais la pierre est agrable voir. Pour le reste, cest un
pero que, al menos en opinin del crtico, no es nada bueno. Raymond Jean1 considera todos
estos juicios ouvertement racistes con connotaciones dlibrment dprciantes, pero que
nos comunican un mensaje claro: que le cosmopolitisme dApollinaire ne pouvait produire
autre chose que cette confusion htroclite. Es evidente que la obra de Apollinaire es fruto de
su cosmopolitismo, pero tambin de la angustia por la falta de verdaderas races. Su obra tiene
mucho de confusion htroclite, pero sin duda es genial.
Racista o no, en el juicio de Duhamel hay una calificacin negativa que sita al poeta entre los
marginados. Pero sin duda l mismo se identifica con los marginados, como hemos visto en los
comentados de J. Burgos sobre el manuscrito abandonado de LEnc/tanteur, en que dice que
Apollinaire tena conciencia de ser un inadaptado; y en todo caso escoge a sus personajes, y a
veces a sus amigos, entre los marginados, como es el caso de Gry Pieret el ladrn de las
estatuas del Louvre. As lo observa tambin M. Adma:
.11 aime la compagnie et la recherche dautant plus que le type est curieux ou
bizarre... FiIs dun magistrat beige, Pieret a quitt de bonne heure sa famille pour vivre
selon ses gots, cest--dire en aventurier. Sa faconde, le rcit de ses multiples avatars
Ecoutez la voix de Bhmoth sans origine...Je suis sans origine, unique, immobile, et
mme, je crois, immortel (Pg. 100 en la edicin de J. Burgos)
Tambin en Alcools aparecen muchos seres desgraciados y marginados. As, por ejemplo, en
Marizibiii:
o en Zone:
Tu es debout devant le zinc dun bar crapuleux
Tu prends un caf deux sous parmi les malheureux
Tambin son marginados le mauvais gar9on de La Chanson du Mal-Aim y la mujer au
regard inhumaine que aparece en el mismo poema con una cicatrice son cou nu y saliendo
borracha de una taberna. Es la clase a la que a veces el poeta se avergUenza de pertenecer
(cuando pretende ser un noble), pero a la que al mismo tiempo se complace en pertenecer
porque es la suya de aptrida marginado, y tambin a veces para chocar, para provocar a la
sociedad convencional de la que se siente excluido.
Excluido de la sociedad convencional por sus circunstancias y por su propia voluntad, slo en el
caos, en la contradiccin, en la violencia, que tanto le atrae y tanto teme, y sobre todo fuera de la
realidad, encuentra su razn de ser, se siente vivo. Alcools o Eau-de-vie, como pens en un
primer momento titular esta obra, para evadirse, para situarse en un terreno potico sin leyes. El
xtasis, la violencia o la droga para escapar a la angustia, al miedo y a la realidad dolorosa. No
es de extraar, tampoco, que llame a LJ-Irsiarque et Ce, en su dedicatoria a Thade
Natanson, les philtres de phantasque. Tambin en el lenguaje sigue esta trayectoria. Desde las
primeras obras encontramos palabras extraas, algunas incluso sin significado conocido, que
evocan culturas extranjeras y misteriosas. Palabras que inventa o que recoge de textos antiguos,
mitolgicos o bblicos; palabras, en definitiva, que le sitan tambin fuera de la realidad, como
si quisiera chocar al lector, y al mismo tiempo como un medio para llamar su atencin. A ttulo
de ejemplo podemos citar: Les dmons incubes et succubes, les gypans, les sylvains, les
111
pyraustes, lombre cimmrienne, larlequin trismgiste, les cosaques zaporogues, les tyndarides,
le vieux coq de Tanagre, les gypates, les argyraspides, y un largo etctera.
Culturas extranjeras y misteriosas que incorpora tambin a su vida, como expresa, entre otros
muchos escritos, en Zone:
de s
mismo, pero que precisamente le sita ms que ninguna otra en el contexto dramtico de su
familia, como una maldicin, como un destino al que no puede escapar.
Ese es su mundo, lo que conoce, lo que le ha sido dado y lo que busca, aunque sea de manera
inconsciente. Ese es el mundo que l pretende hacer suyo con alegra, como si se tratara de algo
positivo:
112
Le destin ma toujours entour de tant de troubles qui me plaisent intiniment aprs tout
queje suis une des plus grandes joies de IHumanit (Carta a Madeleine de 30 de julio
de 1915)
Todos los esfuerzos son pocos para enmascarar su angustia y crear una imagen optimista y
alegre de s mismo ante los ojos de los dems. Pero no puede esconder que se trata solamente
de una fachada y que cuanto mayor es la transgresin mayor es la euforia, pero tambin el dolor
ser mayor. Porque tras la transgresin vuelve siempre el dolor. Pero lo que hace realmente
atractiva la transgresin es precisamente la oscilacin entre la excitacin excesiva y el riesgo del
dolor que vendr despus. Y otra cuestin, quin es el culpable de tanto miedo y de tanto
dolor? En su inconsciente, sin duda, l mismo. As se descubre a s mismo, se analiza para
asustarse con lo que imagina que es el lado secreto de su naturaleza; sigue vas lcteas, tiene
sueos espirituales de ascensin, pero choca con lo que piensa que es su fondo perverso y su
falta de valor, humble comme je suis qui ne suis rien qui vaille; o en el Merlin de
LEnchanteur Pourrissant se identifica con la imagen que tiene de su padre: 11 fut de la nature
de son pre, car il tait dcevant et dloyal et sut autant quun crur pourrait savoir de perversit
En la misma obra, ya lo hemos visto, las serpientes llaman al Enchanteur: celui qui est de
notre race
En todo caso merece y debe hacerse sufrir. Pero para l hacerse sufrir o hacer
-
surtout)
demasiado y se exige demasiado, por eso pone en boca de Croniamental en Le pote assassin:
Se suis Croniarnental, le plus grand des potes vivants... Y aunque la transgresin le destruye,
la usa para aparecer genial.
Oc. Pg. 8.
Oc. Pg. 12.
Pero llega un momento en que pierde tambin el orgullo y entonces le falta la confianza y se
llena de tristeza hasta enfermar. Porque unas veces se ve incomparable, genial, pero con ms
frecuencia intil y sin valor.
sufrimiento, todo es alegria, pero siempre aparecen en los poemas que surgen del inconsciente,
los que se escribe as mismo, como algunos que ya hemos visto:
Tu noses pas regarder tes mains et tout moment je voudrais sangloter (Zone.
Alcools)
Es un dolor profundo que exista ya cuando su padre lo abandon, y que se volvi an ms
violento a manos de su madre. Quiz por eso encontramos en su obra una agresin y un odio
terribles hacia las mujeres y hacia la Iglesia y la Religin, en la medida en que para el poeta
deban representar un poder totalitario. Y no slo eso. Su madre era la dominacin, la mujer
que le haba reducido a objeto humano, pero su padre, al abandonarlo, haba asumido el papel
del Christ indiffrent al que Guillaume se refiere en muchas ocasiones; y si Dios es padre,
cosa que el poeta no duda, necesariamente tendr que abandonarlo tambin. Del resentimiento
contra los dos, contra su padre y su madre, surgi su rabia contra lo que identifica con ellos, ya
sean las mujeres, la Religin, la Iglesia o Dios, al que provoca y ataca desesperadamente al no
poder atacar a sus progenitores. Tampoco podemos olvidar que su abuelo materno era camarero
del Papa Po 15<, que su madre educ a sus hijos en el respeto y el temor a la Religin, en cuyo
-
benedictino, sigui de cerca la formacin religiosa de sus dos sobrinos nios y aconsej a su
hermano que dejase a la escandalosa Anglique.
As las cosas, Apollinaire se ve abocado a la violencia, una violencia que aunque le venga como
consecuencia de la de su madre y la elabore sobre su modelo, es l el que la escoge como
proyecto personal. Sus escritos, como hemos visto, estn llenos de personajes truculentos,
sdicos y masoquistas, e, incluso, en ocasiones, traslada estos fantasmas de violencia a su vida
real. Sin embargo, tambin en esta faceta es ambivalente, contradictorio y falso, como tantas
cosas en l y en su madre era falsas: los delirios de grandeza de los dos, las ansias de su madre
Notemos el paralelismo con Sade, cuyo tio paterno, el Abad de Sade dEbruil, se encarg de su primera
educacin religiosa.., lo que no impide o provoca que ya a los 23 aos fiera encerrado en Vincennes por
haber blasfemado y profanado la imagen de Cristo.
-
114
de aparecer como una condesa rusa de 26 aos, cuando en realidad tena 41, de cambiar de
nombre y de llamarse Olga de Karpoff...pero l tambin inventaba con Annie Playden historias
fabulosas y le contaba que era hijo de un general ruso del que iba a heredar una fortuna. Nl. J.
Durry cuenta el testimonio de Jean Mollet a este respecto:
Nada es claro en Apollinaire, todo es ambivalente y ambiguo, por eso, aunque proclame la
transgresin en todos los sentidos, aunque se declare admirador de Sade, no quiere aparecer ante
cl pblico como un libertino, sino siempre como un bon gar9on. Publica sus escritos erticos
sous le manteau y hace pasar sus relatos pornogrficos y perversos como historias ajenas a l,
a las que parece asistir como un observador impersonal que cuenta las costumbres exticas o
extraas de otros pueblos. Muchos de sus relatos se sitan en pases lejanos, por lo que parecen
que son sorprendentes para el propio autor, que slo se limita a repetirlos, casi por curiosidad.
Ya he hecho alusin a muchos de ellos: a la historia del marido que tras haber matado a su
mujer conserva en su casa al loro que repite interminablemente las ltimas palabras de la
agonizante... a las aventuras del irlands que coma perros vivos, a la de Pedro Luis de Glvez
que arranc los ojos a una rata, a la de la prostituta de Babilonia a la que un general, al verla con
el centinela, orden que dejaran su cuerpo a la merced de las aves rapaces y que despus le
trajeran uno de sus pechos y un ojo, y un largo etc. Sade no engaaba a nadie con sus libros
truculentos, que en todo momento parecan salir nicamente de sus fantasas, pero Apollinaire
da la impresin de que relata unas historias que han ocurrido realmente y en las que su propia
fantasa no interviene para nada. Por eso, y a causa tambin de que simultneamente escribi
poemas de una elevacin extraordinaria, ha pasado a la historia como un escritor respetado,
honrado y alabado, no como Sade que ser para siempre un autor maldito. Y si algunas de las
115
historias de Apollinaire resultan chocantes a los ojos de los lectores, en seguida se atribuyen a su
sentido del humor, a sus origenes eslavos.., o a sus necesidades econmicas. Ya hemos visto lo
que deca Henri Martineau: Saime me le reprsenter comme un trs fin lettr qui samuse et qui
ne craint pas dafficher son got de la bizarrerie
Chaque jour, chaque jour, un massacre dinnocents. Des envols perdus doiseaux
angoisss voient leurs nids scraser et leurs ctufs se briser quand les arbres sabattent
en secouant leurs branches(folio 101),
5.
la religin:
Devant la Dame du lac, dans le chapitre sixime, il naura plus opposer que son tre
profond, sa nature dpouille de toute culture: chapitre non plus de rvolte mais de
bilan, car ji ny a plus de place que pour langosse ( Oc. Pg. CXX) (Subrayado por
m).
116
Una angustia que continuar durante toda su vida y que el poeta no puede dejar de traslucir en
poemas y relatos. Ni tampoco la sensacin de orfandad, que expresa con emotivas metforas en
Le Voyageur:
Lo que cuenta son los recuerdos, las sensaciones de soledad en las estaciones de ferrocarril, una
soledad que, ya poeta, no se cansa de repetir desde las primeras obras: en LEnchanteur, en
donde se identifica con Merlin condenado a una eterna soledad en su tumba, o con Travaillin
que dice je suis las dtre seul. Tambin 5. Burgos ve en LEnchanteur la expresin de la
desesperada soledad del poeta; una soledad en la que no dejar de insistir a lo largo de todo su
comentario:
La bible infemale, la question dsespr damour, lhistoire exemplaire, la revanche
du pote, traduisent en fait une attitude commune et qui est celle de la rvolte, mais
dune rvolte qui trouve non sa consquence mais son point de dpart dans la
Tambin muchos aos ms tarde, en los versos de Zone, Guillaume vuelve a confesar su
soledad: Maintenant tu marches dans Paris seul parmi la foule...tu es seul le matin va venir; la
misma de la que habla a Madeleine en sus cartas: 11 mest arriv souvent Paris, me sentant
seul, dans mon cabinet de travail davoir peur de cette solitude le soir, y que vuelve en los
poemas que escribi durante la guerra:
Existe-tu ma Madeleine
117
Con Lou, aunque reconoce su soledad, intenta sublimarla con imgenes prodigiosas:
II me semble que je suis seul au monde dans un lieu qui est comrne un vhicule
magique sur lequel je parcours lunivers (Carta deS de mayo de 1915)
La soledad del poeta, y tambin su sensacin de desamparo y de abandono. Un desamparo que
ya hemos visto cuando pone en boca de Travaillin: je suis celui qui es moins puissant que tout
autre homme, celui qui na rien, y que veremos a lo largo de su vida. En el borrador de Zone
nos confiesa que la sensacin de abandono se remonta a sus primeros aos: Je me sens
abandonn sur terre depuis mon plus jeune ge. Es una sensacin que no est directamente
vinculada con los acontecimientos concretos que le suceden a lo largo de su vida, sino que se
form con el abandono y la desorientacin en que vivi toda su infancia y que volver en
cualquier momento, en cuanto vuelve a sufrir por cualquier razon. As escribe en junio de 1911
a Gide:
Tambin M Adma considera que esta sensacin no est justificada por los acontecimientos, al
menos cuando escribe esta carta:
Ce dcouragement, celle amertume, ces doutes seront frquents chez Apollinaire, bien
quils ne soient pas toujours justifis dans les faits et cest bien le cas celle
poque(O.c. pg. 179)
La sensacin de desamparo volver tambin durante la guerra. As escribe a Madeleine el 3 de
octubre de 1915:
Porque en el fondo, Apollinaire es como un nio que sufre de falta de amor, de abandono y de
miedo. Es como un nio lleno de dolor. El mismo nos lo hace ver en muchos pasajes de sus
obras. El es como el Enchanteur que dice: le suis triste jusqu la mort. Es la tristeza de la
que habla tambin en uno de los versos que escribi en La Sant y que elimin para la
publicacin en Alcools por demasiado personal, como indica Michel Dcaudin:
118
Una tristeza de la que sigue hablando muchos aos ms tarde en el poema de guerra L hiver
revient mon ame est triste:
Un drama personal que, segn Jean Burgos, se desprende tambin de la frase con que comienza
LEnchanteur: Que deviendra mon crur parmi ceux qui sentraiment:
La gravit de lentreprise se voit ici confirme par le recours A lalexandrin qui nest
jamais gratuit dans l~uvre, et mme les pirouettes et fanfaronnades ultricures
narriveront pas A leffacer: cest tout son dsarrol profond, sa solitude aix niIieu de
ceux qul saiment, son dsespoir de mnal-alm, qui se rvlent dans celle phrase, la
seule o il parle en son nom propre et reconnaisse ouvertement que son destin est celui
mme de 1 Enchanteurpourrissant. (Oc. Pg. C) (Subrayado por mi).
Pero, aunque a veces inspire compasin, Guillaume, es peligroso, porque para protegerse y para
liberarse del resentimiento acumulado durante su infancia busca la violencia y contanlina
119
violencia, igual que hacia su madre. Pero tambin en la confrontacin con la violencia es
moustaches, vous cornprenez, cest lennemi (Les Onze Mille Verges. Pg. 925)
La guerre, a me va, dclara Comaboeux, et les cuis de Japonais doivent tre
savoureux (Oc. Pg. 915)
La fuerza del modelo de su madre, la pasin que vivi con ella entre las bofetadas, los castigos y
las tensiones le condicionaron tanto que no podr tener ninguna aventura amorosa sin que surja
inmediatamente la misma violencia de entonces, como reconoce M. Adma, que dice:
Ayee les files est galant, courtois, mais ayee des elairs possessifs, sanguins, presque
brutaux. II a de qui tenir et les ractions quil provoque le font dj se plaindre dtre
mal-aim alors que peut-tre il aime mal... (O.c. Pg. 49)
Unas veces, como es el caso de Annie Playden, la violencia tomar la forma de amenazas y de
persecucin, y otras se volver contra l, como con Lou, con la que tras una etapa de sadismo y
de intento de dominacin caer en una vergonzosa sumisin.
Y, al contrario: en cuanto
Los ejemplos de violencia en su vida y en su obra son sin nmero, especialmente en Les Onze
Mille Verges, en L Hrsiarque a Ce y en La Fin de Babylone. La violencia parece alcanzar el
zenit en estos libros, por lo que se podra pensar que Apollinaire ha quedado satisfecho tras
haber vomitado tanta furia. Pero no es as. Como su sed de amor, su sed de violencia no se
ver nunca satisfecha y cuando parece que ya tiene que estar saciado, vuelve a la violencia en el
siguiente libro...o encuentra en la siguiente mujer
Como en una tragedia griega. Tambin en la Medea de Eurpides la nodriza dice refirindose a
Madea: lo se, su furor no se va a calmar antes de haber aniquilado otra vctima... Esto es lo
120
que sucede con Apollinaire: para calmar su violencia necesita siempre una nueva vctima que,
con frecuencia, ser l mismo.
Y con esta sensacin de angustia, de desamparo y de miedo, con esta carga de violencia,
Apollinaire llega al da de la declaracin de la guerra.
121
Las reacciones de Apollinaire ante la guerra son similares a las que manifiesta ante una angustia
profunda y, en general, ante su permanente angustia. Ya hemos visto a lo largo de su vida, con
El 31 dejulio de 1914 se declara la primera guerra europea, una guerra que va a quebrantar las
bases y los confines de Europa. Como dice Freud, la guerra ms asesina, la ms sangrienta que
hasta entonces se haba conocido
comme si aprs elle nc devait plus y avoir davenir ni de paix entre les homnies (Freud.
La guerre el ses dcephons. Essais de psychanalyse, pag. 239).
sacrificio. Bataille dice: Le sacrifice qui dautre part est, comme la guerre, leve de iinterdit
du meurtre, est lacte religieux par excellence...et avant tout est tenu par une ofifande. Y as es
sin duda para Apollinaire todo derramamiento de sangre, una ofrenda. un acto religioso y
sagrado, por eso con frecuencia cuando habla de sacrificio lo asocia con la Pasin de Cristo,
como veremos ms adelante. Y la ofrenda de su propia sangre es algo que, en su imaginacin,
La influencia del Libro del Apocalipsis es muy importante para Guillaume, que imagina
situaciones llenas de dolor sin lmites, pero que piensa que ese es el precio que habr que pagar
para su redencin y para la purificacin del mundo.
imaginado siempre un ave Fnix que surge de las cenizas, del fuego purificador, como vemos
en Le Brasier de Alcools:
Y en otras muchas ocasiones vuelve a imaginar este fuego purificador que tras la muerte
aportar la vida, un sacrificio muy doloroso, pero que le har conseguir mayor gloria. As, en el
poema Les Fian~rail1es, se identifica con los templarios que fueron condenados a morir en la
hoguera en 1314, que feron sacrificados con el fuego en periodo de cuaresma (quarantaine).
Uno de ellos, el grand maitre de la Orden profetiz la muerte de Clemente V y de Felipe el
Hermoso. Y as hace el poeta: las llamas le dan fuerza para mirer, es decir, para viser su
propia muerte (como en el juego de la quintaine). Gracias a su sacrificio, el poeta conquista el
don de la profeca y el poder de acceder a una condicin sobrehumana, superior:
Templiers flamboyantsjebrle parnii vous
Prophtisons ensemble 6 grand maitreje suis
LErotisme, pg. 91
124
Por eso aquella noche, tras la declaracin de la guerra, como una profeca dolorosa, como un
castigo contra el mundo violento en el que vive, anuncia un largo y penoso via crucis, el
derrumbamiento del mundo existente, para poder resurgir, purificado con el dolor como un ser
nuevo.
Apollinaire regresa aquella noche a Paris desde Deauville, donde haba ido con su amigo el
pintor Rouveyre a hacer unos artculos. Todas las imgenes siniestras que permanecen latentes
en su inconsciente vuelven a despertar aquella noche, y vuelven a su imaginacin los obscuros
abismos en los que se preparan las tragedias y los ocanos violentos, que en esta ocasin ve
llenos de monstruos, pero que en seguida, como dice en uno de los primeros poemas escritos a
Madeleine cuando llega al frente de batalla, ver otra vez ensangrentados (locan sanglant de
ces pauvres annes), como los haba visto ya en L Enchanteur. Vuelven a su imaginacin los
viejos miedos y la angustia que provoca la guerra los distorsiona, los agiganta y los obscurece
para atormentarse an ms. Y entonces el miedo contamina todo, hasta las entraas de la tierra,
en donde tiemblan de miedo los muertos en sus tumbas.
La impresin de aquella noche terrible la refleja en el poema La pee auto, que parece haber
escrito en aquel momento, al menos la primera parte hasta leurs sombres demeures, y el final a
partir de Et quand avoir pass 1 aprs-mdi. el resto puede haberlo aadido posteriormente, ya
que en el manuscrito aparece escrito con una tinta diferente, pero, en todo caso, es tambin fruto
de su inspiracin:
125
La guerra estall el 31 de julio. pero por alguna razn, por conservar el ritmo o por un error, Apollinaire
cambia lafecha en este poema. De todas formas, en muchas otras ocasiones, y tambin en las primeras cadas a
El Universo, cielos, mar, abismos, muertos, todo lo que hasta entonces pareca dormido va a
abrirse, va a estallar. El Universo entero entra en convulsin. Las fronteras desaparecen y slo
quedan los ladridos de los perros que se oyen en la lejana. Como un anuncio de muerte
csmica.
espera del mesias de una revolucin liberadora que acabe con el viejo mundo y de paso a otro
mejor... y escribe a Toussaint Luca las siguientes lneas:
Je te quitte en souhaitant que vienne Souvarine, lhomme qul doit venir, le blond qui
dtruira les villes et les hommes
Cuando llega la guerra Apollinaire recupera las viejas imgenes y describe, esta vez con un
Je vois venir travers le voile que tisse devant la porte ouverte de ma cellule
souterraine lenvol obscne des mouches inthmes. La troupe approche. Les cavaliers
portent des lances dont les gonfanons de couleurs clatantes fouettent la face quivoque
du soleil. Et cette troupe je la suppose redoutable, la litire mapparait comme s sous
les teintures de soie II y avait un cadavre.
De nuevo aparecen las mouches inFames o mouches assassines, imagen obsesiva de
erotismo y de miedo a la vez. La guerra-apocalipsis llega en esta ocasin para el poeta bajo la
forma simblica de una plaga de moscas malditas que le van a convertir en un cadver. Esa es
para l una de las imgenes ms precisas de la tragedia que se avecina. Porque para imaginar
este apocalipsis Apollinaire recurre a su torturado mundo personal que se despierta de nuevo.
Ya hemos visto esas moscas como amenaza de muerte en las mujeres malignas, que le atraen y
le horrorizan a la vez, y las veremos continuamente como anunciadoras de muerte en las cartas
que escribi a Lou, a Madeleine, e incluso a Andr Level, durante la guerra. Y tambin, entre
los poemas que dedic en ese momento a Marie Laurencin, hay uno que lleva precisamente el
ttulo de Tourbiflon de inouches...
No es de extraar que una persona tan angustiada como Apollinaire vea nuevos apocalipsis
cuando se anuncia una tragedia. Su vida ha sido un martirio, an peor que el de los quarante
de Sbaste y piensa que una desgracia secreta le persigue. Por eso dice en el poema Tristesse
d une toile, tras haber sido herido durante la guerra:
Cest pourquoi de mes maux ce ntait pas le pire
Ce trou presque mortel et qui sest toile
Car le secret malheur qui nourrit mon dlire
Est bien plus grand quaucune me aitjamais cel (cEuvres potiques. La Pliade. Pg.
308)
128
una herida de obs en la cabeza, pero an teme ms. De sus viejos miedos surge en todo
momento, y an ms al estallar la guerra, la angustia de que ocurra algo peor. Por eso, aunque
no ocurra, lo imagina recrendose con las historias truculentas que salen a borbotones de su
pluma. El apocalipsis es una de sus imgenes preferidas, que volver tambin en La maison des
mors:
Soudain
Rapide comme ma memoire
Les yeux se rallumrent
Como en el Libro del Apocalipsis, los ngeles tienen mucha importancia en la obra de
Apollinaire. Aqu, este ange en diamant nos recuerda el que aparece al comienzo del captulo
X:
despus vi otro ngel vigoroso que bajaba del cielo envuelto en una nube; sobre la cabeza
tena el arco iris; su rostro era como el sol.... Un ngel semejante al que vemos tambin en el
poemaLes Colimes:
129
apocalptica:
Tout un peuple entass dans un pressoir saignail en chantant. Des hommes naquirent
Y en esta ocasin bajo la forma del vino como smbolo de la sangre de Cristo derramada para la
redencion.
El ngel ech la hoz afilada sobre la tierra y vendimi la via de la tierra, y arroj las
uvas en la gran cuba de la ira de Dios. La cuba fue pisada fuera de la ciudad y de la
cuba sali sangre hasta los frenos de los caballos sobre una distancia de unos
trescientos kilmetros.(Apocalipsis 14.18)
tanta sangre en este Libro presagia muerte y muerte de martirio, y ste fue el propsito de Juan,
su autor, al escribirlo: dar una esperanza a las Iglesias cuyos fieles iban a monr
lpe Ileuve que lon retrouve deux reprises vient tout droit de lApocalypse: Arriv au
bord dun fleuve, je le pris deux mains et le brandis. Cette pe me dsaltraje brandis
lpe et la foule se dispersa. Esta imagen apocalptica de lpe Ileuve atrae especialmente a
Apollinaire. por eso vuelve a ella en numerosas ocasiones. De manera muy clara en el poema A
1 Italie que enva al peridico italiano La Voce, y tambin a Madeleine cl 25 de agosto de
1915: Nos fleuves sont brandis comme des sabres.
Chanson du mal-mme:
La quatrime Malourne
Est un fleuve vert et dor
en Les Colimes:
en Le Brasier:
Le fleuve pingl sur la ville
Ty fixe comme un vtement
Teutes les buyes de la dtresse hurlaient alors derrire la porte, prtres dvorer le
troupeau, le pAire et son ami, pour prparer la mme place la fondation de la Ville
nouvelle (Apollinaire. Uluvres Compltes. M. Dcaudin. Paris Balland-Lecat. 19651966. Pg. 255)
131
Pero en Codear da emps los pasajes de inspiracin apocalptica anuncian un futuro sombro,
empezando con las palabras de Ansaldin en la primera escena, cuando, a travs de imgenes
semejantes a las de La petite auto, predice la muerte y el derramamiento de sangre sin ofrecer
Las imgenes de sangre, que anuncian violencia y muerte cercana, no podan faltar tampoco en
los primeros poemas de Apollinaire al declararse la guerra o al llegar al frente de batalla. Ya
hemos visto cmo escribe a Madeleine en el poema que le dedica:
Violencia, muerte, y de nuevo la imagen del sol herido que ya habamos visto en Zone,
indicando un peligro de castracin, un castigo universal.
La sangre est muy presente en la correspondencia con Madeleine y con Lou: el 30 de enero de
1915, cuando hace pocos meses que se ha declarado la guerra y el poeta est an en el cuartel de
Nimes, escribe a Lou un impresionante poema, Sije moarais l-bas, que tiene como mensaje
final el anuncio de la tragedia y de la sangre, unos versos que empiezan precisamente con las
iniciales de Loa:
a nuit descend
O n y pressent
U n long, un long destin de sang
132
Y para calmar la violencia, para controlar y sacralizar la violencia que va a desencadenarse con
furia, el poeta, en un apocalipsis personal se ofrece en sacrificio, vctima csmica, para redimir
al mundo con su sangre, para que tras la tragedia surja un mundo nuevo ms puro y ms
luminoso. Como dice Bataille:
nueva vida, a una vida maravillosa. Y en cierto sentido se identifica con Cristo, por eso imagina
que, como el cordero apocalptico, su sangre es preciosa y puede redimir al mundo. Porque su
sangre, para que sea vlida para el sacrificio tiene que ser, como la de Cristo, pura, preciosa y
benfica. Y la imagina inocente, limpia, e incluso muy roja, porque as puede dar una belleza
especial al mundo y sobre todo a Lou, que gracias a su sangre tendr la boca, el pecho, y el pelo
la preciossima sangre de Jess y confiere a su sangre poderes prodigiosos que, cuando las
circunstancias se prestan, como es el caso con Lou, puede dar a la vida una intensidad
maravillosa, hacindola, incluso, hasta ms ertica.
As, ofrece su sangre para que se acabe la violencia, para dar al mundo, al mar, a los montes, a
los valles, a la estrella que pasa, incluso al sol y a las flores, una nueva vida ms pura, ms bella
y ms brillante. Pero, como el poema va dedicado a Lou, tiene que ofrecerle su sangre, sobre
133
Un sacrificio que ya haba dejado entrever en un poema enviado slo unos das antes:
Ms tarde, en los momentos de mayor amor, vuelve a la misma idea con Madeleine y quiere
ofrecer el derramamiento de su sangre para purificarse, para ser digno de su amor. As se lo
escribe primero en la carta de 9 de diciembre de 1915:
Peut-tre quune blessure est ncessaire moi aussi pour que je sois digne de toi et
pour toi
134
Pero el sacrificio de su sangre le obsesiona demasiado para dar por zanjada la cuestin. Por eso
vuelve a la misma idea al da siguiente:
Oui, jai eu 1 y a quelques jours dans une lettre que tu nas pas encore (cest hier je
crois) lide du sacrifice de mon sang sans doute quexige la perfection paradisiaque de
notre amour. Jaccepte ce sacrifice tvtadeleine...
Esto es lo que conoce, es la solucin a la que se vio abocado durante su infancia para calmar la
violencia familiar, para tratar de hacer mejor el reducido mundo en el que vivan encerrados, l,
su madre y su hermano: el sacrificio, su sacrificio. Chivo expiatorio desde nio se identifica
con el cordero del Apocalipsis que dio su sangre para la redencin del mundo. Otra vctima
inocente, como se ve a s mismo. Adems esta idea del sacrificio corresponda a su visin del
mundo, el mundo religioso en el que vivi sumergido toda su infancia, como nos dice en Zone,
y que contaminara despus toda su obra, unas veces como inspiracin y otras como ataque o
provocacion.
Por eso, en cuanto se declara la guerra Guillaume tiene la certeza de que la tragedia va a dar
lugar a un mundo nuevo, a un orden renovado. pero al precio de un largo via-crucis de sangre, y
al precio, sobre todo, del sacrificio de su propia sangre. El es la vctima que fatalmente tiene
que ofrecer su sangre para calmar toda la violencia que se avecina. Pero esta idea de sacrificio
tan arraigada en Apollinaire no es nada nuevo, sino que ha existido siempre en las sociedades
primitivas, e incluso la vemos con frecuencia en las obras clsicas griegas como un medio para
calmar la violencia. As lo dice Ren Girard:
Como si la guerra fuera el fruto de una premonicin personal, del anuncio del apocalipsis que
venia haciendo desde haca muchos aos, como una fatalidad, como un sacrificio que se le
impusiera para su propia redencin, para hacerse perdonar algo muy grave, y para la redencin
de la humanidad:
Unas veces se identifica con el diablo, como dice al principio de L Enchanteur Pourrissan,
pero en otros pasajes de esta obra recurre para su inspiracin a episodios de la Pasin de Cristo,
aunque los utilice, como ocurre constantemente en este libro respecto a toda la vida de Cristo,
en sentido negativo y contrario (La No~l Funraire, los tres falsos magos, etc.). En efecto,
como dice Jean Burgos:
Les tmoignages sur la mort et la vie de LEnchanteur ne sont pas sans faire songer
aux tmoignages sur la mort et la vie du Christ, et les trois fes qui sinterrogent sur le
tombeau (Lorie, Madoine et Hlinor) pourraient bien dire lenvers des trois Saintes
Femnies venues au tombeau du Christ le matin de Pques.(O.c. Pg. 83).
Y precisamente en este pasaje de las tres hadas las referencias a la Pasin de Cristo son claras.
As, cuando las tres mujeres llegan ante su tumba el Enchanteur dice:
Je suis triste jusqu la mort et si mon corps tait vivant il suerait une sucur de sang
(Pg. 84 de la versin de Jean Burgos)
Cf. Mt XXVI, 38 y Mc XIV, 34: Mon me est triste en mourir; demeurez ici et
veillez avec moi; ce sont les paroles mmes du Christ Gethsmani que Merlin
Subrayado por
mi.
136
do Christ au lvtont des Oliviers (cf Luc XXII, 44: Sa sueur devint comme de grosses
gouttes de sang qui tomhaient terre), comme lapprhension en lui dune douleur
particulirement profonde..., prend toute sa signification dans la bouche de 1errnite
dchaux, esprant un signe du Ciel: Car] t rop esper en vai,z 1 hmatidrose).
Mais [image est meilleure encore ici, puisquelle sapplique ce Merlin-Antchrist
dont La No!Jh la Passion ( Oc. Pg. 85)
Pero la identificacin con Cristo, en la medida en que Guillaume se considera vctima inocente
como El, resulta an ms clara en los poemas en los que habla de la Pasin. Como dice Robert
Couffignal:
On a reconnu (3ry Piret, Marie Laurencin. et on a dat ces trois mois de la fin mai la fin
daot 1911. Par un naifgocentrisme, le pote qui avait, dans la premire partie de Zone, saIn
le Christ en Croix. a pris sa place et sest appropri ses souffrances, comme il avait fait lanne
prcdente dans la cellule de la Sant, o u avait connu une lourde preuve...(L inspirazion
bitque dans 1aiuvrc de Guillaunie Apollinaire. Pg. 139)
En efecto, en los versos de La Sant encontramos esa identificacin con Cristo y precisamente
en el aspecto de vctima inocente que tanta importancia tiene en la personalidad de Guillaume:
Parece evidente que si Guillaume escribe con maysculas el nombre de estas flores es porque
tiene en su imaginacin la Pasin de Cristo...
La misma imagen de Cristo ensangrentado que hemos visto en Zone vuelve a aparecer en uno
de los poemas que escribe a Madeleine durante la guerra:
II y a des femmes qui demandent du maYs grands cris
138
Y en Coideur du temps:
Y por mucho que recurra a excitar su erotismo con Lou o con Madeleine, por mucho que
busque, incluso con exceso, la vida en la sexualidad, en la euforia o en la exaltacin, no podr
alejar el fantasma de algo terrible que le va a ocurrir. Por eso, cuando es herido en la cabeza en
el fondo siente cierto alivio, porque el secret malheur que le persigue presagiaba algo an
peor, una terrible mutilacin, con un suplicio de lento y total derramamiento de sangre, como el
que ve tantas veces en el sol, algo que el poeta imagina y teme durante toda su vida y que es
peor que una herida en la cabeza y peor, incluso, que la misma muerte.
Cuando llega la guerra y bajo la amenaza del peligro inminente,el equilibrio ya frgil del poeta
se rompe bruscamente y entonces su imaginacin desorbita el miedo y produce en l una
angustia que alimenta an ms con sus viejos fantasmas y con los sufrimientos y obsesiones de
la infancia. Y entonces, para superarla, para escapar a ella, recurre con una violencia
desenfrenada a todo lo que puede estar en su mano para deformarla y transformarla, Y lo hace
de la manera que lo ha venido haciendo siempre, tanto en la vida real como en las obras
imaginarias.
compensarlo adquieren una intensidad y llegan hasta unas dimensiones que en ciertas ocasiones
139
son comparables a las que habamos visto anteriormente en Les Onze Mi/le Verges. Por eso esta
obra ser tan decisiva para analizar y comparar los comportamientos de Apollinaire durante la
guerra y los que ya existan en su desmesurada imaginacin.
Las drogas
euforia artificial que le procuran las drogas. Su amigo Sigler-Pascal, que estaba con l aquella
noche, nos cuenta la situacin con detalle:
jusque vers minuit. Les cortges passaienthurlant Berlin et des chants patriotiques.
Le mtro tait pris dassaut; on respirait une atmosphre dune excitation folle.
Vers minuit harass, mais incapable de rentrer chez moi, je dcidai de me rendre chez
des amis o Ion fumait le samedL LIs habitaient au fond de lavenue Henil Martin,
prs dii bois, o js donnaient souper tous les samedis et on passait la nuit chez eux.
Jeus la chance de les tronver ce samed 31 juillet. II y avait l une quinzaine de
personnes, entre autres Georges Claretie, isa de Coniminges (la panthre) et
Guillaume Apollinaire, tout cela couch ple-mle.
Dans celle atmosphre lourde, une lucur filtra travers les volets vers 4.30. Comme le
corbeau elle semblait marteler le bois et faire retentir le cd sinistre. Never more. Je
ressentis que mon pass venait de scrouler: et mezza voce la bouche close, je fis
entendre les accents de La Marseilaise. Tous, qui taient l, ftanqais et trangers,
affals, se sentirent soudain conune glacs, et en sourdine, ils reprirent le chant sacr;
ce
Australienne qui se fardait avec du fard violet, encore deux autres feinmes vertes et
ravages par celle nuit, groupe singulier, et nous dcidmes de regagner le centre de la
ville pied.
Malgr lheure matinale, la ville tait en mouvement. Nous marchions dun pas dj
militaire, encadrant Miss Martins camavalesque dans ses atours violets, maquille
outrageusement, et quand nous limes anivs dans les Champs Elyses, ce fut une
stupeur celle heure matinale que cet incessant roulement de vhicules de toutes sortes,
140
automobiles, taxis, fiacres. tous bonds dindvidus qui fuyaient, empils, ple-mle
avec des valises. Place de la Concorde, ctait encore plus intense, et lon reconnaissait
dans les voitures des files de chez Maxims et Weber que lon croyait parisiennes ou
espagnoles, qul ntaiern quallemandes, et qui fuyaient perdument, ayee des individus
mi crne tas vrais boches, leurs sinistres rnaquereaux, vers la gare dOrsay, pour
gagner lEspagne, car le dlai de sret expirait le soir mme. Cest l que nous nous
quittmes; je devais revoir Apollinaire chez Poccard le fameux soir du calligranime...
(Revue des Lettres modemes. Apollinaire el La guerre nos.380-384 1973.Pg. 33)
(Subrayado por m).
Si la angustia resultaba insoportable para el poeta, la imagen que ofrece despus de fumar es la
de un hombre desgraciado y miserable. Nada ms claro: amenazado intenta encontrar la vida y
la euforia, en cualquier parte; y esa noche vuelve de nuevo a buscarla en el ambiente que le es
familiar, entre los marginados, entre los atormentados, como era la panthre y las mujeres de
apariencia siniestra que le acompaan. Es fcil imaginar el grupo, groupe singulier como dice
Sigler-Pascal. Y si ellas estaban vertes et ravages a causa de la noche de opio, los dos
amigos no deban estarlo menos.
un puesto de cnsul; sabe que Apollinaire se encuentra sin recursos, por lo que le ofrece que
vaya con l hasta all, comprometindose a alojarle y a pagarle la comida. Apollinaire, que ya
haba decidido enrolarse, acepta y llega a Niza el tres de septiembre de 1914 sin haber avisado a
nadie.
En esta ciudad cosmopolita Apollinaire hace muchos amigos, Robert Mortier, Archipenko, el
Comandante de marina Borie, etc...Y en seguida vuelve al opio: la guerre, escribe a Serge Frat
el 4 de enero de 1915, devient un paradis artificiel. Borie no ser ajeno a esta aficin, como
cuenta Sigler-Pascal:
Guillaume se ha damiti ayee Robert Mortier et sa femme Jeanne, et fut pri venir
prendre son repas du soir ayee eux. Quant forje ses invitations taient dautre ordre,
tu le devines...Ce nest pas Roe, certes, qui linitia lopium, mais il lui fournit
loccasion de sy adonner, sans doute chez lui, dans limmcuble officiel o il rsidait,
lH6tel de la Marine, 11, me Foresta. (Revue des Lettres modemes citada. Pgs. 38
y52)
141
Y muy poco despus de llegar a Niza conocer a Lou precisamente fumando opio en casa de
Borie. El opio ser tambin el tema de un caligrama dibujado en forma de pipa y dirigido a
Lou, en el que dice:
Et puis voici [engin avec quoi pcheur je capture limmense monstre de ton dsir
quun art trange abime au sein des nuits (Carta a Lou de 8 de octubre de 1914)
Pero no, en efecto, no fue Borie el que inici a Apollinaire en el opio. El poeta ya haba
conocido la ansiedad y la tensin que produce la angustia mucho antes de que se declarara la
guerra. La guerra las habla hecho an mayores, pero ya antes haba sentido la necesidad de
escapar a sus terrores mediante una euforia artificial.
Max Jacob introduira Guillaume, Pablo et Andr Salmon chez le peintre breton qui
tient fumerie dopium dans son atelier...Fernande Olivier accompagne la bande chez
Pigeard et racontera comment 1./es amis plus ou moins nombreux mais fidles,
insalls sur des naltes connurent l des heures charmanles et pleines d intelligence et
de subilit. (E. Olivier. Picasso el ses amis. Ed. Stock).
Las drogas, pero, en mi opinin, no por curiosit gourmande, como dice Genevive Dormann,
sino porque junto a la violencia, al alcohol o junto a cualquier cosa que le permitiera alienarse,
eran las armas de euforia que Guillaume conoca para defenderse de la terrible depresin que le
produca la angustia.
Una euforia que el propio poeta nos describe en Que Vio ve?, en donde Guyame, al que no da
por casualidad un nombre muy similar al suyo, tras haber bebido encuentra la inspiracin y la
exaltacin necesarias para contar cuentos, para declamar versos e incluso para cantar:
142
Comme on lui donnait boire gratis, Guyaume allait boire partout. Et, ds quil avait
bu, l en contait des contes bleus, des histoires de brigands, de lautre monde oit
dormir debout! II en dclamait des vers contre la famille protestante de la place de
lEglise, contre le bossu de Francorchamps...Mais il chantait aussi la gloire des airelles,
des myrtilles, et le bien que font mix tripes humaines du laR et des
myrtilles...(L Jfrsiarque el Cia Que Pm ve?. O. En prose. La Pliade. Pg. 148)
Tambin Guillaume necesitaba la euforia artificial de la bebida, pero que cuando era en exceso,
en vez de darle la inspiracin que l soaba para su personaje Guyaume, le abotargaba, como l
mismo cuenta en una carta a su amigo James Onimus escrita cuando slo tena 23 aos:
Se suis fort abruti depuis quelque temps car je dors assez rarement passant la plupart
de mes nuits avec Jariy, Bos, Paul Fort et dautres bougres dun calibre propre
absorber des boissons varies comme stout, cocktails combins, etc. (Carta de 15 de
julio de 1904).
latelier de Poullain, orgie dont peut-tre sefftayait Max Jacob, si Fon croit son pome
Dieu nous a abandonns : L orgie es ate Sud! L orgie est Montparnasse! dans un
como ya hemos visto en la introduccin, nos presenta al protagonista Mony, al que crea como su
ideal de hroe, siempre eufrico, cnico, despreocupado y juerguista, an en medio del fragor de
la batalla.
Cuando llega la verdadera guerra y para superar la angustia que le produce, recurre a los mismos
comportamientos que haba atribuido a Mony: la huida con la exaltacin, la sexualidad y la
euforia, as como la creacin de espacios mgicos (les nuits sont feriques ici) y la exhibicin
de bellas imgenes que transforman o deforman la realidad mortfera que le rodea. Lo mismo
que haba hecho cuando imaginaba a Mony en el campo de batalla, como ya hemos visto en la
introduccin (On entendait le bruit du bombardement. Des obus clataient ayee douceur. On
eCU dit quun primee oriental offrait un feu dartifice en lhonneur de quelque princesse
georgienne et vierge). Otras veces, tambin como Mony, huir de la angustia mediante el
144
ataque, con expresiones de violencia desmesurada e incluso de frentico sadismo. Pero al final
siempre aparecern los momentos de bloqueo, de descorazonamiento, en los que, como
veremos, se abandona a la angustia o la hace l mismo cada vez mayor. Durante la guerra, de
manera an ms exacerbada que durante toda su vida, estos tipos de reacciones alternarn
constantemente en Guillaume, reacciones de exceso y de depresin (Je suis trs gai avec des
soudaines tristesses), pero detrs de todas est siempre la misma raz: la angustia.
Madeleine y a Lou (Nous rions et chantons comme des fous. Vive la France et mon ptit Lou)
y que expresa con himnos y odas patriticas, como ocurre con el poema A L Ita/le:
No olvidemos, adems, que todo este delirio de victoria tiene tambin otras razones muy
Y con mucha frecuencia vemos en la correspondencia con Lou, con Madeleine, o con otras
personas, expresiones de alegra desmesurada y de entusiasmo, que recuerdan mucho a las que
anteriormente haba atribuido a Mony en medio de los bombardeos (11 sortit tout guilleret de
cette aventure). La destinataria privilegiada de este tipo de declaraciones es Lou, ante la que
quiere mostrarse como un hroe semejante a Mony, especialmente cuando se ha alejado de l
(Je trouve la guerre rgolote parce que sans 9a je membterais et je tiens revenir ayee une
sant aussi trempe que celle que j avais en partant. La gait y peut tre pour beaucoup. Done
vive la gait~....Je trauve la guerre aussi rigolo que la paix... Je suis bien portant, joyeux,
presque ivre de celle longue bataille de 7 hours dj Nonobstant de si bizarres singularits ma
gait augmente de jaur en jaur etje me retiens de toutes mes forces pourne pas clater de rire et
du rire le plus douloureux que lon connaisse...). Su imaginacin intenta detener la angustia
minimizando los peligros que corre o que cree que puede correr, y por reaccin cae en
exhibiciones irreales llenas de osada y vanidad...lo que no quiere decir que no alterne este tipo
de declaraciones con otras de profunda melancola.
146
Tanta euforia, tanto entusiasmo y tanto delirio han sorprendido a sus crticos que no consiguen
comprender la felicidad que muestra Apollinaire durante la guerra, y en general se sienten
escandalizados, como hemos visto en la introduccin. Algunos, como R. Jean, se han dado
cuenta de que se trataba de una alienacin, de una exaltacin para poder escapar a la realidad
atroz de la guerra:
On insiste fort peu, comme sil tait parfaitement normal quApollinaire ait vcu la
guerre de 1914-18 comme une source dexaltation potique et ait per~u les pisodes les
plus meurtriers des batailles des tranches comme un inmense arsenal de couleurs et de
feux...en ralit le clbre Ah Dieu que la guerre est jolie! est la traduction de
lalination profonde dApollinaire en face dune ralit dont il nc parait comprendre la
signification rcle et prendre lexacte mesure (Lecures <tu dsir. Seuil 1977. Pg.
113)
R. Jean tiene razn cuando dice que Apollinaire ne parait comprendre la signification relle et
prendre lexacte mesure de la realidad en la que vive. Al menos en el sentido de que unas
veces la exalta y la transforma en euforia, como hace siempre cuando la realidad le resulta
insoportable. Pero no podemos olvidar que este alejamiento de la realidad funciona en los dos
sentidos y que otras veces la deforma hacia abajo con la misma intensidad que intenta conseguir
la euforia en los momentos de entusiasmo: entonces se tortura a s mismo y crea una angustia
an ms desesperante con cadas imaginarias a los abismos o miedos excesivos que recupera de
su atormentado inconsciente, como ya veremos ms adelante.
A Madeleine:
II y a huit jours encore nous avons t bien arross du ct de nos balleries avec des
obus de gros calibre...cest une sensation quon nprouve point ailleurs quici...cest
pourquoi je ne regrette point dy tre venu
Y a Lou:
147
El urimero de julio siguiente vuelve a escribir cosas radicalmente distintas a estas dos mujeres.
Esta vez, quiz porque la intimidad se hace mayor con Madeleine y Lou se aleja cada vez ms,
habla del horror de la guerra a Madeleine y se muestra excesivamente eufrico con Lou:
A Madeleine:
de vous cris pan-ni lhorreur de millions de grosses mouches bleues. Nous somnies
tombs dans un lieu sinistre o bules les horreurs de la guerre, lhorreur du site,
labondance pouvantable de cimetires se joignent la privation darbres, deau, de
vritable terre mme. Si nous restons longtemps jel, je me demande ce que nous
deviendrons hors la mort par les instrumcnts guerriers...nous voici dans des trous
infectes, aupoint quy tant, dy penserjai envie de vomir
Y a Lou:
Voyage patant, on a dorm la belle toile, pour le moment nous dormons sous nos
toiles de tente, par ten-e. Tout 9a ma plu extrmement..Je suis ext-rmement content,
dune gaiet folle que ma lettre ne reflte peut-tre pas mais qui est rcle. La nuit feu
dartifice extravagant et continuel, du val, du rouge, du blanc, des chandelles romaines,
que sais-je encore. Lair est excellent, malgr les mouches et les cimetires infinis
linfini...A propos, joublie de dire que je nc suis pas fatigu du tout maigr la
fatigue. ..pour linstant suis patant. Ai dorm la pluie la nuit dernire, pas mme
er~rhum
Carta que dio lugar a que Lou, que le conoca mejor que nadie y que le juzgaba en su justa
medida, se diera cuenta en seguida de que no se trataba en absoluto de que la guerra le gustara,
sino simplemente que estaba exaltado porque tena una nueva novia, un nuevo objeto sexual, y
la sexualidad, como veremos, era la mejor manera de exaltarse. Y, como ya he indicado en la
introduccin, as se lo dice en la carta a la que Guillaume responde el 23 dejulio:
Moi, flirter~ Tu sais bien, petit Lou queje naime que toi...mais si tu nc mcris pas et
que la guerre dure con-une ~a des annes. je serai bien oblig de menqurir dune
man-ame
Pero si Apollinaire muestra tanta euforia y se muestra tan contento con la guerra, especialmente
en las cartas a Lou, y sobre todo a medida que la relacin con ella se vuelve menos ntima, es
148
porque hay tambin en sus expresiones una buena dosis de exhibicin; quiere mostrarle que
en realidad no le importa que ella le haya dejado, que l es un hombre profundamente alegre y
que todo, incluso la guerra, es una fuente de euforia y de entusiasmo para l. Con Madeleine
sucede lo contrario, y encontramos las mayores expresiones de exaltacin y de euforia en las
primeras cartas, cuando todava quiere impresionarla (En ralit, je mamuse beaucoup. Ou
plutt cest indfinissable...je nen sais ren, mais vos lettres me rendent joyeux lextr6me
25 de mayo
10 de junio
-.
