Historia de La Psicología.

Psicología
Una definición provisional

Definición y objeto disciplinar
estudio científico
La psicología es el
del comportamiento y de los

procesos mentales.
El término proviene se las palabras griegas psyche
(alma) y logos (estudio), ya que en sus orígenes dicha
definición se refería al estudio del alma,
evolucionando posteriormente el concepto hacia el
estudio de la mente.
Dr. Jonathan Crane

La inteligencia
Los procesos intelectuales
Cómo aprendemos
Cómo recordamos
Cómo pensamos
Cómo adquirimos y utilizamos el lenguaje
La motivación
Las emociones
La personalidad y sus trastornos
Las relaciones sociales
El desarrollo durante el ciclo de vida.
Sin embargo, al margen de definiciones más o menos

imprecisas, todos somos (en sentido laxo) psicólogos.
A pesar de que para algunos doctos esto resulte

herético, en nuestra vida diaria hacemos lo que un
psicólogo lleva a cabo en un laboratorio, ya que
interactuamos con los demás, escuchamos lo que
dicen y observamos cómo reaccionan ante lo que
hacemos.
Toda esa información proveniente de nuestras

observaciones es procesada y con ella establecemos
teorías (las personas de baja estatura son
agresivas; las mujeres, nerviosas para manejar; los
estudiantes de pelo largo fuman marihuana, etc.).
Posteriormente intentamos probar estas teorías

observando si nuestras predicciones son acertadas o
buscamos alguna evidencia para apoyarlas.
No obstante, si bien nuestro sentido común puede ser

suficiente en varias situaciones y tareas, también nos
puede llevar a conclusiones falsas o erróneas. Muchas
de nuestras ideas sobre la naturaleza humana, la
personalidad o las influencias culturales pueden no
ser más que simples prejuicios o estar basadas en
suposiciones derivadas nuestra propia
de
naturaleza, personalidad y educación.
En ello interfiere el que seamos observadores

poco entrenados de los fenómenos que analizamos y
que no discriminemos adecuadamente la información,
e incluso carecer de capacidad para asimilar ideas
complejas.
Todo ello nos puede llevar a una sobre extensión

nuestras afirmaciones, lo que se conoce como
“psicologizar”. Esto ocurre incluso con algunos
profesionales de otras disciplinas y hasta con los
propios psicólogos.
Resulta fácil tratar de explicar o entender el

comportamiento, secundar argumentos falsos o
demasiado simplificados para apoyar nuestras
proposiciones.
Así por ejemplo, podemos “La

decir que:
violencia característica en las familias
numerosas y pobres, se debe a las
condiciones de hacinamiento en que
viven”.
¿Por qué? Porque todos sabemos que si muchas ratas

son puestas en una jaula pequeña, al final se atacarán
unas a otras, llegando incluso a matar a las más
débiles.
La idea es interesante, la inferencia, tentadora, pero

los supuestos son incorrectos. Es cierto que algunas
personas pueden reaccionar violentamente y que otras
pueden sentir pánico o inquietud en condiciones de
hacinamiento, pero la mayoría no lo hará.
Sin embargo, y aun para las que sí lo experimenten,

podría haber muchas razones que explicasen su
comportamiento “evidentemente típico”. Las ratas no
son iguales a los humanos y éstos no son iguales
entre sí.
Siguiendo con nuestro razonamiento, sabemos que

las ratas almacenan sus alimentos y que algunos
gitanos también. ¿Implicaría esto que son avaros
todos los gitanos? ¿Matarían a sus hermanos en una
caravana con demasiadas personas? No.
Sin embargo, este proceso de simplificar el mundo en

que vivimos, estableciendo analogías entre cosas sin
relación alguna, puede dominar todas nuestras
respuestas, incluyendo nuestro estilo de vida.
Así, cuanto más compleja o desconcertante es una

situación, tanto mayor es nuestro deseo de
simplificarla. No obstante, nuestra comprensión del
mundo será más completa mientras más complejas
sean las situaciones a las cuales nos enfrentamos,
tanto mejor, si es que estamos interesados en la
verdad sobre nosotros y en nuestra forma de
comportarnos.
Un poco de historia
A finales del siglo XIX, la idea de adoptar un criterio

científico para el estudio de las personas constituyó
un gran progreso.
Quizá ahora parezca simple, pero en aquella época se

veía como un gran avance el descubrir qué tan grande
tenía que ser la diferencia entre dos pesos para que
una persona -cualquier persona- fuera capaz de
discriminar esa diferencia. Luego se descubrió que
más o menos sucedía lo mismo cuando se juzgaban
diferencias en cuanto a la intensidad del volumen,
color o longitud de las líneas.
Un poco de historia
Estos experimentos llevaron a descubrimientos

diversos, pero el más importante de ellos fue el hecho
de que el ser humano se comporta en formas
regularmente repetibles y predecibles, para cuyo
estudio resulta necesario y apropiado un método
experimental de investigación.
Un poco de historia
Este desarrollo condujo directamente a la necesidad

de responder a la pregunta: “¿Cómo nos convertimos
en adultos competentes?”
Todos empezamos como niños indefensos: por lo

