Li-5toSm-Vanguardismo Peruano

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Curso:

LITERATURA

Tema:
VANGUARDISMO PERUANO: César
Vallejo

Grado: Semana:
5º SM 36
«…Y, desgraciadamente,
el dolor crece en el mundo a cada rato,
crece a treinta minutos por segundo, paso a paso,
y la naturaleza del dolor, es el dolor dos veces
y la condición del martirio, carnívora, voraz,
es el dolor dos veces
y la función de la yerba purísima, el dolor
dos veces
y el bien de ser, dolernos doblemente….»

«…Señor Ministro de Salud: ¿qué hacer?


¡Ah! desgraciadamente, hombre humanos,
hay, hermanos, muchísimo que hacer.
Existen varias versiones sobre el hecho de que el famoso pintor y escultor español, Pablo Picasso, dibujara
tres bocetos del rostro de César Vallejo.
Una de las versiones, la de Bryce Echenique cuenta que Picasso y Vallejo solían coincidir en el Café
Montparnasse de París, y que cuando el pintor se enteró de la muerte del poeta, se animó a retratarlo, a
pesar de que no tuvo el placer de conocerlo.
Otra versión es la relatada por el prologuista del libro "España aparta de mí este cáliz" (1939), Juan Larrea,
quien manifestó que luego del fallecimiento del poeta se reunió con Picasso, y al contarle la noticia, y leerle
algunos versos de Vallejo, el pintor se sintió conmovido y expresó “A éste sí que le hago el retrato”
La referencia más conocida resume la creación de los bocetos de Vallejo hechos por Picasso, a una reunión
de poetas en la oficina cultural española en la capital francesa.
HAY, HERMANOS, MUCHÍSIMO QUE HACER

Estos hechos
son parte de la
época de César
Vallejo y
aparecerán en
su obra
literaria.

Vallejo entra a trabajar en la hacienda


"Roma" de la que saldrá marcado . . Habían
cerca de 4,000 peones que trabajaban en
En Huamachuco, Vallejo conocerá muy de cerca la los campos de caña, donde se extenuarán
explotación de los obreros en las minas de hasta el sol poniente y de alimento solo un
Quiruvilca que más tarde aparecerán en su novela puñado de arroz. Estos peones son
El Tungsteno. capturados por siniestros enganchadores
que los embriagan dominicalmente.
COMPAÑEROS POETAS

Emilio Adolfo Westphalen Alberto Hidalgo

Xavier Abril
César Moro

Carlos Oquendo de Amat Juan Parra del Riego Martín Adán


GRUPO ORKOPATA

Fue el mayor movimiento literario y artístico del


altiplano peruano, se formó en Puno en el año
de 1925 por iniciativa y liderazgo de Gamaliel
Churata. Sus integrantes superan los cincuenta.

Tuvo intensa actividad. En literatura, promocionó


a muchos poetas y narradores a nivel nacional e
internacional y publicó los libros Ande y Falo. En
Orkopata (Alejandro y Arturo Peralta sentados)
teatro escenificó la obra quechua Tucuypac
Munascan. En música formó una comparsa de Orkopata tuvo afán de innovación,
sicuris. En danza reivindicó y recreó bailes de búsqueda, el querer escapar de
altiplánicos. En periodismo hizo posible la la chatura de la vida provinciana
circulación del Boletín Titikaka. en el Puno aldeano de la década
del 10. Les llevó a nuclearse en el
“Grupo Bohemia Andina”, que
conformaron Arturo Peralta
(Churata) Alejandro Peralta, Emilio
Romero, Alejandro Franco, Emilio
Armaza, Víctor Villar Chamorro,
Ezequiel Urviola, etc.. «Gamaliel Churata»
¿CÓMO LLEGÓ LA VANGUARDIA AL PERÚ?

Revistas y manifiestos son piezas


imprescindibles para la
comprensión de este
movimiento. Los escritores que
colaboraron en ellas, si bien
adoptaron las formas técnicas de
la vanguardia, incorporaron
también problemas peruanos
relativos a lo económico, lo social
y lo político.
«Yo no sufro este dolor como César Vallejo.
Yo no me duelo ahora mismo como artista,
como hombre ni como simple ser vivo siquiera.
Yo no sufro este dolor como católico, como
mahometano ni como ateo. Hoy sufro
solamente…»
YO NACÍ UN DÍA QUE DIOS ESTUVO ENFERMO

• Nació en Santiago de Chuco, el 16 de marzo .


