Instituto 9 de Julio 2024

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Lección 3

Confiar en Jesucristo, nuestro Salvador y


líder preterrenal
Sección 1
¿Cómo puede el Plan de Salvación brindar propósito y paz a mi vida?

¿Alguna vez te has


perdido en un bosque,
entre una gran
multitud o en una
gran ciudad? ¿Cómo
fue esa experiencia?
• A menudo he meditado sobre la desesperanza de los hijos de Dios que
vagan por el mundo oscuro y lúgubre sin saber quiénes son, de dónde
vienen, por qué están aquí en la tierra ni adónde irán después de su
vida terrenal.
• No hay necesidad de que andemos errantes. Dios ha revelado
verdades eternas para contestar esas preguntas […].
• El Plan de Salvación es uno de los tesoros más grandes de
conocimiento que se han dado a la humanidad, ya que explica el
propósito eterno de la vida (“El Plan de Salvación: Un sagrado tesoro
de conocimiento que nos guía”, Liahona, octubre de 2015,
págs. 33, 34).
El presidente Thomas S. Monson testificó:

Una parte fundamental del Plan [de Salvación] es nuestro Salvador


Jesucristo. Sin Su sacrificio expiatorio, todo estaría perdido (véase “
El camino perfecto a la felicidad”, Liahona, noviembre de 2016,
pág. 80).
Sección 2
¿Por qué aceptamos a Jesucristo en la vida preterrenal para que fuera
nuestro Salvador?

• Abraham 3:3, 16
• Perla de Gran Precio
• 3 y el Señor me dijo: Estas son las que rigen; y el nombre de la mayor
es Kólob, porque está cerca de mí, pues yo soy el Señor tu Dios; a esta
la he puesto para regir a todas las que pertenecen al mismo orden
que esa sobre la cual estás.
• 16 Si existen dos cosas, y una está sobre la otra, habrá cosas mayores
sobre ellas; por consiguiente, Kólob es la mayor de todas las
Kókaubeam que has visto, porque está más cerca de mí.
Sección 3
¿Cómo puede Jesucristo ayudarme a vencer las malas influencias que me rodean?

El presidente Gordon B. Hinckley dijo lo siguiente sobre este conflicto:

Esa guerra tan encarnizada, tan intensa, nunca ha cesado; es la guerra


entre la verdad y el error, entre el albedrío y la compulsión, entre los que
siguen a Cristo y los que lo han negado […].
[L]a libramos en nuestras propias vidas, todos los días, en nuestro hogar,
en nuestro trabajo, en nuestras relaciones con los compañeros de
estudios […]. Todos formamos parte de esa batalla: niños, jóvenes y
adultos, cada uno de nosotros (véase “Un conflicto interminable, una
victoria asegurada”, Liahona, junio de 2007, págs. 4, 7).
El hermano Ahmad S. Corbitt, de la Presidencia General de los Hombres
Jóvenes, ofreció un mensaje de esperanza en nuestra continua batalla contra
el mal:

Con astucia, Satanás engañó a un tercio de los hijos del Padre Celestial
procreados como espíritus para que lo dejaran prevalecer a él en lugar de a
Dios, ¡pero a ustedes no! El apóstol Juan vio que ustedes vencieron a Satanás
“por medio de la […] palabra de su testimonio” [Apocalipsis 12:11] […].
Saber que antes vencieron a Satanás por medio de la palabra de su testimonio
los ayudará a amar, compartir e invitar ahora y siempre; invitar a los demás a
venir y ver, venir y ayudar, y venir y pertenecer, ya que esa misma guerra por
las almas de los hijos de Dios sigue en la actualidad (“
¡Ustedes pueden recoger a Israel!”, Liahona, mayo de 2021, págs. 61, 62).
• [Durante la guerra en los cielos,] [a]quellos de nosotros que estábamos armados con
fe en la futura expiación de Jesucristo, aquellos a quienes nos fortalecía el testimonio
de Su función divina, aquellos que poseíamos conocimiento espiritual y el valor para
utilizarlo en defensa de Su sagrado nombre luchamos en el frente de batalla de esa
guerra de palabras. Juan enseñó que esos espíritus valientes, así como otros, han
vencido a Lucifer “por medio de la sangre del Cordero y de la palabra de su
testimonio” (Apocalipsis 12:11, cursiva agregada).
• Sí, la guerra preterrenal la ganó la promesa de un Salvador, y de un Getsemaní y un
Calvario teñidos de sangre. No obstante, nuestro valor y testimonio preterrenales,
nuestra disposición a explicar, a razonar con otros espíritus y persuadirlos, también
ayudaron a detener que la marejada de falsedades se propagara sin oposición.
• Al haber cumplido con éxito nuestro período de servicio en Su defensa, llegamos a ser
testigos de Su santo nombre. Efectivamente, habiéndonos probado en el campo de
batalla y al así estar seguro de nuestro corazón y nuestro valor, el Señor luego dijo de
nosotros, los miembros de la casa de Israel: “Vosotros sois mis testigos” (Isaías 43:10
). Pensemos: ¿Aún es verdad tal declaración sobre nosotros en la actualidad? (Jörg
Klebingat, “Cómo defender la fe”, Liahona, septiembre de 2017, págs. 29–30).
Lección 4

Encontrar propósito y gozo en las creaciones del


Señor
Sección 1
¿De qué manera el comprender el propósito de la Creación puede dar más sentido a
mi vida?

• ¿Qué pensamientos y sentimientos has tenido al mirar


las estrellas en el cielo nocturno? ¿Quizás un
sentimiento de maravilla, asombro o reverencia, o
incluso un sentimiento de insignificancia?
El presidente Dieter F. Uchtdorf, en ese entonces miembro de la Primera Presidencia,
dijo lo siguiente sobre el propósito de Dios para la Creación:

Dios mismo dijo que ¡nosotros somos la razón por la que creó el universo! Su obra y
gloria, el propósito de este magnífico universo, es salvar y exaltar a la
humanidad […]. Nuestro Padre Celestial creó el universo para que pudiésemos lograr
nuestro potencial como hijos e hijas de Él.
Esta es la paradoja del hombre: comparado con Dios, el hombre no es nada; no
obstante, somos todo para Dios (véase “Ustedes son importantes para Él”, Liahona,
noviembre de 2011, pág. 20).
Sección 2
¿Cómo puedo hallar mayor gozo en las creaciones del Señor?

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