Efectos de Las Obligaciones. Corregidopptx

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EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES

CONCEPTO Y CLASES DE MORA. La mora es el


retardo culpable del cumplimiento de las obligaciones,
más allá de la época fijada por la manifestación de
voluntad del acreedor. Hay dos clases de mora: la del
deudor y la del acreedor.
El primero incurre en mora cuando no cumple
oportunamente su obligación, y el segundo, cuando se
niega a recibir oportunamente la cosa que el deudor
debe entregarle.
La constitución en mora por parte del deudor no sólo
es necesaria para exigir indemnización de daños y
perjuicios cuando éste retarda el cumplimiento de la
obligación, sino también cuando la obligación se ha
hecho imposible.
REQUISITOS DE LA MORA DEL DEUDOR. Son los
siguientes:
1. Que haya retardo por parte del deudor en el
cumplimiento de la obligación
2. Que ese retardo sea imputable al deudor, ya sea
por su culpa o por su dolo; si el retardo proviene de
un caso fortuito o fuerza mayor no hay mora,
porque, como es sabido, del caso fortuito nadie
responde.
3. Que haya una interpelación del acreedor al deudor.
CONCEPTO DE INTERPELACION Y SUS CLASES.
La interpelación es el acto por el cual el acreedor
manifiesta al deudor que el incumplimiento de la
obligación le perjudica. La interpelación puede ser
contractual o extracontractual, según que se haga al
contratar o posteriormente. Interpelación contractual es
la que se hace mediante un convenio de las partes.
Puede ser expresa o tácita. Es expresa cuando el
acreedor manifiesta en el contrato su voluntad de que
la obligación se cumpla en tal o cual fecha.
La manera usual de hacer esta interpretación, según la
ley, es señalando un plazo para que el deudor cumpla
su obligación, pues el señalamiento de un plazo
importa una interpelación expresa anticipada y el no
cumplimiento de la obligación en ese plazo va a
producir un perjuicio al acreedor.
La interpelación contractual es tácita cuando se deduce de la
naturaleza de la obligación, sin necesidad de que las partes la
estipulen expresamente; aparece del objeto mismo que las partes
tienen en vista al contratar, que la obligación no puede ser
cumplida últimamente, sino dentro de cierto tiempo. Ya sea la
interpelación expresa o tácita, el deudor queda constituido en
mora por el solo vencimiento del plazo sin que en él se haya
cumplido la obligación.
La interpelación extracontractual es la que proviene de un acto
posterior del acreedor por el cual manifiesta a su deudor que la
inejecución de a obligación le perjudica. Esta interpelación es
necesaria en aquellos casos en que no ha habido una
interpelación contractual, porque sin declaración del acreedor de
que el incumplimiento le perjudica no hay mora.
APLICACION DE ESA TEORIA EN EL CODIGO CIVIL.
El Art. 1355 dice:
"El obligado incurre en mora:
1° Cuando no ha cumplido la obligación dentro del
término estipulado, salvo que la ley, en casos especiales,
exija que se requiera al deudor para constituirle en mora.
2° Cuando la cosa no ha podido ser dada o ejecutada
sino dentro de cierto espacio de tiempo, y el deudor lo
ha dejado pasar sin darla o ejecutarla.
3° En los demás casos, cuando el deudor ha sido
judicialmente reconvenido por el acreedor".
La regla general. Del artículo transcrito se desprende
que la regla general en esta materia es la del No. 3°. de
dicha disposición, es decir, que para constituir en mora al
deudor es necesario reconvenirle judicialmente, salvo los
casos de excepción mencionados en los números 1° y
2°. Y que son casos especiales en los que no es
necesaria esa reconvención para constituirlo en mora.
Análisis de la regla No. 1°, del Art. 1355. Conforme a
esta, si se ha estipulado un plazo para el cumplimiento
de la obligación, el deudor queda constituido en mora
por el solo hecho de haber vencido ese plazo sin que
haya cumplido la obligación. Pero es necesario que
ese plazo sea estipulado, es decir, convenido, pactado
entre las partes, de modo que sólo tiene lugar en las
obligaciones contractuales; no en las obligaciones que
nacen de la ley o de un testamento.
Esta regla, sin embargo, tiene una excepción: cuando
en casos especiales la ley exige que se requiera al
deudor para constituirle en mora; por ejemplo en el
caso del Art. 1715 del Código Civil que dice: "Para que
el arrendatario sea constituido en mora para restituir la
cosa arrendada, será necesario requerimiento del
acreedor, aun cuando haya precedido desahucio.”
Análisis de la regla No, 2. El deudor está igualmente
en mora "Cuando la cosa no ha podido ser dada o
ejecutada sino dentro de cierto espacio de tiempo, y el
deudor lo ha dejado pasar sin darla o ejecutarla". Aquí
la naturaleza de la prestación determina que debe
cumplirse en cierta época para que reporte al acreedor
el beneficio cabal que persigue.
Por ejemplo, se compra una partida de sacos para
envasar la cosecha de café, y el vendedor deja pasar
la temporada de la cosecha sin que entregue los
sacos. En realidad en estos casos hay estipulado un
plazo, aunque tácito.
Análisis de la regla No. 3°. En fin, el deudor incurre
en mora "En los demás casos, cuando el deudor ha
sido judicialmente reconvenido por el acreedor". Esta,
como se dijo, es la regla general. Tiene aplicación en
todos los casos no comprendidos en las dos reglas
anteriores, es decir, en las obligaciones nacidas de la
ley o de un testamento, aunque tengan señalado un
plazo, en las obligaciones condicionales, y en las
obligaciones puras y simples.
La ley emplea el término "reconvención" como
sinónimo de requerimiento; pero este requerimiento
debe ser judicial, o sea, que debe haber una demanda
en que el acreedor reclame el cumplimiento de la
obligación o la resolución del contrato: el deudor
queda constituido en mora desde que se le notifica la
demanda. Otra clase de requerimiento judicial no
produciría este efecto.
Excepción a las reglas del Art. 1355: La mora purga
la mora. El Alta 1356 hace una excepción a las reglas
anteriores cuando dispone: "En los contratos
bilaterales ninguno de los contratantes está en mora
dejando de cumplir lo pactado, mientras el otro no lo
cumple por su parte, o no se allana a cumplirlo en la
forma y tiempo debidos".
Por tanto, aunque se haya estipulado un plazo o
requerido al deudor, éste no se encuentra en mora si
su acreedor, que es a la vez su deudor, no ha cumplido
o no está pronto a cumplir su obligación recíproca. De
este modo, si el comprador no ha pagado el precio o
no está pronto a pagarlo, a menos que deba hacerlo a
plazo, no tiene derecho para pedir el cumplimiento del
contrato y reclamar del vendedor la entrega de la cosa
vendida.
El Art. 1356 señala uno de los importantes efectos que
produce la reciprocidad de las obligaciones derivadas
de un contrato bilateral: la mora de un contratante
sanea la mora del otro, o sea que la mora purga la
mora.
EFECTOS DE LA MORA DEL DEUDOR. La mora del
deudor produce los efectos siguientes:
a) Impone al deudor la obligación de indemnizar
daños y perjuicios (Art. 1360 y 1364),
b) Hace al deudor responsable del caso fortuito que
sobreviene durante la mora (Art, 1363, p, 2%).
c) Pone a cargo del deudor el riesgo de la especie o
cuerpo cierto cuya entrega se deba (Art, 1353),
LA MORA DEL ACREEDOR. El acreedor incurre en
mora cuando se niega a recibir la cosa debida que el
deudor le ofrece oportunamente. La oferta del deudor
equivale a la interpelación del acreedor, es decir, que
así como es necesaria una interpelación del acreedor
para constituir en mora al deudor, también es
necesaria la oferta del deudor para constituir en mora
al acreedor.
Como la ley no dice cómo debe hacerse ni por qué
medio debe probarse esa oferta, hay que concluir que
puede hacerse por cualquier medio legal, aunque
algunos autores dicen que es lógico que se observen
las mismas reglas de la oferta para la consignación.
REQUISITOS DE LA MORA DEL ACREEDOR. De lo
anterior se desprende que estos requisitos son:
a) La oferta de la cosa debida hecha por el deudor al
acreedor, y
b) La negativa del acreedor a recibirla.
EFECTOS DE LA MORA DEL ACREEDOR. Son los
siguientes:
a) Los riesgos que eran a cargo deudor por estar en
mora, pasan a serlo del acreedor. (Art. 1351).
b) El acreedor debe indemnizar al deudor por los
daños y perjuicios que su mora le ocasione (Art. 1360).
c) La mora del acreedor da al deudor el derecho de
pagar por consignación (Art. 1454).
DAÑOS Y PERJUICIOS. SU CONCEPTO. La
expresión "daños y perjuicios" comprende el daño
emergente y el lucro cesante. Daño emergente es el
efectivo empobrecimiento del acreedor, la disminución
o menoscabo que sufre en su patrimonio.
El lucro cesante es la privación de la legítima ganancia
que le habría reportado al acreedor el cumplimiento de
la obligación, es decir, lo que dejó de ganar el acreedor
a causa del incumplimiento o del deudor. De estos dos
elementos, el más importante es el daño emergente,
porque es la pérdida real, efectiva y manifiesta en el
patrimonio del acreedor; por eso se indemniza siempre
y es fácil de probarlo.
Por el contrario, el lucro cesante es siempre hipotético
y de allí la gran dificultad para establecerlo. Por tal
razón, la ley algunas veces sólo manda indemnizar el
daño emergente, como ocurre en el caso del artículo
1699, párrafo 1°
CLASES DE DAÑOS Y PERJUICIOS, Los daños y
perjuicios se dividen en directos e indirectos, y los
directos en previstos e imprevistos, Los daños y
perjuicios directos son aquellos que constituyen una
consecuencia natural e inmediata del incumplimient0 de
la obligación, son el efecto necesario y lógico de ese
incumplimiento, Los indirectos son los daños y
perjuicios excepcionales y extraordinarios que si bien se
han producido con ocasión del incumplimiento de la
obligación no han tenido por causa directa e inmediata
ese incumplimiento.
La regla general es que se responde los daños y
perjuicios directos; los indirectos sólo se abonan
cuando las partes expresamente lo han convenido. Los
daños y perjuicios previstos son los que las partes
previeron o pudieron prever al tiempo del contrato. Los
imprevistos son aquellos que las partes no han
previsto o no han podido prever al tiempo del contrato.
RESPONSABILIDAD POR LOS DAÑOS Y
PERJUICIOS. El deudor de buena fe responde de los
daños y perjuicios previstos, y el deudor de mala fe, es
decir, el que incurre en dolo, responde tanto de los
previstos como de los imprevistos, o, como dice la ley
"de todos los que conocidamente se derivan de la falta
de cumplimiento de la obligación (Art. 1366).
DETERMINACION DE LOS DAÑOS Y PERJUICIOS.
La determinación o avaluación de los daños y
perjuicios puede ser hecha por la ley, por el Juez, o por
las partes, o sea que puede ser legal, judicial o
convencional.
LIQUIDACION LEGAL. La ley determina el monto de
los daños y perjuicios cuando la obligación consiste en
el pago de una cantidad de dinero y el deudor incurre
en mora. En tal caso, si no hay pacto en contrario, la
indemnización de daños y perjuicios se reduce al pago
de los intereses convenidos, y a falta de convenio al
pago de los intereses convenidos, y a falta de
convenio al pago de los intereses legales, que son el
6% anual (Art. 1367).
Estos intereses pactados son los convenidos para el
caso de mora, pero si no se pactaron estos intereses,
la indemnización consistirá en el pago de los intereses
convenidos para el plazo, y en caso que la deuda no
devengue intereses, se pagará como indemnización
por la mora, el interés legal. Los intereses vencidos
devengan el interés legal desde que son judicialmente
reclamados (Art. 1368).
LIQUIDACION JUDICIAL. La liquidación judicial es la
que hace el Juez y tiene lugar cada vez que la ley o las
partes no hayan fijado la. indemnización. Esta clase de
liquidación es la que ordinariamente se aplica, y
corresponde al acreedor probar la existencia y
magnitud de los daños y perjuicios, El Juez,
apreciando las pruebas recibidas, fija el monto de los
mismos, Esta determinación puede hacerla en la
sentencia definitiva en el juicio ordinario, también
puede hacerla en la etapa de la ejecución de la
sentencia.
LIQUIDACION CONVENCIONAL O CLAUSULA
PENAL. SU CONCEPTO. La liquidación convencional
es la que hacen las partes en el contrato y es lo que se
llama cláusula penal. Es el pacto por el cual una
persona, para asegurar el cumplimiento de una
obligación, se sujeta a una pena que consiste en dar o
hacer algo en caso de no ejecutar o de retardar el
cumplimiento de la obligación principal.
OBJETIVOS DE LA CLAUSULA PENAL. La cláusula
penal cumple los siguientes objetivos:
a) Libera al acreedor del arduo problema de la
prueba de los perjuicios;
b) Permite escapar a las partes de lo que tiene de
arbitrario y contingente la avaluación de los perjuicios
por el Juez y asegura la más exacta correspondencia
posible entre el daño y la indemnización;
c) Impulsa al deudor a cumplir oportunamente y
exactamente la obligación para no incurrir en la pena;
d) En fin, otorga al acreedor una acción que, de otro
modo, carecería. Así, conforme al Art. 1374, puede
pactarse con un tercero una cláusula penal para
garantizar el cumplimiento de una obligación natural;
en tal caso, el acreedor que carece de acción para
demandar el cumplimiento de la obligación principal,
podría accionar para demandar la pena.
CARACTERES DE LA CLAUSULA PENAL.
l) Es una obligación accesoria. De ahí las siguientes
consecuencias:
a) La nulidad de la obligación lleva consigo la nulidad de
la cláusula penal; pero la nulidad de ésta no lleva consigo la
nulidad de aquélla. (Art. 1420).
b) La condonación de la obligación principal extingue la
cláusula penal; pero la condonación de ésta no extingue
aquélla.
2) Es una obligación condicional, porque la pena se
debe en el caso de no cumplirse o retardarse el
cumplimiento de la obligación principal.
3) La cláusula penal es una liquidación convencional
y anticipada de los daños y perjuicios que ocasionaría
al acreedor el incumplimiento tardío de la obligación.
EFECTOS DE LA CLAUSULA PENAL. Del tercer
carácter mencionado se derivan las siguientes
consecuencias:
I) Cuando hay cláusula penal no puede exigirse
conjuntamente la pena y la indemnización de daños y
perjuicios, pues la primera sustituye a la segunda,
salvo pacto en contrario (Art. 1417)'
2) La exigibilidad de la pena queda sometida a las
mismas reglas que la indemnización de daños y
perjuicios, de manera que para que el acreedor pueda
exigir la pena es necesario: a) Que el deudor no
cumpla la obligación o que la cumpla imperfecta o
tardíamente; b) Que el incumplimiento o retardo
provenga de dolo o negligencia del deudor; c) Que el
deudor esté en mora si la obligación es de dar o de
hacer, o que la haya contravenido, si es de no hacer.
3) No puede exigirse conjuntamente la obligación
principal y la pena, salvo que se le haya concedido
expresamente esta facultad al acreedor. Tampoco
puede el deudor eximirse de cumplir la obligación
pagando la pena (Art. 1418) El Juez puede modificar
equitativamente la pena cuando la obligación principal
ha sido en parte o irregularmente cumplida por el
deudor (Art. 1419).
EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES
(CONTINUACION)

