Hubo un hombre

FIEL
 UN HOMBRE FIEL
Antes que existiera un judío o
un cristiano, hubo un hombre
que tuvo fe en un Dios invisible.
Una fe que lo mantuvo fiel.

La vida y fe de Job fue puesta a

prueba a través de ciertas
circunstancias adversas que nos
enseñan que la experiencia
cristiana no sólo es un asunto
de bienes, sino de una entrega
incondicional.
1. Primera circunstancia: Viviendo
en la abundancia.
• Leamos Job.1:1-5. Se habla
acerca de que “hubo un
hombre”. Notemos que de la
multitud de seres humanos
uno es identificado. Dios nos
contempla colectivamente,
pero también como individuos.
• La experiencia de Job ilustra el
ideal de Dios para cada uno de
nosotros como
administradores del plan de
salvación. (1Co.4:1-2).
La riqueza de Job lo hace responsable
ante Dios como mayordomo. Pero su
riqueza es de dos tipos, las cuales
están íntimamente entrelazadas.

• Primero, Job era espiritualmente

muy rico: esto se manifestaba por
la calidad de su relación con Dios y
por su calidad de relación con sus
semejantes. Es decir, en su forma
de tratar a otros. Notemos como se
le describe:
• Perfecto: perfecto significa: “ser,
estar completo, ser íntegro”. Así,
su relación con Dios es íntegra, no
parcial. Completamente dedicado
a Dios, no hay rincones reservados
al pecado en su corazón. Dios
influye en cada aspecto de su
vida. Dios es propietario de todo
lo que Job tiene. Dios es su Señor
y lo reconoce como tal. Todo lo
que Job hace lo hace para Dios.
• Recto, justo: Se refiere a la
manera como Job trataba a
sus semejantes. No abusaba,
maltrataba, pisoteaba o
humillaba a las demás
personas. La mayordomía de
la vida social nos hace
responsables ante los demás,
pues representamos a Dios en
nuestro trato con ellos, ya sea
el cónyuge, los hijos, la suegra,
el vecino, nuestro empleado,
etc.
• Temeroso de Dios: No deseaba romper
su relación con Dios en ninguna
circunstancia.

• Por eso se apartaba del mal.

Ilustración: La frase en el original
significa que, si alguien camina por la
calle y ve a la distancia venir el mal;
toma otro camino para no enfrentarlo.
Job era también rico materialmente.
• Tenía 7 hijos y 3 hijas. Tenía una familia,
en la cultura oriental eso era una gran
riqueza, era alguien favorecido por los
dioses. En el caso de Job su Dios lo
favorecía en gran manera.

• Tenía 7 mil ovejas, 3 mil camellos, 500

yuntas de bueyes, y 500 asnas. Su
servidumbre era mucha. Por lo tanto, se le
consideraba el más rico de los orientales.
Pero para él, lo más importante era su
relación con Dios.
• Notemos: Dios le había dado muchos
bienes materiales para administrarlos, y los
había administrado bien y fielmente.
• Job sabía que la opulencia, y la riqueza,
podrían ser un ambiente propicio para que
las personas se independicen de Dios
rompiendo así su relación con su Señor.
• Inculcó a sus hijos a vivir en armonía con
Dios, a darle el primer lugar a Dios en sus
vidas. Esa fue a mejor herencia que podía
darles.
UN HOMBRE FIEL EN EL DOLOR
2. Segunda circunstancia: Viviendo en el
dolor y la miseria.
En un día perdió todos sus bienes materiales.
• Primero: (1:13) los sabeos le robaron los
bueyes y los asnos. Segundo: (1:16) el
fuego consumió sus ovejas. Finalmente
(1:17), los caldeos le robaron los camellos.
• Es difícil imaginar cómo se sintió Job ante
tales pérdidas. Ninguno de nosotros
disfruta ante tales experiencias. En tales
situaciones es cuando reflexionamos
acerca del significado de la vida.
• En medio de la preocupación por la
pérdida de sus posesiones, le llegó la
noticia más dolorosa, ¡la muerte de
todos sus hijos! (1:18).

• El corazón de ese hombre y su mujer,

quedaron desgarrados por el dolor
que produce la muerte, no de uno,
sino de todos sus hijos.
• Su casa se volvió en morada del
sufrimiento y el dolor. Job perdió
en un día todas sus riquezas
materiales, y esto hace que el
lector se pregunte si perdería
también su riqueza espiritual.