• Trabajó en el centro minero de Quiruvilca y en la
hacienda azucarera Roma.
• Tuvo interés por la Medicina, pero lo dejó por las
letras.
• Integró el Grupo Norte, encabezado por Antenor
Orrego y Haya de la Torre.
• Fue acusado de un incendio y saqueo a una casa
comercial (Trujillo, 1920) y encarcelado durante
112 días injustamente.
• Viajó a Francia, España (lugares donde residió) y la
Unión Soviética.
• Se casó con Georgette Philippart.
• Interesado por el Marxismo y el Comunismo.
• Falleció en 1938 en París.
Sus padres fueron Francisco de
Paula Vallejo Benítez y María de los
HAY SOLEDAD EN EL HOGAR; SE REZA Santos Mendoza Gurrionero. Fue el
menor de once hermanos. Su
apariencia mestiza se debió a que
sus abuelas fueron indígenas y sus
abuelos gallegos.

César Vallejo recuerda a su madre


como una gigantesca figura bajo sus
ojos de niño, sus hermanos que
parecen ser el territorio de felicidad,
los que jugaban con él a
esconderse, los que comían de su
mismo pan, su padre aparece algo
distante en su memoria.

Los hermanos de Vallejo La casa de Vallejo


Santiago de Chuco
ESTUDIOS SUPERIORES

En 1910 se matricula en la Facultad de Letras


de la Universidad Nacional de Trujillo, pero
debido a la carencia económica retorna a su
pueblo, con el propósito de trabajar y ahorrar
para continuar luego sus estudios. Apoya a su
padre en sus tareas administrativas de
gobernador y toma contacto con la realidad de
los trabajadores de las minas de Quiruvilca,
cerca de Santiago de Chuco, lo que recordará
más adelante en su novela El tungsteno.

En 1911 viaja a Lima para matricularse en la


Facultad de Medicina de San Fernando, pero
nuevamente abandona el claustro
universitario por razones económicas o tal vez
por desilusionarse de dicha carrera.

Facultad de Medicina de San Fernando


Ciro Alegría, gran novelista peruano, recuerda a su
EL MAESTRO VALLEJO maestro César Vallejo con estas palabras

«…Bajo la abundosa melena negra, su faz mostraba líneas duras y definidas. La nariz era
enérgica y el mentón, más enérgico todavía, sobresalía en la parte inferior como una
quilla. Sus ojos oscuros —no recuerdo si eran grises o negros— brillaban como si hubiera
lágrimas en ellos. Su traje era uno viejo y luído y, cerrando la abertura del cuello blando,
una pequeña corbata de lazo estaba anudada con descuido. Se puso a fumar y siguió
mirando hacia la puerta, por la cual entraba la clara luz de abril. Pensaba o soñaba quién
sabe qué cosas. De todo su ser fluía una gran tristeza. Nunca he visto un hombre que
pareciera más triste. Su dolor era a la vez una secreta y ostensible condición, que terminó
por contagiárseme. Cierta extraña e inexplicable pena me sobrecogió. Aunque a primera
vista pudiera parecer tranquilo, había algo profundamente desgarrado en aquel hombre
que yo no entendí sino sentí con toda mi despierta y alerta sensibilidad de niño. De
pronto, me encontré pensando en mis lares nativos, en las montañas que había cruzado,
en toda la vida que dejé atrás. Volviendo a examinar los rasgos de mi profesor, le
encontré parecido a Cayetano Oruna, peón de nuestra hacienda a quien llamábamos
Cayo. Éste era más alto y fornido, pero la cara y el aire entre solemne y triste de ambos,
tenían gran semejanza. El hombre Vallejo se me antojó como un mensaje de la tierra y
seguí contemplándolo. Tiró el cigarrillo, se apretó la frente, se alisó otra vez la sombría
melena y volvió a su quietud. Su boca contraíase en un rictus doloroso. Cayo y él. Mas la
personalidad de Vallejo inquietaba tan sólo de ser vista. Yo estaba definitivamente
conturbado y sospeché que, de tanto sufrir y por irradiar así tristeza, Vallejo tenía que ver
tal vez con el misterio de la poesía. Él se volvió súbitamente y me miró y nos miró a todos.
Los chicos estaban leyendo sus libros y abrí también el mío. No veía las letras y quise
llorar…»
AMADA, MORIREMOS LOS DOS JUNTOS, MUY JUNTOS
De emociones intensas, sus parejas
han sido musas inspiradoras de
algunas de sus más grandes obras.
María Rosa Sandoval por Los heraldos Mirtho

negros, Mirtho (Zoila Rosa Cuadra),


una muchacha de quince años, al
María Rosa Sandoval
igual que tiempo después con Otilia
Villanueva con los poemas de Trilce.