Vivent
Madeleine les anciennes coulvres, le soleil mon ami, nos canons, la fume bleue de ma
cigarelte et le petit ctur bleu qul se refuse battre lunisson du mien- 20 de junio
-),
aunque
intimidad, desaparecen las expresiones de euforia para dejar paso a una oscilacin entre la
violencia, la sexualidad y la melancola, como veremos ms adelante... Aunque eso no le impide
volver a las declaraciones de alegra de vez en cuando, incluso cuando ya se han comprometido
formalmente: Que de choses intressantes et belles jaurai te raconter aprs la guerre. Hier
on na pas eu le temps de manger srieusement. Seulement du pain et du chocolat pendant le
Y tambin quiere dar una sensacin de euforia y de entusiasmo a todo el mundo, por eso
encontramos tambin expresiones de alegra desmesurada en las cartas dirigidas a otras
personas durante la guerra. As escribe a Louise Faure-Favier cl 24 de junio de 1915:
II nc faut point penser la mort, elle nest point plus proche maintenant qu en temps
de paix...ll faut tire. II faut se battre et 11 faut tire
A veces la alegra que muestra Guillaume durante la guerra es casi infantil, por ejemplo, cuando
habla a Madeleine de que slo ha podido comer pan y chocolate, pero con frecuencia las
expresiones de euforia son tan excesivas y de una alegra tan grotesca que slo pueden mostrar
una tensin profunda subyacente y su angustia.
149
Sin embargo, nada puede impedir a Apollinaire, que es un poeta, el vuelo imaginario por
encima de los lmites de lo lgico y de lo razonable, nada puede impedirle exaltarse, flenarse de
una alegra que no corresponde a la realidad, como ocurre cuandd presenta la guerra como un
juego prodigioso de fuegos artificiales, cuando busca desesperadamente el aspecto mgico de
cualquier acontecimiento, aunque sea mortfero, o cuando provoca el sortilegio y el hechizo que
puedan encantar la penosa realidad de cada da. Pero lo que es interesante es que trata de
fascinar ms a los otros, a su pblico, que a si mismo. As escribe a Sonia Delauny el 1 de
agosto de 1915:
le les spectacles sont merveilleux, surtout la nut.
Ms tarde adaptar este poema: conservar esencialmente, aunque cambindolas un poco, las
seis primeras estrofas, le dar otro ttulo, Fte, y lo publicar en Calligrammes, dedicndolo esta
vez a Andr Rouveyre:
150
No se puede negar la belleza de estos versos, que con una buena dosis de exhibicin, expresan
terrible alcohol, lo que denota hasta qu punto ve en la guerra una violencia y una droga que
al tiempo que le aterran le fascinan:
le temps de mourir
Porque por mucho que imagine, o que pretenda hacemos creer que en medio de la guerra es la
persona ms alegre del mundo, o que la guerra es un espectculo de belleza, nunca podr calmar
su angustia, ya que todos esos vuelos imaginarios no tienen ningn fundamento, ni, sobre todo,
especialmente para l, rnnguna consecuencia real.
Pero, por encima de todo es un poeta, y para l la capacidad de exaltacin es el atributo esencial
de un poeta (Toutou nc peut avoir lexaltation dun pote ne ltant point), y aunque en la
realidad pague las angustias con su vida, suea con sublimar la tragedia mediante el poder de su
palabra y de su poesia y tambin mediante la exaltacin, que en su imaginacin le dar la vida
en medio de la muerte. Por eso intenta transformar el espectculo de la guerra en una fantasa
prodigiosa que pueda maravillarle a l mismo y, sobre todo, a sus lectores (Des fuses
lumineuses per9ant les tnbres, la flisillade, ctait fantastique). Y en esos momentos de
exaltacin, desde su posicin de artillero intenta transmitir al mundo el mensaje de que nada es
una realidad, ni siquiera la guerra, sino que la belleza y la maravilla est en los ojos de los que
pueden verlas, en los ojos de los que como l pueden cambiar la realidad:
Tire de vous son origine (Classe /7? Enviado a Madeleine el 25 de octubre de 1915)
Pero en esos momentos en que no quiere percibir la monstruosidad de la tragedia de una manera
lgica, la imaginacin le garantiza una evasin, una idea que no tiene contenido real, pero que
para l es simblicamente verdadera, porque con ella intenta escapar de las representaciones de
muerte y puede disfi-utar de escenas que ve, o pretende ver, de una belleza incomparable. Pero
todo ocurre en su imaginacin, que acta entonces como una droga, todo se genera en ella y
todo termina en ella.
Pero la imaginacin de Guillaume es todava ms complicada. Si por una parte parece fuente de
vida, fuente de exaltacin y de evasin, por otra, como ya he dicho ms arriba, desorbita
convulsivamente tambin el peligro y, sobre todo distorsiona el miedo real, que alimenta con
sus miedos profundos y con sus vivencias infantiles; entonces surgen las reacciones de regresin
infantil y una angustia an ms profunda que la que puede provocar el miedo lgico a la guerra,
con lo que el proceso volver a empezar: l alimenta su propia angustia y despus, una vez
152
del poeta no depender de ningn peligro ni de ninguna amenaza, sino que se nutrir a s misma
gracias a una representacin imaginaria que recupera de sus complejos y de sus miedos
profundos.
Pero ya se haban producido situaciones semejantes mucho antes. El poeta llevaba ya muchos
afios viviendo con ansiedad, viviendo a partir de sus recuerdos infantiles que le habian
aterrorizado hasta tal punto que todos los obstculos que encontrar en la vida los imaginar, de
entrada, como traumatismos insuperables. Y para intentar superarlos slo le quedar la nica
arma que conoce: recumr de nuevo a exaltar su imaginacin.
La sexualidad
Para Claude Debon la euforia y la alegra de Apollinaire durante este periodo respondan
esencialmente a un parti pris y piensa que el poeta las pierde progresivamente a medida que
entra en contacto con les horreurs de la guerre:
153
La gaict et loptimisme dont Apollinaire fait souvent preuve sont leffet de sa volont
et obissent un part prisOr, seuls les vritables combattants ont t capables
dhumour et de distance pendant celle guerre. II serait particulirement injuste de leur
reprocher celle gaict qul les aida a survlvre. Lhistoire dApollinaire comballant nest
peut-tre dailleurs rien dautre que la pefle progressive de celle jole et du simple got
de vivre... Pendant la premire priode de la guerre, o II ne connait pas le combat,
Apollinaire fait donc son apprentissage de soldat. Sa galet saffirme dj comrne une
victoire sur lui-mme et sur les difficults quil rencontre. Son engagement, la priode
des classes le font rentrer dans le rang, dont il cherche aussitt svader. II va
conserver encore quelques mois une partie de celle bonne humeur, pour la simple
raison quil nc connaitra pas encore dun certain temps la ralit des combats. Cest
pourquoi il convient de distinguer soigneusement les priodes de la guerre et les lieux
qul vont correspondre une escalade des horreurs de la guerre... Dans ses demires
lettres. il ne trouve plus la guerre amusante, mme si ce mot, ds le dbut, marquait
un part pris, et bien qui soit encore capable den noter les dtalis pittoresques
(Apo//inaire aprs A/amis. Lettres Modemes. Paris 198 l.Pgs.8 1,82, 92,93 y 104)
Claude Bedon, como vemos, dice que los horrores de la guerra terminarn con su euforia, con
su alegra y con su got de vivre, que se va deteriorando progresivamente a medida que la
insoportable de las trincheras tuvo que influir en el poeta, pero el efecto esencial ser el deseo
de exaltarse an ms y ms desesperadamente con la sexualidad para aferrarse con violencia a la
vida, para no perder, precisamente, la alegra y las pulsiones de vivir. Y s, en efecto, las
declaraciones de euforia desaparecen de sus cartas a partir del momento en que encuentra en la
sexualidad con Madeleine una fuente de exaltacin, una droga an ms fuerte que pueda servirle
mejor de plataforma para escapar a las pulsiones de muerte. A partir del 24 de noviembre de
1915, cuando ya en la infantera est viviendo los momentos ms duros de la guerra, cuando en
las cartas a Madeleine se suceden las imgenes de horror:
Songe quel point dans la vie des tranches on est priv de tout ce qui vous retient
lunivers, on nest quune poitrine qui soffte lennemi. Conime un rempart de chair
vivante. Se sens vivement maintenant toute lhon-eur de celle guerre secrte sans
stratgie mais dont les stratagmes sont pouvantables et atroces(Carta a Madeleine de
2 de diciembre de 1915)
N4on sergent Jean-Marie est un grognard de prernire classe...Mais quel type aniusant!
hace toda clase de proyectos para la organizacin de su regimiento y se regocija con la buena
comida:
La viande que nous avons de lordinaire est exquise: jamais je nai mang de si
bonne (Carta a N4adeleine de 2 de diciembre)
Je ne crois pas quil marrive daccident grave ni toi non plus tu ne crois pas (Carta
de 9 de diciembre de 1915)
porque encuentra una inmensa fuente de consuelo en el amor que le da Madeleine:
La vinculacin entre la guerra y la sexualidad no es nada nuevo. En todas las guerras los seres
humanos tienen tendencia a aferrarse a la sexualidad con el fin de superar la angustia que
155
produce la proximidad de la muerte; porque la angustia de la muerte tiene un doble efecto: por
una parte causa terror, pero al mismo tiempo, como reaccin, favorece la excitacin ertica.
Bataille dice muy acertadamente a este propsito:
la volupt, dans langoisse mortelle. est plus profonde (LErotisme. pg. 116).
Se tadore comme ~a,ta chair bien moi et que je puisse cruellement veiller en toi
une formidable volupt. Oui, amour nous la regarderons ma belle panthre pour la bien
connaitre...Jadore lajolie scne des fumes
Y el 2 de diciembre:
Jai pens aujourdhui avec une folle ardeur ta bouche et ta poitrine exquisement
belle...Ma bouche effleure tout ton corps etje broute ladorable gazon que tu sais
El 4 de diciembre hace con ella el amor por carta de manera enloquecida:
Oui, je sens tes caresses, je sens contre moi le corps souple de ma Madeleine, je te
sen-e contre moi, nous ne faisons quun, je sens ta douce chaleur qui me pntre et la
douceur de tes membres qui senroulent aux miens et lodeur de ton corps qui
menivre...Jadore tes reins qui se cambrent, ton ventre, tes seins tendus vers mon
En la carta de 6 de diciembre, Madeleine tiene que eliminar para la publicacin cuatro pasajes
que considera excesivos.., pero sin embargo conserva en su integridad Le.. .Pome secret que
156
II est tou surpris et batement admiratif de voir quel point la guen-e ressemble
lamour...Le..pome secret adress Madeleine le 7 dcembre de 1915 et le Chant
d arnour de Calligrammes...sont les sommets de cette inspiration rotico-guerrire o
lempoignade des hommes apparait comnie un formidable rut et le feu de salve de
lartillerie comnie une festivit phallique permanente.
On con9oit quApollinaire
artilleur et canonnier, se soit senti laise au combat... La guerre est une mle, un
assaut, un corps corps furieux o tout prend valeur et proportion de symbole rotique:
la forme obscne de canons, les pices contre les avions riges comme les virilits
des hros fabuleux; les obus comparables des seins durs, la tranche un corps
creux et blanc qui est cornme un sexe de fenime quil faut pntrer...Dans la guerre
lon ressent un concert paYen, un dlire ancestral o les dieux de lamour et ceux de la
guerre font bon mnage (Lectures du dsir. Pg 119)
El Chant d anour es una adaptacin muy similar de este poema que fue publicada en Nord-Sud
en 1917. Pero las ltimas imgenes que R. Jean comenta y que corresponden a La Tranche, ese
corps creux et blanc, son imgenes de muerte, que Apollinaire presenta bajo la apariencia de
una mujer perversa, un cebo sexual que slo puede llevar a la muerte.1
157
Pero si, es cierto, en Apollinaire, como en muchas otras personas, dans la guerre les dieux de
~.
durante el combate, no porque le guste la guerra, ya hemos visto las escenas de horror que
describe, sino porque la sexualidad, como l mismo nos dice, es el nico medio de que dispone
en esos momentos para aferrarse a la vida.
Por eso hay una alternancia de imgenes de muerte y de sexualidad en todos los poemas que
enva a Madeleine a medida que la guerra se hace ms penosa y ms cruenta, a medida que
despus poco a poco, y en el mismo poema, nos dice cmo intenta salir de estas imgenes
melanclicas:
En imaginant ta nudit
No son tanto los horrores de la guerra, como afirma Claude Debon, los que acaban con la
alegra de vivir de Guillaume, sino l mismo con su angustia, con sus profundos miedos, con los
que se aterroriza, y con las reacciones desmesuradas que escoge para combatirlos. El exceso en
todas sus manifestaciones, tanto hacia arriba como despus hacia abajo, y sus fantasmas
imaginarios le conducirn a la destruccion.
Y de la misma manera que l y sus amigos terminaban verts et ravags tras una noche
fumando opio, le veremos desmoronado tras haber visitado a Madeleine en Orn. Madeleine no
exista tal como l la haba inventado a su medida para exaltarse, y la sexualidad que le
inspiraba era slo fruto de su imaginacin; y esa exaltacin excesiva que l mismo creaba, slo
poda darle, igual que la droga, una euforia artificial que, por ser excesiva a irreal, tena
necesariamente que provocar una cada an ms profunda que la que haba previamente
medio de la muerte, slo que no se daba cuenta de que cmo el zngano no morira por la
accin de un enemigo, sino por la mortal fogosidad que le arrojaba hacia la reina...
De todas formas, ninguno de sus crticos ha comprendido la actitud de Apollinaire ante la guerra
tan bien como Lou. Slo ella se dio cuenta de que si en algunos momentos estaba tan eufrico y
deca que la guerra era fantstica y que le diverta mucho era porque quera dar esa imagen de
exhibicin, la misma con la que haba imaginado a Mony, y, sobre todo, porque estaba exaltado
con la sexualidad que le inspiraba una nueva novia. Por eso, cuando Lou ya no responde a sus
requerimientos sexuales busca desesperadamente una sustituta en Madeleine.
Y cuando
Madeleine deja de ser un objeto sexual que pueda exaltarle se produce la cada de Guillaume, y
No
159
El sadismo y el masoquismo
La violencia de Guillaume es proverbial, sobre todo, como ya hemos visto en el primer capitulo,
con sus personajes, con sus personajes indefensos, y en la vida real con las mujeres a las que
desea o con las que mantiene una relacin amorosa. Y cuando llega la guerra no poda ser
menos. La guerra suscita en l una profunda angustia que ahuyenta como puede, con la euforia,
con la sexualidad o con cualquier otra forma de exaltacin. Pero no slo eso; la misma guerra
con su violencia le produce tambin una excitacin (lair est plein dun terrible alcohol) que
estimula sus fantasas sadomasoquistas y sus reacciones de exceso. La violencia de la guerra
generaba en Guillaume una tensin angustiosa que haca que la sexualidad a la que recurri
para contrarrestarla fuera ms excitante.
moments
Nuit des hommes seulement
Nuit du 24 septembre 1915
Demain lassaut
(Dsir. Enviado a Madeleine el 6 de octubre de 1915)
Es indudable que la proximidad de la muerte aterrorizaba a Guillaume, pero al mismo tiempo,
como las mujeres perversas que suponian una amenaza para su vida, le resultaba excitante.
Ver estas cuestiones con ms detalle en el capitulo III y en el captulo y, pg. 560.
160
satisfaccin sexual mediante su dominacin total, su humillacin y los malos tratos que le
inflige, al menos de manera imaginaria:
Jai imagin que si tu nc me rpondais pas con-une je voulais, lors de notre prochaine
rencontre, je taurais mise nue quatre pattes comme une chienne. Je taurais fouaille
pendant que ta bouche maurait bu et si je nc tavais juge suffisamment humilie je
taurais pitine. Jaurais foul aux pieds ton ventre et ton den-ire tour tour sous les
clous de mes souliers dartilleur. Et meuririe je taurais empale.(Carta de tI de enero
de 1915)
Y sin embargo, nada es nuevo, puesto que ya hemos visto en su imaginacin escenas
semejantes, y an mucho ms violentas y crueles en Les Onze Mi//e Verges y en Giovanni
Moroni, entre otras muchas. Y tambin en la vida real ya haba sido dominante y excesivamente
violento en sus anteriores relaciones. En su primera aventura con Annie Playden confUnde
sexualidad, deseo y violencia. M. Adma nos cuenta como fUe aquella primera relacin:
Tour tour suppliant et mena9ant, il [allire la fois par sa fougue, celle violence
possessive qui sera toujours la sienne
Y Pascal Pia nos dice tambin que Apollinaire lavait trop vite effarouche par sa fouge.
La violencia le posee de tal manera que no puede escapar de ella y la instala en todas sus
relaciones. Pero es consciente de que algo no funciona bien en l, de que sus relaciones no son
normales, y aunque no sabe comportarse de otra manera, piensa, como en Praga, que est loco.
Hace sufrir a las mujeres, a las que trata como vctimas, pero l es una vctima a su vez, y
siempre, al final, el que ms sufre. As se lo dice a Madeleine a propsito de su relacin con
Annie:
Ten souffiis beaucoup, temoin ce pome oje me croyais mal aim, tands que ctait
moi qui aimais mal (Carta a Madeleine de 30 de julio de 1915)
M. 5. Durry nos cuenta con detalle cmo fueron algunos episodios de aquellos amores:
jeune file de Clapham refusa; Apollinaire alors indiqua froidement la falaise leurs
pieds. et lu fu comprendre quil pourrait faeilement expliquer 1accident quand on
aurait trouv le cadavre. Prise de terreur elle accepta, mais aussitt revenue au bas de
la montagne. rtracta sa parole...A Munich, o ils se trouvaient au mois davril avec la
famille N4ilhau, Apollinaire (it preuve des mmes sentiments forcens, tantt...secouant
brutalement les paules dAnnie jusqu la faire pleurer, tantt lui envoya dans sa
chambre dhtel un norme bouquet de fleurs avec des complments empresss.. .On
ma racont quun jour, rentrant dans sa chambre, y trouvant Apollinaire qui sy tait
cach, dans une armoire, elle sempara dun vase dont elle le mena9a en disant: sortez
oujappelle (Alcocis. Vol. 11. Pg. 26)
M. .1. Duny nos relata tambin un testimonio muy interesante de la propia Annie en una de las
cartas que sta escribi a un ciudadano belga, Robert Goffin, dtective fervent que le sigui la
pista hasta dar con ella en California:
11 avait raison de me dire queje nc comprenais pas un aussi trange pote. Jtais trop
rappelle surtout deux incidents qui rvlent celle volution. En tant que gouvemante
elle connut linstituteur de Bennerscheid, jeune homnie comme jI faut quoiquassez
apathique, et se trouva peu A peu allire par lu. Ds quApollinaire apprit celle antti
il se mit dans une rage folle et dfendit absolument quelle revit lAllemand, en la
mena9ant de toutes sortes de punitions si elle lu dsobissait.(Apollinaire et Am-re
P/ayden. Mercure de France, Abril 1952). (Subrayado por m).
La
contradiccin le es tpica. As lo vemos, entre otras muchas ocasiones, en la carta que escribe a
Madeleine cuando sta acaba de confesarle su amor:
Vous avez de votre esclavage une ide qui doit tre la mienne mais non la
vtre...eependant chaque fois qu labord nos gots dffreront je vous aviserai bien
que davancejadopte les vtres... (Carta deS de agosto de 1915).
Tambin, segn el momento, ve a Lou diablica, asesina o perversa: Ton esprit est sans gal, il
est lectrique et diabolique, il est capable de tuer ce quil atteint, il est prcis et saiguise en
pntrant, o llena de dulzura: Tu me calmes, tu es douce, douce et moi je me sens doux et
merveilleusement tendre.
Marie Laurencin, a la que siempre quiso y admir mucho (mon afilie de tant longtemps et
clbre aujourdhui entre toutes les femmes et dans le monde entier...imposa en partie la mode
de ces derniers ans et. ..tait arrive imposer son type de femme tout Paris et de l au monde
entier. Carta a Madeleine de 30 de julio de 1915) tampoco escap a su violencia. Como dice
M. Adma il lui faisait des scnes violentes devant leurs amis communs, gns de ces
163
cuenta que vio llorar a Marie Laurencin sur le bord du trottoir, les
pieds dans le ruisseau. Apollinaire, quand il lui proposa mariage fut requ par ces mots: Tu as
trop mauvais caractre! Ctait beaucoup dire en peu de mots.
Leurs amis mont dcrit leurs querelles piques. Un soir o il ntait pas content de la
faqon dont sa compagne avait prpar le diner, Apollinaire guie Marie. Larmes, cns,
puis les batailleurs disparaissent dans la pice voisine laissant leurs convives en plan et
reviennent rassrns (A/cools. Vol. 1. Pg. 26)
agresividad por los malos tratos injustamente recibidos, un odio contra su madre que lo humill
profundamente. Pero la fijacin en aquellos momentos fue tal que, con el fin de excitarse
sexualmente, vuelve morbosamente durante su edad adulta, en su sadismo o en su masoquismo,
a aquellas situaciones que le dolieron.
As, y sin poderlo evitar, repetir el nico modelo que conocia y, de la misma manera que su
madre proyect su agresividad sobre l, sin duda sobre una base de excitacin sexual, l la
proyectar sobre las mujeres que le inspiran deseo y desde el momento en que las considera
suyas.
En definitiva, tratar a las mujeres como hubiera tratado a su madre si el miedo no se lo hubiera
impedido. El origen, tanto de su sadismo como de su masoquismo, estar, pues, en el deseo de
liberacin de las tendencias agresivas contra su madre haciendo a otros o a s mismo, lo que le
hubiera gustado hacer a su madre si hubiera podido y repitiendo, en otras ocasiones, con las
mujeres o consigo mismo, la actitud de sumisin que tuvo con ella durante la infancia.
appartiennent dsormais la littrature; pero cuando llega la guerra ambas actitudes alcanzan
tambin la desmesura. Su imaginacin, que entonces se pervierte y se vuelve morbosa, pergea
acciones que satisfacen sus deseos de satisfacciones ilusorias, desprovistas de toda referencia
real y realizable. Gracias a la guerra, gracias a la cada de los interdictos se cree liberado de toda
restriccin limitativa y en su imaginacin y con la palabra abusa de lo que cree una vez ms su
omnipotencia. Y cuando su imaginacin ha llegado a semejantes situaciones confunde lo real y
lo imaginario y vuelve a foijar nuevos deseos cada vez ms violentos e impacientes. Y entonces
confunde todo, el amor por Lou que degrada con deseos perversos, contradictorios e
irrealizables, y su deseo de espiritualidad que le hace oscilar desde la perversin a las alturas, o
viceversa.
muchas (Tu mrites plus de svrit queje nen ai encore eu. Prends garde, Lou, prends garde,
ne me rends mchant en faisant des btises.... Carta de 16 de enero de 1915), un ataque
descontrolado y sin ningn fUndamento real. Pero es un ataque, como ya veremos a travs de
las cartas y de la reaccin de Lou (a la que pide continuamente, dado su falta de inters, que lea
sus cartas enteras), que ms que un signo de fuerza muestra su profunda debilidad. Es la
rabia de la impotencia, algo que no tiene nada que ver con a fuerza moral de una persona.
Y, lgicamente, ese ataque y esa desmesura acabarn volvindose contra l.
Con Lou, ya lo hemos visto, y lo veremos con mayor detalle al estudiar la correspondencia,
adopta en primer lugar una actitud de sadismo y de dominacin, y resurgen sus fantasas ms
profundas: la flagelacin, la sodomizacin, el empalamiento. algo similar a lo que imagin
previamente en Les Onze Mi//e Verges y que, en gran parte, tambin en las cartas permaneci en
un nivel imaginario. Es una actitud que con frecuencia suena a falso, ya que siempre fue un
juguete en manos de Lou. En efecto, el masoquismo respecto a Lou coexisti desde el primer
momento con las actitudes de mayor sadismo, hasta que al final fue la nica manera de
En lo que se refiere al sadismo, las reacciones de ataque y de violencia son tan variadas y tan
sorprendentes que tendr que estudiarlas con mucho ms detalle en los siguientes captulos
dedicados a las cartas a Lou y a Madeleine. Pero valga ahora simplemente, como una idea
general, que en esos momentos, y, sobre todo en las cartas a Lou, vuelven a surgir las
Pero con Madeleine la cuestin se plantea de manera diferente a las otras mujeres. A la tensin
de la guerra se aaden el despecho y la rabia que producen en Guillaume el abandono y la
indiferencia de su adorada Lou. La relacin con Madeleine nace, pues, contaminada de una
rabia con la que ella no tiene nada que ver, ya que desde que comienza la correspondencia el
poeta est lleno de tensiones negativas y su energa descontrolada y cargada de deseos
contradictorios necesita una descarga. En esas condiciones, y atormentado por la violencia de la
guerra, la energa no puede ser constructiva, sino que moviliza su fuerza destructiva, por eso le
vemos a travs de las cartas en un estado de excitacin, en una situacin de irritabilidad que
paga a la menor ocasin con Madeleine, que no comprende muy bien quien es su novio y que
sus debilidades y sus angustias de muerte, o le pide proteccin... pero, al menos en la primera
parte de la correspondencia, se erige en un maite que goza de todas las prerrogativas. En la
imaginacin de Guillaume Madeleine ser una vctima inocente y sagrada cuya sangre ser
derramada; una vctima a la que transfiere su violencia y sus miedos. Pero, al final siempre ser
el perdedor, porque tarde o temprano proyectar su terrible violencia contra s mismo.
Ya lo hemos visto: tanto el masoquismo como el sadismo tienen su origen en los problemas que
Guillaume vivi en su primera infancia, en los malos tratos recibidos. Y cuando en la edad
adulta cae en un marasmo masoquista se castiga, se humifla y se hace sufrir de manera regresiva
para repetir las situaciones infantiles que, aunque le dolieron, le excitaron enormemente.
Cuando llega la guerra, la excitacin tiene una importancia extraordinaria para Guillaume, ya
que as trata de superar la angustia. Y cuando no la consigue con una sexualidad violenta, como
ocurre cuando Lou ya no le da pie para ello y an no ha alcanzado la plenitud con Madeleine,
recurre a una excitacin negativa, tan irracional como el sadismo, humillndose ante Lou o su
amante. Pero de todas formas, probablemente porque de alguna manera Lou le recordaba a su
madre, desde el comienzo de la correspondencia se somete lamentablemente a ella, se convierte
en su objeto y alterna las reacciones de sadismo con las de masoquismo, hasta que, al final,
Y el 29 de marzo, cuando Lou no quiere ir a visitarle a Nimes porque slo le interesa su amante
Y as continuar a partir de ese momento. A pesar de que la vida en el frente es muy penosa, y a
pesar de que a ella slo le interesa su amante Toutou, Guillaume se las arreglar para privarse de
la comida o de cualquier cosa con tal de mandarle todo el dinero posible. Le deja su
apartamento de Pars, aunque ella lo utilice para dar fiestas para otros hombres, aunque corra el
riesgo de que lo pongan en la calle, como veremos en la correspondencia. Coloca sus penos en
casa de su madre y slo piensa en hacer cualquier tipo de sacrificios por ella, como escribe el 8
de abril de 1915, una vez que sabe definitivamente que ella no vendr nunca a Nimes a visitarle:
168
Lou, quels sacritices faut-il encore faire pour que tu ajes pour mol des sentiments qui
soient pas tout fait, mais presque ceux que tu as pour Toutoui>
Se recrea en el dolor y en la humillacin por ella, pero adems la necesitaba para excitarse, para
no caer en la depresin, por lo que estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para conservarla.
Guillaume hubiera hecho cualquier cosa por Lou, ya que ella era la ms delirante droga que
haba conseguido para sobrevivir en tiempo de guerra; por eso se humillaba a ella an ms de lo
necesario; aunque, naturalmente, como es tpico en los masoquistas, tambin la agreda y la
provocaba para intentar conseguir un poco de su atrencin, aunque fuera negativa, y para liberar
la rabia. Porque en estados de resignacin, que siempre es a la vez sumisa y rebelde, el
contraste angustioso, en vez de desaparecer subsiste bajo la forma de rencores y de rabias. As,
en ocasiones las cartas provocativas son impresionantes...aunque en la siguiente carta caiga en
una humillacin todava ms baja. En agosto de 1915 se compromete con Madeleine y empieza
a dirigirle cartas de exaltada sexualidad, pero no por eso deja de escribir a Toutou y deja de
reconocer que es mucho mejor que l... pero ya veremos todo esto al estudiarla
correspondencia.
169
imaginacin da a las circunstancias una valoracin falsa. Y esto es lo que sucede con frecuencia
en Apollinaire, que convierte el miedo que puede provocar un acontecimiento concreto en una
angustia profunda y aterradora mediante las imgenes de horror que recupera de su psiquismo,
de su desorientacin afectiva, y que arrastra sin poder liberarse de ellas a travs de toda su vida.
Pero la verdadera causa de sus angustias no est tanto en los sufrimientos de su infancia como
en el hecho de que su razonamiento, en vez de ser maduro y lgico, permanece infantil, por lo
que las regresiones infantiles son tan frecuentes y deforman el miedo de un momento en un
obstculo insuperable, desmesurado a los ojos del nio que an vive en l.
En las cartas a Madeleine, sobre todo a partir del momento en que se comprometen y decae la
correspondencia con Lou, vemos como el poeta oscila entre imgenes excesivas de cada, de
terror y de muerte, que esencialmente l mismo crea o deforma con sus fantasmas, y otras,
tambin excesivas, de sexualidad, con las que intenta compensaras; pero los dos tipos de
imgenes tienen la misma raz: su proflmda angustia, que nunca, a pesar de todos sus intentos,
podr llegar a suprimir, sobre todo porque su imaginacin se encargar de hacerla desmesurada,
aterradora e insensata, hasta que de lugar a su destruccin progresiva.
Durante la guerra, Apollinaire se complace en combinar todas las imgenes posibles, las reales y
las que l mismo imagina, sobre la realidad angustiosa. Y as exalta no slo el deseo que excita
sus imgenes sexuales, sino tambin la propia angustia, ya que, como he dicho, la angustia que
sufre durante la guerra es el producto de una representacin imaginaria del miedo que no
resiente tanto como un peligro presente que como una amenaza que est en el pasado yen el
futuro:
Ce qui y tombe et qul vit cest une sorte dtres laids qui
me font mal et qui viennentje ne sais o
Oui je crois quils viennent de la vie dune sorte de vie
qui est dans lavenir dans lavenir brut quon na pu
encore cultiver ou lever ou humaniser (Plainte. Enviado a NLadeleine el 8 de
octubre de 1915)
De esta manera, su imaginacin que trabaja convulsivamente hace cada vez ms grande el
contraste con la realidad y prev peligros que ya le atormentaron en su primera juventud. Esto
es lo que sucede cuando escribe el poema La Tranche, en el que vuelve a ver a una mujer
malfica que le atrae sexualmente, pero que irremediablemente le destruir, le conducir a la
muerte. Son las mismas imgenes que vimos en L Enchanteur Pourrissant, escrito en su primera
juventud, son las imgenes que describe en la historia de la enfermera polaca algunos aos ms
tarde, y son las que vuelven ahora, en su madurez, a atormentarle en cuanto la guerra arreca.
Esa mujer terrorfica slo existe en su imaginacin, o slo permanece viva en su imaginacin,
ya que en ese momento ni siquiera su madre puede hacerle ningn dao; pero l s es capaz de
volver a aterrorizarse reproduciendo aquellas imgenes que le obsesionaban ya desde su
infancia.
La causa de la angustia, en este caso esta mujer malfica, est mucho ms en si mismo que en la
realidad que le rodea. Pero la realidad exterior, los horrores de la guerra, tienen tambin su
importancia: dan a su imaginacin la oportunidadde volver a resucitar las viejas imgenes de
muerte y de tristeza que ya existan en l. Pero, como ya he dicho, lo esencial no es lo que le
sucede durante la guerra, sino su manera, individualmente caracterizada, de reaccionar y de
motivar las reacciones. Y su manera de reaccionar est esencialmente conectada con las
imgenes obsesivas que surgieron anteriormente, ya que Guillaume no vive en el momento
presente, sino en otro momento que ya no existe o que an no existe, pero que imagina terrible y
pavoroso, es decir un momento imaginario en el que, al fin, esta mujer se har real y lo
destruira.
171
objetos o los lugares en los que se desenvuelve normalmente adquieren de pronto un aspecto
terrorfico, un aspecto de muerte, mediante la magia de su imaginacin:
On voit gauche et A droite fuir Ihumide couloir dsert
Oit meurt tendue une pelle la face effrayante A deux
yeux rglementaires
Qui servent A tattacher sous les caissons
Un rat sy avance en bAte et se recule en bAte
Son pasillos obscuros, hmedos y peligrosos, que parecen evocar una vagina femenina.. los
mismos que vea Zola en muchos de sus escritos, y, entre otros, en Thrse Raquin; el mismo
color blanchtre que Zola tambin describa, aunque para l con ms frecuencia fue
jauntre... Pero todo responde al mismo principio: a una imaginacin descontrolada y
desorientada que ve las mismas imgenes terrorficas por todas partes.
Y de la misma manera que en los momentos de exaltacin vea espectculos fascinantes en las
alturas, en los momentos de melancola toda la simbolizacin desciende a regiones subterrneas,
donde en sus fantasas habitan los espritus malignos, todo cae y, sin poderlo evitar vuelve a
caer l tambin debajo de la tierra, como ocurra en L Enchanteur Pourrissant:
Moi jai ce soir une Ame qui sest creuse qui est vide
On dirait quon y tombe sans cesse et sans touver de fond
Et quil ny a den pour se racerocher... (Plainte)
Durante la correspondencia con Madeleine, sobre todo a medida que la guerra se hace ms
terrible y a medida que Guillaume se confia ms a ella, se suceden los poemas de descenso y de
172
muerte, las imgenes de angustia que l exalta hacia abajo, hasta llegar el espanto. Y cuando
escribe este tipo de poemas crea un momento de angustia en el lector, como debi crear en
Madeleine, un momento de espera, hasta que despus puede encontrar una reaccin suficiente
en la excitacin, en la sexualidad exaltada. Pero incluso describiendo ese miedo primitivo, ese
estado de terror o de vaco psquico en que se encuentra en esos momentos, Apollinaire es
genial, puesto que nos transmite de manera extraordinaria la angustia que siente, y las imgenes
siniestras nos llegan una tras otras en los poemas con la misma intensidad que vimos antes en
las imgenes de euforia y de belleza.
imgenes siniestras recuperadas de su pasado, o con los miedos inciertos del futuro, fue
intensisima y real.
vivir ni e] entusiasmo a causa de los horrores de la guerra. Los pierde nicamente a causa de s
mismo, de sus fantasmas, de su angustia y de su imaginacin, con la que se exalta hasta el
paroxismo con el fin de compensar sus antiguos y profundos miedos. Una exaltacin que poco
a poco se convierte en una droga y que necesariamente cuando pasen los efectos le har caer,
an ms que nunca, en la apata, en el descorazonamiento y en el abandono...
Apollinaire vive todas las manifestaciones de su existencia en el exceso, un exceso que puede
ser en la exaltacin y que le conduce entonces a la violencia, a la furia o a la ms estentrea
euforia o alegra, o que puede ser hacia abajo, llevndole entonces con la misma intensidad a la
depresin, a la cada en el pnico o a la angustia. Pero el exceso es el motor de su vida, es esa
fuerza extraa que mientras est controlada hace de l un fascinante poeta y un ser humano de
Es indudable que en esta poca la inspiracin decae con relacin al periodo de Alcools, pero es
un momento privilegiado para conocer al hombre que haba en el poeta, as como sus fantasas,
174
sus miedos y sus angustias que se desencadenaron de tal manera durante la guerra que le
hicieron perder hasta la genialidad de su inspiracion.
hubiera mantenido en los exclusivos lmites de la razn. Despus, al llegar la guerra, cualquier
mesura en sus reacciones desaparece, con to que, como he dicho, la razn se conbride con la
imaginacin hasta desintegrar su capacidad de actuacin lgica y entonces sus escritos pierden
tambin la armona interna que los hace tan esplndidos.
De todas formas, Apollinaire es el poeta del exceso, un exceso que le har fascinante o
chocante, pero que al final ser como un fuego destructorque llegar a matarle. Porque llega un
momento en que se tiene que acabar la fiesta y el coloso que ha aguantado el peso abrumante de
una exaltacin agotadora se derrumba y con el mismo frenes que produce el alcohol, con la
misma intensidad que ha alcanzado el delirio, se desmorona y se aniquila, sobre todo cuando se
culpabiliza. Exactamente igual como nos cuenta en Les Onze Mi/le Verges la historia de Mony,
que vive en el exceso, en la osada y en la transgresin de interdictos sagrados, pero que al final
le juzga y le condena a la muerte ms cruel.
Ma vie de pote est une des plus singulires sans doute, mais le destin ma entour de
tant de troubles qui me plaisent infiniment aprs tout queje suis une des plus grandes
jojes de lhumanit (Carta de 30 dejulio de 1915)
Pero cuando cae, cuando se deja atrapar por las imgenes de muerte y de descenso es el soldado
que contempla angustiado la desolacin de la guerra:
Plaines, dsolation enfer des mouches. Fuses le ved le
blanc le rouge
O plaine
Y en lo que se refiere a su salud, sus contrastes, sus altos y sus bajos no podan ser diferentes.
Tambin su salud depende de su imaginacin, de sus fantasmas, de su exaltacin o de sus
176
cadas. As, cuando est eufrico, alienado y excitado por una nueva aventura, cuando le parece
sentir la caricia calurosa del amor, cuando se siente protegido por una mujer, como ocurre con
Madeleine (Je suis tout dsempar quand je nai pas de tes lettres) o cuando sepuede liberar
en otra persona de su agresividad, tiene una salud excesiva, exuberante, casi sobrehumana, que
le permite hacer frente riendo a las situaciones ms penosas de la guerra, que le permite cantar a
la guerra y proclamar, al menos cara al pblico, el entusiasmo que las batallas le producen. Pero
otras veces, cuando sufre una emocin que le conmueve, cuando est deprimido y no llega a
compensar la depresin exaltndose an ms, cuando algo falla, cuando tiene una sensacin de
falta de valor o se siente culpable, vuelven el miedo y la inseguridad y entonces se castiga
entrando en una pendiente de autodestruccin que de las gripes o clicos puede llevarle durante
la guerra de un masoquismo moral, a las pulsiones de muerte. Entonces todo le conducir a ser
herido en la batalla o incluso a la muerte. Su salud, como la euforia, no tiene nada que ver con
los horrores de la guerra; as, cuando est en el frente de batalla, en medio de las penalidades y
de las privaciones escribe a Madeleine:
Je ne suis pas fatigu en ce moment. le me porte trs bien...Je nai pas t malheureux
dans cette guerre. ne mimaginez pas triste, je ns sans cesse et suis bien connu pour
cela dans ma batterie ou ma sant deferjusquici et une bonne humeur que ren ne peut
rompre que le manque de lettres de ma Madeleine, mont fait une sorte de popularit
(Carta de 3 de agosto de 1915) (Subrayado por m).
Una sant defer, y tambin, como en el caso de la euforia, una buena dosis de exhibicin...
Pero cmo l mismo dice muy bien no son los horrores de la guerra lo que le puede hacer
enfermar, sino la falta de un objeto sexual, les lettres de ma Madeleine, con el que poder
exaltarse. Su salud no depende de la situacin exterior, sino una vez ms de sus miedos, de sus
angustias y de su estado de nimo. As se lo dice tambin a Madeleine con una lucidez
extraordinaria al principio de su relacion:
Toutefois petite fe, nayez froid dans le dos...je ne souffre pas. En ralit je mamuse
beaucoup. Ou plutt cest indfinissable...je nen sais ren, mais vos lettes me rendent
joyeux A lextrme...il ny a que les absences qui me fassent de la peine...Et puis cela
dpend tellement des jours...maisje nai nullement souffert de langoisse du
danger...Aujourdhui mme ce matinjai t arros par les baIles, littralement
arros...cest la premire fois que cela marrivait etje nai mme pas eu une petite
motion...et cependant il mest arriv souvent A Pars me sentant seul, dans mon
cabinet de tavail davoir peur de cette solitude le soir (Carta de 25 de mayo de 1915)
177
Pero cuando a primeros de enero de 1916 vuelve de OrAn, vuelve completamente desilusionado
de Madeleine. Y aunque sigue confiando en ella ya no puede verla como un objeto de
exaltacin sexual. Madeleine se ha vuelto demasiado real y ya no corresponde a la mujer que l
haba inventado para superar la angustia durante la guerra; ya no puede exaltar a un poeta que
pide un exceso que no tiene nada que ver con su novia oficial. La devocin y el amor reales que
ella le ofrece no bastan para colmar su imaginacin y sus fantasias desmesuradas.
Y aunque las condiciones de la guerra son las mismas que hemos visto en el periodo
inmediatamente anterior, el hecho de que Madeleine ya no le interese le produce un bloqueo,
una desilusin, un estado de empobrecimiento psicolgico que se traducir en una alteracin de
sus emociones, de sus tendencias y, naturalmente, de su salud. Ya no tiene nada que le
estimule, y entonces la inestabilidad que esa situacin le produce y cierto sentimiento de
culpabilidad, hacen caer toda su energa negativa en su organismo producindole problemas
somticos generalizados y difusos que dan lugar inmediatamente a un estado de resfriados,
toses, etc., algo que no haba conocido hasta entonces en medio de las mayores penalidades de
la guerra.
A partir de ese momento, sin un objeto sexual que le exalte, se deja caer en un masoquismo
moral que le conduce al abandono y a la apata. Entonces se acaban los impulsos de vida e
incluso la violencia y la sexualidad.
Su salud decae, pero los cambios fisicos slo son una manifestacin de su transformacin
esencial que concierne su vida psquica, sin que en ello tengan nada que ver ni los horrores de la
guerra, ni el fro, ni ningn fenmeno exterior a l mismo. Pero ya lo veremos con detalle ms
adelante.
Le jeu de langoisse est toujours le mme: la plus grande angoisse, langoisse jusqu
la mort, est ce que les hommes dsirent, pour trouver A la fin, par del la mort, et la
Y esto es precisamente lo que sucede con Apollinaire, que cuando es herido en el fondo siente
un alivio, ya que imaginaba, como he dicho antes, que el precio para superar la angustia sera
an mayor: una terrible mutilacin, un doloroso derramamiento de sangre que acabara
lentamente con su vida... Sin embargo ni an con la herida acabar la angustia, y Apollinaire, en
su bsqueda para superarla, no cejar hasta que prematuramente le llegue la muerte.
En los siguientes captulos voy a estudiar de qu manera se producen estas diferentes reacciones
en Apollinaire durante la guerra, cmo en algunos momentos llega al paroxismo y provoca
crisis en las que parece que pierde la razn...aunque todas las reacciones se superponen y
Guillaume oscila de una a otra sin transicin, para cambiar despus a una nueva aparentemente
distinta, aunque todas proceden de una misma fuente: de su angustia.
Comenzar con el estudio de las cartas a Lou, que presentan un inters extraordinario para el
conocimiento del poeta.
179
III.
CARTAS A LOU
Ya hemos visto la situacin en que Apollinaire llega a Niza a primeros de septiembre de 1914,
es decir, un mes despus de la declaracin de la guerra: confuso y asustado por su condicin de
extranjero y a merced de la caridad de Sigler-Pascal que le ha prometido alojamiento y comida.
En esas circunstancias vuelven a aparecer sus viejas angustias, y el poeta intenta escapar de ellas
alienndose de nuevo en una atmsfera irreal; por eso vuelve a las drogas. Y va a alienarse
como si se tratara de un desafio: riendo, mostrndose eufrico y haciendo amigos por todas
panes. As, como ya he dicho, escribe a su amigo Serge Erat el 4 de enero de 1915:
Fait vite
Fumerie,
Un desafio ficticio e ineficaz que slo muestra una vez ms la angustia de Guillaume en estos
momentos. Necesita entonces ms que nunca une eau de vie, un alcohol, una droga... o la
sexualidad excesiva, es decir, alguna forma de huida y de transgresin. As pretende calmar la
angustia y protegerse contra la locura y contra la muerte. Pero la guerra, mucho antes que sta
del 14 se declarase, estaba ya asociada en su imaginacin a la necesidad de la alienacin en la
bebida y en la sexualidad desmesurada. As lo vemos en Les Onze Mille Verges:
Dans cette yute cosmopolite, fort loigne des ralits de la guerre, une frnsie de
jouissance rgne partout. Apol!inaire retrouve des amis, Robert Mortier et sa femme
Jane. rchipenko, Cremnitz. Tobeen, et fait vite de nouvelles connaissances. Son dsir
de sengager devient moins vil, jI recommence user de lopium...mais ces plaisirs
engendrent parfois la tristesse; sa pense. son cerur, sont vids (Apollinaire. Pg. 254)
La contradiccin que resulta entre la necesidad del opio y el desafio eufrico salta a la vista el
paraso del que habla Guillaume slo es artificial y lo nico que pretende es deformar una
realidad ms dolorosa que permanece subyacente; pero el poeta interioriza la contradiccin e
intenta liberarse de ella con esfuerzos grotescos y vanos para poder mostrarse al exterior
exaltado y riendo, perdido en esa jouissance de la que habla M. Adma; pero esa alegra es
slo mecnica, representativa, y aunque piensa que le pertenece, slo es el resultado de su
profunda angustia. Pero al final no engaa a nadie con su apariencia de euforia, ni siquiera a
uno de sus mejores amigos, Andr Rouveyre, que ve [a situacin de la siguiente manera:
Au cours de cette priode ni9oise, ce fut en grande partie lopium qui le fit sattarder
dune manire languide, rver, respirer, ruminer son vcru et sa peine, dans une patience
subie, plutt que consentie. Cela tandis que sa dcision, sa verdeur, sa vigueur
accoutume se trouvaient annules. Non seulement il y manqua sa proie, mais II en
devint la chose. II nc sut pas modrer la mlancolie progressive et renferme quil en a
con9ut, durant les journes qul succdaient aux satisfactions imaginaires, invertbres,
vanescentes des veilles nocturnes, aux langueurs paviaces.
II y subit un
affaiblissement qui secondait alors effectivement lamour dans la dfection et la
dsaifection de soi quil apporte dj, de lul-mme... (A. R. Apollinaire Gallimard
Pero muy pronto, y precisamente fumando opio en casa de Borie, va a encontrar algo mucho
ms adecuado para exaltarse hasta el paroxismo, Lou. Claude Debo& dice a propsito de lo
que signific para el poeta el encuentro con Lou:
89.
182
temps. tout sens dehors, sur fond de guerre: almer, quand les arnres meurent. La vie
remplit les prornesses de limagination: lexaltation des sensa possibilit dun
rotisme sadique, largement voqu dans Les Onze Mille Verges.
Lou le exalta, le excita, le enloquece ms que cualquier otra droga durante la guerra. Por eso le
escribe el da de Navidad de 1914 Tu es un instrument de musique. Les airs que tu sonnes
menivrent. Y eso es precisamente lo que Guillaume pretende: la exaltacin que le permita
escapar de la realidad para perderse en sus fantasas. As escriba ya en Zone, como hemos
visto:
Et tu bois cet alcool brfilant comme ta vie
nuevo opio que le aliene de manera excitante. Por eso, en cuanto la conoce la conviene en el
objeto de sus deseos, en una nueva droga con la que poder resistir las tensiones y los miedos que
le produce la guerra.
correspondencia apasionadas y violentas que conocern toda clase de altos y de bajos; pero Lou
hechizar de tal manera a Guillaume que mientras parece interesada por l no se decide a
enrolarse. As lo cuenta el propio poeta a Serge Frat:
Jai connu alors 1adore, j ai souffert un mois et demi, pass conseil de rvision, pris,
puis bonheur fou, nc pouvant plus me dcide signer lengagement.
183
Pero Lou es voluble y unas veces se da y otras le rechaza. M. J. Durry nos da una idea de las
tensiones en que vivieron la relacin:
dominacin de Guillaume con una evidencia que slo haba mostrado antes en sus obras
clandestinas.
