El Sujeto 2022

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Sesión 5: La

pentafonía narrativa.
El sujeto.
Sujeto
Quién cuenta y
vive el relato Objeto
Qué cuenta el
relato
La Medios
pentafoní Con qué se
cuenta Cue
a de la para contar nt
o/
Creación Nov
el
Narrativa a
Perspectiv
a
Desde dónde Relación
se cuenta el Cómo se
relato cuenta el relato
EL SUJETO
¿Quién cuenta?
¿Quién vive la
ficción?
DIMENSIONES DEL
SUJETO
Autor Realidad
Escritor

Narrador Ficción
Personaje
El autor
El autor, como persona que es,
descubre, genera u origina algo sobre
lo cual recaerá su autoría y su
propiedad intelectual. Por eso, en
materia jurídica, se habla de
“derechos de autor”. Sin embargo, no
todos los autores utilizan la escritura
alfabética o son autores de ficciones
literarias. Los historiadores, los
matemáticos, los filósofos, también
son autores, pero no son escritores
en el sentido de creadores de ficción.
Autor y escritor
En literatura, el autor es el escritor en
uso de las herramientas de la
comunicación creativa. El novelista es
autor y escritor a la vez. El autor de un
descubrimiento científico puede no ser
escritor. El compositor musical, como
autor, tiene propiedad sobre sus obras,
pero no se considera un escritor. Y no
porque no escriba, sino porque el uso
social así lo ha determinado.
El escritor
Es quien a través de la escritura alfabética
inventa o crea realidades; de ahí el halo de
misterio que lo rodea. A él se le ha adjudicado,
casi con exclusividad, esa significación. El
escritor ha sido el creador, el mago y hasta el
brujo. Maneja un alfabeto como medio de
comunicación y cuanto escribe expresa su
especial poder de interpretación de la
realidad. Un poder que supera los canales de
acceso a la primera o última realidad de una
persona cualquiera. Su sensibilidad, su
intuición, su inteligencia, le permiten trasmitir
por escrito sensaciones, ideas o imágenes,
que otra persona común no lo podría hacer.
El narrador
Hoy entendemos al narrador como el
sujeto que, bajo cualquier formato
narrativo (novela, cuento, crónica,
testimonio), relaciona hechos,
circunstancias, conductas, estados de
ánimo y, en total, cuenta la historia. Se
dice que es ficticio, como lo son los
personajes, pero no por eso deja de ser
real e independiente y diferente del autor.
Narrador y composición
Desde la construcción inicial del relato,
el autor debe adoptar un sujeto narrador
que responda por la relación de los
hechos, y a esa responsabilidad el autor
debe corresponder con la cesión de una
completa autonomía y soberanía, a
riesgo de cambiar de estructura si en un
momento determinado la voz del
narrador no logra dar cuenta de lo que
creyó el autor conseguir con dicho
narrador.
Caracterización del narrador
En la creación narrativa, el autor deberá
caracterizar al narrador, así no vaya a
“actuar” en la obra (así sea omnisciente
total). Su voz, maneras de ser, formación
educativa, ideología y creencias religiosas,
enfermedades y limitaciones, deben estar
presentes en el escritor al momento de
crear el narrador. Eso influirá en el tono de
la narración, y le dará la posibilidad de
hacer más real la ficción del narrador. Un
narrador autónomo, independiente,
verosímil, contará mucho mejor la historia
narrada, será más coherente. Y el lector, al
terminar la obra, sentirá la nostalgia de la
voz del narrador que se silencia.
El saber del narrador (1)
El narrador, en relación con la historia que
cuenta, genera problemas de información
y de verosimilitud dentro de la misma. Si
el narrador está dentro de la historia –si
forma parte de ella–, su saber e
información se limitan a su propio ser y a
los que reciba de sus compañeros
(personajes) de la historia. Y si está por
fuera de la historia, su información será
total o medianamente ilimitada, y la
verosimilitud dependerá de la coherencia
de dichas relaciones.
El saber del narrador (2)
El narrador, según donde esté ubicado
en relación con la narración, maneja una
arquitectura de sonidos y de voces, a la
cual se debe y pertenece. No puede
salirse de los ejes predeterminados por
sus propias coordenadas. Si actúa dentro
de la historia, no puede, por ejemplo, ver
más de lo que alcanzan sus ojos ni puede
ser ubicuo. Y, si está por fuera, debe
manejar con destreza la magia de la
omnipresencia.
JUEGOS ENTRE AUTOR,
NARRADOR Y PERSONAJE
El saber del narrador vs. El
saber del personaje.

