Porque ha de saber usted que el abogado que me asesoraba, herido en su orgullo, de resultas de haberlo desdeñado la
chica, o deseoso de aumentar nuestra desgracia a fin de rendir la voluntad de Angustias y obligarla a casarse con él..., me envió anteanoche la cuenta de sus honorarios, al mismo tiempo que la fatal noticia...
Pedro Antonio de Alarcón
Desde el fondo del palco, o entre la
chica del antepecho y el novio adherido a su nuca, Enid y yo, aparte del mundo que nos rodea, somos todos ojos hacia la pantalla.
Horacio Quiroga
Sea como fuere; a la noticia de la providencia gubernativa, los corrales del Alto se llenaron, a pesar del barro, de carniceros, achuradores y curiosos, quienes recibieron con grandes vociferaciones y palmoteos los cincuenta novillos destinados al matadero. —
Chica, pero gorda —exclamaban—.
Esteban Echeverría
Él era de Turingia, de la ciudad de Eisenach, en la falda de la Wartburg. El viejo Antón solía hablar poco de su patria
chica, pero tanto más pensaba en ella.
Hans Christian Andersen
3 Plañid, oh las Venus y los Deseos, y cuanto hay de personas más seductoras: el pajarito muerto se ha, de mi chica, el pajarito, delicias de mi chica, al que más ella que a los ojos suyos amaba, pues meloso era y a la suya conocía misma tan bien como la chica a su madre y no él del regazo de ella se movía sino alrededor saltando, ora acá, ora allá, a su sola dueña sin cesar pipiaba: el que ahora camina por un camino tenebregoso allá, de donde niegan que vuelva nadie.
Mas a vosotros mal haya, malas tinieblas del Orco, que todas las cosas bonitas devoráis: tan bonito pajarito a mí me quitasteis, oh, hecho mal, oh, pobrecito pajarito: por tu obra ahora los de mi chica, de llorar, hinchaditos rojecen, sus ojillos.
Te perjudica cierta mala hablilla en la que de ti se cuenta que bajo el valle de tus sobacos un bravo cabrío habita. Él da miedo a todas, y no es admirable: pues mala de veras es una bestia, y no con que una bonita chica se acueste.
“Mas, de cierto que, aun así”, dicen, “lo que allí natural se dice que es, te agenciaste, para la litera unos hombres.” Yo, para ante la chica uno hacerme más afortunado, “No”, digo, “a mí tan malamente me fue que, una provincia porque mala me cayera, no pudiera ocho hombres aparejarme rectos.” Mas yo ninguno tenía ni aquí ni allí que un roto pie de mi viejo diván en el cuello colocarse pudiera.
78 Galo tiene unos hermanos, de los que es agraciadísima la esposa del uno, agraciado el hijo del otro. Galo una persona es buena, pues dulces amores unce, para que con un buen chico una buena chica se acueste.
Aquí ella, como digno era del más sodomita: “Te lo suplico”, dice, “a mí, mi Catulo, un poco éstos me presta, pues quiero a Serapis hacerme llevar.” “Espera”, dije a la chica, “esto que ora había dicho que yo tenía, me huyó a mí la razón, mi amigo Cina es, Gayo: él se los aparejó.
Una inteligente y agradable muchacha campesina de mi patria. Una inteligente y agradable muchacha campesina de mi patria chica, etc., efectuamos un ejercicio de expansión .
Pues bien, ¿no tenemos ahora presente el hecho de que en ese mismo tiempo, también aislado, se mantuvo hasta morir en su patria chica de Santa Cruz el coronel rioplatense José Ignacio Warnes?