Nimes, aunque l haba hecho toda clase de planes para recibirla.., pero ella prefiere irjunto a su
amante Toutou. Apollinaire se propone entonces, sobre todo tras un breve encuentro el 29 de
marzo en Marsella, continuar una correspondencia amistosa, con mutuas confidencias
erticas, pero muy pronto sus canas volvern a ser apasionadas y desesperadas, especialmente
cuando a primeros de abril. despechado, sale para el frente de Champagne. A partir de entonces,
cuando Lou se aleja cada vez ms de l, empieza a escribir simultneamente a Madeleine Pags,
una joven a la que habla conocido el primero de enero de ese ao en el tren que le llevaba de
Niza a Marsella. Pascal Pa dice a propsito de este periodo de la correspondencia:
Ayant revu Lou Marseille la fin du moi de mars 1915, le pauvre Apollinaire, qui
allait partir pour le ftont, avait assez nettement rabrou pour navoir plus qu se
rsigner la rupture quon lul signifiait. Sil continua maigr cela de penser Lou
durant plusieurs mois, ce ft dsormais sans illusion, et surtout pour se repaitre
dimages voluptueuses, alors quil accomplissait sa tche maussade de brigadier
dartiflerie dans des secteurs bombards do oute prsence fminine tait barmie. La
plupart des pomes quen 1915 Lou a inspirs Apollinaire, sils ressortissent la
posie rotique, nc sont ns cependant ni de lamour ni mme de la dbauche, mais de
la continenceforce. A la diffrence de ceux qui avaient chant Annie puis Marie, lIs
nexpriment aucune passion profonde, mais trahissent sirnpternent un besoin
physique, et cest ce qui explique quen dpit de leur charme jis soient la fois plus
brlants et plus faibles que les pomes damour dautrefois runis dans Alcools. Les
184
pices de Calligrammnes que Lou peut revendiquer nc slvent gure au-dessus des
souvenirs dalcve ( Apollinaire par lui-rnnze. CoL Ecrivains de toujours. Seuil.
1954) (Subrayado por m)
Pero yo no puedo compartir esta opinin. Los sentimientos de Apollinaire por Lou, ya lo
veremos a medida que avance este estudio, son mucho ms profundos, ms contradictorios y
ms desesperantes que los que puede provocar nicamente una continencia forzosa.
Son
sentimientos en su mayora irracionales que estn conectados con su inconsciente, con las
imgenes obsesivas y violentas que hemos visto en el primer capitulo, por lo que provocarn en
l regresiones infantiles de una importancia extraordinaria para su conocimiento. Cuando Lou
le defrauda, cuando sc aleja de l, es evidente que la correspondencia sigue teniendo una base de
necesidad de excitacin sexual, pero no expresa slo un besoin physique, sino una necesidad
de aferrarse a la sexualidad para escapar a las imgenes depresivas y descendentes que el poeta
ya tena dentro de l y que la guerra va a resucitar y a exacerbar. En este periodo, la
correspondencia busca desesperadamente una fuente de excitacin, pero tambin aparecen en
ella otros muchos aspectos que no habamos visto hasta ese momento con tanta intensidad: por
ejemplo, la identificacin de Lou en la imaginacin del poeta con las mujeres malficas que ya
haban aparecido en obras literarias anteriores. Y no podemos olvidar que simultneamente
contina el amor, un amor que a los ojos de su amigo Andr Rouveyre fue el ms grande que
tuvo el poeta:
Cet amour de Lou avait t beaucoup plus important que je ne lavais cm jusque-l...
Eut-il jamais quelquautre moment de sa vie oit il aurait eu montrer un battement de
cceur plus vigoureux et aussi fermement soutenu, un dbat de lAme aussi exceptionnel
et aussi touchant dans sa gnrosit et dans son dpouillement...Certainement non. Et il
faut louer maintenant ce grand malheur qui le frappait si durement, puisquil le fit se
connaitre, sexercer, sabimer, se redresser dans taute sa nature affectueuse et dironie, et
mettre A lceuvre ses meilleures ressources de sensibilit et daplomb; et ici jusque dans
un passage aux alarmes moraJes touchant aux transes, et aux atteintes physiques ayant
avoisin, de son aveu, les plus inquitantes issues (O.c. Pg. 166)
Y Rouveyre cita en apoyo de este amor tan emocionado que ve en Guillaume hacia Lou algunas
frases que recoge de la correspondencia del poeta:
Des nouveiles...je vous en supplie faltes vite car je tomberai malade de rester dans
celle angoisse et dans cette incertitude
de tcris ces dioses, paree que je sais bien que tu ten fous pas mal, saris quol je les
aural dissimules pour nc pas teffrayer...cest toi que je les cris, je nc sais pas
pourquoi, par une dernire faiblesse, nayant pu vaincre encore ma tendresse
186
Tambin para Claude Debon Lou fue un gran amor en la vida de Guillaume:
Apollinaire clbre pour la premire fois le bonheur daimer. Non quil nait jamais
encore connu ce bonheur. Mais le mouvement de son inspiration le porte ncrire des
pomes amoureux que lorsque le sentiment est mourant ou mort. [ci, au contraire,
lexaltation de lcriture accompagne lexaltation amoureuse
En todo caso, los sentimientos que le inspir fueron sentimientos entremezclados de tensin, de
sadismo, de exaltacin, de elevacin, de tristeza y dc amor... todo ello junto a una provocacin
sorprendente que vemos por primera vez en esos momentos y junto a actos de masoquismo
imprevisibles.., actitudes muy interesantes que representarn una fuente extraordinaria para
conocer an ms profundamente el psiquismo y las fantasas obsesivas del poeta.
Lou,
precisamente por sus extravagancias, por sus aventuras sexuales y tambin porque le recuerda a
su madre, ser la ms querida, pero al mismo tiempo le har descender ms que ninguna otra
mujer a la profundidad de sus fantasas inconscientes y provocar en l un marasmo masoquista
que slo encuentra equivalente en las obras imaginarias. Le har volver hacia atrs, hacia los
momentos dolorosos, pero terriblemente excitantes de los deseos prohibidos.
En lo que se refiere a la pasin profunda que le inspiran Marie Laurencin y Annie Playden,
segn Pascal Pia, y el tipo de pasin desesperada que es ms bien exaltacin y alienacin que
-
O.
c. Ng. 129.
187
La correspondencia con Lou decae poco a poco a partir del mes de junio de 1915, a medida
que ella se aleja progresivamente y que las cartas a Madeleine adquieren mayor tensin y
excitacin, lo que no quiere decir que no encontremos en ese momento poemas y caflas de un
contenido interesantsimo dedicados a Lou.
las trincheras es muy penosa, las cartas se hacen cada vez ms espaciadas, sobre todo porque
Lou se desinteresa totalmente de l y la correspondencia con Madeleine intenssima y est
llena de las imgenes de sexualidad y de muerte que hemos visto en el captulo anterior.
Y al volver de Orn, a primeros de enero de 1916, cuando ha perdido todas las ilusiones,
detalle en los siguientes captulos, que ni los horrores de la guerra ni la continencia forzosa
condicionan de manera esencial las reacciones de Apollinaire durante la guerra, sino que lo que
le har perder las ilusiones y la alegra de vivir sern sus viejos fantasmas interiores, que l
deforma, aumenta o desorbita en funcin de sus angustias y de sus miedos.. as como la
bsqueda de una compensacin en una sexualidad excesiva que funcionar como una droga, sin
que exista en sus relaciones amorosas una base de equilibrio y de coherencia.
Pero es indudable que si comienza una relacin con Lou es porque en aquellos momentos de
inseguridad tras la declaracin de la guerra es la que ms le puede excitar; ella ser la mejor de
las drogas para escapar a los terrores del momento y a los que desde su inconsciente aade el
poeta. Ya hemos visto en el captulo anterior la importancia que tiene la sexualidad para
Apollinaire durante la guerra. En esos momentos de crisis, de aislamiento personal, cuando
llega el temor a la muerte y el dolor, busca irremediablemente un consuelo en la sexualidad, y
dada su profunda angustia y la trayectoria violenta de su vida, esta sexualidad slo puede ser
violenta y desmesurada.
188
Ya hemos visto tambin cmo desde siempre la guerra estaba asociada en su imaginacin a una
sexualidad sin inhibiciones, sin ninguna clase de limites ni interdictos. En Les Onze Mille
Verges
Lou era exactamente la mujer que Apollinaire necesitaba en aquellos momentos, ya que era la
que poda procurarle la mejor forma de alienacin: la exaltacin y el deseo violento. Y Lou
poda suscitar en l ese deseo y hacer despertar de nuevo las fantasas que ya haba imaginado
en sus obras clandestinas, no a causa de sus cualidades, sino precisamente a causa de su
personalidad voluble, que la haca poco digna de confianza, de sus ambivalencias y de sus
defectos, que eran muy similares a los suyos.. .sin olvidar el prestigio que tenia a sus ojos como
persona noble y las circunstancias en las que la conocio:
189
A la fumerie, Lou adorait Guillaume. Hors de lA, elle prouvait pour sa personne
plutt une sorte daversion. Bien entendu, elle subissait son ravissant prestige, mais un
peu comme un enfant contemple un feu dartifice, et renogant top sapprocher de la
carcasse pyrotechnique. Apollinaire sen rendait compte et en souffrait. Tributaire A
lopium de lamour surpris, noctume, et passager quon lui donnait, II savait aussi quil
nexistait plus aprs la droguerie... En fait, lopium les mettait dans une ouate, dans un
brouillard que seuls quelques lans de rintgration de soi parvenaient A percer un peu
pendant le jour, eL plutt att grand air (AR. Oc. Pg 144).
y esta imagen de Lou como mujer vinculada a la droga y a las cosas exotricas y prohibidas,
permanecer en Guillaume para siempre. As le escribe el 24 de abril de 1915 desde el frente de
batalla cuando ella est en su piso de Paris:
Se suis bien content que ~atamuse dtre chez moi. Si je ty revois, je tinitierai bien
des choses tanges, raffmes, uniques, dont tu nas pas ide avec tout ton esprit et dont
je nai pas encore parl avec toi, car u faut pour cela des esprits royaux et qui
sentendent et se comprennent en tout, pour tout et malgr tout. Et tu sauras bien des
mgmes, ton espnt slargira...
Algo que nunca hubiera dicho a una mujer como Madeleine. Pero a Lou la ve viciosa y
aventurera, lo que tiene mucha importancia, porque le recuerda a otra mujer que le fascinaba y
que tambin lo era: su madre.
b) adems estn en guerra, y en esos momentos desaparecen todos los interdictos: as puede
entregarse con ella a una sexualidad sin lmites, a una sexualidad violenta, que ya por el hecho
de ser violenta, como dice Ren Grard, ser impura.
c) Y algo muy importante: Lou tuvo una infancia similar a la del poeta (e incluso a la de su
madre), como explica A. Rouveyre con todo detalle en la obra citada:
Se savais quelle avait eu une enfance trs opprime, trs amre. Dans celle folie A
vivre oit je la voyais emporte, je reeonnaissais linvitable et significative raction
190
contre ces prliminaires. Cloitre ds ses quatre ans, et jusqu sept, diez les dames de
Sant-Maur, Vesoul, elle iMt place en suite chez les Dominicaines A Dijon; instruite
et tenue lA jusqu son mariage A 17 ans. Dune part, je suppose quelle devait tre une
file dissipe, capricieuse et difficile A ralentir. de lautre jai su que lon tenait
beaucoup A garder une telle demoiselle de son rang, et que Fon supportat ses
incartades, qul, ds lors, ne pouvaient gure prendre le chemin de se modrer.
Toujours elle avait t une enfan trs malheureuse. Ses vacances mme, elle les avait
passes enferme A cI dans sa chambre, pour la grande partie. La svrit de sa mre
tait grande, et allait jusquaux punitions corporelles (A. Rouveyre. Oc. Pg. 116)
Y por haber tenido experiencias semejantes, todo les dispona a encontrarse, todo les dispona a
vivir una pasin intensa y, especialmente, todo dispona a Guillaume a caer inevitablemente en
sus brazos.
sexuales : los dos haban sufrido durante la infancia castigos fisicos, lo que, sin duda, dio lugar
tambin en Lou a una tendencia a excitarse con los azotes y con los sufrimientos corporales.
Las relaciones de Lou con su madre, ya lo vemos en las declaraciones de Rouveyre, nunca
fueron buenas, por lo que al principio de la guerra se encontraba en Niza, como Apollinaire, sin
recursos y hospedada en casa de una prima, como cuenta Michel Dcaudin:
Au dbut de la guerre, Lou tait A Nice, sans ressources ou presque, la suite dun
litige avec sa mre A propos de lhritage paternel, sil faut en croire Andr Rouveyre.
Elle tait hberge par sa cousine dans la luxueuse villa Baratier de Saint-Jean-CapFerrat (Prlogo a las cartas a Lou. Gallimard 1969)
M. Boisson dice que ms tarde Lou gan en casacin el proceso contra su madre gracias a su
abogado Paul-Boncour, lo que sin duda contribuy a darle ms seguridad y confianza en la vida.
Pero es indudable que en aquellos momentos de la declaracin de la guerra la falta de dinero
debi contribuir a hacerla an ms desgraciada. Guillaume conoca bien estos problemas, ya que
en la carta de 17 de enero de 1915, le pregunta cmo van los asuntos con su madre: Comment
vont tes affaires avec ta mre?. Lou llega pues a la guerra igual que Guillaume, sin un bagaje
de seguridad familiar, por lo que no es de extraar que con tantos conflictos, y adems con la
amenaza de la guerra, intentara alienarse tambin con la sexualidad y con las drogas.
d) Es evidente que Lou le recuerda en muchos sentidos a s mismo. Pero, al mismo tiempo,
tiene algo extrao que le recuerda a su madre. Y se la recuerda inmediatamente, apenas la
conoce. Por eso le escribe el 3 de octubre de 1914:
Vous mtes aprs tout familire; il me semble que je vous ai toujours connue,
toujours aime et queje nai jamais pu amer que vous, queje nai aim que vous et que
je nen airnerai jamais dautre.
Y en la imaginacin exaltada de Guillaume esta mujer apasionada y de familia noble es en
muchos sentidos como su madre. Y aunque le hace sufrir, le fascinan sus contradicciones, su
falta de cdigos en el amor, la ambiguedad de su comportamiento... y, sobre todo, su capacidad
para engaarle, para desesperarle, dndose y evadindose a la vez.
Lou es la mujer que le sita en el mismo espacio en que le situaba su madre; y, aunque de
antemano la considera inalcanzable, le inspira los mismos sentimientos que ella: adoracin,
deseo de fusin, rabia y violencia, como manifestaciones de un deseo agresivo e incoherente; y
adems Lou despierta sus fantasas sexuales prohibidas y profundas, las que se foijaron en la
infancia cuando surgi el deseo junto al dolor.
Y precisamente porque Lou le es familiar, le evoca de nuevo, sobre todo cuando le abandona y
le engaa, a las mujeres malficas que al mismo tiempo son enormemente fascinantes. Pero
adems la viste con muchas otras fantasas que recupera de sus recuerdos infantiles: la
transforma a veces en s mismo cuando era un nio y su madre reprima su masturbacin
amenazndole con saa, o proyecta sobre ella toda clase de regresiones perversas o infantiles,
recrendose en imgenes de sadismo anal, en locuras de flagelacin, de sodomizacin, de
empalamiento... y luego se humilla ante ella como se humillaba ante su madre, soportando todo,
provocando el sufrimiento. Y adems la adora, como adoraba a Anglique de Kostrowitzky, o la
imagina un ngel, una diosa, una estrella llena de luz... Lou ser como su madre, el objeto de
amor de mayor valor, la mujer deseada, desesperadamente deseada y nunca alcanzada...porque
Guillaume integra a esta mujer, que le parece nica e irreemplazable, en el contexto de su
infancia, en las relaciones que vivi con su ambivalente madre.
192
Pero con ella el poeta se inspira, se exalta y se excita y vuelve a resucitar las imgenes malignas
y terrorficas que le persiguen desde toda su vida. Su imaginacin juega con Lou y la ve de
todas las maneras que ya haba imaginado a la m~4er a lo largo de sus obras: dbil y poderosa,
prfida y anglica, pura y obscena, cruel y dulce...Todo depende del estado de nimo del poeta y
segn que ella se acerque o se aleje de l.
Cuando le atrapa el pnico, igual que en el momento en que escribi La Tranche, vuelve
fatalmente a las mujeres malficas. Y si en aquel momento la mujer malfica estaba slo en su
imaginacin como un peligro que representaba la guerra en medio de las trincheras, cuando Lou
le deja y llega solo y abandonado al frente de batalla, la mujer perversa y maligna es Lou. Y es
Lou porque resucitan con ella las viejas angustias de abandono de su infancia. Entonces, como
dice Freud:
Y esta conexin primitiva con las antiguas obsesiones y con sus fantasas perversas y
profundas, es lo que hace ms interesante, mucho ms que cualquier otra, la relacin de
Apollinaire con Lou. Cuando Annie Playden le deja escribe La Chanson du Mal-Alm, en la
que habla de regrets des yeux de la putain y de femme belle comme une panthre. Es cierto
que en esta pantera hay mucho de mujer cruel y terrible, pero las alusiones sern mucho ms
intensas y evidentes cuando se refiere a Lou. Con Marie Laurencin, los versos que le inspira al
dejarle son esencialmente melanclicos, como sucede con Le Pont Mirabeau, en el que la mujer
pasa como pasa el agua bajo el puente. Slo cuando Lou le deja resucitan desesperadas las
viejas imgenes de angustia y de abandono y resucitan tambin, con el mismo vigor que en las
obras imaginarias las mujeres malficas. Y resucitan con tal fuerza por dos razones esenciales:
porque Lou le es familiar, porque le evoca a su madre, y sobre todo porque al llegar al frente,
aunque haga ms de un mes que Lou se ha alejado de l, el pnico de la muerte le vuelve a
inspirar imgenes malignas.
Entonces se siente amenazado, y adems abandonado y engaado, por eso imagina a Lou como
una mujer perversa y sin piedad, como eran la dame du lac o la enfermera polaca de Les Onze
Mille Verges:
Tu as lair dune de ces dames gyptiennes qui, toujours inassouvies, sen allaient sur
le bord de la mer pour y violer les cadavres des matelots jets par les naufrages; (Carta
deS deavril de 1915).
Y cuando la ve malfica la vuelve incluso a situar en el ambiente del bosque en el que ya haba
imaginado a la terrible dame du lac del Enchanteur. Y entonces le parece engaosa y cruel
como era aquella:
194
Son las viejas imgenes en las que resucita los sufrimientos de Merlin y su desamor, y a las que
se aaden las de la guerra, con el fro y la muerte:
[1 tait une fois un pote en Bohme
Qui partit la guerre on ne salt pas pourquoi
Voulez-vous tre alm, naimez pas, croyez-moi!
II mourut en disant: Ma comtesse, je taime
Etjcoute A travers te petit jour si froid
Les obus senvoler comine lamour lui-mme(1O de abril de 1915)
Son las imgenes obsesivas que volvern cada vez que Guillaume sufre.
poemas a Lou son ventanas abiertas sobre su inconsciente, o huidas; son los mismos lloros por
la herida dolorosa que se vuelve a abrir cada vez que sufre de desamor o de abandono. Y en el
caso de Lou, se superpone adems la imagen de su madre. Y entonces se precipitan sobre l las
mujeres siniestras que ya habamos encontrado en tantos escritos, desde sus cuadernos de
estudiante... Tambin el 22 de abril de 1915 aparecen de nuevo en sus poemas Lilith y
Proserpina que le hablan desde los inflemos y l se hace eco de su voz. Entonces incorpora la
guerra a esos dilogos y tambin a Lou, para reiterarte su amor.
Ton esprit est sans gal, it est lectrique et diabolique, il est capable de tuer ce quil
atteint, il est prcis et saiguise en pntrant (Carta de 31 de mayo 1915).
Pero ver a la amante diablica y cruel es una fantasa bastante habitual en los hombres que han
vivido su infancia maltratados por su madre o por la mujer que los ha criado, es una forma de
reproducir el miedo, pero tambin la adoracin y la excitacin intensa que surgieron en aquellas
momentos. As dice Sacher-Masoch en La Vnus
inspira
195
Pero Sacher-Masoch dice de manera muy clara: noas semble dmoniaque et cruelle, con lo
que est diciendo que todo es [ruto de la imaginacin del hombre, y que, aunque al verla de esta
manera vuelvan las imgenes de los viejos y terribles sufrimientos, en otros momentos es lo que
ese hombre pide a la mujer para poder excitarse an ms, que sea perversa, que sea diablica y
cruel...atgo que ya haba puesto antes en boca de Wanda, la amante del protagonista de La
Vnus lafourrure, Sverin, que la desea apasionadamente:
Vous avez fait de mol une crature diabolique (Oc. Pg. 121)
Tambin Apollinaire ve, y a veces quiere ver, diablica a Lou a causa del poder que tiene sobre
l, a causa de la pasin que le despierta y del dolor que le produce al abandonarle; as la vuelve
a ver a finales de junio, aunque le haya prestado su casa, aunque est haciendo todo por ella:
Aurais-tu lu les onze mille? Se suis donc a tes yeux quelque moiti du diable dont tu
serais lautre moiti, ou du moins moi les 3/4 et tol 1/4. Le contraire serait peut-tre
plus vrai (Cara de 25junio 1915).
le cuente sus aventuras sexuales para excitarse; pero en otros momentos le parece una nia o un
ngel lleno de dulzura. Y entonces, cuando sufre desesperadamente por su abandono, ve a Lou
ms contradictoria que nunca y todas las imgenes, las buenas y las malas, se superponen en
total confUsin:
Lou Dmone-Enfant aux baisers de folie (Carta de 6 de abril 1915); Moi je pense
toi. Jy ai pens toute la nuit en regardant les toiles et jai donn ton nom A lune
deltes...alors, je cause avec ce ptit Lou chang en toile...Et puis au fond tu es pure,
petite Dmone-Ange-Enfant que j adore, singulier mlange de La-plus grandejoie et de
La-plus-triste vie...tu me calmes, tu es douce, douce et moi je me sens doux et
merveilleusement tendre.... (Carta de 8 de abril de 1915).
196
pero tampoco estas contradicciones son nada nuevo, sino que las vemos con frecuencia en otros
autores que tienen este tipo de fantasas. En La Vnus & la fourrure encontramos expresiones
muy semejantes:
Pose le pied Sur ton esclave
Femme fabuleuse, douce et diabolique
que como hemos visto conoca bien a Lou, un poema hablando de la crueldad de la amada:
Y en la carta de tres de febrero la compara con las mujeres fatales de la historia: con algunas que
ya le obsesionaban desde L Enchanteur, como Helena de Troya, y tambin con Salom, que
aparecer constantemente en su obra como la representacin del peligro de mutilacin y de
muerte que la mujer supone para el hombre...como tambin, al menos en su imaginacin, lo
197
supona su madre. Pero por otra parte, la ve piadosa y orgullosa como tambin vea a su
madre...Lou parece en la imaginacin de Guillaume una rplica de la extraa y confusa
Anglica:
et tu as cet orgucil quil faut bien briser, que tu sais devoir tre bris, que tu almes
sentir bris sous les coups (Carta de 3 de febrero de 1915).
Cuando llega al frente de batalla abandonado y asustado, y todas las imgenes de la maldad de
Lou se precipitan, la amenaza de mutilacin que Salom representa se vuelve ms precisa:
las mujeres subterrneas y malficas, como contrapona a la Virgen. Entonces Lou es una
estrella, un ideal puro no contaminado, una constelacin: ma constellation, mon toile polaire,
198
mon guide...prie pour moi puisque tu es croyante (Carta de 23 de diciembre de 1914), e incluso
el tres de junio, cuando la relacin con Madeleine est muy avanzada y Lou slo tiene ojos para
Toutou, sigue siendo para el poeta una estrella, la luz que ilumina su vida:
Guillaume quiere a Lou ms que a ninguna otra mujer. Pero, sobre todo, cuando la ve malfica
la desea ms que a ninguna otra. Y una de las razones por las que la desea tanto es porque
tiene un amante, igual que la file que amaba Travaillin, como Tristouse en Le Pote
assassin o como la prfida Florence, la mujer de Katache, en Les Onze Mille Verges. Lou,
como estas mujeres imaginarias, tiene un amante y eso le produce una tensin y una excitacin
extraordinarias. Lou tiene la piel impregnada de aventuras que le excitan y que, solapadamente
animada por el poeta, exhibe. Por eso, las relaciones con ella son intenssimas: Guillaume deja
de lado cualquier otro inters y mientras ella mantiene viva la pasin se olvida de todo, incluso
de sus poemas (Tense toujours toi, tadore au point de ne plus voir dautre, dc nc plus penser
mme aux pomes pour le moment
cosa.. Dada su personalidad, es la mujer que se presta, mejor que cualquier otra, a ser objeto de
los fantasmas que el poeta proyecta sobre ella. Porque, en definitiva, lo que importa no es tanto
como es Loa, sino su capacidad para ser objeto de la recomposicin del poeta: lo que cuenta es
como la ve, cmo le excita y cmo le inspira para poder incorporarla a su imaginacin potica.
Y, sobre todo, para poder escapar a travs de ella a sus tendencias depresivas y descendentes y
conseguir pulsiones de vida.
Y esto es lo que cuenta. No cmo era realmente Lou, que no tena nada de excepcional ni de
sublime, y que, aunque inconsistente y aventurera, no era tan perversa como la vea Guillaume,
sino que am a su compaero Toutou y vivi con l hasta su muerte.., lo que importa es cmo la
rehace el poeta, cmo la reconstruye con sus propios fantasmas para poder alienarse durante la
guerra. Y Lou, con unas vivencias infantiles similares a las suyas, (aunque sin duda sin los
profundos complejos de castracin y de culpabilidad que tena el poeta y sin su enfurecida
violencia), con su prestigio de persona noble vinculada a la historia de Francia, a lo que el poeta
da una importancia desmesurada para poderse justificar como adorador, con sus caprichos, con
su inmadurez y con sus infidelidades, era la mujer ideal para enloquecerle.
Pero, cmo era realmente Lou? Muchos son los testimonios que nos dan una imagen ms
real que la nos ofrece Apollinaire. En todo caso parece indudable, como ya he dicho, que el
poeta la conoci fumando opio. Michel Dcaudin, en el prlogo de las cartas a Lou, dice:
Cest chez Borie, sans doute au cours dune sance de fumerie, quunjour de la fin de
septembre il est le voisin de la comtesse Louise de Coligny-Chatillon
200
Tambin Guillaume hace alusin a este hecho en su primera carta a Lou dc 28 de septiembre de
1914, en el que la llama ma voisine dhier soir; y. como hemos visto, en uno de los primeros
caligramas que le dedica da a un poema la forma de pipa de opio; en l dice:
Et puis voici lengin avec quoi pcheur je capture limrnense monstre de ton dsir
quun art trange abime au sein des nuits (Carta de 8 de octubre de 1915)
En cuanto a la filiacin de Lou, Michel Dcaudin nos cuenta:
Pero estos origenes tan importantes, que impresionaron tanto a Guillaume, no aadieron
madurez a Lou, que era tan insegura como el propio poeta, aunque en muchas ocasiones l la
viera como una diosa. Andr Rouveyre la describe de la manera siguiente:
connus Lou vers 1910 ou 12. Elle tait toute jeune alors, spirituelle, dgage,
frivole, imptueuse, purile, sensible, insaisissable, nerve, un peu perdue en quelque
sorte; peine arrive, dj partie, peine partie, dj revenue et repartie, paraissant
ainsi, tant aux aprs-midi, aux soires, aux fetes et aux crmonies aristocratiques, sous
des aspects riants eL craintifs, oss eL retenus, que la nuiL, sextnuant aux lumnires, aux
ftesjusqu laube, avec sa petite cour de familiers.
Elle semblait ignorerjusqu lombre de la modration et de la discipline de soi les plus
minces; riant de tout, se moquant navement de tout et ne donnant de la rvrence,
1ge et aux titres, quavec un respect exact, mais point excessif...Elle avait trop souffert
dtre contrarie...Ainsi tait-elle la fois nervante et trs touchante, gare, sans
boussole, des regards sensibles. lnstinctivement elle en jouait, de cet appeau-l pour
un cceur dhomme...elle avait dtermin des passions trs vives, et dont elle se moquait
bien. Et le jeu lui avait plu. (Oc. Pg. 115)
201
El interminable juego de la seduccin que tambin fascinaba a Guillaume. Pero si Lou buscaba
y coleccionaba adoradores y se perda en falsos sueos era por la misma razn que Apollinaire:
intentaba evadirse en la sexualidad y en las fantasas para compensar su sentimiento de
abandono, de miedo y de desamor. As la ve Rouveyre:
Enivre ou effraye dun rien autant que de beaucoup, remue sans cesse par les
illusions, les espoirs, les aspirations, les attentes instantes...ses regards taient chargs
de crainte, de suspicion et de dtours impulsifs... Dans son apptit insatiable de
jouissance, elle prenait la lgre, pour le bonheur sa constance nc suivre que ses
caprices (Apollinaire. Paris, Gallimard, 1945. Pgs. 1 15-121)
Guillaume nunca hubiera podido encontrar otra mujer tan similar a l como Lou, con sus
miedos, con sus dolorosos recuerdos infantiles, e incluso con esa aparente jouissance que,
como en el caso del poeta, slo esconda una angustia y un desamparo profundos, que,
afortunadamente para ella, pudo aliviar gracias a la fidelidad y al amor de Toutou.
M. Boisson, en su articulo En marge des lettres Lou, ya citado, recoge las impresiones de la
prima de Lou, Mme. de Pierrefeu, en cuya de casa de Niza, Le Baratier, Lou se alojaba:
Lorsquil avait compris quil allait aimer Lou, Apollinaire stait senti en face dune
menace de destruction...peur devant celle fenime, jeune, nouvelle, au blason historique,
la fois mena9ante et touchante par sa manifeste et avoue infixabilit et par son
inconsquence; fraiche, exquise, la sensibilit drive, nigmatique, aux fa~ons
franchement dlibres, mais femnie aussi, la vrit, intouchabte, inalinable, jouant
la fois du caprice, de la provocation, de la drobade, et cela quasi simultanment.
Apollinaire subodorait le jeune fauve. II comprit que la poursuite en serait svre et la
capture difficile (O.c. Pgs. 124-125)
De acuerdo con la descripcin que hace de Lou, no parece que Rouveyre vea ninguna
justificacin para que esta mujer jeune, fraiche, exquise, nigmatique, provocante... inspire
miedo a los hombres; si acaso, con sus caprichos, coquetera y juegos poda desorientarles e
incluso hacerles sufrir seducindolos y luego abandonndolos, como hizo con Guillaume. Su
inconstancia, sin duda, era debida a su inestabilidad interior, a su inseguridad, y al deseo
desorbitado de ser admirada y querida por muchos hombres para compensar la falta de amor de
su madre. Pero, segn nos dice en este prrafo, es indudable que Rouveyre percibi el
sentimiento de miedo y la amenaza de destruccin que provocaba en Apollinaire, un miedo que
tena su origen mucho ms en los propios miedos del poeta a las mujeres que en la caprichosa y
seductora Lou.
Pero volvamos al testimonio de Mme, la prima de Lou, que es tambin muy interesante
porque nos ilustra claramente sobre ciertos aspectos de la personalidad de esta mujer que
enloqueci a Guillaume, y tambin sobre cmo ella misma vea al poeta:
203
La seute chose bien quelle ait eue dans sa vie, cest son attachement pour celui
que!le appelait, cause de sa fidlit, Toutou. U savait tout ce queIle faisait et
tacceptait telle quelle tuit. Lou na jamais fait sa cousine de confidences dun
ordre intime sur Toutou, alors quelle lui parlait trs librement de tous les autres, et ne
lu a jamais montr les lettres de celul-c... Lou sans sintresser aux pomes
dpollinaire, tait flatte dtre courtise par un pote. Lul plaisait-il physiquement?
Au dbut, non, sans doute. autrement elle ne laurait fat attendre si longtemps. Mme.
de Montigny pense quelle sest donn lui avant Nimes; elle ne couchait alors avec
personne dautre, Apollinaire non plus, et ni un ni lautre ne se serait content dun
amour platonique... Non seulement Lou, selon sa cousine, na jamais ali Apollinaire,
mais elle na jamais eu lillusion de laimer. Toute illusion est venue du pote. Au
bout de peu de temps, elle en avait assez de lui; elle a t ravie quand il est partie pour
le front...quant lui, toujours selon Mme. de Montigny, u se montait le cou, il se
for9ait; il avait besoin delle pour inspirer; il laimait parce quelle lnspirait...
II ntait pas sduisant physiquement, du moins pour elle; pas beau, pas distingu, un
gros plouc. Elle ne se souvient pas de lavoir compar Polin, le comique
tourlourou de lpoque (ce qui avait vex Apollinaire; lettre de 27 dc. 14), cest
bien possible, nous a-t-elle dit. fi tait sympathique, un brave type, un bon type; il
tait simple, gentil, pas poseur, pas prtentieux. II ny avait den de mesquin chez tui, fi
avait de la prsence, une aura ds quil paraissait quelque part. Trs cultiv, II
savait beaucoup de choses et savait les expliquer en remontant aux causes; avec lui tout
devenait clair... (M. Boisson, art. citado).
Como ya he dicho, no creo que a Apollinaire slo le interesara Lou porque representaba para l
una fuente de inspiracin, como dice Mme. de Montigny, sino porque penetr profundamente
en su vida y en sus fantasas ms misteriosas e inconscientes, como veremos progresivamente a
medida que avance el estudio de las canas. Ms preciso hubiera sido decir que le interesaba
porque le exaltaba, porque le excitaba, aunque tambin, sin duda, le inspiraba. Pero quiz sta
era la idea que la prima de Lou tena en la cabeza...
Segn el testimonio de Rouveyre, Lou era pueril y, adems, lo hemos visto, le faltaba desde
nia el amor de su madre. Por eso buscaba desesperadamente un sustituto. Y lo encontr en
Toutou que la consenta todo, que la aceptaba como era, segn dice la condesa de Montigny.
Lou quera ser una nia y as se comportaba con los hombres. Ya veremos cmo consigui
tambin que Guillaume, con una actitud muy masoquista, actuara con ella como una madre
devota: le daba dinero, la consolaba, le dejaba su piso para que hiciera en l toda clase de
locuras, se ocupaba de colocar a sus perros en casa de su madre.., ella slo quera ser
despreocupada y caprichosa y olvidar en los brazos amorosos de un hombre los problemas
afectivos y econmicos que tena con su familia. Pero, sobre todo, como una nia, queda ser el
204
nico centro de atencin; por eso, ninguno de los dos, ni ella ni Apollinaire, hacen alusin en las
cartas al beb de Mme, con el que Lou viva. Guillaume y ella en el fondo eran similares: dos
seres inmaduros, desorientados y angustiados a la bsqueda desesperada del amor. Guillaume,
adems, aada a todo esto sus profundos y terrorficos fantasmas, su excesiva angustia y sus
complejos de culpabilidad y de castracin. Lou tuvo ms suerte: no tuvo que ir a la guerra y
adems encontr en el amor de Toutou tanta seguridad que conserv el gusto de vivir hasta los
82 aos.
Dadas las caractersticas de su personalidad, a las que se aadan las que Guillaume imaginaba,
Lou era la mujer que poda exaltarle mejor que cualquier otra para poder soportar la angustia
que le produca el ambiente de guerra. Desde su punto de vista, y aunque al mismo tiempo le
inspirara miedo, slo ella poda convertir el dolor en vida. As lo dice el 24 de enero en el
poema Guirlande de Loa, que termina de la manera siguiente:
el periodista Aurel, recoge algunas declaraciones del poeta que ya hemos visto anteriormente:
Un aspecto que Guillaume ofreca a su pblico y que resultaba tan convincente que hizo decir
incluso a Rouveyre, que en otras ocasiones habla de su profundo desequilibrio, algo
semejante:
Ici, au feu, cest sa qualit dhomme de grande raison avec son recours linstinct et
au bon sens qui devaient le plus de lul tre en ruwe devant les fortes ralits.
Les femmes, videmment, cest une bonne chose, et nous serions mal venus nc pas
le reconnaitre. Mais, enfin, est-ce que cela vaut quon sy abandonne, quon sy laisse
affoler sans mesure? Quand un passage se prsente, oit de nos ressources autrement
viriles que celles que nous consacrons lamour nous sont requises, un homme la
tte saine trouve-t-il balancer bien longtemps son adhsion?.. .Comment ne pas
relguer pour un temps les agitations du sentiment et du sexe? (Oc. Pg. 227)
Pero es indudable que a pesar de lo que diga el periodista Aurel y su buen amigo Rouveyre, que
pretende defender y honrar a su hroe, Apollinaire se abandon y se enloqueci con la pasin
que le inspiraba Lou, y despus con la sexualidad que tuvo como objeto a Madeleine. Y no slo
eso, sino que por mucho que su amigo haga alusin a sa grande raison et son bon sens vivi
con Lou una pasin violenta, intenssima y viciosa, y con Madeleine una relacin de
dominacin y de sexualidad que le situaron en otro conflicto y le permitieron ver con distancia,
e incluso con entusiasmo y ardor patritico, la tragedia de la guerra.
Pero, ya lo hemos visto, sus amigos y sus crticos no queran ver en Apollinaire los fantasmas
sdicos y masoquistas que llenaban su imaginacin; su hroe no poda ser un escritor
obsesionado por ese tipo de fantasas obsesivas y perversas, ni podan verle enloquecido con las
pasiones que suscitaron en las mujeres durante la guerra, sobre todo Lou, sino que vean en l
un hombre de razn, sereno y tranquilo que observaba con madurez los acontecimientos de la
guerra.
206
Pero es indudable que uno de los aspectos esenciales del acto imaginante en Apollinaire es
deshacerse de los miedos, de los conflictos reales, mediante la creacin de otras tensiones y
otros conflictos que forman nuevas imgenes.
Pero lo que es interesante es observar cmo oculta estas imgenes de desviacin. Le gusta
presentarse a su pblico noble, impecable, e incluso superior a las circunstancias, cuando media
Europa tiembla de pnico y lo confiesa. El, sin embargo, pretende que sabe sublimar el miedo a
la guerra con el entusiasmo, con la esperanza patritica de la victoria o con su tranquilidad
interna, como dice su amigo Rouveyre, que se hace eco de sus declaraciones:
Tant il amait le neufqul fut exalt, blou, mu aussi profondment ces condtions
denfer. L, ce ne pouvait tre que son paradis, tant il avait le c~ur et lesprit bien
placs, riches, prts tout accueillir et saisir, de ce qui tait pour les provoquer tous
leurs rgmes.
Sa vie jusque-l nc tui apparaissait plus que conirne une prparation, puis un progressif
dpouillement et pour arriver cette grave apothose: La tranche, la mitraille, les
tonnerres, et l-dedans Ihroisme o son corps et tout de lui jeune et fort ne demandait
que de se consacrer, de se rompre, selon ce calme intrieur qui lui tait propre et lu
avait permis et lu permettait daffronter tout et le pire sans jamais trembler ni
broncher. (Oc. 234)
-
Guillaume no confesar jams pblicamente su terror; sino que elige complicadas vas de
sustitucin que oculta cuidadosamente.
Y cuando en la realidad profunda de su mundo interior vive una situacin violenta y pasional
procura cuidadosamente que no trascienda al pblico. Cuando publica los escritos erticos
sous le manteau, no firma con su nombre completo y, como ya he dicho, transmite tan bien el
mensaje de su propsito que la mayora de los crticos los han simplemente ignorado, o bien han
considerado que la nica razn de la publicacin era la razn economica.
Con Lou, aunque insiste en que lea sus libros erticos (que tiene camuflados) mientras vive en
su piso del Boulevard Saint-Germain, no deja de recomendarle el ms absoluto silencio respecto
207
a ellos. Tiene horror de que su aficin trascienda al pblico, especialmente a sus lectores, a su
pblico:
Pour les bouquins te lexpliquerai demain, mais je veux que tu ne les montres
PERSONNE.,.(Carta de 17 de mayo de 1915)
Pero su obsesin por las perversiones sexuales y el deseo de compartirlas con Lou son ms
fuertes que su vergenza, por eso slo unos das ms tarde vuelve a insistir, (y por supuesto no
por razones econmicas!), en que Lou lea su libro ms pornogrfico, el que, como ya he dicho,
le vali en su momento la condena enrgica y despiadada de algunos crticos, aunque,
naturalmente, le ruega que no se lo ensee a nadie y que ni siquiera hable de l. El poeta piensa
que sus lectores han olvidado ya aquellas criticas y que le han perdonado sus libros como una
locura de juventud, por eso tiene miedo a que sus vicios vuelvan a trascender. De este modo,
para que Lou capte bien el mensaje, escribe personne una vez con mayscula y otra con letra
bastardilla:
Tche de trouver Les Onze Mille Verges dans la bibliothque vitre je crois dans le
rayon du haut et tout fait droite ou & gaudie, un petit livre recouvert dune
couverture factice. Mais ne parle de cela a personne, sans quol tu me ferais beaucoup
detort. (Cartade2l demayode 1915)
-
Tanto con Lou, como ms tarde con Madeleine, son innumerables las ocasiones en las que les
dice que no enseen a nadie sus cartas, ya que sin duda no quera que llegaran a odos de sus
lectores sus extraas fantasas. As, desde los primeros momentos, desde el 30 de enero, escribe
a Lon:
Tu sais je veux que tu gardes mes lettres, mais veux pas que tu les montres qul ce
soit
Entre otras cosas, porque ya supona que se las estaba enseando a Mme, su prima, que por
cierto no las apreciaba en absoluto. As lo cuenta tambin en sus declaraciones a Madeleine
Boisson:
208
Jai eu la primeur des Lentes Lou. nous a dit Mme. de N4ontgny ds notre premire
entrevue, en ajoutant queIle napprciait beaucoup ce genre de iettres damour, trs
rotiques, pour ne pas dire pornographiques (Artculo citado, pg. 60).
E incluso a partir del 27 de febrero, cuando ya haban terminado su relacin de amantes vuelve a
insistir en sus recomendaciones:
Se ten prie dautre part, si tu aimes que je tcrive, et si tu veux que je tcrive
librement. sans contrainte, ne montre pas mes lettres, sauf a Toutou. Sans celaje neme
sens plus libre et tu me gnerais beaucoup en me choquant profondment... (Carta de
30 de marzo de 1915)
Y ms adelante, el 9 de abril:
Se te prie Lou, de ne montrer mes lettres personne, je serais trs gn. Et je crois que
je taimerais beaucoup moins si tu rpandais le secret de mon amour
Quatre mois de service et se rendre dj utle mme dans un poste subalterne mais
dangereux et de confiance, ~aa de quoi donner une belle ide de soi-mme un pote
dont le mtier ressemble en sonime assez celui des putains, puisque comnie celles-ci
nous prostituons nos sentiments att public
aunque ya lo sabamos, ya que previamente haba dado la prueba escondiendo con palabras e
imgenes misteriosas sus sentimientos ntimos en Alcools.
El secreto de su amor, los secretos de sus miedos y de su violencia, los secretos de su sexualidad
pervertida.., no, Apollinaire nunca dese ni por un momento que Lou diera a conocer estas
cartas. Las escribi porque respondan a las fantasas de su yo profundo, a sus obsesiones, como
escribi sus libros erticos.
Incluso el 24 de abril, cuando ya haba escrito por primera vez a Madeleine, vuelve a insistir con
Lou en que guarde silencio, porque indudablemente, no se fia de ella:
209
le len prie, Lou, ne montre pas mes lettres, en aucun cas, si tu veux que je tcrive
comrneje fais, sans me gner et comnie quelquun dontjestime lime trs proche de
la mienne
Apollinaire, al escribir este tipo de cartas o los libros erticos, entra en otro universo que es
paralelo al real y que quiere que permanezca oculto. Un universo que, como ya he sealado, es
tributario de las pulsiones que generan las circunstancias en las que vive, y sobre todo las que
vivi en el pasado.
surgieron las fijaciones, sirve de matriz a la imagen que formar otro submundo que crea en
funcin del primero. As, cuando la violencia le angustia, vuelve a recrear las formas de
violencia en las que vivi su adolescencia y su infancia, proyectndolas sobre una mujer,
normalmente en forma de violencia sexual, o, incluso, en un tremendo masoquismo, sobre si
mismo. Y as surgen toda una serie de tendencias confusas, entremezcladas y, con frecuencia
contradictorias, que Apollinaire quiere vivir como si se tratase de un conjunto de significaciones
articuladas y lgicas, pero que resultan completamente irracionales a los ojos del lector no
prevenido.
La cuestin est demasiado clara para que podamos confundirnos. Las perversiones sexuales o
de violencia que aparecan en sus libros erticos vuelven de nuevo en la correspondencia con
Lou. Con Lou, que como l mismo dice tiene tanto en comn con l, comenta sus libros ms
osados, los pasajes ms truculentos, y, sin embargo, no deja constantemente de insistir en que
no muestre a nadie sus cartas. En mi opinin no tiene ningn sentido decir que escribi
aquellos libros por razones econmicas, puesto que encontramos fantasas muy semejantes en
las cartas a Lou, que nunca escribi para obtener dinero y que pretendi que se mantuviesen
ocultas. La razn de aquellos libros erticos, como la de las cartas a Lou, son sus fantasmas
sexuales profundos, que, de algunamanera, tarde o temprano, tenian que aparecer.
Cuando comienza la guerra Lou ser el catalizador perfecto para volver a suscitar en el poeta las
secuelas que le dej el delirio familiar que, sin saberlo, an arrastra consigo y que le llevan a
recrear en ella, como si fuera una decisin propia, todas las viejas imgenes de violencia, de
210
En los siguientes apartados iremos viendo todas estas fantasas y manifestaciones con detalle,
pero valga decir ahora que cuando el poeta se siente en una situacin conflictiva y angustiosa,
como ocurre en el momento de la guerra, suele generar siempre los mismos sntomas, que se
convierten en modos habituales de reaccin y que se repiten a lo largo de su vida. Y entre estos
sntomas, uno de los ms caractersticos es el de concebir un deseo ardiente por una mujer, que
inevitablemente ir acompaado de violencia y de una desesperada necesidad de dominacin, la
misma que tena su madre, y que tarde o temprano desembocar en masoquismo; y, cuando las
circunstancias lo permiten y la mujer se presta, como sucede con Lou, aparecer tambin una
pulsin irresistible hacia las regresiones pregenitales y hacia las perversiones que estn latentes
en l y que ya hemos visto en otros momentos en sus obras imaginarias. Dada la personalidad
de Lou, y dada la manera en que la transforma en su imaginacin, todos estos sntomas tenan
que aparecer en las cartas, sobre todo en la primera parte de la correspondencia, cuando piensa
que Lou le pertenece, cuando ella se presta a su juego. Ms tarde, poco a poco, a medida que
Lou se aleja, estos sntomas se atenan y se transforman en otros distintos y, cuando
desengaado por la indiferencia de Lou busca una mujer de recambio, Madeleine, lentamente
desaparecen.
Pero ya veremos como se van generando todos estos sntomas que alcanzan su apogeo en la
primera parte de las cartas. De cualquier forma, antes de estudiarlas con detalle es necesario
volver a uno de los rasgos ms caractersticos de la personalidad de Apollinaire, a su violencia,
en la medida en que va a condicionar sus comportamientos y las fantasas que aparecen en la
correspondencia.
211
El mal dc la violencia
y llega un momento en que realmente cree que eso es amor; por eso, como un acto reflejo, lo
repite en cuanto llega el deseo. Amor para el poeta es volver a los momentos de conflicto y de
dolor cuando se forjaron sus fijaciones sadomasoquistas y su sexualidad.
Pero, en un
paralelismo que le parece absolutamente coherente y lgico, al lado de su violencia hacia Lou
estar la adoracin y habr momentos de ascenso amoroso, de misticismo, de deseos de fusin y
de espiritualidad. As alterna los momentos romnticos con el furor, como ya hemos visto en
las peores escenas de Les Onze Mille Verges. Tambin los aztecas tras los ms cruentos
sacrificios humanos adornaban sus cabellos con lirios perfumados como smbolo de
delicadeza... Pero en el caso de Apollinaire todo parece estar predeterminado, como si fuera un
juguete en manos de sus pulsiones anteriores. Y de cualquier forma, no sabe vivir una relacin
amorosa sin violencia.
212
fumerie y la
Apollinaire no puede imaginar el amor ni la vida sin una tensin permanente, y cuando la
tensin no existe l la provoca y se obstina por repetir lo vivido, por no alejarse de lo que ya
conoce. Slo as el amor le dar la mxima excitacin, la vieja excitacin con la que llega al
paroxismo y que le parece la nica vlida. Y piensa tambin que slo as obtendr la exaltacin
necesaria para inspirarse. Vive, o intenta vivir permanentemente en el momento lgido de una
fiesta imaginaria (Ouvrez les cluses que je me prcipite ), porque lo que le importa es
conseguir el ardor y la intensidad, aunque el precio sea la destruccin del que desea de tal
manera. Y as emprende el camino hacia la muerte pretendiendo alcanzar una exuberancia en la
vida. Pero Apollinaire piensa que eso es lo propio de un poeta, vivir el amor con exaltacin y
con una extraa generosidad: una de las partes renuncia a s mismo y se somete al otro en una
eleccin voluntaria.
La violencia, ya lo hemos visto a lo largo de este estudio, ocupa un lugar esencial en la vida y en
la imaginacin del poeta. Le atormenta y le obsesiona. Hasta el punto de que en muchos de sus
relatos slo escribe para encontrar vctimas que puedan exorcizarla, que puedan alejarla de l.
Pero la violencia es el tema que ms le seduce por la intensidad dramtica que provoca y por su
patetismo personal.
La violencia en Apollinaire surge como un caballo desbocado con toda la carga de la furia
acumulada en el pasado. Pero para que la violencia alcance su apogeo es necesario que se
vuelvan a dar las condiciones en las que se formo:
213
a) De entrada, la presencia de una persona dbil, como ya hemos visto en L Hrsiarque et Cje:
Les jours suivants les journaux se trouvrent rempls par les rcits de crimes
sensationnels conimis sur des femmes. des enfants, des vieillards furent aussi gorgs.
Qn remarquera quil nc sagissa que dtres faibles. (O. comp. Vol. 1, Pg. 105).
