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Trastornos de Ansiedad

El documento resume la historia del concepto de ansiedad desde el siglo XVIII hasta la actualidad, destacando hitos como la distinción entre locura y ansiedad, el reconocimiento de la ansiedad como resultado de un conflicto interno, y la identificación de miedos racionales e irracionales. También describe los avances en el estudio de la ansiedad como resultado del condicionamiento, los patrones de pensamiento y el desarrollo de fármacos. Finalmente, enumera síntomas comunes de la ansiedad y criterios diagnósticos de varios trastorn

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Trastornos de Ansiedad

El documento resume la historia del concepto de ansiedad desde el siglo XVIII hasta la actualidad, destacando hitos como la distinción entre locura y ansiedad, el reconocimiento de la ansiedad como resultado de un conflicto interno, y la identificación de miedos racionales e irracionales. También describe los avances en el estudio de la ansiedad como resultado del condicionamiento, los patrones de pensamiento y el desarrollo de fármacos. Finalmente, enumera síntomas comunes de la ansiedad y criterios diagnósticos de varios trastorn

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TRASTORNOS DE

ANSIEDAD
2
Hitos en la historia del concepto de ansiedad
• ➤ William Battie (1703-1776), director del Bethlehem (Bedlam)
Hospital, de Londres, Inglaterra, distingue la “locura” de la “ansiedad”.
Sin embargo, reconoce que ambas se pueden presentar en el mismo
individuo.
• ➤ James Vere (1700-1779), director del Bethlehem Hospital, describe la
ansiedad como resultado de un conflicto interno.
• ➤ Benjamin Rush (1746-1813), un médico de Filadelfia, distingue los
miedos racionales (muerte, operaciones quirúrgicas) de los miedos
irracionales (oscuridad, fantasmas, hablar en público).
• ➤ Sigmund Freud (1856-1939), describe la neurosis de angustia, en la
cual la ansiedad y la tensión siempre acechan en el fondo, pero no se
especifican claramente como un miedo (por ejemplo, miedo a las
arañas).
• ➤ Mediados del siglo XX: muchos investigadores demuestran que la
ansiedad puede ser resultado del condicionamiento y ciertas influencias
ambientales.
• ➤ Mediados del siglo XX: los investigadores cognitivos demuestran que
los patrones de pensamiento desadaptado sustentan la experiencia de la
ansiedad.
• ➤ Mediados del siglo XX: se desarrollan fármacos contra la ansiedad, lo
cual da como resultado la creciente conciencia de su aspecto biológico.

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• Síntomas • Autodescripciones
➤ “Con frecuencia me molestan los latidos de mi
➤ Nerviosismo, agitación corazón.”
➤ Tensión ➤ “Molestias pequeñas me irritan y alteran los
nervios.”
➤ Sensación de cansancio ➤ “Muy a menudo me asusto sin ninguna razón.”
➤ Mareos ➤ “Me preocupo constantemente y me deprimo.”
➤ Micción frecuente ➤ “Con frecuencia tengo periodos de agotamiento
y fatiga absolutos.”
➤ Palpitaciones cardiacas ➤ “Es muy difícil para mí tomar decisiones.”
➤ Sensación de desmayo ➤ “Parece que siempre le tengo terror a algo.”
➤ “Todo el tiempo me siento nervioso.”
➤ Dificultar para respirar
➤ “A menudo pienso que no puedo vencer mis
➤ Sudoración dificultades.”
➤ “Constantemente me siento tenso”.
➤ Temblores
➤ Preocupación y aprensión
➤ Insomnio
➤ Dificultad para concentrarse
➤ Hipervigilancia
Trastorno de ansiedad por separación
A. Miedo o ansiedad excesiva e inapropiada para el nivel de desarrollo del individuo concerniente a su separación de aquellas personas por las
que siente apego, puesta de manifiesto por al menos tres de las siguientes circunstancias:
1. Malestar excesivo y recurrente cuando se prevé o se vive una separación del hogar o de las figuras de mayor apego.
2. Preocupación excesiva y persistente por la posible pérdida de las figuras de mayor apego o de que puedan sufrir un posible daño, como una
enfermedad, daño, calamidades o muerte.
3. Preocupación excesiva y persistente por la posibilidad de que un acontecimiento adverso (p. ej., perderse, ser raptado, tener un accidente,
enfermar) cause la separación de una figura de gran apego.
4. Resistencia o rechazo persistente a salir, lejos de casa, a la escuela, al trabajo o a otro lugar por miedo a la separación.
5. Miedo excesivo y persistente o resistencia a estar solo o sin las figuras de mayor apego en casa o en otros lugares.
6. Resistencia o rechazo persistente a dormir fuera de casa o a dormir sin estar cerca de una figura de gran apego.
7. Pesadillas repetidas sobre el tema de la separación.
8. Quejas repetidas de síntomas físicos (p. ej., dolor de cabeza, dolor de estómago, náuseas, vómitos) cuando se produce o se prevé la separación de
las figuras de mayor apego.

