TRES REQUISITOS
PARA ACCEDER A LA
BENDICION DE DIOS
INTRODUCCIÓN.
Deuteronomio 28 es sin lugar a dudas uno de los capítulos más
populares de la Biblia, en él se relatan algunas bendiciones que
Dios tiene para su pueblo, y la verdad es,
¿Quién no quiere ser bendecido?
¡Todo el mundo anhela bendiciones! Por eso es que
Deuteronomio 28:1-14 es tan leído, estudiado, predicado y hasta
memorizado. Sus catorce versículos son como una bomba de
bendiciones para todos los necesitados.
CITAS BIBLICAS
“Bendito serás en la Ciudad, y bendito en el Campo. Benditos
serán el fruto de tu vientre, tus cosechas, las crías de tu ganado,
los terneros de tus manadas y los corderitos de tus rebaños”
(28:3-4).
“El Señor te concederá la
victoria sobre tus enemigos.
Avanzarán contra ti en perfecta
formación, pero huirán en
desbandada” (28:7).
“El Señor te concederá abundancia
de bienes: multiplicará tus hijos, tu
ganado y tus cosechas en la tierra que
a tus antepasados juró que te daría”
(28:11).
“El Señor abrirá los cielos, su
generoso tesoro, para derramar a su
debido tiempo la lluvia sobre la
tierra, y para bendecir todo el trabajo
de tus manos…” (28:12).
“El Señor te pondrá a la cabeza,
nunca en la cola. Siempre estarás
encima, nunca en el fondo…”
(28:13).
¡Wow! versículos como los que acabamos de leer pueden
levantar el ánimo al más deprimido de los deprimidos, el sólo
leerlos hace que una sensación eléctrica recorra nuestras venas,
¿saben por qué querido joven? Porque es Dios mismo
prometiendo sus bendiciones. Sin embargo, pocos se detienen a
pensar que TODA BENDICIÓN IMPLICA UNA
CONDICIÓN. Es decir, para acceder a las bendiciones
relatadas en este capítulo debemos pagar un precio, hay un costo
implícito, pero…, ¿cuál será?
“Si realmente ESCUCHAS al señor tu Dios, y CUMPLES fielmente
todos estos mandamientos que hoy te ordeno, el Señor tu Dios te
pondrá por encima de todas las naciones de la tierra.
Si OBEDECES al Señor tu Dios, todas estas bendiciones vendrán
para ti y te acompañarán siempre”.
Deuteronomio 28:1
ESCUCHA, CUMPLE, OBEDECE
Tres palabras resaltan en los versículos leídos, éstas son las
condiciones que Dios exige que cumplamos para desatar sus
bendiciones sobre nosotros. Analicemos brevemente y de manera
práctica cada uno de estos requisitos.
1° ESCUCHA
Definición:
La acción de escuchar es voluntaria e intencional, mientras que oír es sólo
percibir sonidos con el oído. Escuchar va más allá de oír las palabras que se
hablan. Escuchar significa pensar en el mensaje para entender de manera
clara y completamente lo que se está diciendo (razonar, meditar, reflexionar
lo que se está oyendo/leyendo). Esto requiere oír las palabras, observar el
tono de voz, el estado anímico, y cualquier otra señal que complemente el
mensaje. Escuchar por tanto es poner empeño, ánimo, y abrir todos los
sentidos para captar lo que se está diciendo.
1.2 ° ESCUCHA
Si queremos que la bendición se desate en nuestras vidas
entonces vamos a escuchar con toda atención la Palabra de
Dios. Lo vamos a hacer con ánimo y prestando todo nuestro
interés en ello. Hacerlo nos abre la puerta a todas las
bendiciones que están reservadas para nosotros.
2° CUMPLE
Definición:
Cumplir es hacer aquello que determina una obligación, una ley, una orden, un
castigo, un compromiso, una promesa. Cumplir es “realizar la función o la labor
que le corresponde”. Sin embargo, cumplir no está conectado necesariamente
con voluntad, pasión, ánimo o compromiso. Es decir, podemos cumplir con una
obligación, pero sin amor, sin compasión e incluso hacerlo de mala gana.
Cumplir por tanto es simplemente “Hacer lo que se me pide o lo que prometí”.
2.1 APLICACIÓN
Cumplamos de buena gana lo que Dios demanda de
nosotros, no lo hagamos por mero compromiso, sino
que en verdad nazca de nuestro corazón hacerlo.
Cuando cumplimos Su palabra con entusiasmo y
genuino interés entonces alegramos el corazón de
Dios y al hacerlo atraemos Su bondad hacia nosotros.
3° OBEDECE
Definición:
Obediencia desde el punto de vista bíblico va más allá de cumplir lo que Dios
dice que hagamos, es “hacerlo con agrado, pasión, entusiasmo y tener la firme
convicción que es un privilegio acatar su voluntad a pesar que a veces no nos
guste”. Obedecer a Dios debe convertirse en el estilo de vida de sus hijos, Su
voluntad está por sobre la nuestra; comprender esto y acatarlo con alegría nos
ayudará a vivir la vida de manera tranquila sabiendo que Él esté en control
incluso de aquellas situaciones que no tienen explicación.
3°.2 APLICACIÓN
¡La obediencia trae ganancia! Y sobre todo
cuando obedecemos a Dios. No restemos
bendiciones a nuestra vida, más bien sumemos.
Para ello será imprescindible someternos a los
designios divinos, hacerlo es un acto de sabiduría
que provoca la bendición de Dios para nosotros.
PARA TERMINAR…
Finalmente, el versículo 2 de Deuteronomio 28 declara algo estremecedor,
dice: “TODAS ESTAS BENDICIONES VENDRÁN PARA TI Y TE
ACOMPAÑARÁN SIEMPRE”. Esta es una promesa poderosa, gratificante,
una promesa que trae alivio al alma angustiada, es Dios decretando su poder y
favor para sus hijos. Pero, debo insistir, para que esta última frase del
versículo dos se cumpla a cabalidad debemos llevar a cabo las tres
condiciones que Dios mismo nos pide:
ESCUCHAR: su Palabra
CUMPLIR: su Palabra
• OBEDECER: su Palabra
Quiero terminar con un versículo que está íntimamente
ligado con el que ya leímos:
“Nunca dejes de leer el libro de la Ley; (BIBLIA)
estúdialo de día y de noche, y ponlo en práctica, para que tengas éxito en
todo lo que hagas”
(Josué 1:8).