En todos sus escritos las victimas de la violencia son seres dbiles.
As lo vemos
constantemente en Les Onze Mille Verges, en donde son violados, sodomizados, perforados,
torturados o asesinados nios, prisioneros de guerra, criadas, y mujeres. Seres dbiles, sin
consideracin de edad o de sexo, a los que hace temblar de miedo; y as, con ese miedo, recrea
con una precisin sorprendente la tensin sexual que se produca cuando era nio, cuando era
dbil y temblaba ante algo desconocido y terrorfico, ante un peligro incierto que su cuerpo, y
quiz ms particularmente sus rganos genitales, iban a sufrir.
Pero sta es la tnica general de todos los sdicos, ensaarse nicamente en los que ven dbiles,
ya que los fuertes, igual que a Apollinaire, les inspiran miedo, el mismo que les produjo la
persona que los atorment de nios. Por eso, volviendo a Sacher-Masoch, el masoquista por
excelencia, es curioso observar cmo el protagonista de La Vnus ti la fourrure, Sverin, se
humilla como un perro ante la poderosa y rica Wanda, que le inspira un miedo terrible, pero con
la que se excita cuando le maltrata, y, sin embargo, le parece la cosa ms natural azotar a las
pobres campesinas:
Tambin en la imaginacin de Apollinaire slo era posible ensaarse con los ms desgraciados.
Uno de los momentos ms impresionantes de Les Onze Mille Verges, en el que la violencia y la
furia contra las mujeres y los seres indefensos parecen alcanzar el zenit, es cuando Mony, el
protagonista, viola a una nia de pecho y a su madre, una mujer muda, y fuerza al padre de la
nia a violarla tambin... Ah el poeta pierde una vez ms el control, y quiz una de las razones
por las que lo pierde es porque los senos de la madre estn llenos de leche, porque la imagen de
214
E incluso en las obras imaginarias acta de esta manera cuando se identifica con los
protagonistas de sus historias.
cuando sufri la violencia de su madre. Como dice Ren Girard, las vctimas de un sacrificio
son seres que se sabe de antemano que sufamilia nunca tomar represalias. Guillaume durante
su infancia fue la victima perfecta para la violencia de su madre, puesto que fuera de ella y de
su hermano pequeo no exista ningn tipo de familia que pudiera protegerle.
Ms tarde
intentar reproducir la misma situacin. En efecto, cuando vive con Annie Playden los
momentos de violencia su familia est muy lejos, ella est sola e indefensa en Alemania.
Despus, cuando vuelve a Inglaterra, su padre no le permitir que contine las relaciones con
Guillaume. Marie Laurencin, segn los diferentes testimonios, viva con su madre, es decir, sin
un padre que pudiera defenderla de la violencia de su amante.
Pero adems, el hecho de que Lon se sintiera sin apoyo familiar, sin dinero, y el hecho de que
no tuviera una base infantil afectiva, la haca dbil y vulnerable a los vicios, a las
enfermedades y a las tristezas, a los que Apollinaire alude con mucha frecuencia en sus
cartas. En lo que se refiere a sus vicios, intentaba apartarla de lo que le pareca su mala vida,
y en todo caso hacia continuamente alusin a ellos:
Quand ma pauvre Lou te dcideras-tu ne pas mener cette vie effrayante et peuttre mutile dont tu parles? (Carta de 25 de abril de 1915)
Se crois que tu es plus vicieuse que jamais (Carta de 8 de agosto de 1915)
216
En realidad, Lou no era tan dbil ni tan viciosa como Guillaume la vea, su Toutou la consolaba
de todo y le daba fuerza, pero el poeta se senta ms prepotente e incluso mejor haciendo
hincapi en sus debilidades:
Quel bonheur de n6tre plus domin par lamour chamel, de ntre plus la proie dun
dsir, de se dominer soi-mme, enfm, afin de dominer un jour les autres (Carta de 14
de abril de 1915)
Cuando hablaba de sus propias virtudes se perda en disquisiciones morales, las mismas a las
que volver ms tarde con Madeleine.
Madeleine, como veremos al estudiar la correspondencia, no era una mujer muy segura, pero
Guillaume la hacia an ms dbil y vulnerable con sus expresiones de violencia feroz y de
dominacin:
vous devez tre esclave mme si je voulais vous faire souffrir (Carta de 2 de
septiembre de 1915)
217
que, adems, ella tomaba mucho ms en serio que Lou, sobre todo porque era su prometida
oficial y contaba con casarse con l; por lo que era frecuente que sintiera miedo de Guillaume
o que a veces se pusiera enferma. El intentaba liberarse de su propio miedo transfirindoselo a
ella, y sin ninguna consideracin la haca objeto de su excesiva agresividad.
En definitiva, que tambin en la vida real busc los objetos de su violencia entre los seres
dbiles a los que intentaba hacer ms dbiles an.., porque los fuertes, especialmente las
mujeres fuertes, le recordaban a su madre y le inspiraban un miedo profundo e irracional.
Pero de todos los seres dbiles, con el que ms se ensa fue consigo mismo. Cuando llega la
guerra y todo se desata, Guillaume entra poco a poco en un marasmo masoquista, hasta que al
fin se abandona, vuelve la violencia contra s mismo y se aniquila sin piedad.
b) Es evidente: en cuanto Apollinaire siente deseo por una mujer aparece la violencia. Pero es
necesario, adems, que sienta que la mujer le pertenece, que tiene todo el poder sobre ella, como
sobre l lo tena su madre.
En Les Onze Mille Verges recurre para expresar este poder que desencadenar la violencia a
toda clase de imgenes. Muchas veces ser la figura de una criada la que encamar esta idea de
total poder que no admite rplica:
Wanda allait a la porte, appela Nadje qui revint effraye. La jolie blonde, sur lordre
de sa maxtresse, dgrafa son corsage et en fit sortir ses gros ttons, puis releva les jupes
et tendit son cu (Les Onze Mille Verges. O. Comp. Vol. III, Pg. 920)
218
La idea de la dominacin de una de las partes est muy vinculada en Apollinaire a la violencia y
a la excitacin. En Les Onze Mille Verges lo vemos continuamente. As lo explica a travs de
una prostituta japonesa durante una guerra imaginaria:
En esta obra, otras veces sern los prisioneros de guerra los que debern aceptar los ms
terribles actos de violencia por parte de sus vencedores; pero incluso entonces, aunque se trate
de hombres, la excitacin sexual estarpresente. As sucede en el caso de Egon Miller:
On mit nu le bel Egon. Ctait un gar~on dune beaut admirable et ses seins taient
arrondis comme ceux dun hermaphrodite. A laspect de ces charmes, les soldats
sortirent leurs vits eoncupiscents...pendant ce temps on avait dress le pal de fer qul
devait servir de sige au giton... (Les Onze... O. Comp. Vol. III, Pg. 929)
De cualquier forma, sita con frecuencia este tipo de fantasas de sumisin total durante la
guerra, aunque sea imaginaria, por ser precisamente el momento en que el poder no admite
discusiones ni existe ningn rgano de control. Apollinaire suea con el poder ilimitado que
atribuye a los generales durante la guerra, un poder que les permite librarse a toda clase de
sadismos y crueldades con total impunidad. Entonces, desde esa situacin imaginaria, se deja
llevar por una de sus fantasas preferidas: hacer de una mujer un objeto indefenso sobre el que
lanzar su agresividad y su [liria
sin lmites.
Une nuit le gnral, faisant une ronde, nc trouva point son poste la sentinelle qui
avait t mise de faction dans le sud. Ce fiit au rebord de loasis quil laper9ut, en
compagnie dune courtisane. Se priver dun hoinme? LI ne devait pas en de si
prilleuses conjonctures. Mais Sa colrenepouvait supporter dattendre. II fit rveiller
les troupes et leur ordonna de se masser autour de lui...La file fut mise nue. Ctait une
longue crature aux jambes fortes et fines de marcheuse. Elle avait les reins cambrs
et la taille souple. Mais ses pauvres seins, qui avaient allait jadis des enfants de hasard
et que tant de misrables avaient presss amoureusement, pendaient sur sa poitrine
219
titrie. Le gnral lit attacher par une chame les deux lourds anneaux quelle portait
aux jambes et aux bras. Et comme II navait pas de temps a perdre, II se contenta de la
raire fustiger par plusieurs soldats. Puis il dit celui quil avait surpris en faute: Prends
cette filie sur ton dos, derrire nous est la source o viennent se dsaltrer les animaux
du dsert. Tu lattacheras l. Et je veux que tu me rapportes son o~il droit arrach, son
sein gauche coup. La besogne sera facile, ajouta-t-l avec un terrible rire. Avant que
le camp ft lev, le lendemain matin, Vietrix et quelques voyageurs se rendirent la
source. De grands oiseaux se levrent leur approche. Du corps de la courtisane il ne
restait plus quun amas dos sanglants que tous les animaux du dsert staient disput
pendant la nuit! (La Pliade O. comp. Vol. 1, Pg. 617) (Subrayado por m).
Fantasas que expresan la agresividad feroz que existe en la imaginacin de Guillaume contra
las mujeres, pero que no aparecen por primera vez ni mucho menos en el momento de escribir
este relato, sino que ya hemos visto una escena similar en L Enchanteur, en donde de
Anglique, vivo retrato de su madre, slo quedarn los huesos tras haber sido devorada su carne
por las aves rapaces.
Y en otras ocasiones Apollinaire expresa esa idea de posesin, de dominio total sobre una
vctima, con imgenes de animales que deben aceptar sin otra solucin la voluntad y el sadismo
de su maitre. As lo hemos visto con la rata a la que Pedro Luis de Glvez arranc los ojos
para hacer de ella una esclava sumisa.
Pero a veces ser incluso ms preciso en sus fantasas y volver, como ya hemos visto, a las
primitivas imgenes en las que surgi la conexin con la violencia, es decir a un nio que debe
aceptar cualquier decisin que venga de su padre todopoderoso:
Mony aper9ut son chef en train d enculer un petit gar~on eharmant. Ses cheveux
chtains boucls lul retombaient sur les paules Son beau cu blanc et dur semblait
naccepter quavec pudeur le cadeau viril qui lui faisait le gnral...Serge, scriait
celui-ci dune voix entrecoupe, sens-tu bien linstrument qui, non satisfait de tavoir
engendr, a galenient assum la tche de faire de toi un jeune homme parfait?...Et
poussant un rle de volupt, il dchargea dans le cu charmant de son [lIs (Les Onze
Mille Verges. O. Comp. Vol. m, Pg. 921)
Esta idea de pertenencia total de un nio a sus padres es familiar al poeta. Esa es su vida y esa
manipulacin total y sexual de un nio que resucita la violencia de la que l mismo fue vctima,
220
Mony se releva et prit vite son revolver. Dun air mprisant, II ordonna au Danois de
se dculotter. Puis, le revolver braqu, il lui ordonna denculer sa file. Le Danois eut
beau supplier, il dut faire entrer son membre mesquin dans le tendre cu du nourrisson
vanoui
Quant a vous, dit Mony au Danois, prenez garde, vous avez viol votre file devant
moi. Se puis vous perdre. Done soyez discret. Si vous Etes discret, je vous protgerai,
mais si vous racontez ce qui sest pass ici vous serez pendu. Le Danois embrassa la
main du fringant officier en versant des larmes de reconnaissance. (Les Onze Mille
Yerga. O. Comp. Vol. III, Pg. 940)
221
Esta imagen tan detallada y tan precisa de sumisin y de sometimiento, le obsesiona y siente una
compulsin a repetirla en diferentes situaciones imaginarias o reales. Pero lo nico que hace es
contar reiteradamente lo que le parece su propia experiencia y con una precisin impresionante.
La victima, sin que pueda esperar ayuda de nadie, est condenada a cumplir ciegamente la
voluntad de su verdugo, como la rata ciega de Pedro Luis de Glvez.. pero lo que me parece
mas interesante, como acabo de decir, es observar cmo para el poeta no es nada extrao que
tras el pisoteo y la ignominia la vctima tenga que mostrar su agradecimiento al opresor, por no
ser an ms cruel con l, besando su mano.
Ya en las primeras pginas de Les Onze Mille Verges, aparece en seguida una escena semejante
a la que acabamos de leer. Dandi, el Vicecnsul de Serbia y amante de Mony, le dice:
Ven ai assez la fin dtre encul par toi, toute la ville en parle
Mais le vice-consul stait dress, bandant, et avait saisit un revolver. fl en braqua le
canon sur Mony qui, tremblant, lui tendit le derrire en balbutiant: Dandi, mon cher
Dandi, tu sais que je taime, encule-moi, encule-moi ( Les Onze Mille Verges O.
Comp. Vol. LII. Pg. 891)
.
As hace Apollinaire reaccionar a sus personajes. Son seres humanos llenos de pavor que creen
que evitarn algo mucho ms terrible si se humillan espontneamente, si aman, si realmente
aman o al menos fingen amar, la mano que los atormenta... Cuando escribe para s mismo
Guillaume vuelve a sentir su debilidad y no tiene pudor en mostrarse con frecuencia, a travs de
sus personajes, como un nio asustado y desdichado como es Mony, que a pesar de sus
aventuras descaradas y criminales, cuando el miedo aparece gime bajo las amenazas como un
nio tremblant et balbutiant.
Pero no es ni mucho menos el nico autor que describe situaciones de este tipo. Apollinaire no
inventa ninguna de sus fantasas sdicas o masoquistas, sino que se encuentran en mayor o
222
menor medida en otros muchos escritores, y desde luego en Sacher-N4asoch. Esta actitud
humilde de besar la mano que ofende y que castiga tena que aparecer necesariamente tambin
en este autor:
Avec un sourire mauvais, ma tante retroussa ses manches et se mit frapper ayee une
grande baguette. Elle y allait si bien que le sang coulait et que, malgr mon ceurage
hroque. je criais et pleurais, et finis par demander grce. Elle me fit dlier, mais je
dus, genoux devant elle, la remercier pour cette punition et lui baiser la main (Oc.
Pg. 150)
Esta ta de Sacher-Masoch deba ser muy semejante a la terrible Anglica... pero adems era
fascinante como las mujeres perversas del Enchanteur que Apollinaire sita alrededor de la
cuarentena:
En muchas otras ocasiones los protagonistas de los libros de Sacher-Masoch tendrn que besar
la mano que los azota. As, Wanda, la herona de La Vnus ti la fourrure, despus de haber
atado y azotado a Sverin (les coups tombent prompts et drus avec une force terrible sur mon
dos, mes bras et ma nuque. Je serre les dents pour ne pas ener. Lun deux matteint en plein
visage. Le sang chaud se met couler, mais elle rit et continue de frapper) le pide que le bese
no slo la mano sino el pi: baise-moi le pied (O.c. Pg. 200)
En los primeros momentos de sus relaciones amorosas, Apollinaire siempre intenta colocarse en
la posicin dominante; suea con repetir la conducta de su madre, desea experimentar por s
mismo el gozo de un poder sin lmites, de una potencia magnfica sobre el otro (mon Lou dont
attends lassentiment dfinitif ma puissance...). Apollinaire, el genial poeta que comunica
al mundo sus entreverados sentimientos, es incapaz de tener una verdadera comunicacin con
una mujer y, en ausencia de sta, piensa que la relacin fundamental entre hombres y mujeres es
una relacin de poder, es decir el derecho que uno mismo se atribuye de tratar al otro como lo
que l se considera, en definitiva, como un objeto. As suea con hacer de la mujer lo que l ha
223
sido siempre con relacin a su madre, un ser dependiente. En una palabra: el nico vnculo
amoroso posible es el de verdugo y vctima.
Y en esa relacin Apollinaire coloca sus fantasas. Ese ha sido el tema central de sus libros
erticos: los verdugos, las vctimas, el sacrificio... fantasas que le parecen grandiosas, casi
sagradas, hasta el punto de que cuando llega el momento no duda en ofrecerse l mismo como
vctima del sacrificio, como dice en la Onirocritique: un sacrificateur dsira Stre inmol au
lieu de la victime.
Cuando Guillaume acta de manera sdica, ya sea imaginariamente o en la vida real, el objeto
preferido de su agresin es una mujer, porque el dolor que otra caus est en el centro de su vida
y piensa que la nica manera de liberarse de l es transfirindoselo a la mujer que en ese
momento desea. Y como una obsesin fija cada vez lo vuelve a intentar. Trata de contaminar a
las mujeres su propio sufrimiento y de esta manera cree que las hace ms autnticas, ms
sublimes y ms dignas de su amor. Transfirindoles el dolor y pervirtindolas, lo que pretende
en el fondo es hacerlas como l, y de este modo lograr la identificacin y la fusin que le parece
la esencia del amor.
En cuanto considera que la mujer que desea le pertenece (tu es moi. Carta a Lou de 10.1.15),
en cuanto Lou acepta tener relaciones sexuales con l, o cuando Madeleine le dice que le quiere,
la violencia aparece inmediatamente. Despus tomar un ritmo dramtico que nunca puede
terminar bien, porque las mujeres que l ama, aunque parece que juegan su juego, estn ajenas a
la tragedia que el poeta desea representar. Slo l conoce la trama y slo l puede encamar su
propio personaje. Por eso, para pasar de la fantasa al acto, tiene siempre al final que asumir
sobre si mismo la violencia. El sabe mejor que nadie como interpretar la sumisin o como
sufrir el dolor, por eso la violencia, que en un principio pretende proyectar sobre la mujer que
ama, se volver siempre e inexorablemente contra l.
c) La excitacin sexual: A travs de todos esos nios o de esos hombres o mujeres que
tiemblan, suplican o balbucean ante las amenazas de cosas inciertas y terrorficas, Apollinaire
224
ni mucho menos el nico -, es para excitarse hacindola sufrir o sufriendo por su causa. Ese
sufrimiento provoca en Guillaume una tensin sexual, y as concibe el poeta la relacin con una
mujer, en la tensin y en el sufrimiento. Uno de los dos har sufrir al otro, y si no es l el que
toma la iniciativa, fatalmente ser ella la que lo har. As nos lo muestra en todas sus obras
imaginarias y tambin en la vida real. Pero si la violencia y el sufrimiento le excitan de tal
manera es porque el deseo sexual apareci en su vida en medio de una gran violencia, la que su
madre ejerci sobre l durante su infancia amenazndole, manipulndole y azotndole.
En
aquellos momentos de tensin, cuando impotente tena que ofrecer su cuerno desnudo al
castigo, es indudable que sufri y se sinti humillado, pero, al mismo tiempo, en aquel contacto
fisico con su madre descontrolada encontraba una fuente de excitacin intensisima.
Y as
Hasta ahora, al observar las relaciones con Annie Playden y Marie Laurencin, hemos visto
nicamente el aspecto activo de Guillaume. Pero la excitacin con la violencia funciona en los
dos sentidos: unas veces es l el que hace sufrir, pero otras, ya lo veremos con detalle en el caso
de Lou, despus de adoptar una actitud sdica, pasa, mediante una pirueta sorprendente, a
buscar o provocar su propio sufrimiento. Tambin en las obras imaginarias, como ya he dicho,
son muchos los relatos en los que el hombre, generalmente el protagonista, sufre atrozmente a
manos de una mujer cruel y despiadada.... pero con ese sufrimiento Guillaume vuelve a recrear
los momentos de excitacin de su infancia y vive con su personaje las sensaciones ambivalentes
de dolor y de placer que surgieron entonces.
leffroi faisait jaculer y que prenait plaisir souffrir, por lo que acepta y propicia todas las
violencias imaginables por parte de su mujer. Tambin en la misma obra, la alemana que
temblaba de miedo ante la amenaza del suplicio, al cabo de unos momentos de sufrimiento,
cuando la limaille qui adhrait aux lanires emportait des lambeaux de peau et de chair, elle ne
sentait plus la douleur, elle se lovait, se tordait et sifflait de jouissance.
En sus amores reales nada ser nuevo. Guillaume intenta transferir a sus experiencias personales
toda la carga de fantasas violentas que venan acumulndose desde toda su vida en su
imaginacin. Y as, en cuanto siente un deseo sexual, que siempre es desesperado y violento, el
poeta vuelve a situarse en un marasmo obscuro y tortuoso en el que la excitacin reclama
dominacin y sufrimiento y vuelve entonces a un lugar confuso de su inconsciente en el que,
excitado y enloquecido, olvida todo control y desborda su furia contra la amada o contra s
mismo.
Para poder situamos en el punto de vista de Apollinaire debemos tener presente su frustracin
permanente, su sentimiento de inferioridad y de angustia, y adems su constante rebelin por la
situacin de injusticia en la que vivi durante su infancia. Inferioridad y rebelin se rozan en su
comportamiento, pero la segunda trata de enmascarar a la primera, que el poeta mantiene oculta
con el mximo cuidado. Niega su inferioridad y su angustia, pero para compensaras se crispa
en su negacin aparente y cae en actitudes exageradas de narcisismo, de dominacin o de
sadismo, que solo sern una conducta de desesperacin para esconder su profunda debilidad. E
incluso, en ocasiones, los acontecimientos que vivi durante su infancia y su adolescencia
generan fantasas y pulsiones agresivas tan desmesuradas que rayan con la perversin, como
vemos en sus obras imaginarias. Pero sucesivamente los fantasmas se desmoronan y de vez en
cuando aparece otra vez el nio desdichado, la vctima y el mrtir. Entonces, como ya hemos
226
Y entonces, con un
masoquismo poco comn, el personaje parece desintegrarse, hasta que de nuevo surge otro brote
de orgullo o de rabia que normalmente termina en provocacion.
Une telle rage ne peut tre que le fruit de la vengeance, au sens le plus ancien et
terrible du mot
Entonces vendr la descarga sdica excesiva, una descarga en la que no se pierde nada de la
agresividad acumulada durante tantos aos. Y en cuanto se enamora, en cuanto desea a una
mujer, proyecta esa furia sobre ella y la trata como hubiera tratado a su madre si el miedo no
se lo hubiera impedido. Recupera entonces el modelo de comportamiento de su madre, puesto
que no conoce otro, y maltrata a la amada como Mme. de Kostrowitzky le maltrataba a l. En
las obras literarias tambin repite la primitiva situacin y, ya lo hemos visto, hace padecer a sus
personajes, que con frecuencia son nios, el mismo miedo que l padeci, sobre todo en lo que
se refiere a la espera angustiosa de algo terrible; en la vida real, ya lo veremos en las cartas a
Lou, tampoco faltan las amenazas y las locuras sdicas, en las que llega incluso a imitar el tono
43.
227
No cabe duda de que detrs de la actitud sdica de Apollinaire est la agresividad y el deseo de
venganza contra su madre, unos sentimientos que nos muestra de manera muy clara en el relato
de la enfermera polaca que hemos visto en Les Onze Mille Verges. En l se ensaa sobre esa
mujer a la que describe con todas las caracteristicas de su madre, y revienta su vientre como
signo de furia precisamente contra el lugar que representa su maternidad, como Nern hizo en la
vida real... Y no ser la nica vez que Guillaume hace alusin a este fantasma. Ya hemos visto
cmo vuelve otra vez a aparecer en Le Juff latn de L Hrsiarque et Cie, en donde el
protagonista se diverta destripando mujeres, y en la horripilante historia del coche cama en
donde Cornaboeux tambin destroza con saa el vientre de una mujer:
A travs del relato de la polaca y de este deseo de reventar el vientre de las mujeres,
Apollinaire expresa el odio que senta por su madre, pero nunca dir nada claramente a este
respecto, sino que utiliza smbolos y escenas truculentas que parecen pertenecer nicamente a
la ficcin literaria. Tambin detrs del sadismo de Sade, el sdico por excelencia, est
indudablemente el odio hacia su madre, que, aunque para expresarlo recurre tambin a la
ficcin literaria, lo declara de manera mucho ms directa y ms grosera en Les 120journes
de Sodome, en donde pone en boca de uno de sus personajes, el Duque de Blangis, los
siguientes propsitos:
II est fou dimaginer quon doive den sa mre...Pour moi, je ny vois que des motifs
de haine et de mpris. ..je labhorrais. Ds queje Iai pu, je lai envoye dans lautre
monde, et je nai de mes jours got une volupt si vive que celui oii elle ferma les
yeux pour ne les plus rouvrir (Les 120 journes de Sodome, Union Gnrale
dditions, 1975. Pg. 151). (Subrayado por m).
228
Un odio que en Sade se vuelve una obsesin, por eso repite una y otra vez en sus libros toda
clase dc fantasas en tomo a l. Unas veces hace a sus personajes renegar de su madre, como es
el caso de Fugnie en Philosophie dans le boadoir, pero con ms frecuencia se recrea en la
muerte o en el asesinato de la madre, como hemos visto en el fragmento antenor, o como vemos
en el caso de Mlle. de Florville en Les crimes de 1 amour, en el que sta dice a su hermana:
Reconnais ta sc~ur. .qui a traine ta mre lchafaud. Sade, de una manera o de otra,
.
Pero entre el odio que Guillaume siente por su madre y el que siente Sade hay una diferencia
esencial: en Sade no hay ms que un odio profundo, preciso y duro; Sade fue un enemigo de
toda forma de amor, mientras que Guillaurne, al mismo tiempo que detestaba a su madre y
quera reventara con saa, como a la polaca, la adoraba, la admiraba y le fascinaba su poder,
como ocurra con la cruel dame du lac de L Enchanteur, de la que ste espera obtener el amor
hasta el ltimo momento. As el poeta oscila, segn cambia su fantasa, entre la agresividad
feroz y sdica, similar a la de Sade, y la sumisin y la admiracin masoquistas, como ocurre en
el caso de Sacher-Masoch. Pero, en todo caso, siempre vivir como un caballero andante a la
bsqueda desesperada del amor.
Pero, cuando se trata de sadismo, cuando se trata de venganza, para llevarla a cabo con ms
efectividad, Guillaume, como ya hemos visto en muchos de sus escritos, se imagina a s mismo,
o a muchos de sus personajes, llenos de total poder y dominacin. Es un poder sobre una
vctima que obedece ciegamente, y que despierta con frecuencia en los dos, en el dominador y
en el dominado, gran excitacin sexual. Y entonces el poeta vuelve a situarse en la tensin de
sus primeros aos, cuando en su papel de vctima de su madre se creaba una excitacin
extraordinaria entre los dos. Por eso busca constantemente la repeticin de aquella situacin.
Pero esta vez, al menos eso es lo que se propone, l ser el dominador. Y en algunas ocasiones,
para representar mejor esta fantasa de un poder desmesurado, para poder destrozar y matar
mujeres, para arrancarles las entraas, para violaras despus de muertas, es decir, para llevar su
venganza hasta las ltimas consecuencias, imagina un hombre monstruoso, dotado de una
fuerza colosal, que no conoce ni el remordimiento ni la piedad, como es el caso de Cornaboeux
en Les Onze Mille Verges:
229
Ctait un colosse brun dont les mains taient poilues. Sa barbe en broussaille le
rendait encore plus hideux...Comaboeux tui attacha les bras et les jambes et la
billonna sans prendre garde ses supplications
La cuestin no puede ser ms clara: la relacin amorosa para Apollinaire no tiene nada que ver
con una relacin de armona y de felicidad, sino que se basa en la excitacin y en el placer que
produce imaginar quien va a dominar a quien y quien va a hacer sufrir a quien, exactamente lo
mismo que todos los autores sdicos o masoquistas. Esto es lo que dice, entre otros, SacherMasoch, en su libro ya citado:
Y esta dualidad de la dominacin entre el hombre y la mujer ser precisamente el mensaje final
del libro, que termina de esta manera:
Cest que la femme, telle que la nature la cre et telle quelle attire lhomme
actuellement, est son ennemi et nc peut tre pour lui quune esclave ou un tyran, mais
jamais une compagne...Pour le moment nous navons quune altemative: tre le
marteau ou lenclume. Jai t un Ane etjai fait de moi lesclave dune femnie...do
la morale de lhistoire: qui se laisse fouetter mrite dtre fouett (O.c. Pg. 248>
Tambin Sade tiene la misma fantasa e imagina al duque de Blangis como un personaje muy similar a
Comaboeux:
Ce colosse efftayant donnait en effet lide dHercule ou dun centaure: le duc avait des
membres dune force et dune nergie. joignez cela une figure mle et fire.. un temprament
.
de fer, une force de cheval, et le niembre dun vritable mulet, tonnamment velu (Les 120
journes de Sodoma O.e. Pg. 31)
2 Evidentemente, esa es su obsesin esencial; Sacher-Masoch, a travs de su personaje Sverin, escoge el papel
de esclavo, la sumisin:En amour, on est jamais au mme niveau: partir du moment o jai le choix entre
dominer ou tre soumis, it me semble bien plus piquant dtre lesclave dune belle femme un nc peut tre que
le marteau et lautre lenclume. Je veux tre lencluine. Je ne peut tre heureux sil me faut considrer ma bienaime de mon haut. Se veux pauvoir adorer une femme, cje nc le puis que si elle se montre cruelle mon
gard (Oc. Pgs. 139 y 244)
230
Apollinaire acta unas veces como esclavo, como ocurre con Lou, aunque al principio intente
ser el dominador; pero otras veces acta claramente como dominador, como es el caso en la
relacin con Madeleine, aunque tambin tenga con ella fantasas masoquistas... En su versin
sdica, sus personajes literarios, bien dirigidos por una pluma muy hbil y conocedora de la
situacin, tratan de colocarse en una posicin dominante y actan con decisin y aplomo desde
el principio para poder dominar y hacer sufrir a la mujer. Si no una sola posibilidad les espera:
caer en la trampa que est preparada a cada vuelta del camino y ser dominados y maltratados a
su vez. En su imaginacin, el que no est alerta y no domina inmediatamente al otro, no podr
escapar de la esclavitud y del sufrimiento, la nica alternativa posible. El amor, el deseo de
agradar al otro, son riesgos graves que slo pueden conducir, como a l le condujeron, a la
sumisin. Y cuando se decide a amar, como ocurre con Lou que es la ms adorada, no puede
impedir, al mismo tiempo que le dedica los ms maravillosos poemas de elogio y de amor,
agredirla con saa y provocara.
Con sus actitudes sdicas Guillaume busca, sin duda, agredir y dominar a la amada para
excitarse con su sumisin y su sufrimiento, pero tambin, como ya he dicho, puede encontrar
excitacin en ser dominado y maltratado por ella, por lo que no es extrao que en ocasiones
busque con este fin la humillacin y la sumisin. Su placer se nutre con el dolor y la posesin
de una mujer, pero, por otra parte, no contento con disfrutar de ese dolor y de esa dominacin,
busca una nueva tensin y organiza, consciente o inconscientemente, una va para poder sufrir.
En lo que se refiere a su sadismo, la dominacin y el terror que una persona puede producir en
otra, le obsesiona, porque una vez ms repite lo vivido y puede excitarse como en la situacin
primaria. Pero una fantasa morbosa le excita especialmente: imaginar a su madre de rodillas a
Tambin Sade est obsesionado por la idea de dominacin, y especialmente sobre mujeres; por eso, en Les 120
journes de Sodome hace decir al Duque de Blangis dirigindose a toda la tropa de nias y prostitutas que haba
reunido pata sus orgas, las siguientes palabras:
tres faibles et enchains, uniqucment destins nos plaisirs...Mille fois plus soumises que ne
le seraient des esclaves, vous nc devez vous attendre qu lhumiliation, et lobissance doil tre
la seule vertu dont je vous conseille de faire usage: cest la seule qui convienne ltat o vous
tesla vie dune femme, que dis-je, dune fenime? de toutes celles qui habitent la surface du
globe, est aussi indiffrente que la destruction dune mouche...En un mot, frmissez, devinez,
obissez, prvenez...songez que ce nest pas du tout comme des cratures huniaines que nous
vous regardons, mais uniquement comme des animaux que Ion nourrit pour le service quon
espre et quon crase de coups quand ils se refusent ce service (Oc. Pgs 94,95 y 97).
231
As la ve en Giovanni
Ma mre tait jete sur le plancher, traine par les cheveux. Je revois nettement mon
pre pitiner la poitrine dnude de ma rnre, car pendant la lutte le corsage craquait ou
s ouvrait et les seins se dressaient, stigmatiss par le talon clous
Y no slo delante de un padre real o imaginario, sino tambin delante de un personaje inmundo
y repugnante:
Javais cinq ans lorsque jeus ma premire frayeur. Un jour, ma mre shabilla
retournes. On voyait une chair vive, rouge et rpugnante autour des yeux. Effray, je
saisis les jupes de ma mre, mais elle sejeta a genoux devant lhomme, qui menagait et
comrnandait (O. Comp. Vol. 1. Pg. 322)
Probablemente esta escena slo fue fruto de sus deseos y de su imaginacin desbordada; pero lo
que es cierto es que, desde los primeros aos de su vida, la imagen de su madre est conectada
con el miedo, con la violencia y con la sexualidad. Y este tipo de imgenes le obsesionarn
tanto que deseara hacerlas realidad y ver a su madre de rodillas a los pies de un hombre que la
maltratara y la dominara, como ella hacia con l. Pero al no ser posible, sentir una compulsin
irresistible por torturar sin cesar a los personajes de sus obras literarias y a sus novias en la vida
real.
Ya hemos visto muchos relatos de sus libros en los que tortura a hombres, mujeres, nios.. .e
incluso a animales. Octavio Paz en el libro citado, (Pg. 71) dice con mucho acierto que en la
obra de Sade los animales no son nunca objeto de tortura y rara vez instrumentos de placer. Sin
embargo, Apollinaire no se priva de torturar a los animales, y las fantasas sexuales animalistas,
como ya veremos ms adelante, son bastante frecuentes. En lo que se refiere a la tortura de
animales, las fantasas se centran, sobre todo, en comerlos vivos. En el relato Le Roi-Lune, de
Le pode assassin, la vctima ser un buey:
232
Le bruf vivant tait dcoup lendroit dsign par les convives, et telle tait
Ihabilet du boucher que le morceau tait dtach et rti sans qu~aucun des organes
essentiels ne ffit touch. Bientt II ne resta que la peau et le squelette que lon emporta
cornrne un contribuable dvor par les collecteurs dimpts...
Ce repas daliments vivants mavait paru si singulier que je fus un peu inquiet sur le
sort qui mattendait en compagnie de gens aussi avides de sang... (O. comp. Vol. 1,
Pg. 305).
Y en La vie anecdotique, en Les petites annonces, cuenta la historia de un irlands que coma
perros y gatos vivos:
LIrlandais qui mangea lan pass un chien vivant, aux applaudissements du public,
sengage manger, le 15 avril, un chat dun an, commen9ant par la tte. Le spectacle
est au lieu ordinaire (O. comp. Vol. 1111, Pg. 183)
La petite guenon est morte la nuit de mard mercredi, le 8 avril exactement un mois
aprs Diane (la chienne). Je suis dsole de sa mort et jen ai t trs impressionne!
Cette pauvre petite bte a t ma camarade pendant presque 8 ans. Je lai vue dans ses
derniers moments, 9a ma fait beaucoup de chagrin et jen pleure encore. Ji nefaut pos
tre aussi dur que toipour les animaux; et ds quils sont malades parler de les tuer.
JIs meurent bien tous seuls et puis on les soigne sils sont malades. On fait ce quon
peut. Cela porte malheur de les faire mourir. Ma grande guigne date de la mort de
Bobeite (une autre chienne)). Cest un sentiment fran9ais comme quand quelquun est
malade de dire iI vaudrait niieux quil meure! Alors toutes les personnes qui sont
malades et nc vous sont plus daucune utilit doivent mourir! (Carta de 16 de abril de
1913). (Subrayado por m).
233
Ms tarde, en la correspondencia con Lou, Guillaume confirma este amor de su madre por los
penos:
Pour les chiens, ils nc scrontjamais mieux que chez ma mre qul les adoreles chiens
seront trs bien. II ny a que des chiennes chez elle...(Carta de 26 de abril de 1915)
Sin embargo, a pesar de las declaraciones de piedad de su madre por los animales, en las
fantasas de Guillaume aparecen con una precisin sorprendente las escenas en las que una
madre, quiz imaginaria, torturaba a otros animales, concretamente a las cucarachas, que
conservaba en un viejo tonel para proceder al rito de quemaras vivas una vez al mes, y, por lo
que el poeta cuenta, da la impresin de que tanto la madre como el hijo asistan al espectculo
fascinados y observaban la escena con cierto deleite:
Ma mre les
runissait, je ne sais comment, dans un vieux tonneau, et jtais alors admis assister
leur trpas. Elle versait de leau bouillante sur les malheureuses btes, dont les
agitations, les courses, les bondes dsordonns avant la mort menchantaient2
Cuando llega la guerra y caen los interdictos, ser el momento ideal para hacer ms que nunca
reales, aunque en la mayor parte slo sea por carta, todas las fantasas de agresividad que el
poeta alimentaba contra su madre. Y no poda encontrar otra mujer ms adecuada que Lou, que
con su personalidad voluble y viciosa le recordaba tanto a Mme. de Kostrowitzky.
Los momentos enloquecidos de pasin que el poeta pasa con ella a finales de ao (1914) en Niza
234
Ante todo, siente por ella un deseo desesperado. Y tras las primeras relaciones sexuales piensa
que le pertenece y habla de la fisin total de sus cuerpos y de sus almas. A partir de ese
momento todo comienza a forjarse en la imaginacin del poeta, que para excitarse imagina a
Pour le spectateur queje suis, plus curieux de caractres que de faits, ce qui me frappa
davantage dans le propre de mon ami, fut cette facult quil avait de crer les gens qui
entraient dans son rayon... Dans sa vie, Apollinaire semblait incamer tour tour chacun
des personnages de la Comdie Italienne.
Guillaume imagina que puede y debe dominarla y eso le basta para intentar llevar a la realidad
las imgenes de sadismo que conserva en su imaginacin y que ya haba volcado en sus libros
clandestinos. Poco ser nuevo con Lou: slo tendr que recuperar de su inconsciente y de sus
recuerdos de infancia las viejas imgenes de sexualidad y de violencia. Asi, en un primer momento, escribe unas cartas llenas de amenazas y de locuras sdicas.
Ya, el 28 de diciembre de 1914, la expectativa del inmediato encuentro de fin de alio provoca en
Guillaume una excitacin extraordinaria, que le lleva a confundir el deseo con la dominacin y
la posesion:
235
Ma chrie le plus probable j arriverai Nice le jeudiJe taime de toutes les a9ons, je
te souhaite, je tappelle, je te serre te briser, tu es ma chose, ma petite esclave au gros
derrire
amada:
A partir de ese momento parece obsesionado por la dominacin y en casi todas las cartas vuelve
al mismo tema:
Je souhaite que tu me rendes volontairement toute lautorit que jai droit davoir sur
toi (Carta de4de enero de 1915)
pero no inventa nada, slo repite una vez ms las expresiones que siempre han dicho las
personas que basan sus relaciones en la dominacin de la otra parte. Son las mismas palabras
que Sacher-Masoch, entre otros muchos, pone en boca de su herona Wanda:
Mon pouvoir sur toi ne peut avoir de limites...flcide-toi. Veux-tu te soumettre sans
rserve? (O.c. Pgs. 172 y 177)
Sacher-Masoch hace que Wanda resulte convincente, porque acompaa con hechos sus
palabras.
Pero en la pluma de Apollinaire, sobre todo cuando escribe a Lou, algo resulta
extrao; se dira que sus declaraciones no son ms que una representacin, y que cuando le pide
que se someta a l sin lmites, slo se dirige a un ser imaginario que recupera de su
inconsciente; as, en su imaginacin se confunden continuamente la realidad y sus fantasas. El
5 de enero vuelve a soar con la dominacin y vuelve a asociar, como hizo tantas veces en sus
obras erticas, el dolor y el placer:
Mon Lou si beau, mon Lou dont jattends lassentiment dfinitif de ma puissance,
mon Lou qui je lai faite sentir cette puissance dans nos nuits de Nice, quand tu
tamusais me narguer et queje me suis veng de fa9on si cuisante sur tes jolies fesses
236
Durante esta primera etapa se comporta como un adolescente lleno de excitacin y de locura,
como un ser desorientado que trata de crear un microcosmos delirante de dominacin, de
contradicciones, de sexualidad desenfrenada, de crueldad y de sin razn. Se deja llevar por unos
instintos primarios que lo enloquecen, hasta dar la impresin de que para alcanzar la excitacin
sexual no existe ms lenguaje que el del sometimiento, el de la perversin y el del dolor. Pero
Apollinaire se reconoce en esa palabra. Ah es donde encuentra la excitacin y el desenfreno
que le ayudarn a combatir el miedo de la guerra, y aunque siempre ser un desdichado, una
vctima de una mirada intolerante que le llega desde sus entraas, trata de reforzar su ego
mintindose y hacindose creer que puede dominar a Lou, que ella va a prestarse a su juego y va
a revivir con l los momentos enloquecidos de su infancia, cuando no era ms que un objeto, un
ser pasivo dispuesto irremediablemente a los azotes y a las fantasas de su madre.., pero
terriblemente excitado. As escribe el 8 de enero:
...Mon Lou ador dont je veux avoir seul tout lamour, toute la tendresse, toute la
passivit. Je veux que tu sois obissante en tout, jusqu la mort et pour ty rduire,
belle indompte, ce sont tes fesses queje veux cingler, tes grosses fesses veloutes qul
ferai crier de douleur en dfon9ant ce beau derrire qui nc mrite pas autre chose et
pour lequel jai eu top de piti jusqu prsent....Tu vois mon Lou, tu peux prparer ton
arrire-train et le secouer en marchant, belle chaloupeuse, il ny coupera pas, je te le
cinglarai de la belle fa9on jusqu ce que tu me supplies genoux de tpargner. Ce
queje ferai si ~ame plait. Ton maitre
Un maitre que se cubre de ridculo, porque de entrada se siente profundamente inferior. Pero
una vez excitado, una vez perdido el control, vuelve irremediablemente a representar las viejas
escenas y vuelve a repetir el lenguaje demente que ya haba utilizado tantas veces en sus obras
literarias. Y una vez en el fragor de la escritura pierde conciencia de la realidad y con la
imaginacin desbordada vuelve a or la voz de su madre dominndole, amenazndole...o al
237
contrario, la vuelve a ver como en sus escritos imaginarios degradada, envilecida, suplicando a
paroxismo y vuelve otra vez a las antiguas situaciones de violencia que repetir hasta la
saciedad: el dolor, las splicas y la sangre. Pero esta vez imagina que es l el que domina, es l
el maitre y poco importa que Lou siga o no su representacin, ya que llega un momento en
que slo l conoce los papeles y los vivir hasta las ltimas consecuencias, hasta perderse en la
irrealidad y en la demencia. Pero la dominacin le obsesiona, una dominacin que da todos los
derechos y que el otro tiene que aceptar con pasividad aunque tenga que sufrir los mayores
Son las mismas palabras lejanas que escucha Sacher-Masoch mientras escribe La Vnus & la
fourrure y que pone en boca de Wanda, la protagonista:
Jal une terrible envie de te voir trembler sous ma cravache, de te voir souffrir,
dentendre enfm tes gmissements et tes rles, de continuerjusqu ce que tu demandes
grce, tandis que je te fouette toujours, sans piti, jusqu ce que tu perdes
connaissance... (Oc. Pg. 163)
el hecho de que Apollinaire las repita imaginando que es el sujeto activo y Sacher-Masoch el
pasivo no tiene mucha importancia; lo que cuenta es aquella voz, aquellas palabras que
permanecen an precisas e imborrables en el inconsciente de los dos.
Pero aquella voz les obsesiona, por eso Guillaume vuelve interminablemente a los mismos
fl me semble que je te pntre partout mme l o tu le crains, il inc semble voir tes
soubresauts quand je te fais sentir que tu mappartiens, que j ai droit sur toi, droit de te
mater, de te faire souffrir, droit danantir ta fiert et ta volont, il me semble voir ton
orgueil flchir et ta bouche me rendre hommage devant et derrire. 11 me semble te voir
dj quand nous irons plus bm sur lchelle de lamour et que toutes les folies
ouvriront leurs cluses pour nous entrainer au courant de la passion. Lou, tous les
torrents de mon tre rouleront en toi, je veux te fatiguer de toutes les fa9ons et que tu
demandes grce ton amant qui nc te laccordera que si ~alu plait
Pero en su imaginacin todo tiene una lgica, ya que tambin con su madre tena una
correspondance unique
objeto, los confunda hasta el punto de no saber bien donde comenzaba uno y acababa otro. Por
eso, en su relacin con Lou emprende un camino delirante que le lleva a imaginar que Lou es el
Se ne vis que pour que tu sois a moi, ma chose, ma chose obissantc et adorable
Su cosa, cosa obediente, porque esa pasividad del objeto de deseo le excita y desborda todas las
fantasas sexuales, las enfermizas y las de dominacin, que ya desde los escritos erticos
Tu es la GRANDE CHOSE. Mon Lou tu nc peux te figurer comme je tai dsire hier
ct cctte nuit. Se mimaginais ton corps, cefle chre humidit de la grotte mystrieusc o
gite la volupt. Jai imagin que si tu nc me rpondais pas comme je voulais, lors de
notre prochaine rencontre, je taurais mise nue A quatre pattes commc une chienne. Se
taurais fouaillc pcndant que ta bouche maurait bu et si je nc tavais pas juge
suffisamment humilie je taurais pitinc. .Jaurais foul aux pieds ton ventre et ton
derrire tour A tour sous les clous de mes souliers dartilleur. Et meurtrie je taurais
empale...(Carta a Lou de II de enero de 1915)
Slo se trata de repetir lo que llevaba elaborando en su imaginacin desde haca muchos aos. Y
Lou le da la oportunidad de dirigir sus fantasas a un objeto real, pero a un objeto que desde el
momento en que Apollinaire se dirige a l lo hace irreal, lo sita en un nivel que solo pertenece
a l y a su inconsciente, independientemente de lo que piense, de lo que sienta o de lo que sea
Lou. El poeta repite estas palabras al aire para excitarse, para alcanzar una tensin
sexual; y las dirige a Lou sin dirigrselas, como s no le llegaran, como si Lou ni siquiera se
diera cuenta de lo que l dice. Slo se trata de repetir hasta la saciedad las palabras familiares
que impregnaron su infancia de tal manera que al repetirlas vuelve a recuperar su morbosa,
insegura, pero nica identidad familiar. La consecuencia ser una relacin artificial, casi ficticia
239
con Lou, un personaje que, en cierto sentido, l ha creado para depositar en ella sus fantasas,
unas fantasas que, aunque a veces el poeta lo desee, ella no puede compartir con l.
Que en realidad no se dirige a Lou sino a s mismo, o a sus fantasmas resulta clarisimo, casi
sorprendente, cuando vemos en las cartas expresiones muy similares a las del relato Giovanni
Moroni, que he citado ms atrs, referidas entonces a una madre imaginaria.
Pero volvamos a la carta de II de enero : Se taurais mise nue a quatre pattes cornme une
chienne...
Este tipo de fantasas animalistas, a las que Apollinaire alude con mucha
masoquistas imaginen que son perros a los que se maltrata o caballos a los que se fustiga o
sobre los que se cabalga. Esta fantasa est tambin en la base de una de las ltimas escenas de
la primera Education de Flaubert : Jules no puede liberarse de un perro miserable y sucio que es
claramente la imagen de s mtsmo...aunque puede ser que en la imaginacin del autor el perro
sea el propio Flaubert en vez de su personaje Jules... Y, por supuesto, el famoso libro de SacherMasoch La Vnus & lafourrure est repleto de fantasas de este tipo, en las que el autor, a travs
de su protagonista Sverin, se imagina animal, especialmente perro, vapuleado por una mujer:
Sa main droite jouait avec un fouet cependant que son pied nu sappuyait
ngligemr-nent sur lhomme tendu devant elle cornrne un esclave, comme un chien
Wanda...se rend au thtre sans moi...jerre inquiet dans le jardin cornme une bte qui
a perdu son maitre...je mejette aux pieds de Wanda: je ne veux rien de toi, rien dautre
que la permission dtre toujours prs de toi, dtre ton esclave! Se veux tre ton chien
(Oc. Pgs. 124, 134y 135)
Apollinaire, ya lo veremos ms adelante, utiliza este tipo de imgenes para expresar las dos
tendencias, el sadismo y el masoquismo, aunque normalmente las fantasas animalistas con Lou
son esencialmente sdicas. En la carta de primero de abril de 1915, en vsperas de su marcha al
frente, desesperado y furioso porque ha perdido su amor, la fantasa es necesariamente sdica:
...Jy trouvai une jolie canne A pche en caille et me souvenant du conseil de la vieille
je jetai ma ligue et bientt je sentis que ~aavait mordu. Je tirai et il vint au bout de ma
Aunque, como hemos visto, cuando Sade quiere expresar el desprecio y la crueldad que inspiran al Duque de
Blangis las mujeres, las compara con animales, a los que Ion crase de coups cuando se niegan a obedecer.
240
<ji
ligue une femme nue qui tenait lhame9on entre les dents. Ses seins taient aussi jolis
que les tiens ce qui nest pas peu dire, on eut dit que deux jeunes chats montraient lA
leur museau rose. Je ramenai ma balancelle vers la rive tandis que ce mignon poisson
qul tait de ma pche se secouait en tendant le derrire, en le faisant rentrer en faisant
les mines les plus amusantes. Elle sauta gracieusement sur la rive. Je la suivis et elle
mentraina doucement vers le bungalow. A ce moment le soleil se leva et brusquement
il ny eut plus devant moi quune chienne qui me regardait dun regard si pitoyable que
je ne pus mernpcher de prendre quelques rayons au soleil et den fouetter A tour de
bras cefle malheureuse qui se sauva en hurlant et il ne resta A sa place quune sorte de
nue o apparaissaient les traits des amantes dantan une une et ensemble distinctes
quoique confondues...
