Ir al contenido

Ciudad Vieja (El Salvador)

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 19:34 1 oct 2007 por Vivero (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.

Ciudad Vieja, está situada a pocos kilómetros de Suchitoto, en el departamento de Cuscatlán. Estas tierras ántes pertenecieron a la hacienda La Bermuda, aquí estuvo situada la villa de San Salvador desde 1528 hasta 1545.

Departamento de Cusclatán

Historia

El cronista dominico fray Antonio de Remesal, en su "Historia general de las Indias Occidentales y particular de la Gobernación de Chiapa y Guatemala", relata los sucesos ocurridos el 10 de abril de 1528, día de la fundación formal de la villa estable de San Salvador por Diego de Alvarado.

La primera población, la de 1525, continúa siendo un enigma pero ya existía para el mes de mayo de ese año, y su alcalde ordinario era Diego de Holguin, según el Libro Viejo de la fundación de Guatemala, establecida por orden del conquistador Pedro de Alvarado y Contréras, como población de frontera ante el avance de Pedro Arias Dávila, llamado también Pedrarias, gobernador de Panamá, y la llegada a la misma cabecera nahuapipil de Cuscatlán de Hernando de Soto, quien era explorador y, su pequeño ejército, enviado desde León en Nicaragua por Francisco Hernández de Córdoba, a finales de 1524, o principios de 1525.

San Salvador permaneció en Ciudad Vieja hasta que la Real Audiencia de Los Confines (después de Guatemala), autorizó el traslado definitivo al presente asentamiento, al pie del volcán, cerca de la primitiva población de Cuscatlán. A la nueva villa le fue concedido el título de ciudad según real provisión del 27 de septiembre de 1546, firmada por el príncipe don Felipe, en nombre de su padre el emperador Carlos V, en Guadalajara (España).

Arqueología

En un área mayor de 30 hectáreas, los restos arqueológicos de Ciudad Vieja afloran a muy poca profundidad, con los basamentos de lo que fue la primera ciudad fundada por España en el actual El Salvador y la segunda en la Centroamérica alvaradiana, después de Santiago de Guatemala (julio, 1524).

La antigua villa se localiza al pié del cerro Tecomatepe, y a orillas del río El Molino, que corre por su profunda vega y que rodea en parte el sitio, esto le dio mejor carácter defensivo en caso de un levantamiento indígena, todavía hoy quedan restos de una construcción de piedras que evoca una posible muralla defensiva.

Ciudad Vieja es particularmente interesante pues como sub-urbanístico, es uno de los más antiguos conservados en su distribución original en el continente americano, todavia mantiene su trazado en cuadrícula, con calles que parten desde una plaza de armas.

El hecho de haber sido en definitivamente abandonada la villa en 1545 y las edificaciones desmanteladas para obtener materiales de construcción, aunque tuvo la ventaja de nunca haberse construido encima, ha hecho que Ciudad Vieja conserve casi incorruptible sus cimientos, la planificación urbana de la primera mitad del siglo XVI, en los años del contacto entre la cultura española y la civilización indígena.

Está caracterizada como un importante testimonio del primer urbanismo español en Hispanoamérica, en un área que pudo haber albergado más de setenta familias de vecinos peninsulares, muchos de ellos encomenderos -en su mayoría con hijos mestizos-, además de una apreciable población aborigen en los alrededores y un barrio de indígenas auxiliares, tlaxcaltecas y mexicas, que convivían en un panorama de ciudadela medieval.

El proyecto Ciudad Vieja

Ciudad Vieja ha sido uno de los grandes temas de trabajo y perspectivas de la Academia Salvadoreña de la Historia, institución por cuyo empeño fue declarado Sitio Histórico Nacional, por decreto legislativo número 308, del 8 de julio de 1975, publicado en el Diario Oficial tomo 248, número 133, del 18 de julio de ese año.

Actualmente se tiene ya comprada la extensión más importante del casco urbano, aunque los límites antiguos de la villa desbordan lo adquirido por el Consejo Nacional para la Cultura y el Arte (Concultura).

La investigaciones arqueológicas comenzaron en 1996 por el Dr. William R. Fowier, de la Universidad Vanderbilt, de Nashville (Estado de Tennessee, EE.UU), y desde entonces se han sucedido por profesionales y estudiantes norteamericanos, estos bajo la dirección del Dr. Fowler, así como por los arqueólogos salvadoreños Roberto Gallardo, Marlon Escamilla y José Heriberto Erquicia.

Concultura ha sido la institución rectora de las labores, con programas de transferencia de subsidios para los trabajos. Asimismo se recibió ayuda y colaboración de la Embajada de España y de la Agencia Española de Cooperación Internacional, y en la actualidad la Universidad Tecnológica de El Salvador está aportando la presencia de estudiantes y profesores de la carrera de Arqueología, dirigidos por el arqueólogo Erquicia.

Hasta la fecha las excavaciones han aportado valiosa información sobre las construcciones que existieron en Ciudad Vieja, tanto casas privadas como edificios públicos, un ejemplo es la casa del cabildo, y se cuenta con abundancia de datos y restos culturales, incluso de los primeros talleres de herrería.

El emplazamiento de la iglesia dedicada a La Trinidad todavía espera ser investigado, pues no estaba la estructura directamente sobre la plaza de Armas, sino que al parecer le precedía un amplio átrio. Las tareas de excavación del proyecto Ciudad Vieja definirán en un futuro lo que todavía son hipótesis.

En 2002, se publicó por la Dirección de Publicaciones e Impresos de Concultura el libro Investigaciones Arqueológicas en Ciudad Vieja, de William R. Fowler y Roberto Gallardo.

Junto con la Antigua Guatemala y León Viejo en Nicaragua, así como Panamá Viejo, el sitio histórico y arqueológico Ciudad Vieja constituye uno de los más importantes enclaves de arqueología histórica en el área centroamericana. Es una cantera infinita de ciencia y hallazgos, y la mejor perspectiva para el estudio del urbanismo de una villa de los primeros años del período colonial, donde el tiempo se detuvo en 1545 y marcó el nacimiento del actual El Salvador, indígena, criollo y ladino.