lenta


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Sinónimos

lenta

nombre femenino
Diccionario Manual de Sinónimos y Antónimos Vox © 2022 Larousse Editorial, S.L.
Traducciones

lenta

lenta
Collins Multilingual Translator © HarperCollins Publishers 2009
Ejemplos ?
Con tal arte se ha preparado la ceremonia, que al sentar la planta Pío IX en el primer escalón, vibra, lenta y solemne, la primera campanada de la medianoche, en cada campanario, en cada reloj de Roma.
-Buenos días, prodigios -exclamó en aquel momento don Paco llegando frente al pintoresco grupo, y después, dirigiéndose lenta y gallardamente hacia Lola, se detuvo ante ésta, echose el sombrero atrás y díjole, entornando los ojos y poniendo en su voz las más dulces y acariciadoras de sus inflexiones-: ¡Lo que yo he corrido por llegar a tiempo de que me dé beber en su cántaro la más graciosa de toítas las Samaritanas!
Ella se ruborizó, miró hacia otro lado, y después, lenta y cautelosamente, observó en torno a sí, para comprobar si mi temerario gesto había sido notado, y a continuación se inclinó hacia el caballero que estaba junto ella.
Y como no ha de tributarse la mas profunda y rendida sumisión al Consejo de Regencia; deseado por todos los buenos españoles, como menos expuesto a la lenta complicidad de las resoluciones establecido con el mas generoso desprendimiento, por los dignos vocales interpretes en la Central de la voluntad de todas las Provincias : y en que se ve hoy la América representada, por uno de sus ilustres hijos, con igual proporción, y los mas vivos deseos de cimentar su esplendor y prosperidad?
Rosario recreábase cada vez más en la contemplación de su hermosura y al mismo tiempo una profunda amargura invadía lenta y pérfidamente su corazón juvenil...
Vuelven los usurpadores a afirmar su poder amenazado y tambaleante durante 1822 y 1823. Lenta pero seguramente, según creen, van recuperando el terreno perdido.
El mismo Tropiezo hubo de asistir en su larga y lenta enfermedad a Inesiña, la cual murió -¡lástima de muchacha!- antes de cumplir los veinte.
Y la siniestra multitud continuaba arrastrándose, lenta, dolorosa, en una lúgubre pantomima, bajando la pendiente como un hormigueo de escarabajos negros, sin hacer jamás el menor ruido, en un silencio profundo, absoluto.
Había cruzado la línea divisoria y marchaba en marcha lenta con rumbo al interior del territorio un ejército portugués que se anunciaba que venía en apoyo de los sitiados de Montevideo.
Después de haber logrado avanzar un poco, concluyó la ceremonia. Los creyentes se persignaron y con lenta solemnidad, como descargados de enormes pesos, salieron rebañescamente.
Un transatlántico salía hacia Gibraltar por la calle de boyas, mientras que una voz morisca, lenta, acompañándose de un instrumento de cuerda, gañía una melodía sumamente triste y voluptuosa.
Pero ella misma no actúa instintivamente sino que necesita tanteos, ejercicio y aprendizaje, para poder progresar lenta de un peldaño a otro del conocimiento.