DERECHOS AUXILIARES DEL ACREEDOR. Los


derechos auxiliares del acreedor son aquellos que
tienen por objeto dejar afectado el patrimonio del
deudor al cumplimiento de la obligación, tomando
medidas para su conservación y seguridad a fin de
hacer posible el pago de la deuda.
Estos derechos auxiliares son los siguientes:

a) Las medidas conservativas o de precaución;


b) La acción oblicua o subrogatoria;
c) La acción pauliana o revocatoria; y
d) El beneficio de separación de patrimonios.
A) MEDIDAS CONSERVATORIAS O DE PRECAUCION.
son aquellas que tienen por objeto mantener intacto el
patrimonio del deudor evitando que salgan de su poder
los bienes que lo forman, a fin de hacer posible el
cumplimiento de la obligación.
B) ACCION OBLICUA O SUBROGATORIA.
Concepto. Consiste esta acción en el ejercicio, por
los acreedores, de acciones y derechos que competen
al deudor para incorporar al patrimonio de éste bienes
en que hacer efectivos sus créditos. Esta acción la
autoriza el Art. 1370, que dice: "Los acreedores,
después de haber perseguido los bienes de que esté
en posesión el deudor para realizar cuanto se les
debe, pueden ejercitar todos los derechos y acciones
de éste con el mismo fin, exceptuando los que sean
inherentes a su persona". Casos en que tiene lugar.
Esta acción tiene lugar en los siguientes
casos:
a) El acreedor del arrendador, que ha trabado
ejecución y embargo sobre la cosa arrendada, se
sustituye en los derechos y obligaciones del
arrendador en el arriendo (Art. 1731
b) En caso de insolvencia declarada del
arrendatario, su acreedor puede sustituirlo en sus
derechos prestando fianza a satisfacción del
arrendador (Art. 1734);
c) Cuando se extingue la obligación por la pérdida
de la cosa, corresponden al acreedor todas las
acciones que el deudor tenga contra terceros por
razón de ésta (Art. 1464);
d) Si el heredero repudia la herencia en perjuicio de
su acreedor, puede éste pedir al Juez que lo autorice
para aceptarla en nombre de aquél hasta concurrencia
de su crédito (Art. 1185). El mismo derecho le
corresponde al acreedor del donatario que repudia la
donación (Art. 1302, p. 2°).
Requisitos para el ejercicio de la acción
subrogatoria.
a) Que el acreedor haya perseguido antes los
bienes de que el deudor está en posesión;
b) Que el crédito sea actualmente exigible, es decir,
que no esté pendiente de un plazo o de una condición
suspensiva;
c) Que el deudor rehusé o descuide ejercitar los
derechos que le corresponden. Los acreedores
carecen de acción si el deudor actúa por sí mismo;

d) Que la negativa o desidia del deudor perjudique al


acreedor. No habrá perjuicio si el deudor posee
bienes suficientes para satisfacer íntegramente sus
obligaciones, forma en que los acreedores pueden
ejercer la acción subrogatoria. por regla general los
acreedores no necesitan autorización judicial para
intentar las acciones y derechos del deudor.
El ejercicio de la acción no tiene por objeto apropiarse
de los bienes del deudor, sino obtener que ciertos
bienes ingresen a su patrimonio, para después
ejercitar contra el deudor la acción correspondiente
para obtener el pago con el precio del remate de esos
bienes. Por excepción, en los casos de los artículos
1185 y 1302 es necesario la autorización judicial para
aceptar por el deudor la asignación o la donación.
Efectos de la acción subrogatoria. Los acreedores,
ejercen derechos del deudor; los resultados deben ser
los mismos que si el deudor los ejerciera. Los bienes
que se obtengan ingresarán al patrimonio del deudor
para constituir la prenda general de sus acreedores.
Por tanto, la acción subrogatoria beneficia a todos los
acreedores.
Con los bienes obtenidos podrán satisfacerse de sus
créditos íntegramente si los bienes fueren bastantes o
a prorrata de sus créditos, en caso contrario, si no
hubieren créditos preferentes.
C) ACCION PAULIANA O REVOCATORIA. Es la que
tienen los acreedores para obtener la revocación o
invalidación de los actos realizados por el deudor en
fraude de sus derechos. Como el deudor podría hacer
ventas o cesiones de sus bienes para evadir el pago
de sus deudas, la ley autoriza al acreedor para que
invalide esos actos y hacer que vuelvan tales bienes ai
patrimonio del deudor.
Esta acción se llama pauliana porque fue el pretor
Paulo quien la introdujo en el derecho romano, y está
autorizada por el Art. 1370, que dice: "Los acreedores,
después de haber perseguido los bienes de que esté
en posesión el deudor para realizar cuanto se les
debe. pueden también impugnar los actos que el
deudor haya realizado en fraude de sus derechos",
Requisitos para el ejercicio de la acción pauliana.
a) El acreedor debe haber perseguido previamente
los bienes de que el deudor está en posesión, es decir,
que tiene un carácter subsidiario como la acción
subrogatoria. Solamente pueden recurrir a ella los
acreedores cuando les sea imposible obtener el pago
por otros medios.
b) Es necesario que el acto perjudique a los
acreedores, produciendo o aumentando la insolvencia
del deudor. No procedería la acción si a pesar de la
celebración del acto, al deudor le quedan bienes
suficientes para el pago de sus deudas. Tampoco
habría lugar a la acción si el crédito es posterior al
acto, porque el deudor responde con sus bienes
presentes y futuros, no con los pasados.
c) El acto debe ser fraudulento, o sea que el deudor
tenga conocimiento del mal estado de sus negocios.
También debe haber mala fe por parte del adquirente.
La prueba del fraude corresponde al acreedor porque
la mala fe no se presume, salvo en los casos
expresamente determinados por la ley (Art. 724).
Efectos de la acción pauliana. Obtenida la revocación
del acto, el bien de que se había desprendido el
deudor se reintegra a su patrimonio, pero la revocación
sólo aprovecha al acreedor que ha sido parte en el
juicio en que se pronunció (Art. 1600).
Tampoco puede beneficiar al deudor a expensas del
tercero. Supóngase que A donó a B un inmueble en
fraude de sus acreedores; éstos intentaron
exitosamente la acción revocatoria, obtuvieron que el
bien se reintegrara al patrimonio del deudor y
procedieron a venderlo para pagarse con el precio;
pero el precio obtenido fue superior al monto de los
créditos y resta un saldo. Este saldo será para el
donatario y no para el deudor; entre ambos la donación
subsiste.
Situación de los terceros subadquirentes. Si el que
adquirió la cosa del deudor la traspasa a su vez a un
tercero, y mediante la acción pauliana se revoca el acto
por el cual el deudor hizo la enajenación, esa
revocación produce los mismos efectos que la
rescisión, porque ambas son de la misma naturaleza y
según la regla de interpretación por analogía, "Donde
hay igualdad de razón debe haber igualdad de
disposición".
De manera que la revocación del acto realizado por el
deudor no perjudica a ese tercero subadquirente si es
poseedor de buena fe, salvo los casos expresamente
señalados por la ley (Art. 1601); pero si es de mala fe,
el acto de su adquisición también se revoca, salvo que
ya haya adquirido la cosa por prescripción (Art. 1599).
Lo dicho sobre la enajenación se aplica también a la
constitución de hipotecas y usufructos sobre los bienes
del deudor.
D) BENEFICIO DE SEPARACION. su concepto. El
beneficio de separación es la facultad que tienen los
acreedores hereditarios y los acreedores
testamentarios para pedir que no se confundan los
bienes del difunto con los bienes del heredero, a fin de
que de los bienes de aquél se les pague sus deudas
hereditarias y testamentarias con preferencia a la
deudas propias del heredero (Art, 1288).
Acreedores hereditarios son los que tenía el difunto, y
acreedores testamentarios los que derivan del
testamento. Ambos gozan del beneficio de separación
aunque sus créditos no sean actualmente exigibles, es
decir, aunque estén pendientes de un plazo o una
condición (Art. 1289), Pero los acreedores del heredero
no pueden pedir esa separación de bienes (Art, 1291),
Efectos del beneficio de separación. El beneficio de
separación, que impide que los patrimonios del difunto
y del heredero se confundan, produce los siguientes
efectos:
a) Los acreedores hereditarios y testamentarios
tienen derecho a satisfacerse íntegramente de sus
créditos con los bienes dejados por el difunto;
b) Satisfechos los acreedores hereditarios y
testamentarios, el sobrante, si lo hubiere, se agregará a
los bienes propios del heredero para satisfacer a sus
propios acreedores Art, 1292);
c) Agotados los bienes del difunto, los acreedores
hereditarios y testamentarios podrán perseguir los
saldos de sus créditos en los bienes del heredero, pero
los acreedores de éste podrán oponerse, hasta que se
les satisfaga a ellos íntegramente de sus créditos con
los bienes del heredero (Art. 1293).
OBLIGACIONES NATURALES

