He aquí, lisa, llana y prosaicamente, lo que sucedió: Oído el recado, que fue transmitido por una modestísima fregona, abrí desde la cama la desnuda vidriera del balcón; vestíme con lo primero que hallé a mano, como hago todos los días; encendí un pitillo de Astrea, y salí al encuentro del personaje anunciado, al cual conocí en cuanto le eché la vista encima.
El marido, apenas se vio saciado de comida, sacó del cinto un cigarro, lo picó con la uña y encendió sosegadamente el
pitillo en el candil.
Emilia Pardo Bazán
Venía fumando un
pitillo, y al preguntar por «Dolores» y oír que no se podía hablar con ella -lo cual era un modo de despedirle-, soltó a la vez un terno y la colilla ardiendo; el terno sólo produjo alarma en las chiquillas; la colilla, chamuscó el encaje de Richelieu de una sábana de cuna.
Emilia Pardo Bazán
¡Oh, personajes que me divertís al observaros y dais a mi imaginación fantaseadora ocasión de forjarme vuestra vida mientras engullo los manjares; grueso agente viajero alemán, oloroso a cerveza, que cuentas tus groseras aventuras de taberna y de burdel, entremezclándolas de carcajadas sonoras; gomoso parisiense, corbateado de rosa, de los zapatos y los bigotes puntiagudos y de la inteligencia roma, que estropeas lamentablemente los términos de sport ingleses al adaptarlos a tus pronunciaciones guturales; español cuyo perfil regular y cerdoso bigote negro van precedidos de inevitable pitillo infecto y que a todas horas sigues con ojos de lujuria a la criada suiza coloradota y fresca...
La idea de no tener fumadero en esa casa... Autorizado así, Cristóbal aceptó, y encendió el
pitillo, teniéndole Sarito la cerilla para mayor comodidad.
Emilia Pardo Bazán
Pasábasele el tiempo a su majestad en conversar con los curiosos que se le presentaban: unos, a pedirle un pitillo, y otros, un empleo; en firmar como en barbecho cuanto le presentaban los señores concejales, y en estudiar el santo y seña que cada día le daban sus protectores, con el fin de que desagradase al pueblo con alguna torpeza.
Trocó el presuntuoso puro de a cuarto por el mezquino pitillo...
El estilo estético de la moda Flogger se compone principalmente por el uso de pantalones chupines (entubados o pitillo) de colores llamativos, Los varones utilizan camisas remeras con el cuello en V medio holgadas y las mujeres blusas con el cuello en U de colores llamativos y con estampados, Usan como zapatillas las deportivas de lona o skaters, chalecos llamativos y apretados.
Cuando llegaba al primer punto, le daba una virtuosa e indulgente aspirada al "pitillo" y la emprendía a comentar acerca de la imagen, la frase, el juego de palabras y, sobre todo, aquello que el profesor había querido decir (Vicente Guarner, Murmullos en el ático.
La pajilla, pajita o pitillo, para bebidas, es un utensilio utilizado para transferir un líquido de un lugar a otro, usualmente usado en bebidas, como para transferir líquidos de un vaso a la boca.
-- También conocida como: sorbeto (Puerto Rico); Pitillo (Colombia, Venezuela, Ecuador); pajita (Argentina y España); sorbete, sorbeto o cañita (Ecuador) (Perú); bombilla, Chile, Bolivia); calimete (República Dominicana); carrizo (Panamá); popote (México, del náhuatl popotl = paja); sorbete (Argentina siendo éste un modismo adquirido en años recientes; absorbente (Cuba).
De hecho, según Luis Mercader, en el periodo transcurrido entre su estancia en la OMSBON y su salida del país, «Caridad se pasaba los días sentada en la cama, vestida, con almohadas detrás de la espalda, el pitillo en la boca, tomando café tras café, y tejiendo».