En Europa, 1926 conoce a su primera Otilia Villanueva

compañera francesa, Henriette


Maisse, con quien convivirá dos años,
para iniciar su última relación
amorosa con Georgette Marie
Al costado de Vallejo, Henriette Maisse Phillipart Travers, una joven de 18
años con quien realiza sus últimos
viajes y se casa en 1934. Georgette Phillipart
SUS AMIGOS, SUS MAESTROS

Grupo Norte Con el Conde de Lemos

En 1916 frecuenta con la juventud intelectual de la época agrupada en la


bohemia trujillana, conocida luego como Grupo Norte, donde figuran
personalidades como Víctor Raúl Haya de la Torre. En Lima, conoce a lo más
selecto de la intelectualidad limeña como Clemente palma, José María Eguren y
Manuel González Prada, a quien los más jóvenes consideran entonces un
maestro y guía. En la capital, Vallejo se vinculó con escritores e intelectuales
como Abraham Valdelomar y su grupo Colónida, a José Carlos Mariátegui; con
ambos hace profunda amistad. También conoce a Luis Alberto Sánchez y Juan
Parra del Riego. Con el Amauta
OH LAS CUATRO PAREDES DE LA CELDA

El 1° de agosto ocurre el incendio y saqueo de una


casa de su pueblo al que había retornado tras la
muerte de su madre del que se acusa injustamente
a Vallejo como participante y azuzador. Se esconde
pero es descubierto apresado y arrojado a un
calabozo de Trujillo, donde permanecerá 112 días.

En prisión (1920), gana el segundo premio (el


primero fue declarado desierto) de la
Municipalidad de Trujillo como el poema Fabla de
gesta (Elogio al Marqués de Torre Tagle), El hermano del poeta, Néstor, con César

compitiendo bajo un seudónimo a fin de dar


imparcialidad al concurso. El Doctor Francisco Távara Córdova
inauguró la exposición documental
«Desagravio a Vallejo, de juez a
En mi celda leo de cuando en injusto reo». Este fue un acto de
cuando; muy de breve en breve reivindicación al ilustre poeta, quien
cavilo y me muerdo los codos de fuera sometido en el año 1920 a un
rabia…Es cosa fea esta. injusto proceso penal por los delitos
de asonada y daños.
CÉSAR VALLEJO Y EL HEROSIMO SOCIALISTA
Su salud quebrantada por las noticias de la muerte de su padre, no le
impiden seguir escribiendo y viajando por España y Rusia. Retorna a París
y funda la célula parisina del Partido Socialista que había iniciado su
amigo José Carlos Mariátegui en Perú.

Testigo de la caída de la monarquía borbónica y la proclamación de la


Segunda República Española (1931); se relaciona también con grandes
escritores españoles como Miguel de Unamuno, Federico García Lorca,
Rafael Alberti, Gerardo Diego y José Bergamín. Publica también su novela
proletaria El Tungsteno, y su libro de crónicas y ensayos Rusia en 1931,
que se convirtió en lo más vendido: tres ediciones en solo cuatro meses.

En 1931 participa en el Congreso Internacional de Escritores Solidarios


con el Régimen Soviético. Se le prohíbe publicar Entre las dos orillas corre
el río, Rusia ante el segundo plan quinquenal y su recopilación de ensayos
El arte y la revolución por ser obras de carácter marcadamente marxista y
revolucionario.