Elle appela son chien, un beau danois, quelle branla un instant. Quand son vit pointu
ffit en rection, elle fit monter le chien sur elle, en mordonnant daider la bte dont la
langue pendait et qui haletait de volupt (O. comp. Vol. III Pg. 948)
Y si unas veces, ya en la vida real, imagina que Lou es el jinete y otras el caballo, en su
inconsciente, la mujer es siempre la que cabalga y la que fustiga y l slo puede aspirar a ser un
caballo azotado. As lo vemos muy claro con Mony, su alter ego de Les Onze Mille Verges:
LaCircassienne chevauchait Mony ayee rage (O. Comp. Vol. m. Pg. 934)
241
Con todo esto lo que pretendo demostrar es que cuando Guillaume escribe cartas sdicas a Lou,
vuelve siempre a las fantasas y a las imgenes obsesivas que se forjaron en su infancia, hasta tal
punto que, aunque pretenda dominarla, de alguna manera tiene tambin la fantasa de que Lou
se comporte de esta forma con l. As mientras escribe a Lou y desea verla como une chienne
pitoyable et malheureuse se excita tambin imaginando que l es al mismo tiempo ese perro o,
como veremos ms adelante, la persona a quien alguien pega, ata, azota o amordaza; de esta
forma, su agresividad se libera de manera sdica y masoquista a la vez. En efecto, la frontera
que separa el sadismo del masoquismo es muy sutil y el deslizamiento se produce
imperceptiblemente. Freud dice a este propsito:
Ce qui caractrise avant tout cette perversion, cest que sa forme active et sa forme
passive se rencontrent chez le mme individu. Celui qui, dans les rapports sexucs,
prend plaisir A infliger une douleur, est capable aussi de jouir de la douleur quil peut
ressentir. Un sadique est toujours en mme temps un masochiste, ce qui nempche pas
que le ct actif ou le ct passif de la perversion puisse prdominer et caractriser
lactivit sexuelle qui prvaut.
De plus, il est clair que lopposition sadisme-masochisme ne peut tre expliqu par le
seul lment dagression. Au contraire, on serait tent de rapporter cette union
dlments antagonistes la bisexualit unissant les caractres masculins et fminins,
que la psychanalyse remplace frquemnient par lopposition actif-passif (Trois essais
sur la thorie de la sexualit Pgs. 45 y 46).
Ms adelante, al estudiar el masoquismo veremos cmo funciona en Apollinaire esta alternativa
de fantasas femeninas y masculinas que Freud resalta tan acertadamente en la ltima edicin de
este libro.
En los escritos de Apollinaire y en las cartas a Lou vemos continuamente este desplazamiento
de imgenes : la misma fantasa aparece con frecuencia en distintos pasajes con doble
significacin, sdica y masoquista, aunque, al final, suele prevalecer la masoquista.
Se peux douter de moi par fatigue, je ne sais quoi, mais toi, tu vas douter de moi qui
suis ton maitre, qui ai tous les droits, toutes les puissances sur toi. Cest insens. Je
tapprendrai mon Lou que tu mappartiens et je trouve que tu considres bien la
lgre le pouvoir que jai sur toi. Se veux que tu aimes tout ce queje te ferai... Tu dois
tre heureuse de tout ce queje te ferai et tu dois embrasser passionnment le fouet que
je brandirai, et tu devras me demander trs sincrement encore. Ce nest pas seulement
ton imagination qui doit tre en jeu, cest aussi ton derrire, ton gros cu qui doit
souhaiter les coups comrne une grande volupt, si cest mon bon plaisir de lui en
donner, comme tes joues doivent tre heureuses des gifles que je puis leur flanquer, si
~ame dit. Coups ou baisers ce doit tre aussi patant pour toi, du moment que ~avient
de moi. Les coups doivent tre seulement considrs comme de gros baisers, et les
baisers comrne de petits coups. Si quand tu es A froid, tu redoutes les gros baisers, sois
si exquise, si passionne, si adorable que tu ne mrites que les petits coups de ma
bouche. Mais si tu sais queje taime autant dans ma svrit que dans ma douceur, de
mme que le plus petit bout de ta chair est aussi chr par moi que le reste, mon amour
ador.
Pero, como vengo diciendo, Apollinaire con estos comportamientos de dominacin no inventa
nada, sino que toma como modelo una voz maligna y amenazadora que habla dentro de l: la
voz proftinda, la voz figure de su madre, de su opresora. La voz que escuch desde nio, la que
le excitaba y al mismo tiempo le mantena en una tensin terrorfica a la espera del castigo y en
el miedo del sufrimiento que iba a venir. Por eso trata de buscar de nuevo en esa voz el
paroxismo ertico de otros tiempos; pero esta vez quiere situarse en el lugar del que castiga, en
el trono de la dominacin. Y desde ah repite las viejas frases que suenan incoherentes y
parecen Ibera de contexto y de toda lgica. Son frases desconectadas que recuerdan a las de una
madre tirana que impone total obediencia y sumisin a su hijo, amenazndole y justificando sus
243
amenazas con el amor que siente por l : Se taime tant dans ma svrit que dans ma
douceur
Pero Apollinaire, como hemos visto ya, no es el nico que se recrea en tamaas locuras y
sinrazones. Tales propsitos son muy corrientes en sadomasoquistas de todas clases. SacherMasoch, con el que tiene tantas fantasas en comn, suscriba contratos con sus amantes y con
sus propia esposa en los que se ven prrafos muy semejantes al que acabamos de leer; y, como
ya he dicho, aunque Apollinaire se coloque en la posicin sdica y Sacher-Masoch en la
masoquista, la fantasa es la misma: repetir aquella voz lejana y autoritaria con la que el adulto
que escribe estableci una fijacin durante la infancia Despus la distorsionar, la reorganizar
con su imaginacin, se la repetir a una mujer con la que tiene una relacin ertica o le pedir
que la repita para l... pero lo nico que cuenta es la voz de la primera, la que le tortur, la que
le maltrat, pero le excit ms que ninguna.
En lo que se refiere a Sacher-Masoch, resulta interesante examinar uno de los contratos que
redact para la firma de su propia mujer, que por cierto tom el nombre de la protagonista de La
Vnus & la fourrure, Wanda de Dounaieff; en este contrato le concede total dominio y
prerrogativas de castigo sobre l
i;
usa expresiones muy semejantes a las de Apollinaire en sus cartas a Lou, aunque sea en sentido
contrano:
Mon esclave,
Les conditions sous lesquelles je vous accepte comme esclave et vous souffre mes
cts sont les suivantes:
Renonciation tout A fait absolue A votre moi. Hors la mienne vous navez pas de
volont.
Vous tes entre mes mains un instrument aveugle qui accomplit tous mes ordres sans
les discuter. Au cas o vous oublierez que vous tes esclave et o vous nc mobirez
pas en toutes choses absolument, jaurais le droit de vous punir et de vous corriger,
selon mon bon plaisir, sans que vous puissiez oser vous plaindre.
Tout ce que je vous accorderai dagrable et dheureux sera une grce de ma part, et
vous ne devrez ainsi laccueillir quen me remerciant. A votre gard j agirai toujours
sans faute, etje naurai aucundevoir...
La plus grande cruaut mest permise, et si je vous mutile, il vous faudra le supporter
sans plainte...
-
Hors moi vous navez ren; pour vous, je suis tout, votre ye, vote bonheur, vote
malheur, vote tourment et vote joie. (Prsentation de Sacher-Masoch.Gilles
Deleuze. Les ditions de minuit. Paris 1967. Pg. 256)
Pero detengmonos en una cuestin muy interesante entre los masoquistas. Como dice Gilles
Deleuze, il nest tenu que par sa parole. En efecto, como dice tambin este autor, on doit
constater quil ny a pas de masochisme sans contrat ou sans quasi-contrat.
En Sacher-
De cualquier modo, las fantasas de Sacher-Masoch y de Apollinaire, como ya he dicho, son las
mismas: la total posesin y la dominacin de un ser humano por otro, hasta el punto de anular
su voluntad, de hacerle sufrir, de poder golpearlo..., un ser humano que pierde su condicin de
tal para quedar a la merced de otro que, a causa de la actitud totalmente pasiva de su objeto,
realiza su poder, su prestigio y su singularidad, lo que har que el objeto pasivo le adore y le
venere an ms.
Parece ser que la mujer de Sacher-Masoch ejecut con gran complacencia y sadismo todas las
clusulas de este contrato. En lo que se refiere a Lote, que era muy perceptiva, se dio cuenta
inmediatamente de que el verdadero mensaje de Guillautne no era sdico, sino masoquista y
245
que, a pesar de sus enloquecidas amenazas, lo que realmente poda esperar de l, tal como
sucedi, era la sumision.
Ya he dicho que cuando Apollinaire escribe con un tono autoritario y sdico, imita el tono de la
mujer que le influy decisivamente desde nio, su madre, la bella y dominante Angelica, una
mujer cruel que recordaba a una altiva amazona, ya que segn los diferentes testimonios calzaba
botas y le gustaba pasearse dentro de su casa con una fusta en la mano... una mujer que le
pareca la ms fascinante y prestigiosa, precisamente a causa de su tirana y de su altivez, y que
le influy tanto que siendo adulto vuelve a imitar su actitud y sus palabras.
que le instrua su nodriza estaban llenas de Zares y Zarinas sanguinarias y siempre era la mujer
la que torturaba o mataba al hombre. Aquellas dos mujeres tan crueles, pero tan seductoras a
sus ojos, le influyeron para toda su vida, por eso lo que ms poda excitarle era que la mujer
objeto de su deseo repitieracon l la actitud cruel y autoritaria de las dos. Sacher-Masoch cuenta
en sus memorias que estas dos mujeres fueron decisivas en sus gustos masoquistas, pero es
indudable que su madre no pudo ser un modelo de ternura ni de afecto, de otra forma ese
hubiera sido el verdadero mensaje que hubiera retenido...adems, su obsesin por el fro que
siempre rodea en su imaginacin a la mujer, denota el fro afectivo en que vivi su infancia. Es
indudable que su madre no pudo ser una persona calurosa, sino que como las otras dos que
describe, y probablemente an ms, tuvo que ser fra y cruel, igual que todas sus heronas, en las
que no hace ms que depositar sus vivencias infantiles de manera obsesiva, lo mismo que hace
Apollinaire.
Apollinaire pasa en sus escritos imaginarios y en la vida real con mucha facilidad del sadismo
246
al masoquismo.
En Les Onze Afille Verges este contraste es evidente, ya que alternan las
crueldades de Mony y la sumisin dolorosa de Katache. Pero lo que es evidente es que detrs
de las dos actitudes est la repeticin de la relacin con su madre, aquella mujer que con su
crueldad slo pretenda educarle en la moralidad
El fantasma de la masturbacin
Esta es la letana que repite sin cesar: una serie de frases delirantes, y a veces crueles, que hablan
siempre de lo mismo, de algo que qued detenido en alguna parte de su inconsciente sin poder
evolucionar. Unas impresiones que le marcaron para siempre y que vuelve a repetir cuando se
aliena y da rienda suelta a sus fantasmas profundos. Entonces los recuerdos vuelven a roer el
alma de aquel nio maltratado, y terriblemente excitado habla de los conflictos que estuvieron
en la base de lo que tuvo que ser la brutal dominacin: la obediencia, la posesin total y la
represin de sus pulsiones sexuales, sobre todo la masturbacin. Esa es la voz que omos
247
mientras habla desde un nivel inferior, desde aquella regin misteriosa en la que los conflictos
siguen vivos. Conflictos que
Sobre todo en esta primera poca, es indudable que mientras escribe pierde a veces la
conciencia y vuelve a una etapa anterior en la que races dolorosas y lejanas le atrapan de nuevo.
As parece que, aunque se refiere a situaciones presentes y relacionadas con Lou, hace hablar en
su lugar a otra persona de la que toma prestada la voz, una persona con la que
est ntimamente
unido, como si una corriente pasara de uno a otro, como si fueran vasos comunicantes.
Guillaume se obsesiona con la masturbacin de Lou lo hace
Cuando
que le dicta conductas convencionales y obediencia rgida y violenta a partir de las represiones
que le impona su madre. Son los conflictos en los que vivi durante su infancia y que fueron
decisivos para su evolucin sexual; y como los vivi con tensin, le dejaron huellas profundas e
inconscientes en la memoria que determinaron para siempre su carcter, sus complejos de
culpabilidad y
masturbacin infantil es el eje alrededor del que giran las fantasas sexuales de los nios. Freud
dice a este respecto:
Nous avons mont que les manifestations sexuelles infantiles prsentaient surtout un
caractre masturbatoire...Nous avons encore besoin dapprofondir les raisons pour
248
Asi, si el adulto priva al nio con brutalidad, o bajo La amenaza de castracin, de esta actividad a
La masturbacin
Guillaume quiera salvar a la mujer amada, en este caso a Lou, de estos peligros que se
Todas las represiones que Apollinaire sufri por parte de su madre, y no slo de la
masturbacin, fUeron como mutilaciones sucesivas de su personalidad, que no slo dieron lugar
a terrorficos complejos o a explosiones de agresividad y de deseos de dominacin, sino que, en
muchos sentidos, contribuyeron a detener la evolucin de su sexualidad en una fase pregenital
oral y sdica anal, sin dejar paso a una evolucin adulta y genital plena. ..pero estos problemas ya
En todo caso, la masturbacin, que le obsesiona tanto y que permanece en l como una fuente
infantil de excitacin, funciona en Apollinaire en dos sentidos: unas veces como fijacin de
represin, como estamos viendo con Lou, pero otras no para reprimirla, sino para crear una
tensin sexual extraordinaria, la misma que se cre durante su infancia, que le permita excitarse.
Entonces incita a Lou a que se masturbe y adems le pide que se lo cuente con todos los
detalles:
Mon Lou raconte-mol le dtail de tes menottes et de tes excitations, raconte-le
compltement, 9a mamuse infiniment, bien plus mme. Ne crains pas queje me f~che
des dtails quels quils soient, tout ce qui texcite do ou de qui 9a vienne mintresse
(Carta de 4 de febrero de 1914)
A partir del momento en que Guillaume considera que Lou le pertenece, que se ha creado entre
ellos un vnculo profundo, recupera las fijaciones que permanecen en su inconsciente, los
fantasmas que le atormentaron en su infancia y que an le obsesionan y le excitan. Y llega un
momento en que desear significa volver a resucitar los conflictos, las tensiones y las
249
En Nimes, cuando es tiempo de guerra, mientras los ejercicios se suceden, Apollinaire piensa
interminablemente los viejos propsitos que marcaron su infancia, porque cuando se dirige a
Lou sobre estas cuestiones, lo que le obsesiona es su propia infancia y, sobre todo, su propia
masturbacin, que debi excitar y obsesionar tanto a su madre como ahora le excita y le
obsesiona a l. Por eso vuelve una y otra vez a repetir las mismas palabras
Se te demande encore, mon Lou, de rpondre mes lettres. Si tu les lis, rponds-y. Si
tu nc les lis pas...Obis-moi, Lou! Sans quoi, je tassure queje me facherai, pan, pan
pour de bon. Je voudrais que tu sois tellement A moi, queje naie qu te bercer dans
mes bras et te prendre et queje naie jamais te fesser autrement que pour mamuseret
texciter un peu, mais si tu continues A tre dsobissante, il faudra que japporte un
fouet de conducteur et tu yerras. Pour menotie de mme, je veux que tu fasses des
efforts pour ty livrer plus rarement. Tu comprends, je nc te demande pas de renoncer A
cette rcration, mais de ne pas ty livrer tous les soirs, car ainsi tu en abuses,
tabimerais et je veux mon Lou aussi job toujours que quand jai cornmenc de
ladorer, je veux que sincrement tu me dises, cest--dire mcrives chaque fois que tu
tes fait menotte, SE LE VEUX. Je sais bien, du premier coup tu narriveras pas A
exercer suffisamment ta volont, mais peu A peu, tu te domineras... (Carta de 17 de
enero de 1915)
Entonces todo se confunde en su imaginacin: las amenazas, los terrores vividos.., pero todo
conduce a lo mismo : a una excitacin delirante que le lleva a volver una y otra vez en la misma
carta a la masturbacin y desde ah a la violencia, a las perversiones, y, sobre todo, al fantasma
terrorfico y excitante de la castracin:
Rsiste dabord une fois de temps en temps...Ainsi fais-le aprs re9u de celle lettre en
pensant que je tadore, que je te dsire, que je pense A ta nudit exquise de Salom se
branlant devant la tite coupe du Baptiste. Pense combien j aime tes seins...Regarde
te belles fesses tremblantes que j ai fouettes avec dlices...1 (Subrayado por m).
Freud en La Wc sexuelle, (Pg. 79), dice, como ya hemos visto al estudiar la castracin en el primer
capitulo:Nous savons bien que la dcapitation est le substitut synibolique de la castration
250
o a las declaraciones de amor, para pasar otra vez a la represin de la masturbacin que contina
obsesionndole:
Tense queje taime autant avec lme quavec le corps et le lendemain pleine de celle
pense rsiste, nc te fais pas menotte...
El 18 de enero de 1915, vuelve de nuevo a hablar de dominacin. Y siempre con las mismas
palabras que, en nombre del amor, reclaman un objeto, una renuncia total de Lou a su voluntad.
Pero otra vez se trata de la misma fijacin en la que Lou no ser nada, slo una imagen
inventada por el que quiere ser su dueo. Y as pretende crear con ella un vnculo de posesin
tal que la site en las vivencias que l ha conocido durante su infancia y su adolescencia, algo
que le parece indispensable para poder tener un amor y una identificacin profunda, excitante y
emotiva:
Je tai dit que je voulais que tu sois ma chose...il me faut ta vie, ton sang, chaque
respiration de ta poitrine, chacun de tes dsirs et tout lassentiment de ta volont, de ton
corps, de ton esprit. Donc, cela signifie que ren de ta ye passe ne peut subsister en
toi comme dlectation. Tu dois tout oublier pour ntre plus que mienne...
Sersuya, poseerla completamente, como pretende, no sign~ca entonces que no pueda tener un
amante oficial o incluso aventuras con otros hombres, como precisa muy bien con e/plural les
autres
Lou tiene que ser compltement A lui y, sin embargo, le dice al mismo tiempo je
de que sea completamente suya, no piensa esencialmente en que no tenga otras aventuras o un
251
amante, sino que lo que le est pidiendo es algo que va ms lejos, en el sentido y en el tiempo:
quiere que Lou reviva con l la relacin ms completa, ms totaL ms entregada que conoce:
la que l vivi con su madre en la fusin y en la identfcacin porque le parece que esa es la
nica forma posible de amar:
Oui, tu es moi-mme etje suis toujours en toi comme tu es toujours en moi (Carta de
9de enero de 1915)
Y pretende, imagina, que ya ha llegado con ella a esa identificacin con la que suea:
La que existe tambin entre los pjaros pihis, que tanto le impresionan, y de los que, como ya
hemos visto, habla en Zone:
Y mientras imagine que han llegado a esafusin, poco importa que Lou tenga un amante, poco
importa que exhiba sus aventuras.
contaba era la tota/fusin que los una y eso es lo que quiere repetir con Lou, porque es lo que
conoce, lo ms excitante, y as quiere construir la relacin entre los dos. El 11 de enero vuelve
a insistir en la fusin que los une, la que l desea, la que imagina, con los esquemas de su
memoria y a partir de sus viejos modelos:
Nous nous son-mies donns lun a lautre de telle fa~on que ren nc pourra nous
sparer, mme la mort.
252
Este periodo tan intenso de la correspondencia, que comienza tras las noches delirantes de fin de
ao (1914), concluye el 27 de febrero de 1915, cuando Lou no acepta ir a visitarle a Nimes,
despus de haberle hecho concebir ilusiones (Je suis content puisque tu pourras rester au monis
six semaines. Carta de 1 de febrero de 1915. Trouv bel appartement pour toi et tes chiens
Carta de 23 de febrero...) Durante todo este tiempo, mientras espera su llegada, el poeta se
encuentra en una estado de exaltacin extraordinana:
Sarnedi dn chez Nicolini. Laine de ses files te ressemble un peu, tes yeux, et 9a
ma fait une impression fantastique de mapercevoir de cela, jai aussitt t comme
ivre... Se suis ton maUre, ton dlve, tout le tremblement, cest merveilleux... (Carta de 1
defebrerode 1915)
que se traduce en un deseo desorbitado y que da lugar a la violencia, a la dominacin y a todas
las obsesiones que estamos viendo. Una permanente insatisfaccin le lleva a desear siempre
mas, a querer poseer a Lou completamente. Por eso, como si de una fiebre delirante se tratara,
no puede dejar de hablar, temblando, incoherente, amenazante, en casi todas las cartas de este
primer periodo, de la dominacin que pretende conseguir sobre ella:
Aunque podemos observar que pasa sutilmente de las fantasias sdicas a las masoquistas: quiere que se instale
entre ellos una excitante relacin ya sea adoptando l el papel de maUre todopoderoso o el de sumiso
alumno.,.
253
Tu dois mtre soumise, tu dois, je me donne tout toi, mais comme ton maitre qui
adore tu dois tre moi, sans quoi...Ton orgueil doit plier puisque je taime Tu ne
dois jamais en faire ta tte sans quoi me perdras Se veux pas que tu te forces, je veux
que tu soismoi par nature(Carta de2l de enero de 1915)
-
Ion orgueil doit plier puisque je taime. La voz de su madre est ah otra vez formando su
modelo. Y el poeta consiente. Slo su madre tena razn, amar es dominar. Por eso se deja
llevar por esa voz que le invita a algo antiguo y excitante, hasta llegar, intencionadamente o no,
al sadismo, a la dominacin y a la perversin. Y en su delirio se imagina que l es otra vez su
madre y Lou el nio que l era cuando surgieron sus obsesiones... pero esta imagen es tan
interesante que merece un estudio aparte, lo que har ms adelante
II me tarde, mon Lou chrie, que je taie en libert pour mieux te mater. Tu es
follement indpendante. 11 faut queje te fasse plier que tu le veuilles ou non. Se pense
parfois que tu es ce fameux petit gar~on quil faut chtier...Je te prend tout entire et te
plie volont (Carta de 27 de enero de 1915)
Pour mieux te mater. Una frase que resuena en su cabeza mientras la escribe como una
alucinacin, pero que necesita plasmarla en la carta a Lou. Es como si quisiera actualizar,
resucitar el recuerdo para que su imaginacin pueda divagar sobre l. Son vocablos, frases
hechas que repite para s mismo, como si nunca fueran a tener un destinatario, como si su nica
funcin fUera la de materializar en su conciencia lo que hasta entonces perteneca al
inconsciente. Son frases fugitivas, que se deslizan del inconsciente al consciente y que lo que
tienen de fascinantes para el poeta es precisamente que pertenecen a un momento pasado vivido
intensamente. Son frases sin consecuencias, que se extinguen tras haberlas escrito, que slo
existen en su actualidad grfica durante el tiempo que tarda en escribirlas. Es su mano la que
escribe los grafemas, pero si sobreviven al movimiento de su mano es nicamente para
devolverlas al lugar de donde nunca debieron salir: a su memoria inconsciente, desde donde
cuando sea necesario las volver a hacer revivir con otra forma, bajo otra apariencia, en otro
contexto.
Guillaume escribe este tipo de frases para llevar al extremo la satisfaccin grfica o verbal de
repetir lo que ha odo, aunque Lou no conozca la significacin, y, sobre todo, aunque no le
254
interese. Lo que cuenta para el poeta es plasmar el recuerdo vago y Lejano de la voz de su madre
que escribe por l, porque l continua a no existir sin ella como ella no existe tampoco sin l. Y
l es ella, con sus conflictos, con sus violencias, con la idea de que el amor debe engendrar algo
intensisimo y terrible, porque si no no es amor. En este sentido escribe tambin el 1 de febrero
Lou exquis je vais aller seller dans une grande allgresse qul me vient de toi et qui va
vers toi et qui me transporte dans un vertige si dlicieux que jy voudrais mourir dans
tes bras en plongeant mes yeux dans tes yeux, dans lamour parfait et terrible.
Porque para Apollinaire el amor slo puede concebirse como una pasin terrible y dolorosa
(ton amour doit tre passionn de dauleur. Carta de 12 enero dc 1915). Y as trata de
recrearlo con Lou. Y a esa mezcla de adoracin, de furia y de rabia la llama amor. Amor que ni
siquiera es compartido, sino un acto volitivo nico que se conecta con las obscuras
profundidades de su memoria. Por eso, aunque Lou no comprenda su trayectoria demente, l
sigue su camino guiado por una pulsin que muchas veces no puede controlar y ni siquiera
identificar:
Si tu pas sage tu ven-as, sera svre, Lou, comme un prcepteur pour son lve
indisciplin (Carta de 23 de febrero de 1915).
Toda una serie de vivencias anteriores, infantiles y delirantes que el poeta resucita con su
imaginacin reencamndolas en Lon. Pero las reencarna representando la escena en solitario, y
ridiculizndose precisamente en la falta de eco que encuentran sus palabras. Es evidente: todas
estas amenazas y exigencias de dominacin no pueden tener ninguna consecuencia, son
mensajes que llegan huecos, sin contenido y que Lou no toma en serio. Toda la furia de las
amenazas imaginarias permanece tambin imaginaria en este maitre de cartn.
Adems, en su confusa y extraa relacin con Lou el poeta se contradice continuamente. As,
aunque amenace y exija sa vie et son sang, en la misma carta o en el mismo prrafo se hmnilla
y se somete incondicionalmente a ella. Har, como veremos ms adelante, todo lo que ellos
quieran, Lou y Toutou su amante. Porque cuando se trata de emociones, de amor y de pasin
nada en su cabeza est lgicamente estructurado, slo acta por pulsiones instintivas, por
255
le sais ob je tattacherai, mon esclave adore, et nous aurons aussi un noble chevalet
ou ttendre, victime royale. Je te fouefterai avec le calme quil faut, avec tout le
confortable que mrite une aussi belle captive (Carta de 27 de enero de 1915)
Y, al parecer, durante varios das contina imaginando cmo llevar a cabo esta idea. Algo que
le dar el poder fascinante de tener a Lou completamente a su merced. Por eso, slo en su cama
del cuartel, hablando consigo mismo, compone este tipo de escenas en las que se recrea como
en un vicio solitario. Imagina todos los detalles y le excitan tanto que ni siquiera puede dormir:
Ce matin rveill 3 h pas pu me rendormir, pens toi, tes yeux dans la volupt,
pens mille choses faire ensemble., Imagin des liens (chez moi Paris) pour
tattacher srieusement sans trop froisser tes poignets. Texpliquerai cela...(Carta de
30 de enero de 1915)
Elles reprsentent une situation infantile et fminine par excellence: tre li, garrott,
la merci de quelquun, battu, maltrait et humili (Le masochisme Payot, Paris 1965,
pg. 30)
Pero ya veremos con detalle ms adelante como funcionan todas estas fantasas en Apollinaire.
256
Por otra parte la escena no es nueva, sino que ya la haba imaginado muchas veces. En Les
0mw Mille Verges, donde da rienda suelta a su imaginacin, tena necesariamente que aparecer.
Pero en algunos momentos de esta obra Apollinaire ve la situacin a la inversa y nos describe su
verdadera fantasa: un hombre, tvtony, con el que se identifica, es li et baillon:
Et se jetant sur Mony pouvant, les cambrioleurs le baillonrent et lui lirent les bras
et les jambesLa Chaloupe avait une badine la main et la donna Culculine en lui
ordonnant de taper sur Mony de toutes ses forces (O. CompVol. III. Pg. 902)
y as pasa, en un deslizamiento masoquista que le es tpico, de imaginar que ejerce un poder
total sobre una persona que se convierte en su objeto, en su cosa, a recrearse en ser l mismo ese
objeto, que una vez reducido a la impotencia total, ser azotado cruelmente y tratado sin piedad;
es decir, Guillaume volver a repetir obsesivamente, unas veces con fantasas sdicas y otras
masoquistas, las viejas situaciones infantiles.
Pero Apollinaire tampoco inventa nada con esta fantasa, que, como he dicho, es muy corriente
entre los masoquistas y que tampoco poda faltar en el masoquista por excelencia, SacherMasoch. En su libro ya citado, La Vnus ~1la fourrure, escrito en 1870, aparecen muchas
escenas similares a sta que Apollinaire imagina en Les Onze Mille Verges
Exactamente las mismas fantasas que vemos continuamente en Guillaume: el placer que suscita
en una persona reducir a otra a un objeto, a un animal, a una cosa... un ser pasivo que cuanto
ms vapuleado y humillado sea ms prestigio otorgar a la mano que le hace sufrir y, que a su
vez, encontrar tambin una inmensa excitacin en la sumisin y en el dolor.
257
Durante este periodo de la correspondencia, ApoUinaire representa con Lou todo este tipo de
fantasas, tratando de situarse en una enloquecida posicin dominante y reducindola
imaginariamente a un objeto, a una cosa, a un animal, aunque en sus obras literarias represente
las mismas escenas en muchas ocasiones desde el punto de vista masoquista, y aunque Lou no
siga en ningn momento su juego que, en realidad, slo pertenece a su inconsciente, a sus
recuerdos y, en definitiva a l y a su madre.
A partir dcl 27 de febrero en que, como ya he dicho, sabe que Lou no ir a Nimes, que no le
pertenece y que no tiene ningn poder sobre ella, Apollinaire renuncia al amor posesivo y total
con el que soaba:
Les quatre mois de dpt mavaient dprim ainsi que la fin malheureuse de notre
amour...Et il vaut mieux tre ici (en el frente) un soldat fier et disciplin que ronger un
regret, un regret damour, surtout quand il sapplique une inconstante comme tu les.
Se sais quand tu maimas moins, je sais mme que dans peu tu ne mcriras mme plus.
Dailleurs tu me las fait entendre suffsamment Marseille (ltimo encuentro de
veinticuatro horas en Marsella el 27 de marzo de 1915)- Carta de 11 de abril de 1915.
y, aunque contina adorndola, sin respuesta por su parte, sin la posibilidad de fusin que
imaginaba, el deseo ardiente no encuentra salida, y, al mismo tiempo decaen todas las
manifestaciones exaltadas y excesivas que acompaaban su alienacin.
A partir de ese
momento el poeta no volver a pretender que Lou sea ni su cosa ni su objeto y las alusiones a la
dominacin sern muy limitadas, prcticamente inexistentes y, en todo caso, no tendrn la
fUerza que tenan en las canas de esta primera poca. Pero Guillaume ya haba anunciado que
as ocurrira en la ya citada carta de 3 de enero de 1915, en los primeros momentos de deseo
delirante:
Rflchis bien et si tu dois manquer tes promesses unjour, dis-le de suite, avant quil
ne soit trop tard...Donc rflchis. Le MaUre abdique sa puissance jusqu la rponse
258
dfinitive de lesclave. Aprs quoi jI sera maUre pour toujours ou renoncera pour
Pero no nos engaemos, aunque las expresiones de dominacin desmesurada se acaben, la furia
y la agresividad permanecern solapadas en el poeta y dispuestas a manifestarse a la primera
ocasin. Porque desde su infancia, desde que todos sus movimientos, desde que todas sus
A partir de esta fecha el tono de las cartas cambia radicalmente. Las manifestaciones de
sadismo y de dominacin disminuyen considerablemente, pero queda otra forma de agresividad
mucho ms sutil y agazapada que surge de vez en cuando, disimulada y viciosa. Agresividad
contra Lou y agresividad contra s mismo. Aunque muy pronto encontrar una mujer de
recambio, Madeleine, en la que volcar el volcn furioso de su violencia. Con ella volver a
repetir las mismas frases de dominacin, de posesin y de esclavitud. Pero mientras dura la
correspondencia simultnea con Lou, junto a las manifestaciones de amor, de adoracin y de
masoquismo quedar haca ella un veneno latente, una agresividad que se reflejar en la
constante alusin a los vicios de Lou, especialmente a sus aventuras sexuales, y que, aunque le
excitan enormemente, despiertan al mismo tiempo en l una agresividad irracional y excesiva.
As, junto a la rendida sumisin y a la generosidad humillante que le ofrece, hay una malsana y
constante peticin a Lou de que le cuente sus aventuras erticas, aunque despus se las reproche
y la insulte a causa de ellas, como tambin veremos ms adelante.
Pero Lou ya no tiene ningn inters por l, slo vive para Toutou, por lo que termina la relacin
con Guillaume. Y entonces sbitamente la situacin se invierte: Apollinaire, el que perverta a
Lou con todas las fantasas sexuales imaginables, a partir de ese momento tratar de salvarla;
le dar con frecuencia consejos de castidad y tratar de demostrarle que es un hombre casto,
puro y sacrificado, mientras que ella es una viciosa, ella es mucho peor que l:
259
Mon Lou, cornment se fait-il que les hommes pouvant se forcer lasctisme absolu,
la sagesse complte, par devoir, par sacrifice un petit Lou ne le puisse pas?(Carta de
25 de abril de 1915)
La cuestin es tan interesante y tan ambivalente que merece un estudio detallado ms adelante.
As, como ya he dicho, a partir del 27 de febrero, sin respuesta a su enloquecido amor, renuncia
para siempre a la dominacin y slo muy rara vez recuerda los momentos en los que, al menos,
crea dominar:
Mon petit Lou trs ador, le long baiser vicieux que tu mas envoy ma mis dans un
tat pouvantablement exquis...ie me suis revu maite de Lou, je la dominais
entirement; Lou tait malade dexcitation... elle aimait Gui son dominateur la
folie...(Cartade2dejuniode 1915)
Pero cuando surge la agresividad, que es tambin, como ya he dicho en el primer capitulo, como
una droga para evitar la depresin, cuando aparece la furia, nada la puede detener, es como un
260
volcn en erupcin. Y entonces el poeta pierde toda la razn y la proyecta sobre la mujer que
cree que le pertenece.
El, de manera consciente, quena forjar nuevos mitos, vivir en la creacin y en la espiritualidad
casi divina que da la poesa:
Les potes sont les crateurs, den ne vient donc sur ten-e, napparait aux yeux des
honimes sil na dabord t imagin par un pote...Je sais que ceux qui se livrent au
travail de la posie font quelque chose dessentiel, de primordial, de ncessaire avant
toute chose, quelque chose enfin de divine (Carta a Lou de 18 de enero de 19 15)1
pero no puede sustraerse a la rabia, porque las viejas injusticias, las humillaciones y las
represiones de la infancia todava le hacen dao y le desesperan. La rabia a causa de la
injusticia sufrida forma parte de su vida y a cada instante se reproduce; pero no quiere, al menos
conscientemente, recibir nunca ms las bofetadas de una mujer, y quiere darlas, como hace en
tantas de sus obras imaginarias. Pero al final la rabia y la violencia se volvern siempre contra
l y no podr escapar a ellas, hasta que se vuelva su propia vctima. Juega contra la violencia
para perder y de cualquier manera no puede escapar a su destino.
Se atribuye una imagen de personaje subalterno, medio extranjero y sacrificado, pero no quiere
que los dems se lo digan e intenta realzar su imagen y su estilo epistolar con un narcisismo
indudable; tiene demasiada tendencia a considerarse el centro del mundo, pero, aunque pretenda
lo contrario, como objeto de escarnio y de humillacin.
Se desvaloriza permanentemente para evitar el honor que le produce ser desvalorizado por los
dems y sabe que, de todas formas, su vida es una insatisfaccin perpetua. Sin embargo, por la
menor cosa se siente humillado y desesperado. Y, aunque a veces se re de s mismo, y aunque
261
tambin encuentre excitacin en la humillacin, otras veces, muestra un ego muy fuerte y no se
tolera quedar en ridculo, sobre todo si el ridculo o la humillacin vienen de una mujer...
En la carta dirigida a Lou el 28 de enero de 1915 vemos expresada toda la rabia contenida de
Guillaume. Un simple comentario de Mme, la prima de Lou, a propsito de sus modales, si
deba o no quitarse la gorra militar para saludar, provoca una sensacin de humillacin
desproporcionada en el poeta, y, en consecuencia, una reaccin de furia sorprendente. Ms
adelante, el 2 de septiembre del mismo ao, veremos como se desata otra vez su furia a
propsito de un comentario inocente de Madeleine... pero eso ya lo estudiar al tratar de la
correspondencia con ella.
Pero volvamos a esta carta que dirige a Lou. Al principio intenta contenerse dndole, como
pequena venganza y en tono de irona, lecciones de comportamiento en sociedad:
Te flicite de frquenter des gens aussi patants que ceux que tu cites. Seulement,
petit Lou, une observation, la bonne rgle veut quon nemploie point la particule
lorsquon ne fait pas prcder le nom de Monsieur, Madame, Mademoiselle ou de
prnom. Ainsi on dirait de toi Mme. de C. ou Lou de C. mais lajolie, la merveilleuse C.
Ii ny a dexception cetre rgle que pour les noms dune ou deux syllabes
colnmen9ant par une voyelle; ex: les dO. Ou bien les dAssas...Mais on doit dire les
Bourhon les Coligny ...Tu men veux pas, Lou?
Y, en seguida, casi de manera infantil, aunque por el momento disimulando la rabia, aparece la
verdadera razn de esta pequea leccin de cortesa herldica:
Je ten veux pas pour le kpi. Mme et toi avez raison etje te remercie de me le dire
Pero, como ya veremos por la continuacin de la carta, aunque intenta dominarse y simular que
acepta sus crticas, est furioso. Y la furia va aumentando poco a poco. Primero intenta
compensar la humillacin de los reproches a los que le someten las dos seoras por no haberse
262
quitado la gorra para saludar tratando de ensalzarse y comparndose con grandes poetas de la
literatura francesa:
Seulement crois que cest surtout par distraction et, malheureusement, je suis aussi
distrait dans le civil que dans le militaire. Je suis pote Lou, et les potes sont souvent
distraits, tmoin La Fontaine, Grard de Nerval et dautres. Nanmoins tu as raison de
me faire cette observation et je te prie de mexcuser auprs de Mme et de tous ceux
que mon kpi aurait pu choquer. Je tassure que les Polonais ns Rome et qui nont
jamais quit la France depuis leur plus tendre enfance sinon pour de courts voyages
dtudes sont mme de savoir des usages que Von mconnait aussi bien en France
quailleurs, car en France on nen observe plus gure. Au demeurant je suis pote,
soldat pour le moment - Je ne tiens ni tre ni homme de monde ni homme chic,
surtout si ~adoit mempcher de rver
Pero los reproches le han humillado. Y mucho. Por eso muy pronto, aunque primero haya
dicho que agradece la observacin, pasa al ataque:
Cest insens que de petites femmes comme Mme dont le langage ferait rougir tous
les canonniers de tous les rgiments runis peuvent tre cheval sur un kpi
Y como seguramente Lou en su carta hace alusin a su filiacin polaca, el poeta responde con
un tono agresivo:
Race o cependant on nest pas si con que tu veux bien me le faire entendre et qui sait
fort bien se faire tuer quand il faut, kpi en tte pour les Fran9ais et surtout pour les
Fran9aises, tmoin les Polonais morts en si grand nombre dans larme de Napolon
qui ne leur en sut aucun gr. II est vrai que Mme est de nation beIge, que les beIges
se croient tout permis, mme de manquer dindulgence lgard dun canonnier francopolonais. Pas moyen de lui en vouloir puisque cest une charmante espigle. Dautre
part, si je savais quon devait enlever son kpi chez Vogade, jignorais quen tenue
263
militaire on saluait une femme en enlevant son kpi mme dans la me. Ce nest pas
rglementaire
Despus de tantas explicaciones sobre el famoso kpi, intenta volver a la expresin de amor
que es habitual en sus cartas a Lou:
Enfin. trve de balivernes, je tadore, mon Lou, et cette gentille lettre met du soleil au
c~ur. Tu es mignonne, intelligente, indulgente. Une chanson damour quon chante ici
finit
Ale pifi de fon pauvre art ilteur
Intenta permanecer en la expresin de amor, pero no puede evitar volver una y mil veces a la
historia del kpi que le obsesiona:
Dailleurs il faudra que tu aies piti de ton artilleur, car si tu tpates dun fait comme
le kpi chez Vogade, tu auras lieu dtre pate encore souvent
Y precisamente porque la historia del kpi le enfurece, pasa de pronto a un estallido de rabia,
de sadismo y, sobre todo, de bajas perversiones, peor probablemente que ninguno de los que
haba tenido anteriormente con Lou. Es un prrafo obsceno, un ataque de furia, en el que
envilece y humilla a Lou como l mismo se siente envilecido y humillado por la banal historia
del kpi. Es evidente que mientras escribe se encuentra en un estado de rabia del que quiere
liberarse proyectndolo sobre Lou; quiere que tambin ella souffre en son orgueil. La historia
del kpi lo ha puesto fuera de s, y, aunque desea controlarse, aunque desea quedar por encima
del problema y comienza su larga frase diciendo le tadore comme un fou, no puede evitar
una explosin incoherente e irracional, que sube directamente del inconsciente como un veneno
morboso acumulado durante aos:
Je me souviens de ladorable position que tu avais prise samedi, fesses trs leves
dans tout leur dveloppement et entre elles cet pais bourrelet de chair brune et grasse
o souvre la bouche perpendiculaire et muerte que jadore. Elle souvre chaque fois
que ta croupe <agite. Elle semble sur le point de parler, et moi, maUre arm du fouet
de justice je cingle celle mappernonde merveilleuse. Toi tu souffres en ton orgueil, tu
ptis et lamour change en volupt la souffrance que tu ressens. la croupe sagite plus
fort mesure que je fouette plus fort, elle monte toujours plus haut, me dvoilant toute
264
ta pudeur tumfie et humide. La prochaine fois, 1 faudra que tu tcartes mieux pour
queje puisse schlaguer aussi ton entrefesson ombreux o git cette pastille jaune dont tu
es si avare
Un prrafo terrible en el que humilla a Lou como l se siente humillado; pero, al mismo tiempo,
y precisamente a causa de la humillacin, vuelve a situarse en las viejas fantasas que le excitan
enormemente. Unas fantasas que no son en absoluto nuevas, sino que ya existan desde su
adolescencia, desde su infancia, y que ya haba dejado ver en su obra ms sincera, Les Onze
Mille Verges, en donde encontramos expresiones muy semejantes:
Mira tait nue et, comme elle tait penche, sa position faisait ressortir un beau cu
bien rebondi, brun et duvet, dont la fine peau tait tendue craquer. Entre les deux
fesses sallongeait la raie bien fendue et poilu de brun, on apercevait le trou prohib
rond comme une pastille. (O. Comp. Vol. III, Pg. 888)
Fantasas que vuelven con Lou en uno de los contextos que ms pueden excitarle: la
humillacin. En la carta habla tambin de que es su maitre, de que domina su orgullo y de
que la hace sufrir.., pero el que realmente sufre, y no slo por el kpi, sino por una las heridas
antiguas y permanentes, es l mismo.
un caballo al que se cabalga y se azota... la misma fantasa que imagina para l en sus momentos
de excitacin solitarios.
Cuando Lou le enfurece le inspira ms que ninguna otra mujer una vuelta a sus fantasas
profundas de obscenidad, de sadismo axial y de perversin. Slo con ella vuelve a las que le
enloquecieron y le convirtieron en bestia, como bestias eran Comaboeux o Mony, en Les Onze
265
Mille Verges.
Pero probablemente ella piensa que Guillaume va demasiado lejos en sus fantasas, y quiz esa
es una de las razones por la que no acepta ir a verle a Nimes. El poeta habla en esta carta de la
prochaine fois, pero no habr prxima vez. Slo un breve encuentro en Marsella que slo
sirvi para confirmar el alejamiento de Lou y la desilusin del poeta.
De todas formas, dondequiera que Apollinaire vaya llevar con l la violencia y el conflicto que
destrozan todas sus relaciones amorosas. As es l. Por una observacin banal, porque Lou le
dice que Mme piensa que debe quitarse la gorra militar para saludar a las damas, se siente
humillado, ofendido y pisoteado. En definitiva, se siente lleno de rabia. Es una vieja rabia que
se mantiene desde que fue humillado de nio, una rabia viva que sigue latiendo en las
profundidades de su inconsciente. Y cuando siente que la agresividad le atrapa, slo piensa en
proyectarla sobre otro, de preferencia un ser dbil. As haca su madre con l, y ste fue el
modelo que determin su actitud en la vida. Todo vena de su madre y todo se refera a su
madre, incluso esa rabia primitiva y violenta que era frecuente en ella, como cuando cre tantos
conflictos con la propietaria de su casa que hasta llam a la polica.. tambin su hijo tena
ataques de furia contra su editor cuando pensaba subir los precios.
Unas veces se limitar a este tipo de rabia, a esta agresividad. Pero otras, su agresividad se
vuelve morbosa y enfermiza. Entonces el poeta ir mucho ms lejos y llegar al sadismo y a la
perversin, que generalmente permanecern en un nivel imaginario. En esos momentos, para
excitarse, imagina la humillacin y el sufrimiento de otro y recupera entonces la morbosidad de
las escenas pregenitales, cuando su madre le azotaba y en su cuerpo se confUndan el dolor, la
humillacin y la excitacin. En sus obras literarias, para repetir aquellas sensaciones infantiles y
para vengarse imaginativamente de su madre, se deja ir en su agresividad hasta lmites
insospechados y tortura de manera espantosa a sus personajes, como ya hemos visto. Algunos
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sern las vctimas, pero otros, como Mony, o el ya aludido Comaboeux, se vuelven bestias
feroces cuando su agresividad se desencadena.
En la vida real, sobre todo con Lou, vuelve tambin a imaginar escenas de sadismo
extraordinarias, aunque, a juzgar por lo que cuenta, tambin debi hacer realidad algunas de sus
fantasas sdicas.
propsito de sus relaciones con el poeta: A certains moments, il tait imptueux et forcen
jusqu la cruaut y lo que declar ms explcitamente a M. Breunig en sus conversaciones en
Nueva York:
sa rsistance provoque des accs de jalousie et des actes dune cruaut si excessive
que parfois lajeune filie craint pour sa vie...Ds quApollinaire apprit celle amiti (avec
linstituteur de Bennerscheid) il se mit dans une rage folle et dfendit absolument
quelle revit lAllemand, en la mena9ant de toutes surtes de punitions si elle
dsobissait.
Agresivo y sdico, como vemos, el poeta lo fue desde sus primeras relaciones con las mujeres,
al menos desde que tena 20 aos.
la pulsion sexuelle qui serait devenue indpendante et qui aurait conquis le rle
principal.
Le terme sadisme, dans le langage courant, na pas un sens trs dfini; il comprend
aussi bien les cas caractriss par le besoin de se montrer violent, ou mme simplement
dtre partie active, jusquaux cas pathologiques dans lesqucs la satisfaction est
conditionne par lassujettissement de lobjet sexuel et les mauvais traitements (Trois
essais sur la tlzorie de la sexualis. Pgs. 43 y 44)
Tambin Sade imagina a sus personajes, sobre todo cuando estn excitados, llenos de terrible agresividad; as
dice refirindose al duque de Blangis: Mais si ce chef di~uvre de la nature tait violent dans ses dsirs, que
devenait-il quan livresse de la volupt le cuuronnait! Ce ntait plus un [mmmc,ctait un tigre en flireur.
Malheur A qui servaitalors ses passions: des cris pouvantables, des blasphmes atroces slan9aient de sa
puitrine gonfle, des flammes semblaient sortir de ses yeux, il cumait, II hnissait, on let pris pour le dieu
mme de la lubricit. Quelle que ffit sa manire de jouir alors, ses mains ncessairement sgaraient toujours, et
Ion la vu plus dune tuis trangler tuut net une femme A linstant de sa perfide dcharge (Oc. Pg. 31)
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poseerla y llegaba, segn sus propias palabras, jusqu la cruaut excessive. Con Madeleine,
ya veremos las expresiones sorprendentes e histrinicas de dominacin y de crueldad... En
definitiva, la violencia, la dominacin y la crueldad eran, tal y como hemos visto en todas sus
relaciones, un elemento necesario y obsesivo para poder excitarse sexualmente.
Pero no podemos olvidar que la fantasa funciona en los dos sentidos y que tanto le excitaba
imaginar que humillaba y haca sufrir al otro como imaginarse o verse a s mismo humillado
-
y lleno de dolor.., slo dependa del momento. Eso era lo que Guillaume conoca; y todo su
comportamiento, tanto en su aspecto sdico como masoquista tena su origen en su
experiencia personal en la represin brutal de sus primeras pulsiones sexuales y en el vnculo
que estableci desde nio enfre el placer y el dolos ya que como dice tambin Freud tous les
troubles morbides de la vie sexuelle peuvent, bon droit, tre considrs comme rsultant
dinhibitions dans le cours du dveloppement.
El sadismo anal
Si en las cartas a Lou tuviramos que destacar algo sera esencialmente la obsesin y el sadismo
anal de Apollinaire. Algo que a R. Jean tampoco le ha pasado inadvertido:
Lensemble de lettres Lou est domin par un unique et trs prgnant fantasme (en
ralit prsent non seulement dans cette conjoncture mais dans tout le comportement
sexuel dApollinaire) qui peut, sommairement, se dcrire ainsi: obsession de la posture
dune croupe fminine, volumineuse, sownse ti la flagellation. Ce fantasme qui
268
Pero todas, absolutamente todas las obsesiones y perversiones que aparecen en las cartas a Lou,
estaban ya presentes, de una manera o de otra, en sus escritos anteriores. Y la obsesin anal no
poda ser una excepcin; por eso aparece en ellos con frecuencia, y sobre todo, evidentemente,
en Les Onze Mille Verges y en Les exploits dunjeune D. Juan.