Personaje-narrador.

Autor – narrador - personaje.


El saber del narrador vs. El saber del
personaje
Aquel día, temprano, el tiempo cambió y la
nieve se deshizo y se volvió agua sucia.
Delgados regueros de nieve derretida caían
de la pequeña ventana –una ventana
abierta a la altura del hombro- que daba al
traspatio. Por la calle pasaban coches
salpicando. Estaba oscureciendo. Pero
también oscurecía dentro de la casa. Él
estaba en el dormitorio metiendo ropas en
una maleta cuando ella apareció en la
puerta.¡Estoy contenta de que te vayas!
¡Estoy contenta de que te vayas!, gritó.
Mecánica popular, Raymond Carver
El saber del narrador vs. El saber del
personaje
Louis no podía dormir. Se revolvió en la cama, se
puso bocabajo, y, escondiendo la cara en la
almohada, se restregó contra las sábanas
calientes como si estuviera sobre una mujer. Pero
cuando la fricción lo acaloró, se detuvo.
Se levantó de la cama y miró el reloj. Eran las dos
en punto. ¿Qué podía hacer para aplacar la
excitación? Salió del estudio. Había luna y veía
con claridad los caminos. El lugar, una ciudad
costera de Normandía, estaba lleno de pequeños
chalés que se alquilaban por una noche o por una
semana. Louis vagabundeaba sin rumbo fijo.

La mujer de las dunas, Anaïs Nin.


Personaje narrador
Estoy sentado junto a la alcantarilla
aguardando a que salgan las ranas. Anoche,
mientras estábamos cenando, comenzaron a
armar el gran alboroto y no pararon de cantar
hasta que amaneció. Mi madrina también
dice eso: que la gritería de las ranas le
espantó el sueño. Y ahora ella bien quisiera
dormir. Por eso me mandó a que me sentara
aquí, junto a la alcantarilla, y me pusiera con
una tabla en la mano para que cuanta rana
saliera a pegar de brincos afuera, la
apalcuachara a tablazos...
Macario, Juan Rulfo
Personaje narrador
Antes que me hubiera apasionado por
mujer alguna, jugué mi corazón al azar y
me lo ganó la violencia. Nada supe de los
deliquios embriagadores, ni de la
confidencia sentimental, ni de la zozobra
de las miradas cobardes. Más que el
enamorado fui siempre el dominador cuyos
labios no conocieron la súplica. Con todo,
ambicionaba el don divino del amor ideal,
que me encendiera espiritualmente, para
que mi alma destellara en mi cuerpo como
la llama sobre el leño que la alimenta.
La vorágine, José Eustasio Rivera
Autor-narrador-personaje
Señor ministro:
De acuerdo con los deseos de S.S., he arreglado para la
publicidad los manuscritos de Arturo Cova, remitidos a ese
Ministerio por el Cónsul de Colombia en Manaos. En esas
páginas respeté el estilo y hasta las incorrecciones del
infortunado escritor, subrayando únicamente los
provincialismos de más carácter.
Creo, salvo mejor opinión de S.S., que este libro no se
debe publicar antes de tener más noticias de los
caucheros colombianos del Río Negro o Guainía; pero si
S.S. resolviere lo contrario, le ruego que se sirva
comunicarme oportunamente los datos que adquiera para
adicionarlos a guisa de epílogo.
Soy de S.S. muy atento servidor,
José Eustasio Rivera.
La vorágine, José Eustasio Rivera
El personaje
Sujeto principal o secundario,
activo o pasivo, presente o
ausente, de los hechos y
comportamientos de la
ficción.
El personaje
Dos ubicaciones básicas:

Protagonista

Secundario
El personaje
Naturalezas:
Humano
Animal
Animado
La naturaleza
Atmósfera
Lenguaje
Naturalezas del personaje

