Míster Chestler desea conocerle, míster Copperfield. Noto enseguida que debe de ser un amigo de mucha confianza y me siento halagado.
Me costó mucho más trabajo animarle de lo que me había costado abatirle, y comprendí enseguida que debía de haber adivinado desde el primer momento que si él había demostrado tanta confianza es porque tenía una fe inquebrantable en mi tía, en su sabiduría maravillosa y en los recursos infinitos de mis facultades intelectuales, pues creo que me creía capaz de luchar victoriosamente contra todos los infortunios que no fueran la muerte.
nacidos entre apólogos excelsos de encandilantes mentiras con que principian su muerte,
enseguida que dos cuerpos estrujaron su nostalgia rastreadora del instinto conservador de su especie en la ficción de un amor brotado de las obvias químicas y palabras compulsivas de imaginerías inventadas y grabadas hace siglos para hacer con su falacia, mitos.
Antonio Domínguez Hidalgo
¿Querés hacerme un ramito? BEDULIA. -¿Pa ella? Enseguida que venga Braulia... Violeta: modestia. Clavel: pasión, y no hay más flores...
Me dijo enseguida que era inquilino en la antigua casa de Uriah Heep, y que mistress Micawber estaría encantada de recibirme una vez más bajo su techo.
Se lo conté al hombre, quien se divirtió prodigiosamente con ello y me pidió enseguida que le proporcionase la manera de hacer alguna otra conversión.
Sentí, pues, como decía, no una perturbación, pero sí una cierta alteración; ahora, enseguida que volví a ver la luz, me volvió la alegría impensada y espontánea.
No te extrañase que le costasen muy caro, pues no los encontró buenos y hechos, sino que los hizo enseñar. Enseguida que se hizo proporcionar este bello barco, empezó a molestar a los comensales.
Declarando enseguida que don Juan sería canonizado sin ninguna duda, fijó la apoteósica ceremonia en su convento que en lo sucesivo se llamaría, dijo, San Juan–de–Lúcar.
Plácido se creyó por breves instantes transportado al paraíso; pero la realidad más cruel hubo de mostrarle enseguida que estaba en la dura y áspera tierra.
Aparte de esta propaganda que siempre se va haciendo en conversaciones, con éste o aquél, al azar y sirviéndonos de todas las oportunidades, lo que quería saber era si la acción indirecta era un camino por donde yo pudiese encaminar mi actividad de anarquista enérgicamente, esto es, en forma de producir resultados palpables. Vi
enseguida que no podía ser.
Fernando Pessoa
Creía haber bailado acompasadamente, pero la rítmica regularidad con que Olimpia bailaba y que algunas veces le obligaba a detenerse, le hizo observar enseguida que no seguía los compases.