Escribe Colacho Hermanos o presidentes de América, sátira contra los


gobiernos latinoamericanos sumisos al imperialismo yanqui, pero ningún
editor se animó a publicar. También le rechazan Contra el secreto
profesional
OBRA VALLEJIANA

El tungsteno
Pac
Fabla salvaje

o Yu n q ue
Los heraldos negros

POEMAS HUMANOS
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melografiadas
La piedra
cansada
Disfrutemos
de su
poesía…
ETAPA MODERNISTA

Comprende el libro de poemas Los heraldos


negros (Lima, 1919). Constituye el comienzo de la búsqueda
del poeta por una diferenciación expresiva. Vallejo estuvo
influenciado por Rubén Darío y el poeta Julio Herrera y
Reissig.

Encontramos temas más elevados como la protesta contra


el destino del hombre, la muerte, el dolor, la conciencia de
orfandad, el absurdo, entre otros. Algunos de los poemas:

“Los heraldos negros”


“El poeta a su amada”
“Los pasos lejanos”
“Los dados eternos”
“A mi hermano Miguel”
«Heces»
«Idilio muerto»
«Ágape»
«La cena miserable»
«Enereida»
Los heraldos
negros
Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma… Yo no sé!

Son pocos; pero son… Abren zanjas oscuras


en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la Muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma


de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.
En este poema predomina la
forma del Modernismo. Se Y el hombre… Pobre… pobre! Vuelve los ojos, como
desarrolla el verso alejandrino, cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
pero también hay irrupciones vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
en el ritmo que rompen con la se empoza, como charco de culpa, en la mirada.
forma clásica. Palabras sin
prestigio poético como
«charcos», «empozar», o Hay golpes en la vida, tan fuertes… Yo no sé!
mayúsculas en medio de los
versos como «Muerte» o
«Destino».
EL POETA A SU AMADA

Amada, en esta noche tú te has crucificado


sobre los dos maderos curvados de mi beso;
y tu pena me ha dicho que Jesús ha llorado,
y que hay un viernes santo más dulce que ese beso.

En esta noche clara que tanto me has mirado,


la Muerte ha estado alegre y ha cantado en su hueso.
En esta noche de setiembre se ha oficiado
mi segunda caída y el más humano beso.

Amada, moriremos los dos juntos, muy juntos;


se irá secando a pausas nuestra excelsa amargura;
y habrán tocado a sombra nuestros labios difuntos.

Y ya no habrá reproches en tus ojos benditos;


ni volveré a ofenderte. Y en una sepultura
los dos nos dormiremos, como dos hermanitos.

Este es el poema que Vallejo


presenta a Clemente Palma
«…También es usted de los que vienen con la tonada de que aquí estimulamos a todos los que
tocan de afición la gaita lírica, o sea a los jóvenes a quienes los da el naipe por escribir tonteras
poéticas más o menos desafinadas o cursis. Y la tal tonada le da margen para no poner en
duda que hemos de publicar su adefesio. Nos remite usted un soneto titulado El poeta a su
amada, que en verdad lo acredita a usted para el acordeón o la ocarina más que para la
poesía.
¿A qué diablos llama usted los maderos curvados de sus
besos? ¿Cómo hay que entender eso de la crucifixión? ¿Qué
tiene que hacer Jesús en estas burradas más o menos
infectas?… Hasta el momento de largar al canasto su
mamarracho, no tenemos de usted otra idea de deshonra de
la colectividad trujillana, y de que si se
descubriera su nombre, el vecindario lo
echaría lazo y lo amarraría en calidad de
durmiente en la línea ferrocarril de
Malabrigo…»
Dios mío, prenderás todas tus velas,
LOS DADOS ETERNOS y jugaremos con el viejo dado...
Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte
Para Manuel González Prada, esta emoción del universo todo,
bravía y selecta, una de las que, con más entusiasmo, surgirán las ojeras de la Muerte,
me ha aplaudido el gran maestro.
como dos ases fúnebres de lodo.

Dios mío, y esta noche sorda, oscura, En este poema se dice


Dios mío, estoy llorando el ser que vivo; que la vida es como un
ya no podrás jugar, porque la Tierra
me pesa haber tomádote tu pan; juego donde se vive y
es un dado roído y ya redondo se muere. Es un juego
pero este pobre barro pensativo
a fuerza de rodar a la aventura, donde estamos todos
no es costra fermentada en tu costado:
que no puede parar sino en un hueco, y la última casilla del
tú no tienes Marías que se van!
en el hueco de inmensa sepultura. mismo es la muerte.