¡WUU, WUHU, WUHUHUHU, HUUUU! Mírenme,


me estoy muriendo. La tormenta llega hasta
el portal, gritándome su plegaria de los
agonizantes y yo grito al mismo tiempo. Se
terminó. Estoy acabado. Un bribón con gorra
mugrienta —el cocinero de la cantina de
empleados del Consejo Central de Economía
Nacional— me escaldó el flanco izquierdo.
¡Basura! ¡Y a eso lo llaman un proletario!
¡Dios mío, cuánto me duele! Me quemó hasta
los huesos. Y ahora chillo, chillo. Pero, ¿qué
gano con chillar?
Mijail Bulgakov, Corazón de perro
Naturalezas del personaje
Por escrito gallina una
Julio Cortázar
Con lo que pasa es nosotros exaltante.
Rápidamente del posesionadas mundo
estamos hurra. Era un inofensivo
aparentemente cohete lanzado Cañaveral
americanos Cabo por los desde. Razones se
desconocidas por órbita de la desvió, y
probablemente algo al rozar invisible la tierra
devolvió a. Cresta nos cayó en la paf, y
mutación golpe estamos de. Rápidamente la
multiplicar aprendiendo de tabla estamos,
dotadas muy literatura para la somos de
historia, química menos un poco, desastre
ahora hasta deportes, no importa pero: de
Naturalezas del personaje

(A la selva)
¡Tú eres la catedral de la pesadumbre, donde dioses
desconocidos hablan a media voz, en el idioma de los
murmullos, prometiendo longevidad a los árboles
imponentes, contemporáneos del paraíso, que eran ya
decanos cuando las primeras tribus aparecieron y esperan
impasibles el hundimiento de los siglos venturos. Tus
vegetales forman sobre la tierra la poderosa familia que no
se traiciona nunca. El abrazo que no pueden darse tus
ramazones lo llevan las enredaderas y los bejucos, y eres
solidaria hasta en el dolor de la hoja que cae. Tus multísonas
voces forman un solo eco al llorar por los troncos que se
desploman, y en cada brecha los nuevos gérmenes
apresuran sus gestaciones. Tú tienes la adustez de la fuerza
cósmica y encarnas un misterio de la creación. No obstante,
mi espíritu sólo se aviene con lo inestable, desde que
soporta el peso de tu perpetuidad, y, más que a la eacina de
fornido gajo, aprendió a amar a la orquídea lánguida, porque
es efímera como el hombre y marchitable como su ilusión.
José Eustasio Rivera, La vorágine.
Naturalezas del personaje
Para mí sola nació don Quijote, y yo para él; él supo
obrar y yo escribir, solos los dos somos para en uno, a
despecho y pesar del escritor fingido y tordesillesco
que se atrevió, o se ha de atrever, a escribir con
pluma de avestruz grosera y mal deliñada las hazañas
de mi valeroso caballero, porque no es carga de sus
hombros ni asunto de su resfriado ingenio; a quien
advertirás, si acaso llegas a conocerle, que deje
descansar en la sepultura los cansados y ya podridos
huesos de don Quijote, y no le quiera llevar, contra
todos los fueros de la muerte, a Castilla la Vieja,
haciéndole salir de la fuesa donde real y
verdaderamente yace tendido de largo a largo,
imposibilitado de hacer jornada y salida nueva; que,
para hacer burla de tantas como hicieron tantos
andantes caballeros, bastan las dos que él hizo, tan a
gusto y beneplácito de las gentes a cuya noticia
llegaron, así en estos como en los extraños reinos.
Caracterización del personaje
Lajos Egri en Cómo escribir un drama,
dedica un capítulo (pp. 26 a 79) al
estudio del Carácter como elemento
esencial en la creación de un personaje.
Caracteriza desde tres enfoques: lo
fisiológico [físico], lo psicológico y lo
social. Y señala que el carácter de los
personajes, en la obra, debe evolucionar
de manera dialéctica, tanto en lo
individual como en lo social: del comienzo
al final de la obra, los personajes deben
cambiar, y esos cambios deben coincidir
con el argumento y la trama. Indica que
los caracteres deben ser fuertes y cumplir
con los designios de la “premisa”.
El personaje tridimensional
Tres dimensiones del personaje:
Fisiológica
Sociológica
Psicológica
“Cómo escribir un drama”: Lajos Egri
Dimensión fisiológica
Sexo
Edad
Altura y peso
Color de cabello, ojos, piel
Postura
Aspecto: desaliñado, bien
parecido, limpio, etc.
Defectos físicos
Herencia genética
Dimensión sociológica
Clase social
Ocupación
Nivel educativo
Vida de hogar
Religión
Nacionalidad
Lugar que ocupa en la colectividad
Convicciones políticas
Dimensión psicológica
Vida sexual
Normas morales
Premisa personal (deseo)
Temperamento
Actitud hacia la vida
Complejos, manías, fobias,
inhibiciones
Talentos y cualidades
Forma de afrontar las dificultades
El personaje

Arquetipos: Representación que se


considera modelo de cualquier
manifestación de la realidad (DRAE).