B. El miedo, la ansiedad o la evitación es persistente, dura al menos cuatro semanas en niños y adolescentes y típicamente seis o más meses en
adultos.
C. La alteración causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, académico, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
D. La alteración no se explica mejor por otro trastorno mental, como rechazo a irse de casa por resistencia excesiva al cambio en un trastorno del
espectro autista, delirios o alucinaciones concernientes a la separación en trastornos psicóticos, rechazo a salir sin alguien de confianza en la
agorafobia, preocupación por una salud enfermiza u otro daño que pueda suceder a los allegados u otros significativos en el trastorno de ansiedad
generalizada, o preocupación por padecer una enfermedad en el trastorno de ansiedad por enfermedad
TÍTULO DE LA PRESENTACIÓN
A. Fracaso constante para hablar en situaciones sociales específicas
en las que existe expectativa por hablar (p. ej., en la escuela) a pesar
de hacerlo en otras situaciones.
B. La alteración interfiere en los logros educativos o laborales, o en
la comunicación social.
C. La duración de la alteración es como mínimo de un mes (no
limitada al primer mes de escuela).
D. El fracaso para hablar no se puede atribuir a la falta de
conocimiento o a la comodidad con el lenguaje hablado necesario en
la situación social.
E. La alteración no se explica mejor por un trastorno de la
comunicación (p. ej., trastorno de fluidez [tartamudeo] de inicio en la
infancia) y no se produce exclusivamente durante el curso de un
trastorno del espectro autista, la esquizofrenia u otro trastorno
psicótico.