OBLIGACIONES CIVILES Y OBLIGACIONES


NATURALES: Obligaciones civiles son aquellas que
dan derecho para exigir su cumplimiento, y
obligaciones naturales son las que no confieren
derecho para exigir su cumplimiento: pero que
cumplidas, autorizan para retener lo que se ha dado o
pagado en virtud de ellas (Art. 1372).
Completando este concepto podemos decir que
obligación natural es un vínculo jurídico entre personas
determinadas, en cuya virtud una se encuentra en la
necesidad de ejecutar a favor de la otra una
determinada prestación, pero que no confiere al
acreedor acción para demandar su cumplimiento, sino
únicamente excepción para retener lo que se ha dado o
pagado en razón de ella.
De manera que la obligación natural se diferencia de la
Obligación civil en que esta última otorga al acreedor
derecho para exigir su cumplimiento, y aquélla no da al
acreedor ningún derecho para exigir su cumplimiento,
el cual queda a la voluntad o conciencia del deudor.
Como lo normal es que el acreedor tenga acción para
exigir el pago de la deuda, por eso la obligación natural
es una obligación imperfecta.
DIFERENCIA ENTRE OBLIGACION NATURAL Y
DEBER MORAL. Ambas se asemejan en que su
cumplimiento queda entregado en absoluto a la
conciencia del deudor, pero se diferencian en o
siguiente: a) La obligación natural tiene determinados
sus elementos constitutivos: acreedor, deudor y objeto,
mientras que en el deber moral no hay tal
determinación
b) La obligación natural produce ciertos efectos
jurídicos; el deber moral no.

