Sin más que pocos productos del suelo, para dar de comer a los nuevos habitantes, con lo que este artículo permite libre de entrada en México, puede construirse, como por obra de soplo fantástico, toda una nación.
La dificultad principal para el niño era el dar de comer al pajarito por la imposibilidad en que se hallaba de comprarle cañamones o alpiste.
El pobre padre mostraba gran perseverancia en el trabajo, y como su laboriosidad apenas bastaba para dar de comer a sus hijos, no es de extrañar que el rubio pusiera en duda que con perseverancia todo se alcanza.
Catorce nueces con cáscaras y todo. Figuraos por un momento cuál será mi situación. ¡Y a esto le llaman en este país
dar de comer! Lasciati ogni speranza!
Gustavo Adolfo Bécquer
Llegó una temporada muy mala para la pobre Micaela, que no encontró trabajo, y la infeliz tuvo que pedir limosna para mantenerse ella y dar de comer a su hijo.
que la merced que fuese servido de me hacer, comience dende aquí, porquepor esto he sustentado este pie, y por ser todo esto un pedazo de tierra riquísima de minas de oro, y de aquí se ha de encomenzar a entrar en la tierra y buscar donde dar de comer a estos soldados y descargar la conciencia de S.
Como dieron la vuelta el capitán Juan Baptista de Pastene, mi teniente, por la mar, y mi maestre de campo por la tierra de donde los había enviado, y que los indios comenzaban a asentar y sembrar, por poder ir yo adelante a buscar de dar de comer a doscientos hombres que tengo...
Y como me venga ahora gente, aunque no sea mucha, para la seguridad de aquí, y algunos caballos para dar a la que acá tengo a pie, entraré con ella a buscar donde les dar de comer y poblar y correr hasta el Estrecho, si fuese menester.
Encontramos en la cuenta artículos inexplicables, como: «Un cuarto de litro de ron (mistress C.) y medio cuarto de ginebra (mistress C.); un vaso de ron y de menta (mistress C.).» Los paréntesis se referían siempre a Dora, que pasaba, según supimos después, por haber ingerido todos aquellos licores. Una de nuestras primeras hazañas fue dar de comer a Traddles.
Pasé allá y vi (¡qué cosa tan admirable y qué justa pena!) los barberos atados y las manos sueltas, y sobre la cabeza una guitarra, y entre las piernas un ajedrez con las piezas de juego de damas, y cuando iba con aquella ansia natural de pasacalles a tañer, la guitarra le huía, y cuando volvía abajo a
dar de comer a una pieza, se le sepultaba el ajedrez y esta era su pena.
Francisco de Quevedo
3 Y si repartiese toda mi hacienda para dar de comer a pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad, de nada me sirve.
Pero ella no se apaciguaba; le hizo burla, se enfureció más, y exclamó por fin: —¿Nuestros hijos carecen de pan y vamos a dar de comer al hijo de otros?