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Hemorragia Digestiva Baja
Dr. Fabricio Barros
Hemorragia Digestiva Baja • La hematoquecia suele indicar hemorragia GI más baja, pero puede producirse por una hemorragia GI intensa con tránsito rápido de sangre a través del intestino. • La melena indica comúnmente una hemorragia GI alta, pero la causa puede ser también una fuente sangrante del intestino delgado o el colon ascendente. • La hemorragia oculta cronica puede producirse en cualquier punto del tracto GI y se puede detectar mediante exploración química de una muestra de heces. La hemorragia digestiva baja se puede clasificar mediante el grado de compromiso hemodinámico que se tenga: • A) Aguda: hemorragia de menos de 3 días de duración. • 1. Hemorragia digestiva baja moderada: Se clasifica así cuando hay una compensación en la hemodinámica inicial, con restauración gradual del volumen y contenido plasmático, aunque pueda necesitar varios días antes de restaurar la homeostasis • 2. Hemorragia digestiva baja masiva: La presencia de taquipnea, taquicardia e hipotensión ortostática, nos indica su gravedad y se corresponde generalmente con una pérdida sanguínea superior al 15% del volumen total o a una velocidad superior a 100 ml/hr. La hemorragia digestiva baja se puede clasificar mediante el grado de compromiso hemodinámico que se tenga: • B) Cronica: Pérdida de • C) Hemorragia digestiva baja sangre continua (varios oculta: corresponde a las días o semanas) o pérdidas digestivas que no intermitente. modifican las caracteristicas macroscópicas de las heces, por lo tanto se reconocen sólo por la positividad de los exámenes químicos de detección de sangre en heces (guayaco o de la bencidina). ETIOLOGIA • A) Patologia Orificial: • B) Lesiones endoluminales: • 1. Hemorroides: Es la • 1. Polipos y Poliposis: Comprenden entre el 5 causa más frecuente de al 11% de las causas de HDB. Se caracteriza por emisión de sangre por el la eliminación indolora de pequeñas cantidades recto, y puede significar de sangre fresca, a veces con coágulos al final del 2 al 9% de HDB. de la defecación. • 2. Fisura anal: suele estar • 2. Neoplasia Recto-Colonica: las neoplasias son causada por un la causa de alrededor del 5% de todos los casos traumatismo del canal de hemorragia digestiva, pero representan un porcentaje mucho más elevado si sólo se anal producido durante la consideran los pacientes mayores de 60 años. defecación forzada de • 3. Diverticulosis Colonica: El 3 a 5% de los heces duras de gran tamaño. Otras causas de pacientes con diverticulosis colónica pueden presentar HDB, aunque en pacientes sobre los fisura anal son: esfuerzo 60 años es la causa más común de HDB. La defecatorio excesivo, causa del sangrado es la erosión de un vaso en enfermedad de Crohn, el fondo del divertículo. ETIOLOGIA • C) Angiodisplasia o Ectasias Vasculares: son lesiones degenerativas que aparecen después de los 60 años de edad y se asocian a otras enfermedades sistémicas, principalmente estenosis aórtica, enfermedad broncopulmonar obstructiva crónica y cirrosis hepática. Endoscópicamente aparecen como lesiones planas rojizas de 2 a 10 milímetros. Son causa del 3 al 12% de los casos de HDB. ETIOLOGIA • D) Otras causas: 1. Fiebre Tifoidea: puede cursar con complicaciones graves, como enterorragia y perforación. 2. Diverticulo de Meckel: es la causa más frecuente de HDB en niños y jóvenes, pero muy raro en adultos. 3. Enfermedad Inflamatoria Intestinal: La colitis ulcerosa corresponde del 2 al 8% de las causas del HDB y la enfermedad de Crohn menos del 2%. 4. Colitis Isquemica: Representa del 3 al 9 % de la HDB. Es la enfermedad isquémica más frecuente del aparato digestivo y la afección cólica más frecuente del anciano. En la mayoría de los casos tiene un origen arteriosclerótico. 5. Enterocolitis infecciosa (bacilares, amebianas, etc). Consiste en la inflamación de colon e intestino delgado. Las enterocolitis infecciosas pueden causar rectorragia en asociación con un cuadro disentérico (inflamación del intestino). 6. Enteritis actinica o por radiacion. Afectan en el 4-10% de las pacientes tratadas con radioterapia por tumores ginecológicos. 7. Trastornos de coagulacion y tratamientos anticoagulantes. 8. Tuberculosis intestinal. 9. Colitis pseudomembranosa. 10. Tumores colonicos: Representa del 2 al 26% de los casos de HDB, la causa del sangrado son las erosiones de la superficie luminal. 11. Duplicacion Intestinal. 