Mutismo selectivo

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Fobia específica

• A. Miedo o ansiedad intensa por un objeto o situación específica (p. ej., volar, alturas, animales, administración de una
inyección, ver sangre). Nota: En los niños, el miedo o la ansiedad se puede expresar con llanto, rabietas, quedarse
paralizados o aferrarse.
• B. El objeto o la situación fóbica casi siempre provoca miedo o ansiedad inmediata.
• C. El objeto o la situación fóbica se evita o resiste activamente con miedo o ansiedad intensa.
• D. El miedo o la ansiedad es desproporcionado al peligro real que plantea el objeto o situación específica y al contexto
sociocultural.
• E. El miedo, la ansiedad o la evitación es persistente, y dura típicamente seis o más meses. E El miedo, la ansiedad o la
evitación causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del
funcionamiento.
• G. La alteración no se explica mejor por los síntomas de otro trastorno mental, como el miedo, la ansiedad y la evitación
de situaciones asociadas a síntomas tipo pánico u otros síntomas incapacitantes (como en la agorafobia), objetos o
situaciones relacionados con obsesiones (como en el trastorno obsesivo-compulsivo), recuerdo de sucesos traumáticos
(como en el trastorno de estrés postraumático), dejar el hogar o separación de las figuras de apego (como en el trastorno
de ansiedad por separación), o situaciones sociales (como en el trastorno de ansiedad social).
Trastorno de ansiedad social (fobia social)
• A. Miedo o ansiedad intensa en una o más situaciones sociales en las que el individuo está expuesto al posible examen por parte de
otras personas. Algunos ejemplos son las interacciones sociales (p. ej., mantener una conversación, reunirse con personas extrañas),
ser observado (p. ej., comiendo o bebiendo) y actuar delante de otras personas (p. ej., dar una charla). Nota: En los niños, la ansiedad
se puede producir en las reuniones con individuos de su misma edad y no solamente en la interacción con los adultos.
• B. El individuo tiene miedo de actuar de cierta manera o de mostrar síntomas de ansiedad que se valoren negativamente (es decir, que
lo humillen o avergüencen, que se traduzca en rechazo o que ofenda a otras personas).
• C. Las situaciones sociales casi siempre provocan miedo o ansiedad. Nota: En los niños, el miedo o la ansiedad se puede expresar con
llanto, rabietas, quedarse paralizados, aferrarse, encogerse o el fracaso de hablar en situaciones sociales.
• D. Las situaciones sociales se evitan o resisten con miedo o ansiedad intensa.
• E. El miedo o la ansiedad son desproporcionados a la amenaza real planteada por la situación social y al contexto sociocultural.
• E El miedo, la ansiedad o la evitación es persistente, y dura típicamente seis o más meses.
• G. El miedo, la ansiedad o la evitación causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas
importantes del funcionamiento.
• H. El miedo, la ansiedad o la evitación no se pueden atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un
medicamento) ni a otra afección médica.
• I. El miedo, la ansiedad o la evitación no se explican mejor por los síntomas de otro trastorno mental, como el trastorno de pánico, el
trastorno dismórfico corporal o un trastorno del espectro autista.
• J. Si existe otra enfermedad (p. ej., enfermedad de Parkinson, obesidad, desfiguración debida a quemaduras o lesiones), el miedo, la
ansiedad o la evitación deben estar claramente no relacionados con ésta o ser excesivos.
• Especificar si: Sólo actuación: Si el miedo se limita a hablar o actuar en público.
Trastorno de pánico