c) Quien cumple una obligación natural verifica un


pago; quien cumple un deber moral hace una donación.
CLASES DE OBLIGACIONES NATURALES.
Las obligaciones naturales se clasifican en dos grandes
grupos: 1° Obligaciones civiles nulas y rescindibles, y
2° Obligaciones civiles degeneradas,
PRIMER GRUPO. Son obligaciones naturales desde su
nacimiento y comprende dos clases: a) Obligaciones
contraídas por incapaces
y b) Obligaciones nulas que provienen de actos a que
faltan las solemnidades legales.
a) Obligaciones contraídas por incapaces, "Las
contraídas por personas que, teniendo suficiente
juicio y discernimiento, son sin embargo, incapaces
de obligarse, según las leyes, como los menores
adultos no habilitados de edad" (Art. 1372 No. 1°).
Se trata, pues, de obligaciones contraídas por
personas relativamente incapaces, con infracción de
las formalidades
establecidas por la ley destinadas a su protección y que,
en consecuencia, adolecen de nulidad relativa. Quedan
incluidas en esta clase las obligaciones contraídas por
personas que por sentencia ejecutoriada se hallan en
interdicción de administrar lo suyo; pero se descartan las
obligaciones que contraen las personas absolutamente
incapaces (impúberes, dementes y sordomudos que no
pueden darse a entender por escrito), pues sus actos no
producen ni aún obligaciones naturales (Art. 1556). Se
excluyen asimismo las obligaciones nulas relativamente
por un vicio del consentimiento, como error, intimidación,
fuerza o dolo.
Saneamiento de la nulidad. Va nulidad relativa del acto
ejecutado por el incapaz, sin los requisitos establecidos
por la ley en atención a la calidad o estado de las
personas, se sanea por la ratificación o por el lapso de
tiempo (Art. 1590 a 1594). Purgado el acto del vicio de
nulidad, la obligación natural se convierte en una
obligación civil.
¿Es necesaria una sentencia judicial que declare la
nulidad del acto? Parte importante de la doctrina
sostiene que la declaración judicial de la nulidad es
indispensable para que exista la obligación natural. La
nulidad, se dice, no produce efectos, ni entre las partes
ni respecto a terceros, sino en virtud de su declaración
por sentencia firme (Art. 1590 y 1596).
Mientras el acto no se declare nulo debe reputársele
válido y, en suma, el que paga una obligación que no
se ha declarado nula, paga una obligación civil
(Alessandri).
Según otros autores (Claro Solar, Somarriva, Meza Barros),
la declaración de nulidad no es necesaria y la obligación
natural existe desde que se contrae con el vicio que la hace
rescindible. Sus argumentos son los siguientes:
1) El Art. 1373 dispone que "La sentencia judicial que
rechaza la acción intentada contra el naturalmente obligado,
no extingue la obligación natural". De este modo,
demandado el que contrajo la obligación nula y desechada
la demanda, justamente porque adolece de nulidad, la
obligación natural subsiste. La sentencia es inocua: antes y
después de dictada existe una obligación natural
2) Sí la declaración de nulidad fuera necesaria,
nunca el saneamiento daría lugar a una obligación civil;
para que el saneamiento tenga lugar y el acto se
purifique del vicio de que adolece, es preciso que no se
haya pronunciado la nulidad. Declarado nulo por
sentencia firme, no puede el acto sanearse. Adherimos
a esta doctrina, Como en el caso anterior, no es
necesario que la nulidad se declare, para que la
obligación natural exista. Se sigue como consecuencia
que si el deudor paga, no puede repetir lo pagado,
pidiendo la nulidad de la obligación.
El testamento, aunque nulo por defectos de la forma,
representa la voluntad del testador, merecedora de
respeto; si el heredero, respetuoso de esa voluntad, a
pesar de la nulidad del testamento, paga el legado,
cumple una obligación natural.
Alcance de la expresión "actos". Este término,
empleado por el citado artículo, tiene en doctrina un
sentido genérico y designa tanto los actos unilaterales
como los bilaterales o contratos. En esta significación
lo emplean muchas disposiciones del Código (Art. 9,
10, 465, 1555).
Otras veces el Código lo opone a contratos y, por
consiguiente, sirve para designar las declaraciones
unilaterales de voluntad (Art, 255, 256, 1575 No, 1586,
1587, 1597). Creemos que el Art. 1372 No, 39. se
refiere únicamente a los actos unilaterales, porque los
contratos se rigen en cuanto a su forma, por los
artículos 1573 y 1574 que dicen:
"Los contratos serán obligatorios, cualquiera que sea la
forma en que se hayan celebrado, siempre que en ellos
concurran las condiciones esenciales que su validez, Si
la ley exigiere el otorgamiento de escritura u otra forma
especial para hacer efectivas las obligaciones propias
de un contrato, los contratantes podrán compelerse
recíprocamente a llenar aquella forma desde que
hubiese intervenido el consentimiento y demás
requisitos necesarios para su validez".
De manera que, si un contrato se celebra sin las
formalidades requeridas por la ley, los contratantes
siempre tienen acción para compelerse recíprocamente
a llenar esas formalidades, y en consecuencia, para
hacer efectivas las obligaciones que nacen del
contrato.
SEGUNDO GRUPO: OBLIGACIONES DEGENERADAS
Es decir, obligaciones que inicialmente fueron civiles,
pero que por causas posteriores perdieron su eficacia y
quedaron convertidas en naturales. Pertenecen a este
grupo las obligaciones prescritas y las obligaciones no
reconocidas en juicio por falta de prueba.
a) Obligaciones prescritas. "Las obligaciones civiles
extinguidas por prescripción" (Art. 1372 No. 2%). Esta vez la
obligación nació perfecta a la vida del derecho, pero el
transcurso del tiempo la privó de su plena eficacia. Puesto que
deja subsistente una obligación natural, la prescripción, más
bien que las obligaciones, extingue las acciones. Aquí tampoco
es necesaria una declaración judicial. La obligación civil se
convierte en natural desde que concurren los requisitos de la
prescripción y tiene el deudor derecho a oponerla. Transcurrido
el plazo y cumplidos los requisitos legales, el deudor habrá
adquirido una excepción perentoria para oponer a la demanda
del acreedor. Si renuncia a dicha excepción y paga la deuda, no
ejecuta una liberalidad, sino que cumple una obligación natural.
La obligación civil se convierte en natural desde que
concurren los requisitos de la prescripción y tiene el
deudor derecho a oponerla. Transcurrido el plazo y
cumplidos los requisitos legales, el deudor habrá
adquirido una excepción perentoria para oponer a la
demanda del acreedor. Si renuncia a dicha excepción y
paga la deuda, no ejecuta una liberalidad, sino que
cumple una obligación natural.
b) Obligaciones no reconocidas en juicio por falta de
prueba. "Las que no han sido reconocidas en juicio por
falta de prueba" (Art. 1372 No. 4%). En este caso,
como en el anterior, se trata de obligaciones civiles
perfectas; pero demandado el deudor, el acreedor no
logró acreditar su existencia. La sentencia absolutoria
del deudor debe fundarse necesariamente en que el
demandante no probó su derecho. La disposición no es
aplicable si el deudor es absuelto por otra causa.
EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES NATURALES.
Las obligaciones naturales producen los siguientes
efectos:
a) Autorizan al acreedor para retener lo que se ha dado
o pagado en virtud de ellas. Este es el principal de los
efectos; pero para que no pueda pedirse la restitución
de lo pagado es necesario que el pago reúna los
siguientes requisitos:
1) El pago debe hacerse voluntariamente. Pago
voluntario es el que reúne todos los caracteres de un
acto jurídico y no adolece de ningún vicio del
consentimiento.
2) El pago debe hacerse por quien tiene la libre
disposición de sus bienes, De modo que tratándose de
la obligación contraída por un menor, será necesario
que el pago se haga una vez que haya llegado a la
mayoría de edad o con la competente autorización del
representante legal,
3) El pago debe llenar los demás requisitos legales,
es decir, debe sujetarse a las reglas generales de este
modo de extinguir las obligaciones: debe ser íntegro,
hecho a una persona capaz, etc.
b) Pueden ser novadas. La obligación natural puede
sustituirse por una obligación civil mediante un contrato
de novación. Dice el Art. 1481: "Para que sea válida la
novación es necesario que tanto la obligación primitiva
como el contrato de novación sean válidos, a lo menos
naturalmente.
c) No pueden ser compensadas. Para que las
obligaciones admitan compensación legal deben ser
exigibles (Art. 1481 No. 4%). Como la obligación natural
no es exigible, no puede compensarse legalmente; pero
admite una compensación convencional.
d) Pueden ser caucionadas. El Art. 1374 dispone que
"Las fianzas, hipotecas, prendas y cláusulas penales
constituidas por terceros para seguridad de estas
obligaciones, valdrán". La fianza de obligaciones
naturales presenta la particularidad de que el fiador no
goza de los beneficios de excusión y de reembolso,
porque la obligación no confiere al acreedor derecho
para perseguir al deudor principal y por lo mismo, el
fiador que paga no puede subrogarse en un derecho
que el acreedor no tiene (Art, 2038).
e) La sentencia judicial que absuelve al obligado no
extingue la obligación, "La sentencia judicial que rechaza
la acción intentada contra el naturalmente obligado, no
extingue la obligación, "La sentencia judicial que rechaza
la acción intentada contra el naturalmente obligado, no
extingue la obligación natural" (Art, 1373), La obligación
natural no es afectada por el fallo que absuelve al
deudor, ya sea porque la deuda está prescrita, porque el
deudor no logró probar su crédito, o porque la obligación
es nula por incapacidad del obligado o por vicios de
forma del acto.
Si el deudor paga después de fallado el juicio, cumplirá
una obligación natural. La sentencia es inocua y ésta
es la mejor demostración de que no es necesario un
fallo judicial para que exista la obligación natural, salvo
el caso del No. 40. del Art. 1372: "Las que no han sido
reconocidas en juicio por falta de prueba"
OTROS CASOS DE OBLIGACIONES NATURALES.
La enumeración de las obligaciones naturales que hace
el Art. 1372 no es taxativa. También queda obligado
naturalmente el que pierde en un juego de suerte, evite
o azar; salvo que haya mediado dolo, o que fuera
menor, o estuviera inhabilitado para administrar sus
bienes (Art. 1980).
Estos juegos son prohibidos por la ley; pero no lo son
los que contribuyen al ejercicio del cuerpo, como las
carreras, el juego de pelota y otros de naturaleza
análoga. El que pierde en estos juegos queda obligado
civilmente; sin embargo, la autoridad judicial puede no
estimar la demanda cuando la cantidad que se cruzó
en el juego o la apuesta sea excesiva, o reducir la
obligación en lo que exceda de los usos de un buen
padre de familia (Art. 1983 y 1984).
OBLIGACIONES CONDICIONALES
OBLIGACIONES PURAS Y SIMPLES Y
OBLIGACIONES SUJETAS A MODALIDADES, Las
obligaciones, atendiendo a sus efectos, se dividen en
puras y simples, y en obligaciones sujetas a
modalidades, Las puras y simples son las que producen
sus efectos inmediatamente de contraídas y para
siempre, sin restricción alguna.
Las obligaciones sujetas a modalidades son aquellas
en que la ley o las partes subordinan sus efectos a
ciertas circunstancias o cláusulas particulares llamadas
modalidades, las cuales pueden definirse como
aquellas cláusulas que se introducen en la obligación
para modificar sus efectos, ya sean en cuanto a su
existencia, a su ejercicio o a su extinción. Las
modalidades que pueden afectar a una obligación son
tres: la condición, el plazo y el modo. De ahí que,
desde este aspecto, las obligaciones se dividen en
condicionales, a plazo y modales.
OBLIGACIONES CONDICIONALES. CONCEPTO DE
CONDICION. Obligaciones condicionales son las que
dependen de una condición. La palabra condición tiene
tres acepciones en el derecho:
a) Se le emplea para referirse a los requisitos o
elementos de un acto o contrato. En este sentido la
emplea el Art. 1586 No. 1%;
b) Se la usa también como sinónimo de calidad o
situación social de una persona. Es la acepción que
tiene en el Art. 13; y c) En su verdadera y propia
acepción, que es la que ahora consideramos, condición
es un acontecimiento futuro e incierto del cual depende
la existencia o la extinción de un derecho.
ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA CONDICION.
De la anterior definición se desprende que los
elementos constitutivos o caracteres de la condición
son dos:
a) Que el acontecimiento sea futuro. En esto hay
acuerdo general en la doctrina jurídica. Sin embargo, el
Art. 1375 admite que también que puede constituir una
condición un suceso pasado que los interesados
ignoren. Por ejemplo, "Si el equipo X ganó el partido de
ayer te doy L 50". Se entiende que los interesados
ignoran todavía el resultado de ese partido;
b) Que el acontecimiento sea incierto, es decir, que
puede suceder o no. Este es el carácter que diferencia
la condición del plazo, porque en éste el
acontecimiento, aunque futuro, se sabe que va a
ocurrir, En el caso del ejemplo anterior, la incertidumbre
consiste en que no se sabe quién ganó.
CLASIFICACION DE LAS CONDICIONES, Las
condiciones se clasifican desde varios puntos de vista.
Pueden ser expresas y tácitas; positivas y negativas;
potestativas, causales y mixtas; posibles e imposibles;
lícitas e ilícitas; suspensivas y resolutorias, La
condición es expresa cuando las partes la estipulan o
el testador la señala en términos explícitos, como en el
ejemplo arriba mencionado. Es tácita la condición
cuando se subentiende en la obligación sin necesidad
de que las partes la estipulen o que el testador la
señale.
Ejemplo típico de condición tácita es la del Art. 1386
que dice: "La facultad de resolver las obligaciones se
entiende implícita en las recíprocas, para el caso de
que uno de los obligados no cumpliere lo que le
incumbe".
La condición positiva consiste en que acontezca una
cosa. por ejemplo: "Si llueve mañana". La negativa, en
que no acontezca: "Si no llueve mañana". Esta
clasificación no tiene ninguna importancia práctica.
La condición potestativa es la que depende de la
voluntad del deudor, o del acreedor, o de la voluntad de
ambos:
"Te doy mil lempiras si voy a México", potestativa de
parte del deudor. La condición casual es la que
depende de la voluntad de un tercero o del acaso: "Te
doy mil lempiras si va Juan a Caracas, o si tiembla
mañana". Condición mixta es la que participa a la vez
de los caracteres de la potestativa y de la causal: "Te
compro esta valija por treinta lempiras si voy con Juan
a Guatemala.
La condición potestativa se llama simplemente
potestativa o potestativa ordinaria si consiste en un
hecho voluntario del deudor o del acreedor, como en el
primer ejemplo arriba indicado; y puramente o
meramente potestativa si su cumplimiento depende de
la exclusiva voluntad del deudor o del acreedor. Si
depende de la exclusiva voluntad del deudor la
obligación es nula: "Te doy cien lempiras si me parece
convenientes". Si es puramente potestativa del
acreedor, la obligación es válida: "Te vendo mi carro
por cinco mil lempiras si te gusta".
La condición posible es la que físicamente puede
realizarse; imposible la que es contraria a las leyes de
la naturaleza: "Si sale el sol por el Occidente", Es lícita
la que no es contraria a las leyes, ni al orden público ni
a las buenas costumbres. Es ilícita la que consiste en
un hecho prohibido por las leyes o es opuesta al orden
público o a las buenas costumbres: "Te doy este anillo
si te paseas desnudo por el Parque Central",
Efectos de las condiciones imposibles y de las ilícitas.
Estas condiciones anulan la obligación que de ellas
depende. La condición de no haber una cosa imposible
se tiene por no opuesta (Art. 1378). De manera que si
contraigo una obligación en estos términos: "Si no
alcanzo la luna con la mano te doy mil lempiras", esa
condición se tiene por no puesta, y en consecuencia, la
obligación es pura y simple y por lo mismo, puede
exigirse inmediatamente; pero si digo: "Si alcanzo la
luna con la mano te doy mil lempiras", la obligación es
nula
CONDICIONES SUSPENSIVAS Y RESOLUTORIAS.
Esta es la clasificación más importante, Condición
suspensiva es un acontecimiento futuro e incierto del
cual depende la existencia o el nacimiento de un
derecho. En todos los ejemplos anteriores la condición
es suspensiva. Condición resolutoria es un
acontecimiento futuro e incierto del cual depende la
extinción o resolución de un derecho. Por ejemplo: "Te
doy en arriendo esta maquinaria, pero si la prestas o
subarriendas, queda resuelto el contrato".
Es de advertir que en definitiva todas las condiciones
son suspensivas porque en todo caso suspende ya sea
la existencia o la extinción del derecho; pero
distinguiendo, se llama suspensiva la que suspende la
existencia del derecho, y resolutoria la que suspende la
extinción o resolución del derecho.
Estados en que pueden encontrarse estas condiciones.
Tanto la condición suspensiva como la resolución
pueden encontrarse en uno de estos tres estados:
pendiente, cumplida o fallida. Está pendiente mientras no
se ha verificado el suceso en que consiste la condición.
Está cumplida cuando ya se ha verificado el hecho que
la constituye, si la condición es positiva, o si es
negativa, cuando no se verificó o es evidente que no se
verificará ese acontecimiento. En todo caso la
condición se tiene por cumplida si el obligado impide
voluntariamente su cumplimiento. Está fallida si no se
verifica el acontecimiento, si la condición es positiva, o
cuando se verifica, si la condición es negativa.
EFECTOS DE LA CONDICION SUSPENSIVA. Condición
suspensiva pendiente. Mientras está pendiente la condición
sólo hay un germen de derecho, no un derecho completo, de
ahí las siguientes consecuencias:
a) El acreedor condicional no puede exigir el cumplimiento de
la obligación;
b) El deudor no está obligado a pagar la deuda, si la paga
hace un pago indebido, y por lo mismo, puede reclamar lo
pagado;
c) La prescripción de la acción del acreedor no corre, porque
la prescripción empieza a correr desde que es exigible la
obligación.
d) El acreedor puede solicitar las providencias
conservativas necesarias para evitar el deterioro o
menoscabo de la cosa u objeto de la obligación
(Art, 1383),
Los riesgos. Mientras está pendiente la condición, los
riesgos de la cosa debida se rigen por las reglas
siguientes:
a. Si la cosa se pierde. Cuando es sin culpa del deudor
la obligación se extingue; si se pierde por culpa del
deudor, éste queda obligado al resarcimiento de
daños y perjuicios,
b) Si la cosa se deteriora. Cuando es sin culpa del
deudor, el menoscabo es de cuenta del acreedor; si
el deterioro es por culpa del deudor, el acreedor
puede optar entre la resolución de la obligación o su
cumplimiento, con indemnización de daños y
perjuicios en ambos casos.
c) Si la cosa se mejora. Cuando la cosa se mejora por su
naturaleza o por el tiempo, las mejoras ceden a favor
del acreedor; si se mejora a expensas del deudor, no
tiene éste otro derecho que el concedido al
usufructuario, es decir, que el deudor no tiene derecho
a pedir cosa alguna por las mejoras que
voluntariamente haya hecho en la cosa; pero podrá
alegarlas en compensación por el valor de los
deterioros que se le puedan imputar, o llevarse los
materiales, si puede separarlos sin detrimento de la
cosa y el acreedor no le abona lo que después de
separados valdrían. (Art. 1384 en rel, con el 780).
Condición suspensiva cumplida. Cumplida la condición,
la incertidumbre desaparece y, como consecuencia, el
germen se transforma en derecho perfecto para el
acreedor, Nace el derecho, se crea la obligación. Por lo
tanto:
a) El acreedor podrá demandar el cumplimiento de la
obligación;
b) El deudor se verá en la necesidad de cumplirla y ya
no podrá reclamar lo pagado mientras estuvo
pendiente la condición;
c) Empezará a correr la prescripción, puesto que la
obligación se habrá hecho exigible.
La condición opera retroactivamente. Una vez cumplida
la condición suspensiva, sus efectos se retrotraen al
día en que se constituyó la obligación condicional. Por
lo tanto, si la obligación es de dar, el deudor de la cosa
debe entregarla juntamente con los frutos que haya
percibido de ella desde el día en que se constituyó la
obligación; pero hay las siguientes excepciones o
atenuaciones a este principio:
A. Cuando las obligaciones imponen prestaciones
recíprocas a los interesados, quedan compensados
unos con otros los frutos o intereses del tiempo en
que ha estado pendiente la condición;