Estereotipos: Imagen o idea


aceptada comúnmente por un grupo
o sociedad, con carácter inmutable
(DRAE).
Los arquetipos
(Carl Jung/Carol Pearson)

El inocente: confianzudo / sumiso


El huérfano: escéptico / incapaz
El guerrero: capaz / dominante
El protector: sensible / descuidado
de sí mismo.
El explorador: indagador /
inestable
El destructor: limpieza /
insensibilidad
Los arquetipos
(Carl Jung/Carol Pearson)

El amante: amoroso / infiel


El creador: talentoso / compulsivo
El gobernante: líder / anarquista
El mago: gestor de cambios /
manipulador
El sabio: inteligente / intolerante
El bufón: humorista /
irresponsable
Los estereotipos

Personajes que se repiten, en sus


rasgos esenciales, de una obra a otra,
en la televisión, en el cine y en muchos
relatos de ficción.
Planos, sin matices que los
particularicen.

Ej: Los buenos y malos sin matices de las


telenovelas.
Cómo se representa un
personaje
Deseo
Imagen
Voz
Acción
Mundo interior
Como sujeto social
Imaginative writing. The elements of the craft: Janet
Burroway
Personaje como deseo

El deseo crea motivos para


actuar.

Dos tipos de deseo:


Profundo
Inmediato
Personaje como imagen

Presentar al personaje a través


de los sentidos: vista, olfato,
tacto, gusto, oído.

Dimensión física-fisiológica:
edad, estatura, color de piel,
defectos físicos, forma de
moverse, forma de vestir, etc.
Personaje como voz
Definir al personaje a partir de lo
que dice y cómo lo dice (su
lenguaje/su expresividad).
Personaje expresa cosas voluntaria
e involuntariamente (dimensión
psicológica).
El diálogo: puede presentarse en
estilo directo, indirecto o
indirecto libre.
Personaje como acción

El deseo del personaje lo llevará a tomar


una decisión, a emprender una
acción y esto, potencialmente,
puede conducir hacia algún
cambio o transformación.
La acción que emprenda, y cómo
la emprenda, refleja su psicología.
Actitud hacia la vida.
Cualidades y defectos.
Carácter y acción (1)
El carácter (la manera de ser) y la acción (la
manera de obrar), son concomitantes o
pueden alternarse vistos desde el momento
de creación de la obra narrativa. Si primero
se concibe la acción (el argumento), los
caracteres de los personajes deben ser
creados, de inmediato, de manera
concordante, de tal forma, por ejemplo, que
si se piensa en una carrera de carros
“Fórmula 1”, no se puede pensar en un
piloto de cinco años de edad; y si se
conciben, inicialmente, los personajes y sus
caracteres, se pensará por obligación en una
acción concordante.
Carácter y acción (2)
Si, por ejemplo, imagino como
personaje a un piloto de carreras,
africano, de 22 años, que desea
ganar la Fórmula 1, la acción que
surgirá, por obligación, será algo
relativo a las capacidades (o
caracteres propios o similares) de
dicho piloto, aunque no,
necesariamente, tenga que ser una
carrera de Fórmula 1.
Carácter y acción (3)
Desde el punto de vista de la creación, pareciera
ser más práctico pensar, primero, en la
conformación del carácter de los personajes, pues
con ellos se habrá adelantado medio camino en la
construcción de la obra total. Pero el carácter, por
sí solo, tampoco hace la acción. Grandes
caracteres pueden conducir a grandes retratos o
fisonomías, y mientras no se empleen dentro de
una acción que realice una idea motriz, jamás
habrá obra narrativa. Lo ideal será bocetear
ambos elementos: el personaje como encarnación
de unos caracteres, y la acción como desarrollo
de unos objetivos a través de la trama.
Personaje como mundo
interior
La escritura de ficción puede mostrar lo
que hay en el mundo interior de los
personajes.
Dimensión intelectual, filosófica, política,
psicológica, afectiva, etc.
Pensamiento puede conducir a
decisiones, acciones y transformaciones.
El deseo, la premisa y los gustos
personales.
Personaje como sujeto
social
Posición del personaje en la
sociedad (estrato socioeconómico,
nivel educativo, ocupación,
liderazgo, etc.).
Convicciones (políticas, artísticas,
religiosas, éticas, etc.).
Contexto histórico y biográfico
(época, familia, barrio, ciudad, país,
etc.).
Personajes

La importancia del
nombre
Contribuye a la caracterización
del personaje.
Recordación en el lector.

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