TÍTULO DE LA PRESENTACIÓN
A. Ataques de pánico imprevistos recurrentes. Un ataque de pánico es la aparición súbita de miedo intenso o de malestar intenso que alcanza su máxima expresión en minutos y durante
este tiempo se producen cuatro (o más) de los síntomas siguientes: Nota: La aparición súbita se puede producir desde un estado de calma o desde un estado de ansiedad.
1. Palpitaciones, golpeteo del corazón o aceleración de la frecuencia cardíaca
2. Sudoración.
3. Temblor o sacudidas.
4. Sensación de dificultad para respirar o de asfixia.
5. Sensación de ahogo.
6. Dolor o molestias en el tórax.
7. Náuseas o malestar abdominal.
8. Sensación de mareo, inestabilidad, aturdimiento o desmayo.
9. Escalofríos o sensación de calor.
10. Parestesias (sensación de entumecimiento o de hormigueo).
11. Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (separarse de uno mismo).
12. Miedo a perder el control o de "volverse loco".
13. Miedo a morir. Nota: Se pueden observar síntomas específicos de la cultura (p. ej., acúfenos, dolor de cuello, dolor de cabeza, gritos o llanto incontrolable). Estos síntomas no cuentan como
uno de los cuatro síntomas requeridos.
B. Al menos a uno de los ataques le ha seguido al mes (o más) uno o los dos hechos siguientes:
2. Inquietud o preocupación continua acerca de otros ataques de pánico o de sus consecuencias (p. ej., pérdida de control, tener un ataque al corazón, "volverse loco").
3. Un cambio significativo de mala adaptación en el comportamiento relacionado con los ataques (p. ej., comportamientos destinados a evitar los ataques de pánico, como evitación del
ejercicio o de las situaciones no familiares).
C. La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) ni a otra afección médica (p. ej., hipertiroidismo, trastornos
cardiopulmonares).
D. La alteración no se explica mejor por otro trastorno mental (p. ej., los ataques de pánico no se producen únicamente en respuesta a situaciones sociales temidas, como en el trastorno de
ansiedad social; en repuesta a objetos o situaciones fóbicas concretos, como en la fobia específica; en respuesta a obsesiones, como en el trastorno obsesivo-compulsivo; en respuesta a recuerdos
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Agorafobia
A. Miedo o ansiedad intensa acerca de dos (o más) de las cinco situaciones siguientes:
1. Uso del transporte público (p. ej., automóviles, autobuses, trenes, barcos, aviones).
2. Estar en espacios abiertos (p. ej., zonas de estacionamiento, mercados, puentes).
3. Estar en sitios cerrados (p. ej., tiendas, teatros, cines).
4. Hacer cola o estar en medio de una multitud.
5. Estar fuera de casa solo.
B. El individuo teme o evita estas situaciones debido a la idea de que escapar podría ser difícil o podría no disponer de ayuda si aparecen síntomas tipo pánico u
otros síntomas incapacitantes o embarazosos (p. ej., miedo a caerse en las personas de edad avanzada, miedo a la incontinencia).
C. Las situaciones agorafóbicas casi siempre provocan miedo o ansiedad.
D. Las situaciones agorafóbicas se evitan activamente, requieren la presencia de un acompañante o se resisten con miedo o ansiedad intensa.
E. El miedo o la ansiedad es desproporcionado al peligro real que plantean las situaciones agorafóbicas y al contexto sociocultural.
F. El miedo, la ansiedad o la evitación es continuo, y dura típicamente seis o más meses.
G. El miedo, la ansiedad o la evitación causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento.
H. Si existe otra afección médica (p. ej., enfermedad intestinal inflamatoria, enfermedad de Parkinson), el miedo, la ansiedad o la evitación es claramente excesiva.
I. El miedo, la ansiedad o la evitación no se explica mejor por los síntomas de otro trastorno mental; por ejemplo, los síntomas no se limitan a la fobia específica,
tipo situacional; no implican únicamente situaciones sociales (como en el trastorno de ansiedad social); y no están exclusivamente relacionados con las obsesiones
(como en el trastorno obsesivo-compulsivo), defectos o imperfecciones percibidos en el aspecto físico (como en el trastorno dismórfico corporal), recuerdo de
sucesos traumáticos (como en el trastorno de estrés postraumático) o miedo a la separación (como en el trastorno de ansiedad por separación).
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Trastorno de ansiedad generalizada
A. Ansiedad y preocupación excesiva (anticipación aprensiva), que se produce durante más días de los que ha estado ausente durante un mínimo
de seis meses, en relación con diversos sucesos o actividades (como en la actividad laboral o escolar).
B. Al individuo le es difícil controlar la preocupación.

C. La ansiedad y la preocupación se asocian a tres (o más) de los seis síntomas siguientes (y al menos algunos síntomas han estado presentes
durante más días de los que han estado ausentes durante los últimos seis meses): Nota: En los niños solamente se requiere un ítem.
1. Inquietud o sensación de estar atrapado o con los nervios de punta.
2. Facilidad para fatigarse.
3. Dificultad para concentrarse o quedarse con la mente en blanco.
4. Irritabilidad.
5. Tensión muscular.
6. Problemas de sueño (dificultad para dormirse o para continuar durmiendo, o sueño inquieto e insatisfactorio).
D. La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas
importantes del funcionamiento.
E. La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) ni a otra afección médica (p. ej.,
hipertiroidismo).
F.La alteración no se explica mejor por otro trastorno mental (p. ej., ansiedad o preocupación de tener ataques de pánico en el trastorno de pánico,
valoración negativa en el trastorno de ansiedad social [fobia social], contaminación u otras obsesiones en el trastorno obsesivo-compulsivo,
separación de las figuras de apego en el trastorno de ansiedad por separación, recuerdo de sucesos traumáticos en el trastorno de estrés
postraumático, aumento de peso en la anorexia nerviosa, dolencias físicas en el trastorno de síntomas somáticos, percepción de imperfecciones en
el trastorno dismórfico corporal, tener una enfermedad grave en el trastorno de ansiedad por enfermedad, o el contenido de creencias delirantes en
la esquizofrenia o el trastorno delirante).
Trastorno de ansiedad inducido por sustancias/medicamentos