B. Si la obligación es unilateral, el deudor hará suyos


los frutos e intereses percibidos, a menos que por la
naturaleza y circunstancias de aquélla deba inferirse
que fue otra la voluntad del que la constituyó;
C. En las obligaciones de hacer y de no hacer, los
Tribunales determinarán, en cada caso, el efecto
retroactivo de la condición cumplida (Art. 1382);

D. En las asignaciones condicionales, cumplida la


condición, el asignatario no tiene derecho a los
frutos percibidos en el tiempo intermedio, si el
testador no se los ha concedido expresamente (Att.
1062).
Condición suspensiva fallida. Si falla la condición
suspensiva, la obligación no llega a nacer; se extingue
aun el germen de derecho del acreedor. Por
consiguiente:
a. Quedan sin efecto las medidas conservativas que el
acreedor haya impetrado;
b. Podrá el deudor pedir la restitución de lo pagado
estando pendiente la condición;
c. Las enajenaciones que el deudor hubiere efectuado
quedarán definitivamente consolidadas.
EFECTOS DE LA CONDICION RESOLUTORIA.
Condición resolutoria pendiente. La condición
resolutoria no impide la adquisición del derecho. La
obligación produce sus efectos como si fuera pura y
simple. Nace el derecho con todos sus atributos. Como
consecuencia, el acreedor puede demandar
inmediatamente el cumplimiento de la obligación; pero
existe la incertidumbre acerca de si ese derecho vivirá
permanentemente o se extinguirá por el evento de la
condición.
Si el título es traslaticio de dominio y se hace la
tradición, el adquirente se hace dueño de la cosa si
bien su dominio queda expuesto al peligro de
extinguirse al cumplirse la condición.
Condición resolutoria fallida. Si falla la condición
resolutoria, se consolidan definitivamente los derechos
emanados del acto jurídico: la condición se considera
como no escrita y se reputa el acto como puro y simple
desde su celebración.
Condición resolutoria cumplida. Cuando se cumple la
condición resolutoria se extingue el derecho,
desaparece la obligación. La condición resolutoria
cumplida opera retroactivamente. Si la obligación es de
dar, las partes deben restituir lo que hubieren percibido
durante estuvo pendiente la condición, es decir, que las
cosas deben restituirse al estado en que estaban antes
de contraerse la obligación.
Así, el que compró una cosa bajo condición resolutoria,
una vez cumplida la condición debe restituir la cosa
comprada, y el vendedor debe restituir el precio
recibido, Respecto a los frutos percibidos durante ese
tiempo queden compensados con los intereses del
dinero pagado por la cosa, conforme al Art. 1382,
porque esta disposición es aplicable tanto a las
condiciones suspensivas como a las resolutorias, pues
la ley no distingue.
En caso de pérdida, deterioro o mejora de la cosa, se aplica
las mismas reglas de la condición suspensiva. En cuanto a
las obligaciones de hacer y de no hacer, los Tribunales, en
cada caso, determinan los efectos retroactivos de la
condición resolutoria (Art. 1385).
Efectos respecto a terceros. Cuando estando pendiente la
condición resolutoria el deudor enajena la cosa o la grava
con algún derecho real, como hipoteca, servidumbre o
usufructo, al cumplirse la condición surge un conflicto entre
los intereses del acreedor condicional a quien ha de
restituirse la cosa y los terceros en cuyo favor se ha
enajenado la cosa o se ha constituido el derecho real.
En tales casos si el tercero adquirente es de buena fe,
la acción resolutoria no se da contra él; pero el deudor
condicional que enajenó la cosa debe resarcir los
daños y perjuicios causados al acreedor condicional
(Art. 1386 p. N°4,1601 y 2347). Si el deudor constituyó
sobre la cosa un derecho real, éste se extingue (Art.
2153, 864 No. 1 2 , 786 No. 2%).
CONDICION RESOLUTORIA TACITA. La condición
resolutoria a que nos hemos venido refiriendo, es la
condición resolutoria ordinaria, la que en forma expresa
se pacta entre las partes o se impone por el testador.
Pero existe también la condición resolutoria tácita, que
consiste en no cumplirse lo pactado, de tal modo que el
hecho futuro e incierto es el incumplimiento de una
obligación. Es una condición negativa simplemente
potestativa. La condición se subentiende, no es
menester que se pacte, y por eso es tácita. El Art. 1386
la consigna en estos términos:
"La facultad de resolver las obligaciones se entiende
implícita en las recíprocas, para el caso de que uno de
los obligados no cumpliere lo que le incumbe.
El perjudicado podrá escoger entre exigir el
cumplimiento o la resolución de la obligación, con el
resarcimiento de daños y abono de intereses en ambos
casos. También podrá pedir la resolución, aún después
de haber optado por el cumplimiento, cuando éste
resultare imposible,
El Tribunal decretará la resolución que se reclame, a no
haber causadas justificadas que le autoricen para
señalar plazo.
Esto se entiende sin perjuicio de los derechos de
terceros adquirentes, con arreglo a los artículos 1593 y
1601 y a las disposiciones contenidas en el Título "Del
Registro de la Propiedad".
De la anterior disposición se deduce que la condición
resolutoria tácita está sujeta a las siguientes reglas:
1) Sólo existe en las obligaciones recíprocas;
2) La condición resolutoria tácita no opera de pleno
derecho: es necesario que sea pedida por el
acreedor perjudicado, mediante demanda judicial y
declarada por el Juez;
3) Es preciso que el incumplimiento sea imputable al
deudor, más exactamente, es necesario que éste se
encuentre en mora;
4. La acción resolutoria corresponde al contratante
diligente, es decir, al que ha cumplido con su obligación,
porque si no la ha cumplido o no se allana a cumplirla, el
otro contratante tampoco está en mora (Art. 1356);
5. Queda a opción del contratante diligente exigir el
cumplimiento de la obligación o su resolución;
6. El Tribunal puede decretar la resolución o señalar un
plazo al deudor, si hay causas justificadas para hacerlo;
7. Una vez declarada la resolución, produce los mismos
efectos que la condición resolutoria ordinaria.
DIFERENCIAS ENTRE LA CONDICION
RESOLUTORIA ORDINARIA Y CONDICION
RESOLUTORIA TACITA.
a) La condición resolutoria ordinaria opera de pleno
derecho en el mismo momento en que se verifica el
hecho en que consiste, y si hay discrepancia entre las
partes, al Juez sólo le cabe constatar que la condición
se ha cumplido; la condición resolutoria tácita no
produce sus efectos sino en virtud de una sentencia
judicial, de manera que hay necesidad de pedirla.
b) En la ordinaria no se puede pedir el cumplimiento
del contrato, porque éste deja de existir desde el
momento en que se cumple la condición por la
voluntad misma de las partes; en cambio, tratándose
de la tácita, puede pedirse el cumplimiento del
contrato, conforme al párrafo 2°. Del articulo 1386.
c) La resolución producida a consecuencia de una
condición resolutoria ordinaria puede ser alegada
por cualquiera que tenga interés en ello; mientras
que la resolución que se produce a consecuencia de
una condición resolutoria tácita, sólo puede ser
perdida por el contratante diligente, ya que es una
medida de equidad destinada a ampararlo.
d) En el caso de la condición resolutoria ordinaria no
hay lugar a la indemnización de daños y perjuicios;
mientras que en la condición resolutoria tácita puede
pedirse la indemnización.
OBLIGACIONES A PLAZO
CONCEPTO DE PLAZO. DIFERENCIA ENTRE
PLAZO Y CONDICION. Plazo es un hecho futuro y
cierto del que depende el ejercicio o la extinción de un
derecho. Los caracteres del plazo son dos:

a) Es un hecho futuro, y
b) Es un hecho cierto, es decir, se sabe que va a
ocurrir. De ahí que la diferencia entre plazo y
condición consiste en que en ésta el hecho es
incierto y en aquél el hecho es cierto. Por ejemplo:
"Te entregaré mil lempiras cuando muera Pedro" es
una obligación a plazo, porque se sabe que Pedro
morirá, aunque se ignore cuando; pero si digo: "Te
entregaré mil lempiras si Pedro muere antes de los
veinticinco años", es una obligación condicional,
porque no se sabe a qué edad va a morir.
DIVERSAS CLASES DE PLAZO. El plazo puede ser expreso
o tácito; fatal o no fatal; determinado o indeterminado;
voluntario, legal o judicial; suspensivo o extintivo.
Plazo expreso es aquel que se establece en términos
formales y explícitos. Plazo tácito es el que resulta de la
naturaleza la obligación o del lugar en que debe cumplirse,
diverso de aquel en que se contrajo así, la compra de la
próxima cosecha de café lleva tácito el plazo del tiempo
necesario para que la cosecha se produzca; la compra de un
semoviente que está en un lugar distinto de aquél en que se
va a entregar, supone un plazo necesario para que el animal
pueda ser transportado al lugar en que debe entregarse.
Plazo fatal es aquel cuyo transcurso, por ministerio de la
ley, extingue el derecho, Los plazos judiciales casi
siempre son fatales. Plazo no fatal es aquel que por su
llegada no se extingue el derecho y éste puede ejercerse
últimamente después de vencido el plazo. Por ejemplo: el
caso del artículo 1663, que dispone que en la venta de
bienes inmuebles, aunque se estipule que la falta de
pago del precio en el plazo convenido producirá de pleno
derecho la resolución del contrato, el comprador puede
pagar ese precio aún después de vencido el plazo,
siempre que no haya sido requerido judicialmente o por
acta notarial,
Plazo determinado es aquel en que se sabe cuando
va a ocurrir el hecho. Por ejemplo, el plazo de "tres
meses contados a partir de esta fecha", o "el día en
que Juan cumpla veintiún años". El plazo es
indeterminado cuando no se sabe cuando va a ocurrir
el hecho; por ejemplo, "el día en que muera Juan",
Plazo voluntario es el que se establece por la
voluntad del autor o voluntades, el plazo es
convencional. La convención es la fuente más fecunda
de obligaciones a plazo. Plazo legal es el que tiene su
origen en la ley, es decir, es el que señala el legislador.
Plazo judicial es el que señala el Juez cuando la ley le
otorga esta facultad. por ejemplo, cuando un poseedor
es condenado a restituir un inmueble a su dueño, el
Juez le señala un plazo prudencial para ello (Art. 883).
Plazo suspensivo es aquel que mientras está
pendiente suspende el ejercicio de un derecho o el
cumplimiento de una obligación, Este plazo no afecta la
existencia de la obligación ni del derecho, sólo
suspende su ejercicio; el acreedor tiene su derecho,
pero no puede hacerlo valer mientras el plazo no se
cumpla. Por ejemplo, A se obliga a pagar B la cantidad
de quinientos lempiras el treinta de junio de tal año.
Esta obligación existe desde el momento en que se
contrajo, pero el acreedor no puede exigir su
cumplimiento sino hasta que el plazo venza.
Plazo extintivo es aquel que por su cumplimiento
extingue un derecho. En este plazo el derecho existe y
puede ejercitarse dentro del plazo, pero al vencerse
éste, el derecho se extingue. Por ejemplo, A alquila una
casa a B por el plazo de un año. Durante ese año B
está ejerciendo su derecho de habitar la casa, y al
cumplirse el plazo se extingue su derecho y debe
entregar la casa.
AFAVOR DE QUIEN SE ENTIENDE ESTABLECIDO
EL PLAZO. El plazo se entiende establecido en
beneficio de ambas partes, salvo que del tenor de las
obligaciones o de otras circunstancias, resulte puesto a
favor del deudor o del acreedor. Por ejemplo, en el
depósito, como el acreedor es el beneficiado, el plazo
se entiende señalado en su favor. En el comodato
sucede lo contrario (Art. 1389). Esta cuestión tiene
importancia práctica en el sentido de que sólo la
persona a quien beneficia el plazo es la que puede
renunciarlo, según el Art. 11.
CASOS EN QUE EL JUEZ PUEDE SEÑALAR EL
PLAZO. El Juez puede señalar un plazo en los casos
siguientes:
a) Si en la obligación no se ha señalado plazo, pero
por su naturaleza y circunstancias se deduce que ha
querido concederse uno al deudor, Por ejemplo, en
los plazos tácitos arriba mencionados;
b) Cuando el plazo ha quedado a voluntad del deudor
(Art. 1390)' En ambos casos el señalamiento del
plazo debe pedirse al Juez dentro de la demanda
para el cumplimiento de la obligación, no en una
diligencia previa al juicio, pues el señalamiento del
plazo supone que la obligación existe; y esa
existencia sólo puede ser declarada oyendo al
deudor el juicio
COMPUTO DEL PLAZO. En el cómputo del plazo
voluntario, especialmente el señalado en días, surge la
cuestión de si debe incluirse en él los días inhábiles o
feriados. Desde luego, en primer lugar, debe estarse a
los dispuestos por el autor o autores del acto jurídico, y
en su defecto, a lo que claramente se vea fue el
propósito de los mismos, y si nada quisieron determinar
sobre este extremo;
debe aplicarse la disposición del Art. 40 referente a los
plazos señalados por las leyes, decretos del Poder
Ejecutivo y por los Tribunales, es decir, que deben
incluirse los feriados, Son también aplicables los
artículos 38 y 39, con la modificación expresada en el
Art, 1392, que dice: "Si el plazo de la obligación está
señalado en días, a contar de uno determinado,
quedará éste excluido del cómputo, que deberá
empezar en el día siguiente.
EFECTOS DEL PLAZO SUSPENSIVO. Para precisar los
efectos del plazo suspensivo es necesario distinguir si está
pendiente o cumplido.
Plazo suspensivo pendiente.
a) El acreedor no tiene derecho para exigir el cumplimiento
de la obligación, ni el deudor está obligado a cumplirla,
pero si paga anticipadamente no puede pedir la
restitución de lo pagado, puesto que ha pagado lo
debido. Sin embargo, si el que pagó ignoraba la
existencia del plazo cuando lo hizo, tiene derecho a
reclamar del acreedor los intereses o los frutos que éste
haya percibido de la cosa (Art. 1388);
b) La prescripción de la acción para exigir el
cumplimiento de la obligación no corre (Art. 2297);
c) Las obligaciones no son compensables porque no
son actualmente exigibles (Art. 1474 No. 4%);
d) El acreedor puede solicitar al Juez las providencias
conservativas para evitar que la cosa se destruya o
deteriore en manos del deudor, pues aunque la ley
no lo dice, si el acreedor condicional, que sólo tiene
la esperanza de un derecho, puede hacerlo, con
mayor razón el acreedor a plazo, que tiene un
derecho más efectivo que aquél.
Plazo suspensivo cumplido. Sus efectos son:
a) La obligación se hace exigible, el acreedor puede
reclamar su cumplimiento;
b) Corre la prescripción de la acción para exigir el pago
de la obligación;
c) Puede operarse la compensación legal;
d) Si se trata de un plazo estipulado el deudor incurre
en mora si retarda el cumplimiento de la obligación
más allá del término (Art. 1355 No, Y 2%),
EFECTOS DEL PLAZO EXTINTIVO. Mientras está
pendiente el plazo extintivo, la obligación produce
todos sus efectos como si fuere pura y simple. Al
cumplirse el plazo, la obligación y el derecho correlativo
se extinguen, sin efecto retroactivo.
EXTINCION DEL PLAZO. El plazo se extingue por
vencimiento, por renuncia y por caducidad.
A. El vencimiento es la forma ordinaria de extinguirse el
plazo.
B. La renuncia del plazo sólo puede hacerla la parte en
cuyo beneficio ha sido establecido, siempre que no
lo esté prohibido esa renuncia (Art. 11).
C. La caducidad del plazo se produce en los siguientes
casos: 1) Cuando el deudor, después de contraída la
obligación, resulte insolvente, salvo que garantice la
deuda. 2) Cuando el deudor no otorgue al acreedor
las garantías a que estuviese comprometido. 3)
Cuando por actos del deudor hubiesen disminuido
aquellas garantías después de establecidas, y
cuando por caso fortuito desaparecieren, a menos
que sean sustituidas inmediatamente por otras
nuevas e igualmente seguras (Art. 1391).
OBLIGACIONES ALTERNATIVAS

CONCEPTO Y CARACTERES. Obligación alternativa


es aquella por la cual se deben varias prestaciones de
tal manera que el cumplimiento de una de ellas libera al
deudor del cumplimiento de las demás. Por ejemplo, A
se obliga a entregarle a B un caballo retinto 0 500
lempiras. Las características de esta clase de
obligaciones son las siguientes:
a) Que debiéndose varios objetos, basta el pago de
uno de ellos para que el deudor quede liberado
completamente; y
b) Que el acreedor no puede ser compelido a recibir
parte de una cosa y parte de la otra, ni el deudor puede
ser obligado a entregar parte de una cosa y parte de la
otra (Art. 1393).
A QUIEN CORRESPONDE LA ELECCION. Si en el
acto jurídico de donde nace la obligación no se ha
concedido expresamente la elección al acreedor,
corresponde al deudor hacerla.
DESDE CUANDO PRODUCE EFECTO LA
ELECCION: -La elección produce su efecto desde que
ha sido notificada a la otra parte. El efecto de esa
notificación es que desde el momento en que se hace,
la obligación deja de ser alternativa y se convierte en
obligación de un solo objeto (Art. 1396)- Como la ley no
expresa cómo debe hacerse la notificación, puede
hacerse tanto judicial como extrajudicialmente.
EFECTOS CUANDO LA ELECCION CORRESPONDE
AL DEUDOR.
a) El acreedor no puede demandar determinadamente
una de las cosas debidas, sino bajo la alternativa en
que se deben (Art. 1395);
b) El deudor no tiene derecho a elegir entre las
prestaciones imposibles, ilícitas o que no hubieran
podido ser objeto de la obligación (Art. 1394 p. 2°)
c) El deudor pierde el derecho a elegir cuando de las
prestaciones a que alternativamente se obligó sólo una de
ellas fuere realizable (Art, 1397);

d) El deudor está obligado a la indemnización de daños y


perjuicios cuando por su culpa han desaparecido todas las
cosas que alternativamente fueron objeto de la obligación
o se ha hecho imposible el cumplimiento de ésta, La
indemnización se hará tomando por base el valor de la
última cosa que hubiera desaparecido, o del servicio que
últimamente se hubiera hecho imposible (Art 1398).
EFECTOS CUANDO LA ELECCION CORRESPONDE
AL ACREEDOR, Cuando la elección corresponde al
acreedor y éste todavía no la ha notificado al deudor, la
responsabilidad de éste se rige por las reglas
siguientes:
a) Pérdida parcial fortuita. Si alguna de las cosas se ha
perdido por caso fortuito, cumplirá el deudor
entregando la que el acreedor elija entre las restantes,
o la que haya quedado, si una sola subsistiera.
b) Pérdida parcial culpable. Si alguna de las cosas se
ha perdido por culpa del deudor, el acreedor puede
reclamar cualquiera de las que subsisten, o el precio de
la que, por culpa de aquél, hubiera desaparecido.
c) Pérdida total culpable. Si todas las cosas se han
perdido por culpa del deudor, la elección del acreedor
recaerá sobre el precio de cualquiera de ellas,
quedando el deudor obligado también a la
indemnización de daños y perjuicios; pues aunque la
ley no lo dice, si tiene tal obligación en el caso del
artículo 1398, cuando la elección le corresponde a él,
con mayor razón debe tenerla cuando la elección le
corresponde al acreedor. Además está obligación la
impone de una manera general el Art. 1360.
Las mismas reglas se aplicarán a las obligaciones de hacer
o de no hacer, en el caso de que algunas o todas las
prestaciones resultaren imposible (Art. 1399).
Las anteriores reglas del Código son insuficientes porque no
resuelven todos los casos que pueden presentarse. Por
ejemplo, cuando alguna o todas las cosas se pierden por
culpa del acreedor, cuando la primera se pierde por culpa
del deudor y la segunda por culpa del acreedor, cuando la
primera se pierde por culpa del deudor y la segunda por
caso fortuito, etc.; tales casos tendrían que resolverse
aplicando las reglas generales sobre las obligaciones o los
principios de equidad.
OBLIGACIONES FACULTATIVAS. Obligación facultativa es
aquella en que se debe una cosa determinada, pero
concediéndose al deudor la facultad de pagar con ésta o
con otra que se designe. Por ejemplo, Juan debe a Pedro L,
300.00, y se estipula en el contrato que en caso de no
pagarle esa cantidad, le pagará con su escritorio. Es decir,
que estas obligaciones se debe una cosa; pero llegado el
momento del pago, se puede efectuar con la cosa debida o
con la otra designada.
EFECTOS DE LA OBLIGACION FACULTATIVA. Los
efectos de la obligación facultativa son consecuencia de que
se debe únicamente
OBLIGACIONES ALTERNATIVAS

CONCEPTO Y CARACTERES. Obligación alternativa


es aquella por la cual se deben varias prestaciones de
tal manera que el cumplimiento de una de ellas libera al
deudor del cumplimiento de las demás. Por ejemplo, A
se obliga a entregarle a B un caballo retinto 0 500
lempiras. Las características de esta clase de
obligaciones son las siguientes:
a) Que debiéndose varios objetos, basta el pago de
uno de ellos para que el deudor quede liberado
completamente; y

b) Que el acreedor no puede ser compelido a recibir


parte de una cosa y parte de la otra, ni el deudor puede
ser obligado a entregar parte de una cosa y parte de la
otra (Art. 1393).
A QUIEN CORRESPONDE LA ELECCION. Si en el acto
jurídico de donde nace la obligación no se ha concedido
expresamente la elección al acreedor, corresponde al deudor
hacerla.