Dios mío, si tú hubieras sido hombre,


hoy supieras ser Dios;
pero tú, que estuviste siempre bien,
no sientes nada de tu creación.
Y el hombre sí te sufre: ¡el Dios es él!

Hoy que en mis ojos brujos hay candelas,


como en un condenado,
A mi hermano Miguel
In memoriam

Hermano, hoy estoy en el poyo de la casa,


donde nos haces una falta sin fondo!
Me acuerdo que jugábamos esta hora, y que mamá
nos acariciaba: «Pero, hijos…»

Ahora yo me escondo,
como antes, todas estas oraciones
vespertinas, y espero que tú no des conmigo.
Por la sala, el zaguán, los corredores.
Después, te ocultas tú, y yo no doy contigo.
Me acuerdo que nos hacíamos llorar,
hermano, en aquel juego.

Miguel, tú te escondiste
Este es un poema de contradicciones
una noche de agosto, al alborear;
existenciales: entre la aceptación y
pero, en vez de ocultarte riendo, estabas triste. el rechazo de la muerte; la lucha
Y tu gemelo corazón de esas tardes entre la áspera realidad y la
extintas se ha aburrido de no encontrarte. Y ya fantástica siesta de la infancia; la
cae sombra en el alma. obstinación en prolongar la
existencia del amigo-hermano en el
Oye, hermano, no tardes amigo imaginario. El intento de
detener el tiempo y hacerlo eterno.
en salir. Bueno? Puede inquietarse mamá.
Espergesia sin dejar eneros.
Pues yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.
Yo nací un día
que Dios estuvo enfermo.
Todos saben que vivo,
que mastico… Y no saben
Todos saben que vivo,
por qué en mi verso chirrían,
que soy malo; y no saben
oscuro sinsabor de féretro,
del diciembre de ese enero.
luyidos vientos
Pues yo nací un día
desenroscados de la Esfinge
que Dios estuvo enfermo.
preguntona del Desierto.
Hay un vacío
Todos saben… Y no saben
en mi aire metafísico
que la Luz es tísica,
que nadie ha de palpar:
y la Sombra gorda…
el claustro de un silencio
Y no saben que el Misterio sintetiza…
que habló a flor de fuego.
que él es la joroba
musical y triste que a distancia denuncia
Yo nací un día
el paso meridiano de las lindes a las Lindes.
que Dios estuvo enfermo.
Se destaca de este
Yo nací un día poema una «enigmática
Hermano, escucha, escucha…
que Dios estuvo enfermo, dualidad existencial»
Bueno. Y que no me vaya
grave. entre el ser y el parecer,
sin llevar diciembres,
así como entre el
hombre y Dios.
Aquí el poema presenta el
Los pasos lejanos paso del tiempo en el núcleo
familiar, que conlleva al
Mi padre duerme. Su semblante augusto decaimiento de los padres y la
figura un apacible corazón; lejanía de los hijos adultos. A
pesar de la edad, los padres
está ahora tan dulce…
del «yo lírico» siguen
si hay algo en él de amargo, seré yo. prodigando amor y emanan
nobleza que reconforta.
Hay soledad en el hogar; se reza;
y no hay noticias de los hijos hoy.
Mi padre se despierta, ausculta
la huida a Egipto, el restañante adiós.
Está ahora tan cerca;
si hay algo en él de lejos, seré yo.

Y mi madre pasea allá en los huertos,


saboreando un sabor ya sin sabor.
Está ahora tan suave,
tan ala, tan salida, tan amor.

Hay soledad en el hogar sin bulla,


sin noticias, sin verde, sin niñez.
Y si hay algo quebrado en esta tarde,
y que baja y que cruje,
son dos viejos caminos blancos, curvos.
Por ellos va mi corazón a pie.
ETAPA VANGUARDISTA

Comprende el poemario Trilce (Lima, 1922). Es uno de los mayores libros de


poesía de la vanguardia posbélica a nivel mundial. En aquel tiempo, su tristeza era
mayor: la muerte de su madre, sus fracasos amorosos, la experiencia de no ser
aceptado totalmente en Lima y su estadía en una lóbrega cárcel de Trujillo, son
los principales acontecimientos que marcaron el profundo sentimiento de
exclusión del poeta.