12. Intususcepcion Intestinal. EPIDEMIOLOGIA • La HDB es más frecuente en el varón que en la mujer, y su incidencia aumenta con la edad. • Además es de 3 a 5 veces más frecuente que la HDA y suele tener un curso menos grave. CLINICA • Las manifestaciones de la HDB dependen de la velocidad del sangrado y la enfermedad subyacente o coexistente. • La historia clínica detallada es fundamental para la orientación diagnóstica. Historia clinica 1. Mientras más distal y/o mayor velocidad de tránsito, más rojo el color de la sangre eliminada. 2. Deposiciones formadas, mezcladas con sangre que se elimina al final de la defecación, sugieren patología orificial. 3. Melena precediendo a la hematoquecia, historia ulcerosa, ingesta de alcohol o de medicamentos ulcerogénicos, deben hacer descartar una hemorragia digestiva alta. 4. Prurito y/o dolor anal, también sugieren patología orificial. 5. Fiebre: fiebre tifoidea, diarrea infecciosa, enfermedad inflamatoria intestinal, o linfoma intestinal. 6. Heces acintadas, cambios de hábito intestinal o compromiso del estado general: neoplasia. 7. Antecedentes de irradiación: rectitis actínica. 8. Otros elementos de valor diagnóstico en la historia: traumatismos, antecedentes familiares de cáncer colorrectal, telangectasias (dilatación permanente de capilares y vénulas superficiales) y poliposis, tratamiento Datos del examen fisico • 1. Para estimar la cuantia o gravedad de la hemorragia: a). Control de signos de shock: pulso, aspecto de la piel, presión arterial en decúbito y pie, presión venosa central, diuresis. b). Evaluación cardiopulmonar y de otros sistemas susceptibles de daño por shock. c). Control de la persistencia o recurrencia de la hemorragia: se basa en la evolución de los parámetros hemodinámicos y en la presencia de sangre por sonda nasogástrica. • 2. Para orientar el diagnostico etiologico: a). Si al aspirar contenido gástrico se obtiene sangre, se hace diagnóstico de hemorragia digestiva alta. b). Buscar evidencias de daño hepático crónico. c). Presencia de telangectasias en labios y mucosas sugiere Rendu-Ossler (enfermedad vascular hereditaria); melanosis cutanea o mucosa orienta a Peutz- Jeghers (enfermedad hereditaria que se caracteriza por la presencia de pólipos intestinales). d). Palpacion de masa abdominal sugiere neoplasia, enfermedad diverticular complicada o enfermedad de Crohn. e). La presencia de fiebre y esplenomegalia sugieren fiebre tifoidea o linfoma Tacto rectal • La simple exploración digital del recto es imprescindible, pues permite conocer el aspecto del contenido rectal cuando no se ha observado directamente la deposición hemática y descartar lesiones ocupantes de espacio o irregularidades de la pared rectal que puedan orientar el origen de la hemorragia. • Es imprescindible una exploración digital del recto en busca de masas, fisuras y hemorroides. • Debe registrarse también el color de las deposiciones. Laboratorio • 1. Hematocrito: aunque tarda 24 horas en reflejar valor real, es útil para el control de la evolución. Debe determinarse al ingreso y luego cada 12 - 24 horas., según el caso. • 2. Grupo Sanguineo y Rh: Imprescindible para la reposición de la sangre y conocer las reservas en el banco. • 3. Nitrogeno ureico y creatinina puede corresponder a reabsorción de proteína en sangramiento proximal al colon. • 4. Estudio de coagulacion: protrombina, tiempo de sangría y recuento de plaquetas. • 5. Electrocardiograma y enzimas cardiacas: necesarias en pacientes con riesgo cardiovascular, para detectar isquemia y/o necrosis miocárdica en relación al trastorno hemodinámico o frente al uso de vasopresina. Anuscopia-proctosigmoidoscopia • Está indicada cuando se sospecha una lesión en la zona anorrectosigmoide, como hemorroides, fisuras, proctitis (inflamación del recto) ulcerosa o infecciosa, úlcera o cáncer rectal. • Es el primer procedimiento que debe efectuarse ante la sospecha de una hemorragia digestiva baja. • Permite una buena visión del recto y de parte del sigma, donde se encuentran la mayor parte de las lesiones que provocan rectorragia (pólipos rectales, rectosigmoiditis, colitis ulcerosa). • Permite obtener muestras para estudio de contenido fecal (examen parasitológico directo, coprocultivo), y tomar biopsias para estudio histológico. Colonoscopia • La colonoscopia es una exploración mediante la cual un endoscopista experto consigue visualizar hasta el ciego en el 90% de los casos. • Debido a las dificultades que entraña la visualización de la mucosa cuando la luz del colon está inundada con sangre y coágulos, la utilidad de la colonoscopia es escasa en las hemorragias de débito elevado. • Es el procedimiento de elección en los casos de hemorragia digestiva baja con rectosigmoidoscopia normal. • Además de lograrse una visión completa del colon, permite ver parte del íleon, mediante una ileoscopia retrógrada, y realizar técnicas diagnósticas, así como