DESDE CUANDO PRODUCE EFECTO LA ELECCION. La


elección produce su efecto desde que ha sido notificada a la
otra parte. El efecto de esa notificación es que desde el
momento en que se hace, la obligación deja de ser alternativa
y se convierte en obligación de un solo objeto (Art. 1396).
Como la ley no expresa cómo debe hacerse la notificación,
puede hacerse tanto judicial como extrajudicialmente.
EFECTOS CUANDO LA ELECCION CORRESPONDE AL
DEUDOR.
a) El acreedor no puede demandar determinadamente una de
las cosas debidas, sino bajo la alternativa en que se deben
(Art. 1395);
b) El deudor no tiene derecho a elegir entre las prestaciones
imposibles, ilícitas o que no hubieran podido ser objeto de la
obligación (Art. 1394 p. 2°);
c) El deudor pierde el derecho a elegir cuando de las
prestaciones a que alternativamente se obligó sólo una de
ellas fuere realizable (Art, 1397);
d) El deudor está obligado a la indemnización de
daños y perjuicios cuando por su culpa han
desaparecido todas las cosas que alternativamente
fueron objeto de la obligación o se ha hecho imposible
el cumplimiento de ésta. La indemnización se hará
tomando por base el valor de la última cosa que
hubiera desaparecido, o del servicio que últimamente
se hubiera hecho imposible (Art. 1398),
EFECTOS CUANDO LA ELECCION CORRESPONDE
AL ACREEDOR. Cuando la elección corresponde al
acreedor y éste todavía no la ha notificado al deudor, la
responsabilidad de éste se rige por las reglas
siguientes:
a) Pérdida parcial fortuita. Si alguna de las cosas se ha
perdido por caso fortuito, cumplirá el deudor
entregando la que acreedor elija entre las restantes, o
la que haya quedado, Si una sola subsistiera.
b) Pérdida parcial culpable. Si alguna de las cosas se
ha perdido por culpa del deudor, el acreedor puede
reclamar cualquiera de las que subsisten, o el precio de
la que, por culpa de aquél, hubiera desaparecido.
c) Pérdida total culpable. Si todas las cosas se han
perdido por culpa del deudor, la elección del acreedor
recaerá sobre el precio de cualquiera de ellas,
quedando el deudor obligado también a la
indemnización de daños y perjuicios; pues aunque la
ley no lo dice, si tiene tal obligación en el caso del
artículo 1398, cuando la elección le corresponde a él,
con mayor razón debe tenerla cuando la elección le
corresponde al acreedor. Además está obligación la
impone de una manera general el Art. 1360.
Las mismas reglas se aplicarán a las obligaciones de hacer
o de no hacer, en el caso de que algunas o todas las
prestaciones resultaren imposible (Art. 1399).
Las anteriores reglas del Código son insuficientes porque no
resuelven todos los casos que pueden presentarse. Por
ejemplo, cuando alguna o todas las cosas se pierden por
culpa del acreedor, cuado la primera se pierde por culpa del
deudor y la segunda por culpa del acreedor, cuando la
primera se pierde por culpa del deudor y la segunda por
caso fortuito, etc.; tales casos tendrían que resolverse
aplicando las reglas generales sobre las obligaciones o los
principios de equidad.
OBLIGACIONES FACULTATIVAS. Obligación facultativa
es aquella en que se debe una cosa determinada, pero
concediéndose al deudor la facultad de pagar con ésta o
con otra que se designe. Por ejemplo, Juan debe a
Pedro L. 300.00, y se estipula en el contrato que en caso
de no pagarle esa cantidad, le pagará con su escritorio.
Es decir, que estas obligaciones se debe una cosa; pero
llegado el momento del pago, se puede efectuar con la
cosa debida o con la otra designada,
EFECTOS DE LA OBLIGACION FACULTATIVA, Los
efectos de la obligación facultativa son consecuencia
de que se debe únicamente.

OBLIGACIONES CON PLURALIDAD DE SUJETOS


Las obligaciones con pluralidad de sujetos pueden ser
mancomunadas, solidarias o indivisibles.
OBLIGACIONES MANCOMUNADAS. son aquellas en
que habiendo varios deudores o varios acreedores y
un solo objeto divisible, cada deudor está únicamente
obligado al pago de su cuota, y cada acreedor sólo
puede exigir su cuota en el crédito (Art. 1400 p. 1°),
EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES
MANCOMUNADAS.
1) El deudor no está obligado sino al pago de su cuota,
y cada acreedor no puede demandar sino la parte o
cuota que en el crédito le corresponde.
2) La extinción de la obligación que se opera respecto
de un deudor o de un acreedor por algún modo legal de
extinguir las obligaciones, no afecta a los demás
deudores o acreedores.
3) La cuota del deudor insolvente no grava a los demás
codeudores, porque la deuda de cada uno es
independiente de las demás.

4) La interrupción de la prescripción que obra en


beneficio de uno de los acreedores, no aprovecha a los
demás; ni la interrupción que obra en perjuicio de uno
de los deudores perjudica tampoco a los demás
deudores.
5) La nulidad o rescisión de la obligación pronunciada con
respecto a uno de los codeudores o a uno de los
acreedores no aprovecha o perjudica a los otros
acreedores o deudores.

6) La constitución en mora de uno de los deudores no


afecta a los demás, ni la mora del deudor con respecto a
uno de los acreedores aprovecha a los demás.

7) La culpa de uno de los deudores no perjudica a los


demás.
OBLIGACIONES SOLIDARIAS. Obligación solidaria
es aquella en que hay varios deudores o varios
acreedores y que tiene por objeto una prestación que,
a pesar de ser divisible, puede exigirse totalmente por
cada uno de los acreedores o a cada uno de los
deudores, y el pago efectuado a uno de aquéllos o por
uno de éstos, extingue toda la obligación respecto a los
demás, Así, Ay B deben solidariamente mil lempiras a
C.
Si la obligación fuera mancomunada, C sólo podría
exigir quinientos lempiras de cada uno, pero siendo
solidaria puede exigir los mil lempiras a A o a B;
inversamente si Ay B son acreedores solidarios de C,
por mil lempiras, tanto A como B pueden exigir los mil
lempiras de C, pero si son acreedores mancomunados
sólo le pueden exigir quinientos cada uno.
La regla general es que la obligación con pluralidad de
sujetos se entiende mancomunada; pero por una
excepción, la ley, el testador o las partes pueden
disponer que la obligación sea solidaria. Es decir que
para que la obligación sea solidaria, es necesario que
así se declare expresamente ya sea por la ley, por el
testador o por los contratantes.
CARACTERES DE LA SOLIDARIDAD. De lo dicho se
desprende que los caracteres de la solidaridad son los
siguientes:
1) Pluralidad de sujetos, ya sea deudores o
acreedores.
2) Unidad de prestación. La cosa debida debe ser una
sola. Si son varias, habrían tantas obligaciones como
objetos debidos Que la cosa debida sea una sola no
impide que se deba de varios modos; por ejemplo, pura
y simple por un deudor, a plazo o bajo condición para
otros (Art. 1401).
3) Divisibilidad del objeto. Si éste es indivisible por su
naturaleza no habría necesidad de establecer la
solidaridad. La obligación se regiría por las
disposiciones sobre las obligaciones indivisibles.
4) Texto expreso de la ley o declaración de voluntad
que la establezcan, pues de lo contrario la obligación
sería mancomunada.
5) Extinción total de la obligación por el pago de uno de
los deudores o a uno de los acreedores.
FUENTES DE LA SOLIDARIDAD. La solidaridad
puede ser establecida por la ley, por el testador o por
los contratantes: es decir, que puede ser legal,
testamentaria o convencional Ejemplos de solidaridad
legal son los de los artículos 204 y 1927. El testador
puede disponer que una cosa sea debida
solidariamente por sus herederos.
CLASES DE SOLIDARIDAD. La solidaridad es activa
cuando hay varios acreedores con derecho a exigir
cada uno la totalidad de la deuda, y pagada ésta a uno
de ellos se extingue respecto a todos. Es pasiva
cuando ha varios deudores obligados cada uno a pagar
la totalidad de la deuda, de modo que pagada la
obligación por uno de ellos se extingue para todos.
La solidaridad activa es una institución inútil y, además,
peligrosa, porque basta que cualquier acreedor sea
insolvente o de mala fe para que burle fácilmente a sus
coacreedores apresurándose a cobrar I crédito o a
condonar la deuda. La única ventaja que presenta
puede obtenerse por medio del mandato, que no
presenta los inconvenientes de la solidaridad activa.
Por estas razones la solidaridad activa no tiene
aplicación práctica
EFECTOS DE LA SOLIDARIDAD ACTIVA.
a) Efectos entre los acreedores y el deudor:

1) Cada acreedor puede demandar el pago total de


la obligación. Nada se opone a que el acreedor sólo
reclame la parte o cuota que le corresponde y que
acepte del deudor un pago parcial.
2) El deudor puede hacer el pago a cualquiera de los
acreedores que elija, a menos que haya sido
demandado por uno de ellos, pues entonces deberá
hacer el pago al demandante (Art. 1402).