El nombre del poemario es un neologismo inventado por Vallejo, cuyo significado


hasta ahora es incierto. De acuerdo a la versión más extendida, derivaría de
«tres», pues el cambio del nombre del libro (originalmente Vallejo le puso el
título de Cráneos de bronce) fue cotizado por el impresor en tres libras (treinta
soles oro).

Trilce es un libro revolucionario porque pulverizó las normas estéticas y retóricas:

•Usa vulgarismos, cultismos, regionalismos, tecnicismos, neologismos, arcaísmos.


•Transita por todos los niveles del lenguaje.
•Crea un nuevo lenguaje poético a través de la deslexicalización del mismo,
puesto que tiene altos grados de agramaticalidad y violenta la representación
gráfica de las palabras.
•Usa múltiples figuras literarias: paradojas, prosopopeyas, animismo, hipérboles
numéricas, sinestesias, onomatopeyas, pleonasmos y antítesis.
«Por varias veces repitió tres,
tres, tres, con esa insistencia que
tenía en repetir palabras y
deformarlas, tressss, trissss, Le cambié de nombre , sino hoy
triesss, triesss, tril, trilssss…salió diríamos ¡CRÁNEOS DE BRONCE, TÚ
trilsssce… ¿trilce?, ¿trilce?. Se MEJOR OPCIÓN!
quedó unos instantes en
suspenso para luego exclamar:
"Bueno, llevará mi nombre, pero
el libro se llamará Trilce".
XVIII Y solo yo me voy quedando,
con la diestra, que hace por ambas manos,
Oh las cuatro paredes de la celda. en alto, en busca de terciario brazo
Ah las cuatro paredes albicantes que ha de pupilar, entre mí dónde y mi cuándo,
que sin remedio dan el mismo número. esta mayoría invalida de hombre.

Criadero de nervios, mala brecha,


por sus cuatro rincones como arranca
las diarias aherrojadas extremidades.

Amorosa llavera de innumerables llaves,


si estuvieras aquí, si vieras hasta
qué hora son cuatro estas paredes.
Contra ellas seríamos contigo, los dos,
más dos que nunca. Y ni lloraras,
di, libertadora!

Ah las paredes de la celda. El mundo entendido en una


De ellas, me duele entretanto, más cárcel y el ser humano
las dos largas que tienen esta noche entendido como un huérfano.
algo de madres que ya muertas Sentimientos de carencia y
llevan por bromurados declives, mutilación y de falta de
a un niño de la mano cada una. libertad. El poema no solo no
tiene título , sino que da la
impresión de inacabado.
XXXII Aire, aire! Hielo!
Si al menos el calor (___________Mejor
999 calorías no digo nada.
Rumbbb... Trrraprrrr rrach... chaz
Serpentínica u del bizcochero Y hasta la misma pluma
engirafada al tímpano. con que escribo por último se troncha.

Quién como los hielos. Pero no. Treinta y tres trillones trescientos treinta
Quién como lo que va ni más ni menos. y tres calorías.
Quién como el justo medio.

1,000 calorías.
Azulea y ríe su gran cachaza
el firmamento gringo. Baja
el sol empavado y le alborota los cascos
al más frío.
Una caloría es la energía necesaria
para que hierva un gramo de agua.
Remeda al cuco; Roooooooeeeis... El poema termina exagerando, hace
tierno autocarril, móvil de sed, del ambiente algo más caliente que
un horno, más cercano al calor de
que corre hasta la playa. una estrella. «Brumbbb!...
Traprachazzzaf» es la onomatopeya
de ruidos intestinales.
Hemos a peso bruto caminado, y, de un solo
LXVIII desafío,
blanqueó nuestra pureza de animales.
Y preguntamos por el eterno amor,
Estamos a catorce de Julio. por el encuentro absoluto,
Son las cinco de la tarde. Llueve en toda por cuanto pasa de aquí para allá.
una tercera esquina de papel secante.
Y respondimos desde dónde los míos no son los tuyos
Y llueve más de abajo ay para arriba.
desde qué hora el bordón, al ser portado,
Dos lagunas las manos avanzan sustenta y no es sustentado. (Neto.)
de diez en fondo,
desde un martes cenagoso que ha seis días Y era negro, colgado en un rincón,
está en los lagrimales helado. sin proferir ni jota, mi paletó,
a
Se ha degollado una semana t
con las más agudas caídas; hase hecho
o
todo lo que puede hacer miserable genial
en gran taberna sin rieles. Ahora estamos d
bien, con esta lluvia que nos lava a
y nos alegra y nos hace gracia suave. s
t
A