A. Los ataques de pánico o la ansiedad predominan en el cuadro clínico.

B. Existen pruebas a partir de la historia clínica, la exploración física o los análisis de laboratorio de (1) y (2): 1. Síntomas del
Criterio A desarrollados durante o poco después de la intoxicación o abstinencia de una sustancia o después de la exposición a un
medicamento.
2. La sustancia/medicamento implicado puede producir los síntomas del Criterio A.

C. El trastorno no se explica mejor por un trastorno de ansiedad no inducido por sustancias/medicamentos. Tal evidencia de un
trastorno de ansiedad independiente pueden incluir lo siguiente:

Los síntomas anteceden al inicio del consumo de la sustancia/medicamento; los síntomas persisten durante un período
importante (p. ej., aproximadamente un mes) después del cese de la abstinencia aguda o la intoxicación grave; o existen otras
pruebas que sugieren la existencia de un trastorno de ansiedad independiente no inducido por sustancias/medicamentos (p. ej.,
antecedentes de episodios recurrentes no relacionados con sustancias/medicamentos).

D. El trastorno no se produce exclusivamente durante el curso de un delirium.

E. Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del
funcionamiento.
Caso 1
• John Valle, de 32 años y gerente de sección de una tienda de departamento, buscó
ayuda profesional porque estaba preocupado pues suponía que se estaba “volviendo
loco”. Por casi 10 años había tenido crisis de mareos, sentimientos de debilidad y
fatiga, irritabilidad, y —como él mismo lo describió— “se preocupaba por todo”.
Desde el año pasado, su agitación había crecido tanto que apenas podía pararse,
sentarse o quedarse quieto. Se sentía impulsado a la actividad continua y agotaba a
las personas con las que trabajaba. Recientemente había empezado a tomar píldoras
para dormir debido a dificultad para dormirse. Aunque cuando empezó la
psicoterapia sus principales aflicciones eran síntomas únicamente corporales, su
preocupación por su vida actual y futura empezó a predominar en su terapia. Él se
percató de su intensa ansiedad, y después de tres meses de terapia de dio cuenta de
que continuamente aumentaba su ansiedad involucrándose en situaciones
problemáticas y aceptando responsabilidades que, en retrospectiva, creía que eran
poco razonables.
14 AG
Caso 2
• Un ama de casa, de 30 años, se presenta en una clínica psiquiátrica quejándose de que tiene miedo
de no ser capaz de seguir cuidando a sus tres hijos. En los últimos meses ha padecido repetidos
episodios de mareos y respiración entrecortada, así como dolores en el pecho, palpitaciones, dolores
de cabeza y temblores incontrolables. Durante estos episodios el mundo le parece extraño e irreal, y
presiente una inminente fatalidad. En una ocasión, fue a un hospital convencida de que tenía un
ataque cardiaco. Su médico le dijo que físicamente estaba sana y le sugirió relajarse, trabajar menos
y desarrollar intereses fuera de su familia, pero las crisis se hicieron más intensas y frecuentes, y
finalmente el médico la envió a la clínica. Aunque solía ser sociable y extrovertida, ahora tiene
miedo de salir de su casa, a menos que la acompañe su esposo o su madre. Evita ir al supermercado
o a tiendas departamentales, y cualquier lugar lleno de gente la inquieta. Cuando tiene que ir a un
edificio extraño, trata de quedarse cerca de la puerta y localiza las ventanas y salidas. No piensa
volver a conducir un automóvil, ni subirse a un tren ni a un barco. Los puentes la aterrorizan.