3) El pago hecho a cualquiera de los acreedores


extingue la obligación respecto de todos (Art. 1402 p.
2°).
4) La condonación, compensación o novación de la
deuda hecha entre el deudor y cualquiera de los
acreedores solidarios, extingue la deuda con respecto
a los otros, de la misma manera que el pago lo haría,
con tal que uno de los acreedores no haya demandado
ya al deudor (Art. 1402 p. 2°).
5) La interrupción de la prescripción que obra en
provecho de un acreedor solidario, aprovecha a los
demás (Art. 2302).
b) Efectos entre los coacreedores solidarios cuando la
obligación ha sido extinguida por el pago efectuado a uno de
ellos. Nuestro Código no ha reglamentado estas obligaciones;
pero los principios generales del derecho nos llevan a las
siguientes conclusiones. Si bien cada uno de ellos es reputado
acreedor en el total, no tiene, en realidad, sino una parte en el
crédito; su derecho está limitado por el derecho de los otros, y
de ahí que el acreedor al cual se le ha hecho el pago debe
responder de la parte o cuota que le corresponde a los demás,
o debe pagar la correspondiente indemnización de daños y
perjuicios si ha novado, condonado o compensado la obligación,
y tienen derecho los coacreedores a ejercitar la acción
correspondiente para demandar su cuota.
EFECTOS DE LA SOLIDARIDAD PASIVA.
a) Efectos entre los codeudores y el acreedor:

1 ) El acreedor puede demandar el pago de la deuda a


todos los deudores solidarios conjuntamente o a
cualquiera de ellos a su arbitrio, sin éste puede oponerle
el beneficio de división. Y la demanda intentada contra
alguno de los deudores solidarios no extingue la
obligación solidaria de ninguno de ellos, sino en la parte
que no hubiere sido satisfecha por el demandado (Art.
1403 y 1404).
2) El pago total de la obligación hecho por cualquiera
de los deudores solidarios, extingue la obligación
respecto a todos los demás, puesto que la prestación
debida es una sola.
3) La condonación de la deuda hecha por el acreedor a
cualquiera de los deudores extingue la obligación
solidaria respecto a los demás solamente en la cuota
que correspondía al deudor a quien se hizo la
condonación (Art. 1408).
4) La novación entre el acreedor y uno cualquiera de
los deudores libera a los otros, a menos que éstos
accedan a la obligación nuevamente constituida (Art.
1409).
5) La interrupción de la prescripción que obra en
perjuicio de un codeudor solidario, perjudica a todos los
demás (Art. 2302).
6) La constitución en mora de un deudor solidario,
importa la constitución en mora de todos los demás.
7) Si el cuerpo cierto debido se pierde o la prestación le
hace imposible sin culpa de los deudores solidarios, la
obligación queda extinguida. Si ha mediado culpa de
parte de cualquiera de ellos, todos son responsables
para con el creedor, del precio y de la indemnización de
daños y perjuicios, sin perjuicios de su acción contra el
culpable o negligente (Art. 1411).
Excepciones que puede oponer el deudor solidario
demandado por el acreedor. El deudor solidario
demandado debe oponer al acreedor tres clases de
excepciones: las reales, las personales y las mixtas.
1) Excepciones reales o comunes son aquellas que resultan
de la naturaleza de la obligación misma, sin consideración
a las personas que la hayan contraído, y pueden oponerlas
todos los codeudores y por esto se les llama comunes.
Tales son: la nulidad absoluta de la obligación por ilicitud
del objeto o de la causa o por la omisión de alguna
solemnidad legal establecida en consideración al acto o
contrato; las excepciones que se fundan en el no
cumplimiento del plazo o condición establecidos respecto a
todos los deudores; y las que atañen a las causas de
extinción que afectan a toda la obligación, como el pago, la
novación, pérdida de la cosa, prescripción.
2) Excepciones personales son las que provienen de la
situación particular en que el deudor demandado se
encuentra y que a él compete invocar como son: la
nulidad relativa por omisión de formalidades
establecidas en consideración al estado o calidad de
las personas, por error, fuerza, intimidación, dolo o
incapacidad relativa; las modalidades de plazo o
condición que afectan al deudor demandado; los
privilegios concedidos a ciertos deudores, como el
beneficio de competencia, cesión de bienes.
Excepciones mixtas son las que tienen un carácter
personal para otro deudor, pero que el deudor
demandada puede aprovechar en la parte de que aquél
es responsable. Tales son la remisión o condonación
parcial de la deuda, la compensación. Por ejemplo, A, B
y C son deudores solidarios por novecientos lempiras;
el acreedor condona la deuda a A, y después demanda
a B cobrándole los novecientos lempiras; B puede
oponerle como excepción la condonación parcial de la
deuda, y sólo pagarle seiscientos lempiras. Lo mismo
puede decirse respecto a la compensación (Art. 1410).
a) Efectos de la solidaridad pasiva entre los
codeudores. Un principio fundamental inspira esta
cuestión: la solidaridad sólo existe en las relaciones
entre los deudores y el acreedor; no hay solidaridad
entre los deudores. Por tanto, cada deudor, a la
postre, debe soportar sólo la parte que le
corresponda en la deuda. Pero esta solución sólo se
aplica naturalmente cuando la obligación se ha
extinguido por un modo oneroso para el deudor,
como el pago u otro medio que implica un sacrificio
económico para el deudor;
pues cuando la obligación se extingue por un modo
que no implica un sacrificio pecuniario, como la pérdida
de la cosa debida, la prescripción, la condonación total,
ningún deudor tiene que pagar. Ahora bien, cuando la
deuda deba repartirse entre los deudores, hay que
considerar tres situaciones: cuando la obligación
interesaba a todos, cuando interesaba sólo a alguno o
algunos, y cuando hay un deudor insolvente (Art.
1412).
1) La obligación interesaba a todos. En este caso, el
deudor solidario que ha pagado la deuda o la ha
extinguido por alguno de los medios equivalentes al
pago, queda subrogado en la acción del acreedor con
todos sus privilegios y seguridades, pero limitada
respecto a cada uno de los codeudores a la parte o
cuota que tenga este codeudor en la deuda (Art, 1412
p. 1°)
2) La obligación interesaba sólo a alguno o algunos de
los deudores. Aquí los interesados son responsables
entre si según las partes o cuotas que les
correspondan en la deuda, y los otros codeudores son
considerados como fiadores. p lo tanto, si la extinción
se opera por obra del único interesado nada puede
exigir de sus codeudores. Si se extingue por uno' de los
varios interesados, puede accionar contra los demás
deudores que tengan interés en la obligación;
subrogándose en los derechos del acreedor para
cobrar a caga uno su cuota Los deudores que carecen
de interés en la obligación son reputados fiadores de la
misma. Esto significa que tienen derecho a que se les
reembolse íntegramente lo pagado y se subrogan en
los derechos del acreedor, sin limitaciones, esto es, de
modo que pueden reclamar el total a cada uno de los
interesados en la obligación (Art. 1412 p. 2037 y 2038).
La cuota del deudor insolvente. La parte o cuota del
deudor insolvente se reparte entre todos los otros a
prorrata de las suyas, comprendidos aun aquellos a
quienes el acreedor haya exonerado de la solidaridad.
Por ejemplo, A, B y C deben solidariamente L 900.00. A
paga la deuda y B resulta insolvente. Entonces la
deuda tienen que soportarla sólo Ay C. Por tanto, C
debe reembolsar L 450.00 a A. (Art. 1412 p. 3°)
EXTINCION DE LA SOLIDARIDAD. La solidaridad se
extingue cuando queda extinguida la obligación,
naturalmente. Pero lo que nos toca ahora examinar son
las causas por las que se extingue la solidaridad
existiendo todavía la obligación. Estas causas son: la
renuncia de la solidaridad por el acreedor y la muerte
de uno de los codeudores que deja varios herederos.
a) La renuncia. La solidaridad es un beneficio que mira
al interés del acreedor, y por lo mismo puede
renunciarla (Art. 11). Esta renuncia puede ser individual
o general, es decir, respecto a uno de los deudores o
respecto a todos; en ambos casos, puede ser expreso
tácita. Hay renuncia individual tácita cuando el
acreedor le ha exigido o reconocido a uno de los
deudores el pago de su cuota de la deuda,
expresándolo así en la demanda o en la carta de pago,
sin la reserva especial de la solidaridad, o sin la
reserva general de sus derechos.
Pero esta renuncia individual o parcial, sea expresa o
tácita, no extingue la acción solidaria del acreedor
contra los otros deudores por toda la parte del crédito
que no haya sido cubierta por el deudor a cuyo
beneficio se renunció la solidaridad. Por ejemplo, A, B y
C son deudores solidarios por L 1.500.00; el acreedor
demanda a C, sin hacer reserva alguna, y obtiene sólo
L 300.00. Subsiste la solidaridad respecto de A y B por
el saldo de L 1.200.00. Hay renuncia general o total
cuando el acreedor consiente en la división de la deuda
(Art. 1406).
b) Muerte de uno de los deudores. Si muere uno de los
deudores solidarios, el acreedor puede: 1) Demandar
a uno de los deudores vivos exigiéndole la totalidad de
la obligación ya que la solidaridad subsiste para él con
todas sus consecuencias; 2) Demandar a todos los
herederos del difunto, en conjunto, y exigirles la
totalidad de la obligación, porque todos ellos,
considerados conjuntamente;
son solidariamente responsables; 3) Demandar
separadamente a uno de los herederos del deudor, en
cuyo caso cesa la solidaridad y no podrá exigir el
acreedor sino la cuota que a cada heredero
corresponde a prorrata de sus cuotas hereditarias. Por
ejemplo, A y B y C deben solidariamente L. 3.000,00; A
muere dejando como herederos a D y E, Si el acreedor
demanda a uno de éstos, sólo puede exigirle
L.1.500.00, porque la solidaridad no pasa a los
herederos.
OBLIGACIONES INDIVISIBLES. Interés del tema. La
divisibilidad o indivisibilidad de la obligación no ofrece
interés cuando sólo hay un deudor y un acreedor. En tal
caso, la obligación se comparta y debe ser ejecutada
como si fuera indivisible. El deudor debe cumplirla
íntegramente. La cuestión tiene interés si hay pluralidad
de sujetos, y, especialmente cuando fallece el deudor o
el acreedor, dejando varios herederos. Si es indivisible la
obligación, no se dividirá ni activa ni pasivamente; a
cada heredero del deudor podrá forzársele al pago
íntegro y cada heredero del acreedor podrá reclamar el
pago total, porque la indivisibilidad pasa a los herederos.
Obligaciones divisibles e indivisibles. Para juzgar si
la obligación es divisible o indivisible debe atenderse a
la naturaleza de la prestación que constituye su objeto.
De manera que se reputan indivisibles las obligaciones
que no son susceptibles de cumplimiento parcial, como
la de dar un cuerpo cierto, la de transportar a una
persona a determinado lugar. Son divisibles las
obligaciones que son susceptibles de cumplimiento
parcial, como las que tienen por objeto la prestación de
un número de días de trabajo o la ejecución de obras
por unidades métricas.
Son divisibles las obligaciones que son susceptibles de
cumplimiento parcial, como las que tienen por objeto la
prestación de un número de días de trabajo o la
ejecución de obras por unidades métricas.
En las obligaciones de no hacer, la divisibilidad o
indivisibilidad se decide por el carácter de abstención
en cada caso particular (Art. 1416).
Efectos de la obligación indivisible mancomunada
cuando un deudor falta a su compromiso. En este caso,
la obligación se resuelve en indemnizar daños y perjuicios,
desde que cualquiera de los deudores falta a su
compromiso; pero los deudores que hubiese estado
dispuestos a cumplir los suyos, no contribuirán a la
indemnización con más cantidad que la porción
correspondiente del precio de la cosa o del servicio en que
consistiere la obligación (Art. 1415); es decir, que estos
deudores sólo responden, a prorrata, del daño emergente,
pero no del lucro cesante; en cambio, el deudor negligente
responde tanto del uno como del otro.
Diferencias entre la obligación solidaria y la obligación
indivisible.
a) La solidaridad tiene como fuente la ley, un
testamento o una convención que determina que no
puede cumplirse por partes una prestación
naturalmente divisible; la indivisibilidad resulta de la
prestación misma que no puede dividirse por su
naturaleza.
b) La solidaridad no pasa a los herederos; la
indivisibilidad pasa a los herederos y para ellos la
obligación sigue siendo indivisible.
c) Si parece la cosa en la obligación solidaria, la
obligación de pagar el precio, que reemplaza a la cosa
debida, es también solidaria; mientras que en la
obligación indivisible, cada deudor sólo debe su parte o
cuota en el precio y los perjuicios.
d) En la obligación solidaria cada acreedor se reputa
dueño absoluto del crédito y puede condonar la deuda,
novarla, etc. En la obligación indivisible cada acreedor
es dueño de su cuota; no puede novar la obligación o
condonarla.

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