En este poema se puede apreciar cómo César plantea


la fecha y la hora haciendo referencia al tiempo (el
tiempo y su vida ya no tiene sentido).
ETAPA DE COMPROMISO SOCIAL

Los poemarios de esta etapa son de publicación


póstuma, labor que realizó la viuda del poeta,
englobando los textos bajo el título común
de Poemas humanos Y España, aparta de mí este
cáliz

El título de Poemas humanos fue impuesto a


sugerencia de Georgette , quien afirmó haber leído
en una libreta de apuntes de Vallejo que este tenía
planificado un libro de «poemas humanos».

Se considera que uno de los factores que más


influyó en este cambio de rumbo de su poesía fue
su adhesión al marxismo. Vallejo nos obliga a
pensar en las angustias y esperanzas de todos
aquellos que con el estómago vacío no tienen ni
siquiera una piedra en que sentarse.
Piedra negra sobre una piedra blanca
Me moriré en París con aguacero,
un día del cual tengo ya el recuerdo.
Me moriré en París -y no me corro-
tal vez un jueves, como es hoy, de otoño.

Jueves será, porque hoy, jueves, que proso


estos versos, los húmeros me he puesto
a la mala y, jamás como hoy, me he vuelto,
con todo mi camino, a verme solo.

César Vallejo ha muerto, le pegaban


todos sin que él les haga nada;
le daban duro con un palo y duro

también con una soga; son testigos Probablemente esta fotografía forma
los días jueves y los huesos húmeros, parte de la realidad asumida y
la soledad, la lluvia, los caminos… elaborada verbalmente de este
poema (Vallejo sobre una piedra). El
sujeto lírico asegura que morirá en
París, un jueves otoñal del que tiene
ya el recuerdo: el problema aquí es
es la temporalidad
HOY ME GUSTA LA VIDA MUCHO MENOS...
Hoy me gusta la vida mucho menos, Dije chaleco, dije
pero siempre me gusta vivir: ya lo decía. todo, parte, ansia, dije casi, por no llorar.
Casi toqué la parte de mi todo y me contuve Que es verdad que sufrí en aquel hospital que queda al lado
con un tiro en la lengua detrás de mi palabra. y está bien y está mal haber mirado
de abajo para arriba mi organismo.
Hoy me palpo el mentón en retirada
y en estos momentáneos pantalones yo me digo: Me gustará vivir siempre, así fuese de barriga,
¡Tánta vida y jamás! porque, como iba diciendo y lo repito,
¡Tántos años y siempre mis semanas!... ¡tánta vida y jamás! ¡Y tántos años,
Mis padres enterrados con su piedra y siempre, mucho siempre, siempre, siempre!
y su triste estirón que no ha acabado;
de cuerpo entero hermanos, mis hermanos,
y, en fin, mi ser parado y en chaleco.

Me gusta la vida enormemente


pero, desde luego,
con mi muerte querida y mi café
y viendo los castaños frondosos de París
y diciendo:
Es un ojo éste, aquél; una frente ésta, aquélla... Y repitiendo:
¡Tánta vida y jamás me falla la tonada!
¡Tántos años y siempre, siempre, siempre!
Masa
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «No mueras, te amo tánto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:


«No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,


clamando «Tánto amor, y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. Este poema implica un discurso
poético narrativo en el que Vallejo
Le rodearon millones de individuos, cuenta al lector, con naturalidad
con un ruego común: «¡Quédate hermano!» coloquial, el diálogo trascedente
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo. entre el combatiente muerto por
una noble causa y el hombre, que se
incrementa solidariamente hasta
Entonces todos los hombres de la tierra que el amor universal logra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado; devolverle la vida.
incorporose lentamente,
abrazó al primer hombre; echose a andar…
Parado en una piedra… parado individual entre treinta millones de parados,
andante en multitud,
Parado en una piedra, ¡qué salto el retratado en su talón
desocupado, y qué humo el de su boca ayuna, y cómo
astroso, espeluznante, su talle incide, canto a canto, en su herramienta atroz, parada,
a la orilla del Sena, va y viene. y qué idea pie dolorosa válvula en su pómulo!
Del río brota entonces la conciencia,
con peciolo y rasguños de árbol ávido: También parado el hierro frente al horno,
del río sube y baja la ciudad, hecha de lobos abrazados. paradas las semillas con sus sumisas síntesis al aire,
parados los petróleos conexos,
El parado la ve yendo y viniendo, parada en sus auténticos apóstrofes la luz,
monumental, llevando sus ayunos en la cabeza cóncava, parados de crecer los laureles,
en el pecho sus piojos purísimos paradas en un pie las aguas móviles
y abajo y hasta la tierra misma, parada de estupor ante este paro,
su pequeño sonido, el de su pelvis, ¡qué salto el retratado en su tendones!
callado entre dos grandes decisiones, ¡qué transmisión entablan sus cien pasos!
y abajo, ¡cómo chilla el motor en su tobillo!
más abajo, ¡cómo gruñe el reloj, paseándose impaciente a sus espaldas!
un papelito, un clavo, una cerilla... ¡cómo oye deglutir a los patrones
el trago que le falta, camaradas,
¡Éste es, trabajadores, aquel y el pan que se equivoca de saliva,
que en la labor sudaba para afuera, y, oyéndolo, sintiéndolo, en plural, humanamente,
que suda hoy para adentro su secreción de sangre rehusada! ¡cómo clava el relámpago
Fundidor del cañón, que sabe cuántas zarpas son acero, su fuerza sin cabeza en su cabeza! Aquí se ve al sujeto
tejedor que conoce los hilos positivos de sus venas, y lo que hacen, abajo, entonces, ¡ay! inmerso en los procesos
albañil de pirámides, históricos de los años
más abajo, camaradas,
treinta. La inmovilidad a
constructor de descensos por columnas el papelucho, el clavo, la cerilla, la que se ve condenado
serenas, por fracasos triunfales, el pequeño sonido, el piojo padre! por las condiciones
sociales.
Etapas de la poesía de Vallejo.
Entonces recuerda
Etapa Modernista
Hoy estudiamos el Vanguardismo
Los heraldos negros
peruano.
Etapa Vanguardista
Trilce
Grupo Orkopata Etapa de Compromiso Social
Poemas humanos
César Vallejo
Los heraldos negros
Martín Adán
Los dados eternos
ETAPA VANGUARDISTA
COPIA EN TU CUADERNO Comprende el poemario Trilce (Lima, 1922),
uno de los mayores libros de poesía de
la vanguardia posbélica a nivel mundial. En
aquel tiempo, su tristeza era mayor: la
muerte de su madre, sus fracasos amorosos,
GRUPO ORKOPATA
Fue el mayor movimiento literario y
VANGUARDISMO la experiencia de no ser aceptado totalmente
en Lima y su estadía en una lóbrega cárcel de
artístico del altiplano peruano, se
formó en Puno en el año de 1925 PERUANO Trujillo, son los principales acontecimientos
que marcaron el profundo sentimiento de
por iniciativa y liderazgo de
exclusión del poeta.
Gamaliel Churata. Sus integrantes
superan los cincuenta. FOTO
CÉSAR VALLEJO
ETAPA DE
FOTO COMPROMISO SOCIAL
• Nació en Santiago de Chuco, el 16 de marzo . Los poemarios de esta etapa
ETAPA MODERNISTA • Trabajó en el centro minero de Quiruvilca y en la hacienda
azucarera Roma.
son de publicación póstuma,
labor que realizó la viuda del
• Tuvo interés por la Medicina, pero lo dejó por las letras. poeta, englobando los textos
Comprende el libro de • Integró el Grupo Norte, encabezado por Antenor Orrego y
poemas Los heraldos bajo el título común de Poemas
Haya de la Torre.
negros (Lima, 1919). Constituye
el comienzo de la búsqueda del
• Fue acusado de un incendio y saqueo a una casa FOTO
comercial (Trujillo, 1920) y encarcelado durante 112 días
humanos Y España, aparta de
mí este cáliz
poeta por una diferenciación injustamente.
expresiva. Vallejo estuvo • Viajó a Francia, España (lugares donde residió) y la Unión
influenciado por Rubén Darío y Soviética.
el poeta Julio Herrera y Reissig. • Se casó con Georgette Philippart.
• Interesado por el Marxismo y el Comunismo.
• Falleció en 1938 en París.

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