En náutica, la relinga es la cuerda (cabo) que se cose o une a las orillas de las velas, con que se refuerzan estas. Toman el nombre de cada una de las orillas de la vela. (fr. Ralingue; ing. Bolt rope; it. Ralinga).
Venir éste alternativamente a rachas escasas y volver a su primera dirección.
Repartir la relinga
Según unos, es colocar la gente con orden sobre la verga para que pueda aferrar la vela con perfección; según otros, es distribuir o acomodar bien la relinga de la vela para aferrarla con perfección.
Portar por parejo las relingas de caída y pujamen
Estar igualmente tirantes con el impulso del viento, por efecto del buen corte dado a la vela.
Dejar, quedarse en relingas
Llevarse el viento las velas dejando solo las relingas y quedar el aparejo o el buque en esta disposición. Figuradamente, se dice también quedarse en relingas cuando se pierde todo el equipaje o lo que se posee a causa de un naufragio u otra desgracia equivalente.