En el primero de estos libros las alusiones a este tema son unas veces humorsticas, pero otras
son obscenas y sdicas y, desde luego, constantes. De entrada, los nombres del protagonista y
de algunos personajes no pueden ser ms explcitos: Vibescu, Cuiculine, Hercule... y desde el
principio del libro Apollinaire muestra su obsesin por la observacin y la manipulacin de esa
croupe de la que habla R. Jean:
Mira tait nue et, con-u-nc elle tait penche, sa position faisait ressortir un beau cu
bien rebondi, brun et duvet, dont la fine peau tait tendue craquer. Entre les deux
fesses saliongeait la raie bien fendue et poilue de brun, on apercevait le trou prohib
rond conirne une pastille... Dans un autre coin, sur une chaise longue, deux jolies files
au gros cu se gougnottaient... Mony se mit claquer de sa main ouverte le gros cu
blanc qui se ouvait sa porte... Mony Vibescu en la saisissant avait pass les nnins
sur son gros cul...Ses mains tenaient fermement ce gros cu ferme. Ji palpait ces fesses
royales et avait insinu lindex dans un trou du cu dune troitesse ravir (La Pliade.
O. Comp. Vol. m, Pgs. 888 y 889).
Y slo estamos en las dos primeras pginas! Esta alusin constante al trasero de sus personajes
ha hecho decir tambin a Raymond Jean a propsito de este libro:
Tout Apollinaire est l ayee sa truculence, sa dmesure, ses indcences et son norme
obscnit. 171 a une certaine fa9on dutiliser le mot cu qui trouve peu dquivalents (La
Quinzaine litfraire, 1977).
Tambin Sade, aunque con menos ingenio y ms brutalidad, escoge numbres para sus personajes
journes de Sodorne que evocan la parte posterior: 1-lercule, Brise-cul...
de Les 120
269
Y adems, Apollinaire no se limita nicamente a las mujeres, sino que tambin en ocasiones le
interesa el trasero de los hombres:
Le prince Vibescu marchait comrne un croit Bucarest que marchent les Parisiens,
cest--dire tout petits pas presss et tortillant le cu
La obsesin se extiende a lo largo de toda esta obra, hasta el punto de que Guillaume hace
incluso composiciones poticas sobre este tema:
Por eso Guillaume no duda en emplear la poesa, lo que le parece ms sublime del mundo, para
expresar sus obsesiones anales:
Hercule et Omphale
Le cu
DOmpha le
Vaincu
Saffale.
Sens-tu
Mon phalle
Aigu?
Quel mMe!...
Le chien
Me crve!...
Quel rve?...
.Tiens bien?
Hercule
lencule (0. Comp. Vol, fI. Pg. 908)
-
-. .
270
La exhibicin de los traseros le obsesiona de tal forma, que en algunos pasajes de Les Onze
Mille Verges los describe con todo lujo de detalles, recrendose sobre todo en su contemplacin:
A ce moment, u y eut un fracas pouvantable: un obus trouant le plafond tomba
lourdement sur le sol. ..Toutes les fenimes tombrent la reverse en poussant des cris.
leurs jambes se relevrent et elles montrrent las de pique aux yeux concupiscents des
deux militaires. Ce fut un talage admirable de culs de toutes les nationalits, car ce
bordel modle possdait des putains de toutes races. Le cu en forme de puire de la
Frisonne contrastait ayee les culs rebondis des parisiennes, les fesaes merveilleuses des
Anglaises, les postrieurs carrs des Seandinaves et les culs tombants des Catalanes.
Une ngresse montra une masse tourmente qui ressemblait plutt un cratre
volcanique qu une croupe fminine... (0. Comp. Vol. liD. Pg. 925).
Pero lo que a veces parecen juegos u orgas erticas, ms o menos ingeniosas y divertidas, se
vuelven en otras ocasiones siniestras escenas de un sadismo anal sombrio y profundamente
cruel:
Estas son algunas de las fantasas y de las perversiones que pasan por la cabeza de Guillaume
cuando escribe Les Onze Mille Verges. Y muchas de ellas volvern durante la guerra al escribir
a Lou.
En Les Exploits dun jame D. Juan los traseros ocupan tambin un papel esencial, y todas las
cuestiones sexuales, as como las que se refieren a la orina, a las heces y a la exhibicin de las
panes sexuales y anales, estn expuestas desde un punto de vista muy infantil, como si se tratase
de juegos de nios, como, si en cierto sentido, el autor se hubiera detenido en un infantilismo
sexual; y adems muy voyeur, ya que el joven protagonista, con el que sin duda Apollinaire se
271
identi [ca, no necesita siempre pasar al acto para encontrar una satisfaccin sexual, sino que con
Y como ocurre en Les Onze Mille Verges y en las cartas a Lou, tambin en esta obra le
obsesionan las dimensiones de los traseros, que prefiere muy voluminosos:
Le cu mapparut, mais un cu comnie je nen avais jamais rv...Mes deux fesses
ensemble ne faisaient pas la moiti dune seule de ce cu miraculeux dont la chair tait
dailleurs trs ferme... Au-dessous du cu colossal... (La Pliade. O. Comp. Vol. III,
Pg. 976)
Les servantes couchaient souvent nues et elles comparaient leurs culs dans un miroir
(0.c. Pg. 980)
Las referencias anales o sadoanales son interminables en todos sus escritos erticos, aunque no
exclusivamente en stos, como ya veremos en otras citas. Son sus fantasmas, sus obsesiones, y
Apollinaire se recrea en ellos. Y adems la escritura le resulta an ms excitante en la medida
en que es algo prohibido, le trou prohib... En sus escritos encuentra gran satisfaccin: en
ellos puede llorar sobre lo que le hace dao y tambin volcar hasta la saciedad sus fantasas
sexuales, hasta que obtiene el placer, la descarga sexual, como una masturbacin vergonzante:
Elle se mit le visage contre le lit pour que son cu pt faire le beau. Je la fit mettre
genoux, le cu en lair...Je mis nu son superbe cu... (Les Exploits dunjeuneD. Juan,
O. Comp. Vol. III. Pg. 990)
272
Jempoignai aussitt la belle paysanne au cu quelle avait trop dur (Oc. OComp.
Pero incluso mucho antes, en los inspirados poemas de Alcools, vemos con frecuencia alusiones
a esas croupes que le obsesonan. As en Palais:
(Como ms tarde, en una carta de 9 de enero de 1915, dir tambin a Lou: ma perle ronde,
comme ton derrire)
o en Voie lacte:
Et moi jai le c~ur aussi gros
quun cu de dame damascne
u mon amourje taimais trop
et maintenantjai trop de peine
Tambin, segn cuenta a Lou en la carta de 13 de enero de 1915, sus primeros amores,
concretamente con la inglesa Annie Playden y con Marie Laurencin, estuvieron marcados por la
misma obsesin:
Tu mas fait oublier mes anciennes maitresses un point inimaginable. Pourtant elles
taientjolies...LAnglaise qui tait patante, blonde cornme la lune, des ttons patants,
un cu mirobolant norme.
El poeta la imaginaba y la vea as, independientemente de que en la realidad fuera o no de esta
manera.
273
Tambin Sade. es evidente, tena esta misma obsesin por los traseros.
En su obra ms
conocida, Les /20 journes de Sodome. todo gira en tomo a la parte posterior de hombres y
mujeres; las historias que se relatan sobre este tema son sin nmero, unas ms centradas en la
belleza de las nalgas y otras en una sodoma brutal y repugnante. Pero muchas de ellas son
similares a las que encontramos en Les Onze Mille Verges y en Les Exploits dunjeune D. Juan,
sobre todo en lo que se refiere al voyeurismo, que vemos con tanta claridad en este ltimo
libro. Esta es, en efecto, una cuestin interesantisima en los dos autores, ya que en muchas
ocasiones sus personajes se comportan de manera infantil y se sienten satisfechos simplemente
mirando
o, en todo caso, besando o tocando - los traseros objeto de sus deseos. En cierto
sentido, es como si la satisfaccin normal, adulta, por alguna obscura razn comn a los dos,
les estuviera a veces prohibida, o como s en los dos autores algo hubiera quedado detenido en
un estado infantil de la sexualidad, algo que no sigui el proceso evolutivo del conjunto de la
personalidad y que permaneci irracional. Veamos algunos ejemplos de Les 120 journes de
Sodome en los que aparecen las mismas obsesiones que persiguieron a Apollinaire, incluidas sus
fantasas sexuales con nios, a los que tambin Sade presenta con frecuencia asustados y
temblando:
Qn troussait la petite par derrire, afin dexposer ses fesses lassemble; ctait la
premire chose quon vouiait examiner. (Pg. 62)
Zelmire, dR le financier, venez donc me prsenter vos fesses...La charmante file
Ji voulait que la femnie ft entortille dans un voile qui Jui cacht hermtiquement tout
le sein et toute la figure. La seule partie du corps quil dsirait voir et quil fallait lui
trouver dans le dernier degr de supriorit, ctait le cu: tout le reste lui tait
indiffrent, et Ion tait sfr quil aurait tbien ffich dy jeter les yeux (Pg. 167)
Celui-ci tait un jeune humme de vingt-huit ans, beau et frais...Il se leva, se retourna,
montra son cu, me troussa, fit voir le men, se mit genoux devant, me branla lanus
avec le bout de son nez, carta bien, montra tout avec dlices et exactitude et dchargea
274
en se branlant lui-mme. pendant quil me tenait trouss par derrire devant le trou...
(Pg. 183).
En todo caso, es evidente que en muchos sentidos, tanto Apollinaire como Sade, no superaron
nunca una fase pregenital caracterizada por elpredominio del sadismo y del erotismo anal.
Y en lo que se refiere a las fantasas de voyeurismo, tampoco poda faltar en Sade la idea que
hemos visto en Apollinaire de hacer un agujero en la pared para ver las actividades sexuales de
otras personas y, especialmente, su trasero:
Ce nouveau libertin navait point dautre plaisir que dobserver par un trou toutes les
volupts un peu singulires qui se passaient dans une chambre voisine..Quant mon
hornme, lril coll au trou, une main sur mes fesses, lautre sur son vit u semblait rgler
son extase sur celle quil surprenait.
Ah quel spectacle! disait-il de temps en
temps.. .Comme cette petite filie a un beau cu et comme ce bougre-i la baise bien!
Enfin lamant dHenriette ayant dcharg, le mien me prit entre ses bras et, aprs
mavoir baise un moment, u me retourna, mania, baisa, lcha lubriquement mon
derrire et minunda les fesses des preuves de sa virilit (Oc. Pg. 181)
pero, a pesar de estas similitudes, hay una diferencia esencial entre los dos autores, y es que, al
tratar estas cuestiones, Apollinaire, en general, manipula y observa esos culos con gracejo,
ingenio y estilo literario, mientras que Sade normalmente es mucho ms bestial y siniestro. El
poeta, incluso en lo que se refiere a estos temas, juega con el lenguaje transformando lo que es
escabroso en lo que, a los ojos de sus crticos, parece una broma divertida e ingenua. Pero a
pesar de esta apariencia inocente, algunas veces se deja llevar por una violencia y una ferocidad
tales que rompen toda su habilidad con las palabras para dejar al desnudo una crueldad sin
limites muy al estilo de los ms truculentos relatos de Sade.
Con Lou, ya lo hemos visto, las circunstancias de guerra, la idea de libertad total que le daba
haber fumado opio con ella, su personalidad, sus comunes fantasas sexuales y el sentimiento de
que algo especial e indefinido les una, llev en seguida a Apollinaire a expresarle en sus cartas
sus fantasas ms osadas y a volver a las regresiones infantiles. Y la obsesin anal no poda ser
una excepcin. As, desde los primeros momentos de la correspondencia, apunta ya hacia estas
cuestiones:
Mon trsor ador, jai song tout le jour votre gaict charmante...Puis, juste avant
El 17 de diciembre de 1914, antes del fin de ao enloquecido de pasin que van a pasar juntos
en Niza, es mucho ms preciso:
Je tembrasse partout Lou, sur tes mains, sur ta bouche, sur tes pieds, sur lenflure
exquise que tu transportes et qui te fait te balancer comme beau navire
Y an lo ser ms en la carta que le escribe el da de Navidad:
A partir del encuentro de fin de ao, en el que los dos amantes abandonan todo pudor y se
lanzan a una vorgine de pasiones, el poeta no ve ninguna razn para no dejarse llevar por sus
fantasas sdicas, de dominacin y, por supuesto, tambin anales. Entonces vuelve a recuperar
con Lou, y ms o menos con las mismas expresiones, todas las que ya haba plasmado en las
obras erticas, que alcanzan una fuerza extraordinaria al volverse reales:
Se tembrasse mille fois baisant ton corps exquis, ta chair miraculeuse, ton cu
dhouri (Carta de 7 de enero 1915)
II y a un soldat qui bouffe un gteau la crme en face de moi. Qn dirait quil fait
mimi, tu sais, et le derrire de la belle Juliette est dans muz, dos, charnu, dur, bien
spar. 9a me faitpenser au tien et si je te tenais ce nest pas un gteau la crme que
je mangerais (Carta de 29 de enero de 1915)
de tadore, jaloux que tun derrire soit couleur de ngre et que je nc sois pas le
dessinateur de ce Black and J3liite(Carta de 1 de febrero de 1915)
Y ya hemos visto que en sus fantasas de dominacin y de agresividad tampoco faltaba la
alusin al trasero de Lou:
276
como reaccin, por ejemplo, tras haberle mostrado su sumisin o su inters por su amante
Toutou:
Et le moyen de soulever un kpi qui supporte un aussi gros derrire (28 de enero de
1915)
Mientras Lou es su amante, mientras cree en la fusin de sus cuerpos y de sus almas, mientras
piensa que tiene todos los derechos sobre ella, no hay restricciones para mostrar su deseo y su
agresividad.
violenta, demente o furiosa... o incluso de manera potica, como ocurre en un poema escrito el 4
de febrero, Rverie sur ta venue:
277
Pero Lou no vendr ni tampoco volver a ser su amante. ..A causa de Toutou, slo de Toutou, o
tambin a causa de la locura, de la violencia y de las obsesiones del poeta? Como ya he dicho,
probablemente a causa de esto ltimo, porque aunque no ir a verle son sin nmero las
aventuras que tiene al mismo tiempo que es la amante oficial de su Toutou...
La expresin de la obsesin anal en el poeta dura, igual que todas las dems perversiones,
mientras dura la relacin con Lou. Despus, aunque por supuesto no van a desaparecer, las
alusiones son aisladas, muy espordicas, y normalmente las presenta en poemas, que al situarle
en un espacio irreal, le permiten ms transgresiones. As, en un poema de 8 de abril de 1915,
en el que vuelve a enumerar y a adorar todas las partes de su cuerpo, vemos otra vez les fesses
que, sin duda, le siguen obsesionando:
En cuanto termina la relacin ya no expresa abiertamente todas las perversiones anales que
llenan su imaginacin, sino que slo las sugiere y adems las endulza con ese je vous aime
que desea purificar no slo las fesses sino tambin el excitante movimiento sexual que el
poeta recuerda.
Pero es indudable que las fantasas anales, aunque no las exprese tan
No, aunque la relacin se haya terminado, aunque Lou ya no sea su amante y aunque est
haciendo la corte a Madeleine, el dos de junio las fantasas anales todava no se han acabado.
Basta la carta de Lou que habla de un long baiser vicieux para reavivaras, lo mismo que las
dems obsesiones de dominacin. E incluso vuelve a aparecer el voyeurismo que vimos en
Les Exploits dunjeune D. Juan
Mon ptit Lou ador, le long baiser vicieux que tu mas envoy mas mis dans un tat
pouvantablement exquis...Se me suis revu le maitre de Lou...je faisais tomber son
pantalon pour bien voir tes grosses fesses...
Y cuando Guillaume vuelve a un tema lo repite varias veces de manera obsesiva. As, el mismo
da escribe el poema Lou ma rose en el que, a pesar del titulo florido y romntico, vuelve al
tema del trasero, aunque ya no de la manera obscena y agresiva que usaba durante el esplendor
de su relacin, sino potica:
Lou tu es ma rose
Ton derrire merveilleux nest-ce pas la plus belle rose
279
Cuando Lou deja de ser su amante, como ya he dicho, las alusiones a su trasero son breves y sin
carga agresiva ni obscena, al menos aparente, pero siguen presentes durante algn tiempo. El 8
de junio aparece de nuevo una breve, brevisima cita que, como ocurre con frecuencia tras el fin
de la relacin, quiere ser potica y florida:
Sai quatre roses patantes dans les mains je tenvoie un ptale de chaque, et je
tembrasse pour chacune sur les 2 joues et sur les 2 fesses
y slo tres das ms tarde, enva a Lou un interesante poema escrito para la publicacin, Le
servant de Dakar, en el que vuelve a tratar, en el marco de una guerra africana, haciendo hablar
en pnmera persona a un soldado negro y de manera que parece totalmente impersonal, algunas
de sus obsesiones ms importante: el incesto, la castracin, el amor atroz y, por supuesto, la
cuestin anal, esta vez con referencia a muchachos:
gracieuse et callipyge
Tous les culs sont de la Saint-Sean!
Le tien leur fait vraiment la pige
Desse aux colImes dargent...
Dargent qui serait de la crme
Et des feuilles de rose auss...
Aussi, belle croupe je taime
Et ta grce et mon seul souci.
El 22 de septiembre la correspondencia con Lou se ha ido espaciando cada vez ms. Ya no hay
apenas sexualidad, excepto para pedirle de vez en cuando que le cuente sus aventuras picantes
con otros hombres, pero ya no se trata de ellos dos. Sin embargo, Lou parece echar de menos
las alusiones del poeta a su trasero e incluso las fantasas con los azotes. Eso debe excitara y
debe comprender tambin que el deseo de Apollinaire est absolutamente conectado a su
croupe. Por eso pregunta al poeta, como l mismo transcribe, Pourquoi on ne donne pas la
fess au Ptit Lou? Y l contesta: Cest bien simple paree que pour cette affaire-l la T.S.F. ne
fonctionne pas encore. Sans quoi, il y a longtemps que le ptit Lou laurait et de quelle faQon.
Madeleine tomar el relevo y, falto de la respuesta de Lou en estos temas, el poeta deber hacer
a su nueva novia objeto de sus fantasas anales, algunas de las cuales conocemos porque las ha
expresado en los diferentes poemas secretos que ya veremos ms adelante, aunque quiz hubo
tambin otras que por decisin de Madeleine permanecieron en el anonimato de unos puntos
suspensivos.
Pero con Madeleine nunca hubiera podido llegar al grado de libertad al que lleg con Lou en
estos temas. Lou, ya lo he dicho, era la locura de la droga, era la extravagante aventurera, era l
mismo, por eso se abandona con ella a la expresin
que adquieren un inters extraordinario precisamente porque, a diferencia de las que escribi en
sus libros erticos, van dirigidas a una persona real y presentan matices interesantsimos que nos
permiten conocer por qu derroteros discurre la sexualidad de Guillaume. As sucede con la
carta deS de junio de 1915, en la que dice:
Tu mcris toujours sur tes emmerdements jamais sur tes plaisirs et je te connais assez
pour savoir que ton petit cul doit malgr tout, nc serait-ce que par habitude, avoir des
sensations, poar le mojus solizaires (Subrayado por mi).
Unas palabras en las que vemos con toda evidencia que en el inconsciente de Guillaume hay
una tendencia a la confusin anatmica, ya que da a la zona anal un valor de parte genital que
282
funciona como las partes genitales propiamente dichas. En su imaginacin, igual sin duda que
en la de Sade, como hemos visto en tantos pasajes de sus obras, esta zona anal se comporta a
todos los efectos como una parte del aparato sexual, algo semejante a un aparato sexual
secundario.
As, cuando Lou siente un placer sexual, e incluso cuando se masturba, para
Guillaume la localizacin de ese placer no est en sus rganos sexuales, sino claramente en su
zona anal. Ms o menos lo mismo que hemos visto en Sade cuando dice ce cu charmant asile
des plus doux plaisirs de la lubricit.
La fijacin anal se estableci esencialmente en Apollinaire nio cuando empez a ser consciente
de sus funciones orales y anales; la dominacin tirnica de su madre, que se extendi a todos
los aspectos, no poda dejar de perturbarle tambin en esta fase de su vida.
Su madre fue la
gran responsable, porque dada la violencia en que Guillaume vivi durante su infancia, la
satisfaccin de su funcin anal, como todas sus experiencias infantiles, tuvo que producirse
necesariamente en medio de inhibiciones y de conflictos. En efecto, todo hace suponer que el
control de sus esfinteres tuvo tambin lugar a base de agresiones, lo que dej en el poeta una
fijacin sdica y ertica en esa zona para siempre.
paseaba dentro de su casa con botas y fusta, no deba bromear. Ella sola decida de manera
tirnica y exclusiva sobre sus hijos, sobre sus cuerpos, sobre sus vidas y, por supuesto, sobre sus
traseros...y debi decidir cuando su hijo tena que defecar
introducir a este efecto una lavativa, inyecciones intestinales o cualquier otra cosa en el ano del
pequeo Guillaume... aunque, de todas formas, este tipo de prcticas no era nada extrao en
aquellos tiempos; si algo aadi la bella Anglica, debi ser su consabida brutalidad y su tirana,
precisamente lo ms devastador. El complejo de Edipo hara el resto...
283
As, sin duda, Guillaume nio transfiri a su parte genital una serie de reacciones derivadas de
lo que debieron ser sus experiencias traumticas con la funcin anal, porque l, el primognito,
el ms exigido, el ms maltratado, deba aceptar todo lo que se le ocurriera a su madre hacer con
su cuerpo en silencio, sumiso y soterrado, como l mismo nos explica de manera tan genial en
L Enchanteur pourrissant y en otros muchos relatos.
A lo largo de su infancia, las agresiones sufridas y las amenazas provocaron en el poeta una
enorme angustia, pero tambin una excitacin que asociar para siempre a los castigos fisicos y
morales, a los que recibir y tambin a los que infligir. Es indudable que siendo nio sinti
una estimulacin intensa en la zona anal, tambin conectada al dolor, por eso desear
continuamente repetir la misma experiencia, lo que har esencialmente a travs de sus
personajes literarios, aunque tambin, para excitarse, desear producir la misma tensin en la
zona anal de sus novias. En su edad adulta repetir constantemente, ya sea en su imaginacin o
en la realidad, las experiencias primitivas, all donde surgi la tensin y la excitacin. Y todas
las experiencias desfavorables a su evolucin sexual normal producirn en el poeta una serie de
regresiones infantiles, es decir un retomo a una fase anterior a la propiamente genital, ya sea oral
o anal. Y de cualquier forma, el sadismo anal ser otra de las funestas consecuencias de la
represin brutal de la masturbacin...
Y cuando llega la guerra, y an ms cuando conoce a Lou, el poeta olvida todos los cdigos del
amor, se salta los interdictos, y sin inhibiciones entra en una frentica excitacin que fatalmente
tiene que conducirle de nuevo a la regresin infantil.
perversiones que se haban forjado mucho tiempo atrs en medio de la violencia en que vivi su
infancia.
El sadismo anal, como las dems perversiones, ha estado siempre presente en Apollinaire. Lo
vemos en todos sus escritos. Pero, a diferencia de Sade, que preconiza el ejercicio ordinario de
la sodomizacin, Apollinaire siente vergilenza de sus pulsiones, por eso las esconde, aunque por
mucho que las esconda no puede escapar de ellas, sino que se vuelven cada vez ms violentas.
284
Pero publica sus libros ms osados sous le manteau y constantemente, como ya hemos visto,
ruega a Lou y a Madeleine que no enseen a nadie sus cartas. Apollinaire tiene miedo, miedo
infantil tambin, a que se descubran sus perversiones y sus pasiones, y aunque stas le poseen,
trata de presentarse ante su pblico como un poeta puro, aunque libre, revolucionario y
modemo.
La sodomizacin
Como en una cancin montona y repetitiva, Apollinaire vuelve una y otra vez a buscar
excitacin en las mismas imgenes y en las mismas heridas, es decir, en el dolor, el que l sufre
o en el que imagina que sufre, y en el que desea hacer padecer, que en muchas ocasiones est
muy unido a la perversin anal.
refirindose esta vez a Marie Laurencin, su compaera de varios aos, en la que dice:
285
Los recuerdos o los fantasmas de sodomizacin aparecen con frecuencia en las cartas a Lou,
pero, como ocurre con todas sus obsesiones, no se trata tampoco de nada nuevo, sino que ya los
hemos visto abundantemente en sus escritos erticos. En Les Onze Mille Verges las alusiones a
este tema son muy numerosas, y se refieren tanto a mujeres como a hombres o a nios. La idea
del dolor unida a la excitacin en la zona anal es una obsesin tan fuerte que escapa a todo
razonamiento lgico del poeta, como si la obsesin le poseyera independientemente de su
voluntad; por eso, en este libro las historias sobre la sodoma se repiten con frecuencia. Apenas
comenzado, el protagonista, Mony Vibescu, es violado por el cnsul de Serbia:
Bandi en souriant fu pntrer sa pine dans le trou lastique qui se trouvait entre les
fesses du prince. Entr l, et tandis que les trois femmes le regardaient, il se dmena
comme un possd enjurant:
N...de O...! Sejouis, serre le cu, monjoli giton, serre,jejouis. Serre tes jolies fesses.
Y en la locura de su fantasa, hace que ms tarde el brutal Comaboeux sodomice tambin a
Mony:
Cornaboeux, dit Mony, encule-moi pendant que je fourbirai cette jolie fillele cu
dEstelle tait nerveux et relev dune fa9on provocante...Le gros vit de Cornaboeux
entrjusqu la garde dans le cu poilu du prince allait et venait lentement
(O. Comp. Vol. III. Pgs. 888, 891 y 910)
Sus fantasias erticas nunca nos engaan. Cuando Mony pide a Comaboeux que le sodomice,
el que realmente disfruta con esta penetracin anal no es un personaje imaginario, sino el propio
Guillaume que mientras escribe se ve otra vez manipulado y dolorido en la zona anal por un ser
brutal que tiene mucha ms fuerza que l.
Pero una de las historias ms significativas que Guillaume relata en Les Onze Mille Verges, y
que nos sita otra vez en sus fantasmas profundos, es la que cuenta la sodomizacin de un nio
por su padre; el placer del poeta se alimenta con la pasividad de este nio de largos bucles
castaos, como l mismo tena cuando era pequeo, y el recuerdo de s mismo, unido al
fantasma del incesto, aumenta su tensin y su excitacin:
286
Par une porte entrouverte qui laissait voir le cabinet de travail du gnral Mony
aper~ut son chef debout et en train denculer un petit gar9on charmant. Ses cheveux
clitains boucls lui retombaient sur les paules. Ses yeux bleus et angliques
contenaient linnocence des phbes que les dieux font mourir jeunes paree quils les
aiment. Son beau cu blanc et dur semblait naccepter quavec pudeur le cadeau viril
que lui faisait le gnral qui ressemblait assez Socrate.
Le gnral, dit Hlne, lve lui-mme son fls qui a douze ans. La mtaphore du
portier tait peu explicite car, plutt que de se nourrir lui-mme, le gnral a trouv
ceite mthode convenable pour nourrir et orner lesprit de son rejeton mle. II lui
inculque par le fondement une science qui me parait assez solide, et le jeune prince
pourra sans honte plus tard faire bonne figure dans les conseils de lEmpire.
Linceste, dit Mony produit des miracles
Le gnral semblait au comble de la jouissance, u roulait des yeux blanes stris de
rouge.
Serge, scriait-il dune voix entrecoupe, sens-tu bien linstrument qui, non satisfait
de tavoir engendr, a galement assum la tche de faire de toi un jeune hornnie
parfait? Souviens-toi, Sodome est un symbole civilisateur. Lhomosexualit et rendu
les hommes semblables des dieux...
Et poussant un rle de volupt, il dchargea sur le cu charmant de son fls. (O. Comp.
Vol. m. Pg. 921)
-
Un prrafo que contiene muchos de los fantasmas que proporcionan a Guillaume una inmensa
excitacin, sobre todo en lo que se refiere a la repeticin de cmo se sinti sometido durante su
infancia y a las sensaciones de manipulacin y de dolor que sufri en su trasero, o que desplaz
a su trasero, hasta el punto de que le pareci o imagin que ah precisamente era violado. Por
eso se vuelve a ver a s mismo, inocente, con largos cheveux chtains boucls.
En su
imaginacin se ve otra vez pudoroso, cndido como un pequeo prncipe, frente a la persona
que mandaba como un general, la Kostrowitzky, que debi agredir sin miramientos su trasero;
y otra vez se imagina pasivo, vctima sumisa. Y desde entonces todas las sodomizaciones que
nos cuenta sern un intento de repeticin de aquellas obscuras escenas infantiles. En la vida
real, es evidente, actuar de manera activa con las mujeres.. aunque probablemente mientras las
sodomiza se imagina otra vez a si mismo penetrado en su ano por un ser brutal como
Cornaboeux.
Como ya he dicho, no deja de ser curioso que el nombre del general que sodomiza a su hijo sea Kokodrioff, lo
que parece ser una parodiadel nombre de su madre.
287
Algunas veces las fantasias de sodomizacin son tan increbles que no es extrao que muchos
de sus crticos prefirieran pensar que se trataba de bromas absurdas. Pero son fantasas muy
precisas, que el poeta describe con un detalle asombroso. En muchas ocasiones el sadismo anal
se confunde incluso con el oral, lo que no es de extraar, ya que ambos corresponden, como ya
he comentado, a un mismo momento de fijacin infantil. As, Guillaume imagina tambin en
Les Onze Mille Verges
Le prince Vibeseu tait mollement tendu sur un sofa dans un salon du grand-Htel. II
lisait pour sexciter les faits divers du Journal. Une histoire le passionnait. Le crime
tait pouvantable. Un plongeur de restaurant avait fait rtir le cu dun jeune
marmiton, puis lavait encul tout ehaud et saignant en mangeant les morceaux rtis qui
se dtachaient du postrieur de 1phbe (O. Comp. Vol UI. Pg. 896)
De cualquier forma, desde el momento en que dice a Lou, como ya hemos visto, que aunque
ella no se lo cuente ya sabe que su petit cu debe estar sintiendo placeres sexuales, ya
podamos imaginar que la sodoma tena que estar presente en sus obsesiones. En Les Exploits
d un jeune D. Juan explica de manera muy expresiva esta transferencia de placer de la regin
vaginal a la regin anal, poniendo en la boca de la madre del protagonista, cuando se va a
confesar, las siguientes palabras:
Ma mre: Mon man veut toujours me prendre par-deifire et il se conduit dune telle
fa9on que je manque mvanouir de honte. Dernirement done, je sens quil
mintroduit son doigt, couvert de pommade, dans...dans...dans lanus. Se veux me
relever, il me calme, mais je sens bien quil introduit son membre. Cela ma dabord
fait mal, mais je ne sais pourquoi, au bout dun moment, ceta me fut agrable, et
lorsquiI eta tiul jeus la mme sensation que siI et agi par la yole naturelle. (Le
reste fut murmur voix trop basse pour queje lentendisse).
Le confesseur: Ceci est un pch. Envoyez-moi votre ma en confesse.(O. Comp.
Vol. fU. Pg. 979) (Subrayado por m).
La misma sensacin en el ano que si hubiera tenido una relacin por la va natural...y adems la
enorme excitacin que supone la accin prohibida.
288
Pero el fantasma esencial est en la confusin del placer y del dolor. Ya hemos visto lo que
escribe a propsito de M. Laurencin y cmo en la misma carta disfruta pensando en hacer gritar
de douleur cre a Lou. Y como ocurre con todas sus obsesiones, tiene que volver una y otra
vez al mismo tema, al menos mientras dura su relacin de amantes. Por eso ya se haba referido
a la misma cuestin en una de las primeras cartas que escribi tras los das de pasin que
pasaron a finales de ao en Niza:
A partir de este momento la fantasa se hace habitual y el poeta se excita imaginando el dolor en
el ano de su amante, que reaviva de nuevo sus viejos fantasmas:
Lou...lamour cest toi, toi en tout, tes cheveux de braise, tes chers yeux profonds et
doux, la tendresse consentante de tout ton corps. .11 nc semble que e te pntre
partout mme l o tu le crains, il me semble voir tes soubresauts quand je te fais
289
sentir que tu mappartiens. que jai droit sur tol, droit de te mater, de te faire souffrir,
droit danantir ta tiert et ta volont, il me semble voir ton orgueil flchir et ta bouche
me rendre hommage devant et derrire (Carta de 9 de enero de 1915).
Pero como ocurre con todas sus fantasias, a partir de la ruptura con Lou nunca volver a hacer
alusiones directas a la sodomizacin ni al placer de producirle dolor o miedo. Al acabarse la
relacin de amantes, las alusiones sern como siempre muy ambiguas o tratar de disimularlas,
como es habitual en l, con la poesa o con las expresiones de amor. As escribe en el poema
que le enva el 8 de abril de 1915:
refirindose a su trasero:
A la huitime porte
Deux angesjoufflus veillent sur les roses tremblantes qui supportent
Le ciel exquis de ta taille lastique
Li me voici arm dun fouet bali de rayons de lune
Les amours couronns de jacinthe arrivent en troupe
Et que se rouvre encore la porte de ta croupe
Tras la ruptura, es evidente, la expresin de las fantasas anales pierde el ritmo desenfrenado que
haba adquirido mientras eran amantes. Pero ahora lo que nos interesa es precisamente volver a
esas fantasas en el momento en que el poeta las expresaba al desnudo, porque as era como
existian en su imagmacin.
290
El empalamiento
La obsesin anal, dadas las circunstancias en las que surgi, tiene que estar necesariamente
conectada con la rabia, con la sexualidad y con la agresividad, que en Apollinaire se tie adems
en ocasiones con fantasas de morbosidad criminal.
impresionantes y no slo los encontramos en los libros erticos. As sucede, por ejemplo, con el
relato Que Vio-ve?, de L Hrsiarque et Cje, en el que el poeta para penetrar, para perforar el
ano de un hombre, no se sirva ya de un miembro masculino, como ocurra en los casos de
sodomizacin que hemos visto hasta ahora, sino de un objeto mucho ms peligroso y punzante,
un cuchillo que, sin embargo, representa el mismo papel.
Ya veremos cmo a lo largo de sus relatos Apollinaire no puede prescindir de esta imagen
sdica y asesina que le obsesiona: la perforacin hasta la muerte de un ser humano con un
instrumento metlico de aspecto flico que le penetra precisamente por la regin anal. As,
lleva su furor y su brutalidad hasta las ltimas consecuencias y hace a otros lo que en su
imaginacin sinti que de alguna manera le haban hecho a l. Pero, naturalmente, si en sus
escritos despliega toda una parafernalia de suplicios anales es esencialmente para excitarse,
porque la localizacin del dolor y del placer en su mxima expresin se encuentra precisamente
ah. La historia de Que vIo-ve?, situada en tierras ardenesas, nos da una idea de la crueldad que
llenaba la imaginacin del poeta de Alcools y de la violencia sadoanal con que la proyectaba
sobre unas vctimas imagnanas:
Que vIo-ve? et le babo continuaient se tirer des pintes de sang en lhonneur de la
Chancesse gui dansait la maclotte...Le babo faiblissait. Que vio-ve? lui avait fait sauter
ses boutons de culotte et, conime elle tait tombe, le cu stait cauteleux, contourn,
piteux, comme deux quartiers de lune. Bientt, cause dun coup habile de couteau
port par Que vIo-ve? sa raie culire, naturellement sombre, dun brun verdtre,
sensanglanta et cette aurore le babo se mit gmir. 11 criait: Nenni, je nc ferai pas
pimpam avec la Chancesse. Ah! Que vIo-ve? voil que jai mal aux couilles! Et Que
vIo-ve? sachamait. Ah! vs avez trois couilles! Priand! Ah! GalantH Et lui donna un
tel coup de pied dans le ventre que le babo tomba sur son derrire ensanglant, on et
dit, cause de menstrues; tandis que Guyaume et la Chancesse cessaient leur
maclotte(O. comp. Vol. 1, Pg. 155)
En este siniestro pasaje, Apollinaire nos muestra todo el alcance de su fantasa. El mismo
parece representar a la vez los dos papeles, y s se complace con el sadismo anal del agresor, no
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lo hace menos imaginndose en el papel de vctima, que nos describe con todo detalle y
precisin. A medida que Que vio-ve? agrede al babo, un hombre prodigioso que tiene
trois couilles, ste va perdiendo poco a poco su virilidad. Primero, para torturarle, le debilita:
le babo faiblissait, pero despus, una vez ensangrentada sa raie culire, el babo se mit
gmir como un nio, e incluso, como el propio Guillaume hace en las cartas y en algunos
poemas a Lou
la Chancesse. Pero Que vio-ve? quiere an ms, quiere aniquilar hasta el ltimo reducto de
su virilidad, por eso le tratar como en el fondo le gustara a Guillaume que le trataran: le dar
una patada en el vientre hasta que el babo yazca sobre su trasero y deje debajo de l una sangre
que parece la sangre femenina de la menstruacin. Apollinaire no puede resistir al vrtigo que
le produce privar a un hombre de su virilidad y hacerle como un nio, o an ms, como una
mujer.
Pero con estas historias Apollinaire no inventa nada, slo repite interminablemente lo que en
algn momento le pareci sentir y lo que, con morbosidad enfermiza, le gusta volver a sentir.
Su obsesin por la idea de la perforacin anal debi ser tan grande, que vuelve con mucha
frecuencia a ella, excitndose con los personajes de numerosos escritos.
En L Hrsiarque et Cie vemos an otros casos de perforacin anal; uno de sus preferidos es el
empalamiento, que encontramos en muchos de sus relatos. En Le Giton, Apollnaire se recrea
con la voluptuosidad que le parece que puede producir el dolor intenso hasta la muerte con este
tipo de perforacin:
Lorsque Louis Gian arriva aprs minuit, jis se prcipitrent sur tui, le billonnrent et,
layant hiss sur la grille de la villa, lempalrent et se sauvrent en se donnant de
tapes...
Lempal mourut, avec volupt peut-tre. II tait beau comme Atys. Les lucioles
luisaient autour de lui... (O. Comp. Vol. 1. Pg. 124)
Guillaume siente una atraccin compulsiva por torturar a homosexuales, personas dbiles y
mujeres...y cuando no son mujeres, sino hombres muy viriles, como es el caso de Que VIove?, al torturarlos los femnza.
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Y,
mujer:
Les jours suivants, les joumaux se trouvrent remplis par les rcits de crimes
sensationnels, commis sur des femmes dans tous les coins de Paris. Lune delles fut
trouve nue, tendue comme un drapeau flottant. et fiche sur un pieu, plant au milieu
du boulevard de l3elleville. (O. Comp. Vol. 1 Pg. 105)
Son imgenes terribles, pero el poeta puede encontrar otras peores an. A veces en su delirio
llega hasta el perfeccionamiento sdico, o lo combina con la religin o con el sacrificio, como
hacan los aztecas, para aumentar la imagen de su poder y provocar an ms miedo en la
vctima. Las fantasas que relata son tan truculentas que a veces pareceran ridculas si no
fueran como una pesadilla infernal.
empalamiento con un instrumento flico de metal al rojo vivo organizada como una ceremonia,
como un sacrificio, con ofrendas rituales, sacerdotes, virgenes y cadenas de oro:
Les corps des vierges enchaines se convulsaient en de maihabiles spasmes sur la table
du sacrifice. Et soudain les prtres saisirent la demire fillette, et les chames dor
lenlevrent et Vietrix vit avec horreur quelle se trouvait transporte sur le phalle de
cuivre rougi blanc... (O. coniplet. Vol. 1, Pg. 703)
Son unos fantasmas que tienen su origen profundo en su complejo de Edipo, por eso no es de
extraar que en uno de sus primeros poemas, Le Larron, en el que habla de incesto, de deseos
prohibidos, de culpabilidad y de condena, aparezca tambin
manera muy bella
-,
contundente:
293
manera el miembro de un hombre que se lo corta (il poussa un cri de douleur terrible, mais le
gland tait dtach). El brutal Cornaboeux mata a su amigo que se desangraba y le venga
clavando un cuchillo en el trasero de la mujer que le ha castrado:
Todas estas fantasas de perforacin anal estn llenas de agresividad contra mujeres o contra
seres dbiles, aunque es evidente que el autor se excita con ellos. En otro pasaje de este mismo
libro la vctima ser una negra que duerme plcidamente en los brazos de Cornaboeux con su
enorme trasero al aire. Mony considera que su aspecto es monstruoso y slo la vista del trasero
de esa mujer, que adems es negra, despierta en l los peores instintos de agresividad:
Le gros cu de Comlie ressortait, refltant la lune dont la lueur venait par la fentre
ouverte. Mony sortit son sabre du fourreau et piqua dans cette grosse pice de viande
(O. Comp. Vol. III .Pg. 928)
Estas son las fantasas que obsesionan a Guillaume, y que le obsesionan tanto que no puede
dejar de volver a ellas continuamente. Y adems, ya lo hemos visto en La fin de Babylone, le
gusta organizarlas como sacrificios, como ceremonias rituales, en las que no deja nada al azar;
porque en todos estos casos de sodomizacin o de empalamiento de lo que se trata es de
encontrar una vctima, y una vctima requiere un sacrificio, que ser an ms cruento e
impresionante si se produce dentro de un marco ritual, que el poeta puede llegar a elaborar en su
imaginacin con un detalle minucioso: habr un instrumento de tortura, espectadores, pero,
sobre todo, un final apotesico en el que, junto al dolor y a la muerte, entrar en escena la ms
delirante sexualidad. As organiza Apollinaire para excitarse la muerte del bello Egon, al que
hace sufrir los dolores ms atroces hasta la muerte, al mismo tiempo que le permite un inmenso
placer sexual. Por la truculencia con que Apollinaire se deja llevar por esta fantasa de la
combinacin del dolor y del placer en el suplicio del empalamiento, y, sobre todo, por la
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cantidad de fantasmas profundos que nos muestra, merece la pena reproducir en su totalidad
este pasaje de Les Otwe lvidIc Verges, uno de los ms escalofriantes:
Des soldats arrivrent amenant un prisonnier. Ctait un grand jeune homme, un
Allemand, quon avait trouv la limite des travaux de dfense, en train de dtrousser
les cadavres. II criait en allemand:
Je nc suis pas un voleur. Saime les Russes, je suis venu courageusement travers les
lignes japonaises pour me proposer comme Unte, tapette, encul. Vous manquez sans
doute dc femmes et ne serez pas fachs de mavor...
Vous vous trompez, dit Mony ltranger, nous avons des femmes en abondance, mais
votre crime doit tre veng, Vous allez tre encul. puisque vous y tenez, par les soldats
qui vous ont pris et vous serez empal ensuite. Vous mourrez ainsi comrne vous avez
vcu et cest la plus belle mort au tmoignage des moralistes. Votre nom?
Egon Mller dclara lhomme en tremblant.
Cest bien dit schement Mony, vous venez de Yokohama et vous avez trafiqu
honteusement en vrai maquereau, de votre maitresse, une japonaise nomme Kilymu.
Tante, espion, maquereau et dtrousseur de cadavres, vous 6tes complet. Quon
prpare le poteau et vous, soldats, enculez-le. ..Vous navez pas tous les jours une
pareille occasion....
Pendant ce temps on avait dress le pal de fer qui devait servir de sige au giton. Quand
tous les soldats eurent encul le prisonnier, Mony dit quelques mots loreille de
Cornaboeux...
Cornaboeux ala jusquau bordel et en revint bientt accompagn de la jeune putain
japonaise Kilymu, gui se demandait ce quon lui voulait.
Elle aper~ut tout coup Egon que lon venait de ficher billonn, sur le pal de fer. II se
contorsionnait et la pique 1W pntrair petit petit dans le fondenient. Sa pine par
devant bandait se rompre.
Mony dsigna Kilymu aux soldats et la pauvre petite femme regardait son amant
empal avec des yeux o la terreur, lamour et la compassion se mlaient en une
dsolation suprme. Les soldats la mirent nue et hissrent son pauvre corps doiseau
sur celul de lempal.
lis cartrent les jambes de la malheureuse et le vit gonfl quelle avait tant dsir la
pntra encore.
La pauvre petite me simple ne comprenait pas celle barbarie, mais le vit qui la
remplissait lexcitait trop la volupt. Elle devint comme folle et sagitait faisant
descendre petit petit le corps de son amant le long du pal. II dchargea en expirant.
Ctait un trange tendard que celui form par cet homme billonn et celle femme qui
sagitait sur lui, bouche fendue!...Un sang sombre formait une mare au pied du pal.
Una vez ms Apollinaire nos transmite de manera magistral el dolor, la humillacin y el miedo
que sienten sus personajes, y especialmente el miedo por algo atroz e incomprensible que les va
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a suceder, como ocurre con la japonesa, y que al final les sucede. Pero, al escribir estas escenas,
Guillaume nos descubre situaciones o sensaciones, que por muy atroces que nos parezcan, no
son otras que las que l ha conocido. No son ms caprichosas o delirantes que las que l mismo
sinti o que las que l mismo crey padecer. Es la histona vivisima y precisa del dolor y del
terror de unos seres humanos indefensos en medio de la excitacin que produce la confusin del
sufrimiento y del sexo.
Apollinaire vuelve siempre, aunque los lugares sean distintos, aunque los personajes sean
diferentes, a los mismos fantasmas: un ser prepotente que tiene toda la autoridad humilla, hace
sufrir o excita a otros seres absolutamente indefensos que deben admitir cualquier abuso; es
decir, describe lo que le parece la realidad.
dominante al que imagina tan poderoso como un emperador romano, por eso le hace decir:
Soldats saluez ceux qui meurent. Pero un ser todopoderoso tiene necesidad de otro dbil para
poder ejercer su poder. No hay autoridad si no existe sumisin. Y si Apollinaire se recrea
describiendo e identificndose con el poderoso, no lo hace menos al describir a la vctima, con
la que tambin se identifica. En este caso, como en el del babo, nos presenta una vctima que
se humilla sin lmites porque tiene miedo; aceptar cualquier cosa de su agresor, perder su
dignidad, ser la vctima sexual de todo un regimiento, cualquier cosa para evitar algo mucho
ms terrible que le es an desconocido. Pero si el ser dbil no puede escapar ni al sufrimiento ni
al castigo, es esencialmente porque es culpable, porque le han descubierto siendo culpable. Y
necesariamente tiene que pagar. Esta es la lgica de Apollinaire. No conoce, como nunca ha
conocido para s mismo, ni la piedad, ni la indulgencia, ni la tolerancia. Simplemente tiene que
hacer sufrir a sus personajes para que paguen su culpa. Y si su culpa es terrible es porque es
esencialmente de orden sexual: han deseado un fruto que les estaba prohibido, el giton a otros
hombres, el babo a la Chancesse y en el caso de Egon, como Mony le recuerda, ha traficado
sexualmente con la japonesa, por eso el castigo tendr que serles aplicados en sus rganos
sexuales, o en lo que es lo mismo: en su zona anal. El fantasma que ronda alrededor del castigo
es siempre la muerte, porque para Apollinaire no existe deseo sin tener que pagar por l con
dolor, con mutilacin o incluso con la muerte.
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La tensin y la excitacin que produce en Guillaume escribir escenas tan impresionantes como
sta de Egon o como la del sleeping car, en la que el brutal Cornaboeux arranca las tripas a
una mujer muerta al tiempo que la viola, le llevan siempre del horror a la poesa. Ya lo hemos
visto, tras el sacrificio de Egon en presencia de su amante, que tambin va a morir, Mony dice:
En ce moment les cerisiers sont en fleurs au Japon, des amants sgarent dans la neige
rose des ptales gui feuillottent
Despus de ver por qu derroteros discurre la imaginacin del poeta y tras haber visto tantas
fantasas de sodomizacin con dolor en las cartas a Lou, hubiera sido muy extrao que no
hubiera aparecido tambin en ellas el fantasma del empalamiento.
Pero, por supuesto, tras los momentos de pasin vividos a finales de ao, cuando la relacin
entra en su apogeo, aparece de pronto y con toda claridad:
placer, sin dolor: je te les ferai tordre de douleur et de dlices. Para l, cmo puede un ser
Una vez borracho de pasin con Lou se deja llevar sin freno a toda clase de fantasas sdicas,
anales o de dominacin. El II de enero de 1915, como ya hemos visto, va todava ms lejos en
su violencia. El lector impresionado vuelve a leer frases que parecen extradas de los peores
fragmentos de Les Onze Mille Verges y oye de nuevo la voz distorsionada que habla de
agresiones, de pisoteos y de empalamiento. Eso es lo que Apollinaire conoce y esa es su manera
de desear:
Mon Lou tu nc peux pas te figurer comme je tai dsire hier et celle nuit. Se
mimaginais ton corps, celle chre humidit de la grotte mystrieuse o gite la volupt.
Sai imagin que si tu ne me rpondais pas comme je le voulais, lors de notre prochaine
rencontre, je taurais mise nue quatre paues comme une chienne. Se taurais fouaille
pendant que ta bouche maurait bu et si je ne tavais jug suffisamment humilie je
taurais pitine. Jaurais foul aux pieds ton ventre et ton derrire tour a tour sous les
clous de mes souliers dartilleur. Et meurtrie je taurais empale. (Subrayado por
m).
