En vano se le demostraba que muchas cosas buenas (el té entre ellas) se disfrutaban gracias a aquellas aficiones refutables. Ella replicaba cada vez con mayor energía y confianza en la fuerza de su razonamiento: -No, no; nada de vagabundear.
— Van en busca del mar — pensó — ¿Qué cosa será el mar? Y el deseo de salir de allí, de vagabundear por el mundo, se apoderó de ella otra vez.
Tengo entendido que dicha señora, mientras tomaba el té, que era su ocupación favorita, solía vanagloriarse de no haber estado encima del agua mas que una vez en su vida, y eso pasando un puente, y que se indignaba mucho contra los marinos y demás personas que tienen el atrevimiento de vagabundear por esos mundos.
Volvió a subir el bulevar Cauchoise, después todo el Mont Riboudet hasta la cuesta de Deville. Volvió atrás; y entonces, sin idea preconcebida ni dirección, al azar, se puso a vagabundear.
Oyendo esto, Grignr comprendió que su destino era mucho menos piadoso que la muerte para alguien como él, acostumbrado a vagabundear por el campo a voluntad.
Y recorrer calles, y avenidas, y calzadas, y callejones...
Vagabundear laberintos de la vida, recintos de la muerte, Contemplar los jardines de siluetas esbeltas y configuraciones armónicas y húmedas de tanta fuente.
Antonio Domínguez Hidalgo
Ejércitos de bancarrotas, multitudes de trabajadores forzados a vagabundear, un mar de sufrimiento de toda clase, constituían el precio que nuestros antepasados pagaban por cada paso de progreso.
Para no «vagabundear» yo tampoco, volveré al punto de mi nacimiento. Nací en Bloonderstone, en Sooffolk, o « por ahí», como dicen en Escocia, y fui un niño póstumo.
Aguanta y avanza, pensando en un número, en un número que le permita volver rico a esa Turquía que en mi imaginación infantil era una ciudad redonda, rodeada de agua azul, y con muchas iglesias doradas... EL PLACER DE
VAGABUNDEAR Comienzo por declarar que creo que para vagabundear se necesitan excepcionales condiciones de soñador.
Roberto Arlt
Su gran victoria, el apoyo ganado para su causa y la derrota de los muchos reyes que apoyaban a las Karauvas; todo esto reunido, les hace sentir que es el momento de correr un último riesgo: la realización del aśvamedha yajña ('sacrificio de caballo'), con posterioridad al cual el título de chakravarti (emperador) puede reclamarse. El sacrificio requiere que, tras algunos rituales preliminares, un caballo sea liberado a vagabundear a voluntad.
Inicialmente constituido como Forest Football Club (que no debe confundirse con el Nottingham Forest) en 1859 y con sede en Leytonstone, Londres, que fueron una de las fundadoras de la Asociación de Fútbol en 1863. Se adoptó el título de Wanderers, un año más tarde, después de "vagabundear" a través de Londres a Battersea Park.
Sin embargo, él era agitado e infeliz y eventualmente comenzó a vagabundear por todo el país, montando trenes de carga (como muchos otros hicieron durante la Gran Depresión).