menos una parte de la nueva conducta, adquirida a lo
largo del camino del desarrollo hacia la edad adulta,
debe ser aprendida: ¿cómo opera entonces el proceso
del aprendizaje?
Un poco de historia
La primeras respuestas científicas fueron las del

psicólogo ruso Pavlov y las del psicólogo
norteamericano Thorndike. Ellos demostraron que el
aprendizaje se basa en la recompensa y el castigo,
pero sus descubrimientos fueron más sutiles de lo que
sugiere este enunciado.
No cualquier recompensa, dada en cualquier

momento, funciona: debe ser algo verdaderamente
deseado por el organismo a un nivel biológico y debe
llegar rápido (aproximadamente medio segundo)
después de haber ocurrido la conducta que se debe
aprender.
Un poco de historia
Ahora sabemos que el aprendizaje en realidad es un

proceso mucho más complicado, pero esa fue la base
de donde surgió gran parte de la Psicología.
Un aspecto importante del trabajo de Pavlov y

Thorndike fue su experimentación con animales.
Junto con otros investigadores, fueron capaces de
demostrar que el aprendizaje del comportamiento
humano se puede relacionar con el mismo proceso de
los animales inferiores.
Un poco de historia
Esto no significa -como vimos en el ejemplo de las ratas

y los gitanos- que los humanos se comportan como los
animales, sino que ambos aprenden algunos de sus
patrones de conducta de manera similar.
En realidad, los humanos hemos aprendido mucho
acerca de nosotros mismos, al investigar metódicamente
aspectos específicos del comportamiento animal.
Un poco de historia
Una de las definiciones más antiguas de la

Psicología, fue la de “ciencia de la vida mental”,
posteriormente, con el auge del conductismo se le
empezó a conocer con el nombre de “ ciencia
de la conducta”, o más precisamente,
“ciencia del comportamiento de los organismos”.
Sin embargo, en la actualidad se está recuperando

aquella definición inicial que hace de la
“conciencia” un concepto central y propicia el
estudio de los sueños, la fantasía, los recuerdos, los
procesos del pensamiento, las sensaciones, etc. -es
decir, de todos los aspectos del funcionamiento
mental.
Un poco de historia
Esta discrepancia en el objeto de estudio, radica en

la negativa conductista hacia la importancia de los
fenómenos mentales, los cuales en el mejor de los
casos se veían como tipos especiales de
comportamiento.
A su favor argumentaban que los pensamientos

tienen muy poca relación con lo que la persona es o
hace en realidad, siendo esto último lo que en
realidad importa de nosotros a los demás y, a la
larga, a nosotros mismos.
La psicología como ciencia
Como toda ciencia, la psicología se ha ido

consolidando a partir del desarrollo de sus
descubrimientos y técnicas de investigación. De
esta forma, los resultados de muchos experimentos
psicológicos poseen una autoridad y una claridad
de las que carecían los trabajos iniciales. Estos
resultados, integrados en un cuerpo teórico,
también se han vuelto más accesibles e inteligibles
y, como tal, pueden ser de mucha mayor utilidad
para cada uno de nosotros.
La psicología como ciencia
De acuerdo con lo que hasta ahora sabemos:
¿Es la psicología una respuesta a

nuestros problemas?
¿Explicará satisfactoriamente todo
nuestro comportamiento?
¿Nos ofrecerá los medios para “curar”
la conducta que calificamos de
“mala”?
¿Abrirá nuestra mente?
Como en muchos otros caso, la respuesta no es tan
sencilla.

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Una definición provisional

del comportamiento y de los

Dr. Jonathan Crane

Sin embargo, al margen de definiciones más o menos

A pesar de que para algunos doctos esto resulte

Toda esa información proveniente de nuestras

Posteriormente intentamos probar estas teorías

No obstante, si bien nuestro sentido común puede ser

En ello interfiere el que seamos observadores

Todo ello nos puede llevar a una sobre extensión

Resulta fácil tratar de explicar o entender el

Así por ejemplo, podemos “La

¿Por qué? Porque todos sabemos que si muchas ratas

La idea es interesante, la inferencia, tentadora, pero

Sin embargo, y aun para las que sí lo experimenten,

Siguiendo con nuestro razonamiento, sabemos que

Sin embargo, este proceso de simplificar el mundo en

Así, cuanto más compleja o desconcertante es una

A finales del siglo XIX, la idea de adoptar un criterio

Quizá ahora parezca simple, pero en aquella época se

Estos experimentos llevaron a descubrimientos

Este desarrollo condujo directamente a la necesidad

Todos empezamos como niños indefensos: por lo

La primeras respuestas científicas fueron las del

No cualquier recompensa, dada en cualquier

Ahora sabemos que el aprendizaje en realidad es un

Un aspecto importante del trabajo de Pavlov y

Esto no significa -como vimos en el ejemplo de las ratas

Una de las definiciones más antiguas de la

Sin embargo, en la actualidad se está recuperando

Esta discrepancia en el objeto de estudio, radica en

A su favor argumentaban que los pensamientos

Como toda ciencia, la psicología se ha ido

De acuerdo con lo que hasta ahora sabemos:

¿Es la psicología una respuesta a

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