Pero, detengmonos aqu un momento e intentemos recorrer el camino a la inversa. Qu es lo
que lleva a Guillaume, al ser humano Guillaume, a escribir semejantes cosas? por qu esta
obsesin por pisotear un vientre con sus zapatos llenos de clavos y despus por la sodomizacin
y el empalamiento? quin le trat como un perro, quien le amenaz con pisotear su pequeo
vientre o su pequeo derrire, o quien realmente as lo hizo? O quin puso en semejante
situacin a otro, o a otra, delante de l...? Ya hemos visto que en Le Pote assassin, en el
episodio Giovann Moron, recuerda a travs de la memoria de un nio que vive su lejana
infancia en Roma, como l mismo la vivi, una escena semejante entre sus padres. Porque
Guillaume no inventa nada, todo est registrado en su inconsciente. El se limita a repetir
balbuceante lo que conoci. Y si vuelve una vez ms, hasta la saciedad, a estas obsesiones
anales de crueldad y de violencia, es porque las conoce; no es que haya sido sodomizado o
empalado, pero s se ha sentido sodomizado y empalado. Nadie sabe lo que la terrible
Kostrowitzky hizo con su cuerpo o incluso con su trasero.., porque, como ya he dicho, en
aquella poca no era extrao someter a los nios a tratamientos con lavativas o con otros
mtodos semejantes para ayudarles a defecar, algo que la brutalidad de aquella madre debi
convertir en una tortura y que, adems, contribuy sin duda a crear fantasmas dolorosos
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sustitutivos del complejo de Edipo... Cuando Guillaume escribe las historias de empalamiento
que hemos visto en sus escritos, o cuando escribe a Lou, est expresando una sensacin que ya
Y si escribe as a Lou es, como ya he dicho, porque se siente identificado con ella, porque desea
con ella una fusin total, una confusin entre los dos que le de todos los derechos, incluso el de
pertenencia. As dice un poco antes en la misma carta:
Tu es pour toujours ma maitresse adore et je suis ton maitre. Nous nous sommes
donns lun a lautre de telle fa9on que rien ne pourra plus nous sparer, mme la mort
Pero lo que hace irracional esta declaracin, es que sin mediar ni siquiera un punto y aparte, sino
formando parte de un mismo prrafo, hace alusin a unas cartas que ha enviado para que Lou
pueda obtener un permiso para ir al frente a ver a Toutou su amante:
No importa lo que el poeta diga a Lou. Al mismo tiempo que le comunica, como volviendo de
pronto a la realidad, que ya ha enviado las cartas de recomendacin para que vaya a ver a su
novio, para darle gusto, para que escuche sus otros mensajes, l est ebrio de la pasin, de la
agresividad y del erotismo que le vienen de una situacin anterior, la que mejor conoce,
acostumbrado a verse, a mirarse, y a escucharse en lo que fue su doloroso, su brutal y excitante
pasado.
Cuando Guillaume escribe a Lou y la amenaza con empalara, vuelve a otro momento y se
dirige a ella con un lenguaje antiguo y primitivo que poco a poco muestra la subida inexorable
de su agresividad. Los castigos corporales, o las enloquecidas y precisas agresiones anales,
adquieren la calidad ertica que le excita y que le procura la base fisiolgica para transformar
299
La flagelacin
La falta de ternura y la falta de amor, junto a las represiones y a los malos tratos, condujeron al
poeta a buscar an ms los castigos, que erotizados, acabaron por satisfacer de manera
sadomasoquista las necesidades libidinosas derivadas de su complejo de Edipo
Desde un
principio, sus pulsiones erticas estuvieron conectadas con su madre, una mujer de atributos
viriles y provista de un ltigo (Sa mre se promenait dans ses appartements avec un fouet), es
decir, un rgano viril simbolizado.
Los castigos recibidos y el ltigo familiar en la mano de su madre, produjeron en el poeta una
fijacin y un deseo de repetir las impresiones vividas, elaborando, sobre todo en sus obras
imaginarias, una serie de fantasas en tomo a la flagelacin, con la imagen y con la voz de su
madre en la cabeza, porque para excitarse necesitaba repetir las escenas de alto contenido
ertico con su madre, en las que se confundan el sufrimiento y el placer.
Como dice Freud, La fantaisie de la ffistigation et autres fantaisies perverses analogues ne seraient alors elles
aussi, que des prcipits du complexe d~Edipe, en quelque sorte des cicatrices conscutives un procs rvolu.
(Un enfant ea battu. Pg. 135, 0. Comp. PUF, Paris 1996. Traduccin dirigida por Jean Laplanche.)
300
Jai battu aujourdhui ma veste avec un martinet. Tu peux deviner ce que j ai pens
(Carta de 18 de diciembre de 1914)
El ltigo forma parte indisoluble de lo que piensa que es el amor, de lo que piensa que es normal
en el amor. Porque la normalidad, lejos de ser un hecho natural, es una convencin social y, en
su caso, una convencin familiar. El ltigo estaba entronizado en su familia como un siguo
esencial de referencia, como el smbolo de la violencia que rega las relaciones entre l y su
madre. Pero tambin, y esto ser determinante en la sexualidad del poeta, como smbolo del
erotismo que, al tiempo que lo desvirilizaba, haca de su madre una diosa, un ser al que slo
dominacin, violencia, fantasas sobre la flagelacin y los castigos fisicos y, en el caso de Lou, a
la adoracin. Guillaume o adora o agrede. Y cuando adora es tan irracional y tan excesivo como
cuando agrede. Y a Lou la adora, como adoraba a su madre cuando la rabia no le atrapaba... Y
entonces se eleva con ella a las regiones ms sublimes de la poesa y del romanticismo. Por eso
tras la frase anterior dice sin mediar ninguna interrupcin:
Mon Lou chri, je taime pour ta beaut si prcicuse et tellement gracicuse, je taime
aussi et tout autant pour ta grande bont ce arur dor qui ma dj donn tant de
L le dfont
Dans leau damour et de folie
Souvenir et mlancolie
As es Apollinaire, espiritual, sublime, poeta, y, al mismo tiempo, el ser irracional y sin control
que se deja llevar por un inconsciente de agresividad y de desesperacin en el que se confimden
301
Una pulsin incontrolable lleva a Apollinaire a repetir de manera obsesiva su atraccin morbosa
por la flagelacin. Sus personajes literarios flagelan o son flagelados con saa y con crueldad, a
veces hasta la muerte; y sus amantes tampoco escaparon a este tormento, en el que para el poeta
se confundan el dolor y el placer, hasta tal punto de que en su inconsciente los azotes estaban
vinculados al deseo.
primeras experiencias en este sentido, aunque atribuye su excitacin a los azotes de una criada
imaginana:
La bonne me mit sur ses genoux et me fessa de toutes ses forces.. les fesses me
brlaient mais je sentais une excitation plus forte que celles que javais ressenties
jusqu l (O. Comp. Vol. EJ. Pg. 985)
Pero una vez dentro del fantasma y del recuerdo de los azotes que recibi cuando era un nio,
acto seguido la fantasa se precisa y ya no es la bonne la que le azota, sino claramente alguien
que corresponde mucho ms a la realidad, una madre:
Lorsque javais dix ans, ma mre, cause dune btise que javais faite mavait pris
entre ses cuisses, t mes culottes et avait tap sur mes petites fesses, de telle fa9on
quaprs la premire douleur, javais conserv toute la journe un sentiment de
volupt (O.c.Pg. 985)
Sin embargo, nunca contar directamente estos sentimientos infantiles ni a sus amantes ni a
nadie. No existe ninguna carta en la que hable de lo que fueron en su infancia los azotes y la
excitacin que le producan. Pero de alguna manera lo tena que contar. Y lo cuenta al menos
dos veces en la ficcin de sus escritos, una en esta obra que acabo de citar y otra en el libro en el
que vuelca todo lo que necesitaba sacar Ibera de su inconsciente, Les Onze Mille Verges, en
donde relata la historia de un personaje, al que llama Katache y al que califica de masoquista, de
la siguiente manera:
Se suis n en 1874 Archangel, et des mon jeune ge, je ressentais une joie arnre
chaque fois que lon me corrigeait
Une joie amre, como ms tarde dir a Lou cuando habla de la sodomizacin de Marie
Laurencin, un plaisir cre.
302
Como hemos visto, lo que determin esencialmente en el poeta la confusin entre placer y dolor
fueron las cicatrices mal curadas de su complejo de Edipo, que se resolvi en perversin a causa
de los malos tratos, de las represiones brutales de su masturbacin y de la atmsfera en que
vivi su primera infancia. El propio poeta nos dice en la boca de Katache:
Tous les malheurs qui fondirent sur notre famille dvelopprent celle facult de jouir
de l~infortune cii laiguisrent.(O. Comp. Vol. LII. Pg. 944)
Apollinaire nunca cuenta de manera explcita, en memorias o algo similar, lo que fue su
dolorosa infancia, que conocemos a travs de las circunstancias que acompaaron su nacimiento
y los primeros aos de su vida. Sin embargo, nos da tantas indicaciones en sus escritos y en las
cartas, que a travs de ellos podemos reconstruir las sensaciones que el poeta experiment en el
ambiente conflictivo en que vivi de nio.
Souvent nous rentrions en retard, et ctaient alors des disputes qui parfois devenaient
terribles. Ma mre tait jete sur le plancher, traine par les cheveux. Se revois
nettement mon pre pitiner la poitrmne dnude de ma mre, car pendant la lutte le
corsage craquait ou souvrat et les sens se dressaient, stigmatiss par le talon clous.
En Les Exploits d un jeune D. Juan, como hemos visto, nos cuenta que el dolor que le
produjeron los azotes cuando era nio determin una excitacin sexual muy fuerte. Es bien
sabido que la calidad ergena de la regin de las nalgas hace que el dolor en esa zona produzca
ms excitacin que en cualquier otra, pero en los adultos de familias normales esa calidad
ergena del dolor se difumina poco a poco con la edad hasta desaparecer. Pero en el caso de
Apollinaire, a causa de las circunstancias en que vivi su infancia, y de los castigos y azotes
muy severos y repetidos que determinaron un automatismo reflejo, no se produjo esta
evolucin, sino que, al contrario, se produjo una fijacin del dolor en su sensibilidad sexual.
Pero esta conexin entre el dolor y la excitacin sexual no es nada nuevo. La historia, desde la
antigUedad, est llena de ejemplos de este tipo. Se dice que Salomn en su vejez se rodeaba de
mujeres que le pinchaban con el fin de excitar su virilidad que comenzaba a flaquear. Tambin
se cuenta que el hermano de Herodes, Pherosas, se haca encadenar y golpear por sus esclavas
con el mismo fin. E incluso hay imgenes que representan a Aristteles desnudo y a cuatro
patas con una mujer encima de l azotndole con una fusta (Aristoteis als masochist. H. Ellis).
En todo caso, el hecho de que entre los ex-voto que ofrecan las prostitutas en la antigUedad a
Venus se encontraran fustas, riendas y espuelas, expresa muy claramente el uso ertico que
les verges cruelles enfantent les dlices de Vnus; font-elles mal, en jouit; jouit-on,
Comme Mlle. Lambercier avait pour nous laffection dune mre, elle avait aussi
lautorit, et la portait quelque quelquefois nous infliger la punition des enfants,
quand nous lavions mrite.
Assez longtemps elle sen tint la menace, et celle menace dun chtiment tout
nouveau pour moi me semblait trs effrayante; mais aprs lexcution je la trouvais
moins terrible lpreuve que lattente ne lavait t; et ce quil y a de plus bizarre est
que ce chtiment maffectionna davantage encore celle qui me lavait impos. II
fallait mme toute la vrit de celle affection et teute ma douceur naturelle pour
mempcher de chercher le retour du mme traitement en le mritant: car j avais trouv
dans la douleur, dans la honte mme, un mlange de sensualit qui mavait laiss plus
de dsir que de crainte de lprouver derechef par la mme main. II est vrai que,
comme il se mlait sans doute cela quelque instinct prcoce du sexe, le mme
chtiment re~u dun frre ne met pas du tout paru plaisant
304
Qui croirait que ce chtiment denfant re~u huut ans par la main dune file de trente
ans. a dcid de mes gots. de mes dsirs. de mes passions, de moi, pour le reste de ma
vie, et cela prcisment dans le sens contraire ce qui devrait sensuivre
habituellement.
En mme temps que mes sens furent allums, mes dsirs prirent si bien le change que
forms ce que j avais prouv ils ne savisrent point de chercher une autre chose
Nimaginant que ce que javais senti, je ne savais porter mes dsirs que vers lespce
de volupt qui mtait connue...
Mon ancien got denfant au lieu de svanouir, sassocia tellement lautre (rapport
sexuel) queje ne puis jamais lcarter des dsirs allums par mes sens; et celle folie,
jointe ma timidit naturelle, ma toujours rendu trs peu entreprenant prs des
temmes...
Rousseau se atreve a contar de manera autobiogrfica sus sensaciones infantiles y las
consecuencias que aquella escena tuvo para l. Apollinaire, sin embargo, como ya hemos visto
en las cartas a Lou, tiene terror a que ella ensee sus cartas o a que hable de sus libros erticos a
otras personas; por eso siempre, desde los poemas de Alcools hasta la prosa, se esconde, emplea
imgenes obscuras dificiles de interpretar, o presenta sus impresiones o sus sentimientos como
fruto de la ficcin literaria. No se atribuye, en general, las sensaciones que expresa, pero tiene
una manera de manifestaras muy rica y sobre todo muy explosiva, muy violenta, ya que como
en teora no est hablando de s mismo, sino de otro, se puede dejar llevar en la expresin de sus
pasiones y de sus dolores mucho ms libremente.
Tambin Sacher-Masoch nos habla en sus memorias de lo que fueron sus pnmeras experiencias
masoquistas, centradas esencialmente en la flagelacin, que en su caso atribuye a su ta Zenobia:
Tandis que ma tante prparait le goter, nous nous mimes jouer cache-cache, et je
nc sais quel dmon me guidant, j allais me cacher dans la chambre coucher de ma
tante, derrire un porte-habits garn de robes et manteaux. A ce moment, j entendis la
sonnette, et quelques minutes aprs, ma tante entra dans la chambre, suivie dun beau
jeune homme...
A cet instant, le malheureux porte-habits tomba par terre, et toute la fureur de Madame
Znobie se dversa sur mol.
Comment! tu tais cach U? Tiens, voil qui tapprendra faire lespion!
Se meffor9ais en vain dexpliquer ma prsence et de me justifier, en un clin dceil elle
meut tendu sur le tapis; puis me tenant par les cheveux de la main gauche et me
posant un genou sur les paules, elle se mit me fouetter vigoureusement. Je serrais les
dents de toutes mes forces; maigr tout, les larmes me montrent aux yeux. Mais il faut
bien le reconnaitre, tout en me tordant sous es coups cruels de celle belle femme,
-
305
busc durante toda su vida, tanto en sus escritos como en la vida real, el placer en el
sufrimiento, en la sumisin y en la humillacin.
Las fantasas en tomo a la flagelacin son muy abundantes en la literatura de todos los tiempos,
y los relatos sobre el placer de flagelar o de ser flagelado abundan en muchos autores. La
flagelacin cuando es objeto de creacin literaria se convierte en una bsqueda de sensaciones y
de pasiones de seres humanos, a la que el autor parece asistir como un observador, entre
divertido y horrorizado, exponiendo las reacciones y la excitacin de sus personajes, que
siempre nacen de sus fantasmas, pero que, a medida que escribe, parece que se escapan de su
pluma para tomar vida propia. Muy interesante a este propsito es la recientemente publicada
fantasmas haciendo adoptar a sus personajes unas veces la posicin activa y sdica, en la que
disfrutan con la flagelacin y la dominacin de otros seres ms dbiles a los que azotan; pero en
otras ocasiones muchos son los hombres que, al ejemplo de Sacher-Masoch, piden que se les
flagele y encuentran placer en el ltigo y en la sumisin a una mujer cruel.
Pero ahora el que nos interesa es Apollinaire y especialmente sus reacciones con Lou, su amante
durante la guerra. Si el poeta elige infligir o infligirse dolor para excitarse no es por casualidad.
Ya lo hemos visto: su fijacin en la regin anal a causa de los conflictos y agresiones que sufri
durante su infancia, ms la represin de sus primeras tendencias libidinosas de manera brutal y
con le fouet, le influyeron considerablemente. El mismo nos lo dice en una carta a Lou,
haciendo hablar una voz ronca y malfica que recupera de su inconsciente:
306
Je nc veux pas quune grande file comme tol qui a un cu superbe se branle comrne un
petut gar~on pas sage. Si tu fais ainsi cest lefouet que tu auras, ma gosse, lefouet
pour te mater. Tu auras beau mtalliser ton derrire, je te fesserai jusquau sang, de
manire que tu nc puisses plus tasseoir. Ton cu payera pour ton petut con, ma chrie
(Carta de 13 de enero de 1915) (subrayado por mi)
Y si el poeta habla con estas palabras no es porque las invente, sino porque las ha escuchado y
porque siguen vivas en su memoria. Esas son sus referencias y eso es lo que hay que decir
cuando un nio se masturba. Y en un momento de excitacin con Lou vuelve a repetir las
mismas palabras y la imagina nio
-,
vuelve al conflicto dcl momento infantil, cuando la tensin llegaba al mximo ante aquella
mujer, su madre, a causa de la espera del castigo, a causa de la sorpresa excitante y angustiosa
de la voluptuosidad que acompaaba al dolor hasta el punto de hacerlo desaparecer, y despus,
tras la experiencia traumtica vendra otra vez la bsqueda del castigo. A partir de entonces el
fantasma de la flagelacin qued conectado para siempre a su excitacin sexual.
Elle me raconta que son ma nc pouvait bander que si elle lui battait le cu coups de
verges jusquau sang.
Elle devait aussi se laisser fesser par lui, mais ren quavec la main, et maintenant elle y
tait tellement habitue, que ~alu faisait plutt plaisir que mal (O. Comp. Vol. III.
Pg. 989)
Pero de todos sus escritos, el ms significativo en lo que se refiere a la flagelacin es Les Onze
Mille Verges. Slo el ttulo nos da ya una idea de la obsesin del poeta por la flagelacin. En el
catlogo clandestino, escrito por el propio Apollinaire para la presentacin del libro, la ltima
frase nos resume el mensaje esencial del autor: la flagellation, cet art voluptueux dont on apu
dire que ceta qui 1 ignorent ne connaissent pas 1 amour, est trait ci d une faQon absolument
nouvelle
307
al comienzo del libro, el protagonista. Mony, dice a una mujer a la que encuentra en Paris por la
calle:
Mademoiselle si je vous tenait dans un lit, vingt fois de suite je vous prouverais ma
passion. Que les onze mille vierges ou mme onu mille verges me chtient si je mens
(O. Comp. Vol. III. Pg. 892)
condicionado por la sexualidad. Y se excita con el riesgo de un nuevo castigo imaginario que
esta vez le producir la muerte, once mil latigazos, y ya no necesita ninguna voz lejana que le
asuste, l puede amenazarse y castigarse por s mismo.
enloquecidas de excitacin las mujeres del relato. Y tambin, como en las cartas a Lou, hace
representar a Mony otra vieja fantasa que le atrae especialmente: la escena de un profesor, una
persona que investida de autoridad grita y azota a una estudiante dbil, indefensa e ignorante,
representada en esta ocasin por una prostituta:
Maintenant nous allons faire la classe. 11 les fit asseoir sur une chaise en face de lui
et, aprs avoir rflchi un instant, leur dt: mademoiselles je viens de sentir que vous
n avez pas de pantalon. Vous devriez en avoir honte. Allez vite en mettre un. Quand
elles revinrent, il conxnen9a la classe. Mademoiselle Alexine Mangetout, comment
sappelle le roi dItalie?. Si tu crois que ~amoccupe, je nen sais ren, dit Alexine.
Allez vous mettre sur le lit, cra le professeur. LIla fit mettre sur le lit le dos toum, lu
fit relever les jupes et carter la fente du pantalon do mergrent les globes clatants
de blancheur des fesses. Alors il se mit taper dessus du plat de la main, bientt le
postrieur commen~a rougir. Cela excitait Alexine qui faisait beau cu, mais bientt
le prince lu-mme nc tint plus... (O. Comp. Vol. III. Pg. 898)
Es evidente que en todas estas escenas Apollinaire goza enloquecidamente con el dolor y con la
excitacin de la vctima.
imagina azotados por un profesor ne sont maigr tout que des remplacements de la personne
propre. (Un enfant est battu. O.c. Pg. 132)
308
La flagelacin es otro de los temas obsesivos del poeta, por eso vuelve repetidamente al mismo
tema, encontrando siempre en los azotes gran excitacin; pero esta excitacin le hace delirar y, a
medida que escribe, las escenas se vuelven cada vez ms obscenas, irracionales y
descontroladas:
Alexine ouvrit un tiroir et tira un martinet fait de lanires de cuir. Elle commen~a
taper sur le cu de Culculine dont les bonds devinrent encore plus passionns. Alexine,
excite par le spectacle, tapait dur et ferme. Les coups pleuvaent sur son superbe
postreur. Mony, penchant un peu la tte de ct voyait dans une glace qui faisait vis-
et mouille. Les coups dAlexine eurent bientt rougi compltement le pauvre cu qui
tressaillait de volupt. Bientt un coup laissa une marque saignante. Toutes les deux,
celle qui tapat et celle quon fouettait, dliraient comrne des bacchantes et semblaient
jouir autant lune que lautre (Les Onze Mi/le Verges O. Comp. Vol. EJ. Pg. 900)
Estudiar atentamente todos los mensajes que Apollinaire nos comunica en Les Onze Mille
Verges, representa una fuente inagotable para el conocimiento del poeta y una clave esencial
para poder comprender mejor los fantasmas de agresividad que vuelven durante la guerra y que
expresa en las cartas a Lou, resucitando el viejo dolor y la vieja furia, aunque aparentemente
puedan parecer nicamente signo de alienacin o de demenma.
La relacin de Apollinaire con las mujeres ha estado siempre cargada de violencia, pero nada es
comparable con la violencia y la crueldad a las que se abandona en este libro y que no son otras
que las que l sinti cuando era nio e impotente. El poeta necesitaba ir hasta el fondo de la
violencia, reproducir de nuevo las escenas de su infancia que tanto le marcaron y en donde se
sinti tan dolorido como sus personajes; necesitaba vestirse con la piel de su madre para, a
travs de otros seres humanos, o a travs de s mismo ofrecido como vctima, aniquilar el
fantasma. Pero nunca llegar a cauterizar la herida que una y otra vez, a la primera ocasin,
vuelve a abrirse, vuelve a hacerle dao y vuelve a dejar desbordar la agresividad que arrasar
todo, hasta la totalizacin de su propia muerte.
En este libro, ya lo hemos visto, conocemos plenamente las sensaciones de impotencia, de dolor
y de miedo que siente un nio cuando no se puede defender, cuando se siente desamparado y sin
309
voz, as como la agresividad que el poeta conserva contra su madre y que desva con una rabia
dbil
que se cruza en su
camino. Comienza por flagelar, torturar o violar a un sin nmero de personajes, para luego, con
una determinacin de culpable, flagelar a muerte al protagonista de la historia, su propia
imagen. Ya hemos visto algunas escenas de flagelacin, siempre unida inevitablemente a la
excitacin sexual, pero an habr otras muchas en las que la sexualidad y la brutalidad sin
lmites de ninguna clase van in crescendo y en las que la violencia se desborda hasta llegar a
la muerte:
Et se jetant sur Mony pouvant, les cambnoleurs le billonnrent et lui lirent les
bras et les jambes. Puis se toumant vers les deux femmes, frissonnantes, mais un peu
amuses, la Chaloupe diii:
Et vous les mmes tchez dtre gentlles. sans quoi je le dira Prosper.
fi avait une badine la main et la donna Culculine en lui ordonnant de taper sur Mony
de toutes ses forces. Puis se pla9ant derrire elle, il sortir une pine mince comme un
petit doigt, mais trs longue. La Chaloupe dbuta par lu claquer les fesses en disant:
Eh bien! mon gros joufflu. tu vas jouer de la flte, moi je suis pour la terre jaune...
Culculine commen9a remuer le cu en tapant sur Mony qui nc pouvant ni se dfendre
ni crier, ggotait comme un ver chaque coup de baguette qui laissat une marque rouge
bentt violace. Puis au fur et mesure que lenculade avangait, Culculine excite
tapait plus fon en criant...Le corps de Mony fui bientl saignan.
Pendant ce temps, Comaboeux... retoumant Alexine, u se mit fesser son cu
rose...puis u prit lajeune femrne sur son bras gauche de fa9on ce que son con ft
porte de sa main droite. La gauche la tenail par la barbe du con...ce qui lui faisail mal.
Elle se mit pleurer et ses gmissemeniis augmentrent lorsque Cornaboeux
recommen9a la fesser tour de bras...
A ce moment, Pdexine aper9ut le spectacle form par la Chaloupe enculan Culculine
qui tapait sur Mony dj tout sanglant et cela lexcita... Cornaboeux retournant Alexine
sur le lit lui enfon9a son instrument dans le ventre... Ensuite il se mrent se mordre
con-une des btes sauvages en donnant des coups de cu.
LIs dchargrent
frntiquement. Mais la pine de Cornaboeux, trangle par le vagin d Alexine
commen9at bander...Elle dchargea quatorze fois pendant que Comaboeux
dchargeait trois fois. Quand elle reprit ses esprts, elle saper9ut que son con et son cu
taient saignants. lIs avaient t blesss par lnorme bite de Cornaboeux. Elle aper9ut
Mony qui faisait des soubresauts convulsifs sur le sol.
Son corps ntait quune plaie.
Cornaboeux attacha les bras et les jambes de Alexine et la billonna sans prendre garde
ses supplicatons et saisissant sa badine, il se mit zbrer de coups son jol corps de
fausse maigre. Le cu tressaillait sous chaque coup de baguette, puis ce fut le dos, le
ventre, les cuisses, les sens qui requrent la dgele. En gigotant et se dbattant,
Alexine rencontra la butte de Mony qui bandat comme celle dun cadavre. Elle
saccrocha par hasard au conde lajeune femme et y pntra.
Cornaboeux redoubla ses coups et tapa indistnctement sur Mony et Alexine qui
jouissaient dune fa9on atroce... (O. Comp. Vol. III. Pg. 102)
-
310
La escena truculenta y atroce, como dice el propio poeta, termina, como hemos visto al
estudiar el empalamiento, con la castracin de la Chaloupe a causa de un mordisco de
Culculine, con su muerte a manos de Cornaboeux, y despus con la perforacin anal de
Culculine con un cuchillo.
En Zone de Alcools Apollinaire deca Je pleure sur tout ce qui ma pouvant. Para poder
escribir este tipo de cosas ha tenido que sufrir terribles escenas de violencia y ha tenido que
sentir miedo, mucho miedo, el terror que supone para un niflo sentirse atado y amordazado, al
menos psicolgicamente (ne pouvant se dfendre ni crier), sin ayuda de nadie y sin que nadie
prenne garde ses supplications. Y cuando los latigazos llegaban, caan sin que el verdugo se
diera bien cuenta de donde iban a dar ce fiit le dos, le ventre, les cuisses... Por eso en la escena
hay lloros y sangre. Y entre lneas hay todava mucho ms. Sin necesidad de explicamos como
Rousseau o como Sacher-Massoch en sus memorias o en una autobiografia lo que fueron
aquellos momentos, Apollinaire lo hace de manera mucho ms directa, porque parte de
sensaciones, de dolores, de miedos y de rabias. Y como escoge la ficcin literaria puede llegar
tan lejos como quiera.
excitacin que le producan los azotes, sino que utiliza pinceladas semejantes a las de Picasso,
escenas trgicas, dramticas, incoherentes, brutales, como fueron en su memoria las viejas
escenas, o historias en las que los protagonistas como btes sauvages, como animales que se
liberan a sus instintos, atacan, poseen, se excitan y hieren. Y luego en ese ambiente instala el
miedo y hace planear sobre las cabezas de los personajes el fantasma amenazante de la
castracin y de la muerte. Y el poeta, sin poderlo remediar, quiz para ahuyentarlo, nombra y
sufre con el dolor terrible y hace realidad lo que ms teme: la castracin y la muerte.
Muchos de estos fantasmas volvern en las cartas a Lou y todos ellos permanecern en el poeta
vivos para siempre, porque no puede alejar de su memoria, ni sobre todo de su inconsciente, la
imagen de un nio, tal como se imagina a s mismo, que llora, que suplica y que tiene miedo,
mientras otra persona abusa sin piedad de l. Por eso en Les Onze Mille Verges, como ya
hemos visto, utiliza a menudo a nios para reproducir esta tipo de escenas:
Le pope lui [it un discours et les maria. Ensuite, on les engagea forniquer.. Comme u
ne pouvait y parvenir, on le dculotta eii pour lexciter, Mony le fessa gentiment, tandis
que Natacha du bouii de la langue lui titillait son petit gland et les couillelles. Le petit
garyon commenya bander et put ainsi dpuceler la pette file. Quand ils se furent
escrms pendant dix minutes, on les spara et Comaboeux saisissanii le petit garyon lui
dfonya le fondement au moyen de son braquemant puissant. Mony ne put tenir contre
son envie de baiser la petite file, lila saisit, la mit cheval entre sur ses cuisses et lui
enfon9a dans son minuscule vagin son bton vivant. Les deux enfants poussaient des
cris effroyables et le sang coulait autour des vits de Mony et de Cornaboeux. Ensuite on
playa la petite file sur Natacha et le pope qui venaut de terminer sa messe lui releva ses
jupes et se mit afesser son peiiit cu blanc et charmanii...
Le petit garyon, a genoux devant Comaboeux, lui pompait le dard en pleurant a chaudes
hirmes. Mony enculait la petite fifle qui se dbattait comme un Papn quon va gorger.
Les autres conjurs senculaient avec des mines effroyables... (O. Comp. Vol. 1111. Pg.
914) (Subrayado por m).
Pero, como vemos, aunque se ensafla con los nios con la mxima crueldad y se excita
escuchando sus gritos y sus lloros, nunca les azota con la rabia y la ferocidad que reserva para
las mujeres. En este fragmento se limita a fesser gentiment al nio, (como dice en una
ocasin a Lou, slo para excitara un poco) y respecto a los dos habla nicamente de fesser,
lo que da a los azotes cierto tono inocente e infantil. Y tambin usa la misma expresin en otra
escena espeluznante en la que un general ruso viola y decapita a un nio chino. El nio, eso es
lo que Guillaume busca con las torturas de nios, est aterrorizado porque no sabe lo que le
espera. Pero, aunque lo sodomice y lo mate, sin embargo a la hora de azotarle se limita a decir
que el general fessa son petit cu maigre etjaune.
En cambio, cuando se trata de azotar a mujeres se vuelve una fiera. Primero se complace en la
descripcin del trasero y de los instrumentos de tortura, y luego, una vez que la flagelacin ha
comenzado, se deja llevar por la vieja rabia y se recrea detenidamente en las heridas y en los
sufrimientos que les produce al azotaras. Igual que ocurre con la sodomizacin y con el
empalamiento, las mujeres provocan en el poeta un deseo feroz y compulsivo de agredir su
trasero (rien nest si excitant que de fouetter un gros cul
1),
ms inspirados, ve hermosos traseros femeninos que en seguida desea azotar. En L Ermite, las
nubes con la puesta se sol se vuelven des jolis culs roses, y como estn fuera de su alcance,
pide a Dios que los flagele:
312
Y ya hemos visto que en cuanto hace alusin al trasero de Lou, el fouet aparece en seguida:
A la huitime porte
Deux angesjoufflus veillent sur les roses tremblantes qui supportent
Le ciel exquis de ta taille lastique
Et me voici arm dun fouet fait de rayons de lune
Les amours couronns dejacinthe arrvent en troupe
Et que rouvre encore la porte de ta croupe
el prototipo de la mujer que inspira la flagelacin, es una bonne. Por eso Apollinaire escoge
con frecuencia en sus escritos este tipo de personajes para azotar su trasero. As lo vemos en
Les Onze Mille Verges, en donde, entre otras historias, la hija de un general, Wanda, azota con
un ltigo ruso a su sirvienta. Apollinaire se regocija con la escena que describe con todo detalle,
haciendo hincapi, precisamente, en la posicin humillante de la domstica, as como en las
dimensiones y en la desnudez de su trasero:
Wanda brandissait une nagaYka tour de bras et cinglait une trs jolie file blonde
quatre pattes devant elle et les jupes reieves. Ctait Nadje. Son cu tait merveilleux,
norme, rebondi. II se dandinait sous une taille invraisemblablement fine. Chaque
coup de nagatka la fasait bondir et le cu semblat se gonfler. II tait ray en croix de
Saint Andr, trace qui laissait la terrible nagaYka...
Maitresse je ne le ferai plus, criait la fouette...
313
Va-ten maintenant, cra Wanda en donnant un coup de pied dans le cu de Nadje qui
s enfuit en hurlant (Oc. Pg. 920)
Le grand Frdric avait lhabitude de faire fouetter les actrices. II pensait que la
flagellation communique leur peau une teinte rose qui nest pas sans agrment (O.
Comp. Vol. 1 Pg. 264)
En un pasaje de Les Onze Mille Verges Mony ordena en primer lugar que se azote a un hombre,
pero la saa y la ferocidad ms terribles las reserva para azotar a la mujerque vendr despus:
On amena un nouveau coupable. Ctait un beau gars tatar ne parlant presque pas le
russe. Le prince Mony le liii mettre compltement nu, puis les soldats le fustigrent de
telle fayon que le finid du matin le piquait en m6me temps que les verges qui le
cinglaient.
U tait impassible et ce calme irrita Mony; il dit un mot loreille de lofficier qui
ramena bientt une serveuse de brasserie. Ctait une plantureuse kellnerine dont le
croupe et la poitrine remplissaient indcemment luniforme qui la sanglait. Celle belle
et grosse file arriva gne de son costume et marchant pas de canard...
Como ocurre a la vista del enorme trasero de la mujer negra que he citado al estudiar el
empalamiento, Guillaume no puede ver tampoco la desbordante croupe de esta mujer sin
sentir una rabia feroz y un deseo compulsivo de azotar esta prominencia hasta desganara, hasta
llenarla de sangre, hasta destruirla, como si la destruccin fuera el placer supremo, el placer
4
natural por excelencia. Se ensaa con ella slo porque tiene una lourde croupe, un gros cu,
al que compara con el de las yeguas luxemburguesas. Y, aunque en su imaginacin har que la
flagelen con crueldad, de momento, para nosotros sus lectores, la flagela con sus palabras, que
en este caso, no sirven ya para comunicar, sino para describir y para destruir esa croupe que le
inspira tanta violencia:
...Vous tes indcente, ma file, lul dit Mony, quand on est une femme comme vous, on
ne shabille pas en homme; cent coups de verge pour vaus Iapprendre.
La maiheureuse trenibla de tous ses membres, mais sur un geste de Mony, les soldats
la dpouillrent.
Sa nudit constataitsingulirement avec celle du Tatar.
314
Lui tau trs long, le visage maci les yeux petuts, malins et calmes; ses membres
avaient cette maigreur que lon prte Jean-Baptiste, aprs quil eut vcu quelque
temps de sauterelles. Ses bras, sa poitrine et ses jambes hronnires taient velus, son
pnis circoncis prenaut de la consistance cause de la fustigation et le gland en iiait
pourpre. couleur de vomissemenii divrogne.
La kellerine, beau spcimen dAllemande de Brunswick, tait lourde de croupe; on et
dit une robuste cavale luxembourgeoise lche parmi les iialons...
Mony demanda un knout quon lui apporta. II le mit dans la main du Tatar.
Cochon de prvt, lui cra-ii-ii, si tu veux pargner ton cuir, ne mnage pas ceiui de
cette putain
Le Tatar sans rpondre examina en connaisseur linstrument de torture compos de
lanires de cuir auxquelles adhrait la limaille de ter.
La femme pleurat et demandait grce en alleniand. Son corps blanc et rose
tremblait. N4ony la fui mettre genoux, puis dun coup de pied, il forya son gros cu
se soulever. Le Tatar secoua dabord le knout en lair, puis, levant fortement le bras, il
allait frapper, quand la malbeureuse kellnerine qul trembla de tous ses membres
lcha un peii sonore qui [it tire tous les assistants et le Tatar lui-mme dont le knout
tomba. Mony une verge la main lui cingla le visage en lui disant:
Idiot, je tai dit de frapper et non pas de rire.
Puis il lui remut la verge en lui commandant den fustiger dabord lAllemande pour
Ihabituer, Le Tatar se mit frapper avec rgularit. Son membre plac derrire le gros
cu de la patiente staiii quill, mais maigr sa concupiscence, son bras retombait
rythmiquement, la verge iiait trs flexible, le coup sifflaut en lair, puis retomba
schement sur la peau tendue qui se rayait.
Le Tatar tait un artiste et les coups quil frappaut se runissaient pour former un dessin
calligraphique.
Sur le bas du dos, au-dessus des fesses, le mot putain apparut bientt
distinctenient.
On applaudit vigoureusement tandis que les cris de IAllemande devenaent toujours
plus rauques. Son cul, cbaque coup de verge, sagitait un moment puis se
soulevait, les fesses serres qul aussitt se desserraient; on apercevait alors le trou
du cu et le con en dessous, billant et humide.
Petit petit, elle sembla se faire aux coups. A chaque claquement de la verge, le dos se
soulevait mollement, le cu sentrouvrait et le con billait daise comme si une
jouissance imprvue venait la visiter.
Elle tomba bientt comine suffoque par la jouissance et Mony ce moment arrta
la main du tatar.
II lui remit le knout et lhomme, trs excit, fon de dsirs, se mit frapper avec celle
arme cruelle sur le dos de lAllemande. Chaque coup laissait plusieurs marques
saignantes et profondes car, au lien de soulever le knout aprs lavoir abattu, le
Tatar le tirail A Ini de telle fa~on que la limaille qul adhrait aux lanires
emportait des lanibeaux de peau et de chair, qui tombaient ensuite de tous cts,
tachant de gouttelettes sanglantes es uniformes de la soldadesque.
LAllemande ne sentait pas la donleur, elle se lovait, se tordait et sifflait de
jouissance. Sa face tat ronge, elle bavait et lorsque Mony comnianda mi Tatar
de cesser, les traces du nxot putain avaient disparu, car le dos ntait quune
plaie...(Les Onze Mi/le Verges, O. Comp. Vol. EJ. Pg. 937) (Subrayado por m).
As seguramente hubiera deseado Guillaume ver a su madre para vengarse: azotada, arrastrada,
excitada y destruida bajo la ferocidad de su ltigo. Y si no hubiera tenido tanto miedo de ella
315
eso es exactamente lo que hubiera hecho, porque las fantasas, igual que las de la histora de la
polaca, estn muy claras, excesivamente claras para hacemos dudar.
Una vez ms Apollinaire insiste en la conlsin entre dolor y placer, especialmente cuando se
trata del dolor provocado por el ltigo; porque cuando el dolor y la crueldad entran en juego
en la flagelacin la piel funciona como una zona erogena y entonces el que es flagelado
siente como si toda su epidermis se volviera una mucosa genital y excitada. En efecto, en la
cabeza del poeta la flagelacin es como un acto sexual en el que el ltigo se vuelve un
instrumento flico que excita a un ser humano con un placer doloroso, mientras que el que
flagela se satisface excitando hasta romper, hasta desgarrar la piel que yace enloquecida de dolor
y de placer.
Si tuviramos que resaltar dos cosas en la escena que acabo de citar serian: un elemento
femenino, el trasero de una mujer que, en la imaginacin de Guillaume adquiere unas
proporciones gigantescas, desmesuradas, y un elemento masculino que lo complementa, el
ltigo, descrito tambin por el que lo imagina, seguramente buen conocedor, con todo lujo de
detalles. No es un ltigo comn, sino como el poeta dice, un instrumento de tortura altamente
perfeccionado para destruir la masa de carne que tanto le excita. Y ambos elementos estn
profundamente unidos en su imaginacin; los dos le evocan, desde su infancia, el dolor y la
excitacion.
Pero Apollinaire cuenta nicamente lo que conoce, porque para ser verdugo hay que haber
sido primero vctima, como para excitarse con los azotes de una manera tan crispada es
necesario haber vivido la misma sensacin anteriormente. Y, en todo caso, no falta nada en la
repeticin de las viejas escenas: el miedo de la vctima, el temblor de todo su cuerpo, las
splicas, splicas que nunca encontraron piedad, la posicin humillante de rodillas, el trasero al
aire, los insultos, la crueldad del que azota... y sobre todo el dolor y la excitacin, aquella
desesperante y rabiosa excitacin que le vincul para siempre a su verdugo, a quien dese ms
que a ninguna otra mujer. Y a partir de aquellos momentos infantiles, la obsesin por la
repeticin de aquellas tensiones poseer al poeta de tal manera que no podr escapar a ellas y la
flagelacin volver con una fuerza extraordinaria una y otra vez, en sus escritos y en la vida real
con sus novias.
316
Ms tarde, cuando escribe a Lou, vuelve a las mismas imgenes de excitacin, y tambin la
compara con Salom, que hizo cortar la cabeza del Bautista. Tambin aqu, cuando menos se
espera, porque los derroteros por los que discurre la imaginacin de Guillaume son
sorprendentes, aunque siempre relevantes de una fantasa muy poderosa subyacente, compara al
Tatar con Juan Bautista, probablemente porque el fantasma de la castracin pasa otra vez por su
cabeza; eso le excita an ms, pero esta vez le dar la ocasin de ensaarse con la alemana,
imagen de la mujer que supone un peligro para la integridad fisica del hombre.
Ya lo hemos visto, Les Onze Mille Verges comienza con una promesa de muerte por
flagelacin. Pero si Apollinaire amenaza a su protagonista y ms tarde lo flagela, en efecto,
hasta la muerte, es porque cree que eso es lo que merece... y que eso es lo que merece l mismo.
Uno por ser tan perverso (incluso cuando ya est condenado, en vsperas de la ejecucin y
despus de haber confesado y comulgado, estrangula a una nia de doce aos despus de
haberle sacado un ojo) y el otro, el autor, por imaginar, y sobre todo por desear, todas las
perversidades que aparecen en el libro. Por eso se condena en la figura de Mony a pena de
muerte. Y lo condena a morir precisamente de la manera que le excit tanto y que en su cabeza
est tan vinculada a sus pecados sexuales, a muerte por flagelacin. Y nadie, ni siquiera su
madre, pudo ser tan cruel con l como l lo ser con su alter ego Mony. La muerte ser sin
piedad y terrible:
Si je nc fais pas vingt fois lamour de suite, que les onze mille vierges ou onze mille
verges me chtient.
II navait pas bais vingt fois de suite, et lejour tait arriv o onze mille verges allaient
le chtier...
Les onze mille Japonais taient rangs sur deux rangs, face face. Chaque homme
tenait une baguette flexible. Qn dshabilla Mony, puis fi dut marcher dans celle route
cruelle borde de bourreaux. Les premiers coups le firent seulement tressaillir. fis
sabattaient sur une peau satine et laissaient des marques rouge sombre, fi supporta
stoiquement les mille premiers coups, puis tomba dans son sang, le vit dress.
Qn le mit alors sur une civire et la lugubre promenade, scande par les coups secs des
baguettes qui tapaient sur une chair enfle et saignante, continua. Bientt son vit ne put
plus retenir le jet spermatique et, se redressant plusieurs fois, cracha son liquide
blanchtre la face des soldats qui taprent plus fort sur celle loque humaine.
317
Au deux millime coup, Mony rendit lme. Le soleil tait radieux. Les chants des
oiseaux mandchous rendaient plus gaie la matine pimpante. La sentence sexcuta et
les demiers soldats frapprent leur coup de baguette sur une loque informe, sorte de
chair saucisse o Von nc distinguait plus rien, sauf le visage qui avait t
soigneusement respect et o les yeux vitreux grands ouverts semblaient contempler la
majest divine dans iau-del. (O. Comp. Vol. 111. Pg. 953>
o Guillaume en su imaginacin
sacrificio, un derramamiento de sangre purificador, que dar al mundo una belleza inmensa,
como el poeta imaginaba en el poema dedicado a Lou Sije mourais l-bas, y entonces el sol se
har ms radiante, la tierra se llenar de alegra y los cantos de los pjaros sern an ms
sublimes.. .y Mony, purificado y redimido por su sacrificio semblait contempler la majest
divine dans lau-del.
En las cartas a Lou la obsesin por la flagelacin es tan grande que, como ya hemos visto, lleva
a Raymond Jean a decir:
Lensemble de lettres Lou est domin par un unique et trs prgnant fantasme (en
ralit prsent dans tout le comportement sexuel de Apollinaire) qui peut,
somn-iairement, se dcrire ainsi: obsession de la posture dune croupe fminine,
volumineuse, soumise la flagellation... (Subrayado por m).
318
Como si la flagelacin fuera indispensable en el amor, como si la flagelacin fuera, sobre todo,
indispensable para alcanzar una inmensa excitacin.
fantasma se hace especialmente presente es, como ya he dicho, porque Lou suscita en
Guillaume, ms que ninguna otra mujer, una excitacin y una tensin sexual semejantes a las
que vivi durante su infancia con su madre. Y aquellas impresiones marcaron profundamente
su piel y su inconsciente, tanto, que a la primera ocasin, en cuanto las circunstancias son
Cuando Lou aparece en su vida, como ya hemos visto, algo en ella le es extraamente familiar,
es decir, que le recuerda a su madre por su personalidad voluble y aventurera y por el prestigio
que el poeta le atribuye. Desde los primeros momentos le confiesa que siente por ella un goftt
violent, y por eso desea en seguida introducirla en su imaginario atormentado, en el que, por
supuesto, no puede faltar la flagelacin.
La flagelacin, ya lo hemos visto en Les Onze Mille Verges, est inscrita en el cuerpo y en el
alma del poeta con letras de fliego, y en cuanto se aviva un poco ese fuego tiene necesariamente
que resucitar. Ya en la carta de 18 de diciembre de 1914 haca alusin al martinet...Y que Lou
tenga un amante, Toutou, al que en la misma carta Guillaume envoie ses meilleures amitis,
no resta nada de la pasin del poeta, que una vez desbordada no conoce ni frenos ni limites.
Cuando Apollinaire entra en un erotismo vertiginoso con Lou, en el que vuelve a repetir muchos
de los fantasmas que ya hemos visto en Les Onze Mille Verges, es l quien compone toda la
representacin, es l quien dirige el juego por los caminos que conoce y que le son familiares.
No se trata de saber lo que Lou quiere o lo que Lou desea; en la mente del poeta, como una
obsesin, est slo la idea de resucitar las viejas fantasas an vivas y de conseguir la mxima
excitacin, que le parece esencial en tiempo de guerra. En definitiva, se trata de recuperar, de
sacar a la luz, lo que fueron los momentos erticos de su infancia, que estn ah, rompiendo su
Cuando Apollinaire azota a Lou, le parece que sus cuerpos se cubren con la piel de los dos
primitivos amantes, con la piel del poeta y con la piel de su madre. Y las palabras que le dice
son las que escuch en aquellos momentos de enloquecida y prohibida pasin. Ya lo hemos
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visto cuando le escuchbamos delirante repetir frases incoherentes de dominacin a Lou, que
seguramente se mantena fuera de la escena y que en realidad era ella la que le dominaba. Y le
escucharemos ahora, mientras la azota, o mientras recuerda cmo la azot, repetir de nuevo las
letanas de entonces, repetir lo que oy y lo que imagin.
Pense toujours toi, tadore au point de ne plus rien voir dautre, de ne plus penser
mme aux pomes pour le moment, mcm Lou en crme fouette!...Je suis tendu en ce
moment vers toi mon Lou, si tais prs de toi, quest-ce que tu prendrais dans ton petit
jardin secret si jol, si gracieux, si bien fait, si savant en torsions, en happements, si
habile serrer jusqu la limite de la consomrnation de toutes les forces vives de nos
deux amours troitement enlacs (Carta de 29 de diciembre 1914)
nscnto, dicho en esta ocasin con mucho ingenio, el recuerdo de los momentos en los que
usaba el fouet para amarla. Tambin en la flagelacin quiere representar el papel activo;
quiere dominar, sojuzgar, sodomizar, empalar...y azotar, aunque muchas veces nadie, salvo l
mismo, lo crea. Y seguramente Lou fue fouett e, como el poeta dice, pero fUe fouette slo
Tras haber ledo el pasaje anterior, parecera lgico que la carta continuase con el mismo tono
de amor y de pasin. Sin embargo, igual que haba sucedido en la que habla del martinet, a
rengln seguido, y lo que es an ms significativo, en la posdata, habla de nuevo de todo lo que
Ese es el verdadero Apollinaire. Puede azotar, sin duda, pero, al final, el nico dominado, el
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Sin embargo, es una realidad que azota a Lou para excitara y para excitarse y que le produce un
placer especial recordarlo. As el 2 de enero de 1915, tras el fin de ao de delirio amoroso que
han pasado juntos, escribe:
Je tembrasse mille fois partout et aussi sur les parties fouettes qui sagitaient si
charnellement ces nuits demires.
A partir de ese momento, y como prueba de la pasin que cree que estn viviendo, vuelve con
frecuencia a recordar los azotes que le ha dado en Niza, y que en su cabeza, desde nio, estn
conectados con la idea de preponderancia y de dominacin:
Mon Lou que jaime plus que tout au monde, mon Lou si beau, mon Lou dont
jattends lassentiment dfinitif de ma puissance. mon Lou qui je lai faite sentir, celle
puissance dans nos nuits de Nice, quand tu tamusais me narguer et que je me suis
veng de fa~on si cuisante sur tesjolies fesses aimes. (Carta deS de enero de 1915).
Pero la dominacin, ya lo hemos visto, existe slo en su cabeza, porque la de Lou est llena del
deseo de ver a Toutou. Al da siguiente, aunque comienza su carta diciendo Ma reine, en
seguida tiene que responder a la de Lou ocupndose de lo que realmente a ella le interesa, del
permiso para ver al otro.. .Pero ya estudiar con detalle esta cuestin ms adelante.
s, un eco lejano e ilusorio que viene de muy lejos, de las profundidades del inconsciente del
poeta.