Incluso de camino a la clínica, temblaba de miedo. El verano pasado, la familia no salió de
vacaciones porque ella no podía tolerar estar tan lejos de su hogar. Ahora quiere que su madre se
quede con ella cuando los niños están en casa porque teme que uno de ellos sufra un accidente y ella
sea incapaz de ayudarlo
P
15
Caso 3
• Mary, de 29 años, se desmayaba al ver la sangre o alguna herida desde que tenía 4
años. Ella y su terapeuta acordaron objetivos específicos de tratamiento: observar
muestras de sangre que se tomaban de otras personas y de ella misma, ayudar a sus
hijos cuando necesitaban primeros auxilios para heridas menores, y dar tratamiento a
sus propias venas varicosas. En su primera sesión, Mary pudo ver una muestra de
sangre que se tomó del dedo de su terapeuta y después pincharon su propio dedo y le
tomaron una muestra. En la siguiente sesión, se le pidió que imaginara situaciones que
implicaban una lesión y que observara películas en las que otros sufrían heridas. Entre
cada sesión, en su hogar, Mary manejó con éxito algunas emergencias pequeñas de sus
hijos, y se inyectó las venas varicosas. Luego de un seguimiento de ocho meses ella
informó que ya no tenía ningún problema. Pudo inscribirse en una clase de primeros
auxilios y asistió libremente a películas que mostraban sangre y heridas. (Adaptación
de Marks, 1978, pp. 135-136)
F
16
CASO 4
• La paciente era una médica afroestadounidense de 39 años, casada, la cual describió una
larga historia de ponerse “muy nerviosa” en presencia de grandes cantidades de
personas, especialmente si éstas eran extraos. Aunque no podía recordar cuando
comenzó, ella recordaba ser extremadamente tímida en las escuelas primaria y
secundaria. En las funciones sociales, por lo general se “escondía” en el baño, fingiendo
enfermedades para evitar la interacción social. No tenía amigos cercanos o confidentes,
era incapaz de relacionarse con las personas a menos que estuviera segura de ser
aceptada, y no tuvo citas con chicos hasta después de la universidad. En ocasiones
consumía alcohol antes de, y con frecuencia durante, los eventos sociales para afrontar
su incomodidad. Cuando se encontraba en situaciones estresantes, tartamudeaba. Por
ejemplo, era bastante difícil para ella presentarse con profesionales o estudiantes. En
consecuencia, evitaba hablar por teléfono y presentarse con otros, y a menudo la
percibían como brusca y un tanto grosera. (Fink y cols., 1996, p. 202) FS
17
CASO 5
• Un día ordinario, mientras realizaba algunas tareas, daba un paseo, manejaba hacia
el trabajo —en otras palabras, realizaba sus actividades normales— de repente Leo
Green se sintió presa de una ola de terror. Su corazón empezó a latir con fuerza,
temblaba y sudaba profusamente y tenía dificultad para respirar. Estaba
convencido de que algo terrible le estaba pasando, tal vez se estaba volviendo
loco, tenía un ataque cardiaco o estaba a punto de morir. Desesperadamente buscó
seguridad y apoyo de su familia y algún tipo de tratamiento. Su médico no pudo
encontrar nada malo en él, así que continuó con sus labores hasta que una crisis de
pánico lo asaltó de nuevo. A medida que las crisibiente familiar del hogar; en los
casos más extremos, la víctima es incapaz de siquiera caminar por la calle o ir de
compras. Como la mayoría de los miedos intensos, la agorafobia es más común en
mujeres que en hombres.
18
A

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