técnicas terapéuticas como polipectomía y electrocoagulación. • La colonoscopia no impide estudios posteriores con bario o Angiografia • La radiología convencional y la endoscopia tienen poca sensibilidad diagnóstica en la hemorragia digestiva baja originada en segmentos proximales a la región rectosigmoide. • En la hemorragia de débito superior a 0,5 mL/min, la arteriografía mesentérica suele localizar el punto sangrante mediante la observación de contraste extravasado. • Esta técnica tiene gran valor diagnóstico en los pacientes con hemorragia secundaria a anomalías vasculares (angiodisplasia, hemangioma, fístula aortoentérica) o lesiones tumorales que distorsionan la vascularización de la zona donde asientan. • La cateterización selectiva también permite la inyección de agentes vasoconstrictores como la vasopresina, o embolizantes como el gelfoam, con finalidad terapéutica. • En todo caso, la localización del punto sangrante orienta al cirujano sobre la topografía de la resección quirúrgica a realizar. • Tiene indicación cuando la hemorragia es masiva, pues, para tener rendimiento, requiere que la velocidad del sangrado sea superior a 0.5 ml/min. • Habitualmente no demuestra etiología, sino que sólo la cuantía y localización del TRATAMIENTO TRATAMIENTO
• Debe considerarse como una urgencia hasta
que no se demuestre lo contrario. Valoracion y reposicion de la perdida de sangre • La mayoría de las hemorragias GI ceden espontáneamente. • Tras el restablecimiento de un volumen sanguíneo suficiente, el paciente tiene que ser observado estrictamente en busca de signos de una nueva hemorragia. Tratamiento especifico • La mayoría de las hemorragias GI bajas no requieren un tratamiento urgente específico. • En la hemorragia diverticular continua y grave puede ser imprescindible la cirugía o la angiografía con infusión intraarterial de vasopresina. • En las hemorragias graves o recurrentes por angioma del colon puede utilizarse como tratamiento inicial la coagulación endoscópica con sonda térmica o la electrocoagulación bipolar. • Los angiomas que no responden al tratamiento endoscópico se tratan quirúrgicamente. • La polipectomía colonoscópica, o la laparotomía, pueden extirpar otras lesiones sangrantes GI bajas (p. ej., cánceres, pólipos). • Las hemorroides internas sangrantes en forma aguda o crónica responden al tratamiento médico en la mayoría de los casos. • Los fracasos se tratan mediante anoscopia con ligaduras elásticas, A. Pacientes estables o con sangrado cronico • Se realizará estudio diagnóstico electivo de acuerdo al siguiente esquema: historia, examen físico y exámenes de laboratorio, panendoscopia, colonoscopia con ileoscopia retrógrada, radiología de doble contraste de intestino delgado y grueso, yeyunoscopia proximal con colonoscopio por vía oral, técnicas de medicina nuclear, angiografía, enteroscopia, endoscopia intraoperatoria. B. Pacientes hemodinamicamente inestables o con sangrado masivo • Deben estudiarse hospitalizados, idealmente en U.C.I. durante la fase de estabilización hemodinámica. 1) Colonoscopia de urgencia: Debe intentarse aún sin preparación, aunque a veces resulta impracticable. 2) Si el sangrado se ha detenido: colonoscopia con preparacion adecuada. 3) Si la hemorragia persiste, tras la colonoscopia de urgencia, se realiza estudio cintigrafico. Si es positivo, se deberá elegir de acuerdo a la condición del paciente, entre angiografía, colonoscopia de emergencia o, en casos extremos, la cirugía dirigida. 4) Infusion de vasopresina. Detiene la hemorragia en un alto porcentaje de casos. Aunque su efecto transitorio, permite completar el estudio. Se usa por vía arterial (después de la angiografía) o endovenosa. En estos casos, la dosis habitual es de 0,4 U/min, y luego se reduce progresivamente. Usar bajo monitorización electrocardiográfica y vigilancia hemodinámica. Se ha utilizado también octeotride y glipresina en infusión continua, con buenos resultados y sin los efectos colaterales de la vasopresina. 5) Embolizacion arterial. C. Tratamiento Quirurgico • La cirugía es el único tratamiento definitivo de algunas causas de HDB. En raras ocasiones, en que el estudio completo es negativo, puede ser un recurso diagnóstico. Siempre es preferible la cirugía electiva, con preparación de colon, estabilidad hemodinámica y conocimiento del sitio de origen del sangrado. En el adulto y especialmente en el mayor de 50 años, las causas más frecuentes de sangrado agudo y masivo que pueden requerir cirugía son: • 1. Diverticulosis Colonica. • 2. Angiodisplasias. • 3. Patologia Grave. • 4. Otros Casos: a). Polipos intestinales, b). Tumores colonicos, c). Fiebre Tifoidea complicada, d). Hemorroides,