321
Las fantasas en las cartas a Lou son muy similares a las que hemos visto en Les Onze Mille
Verges, por eso hay que entenderlas dentro del mismo contexto, volviendo a las que ya haba
expresado en otros relatos. Son las que existan en la cabeza del poeta desde su adolescencia,
desde su infancia. Pero si el recuerdo de las escenas infantiles es doloroso, al mismo tiempo es
profundamente creativo. Se produce en el poeta una ambivalencia tal que la realidad misma de
su yo le resulta extraa. No es que su yo le escape, sino, muy al contrario, ve todo con lucidez
extraordinaria; no es que tenga miedo a mirarse de frente, como hace en las gatas de la catedral
de Praga, es que su yo no existe fuera del mundo de las significaciones, es decir, fuera del
mundo del lenguaje, en donde se siente realmente como un Maitre.
Je te ferai aussi apprendre lartillerie et si tu ne sais pas tes le~ons de fa9on pater
Toutou lul-mme, ce sont tes fesses joufflues qul en supporteront les consquences.
Tu vois, mon Lou, tu peux prparer ton arrire-train et le seeouer en marchant, belle
322
Ya vemos, y lo veremos ms tarde con detalle cuando trate del petit gar~on pas sage, que la
fantasa de Les Onze Mille Verges del profesor y la alumna, se precisa con Lou, por eso cambia
el sexo del alumno y ya no ve en ella a una alumna, como ocurra con Alexine Mangetout,
sino a un alumno, a un lve indisciplin.
La flagelacin de Lou fue real, y en las cartas la reorganiza de tal manera que suena a
reafirmacin soberana de su yo. Al escribir que la azota, no slo se excita sexualmente, sino
Unos das ms tarde la masturbacin de Lou le traslada otra vez a aquellos momentos en que
sus primeras tendencias libidinosas fueron reprimidas brutalmente, cuando siendo nio fue
sometido con ferocidad al rigor del ltigo de una madre excesivamente dominante. Es decir, se
produce el fenmeno que ya he estudiado anteriormente: vuelve a decir frases incoherentes,
vuelve a repetir sin sentido aquellas palabras que le dolan y que le excitaban, vuelve a la locura
del primitivo instante cuando era azotado y trata de revivir, diciendo las mismas palabras,
aquellos momentos dementes y mgicos en que algo se detuvo en l para siempre:
Obis-moi, Lou! Sans quoi, je tassure que je me facherai, pan pan pour de bon. Je
voudrais que tu sois tellement moi, que je naie qu te bercer dans mes bras et te
prendre et que je naie jamais te fesser autrement que pour mamuser et texciter un
peu, mais si tu continues a tre dsobissante, 1 faudra que japporte un fouet de
conducteur et tu yerras. Pour menotte de mme, je veux que tu fasses des efforts pour
hacindonos volver con l una y otra vez a las mismas fantasas, que repite hasta la saciedad? La
dominacin, la represin de la masturbacin, la imagen de un maestro enfurecido que pega y
grita a sus alumnos, y en este caso el fouet de conducteur, que aparece con frecuencia
cuando se excita, cuando, descontrolado, parece perder la razn. Tambin en Les Onze Mille
Verges, en una de las escenas ms truculentas y ms delirantes, el fouet de conducteur tiene
un papel protagonista, aunque de manera mucho ms bestial y mucho ms directa:
Alexine revint bientt avecun norme fouet de cocher de fiacre. Elle se leva et
saisissant le fouet du cocher, un superbe perpignant tout neuf, le brandit et cingla le
dos, les fesses de Mony qui, sous celle nouvelle douleur, oublia son oreille saignante et
se mit a hurler. ..et celui-ci qui shabituait a la correction, bien que son corps it
saignant, se mit a fesser les belles fesses brines qui souvraient et se fermaient en
cadence. Quand u se mit a bander, le sang coulait, non seulement de loreille, mais
aussi de chaque marque laisse par le fouet cruel. (O. Comp. Vol. III. Pg. 894)
Para Guillaume es imposible no mostrar su obsesin por aquel ltigo cruel. Ya se trate del
fouet de conducteur, del otro hecho de lanieres de cuir auxquelles adhrait la limaille de fer
o de ste que describe como superbe, parece que necesita nombrarlos, imaginarios, y
revivirlos. Es evidente, por lo que Apollinaire nos describe de manera tan expresiva, que el
ltigo represent un papel esencial en su infancia y lo que fue an ms importante, presidi las
relaciones con sus madre, por eso lo llama como la ve a ella, ltigo cruel...
Muy expresivo y muy interesante en este sentido es lo que dice a Lou en la carta de 25 de enero
de 1915, tras el encuentro que tuvieron en Niza el da anterior. Volviendo del permiso escribe
desde Tarascn: Jai oubli le martinet. Peut-tre as-tu pens a le reprende. El martinet.
Una versin ms inocente del ltigo que el superbe perpignan, pero no menos significativo.
Es el instrumento que lleva con l a la excitante cita y que le resulta inseparable de la tensin
sexual que quiere vivir con Lou. Tras el encuentro lo olvida ya que sin ella, sin el juego de
excitacin que quiere vivir con ella, ya no tiene ninguna utilidad.
324
Ma pense sarrte sur ta croupe que je nai pu marquer dimanche. Elle se balance
orgueilleuse comme un ballon captif que fouetterait le soleil de ses rayons
impitoyables
No sabemos lo qu pudo pasar en Niza para que no la marcara tras azotara, pero lo que es
evidente es que la azot y que la azot mucho, como cuenta en la carta del da 28, y que la
flagelacin le hace pensar inmediatamente en su madre. Por lo dems, desde entonces nada ha
cambiado, slo los protagonistas de la historia, o ni siquiera eso, porque quiz tiene a su madre
en la cabeza mientras azota a Lou... El adulto Guillaume conserva la misma forma de excitacin
que se cre cuando era nio, la misma adoracin por Lou que por su madre, el mismo deseo y
tambin la misma rabia.
Una rabia que se desborda en la carta de 28 de enero, en la que habla del kpi que Lou le
reprocha no haberse quitado para saludar. Ya la he comentado suficientemente para no tener que
volver a insistir sobre la fUria que le hace perder el control, pero me parece interesante resaltar
ahora, puesto que se trata del ltigo, un nuevo adjetivo muy significativo que utiliza en esta
ocasin:
Se me souviens de ladorable position que tu avais prise samedi fesses trs leves
dans tout leur dveloppement et entre elles cet pais bourrelet de chair brune et grasse
o souvre la bouche perpendiculaire et muelle que jadore. Elle souvre chaque fois
que ta croupe sagite. Elle sernble sur le point de parler, et moi, maitre arm do fouet
de justice je cingle cette mappemonde merveilleuse. (Subrayado por mi).
Y precisamente con el poder que le da su palabra puede escribir maravillosos poemas, como el
que manda a Lou el 4 de febrero: Rveries sur a venue, al que ya he hecho alusin, en el que
vuelve otra vez a tratar de flagelacin, de croupes y de fesses, y en el que indirectamente la
compara con reinas brujas o preparadoras de veneno:
Pero retrocedamos unos das atrs, al uno de febrero, cuando an tiene en la cabeza el famoso
kpi; se siente tan humillado y tan mal que necesita volver a mencionarlo, y despus, para
resareirse de su vergtienza, intenta humillar otra vez a Lou hablando de sus fantasas preferidas,
es decir, de su trasero desnudo y de los azotes:
Mon Lou, lhonMne de monde soulve son kpi pour te saluer de bm et lamant
tembrasse partou. Le maUre voudrait te fesser gentiment pour affirmer sa domination.
lite prendrai sous le bras, et assis sur une chaise, tandis que ton derrire scrait bien en
326
lair. il soulverait ta jupe, carterait ton pantalon fendu. soulverait la courte chemise
et pan pan mon petit Lou
fantasas que son siempre las mismas, las que existan desde el comienzo, antes de dirigirse a
Lou o a una mujer imaginaria en Les Onze Mille Verges:
II lui tit relever les jupes et carter la tente du pantalon do mergrent les globes
clatants de blancheur des fesses. Alors il se mit taper dessus du plat de la
main...(Les Onze Mi/leO. Comp. Vol. 111. Pg. 898)
Pero mientras escribe a Lou las lneas que he citado ms arriba, y se siente excitado y divertido
pensando en exponer y azotar su trasero, tanto que imagina la escena con todo detalle, nos
sorprende otra vez hablando del permiso que Lou necesita para ir a ver a Toutou...y esta vez an
mas, porque se siente incluso celoso de no haber sido l el que se lo haya proporcionado!:
Je suis trs heureux que tu ailles au front et trs jaloux que Matte ait russi ce que j ai
pas pu russir
Mon aeur cris-moi, cris-moi, je ne sais pas pourquoi tu ne mcris pas. crs. II faut
que je retienne lappartement. Jai prpar un tas de choses et mme achet un
coquetier en bois sculpt autrefois par un for9at de Toulon et qui reprsente une fois la
Cne et de chaque ct la Flagellation...
La expresin delirante y la realidad de la flagelacin duran, como ocurre con todas las fantasas
y perversiones de Guillaume, mientras considera que Lou es suya, que le pertenece. Pero,
cuando tras el 27 de febrero no quiere ir a verle a Nimes, no volver a expresar de manera tan
cruda y tan desinhibida ninguna de estas fantasas; recoge velas y todo vuelve a donde estaba,
otra vez a su inconsciente.., pero dispuesto a aparecer de nuevo a la primera ocasin que le sea
327
propicia. De todas formas, de vez en cuando y sin poderlo evitar, hace alguna alusin a la
flagelacin o a otras fantasas, normalmente, como ocurre durante este periodo, en forma de
recuerdo o de poema, ya sin pretensiones, y siempre de manera ms suave que en el periodo
anterior. Sin embargo, en la carta de 31 de marzo dirigida a la Comtesse de C. -C., excitado
porque sale para el frente, utiliza otra vez la imagen del fouet de manera muy provocativa,
aludiendo a su Vice majeur, para despus de forma clara y precisa volver a sus fantasas de
posesin, de dominacin y de castigo, l, el justiciero, dotado de un poder mgico:
Deux ou trois miracles, ou du moinsjappelle ainsi des coincidences qui mont frapp,
nous ont mis en rapport. Un amour nacquit de cette rencontre et dsigne comme tu
les pour le Vice majeur (car il fut celui dEve qui couta le serpent sifflant comme un
fouet), tu te trouvas fatalement en ma possession, puisque je possde le pouvoir
magique de chtier et de dominer
Ms tarde, en la carta de 5 de abril, en viaje hacia el frente, en el poema Train militaire, vuelve
a hacer alusin a lo que llama son vice original, que, en este caso, no es otro que el Vice
majeur al que ya se ha referido en la otra carta, es decir, el vicio que le atribuye de disfrutar con
los azotes:
Jy mettrai celle lettre la poste. Jespre que tu pourras la lire. Se te prends toute,
que tu veujles ou non, en ce moment ai le droit de te prendre. Je te prends
profondment de toutes mes forces et prends dans ma bouche ta langue dure et exquise.
Je claque tes belles fesses.
escapada desde la muerte hacia la vida. Por eso ese mismo da escribe cuatro cartas y varios
poemas a Lou, aunque la relacin ya no sea la misma que antes. Y tanto en los poemas como en
las cartas, ya lo hemos visto en los prrafos anteriores, vuelve a hablar de la flagelacin; en el
poema fly a de la misma fecha habla otra vez, incluso, del fouet de conducteur:
Slo tres das ms tarde, el 8 de abril, apenas llegado al frente y lleno de angustia vuelve a
refugiarse en el erotismo. Ahora ve de cerca la guerra (Les obus gmissent Cune fagon
dchirante). Ha pedido ir al frente a causa del rechazo de Lou pero le da miedo estar all.
Entonces quiere escapar de los terrores y de la angustia a travs de la sexualidad (le mon ptit
Lou, on vit sous terre...tout ~a manque videmment de femmes et Toutou est un type rudement
heureux de tavoir eue l-bas); quiere esconderse en el recuerdo ms virulento de las noches
con Lou, porque aunque est en la armee se siente desarmado por la soledad y por la vieja
sensacin de desamparo. Por eso aquel 8 de abril quiere olvidar que Lou ya no es suya y le
dirige dos cartas y un poema exaltado y excitado en el tono de los que escriba durante la
primera poca de su relacin, aunque, como la hace culpable de sus angustias, lleno tambin de
provocacion. Entonces va muy lejos y la carta contiene todos los fantasmas, toda la rabia y
todos los reproches; el reproche por la excesiva masturbacin de Lon (le seul livre qui se
trouve ici est un petit dictionnaire mdical dans lequel je trouve ce qui tintressera:
Hypertrophie des petites lvres sous linfluence dallouchements rpts...) y el fantasma de
Lou como mujer fatal, diablica, asesina, violadora de cadveres, como ya hemos visto. Para
despus, una vez perdida la razn, volver al recuerdo de los momentos de mayor excitacin, los
momentos en los que la imaginaba petit gar9on, cuando lleno de los delirantes y antiguos
fantasmas, la azotaba:
Mais quels beaux souvenirs jai de toi Grasse, quand je te tenais sur le canap,
comme un petit gar~on que lon va foueller, tavais peur, je tai force tenir les fesses
hautes, tes grosses fesses merveilleuses, hautes sous la lumire et la schlague
commen9a, tu te tordais, ouvrant et refermant ton petit derrire
329
El 22 de abril, mientras vive otro momento de miedo y de espera (Qn attend dans la nuit noire,
tout teint) vuelven los fantasmas de erotismo y de sexualidad. Escribe entonces un largo
poema, Scne nociturne dii 22 de avril 1915, en el que aparecen de nuevo las primeras
impresiones de dolor y de sexualidad que marcaron su infancia, y, por supuesto, los azotes:
El 28 de abril, cuando la guerra arrecia, vuelve bajo la forma de una poema a enumerar y a
recorrer con sus cinco sentidos el cuerno de Lou. Canta a todo lo que ella o cada parte de su
cuerpo le evoca y recuerda lo que fueron sus momentos de pasin. Y entonces, en cuanto la
rueda ertica se pone en marcha, no se parar hasta llegar a la croupe y de ah a la flagelacin:
El 2 de junio, como ya hemos visto cuando estudibamos sus fantasas de dominacin, Lou le
da otra vez la ocasin para volver a la locura de los fantasmas, siempre los mismos, que
permanecan en su inconsciente, a la espera, pero dispuestos a aparecer de nuevo. Entonces
todo se desata y bruscamente vuelven las mismas fantasas que aparecan en la primera poca de
la correspondencia. La carta de Lou con su long baiser vicieux, provoca en el poeta una
agitacin terrible, despierta sus primitivos y perversos instintos y vuelve a resucitar el delirio de
los momentos de su infancia cuando el dolor de la flagelacin, al tiempo que lloraba y que
gritaba, le excitaba enormemente:
Mon petit Lou trs ador, le long baiser vicieux que tu mas envoy ma mis dans un
tat pouvantablement exquis...Je me suis revu le maUre de Lou, je la dominais
entirement; Lou tait malade dexcitation...Je te fouettais fort, trs fon, tobligeant
tenir les grosses fesses bien en lair, bien cartes, panouissant comme une fleur
brune la grasse et humide fleur quelles abritent...pendant que je tapais si fon,
irnpitoyablernent, ncoutant n tes pleurs, ni tes cris, ton gros derrire se
dandinan dun air stupide passait par toutes les teintes de larc-en-ciel et finissait par
semperler de sang par endroits...puis ensuite, je te for9ais celle possession qui te fait
si mal et si peur (Subrayado por m).
Y tras este estallido de pasin, de locura y de excitacin, escribe unos versos de gran belleza, a
los que ya he hecho alusin: Lote ma rose. En ellos, compara a Lou con una rosa y hace un
resumen, en un sueo despierto, de lo que Lou significa para l, la belleza de la rosa y el dolor
de sus espinas.
Lou, tu es ma rose
Ton derrire merveilleux nest-ce pas la plus belle rose
Tes seins tes seins chris nc sont-ce pas de roses
Et les roses ne sont-ce pasdejolis ptit Lous
Que lon fouelle comme la brise
Fustige les fesses de roses dans le jardin
Abandonne.
En septiembre, como ya he comentado, la correspondencia empieza a tocar a su fin. Lou no se
ocupa apenas de l y Apollinaire, que est cada vez ms concentrado en las cartas de Madeleine,
331
con la que ya se ha comprometido, toma respecto a Lou cierta distancia. Ya no hay cartas de
pasin ni de delirio, ni expresiones emocionadas que surgen del inconsciente, pero sin duda la
atraccin y el inters por Lou permanecen todava vivos. Cualquier chispa reaviva el recuerdo
de los azotes que llenaron de pasin sus relaciones; basta una carta o algunas fotos para hacer
surgir de nuevo algo de la antigua excitacin que, con frecuencia, toma un tono jocoso, poco
seno. As ocurre con la carta de 22 de septiembre que ya hemos visto, en la que dice:
Pourquoi on ne donne pas la fesse au ptit Lou? Cest bien simple parce que pour celle
affaire-l la T.S.F. ne fonctionne pas encore. Sans quoi, u y a longtemps que le ptit Lou
laurait et de quelle faqon.
flagelacin est an presente, aunque sea por ltima vez. La espera de algn cambio y la
posibilidad de que le desplacen cerca de donde Lou se encuentra le excita extraordinariamente.
Se ha comprometido con Madeleine y ella es ahora el objeto de su sexualidad, pero Lou sigue
siendo mucho ms excitante, sobre todo porque con ella puede dar rienda suelta al fantasma de
la flagelacin:
Maintenant on attend les avant-trains pour avancer ou pour aher de votre ct, les
deux bruits courent mais je ne sais pas ce quils valent. En tout cas je suis casqu,
peronn, etjattends. Ma pice esui prte. Si je vais de ton ct tu peux tapprter la
correction que tu mrites et qul sera svre. En tout cas tu lauras la premire
occasion et fade,je nc te dis que ~a.
El recuerdo de Lou y de las fantasas que vivieron juntos, las ms excitantes para el poeta,
siguen presentes en su imaginacin y an mantiene la esperanza de que de alguna manera su
relacin pueda reavivarse; por el momento se contenta con pedirle alguna carta picante que
pueda excitarle, porque Lou es amor pero, sobre todo, es excitacin:
tfattends done tout de mme la longue lettre amusante et dtaille que tu me promets.
En effet tu as vraiment du culot. Tu pourrais vraiment me raconter les vertes et pas
mCires que tu dis, comme tu nc signes pas 9a ne te compromettrait pas
Con estas fantasas erticas y en el medio del fragor de la batalla vuelve otra vez al ambiente de
violencia, de exaltacin, de guerra y de sexualidad que imaginaba en Les Onze Mille Verges.
332
Nada le falta para situarse de nuevo en la fantasa de ese relato, ni siquiera los prisioneros de
guerra. La flagelacin entonces, el ms excitante y poderoso de sus fantasmas, no poda dejar
de estar presente:
le suis bien fatigu et la perspective de dormir celle nuit la belle toile sous la pluie
ne me sount pas quoique je sois bien portant, joyeux et presque ivre de celle longue
bataille de 7 jours dj.
Jai vu avant-hier prisonniers boches peine sortis de leurs trous. Al caus ayee
quelques-uns.
Mais quil me tarde, petit sifflet, de te corriger comme tu mrites sur ton gros cu
Sin embargo, nunca ms tendr ocasin de azotara realmente, pero, segn vemos en esta carta,
las fantasas de flagelacin no se haban terminado an.
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su agresividad destructiva.
representacin obsesiva que alcanza una tensin extraordinaria con la representacin de las
viejas escenas. Y con Lou nada le detiene: en su imaginacin, en un torbellino semejante a un
tnel del tiempo la hace retroceder a su propia imagen de nio y la trata, sin perder ni una de las
viejas palabras, como l fUe tratado. La distancia de las cartas y la relacin tan sui generis que
vivi con Lou, que asiste entre sorprendida y lejana a la representacin de la parodia, le
permiten ese desdoblamiento y la recreacin alucinante y precisa que vemos en la
correspondencia.
Pero ya lo hemos visto: cuando Apollinaire azota a Lou, aunque slo sea imaginariamente, en su
excitacin desciende hasta un lugar profundo fuera de su conciencia donde repite, con otra voz y
sin control, lo que fueron las vivencias de su infancia. Y entonces acta como si se dirigiera a s
mismo y se ensaa con aquel nio al que considera culpable porque no obedeca ciegamente a
su madre como ella pretenda, porque se masturbaba y porque, adems, en el fondo de una
obscura fantasa deseaba a su propia madre.
El nio tout apeur, como el pequeo chino violado y decapitado de Les Onze Mille Verges,
merece un terrible castigo y, de momento, a la espera de las amenazas que el propio poeta le
dirige, tiene que ser azotado.
Apollinaire, ya lo hemos visto en diferentes pasajes de Les Onze Mille Verges, nos muestra con
frecuencia a un nio que temblando espera ser castigado. El poeta no siente nunca piedad por
ese nio, no habr ni fin ni compensacin para sus tormentos, e implacablemente le aplicar el
castigo, que normalmente es de tipo sexual, aunque a veces termina con otros suplicios y con la
muerte. El castigo de ese pett gar9on le obsesiona, ya que la maldicin de su madre fue clara:
cualquier posibilidad de perdn para el nio queda excluida. Para siempre ser perseguido,
como lo fue por ella; no importa que su hermano Albert fiera mediocre y l un genio, el
hermano quedar liberado slo porque era el favorito.
Cuando llega la guerra, el poeta vuelve a revivir los conflictos y la angustia que marcaron su
infancia e imagina a Lou como un petit garqon pas sage al que hay que castigar por su
desobediencia y por sus tendencias libidinosas, la masturbacin sobre todo. Y entonces, en una
334
rplica de su brutal madre, azota otra vez al nio que l era cuando la sexualidad qued
conectada con la fantasa de los azotes y con la excitacin intenssima y confusa que senta
cuando ella bajaba son petit pantalon para azotarle; y acta amenazndose con saa, aunque
en su excitacin superponga las imgenes del nio y de Lou. Muy pronto en la correspondencia
comienza esa pirueta imaginativa y Apollinaire vuelve a dar vida, ms claramente que en
ningn otro de sus relatos, a un petit gar~on pas sage, mais pus sage du tout, al que
necesariamente, porque lo merece, tiene que castigar.
infancia tuvo que ser doloroso, pero es la guerra, y el poeta, propiciado por las circunstancias y
por la personalidad de Lou, quiere sobre todo alienarse y excitarse y nada puede ser tan
excitante como repetir aquellos momentos de tensin extraordinaria que vivi en el dolor. As,
vuelve a la fijacin infantil y sus fantasmas sexuales sonde nuevo infantiles y pasivos.
Lou con su inmadurez y con su puerilidad aporta al poeta las condiciones necesarias para recrear
aquellos momentos en que el deseo qued vinculado al miedo y al sufrimiento. Y cuando la
imagina como un nio, en realidad al que ve es a s mismo pequeo e indefenso ante su madre.
La primera alusin a Lou como un muchacho, muy poco despus de iniciar la correspondencia,
puesto que an la trata de usted, es an vaga. El 20 de octubre escribe de esta manera:
Merci de votre gentille lettre signe, je ne sais pas pourquoi de votre patronyme
simplement comme si vous tiez le fils am de votre famille. Si bien que lisant vos
lettresjai lair delire des lettres de gar9ons
Pero poco a poco el nio va tomando forma. El 20 de diciembre de 1914, empieza la carta que
le dirige llamndola mon petit chri, y slo unas lineas ms adelante la llama mon petit
enfant chri. Y el 13 de enero de 1915, despus de los das de pasin que vivi con ella a
finales de ao, le petit gar~on pas sage aparece ya muy claramente:
Lou, encore une fois je veux que tu ne fasses menolle trop souvent. ..Je veux que tu me
dises quand tu as fait menotte et que tu rsistes un peu. Je serai oblig de te coniger.
Tu nc fais aucun effort de ce ct. Tu es merveilleusement jolie; je nc veux pas que tu
te fanes en tpuisant par les plaisirs solitaires. Se veux te revoir patamrnent fraiche,
sans quoi tu recevras des claques comrne un colier qui sest branl au lieu dapprendre
ses leyons. Quand on tait au collge on faisait un trou sa poche droite, on passait la
main et on faisait 9a pendant toute ltude, yeux cerns. Mais je nc veux pas quune
grande file comrne toi qui a un cu superbe et a dj fait conard son mart se branle
comme un petit gar~on pas sage. Si tu fais ainsi, cest le fouet que tu auras ma gosse,
335
le ouet pour te mater. Tu auras beau faire mtalliser ton derrire, je te fesserai
jusquau sang, de manire que tu nc puises plus tasseoir. Ton cu payera pour ton petit
con, ma chrie.. (Subrayado por mi).
Tal es la primera alusin a ese nio que despus aparecer repetidas veces a lo largo de la
correspondencia. Y es evidente que mientras escribe vuelve en su fantasa a su propia infancia.
Las represiones estuvieron en la base de su sexualidad, y aunque ahora se dirige a Lou, hace en
seguida salir a escena la idea del castigo, del ltigo y de la culpabilidad. Pero las imgenes son
an confusas y superpuestas, ya que si habla de con, el petit que lo califica le hace pasar de
ella al petit gargon que vuelve a aparecer, como en el play back de una pelcula,
masturbndose en los pupitres del colegio. La imagen de ese nio permanecer viva para
siempre en todos los aspectos de su sexualidad. Por eso, el poeta tendr siempre tendencia a
tratar sus pulsiones sexuales, sobre todo la masturbacin, como las hubiera tratado su madre, es
decir, reprimindolas.
La masturbacin, que tiene tanta importancia en la evolucin sexual de Guillaume, queda como
una fijacin infantil en este adulto que no sabe hacerse mayor, que no sabe donde establecer los
lmites entre las pulsiones del nio y las perversiones del adulto. En todo caso, peca, o le parece
que Lou peca, como un nio-adolescente, como un petit gargon, y as la llama, como en su
fantasa an se llama a s mismo. Muchas sern las ocasiones en las que en las cartas a Lou
hable de masturbacin: de la masturbacin de Lou, que le atormenta otra vez como un riesgo
(Ce que tu me dis sur ta fa9on de te faire menotte toute la nuit ma boulevers. Navidad 1914),
o que le excita, o incluso de la masturbacin de sus compaeros de dormitorio en el cuartel, que
describe con gran detalle...tambin en algunos poemas trata de esta cuestin, como es el de caso
de LAttente, un poema lleno de imgenes sexuales, en donde los ltimos versos dicen:
Un servant
faitcomme Diogne faisait et se branle devant lArme
II y a aussi quelquun
Qui se fait pomper le cyclope avec une pompe bicyclelle (Poema enviado a Lou el
29 de marzo de 1915)
Pero volvamos a las cartas a Lou que es lo que ahora nos interesa: El 27 de enero, vuelve a
hablar de ce fameux petit gar~on
algo muy significativo: qn it faut chtier.... Para comprender lo que representa ese petit
gar9on en la imaginacin del poeta es necesario situarse, en primer lugar, en la idea central de
castigo, porque el nio que no es sage, sino culpable, lo merece. Es lo que Apollinaire ha
asumido desde la infancia, que no es bueno, sino, por lo menos, dloyal et dcevant, como el
protagonista de L Enchanteur Pourrissant. A partir de esa idea su existencia se va a construir
sobre su culpabilidad. Pero incapaz de comprender todo el alcance de sta, de una manera vaga
e intuitiva, el nio acepta, aunque con terror, el castigo, sobre todo el de la flagelacin, slo
337
porque al ser culpable el castigo fisico debe estar en el orden de las cosas. Pero lo que era
inesperado, aunque en otro sentido absolutamente lgico, es que una vez instalado en el ltigo le
iba a tomar gusto, o dicho ms precisamente, una vez lacerado por el ltigo, junto al dolor y al
terror, iba a aparecer la excitacin.
Y en cuanto el poeta vuelve al recuerdo, a la imagen del petit gargon, aparecen de nuevo,
como una conexin necesaria, los azotes y una excitacin sexual delirante. Y despus las
palabras que acompaaron aquellos azotes y la acusacin de su desobediencia, que en la
correspondencia proyecta sobre Lou:
II me tarde, mon Lou chri, que je taie en libert pour mieux te mater. Tu es
follement indpendante. II faut queje te fasse plier que tu le veuilles ou non. le pense
parfois comme toi-mme que tu es ce fameux petit garqon qu II faut chtier dans
celle admirable position o tu lves ta croupe comnie une jument qui ptarade.
(Subrayado por m).
A partir de entonces el petit gar9on queda instalado en las cartas a Lou como referencia para
el poeta a una situacin previa de extraordinaria tensin, en la que ocupa un lugar especial la
flagelacin. As, el de 2 de febrero cuando la excitacin alcanza el paroxismo dice al final de la
carta:
Mon Lou chri que jembrasse de toutes mes forces partout mme sur son gros
derrire de petit garqon dsobissant quil ant fouetter pour donner plus de reliefs
ses appts de jolie file (Subrayado por m).
Por eso trata de recomponer la escena, de revivira con una interiorizacin morbosa en donde
encuentra tantas sugerencias y tantos recuerdos. Y escribiendo a Lou como si en realidad fuera
ella le petit garcon vuelve a vivir lo que fueron aquellos momentos de dominacin, de
disciplina, de tensin y, en definitiva, de locura, pero que le excitan tanto. Por eso, como ya he
dicho, uno de sus fantasmas recurrentes es el del preceptor que castiga sin piedad al alumno
indisciplinado:
Taime et tadore. Deux formules qui me rsument, mais si tu pas sage tu yerras, serai
svre, Lou, comnie un prcepteur pour son lve indisciplin (23 de febrero de 1915)
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Y la misma fantasa del alumno, vuelve, igual que en otros muchos escritos, en el poema de 22
de abril:
excitacin son los que ahora, de manera infantil y sin gran consistencia, pretende pasar a Lou.
Est tan desorientado que tiene que recurrir a la masturbacin, aunque cuando an estaba en
Nimes escriba:
Si ce ntait pas une chose que je ne veux pas faire, je me serais fait menotte en
regardant ton portrait (Carta de 28 de diciembre de 1914)
Al llegar al frente vuelve a revivir los recuerdos de los momentos de excitacin que han
conocido juntos, y lo primero que viene a su memoria para excitarse, y tambin para exorcizar
el miedo, es volver a representar el terror del petit gar9on ante los azotes, el suyo propio y el
que imagina en Lou, y trata de transferirle a travs del recuerdo lo que fue el miedo de su
infancia, que vuelve ahora cuando se siente abandonado en medio de la guerra:
Mais quels beaux souvenirs jai de toi a Grasse, quand tu te tenais sur le canap,
comme un petit gar~on que lon va fouetter, tavais peur...je tai force tenir les
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fesses hautes. tes grosses esses merveilleuses,. hautes sous la lumire et la schlague
commen9a, tu te tordais, ouvrant et refermant ton petit derrire (Subrayado por mi).
Pero observemos cmo se superponen de nuevo las imgenes de Lou y de s mismo mno.
Habla de tes grosses fesses, las de Lou, lo que al parecer era real, ya que describe
continuamente su enorme trasero; e incluso en la carta dc 2 de febrero, aunque ya ha aparecido
l fantasma del nio, habla, como ya hemos visto, de son gros derrire de petit gargon; pero
de pronto se precisa la imagen, Guillaume desciende a un lugar inconsciente y entonces vuelve
el petit gargon, esta vez tal y como era entonces, cuando se detuvo el recuerdo. Por eso, al
terminar la frase se refiere ya claramente a l, y habla de su petit derrire.
La nudit de tranches a quelque chose de chinois, dun grand dsert asiatique, cest
propre et dsol trs silencieusement. Hier, ai eu une impression effroyable. Se passais
dans un village mort. Un hussard, blond,jeune, lair franc et robuste,joli aussi
maborde: Brigadier o est le majo??- ci,je ne sais pas, je ne connais que le notre
B.- Se peux aller quici,jai le pied droit qui pourrit. Trois heures aprsie repasse
au mme village, je revois mon hussard. lime crie: le lai trouv Quest-ce quil
ta dit? 11 ma dit que mon pied allait pourrir et quil navait rien pour lempcherMais, enfrn, on va te soigner- On peut pas, je vais ce soir la marquise (cest les
tranches) ayee le sae et mon vieux, quest-ce que tu veux? cest eomme Qa tais
glac de voir ce gosse si gentil et si simple avec son pied qui pourrissait.
-
Acaso se identifica con este muchacho, tan joven y tan indefenso que sufre. Despus imagina,
como siempre, algo terrible, por eso aade:
340
Y. desde el fondo del alma, quiz dirigindose al nio desgraciado que l fue y que ahora le
vuelve a evocar la guerra, exclama un triste Pauvre gosse!. Demasiadas impresiones
angustiosas y siniestras para no emocionarle, para no desear desesperadamente un poco de
amor. Por eso contina:
Mon Lou trs chri, jete prends dans mes bras etje tembrasse longtemps, longtemps
Y ya sin mediar espacio, para poder escapar de esa atmsfera que le ahoga y en la que se siente
morir, se precipita a la sexualidad. Esta es la pulsin esencial de Apollinaire durante la guerra:
desear a una mujer hasta la locura para poder alienarse, para no dejarse atrapar por el miedo y
por la angustia que le produce el desnudo silencio de las trincheras y el horror de la amenaza
constante de la muerte:
Ta langue dure eomme un poisson de mer parcourt ma bouehe et maffole, tes yeux
chavirent comme deux grands Dreadnought touchs par un sous-marin
y despus, una vez embalado, una vez excitado, vendrn necesariamente los azotes y el petit
garqon pas sage aparecer de nuevo en escena:
Puis, ma ehrie, je te courbe et vergelle ladorable cu de mon petit garqon pas
sage... (Subrayado por mi).
Pero, dadas las circunstancia, esta vez no se andar con las finuras de un petit derrire; la
alusin ser claramente al cu; y tambin por primera vez, aunque Lou ya no es su amante, se
refiere al petit gar9on con el posesivo mon, lo que junto a ese vergelle que usa para
azotarle, ms el calificativo de adorable para su cu, da a la frase cierto tono de mimo, como
el lenguaje que usara una madre con su beb. Pero este tipo de lenguaje no es nuevo en
Apollinaire cuando se refiere a nios; ya hemos visto cmo en Les Onze Mille Verges cuando
aparece un petit gar~on de dix ans, dice que el nio tira une quequette pareille a un petit
doigt; y tambin habla de la quequette del petit chinois que ser violado y decapitado.
Despus la carta contina con un tono de excitacin y volviendo claramente a Lou; entonces,
marca bien la diferencia con el nio, que es mon petit gargon, mientras que a Lou ya no la
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llama como a lo largo de toda la carta e incluso al comienzo, mon Lou, sino que por primera
vez desde el 17 de diciembre se dirige a ella como ma Lou, es decir que se dirige a la mujer
adulta, obscena y viciosa que participa en los juegos erticos del poeta:
Hasta el II de mayo no vuelve a hablar otra vez del petit gargon. Ese da, emocionado por
unos versos de Sully Prudhomme que Lou le ha mandado y que cree escritos por ella, escribe un
largo poema de respuesta, Rverie, y al final termina la carta con una splica de ternura y de
amor en la que vuelve a usar ese mon que llena la frase de posesin
o de deseo de
pertenencia y de ternura:
-
Mon petit ganon pas sage chri, prends-moi dans tes petits bras
Pero es una splica que se tiene la tentacin de leer en pasiva: l otra vez petit gar9on con
petits bras que, ante el terror que le produce la guerra, quiere refugiarse en cl regazo de la
mujer o de la madre que adora.
-
Como ya he dicho respecto a la flagelacin, a la sodomizacin etc., le long baiser vicieux que
Lou le enva en la carta de 2 de junio le saca otra vez de sus casillas.
Lou tait malade de excitation...et elle aimait Gui son dominateur la folie
Si cambiamos los nombres y decimos Gui estaba enfermo de excitacin. ..y amaba a su
dominadora con locura ese era l nio cuando comenz el conflicto y la pasin con su madre.
Y una vez situado en esas confusas imgenes lgicamente tena que volver el fantasma del
Lou ntait quun petit gar~on queje fouettais a plaisir...pendant que le petit Lou
tremblait de dsir et damour, Lou ntait quun petil gar~on pus sage. nais pus sage
du tout...je faisais tomber son petit pantalon mann pour voir bien tes grosses fesses
roses...un de mes bras passait sous ta taille et pressait trs fort sur ton petit ventre dur et
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lisse qul jouissait sous cette pression...pendant que de lautre main je te fouettais fort,
trs, trs fort, tobligeant tenir tes grosses fesses roses bien en lair, bien cartes,
panouissant comme une fleur brune la grasse et humide fleur quelles
abritent. ..pendant que je tapais si fort impitoyablement ncoutant ni tes pleurs, ni
tes cris... (Subrayado por mi).
gar~on pas sage, vestido con son petit pantalon marin, del que habla, naturalmente, en
trminos imaginarios y en tercera persona, con la imagen presente de Lou en la que exterioriza
la profunda excitacin que le evocan aquellos primeros momentos; y entonces vuelve a la
realidad marcando la diferencia con la alusin directa a tes grosses fesses, que indica un deseo
concreto que ya no es el de su madre por el petit gar9on- o viceversa
-,
guerra por Lou. Despus, como siempre ocurre, una vez embalado en el deseo se precipita a
una violenta sexualidad y volvern a aparecer todas las fantasas que ya he examinado
anteriormente. Pero el fantasma del petit gar9on, que est en la base de su excitacin, no ha
desaparecido del todo. De nuevo se oyen en la lejana, entremezclados con la voz de Lou, sus
pleurs y sus gritos mientras es azotado como entonces impitoyablement
En la carta de 8 de junio el petit gargon ya no tiene nada en comn con el tierno infante de
petits bras que hemos visto anteriormente, sino que le llama, o utiliza su imagen para referirse
a Lou, mon petit cochon chri. Y termina la carta diciendo Tembrasse partout, petit salaud
ador; es decir, esta vez se trata de un nio realmente pas sage ya que est lleno de
tendencias libidinosas. Pero el poeta matiza su cochon y su salaud con esos mon, petit,
chri y ador que llenan de indulgencia y de ternura las frases.
Pero ese petit cochon, ese petit salaud, que se anunciaba en la carta que acabamos de ver,
toma una forma ms precisa en la de 22 de junio cuando Lou est en su casa de Pars y ha ledo
Les Onze Mille Verges. Entonces, para castigarle por sus malas tendencias, le tiene que azotar.
(Porque qu otra cosa se puede hacer con un petit gar~on pas sage que tiene semejantes
aficiones?):
Ce petie gar<~on est fouetter Pour dire que je suis eent fois...cest que tu as lu les
onze mille
(Subrayado por mi).
-
...
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mais ~acest rien...Je sais des choses autrement rcratives...tu yerras!! (si tu veux)
Al final de la frase aade ese si tu veux, porque en su excitacin se haba olvidado de que la
relacin con Lou ya haba terminado desde hacia algn tiempo y que probablemente no volver
a tener la oportunidad de volver a verla, lo que sucede realmente, ya que slo la volver a ver
una vez herido, destruido, en una calle de Pars donde la encuentra por casualidad; pero sus
prcticas como amantes se han terminado. As lo prev de todas formas en la carta de
primero de septiembre:
Nous ne nous rencontrerons pas sans doute avant la fin de la guerre et qui sait quand!
Et qui sait comment!! Qui sait mme si on se reverra?
petit gargon.
Por eso, en una de sus ltimas cartas se dirige a ella como mon petit garyon chri, una
expresin que quiz tambin utilizaba su madre en los momentos de amor...
Despus slo quedarn los sueos y un poema, ms o menos de la misma fecha, Pressentiment
d Amrique, que es una especie de invitation au voyage y que comienza con un Mon enfant
que es como normalmente su madre comienza tambin sus cartas.
Apollinaire, desde el principio, vive su deseo como una quimera, ya que reconoce de antemano
la imposibilidad de satisfacerlo. Solo y mal querido, siempre mal-aim, mal juzgado por su
nico juez, se consume de concupiscencia y desea desesperadamente a una mujer que siempre
ser imposible. Pero le queda el deseo, que ser feroz y violento como todo lo inalcanzable, un
deseo que se inflamar cada vez ms con los fracasos, pero que necesanamente se volver
amargo como un plaisir acre. Y despus le queda su imaginacin, que como un alambique
que transforma los restos secos de las uvas en eau de vie, le da la posibilidad de transformar a
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su manera los malos amores, los presentes y los pasados. Pero no siempre los idealiza, sino que
a veces se recrea y aumenta incluso los sufrimientos que le produjeron, porque as conoci la
excitacin; por eso vuelve a fouetter sin piedad al petit gargon, por eso lo humilla, lo
somete y lo amenaza hasta llenarle de nuevo de terror. Pero, al final, suea tambin con la
ternura, con una mujer que lo meza en su regazo y que le vuelva a llamar como quiz otra le
llam alguna vez mon petit garyon chri.
El incesto
La represin brutal de la masturbacin, la gran satisfaccin del nio, dej marcas indelebles y
traumticas en la personalidad inconsciente de Guillaume. Pero lo que es interesante es que al
masturbarse responda a unas pulsiones sexuales, a una excitacin que tena su origen en la
misma persona que la reprima: en su madre. Porque, aunque fuera un nio, la comunicacin
intenssima entre los dos se produca a travs de un lenguaje agresivo y destructivo, pero
profundamente ertico. Nada poda ser ms excitante, ms tenso para aquel nio que vivir en
contacto casi exclusivo, en identificacin, con aquella mujer cruel y posesiva: ella le
desesperaba, pero al mismo tiempo era una fuente continua y permanente de excitacin, que al
estar tan unidos, al nio le pareca que vena de s mismo. Y la masturbacin, como una
descarga elctrica llena de deseos desmesurados y de tensiones, tena que venir despus
necesariamente.
pero slo en un nivel consciente, ya que nunca desaparecern de su inconsciente. As, en todo
momento pueden reaparecer, y eso es lo que sucede de vez en cuando, sobre todo en los
momentos conflictivos.
En sus relatos imaginarios, ya lo hemos visto en Les Onze Mille Verges, el poeta alude
claramente al incesto imaginando a un nio que es violado por su padre.
Evidentemente
imagina que la excitacin que esta experiencia sexual produce en el padre es intenssima,
precisamente porque se trata de su hijo; as descarga con un rle de volupt mucho mayor que
si hubiera violado a cualquier otro.
Apollinaire desde nio vivi todas sus experiencias y sus deseos normales de satisfaccin en un
clima de angustia y de represin, por lo que no es extrao que en lo que se refiere al incesto, uno
de los grandes interdictos del ser humano, se produjera una confusin con las dems
prohibiciones y permaneciera vivo, igual que la masturbacin, como una fuente muy intensa de
excitacin, a causa del interdicto y del peligro que representaba.
Y desde su infancia vincula la excitacin y el deseo violento que siente hacia su madre a la
prohibicin que la relacin supone...Por eso, la tentacin del incesto ser muy grande y para
excitarse inventar muchas fantasas que giran en tomo a esta cuestin. En Les Exploits d un
jeune D. Juan las
alusiones al incesto son muy numerosas y van desde las miradas, los
tocamientos, los comentarios sexuales de la madre con el nio protagonista, hasta las
conversaciones, los baos, las caricias, y la relacin sexual completa con su ta, a la que lo
mismo que a su hermana, deja embarazada.
Ma tante Marguerite avait lav et essuy mes parties sexuelles, j prouvais une
sensation indtermine, bizarre, mais extrmement agrable, Je remarquais que ma
quequette devenait brusquement dure comme du fer...Tnstinctivement je me rapprochais
de ma tante et j avan9ais le ventre autant queje pouvais...
Ma mre tait en jupon et lavait retrouss jusquau-dessus du genou pour se couper
plus commodment les ongles. Elle mavait laiss voir ses jolis pieds, ses beaux
mollets et ses genoux blancs et ronds. Ce coup dril jet sur les jambes de ma mre
avait fait autant deffet sur ma virilit que les allouchements de ma tante. Ma mre
comprit probabiement cela aussitt, car elle rougit et laissa tomber son jupon (O.
Comp. Vol. m. Pg. 960)
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A medida que avanza el relato el poeta se atreve a ir cada vez ms lejos y de los baos y de las
miradas pasa a cosas ms senas:
Un jour que ma tante mavait fortement savonn et rinc, sa main frla mon petit vit.
Elle le retira brusquement comme si elle avait touch un serpent. le men aper~us et lui
dis avec un peu de dpit: Gentille petite tante chrie, pourquoi ne laves-tu plus tout
entier ton Roger?
Elle rougit beaucoup, et me dit dune voix mal assure: Mais je tai lav tout entier
Allons donc, ma petite tante, lave aussi ma quequette...
Cest assez Roger, tu nes plus un petit gargon
Oh non! ma petite tante, je ten prie tu dois me baigner...Sois gentille ma tante, baigne
toi aussi une fois avec moi
Tante si tu nc veux pas te baigner, je dirai papa que tu as de nouveau pris ma
quequette en bouche
Ma tante rougit brusquement. En effet, elle lavait vraiment fait, mais seulement un
moment. Ctait un jour que je navais pas envie de me baignerMa tante mavait
suivi et, comme nous tions seuls, elle mavait caress et finalement avait pris mon petit
vit en bouche o ses lvres lavaient serr un moment.
Dautre pad dans une circonstance semblable, ma nire avait agi de mme et je
connais beaucoup dexeniples de ce fait(O. Comp. Vol. 111. Pg. 962) (Subrayado
por m).
No sabemos si su madre hizo o no semejante cosa, pero lo que es indudable es que Guillaume
nio lo deseaba, por eso lo escribi en este relato. De ah que la fantasa permanezca en la
cabeza del nio, que imagine nuevas sensaciones, y que el adulto las recoja y las lleve hasta sus
ltimas consecuencias, como hizo en Les Onze Mille Verges, ms tarde.
En Les Exploits dun jeune D. Juan, las escenas ms crudas corresponden a las que el joven
protagonista vive con sus hermanas y con su ta. Berthe, una de sus hermanas en la fantasa,
slo tiene trece aos y es virgen. Apollinaire describe con detalle cmo fueron las relaciones
sexuales del joven D. Juan con ella:
Elle tenait les cuisses serres, mais mon doigt trouva bientt son elitoris. Ses cuisses
souvrirent sous la pression de ma main. Enfin je pus mete mon mdcx dans son con
humide...Trs excit, je me dshabillal, levai ma chemise et me mis sur ma s~ur pour
pntrer dans son con avec mon membre touj ours plus dur. Berthe protesta voix
basse, se mit pleurer, poussa un petit cri lorsque je fus entr dans son vagin. Mais la
courte douleur semblabientt se changer en volupt. (O. Comp. Vol. III. Pg. 984)
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Ah estn las obras de Apollinaire para dar fe de que detrs de las fantasas de ese joven D. Juan
estn las del propio autor. Es l el que nos cuenta cmo sus primeras impresiones sexuales
tuvieron mucho que ver con el incesto. Las hermanas, la ta, que Guillaume nunca tuvo.., slo
falta, aunque est implcito en los deseos y en los tocamientos, el incesto con la madre.
En este libro el tema del incesto aparece de manera ms obsesiva que en ningn otro escrito.
Pero, como ocurre en todas sus obras, el poeta lo disfraza, lo cambia, lo altera... hace representar
a los personajes diferentes papeles... pero de lo que no hay duda es de que le excita
profundamente: Trs excit je me dcshabillai cuenta el joven D. Juan cuando va a tener
relaciones con su hermana (a la que en su excitacin unas veces llama Bertha y otras Berthe)...o
con su otra hermana (que tambin unas veces ser Elise y otras Elisabeth) que se mit jouir
terriblement... Con la ta le plaisir tait trop grand... Demasiadas conquistas familiares para
que la sexualidad no tenga para el autor como primitiva referencia su propia familia.., que se
reduca a su madre. Al final, en su fantasa llega incluso a imaginar que tiene hijos, todos a la
vez, con su hermana y con su ta.
Apollinaire con este libro ha pretendido sacar a la luz sus primeros deseos y la excitacin que le
produce la amenaza del castigo a causa de la prohibicin de poseer a la persona amada. El
joven D. Juan con sus obsesiones sexuales, con sus fantasas incestuosas, slo es l mismo.
Cuando aparece Lou, la excitacin que le produce, junto a las circunstancias de guerra, le hace
volver a las regresiones infantiles. Por alguna razn confusa vuelve a ver en ella a su madre.
En la carta de 30 de abril le suplica como un nio: Ne me gronde pas trop. Y, evidentemente,
desde esa posicin de nio, vuelve a los fantasmas que sugieren el incesto. Como es su amiga
de juegos erticos prefiere situarla en las fantasas ms precisas que hemos visto en Les
Exploits..., es decir como la hermana incestuosa. Durante la primera fase de la relacin no hace
alusin a este tema, sino slo cuando sta se ha acabado y ya no quedan ms que los fantasmas.
Entonces se dirige a ella como a una hermana o como a una prima incestuosa, normalmente en
poemas, donde la fantasa aunque es intensaparece menos directa:
O profond, profond ptit Lou, toi la srur de mon esprit, 6 seur incestueuse(Carta de 8
de abril de 1915)
De todas formas no es extrao encontrar el incesto como fuente de inspiracin y de tensin en muchos poetas.
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En Scne nocturne dii 22 de abril 1915, cuando aparecen de nuevo las mujeres malignas de su
adolescencia, Lilith y Proserpine, cuando habla de crueldad y de sangre, de los azotes, de Lou
caballo al que cabalga, y del dolor excitante, cuando aparece otra vez le petit gar9on, del que
quiere ser preceptor, y la alienacin de la fumerie, el incesto vuelve a hacer su aparicin, y
esta vez quiere que Lou sea su hermana y su pnma:
349
tema del incesto, esta vez con las imgenes muy precisas de un padre acariciando los pechos de
su hija y de una madre que se recrea mirando la superbe virilit del hijo:
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ABRIR TOMO II