• ¿Cuánto puede soportar el ser

humano antes de romper su
relación con Dios?
• Es en esto momentos de intenso dolor
y angustia que sale de sus labios una
exclamación poderosa de fe y
confianza en Dios:

“Desnudo salí del vientre de mi madre,

y desnudo volveré allá; Jehová me lo
dio y Jehová me lo quitó; sea ¡Bendito
el nombre de Jehová!” Job 1:21.
• Job no tenía una fe escuálida, o famélica,
no tambaleó ante las arremetidas
adversas de la vida.
• Él estaba convencido que todas sus
posesiones habían venido de Dios y por
lo tanto a él le pertenecían.
• Si Dios las quería de vuelta, Job estaba
completamente de acuerdo que el las
tomara de nuevo, pues al principio de su
vida nada tenía. Todo era de Dios.
• Para colmo de males, Job cayó enfermo. Su cuerpo
está ahora afectado por llagas que cubren todo su
cuerpo. Era una rasquiña insoportable, era
imposible dormir. En ocasiones, el que no duerme
no deja dormir a otros.
• La esposa se cansó, se desesperó, flaqueó, no pudo
soportar ver a su esposo en ese estado tan
miserable y deplorable. Entonces, le recomendó el
suicidio espiritual. Le dice a su esposo: ¡Ya basta!
“rompe tu relación con Dios y así morirás y saldrás
de tu angustia y miseria”. (2:9).
• Job la reprende diciendo: eres una insensata, has
hablado como cualquier pagana: (2:10).
“Dios nos ha dado el privilegio de administrar las bendiciones
que el constantemente nos da. Recibimos de su mano cosas
buenas y nos gozamos administrándolas para Él. Pero a veces
recibimos también el dolor y el sufrimiento. ¿Por qué hemos
de aceptar lo primero y no lo segundo? Yo estoy dispuesto a
administrar el dolor para la gloria de Dios. Yo seré un buen
mayordomo del dolor y esté no será capaz de romper mi
relación con mi Dios”.
Job representa la obra de Cristo, quien
vino a este mundo a administrar el
dolor y la muerte por nosotros.
La mayordomía de Cristo hizo algo más
grande que la administración de Job.
Cristo produjo nuestra salvación, pues
siendo rico se hizo pobre para que, por
su pobreza, nosotros fuésemos
enriquecidos. (2Co.8:9). ¡Gloria a Dios!
 UN HOMBRE DE FE
3. Tercera circunstancia: Viviendo por fe.
• Job nunca dudó que las experiencias por las
que estaba pasando eran dirigidas por Dios.
• El no trató de explicar por qué estaba
pasando por tanto dolor.
• El simplemente lo aceptó todo como si
viniera de Dios.
• Fueron sus amigos los que trataron de
explicarlo.
• En algún lugar del universo el concilio celestial se reunió en sesión y
allí el nombre y la persona de Job estuvieron en discusión.
• Primera reunión. Dios presume a Job. Lucifer resopla-- ¿Crees que
te sirve de manera gratuita y desinteresada? Si le quitas lo que le
has dado te maldecirá y declarará que no te necesita. Dios
responde: --Puedes quitarle todo lo que tiene, pero no toques su
vida
• Segunda reunión, Dios presume otra vez a Job. Job ha mantenido
su integridad. Satanás alega que Job renunciaría si tan solo se toca
su vida. Por lo tanto, Dios le permite tocar a la persona de Job, pero
pide respetar su vida.
 Dios constituyó al ser humano como un
administrador sabio, le da bienes para que los
administre y mientras mejor hace su trabajo,
Dios le da más recursos y más lo protege.

“…Traed todos los diezmos al alfolí y haya

alimento en mi casa; y probadme ahora en
esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os
abriré las ventanas de los cielos, y derramaré
sobre vosotros bendición hasta que
sobreabunde.” Mal.3:10.
• Pero en la temática de este capítulo hay algo mucho más profundo que
la integridad de Job.
• Satanás está poniendo en tela de juicio la integridad de Dios y de su
gobierno.
• También se da cuenta que Dios le da al ser humano bienes para que los
administre y mientras mejor hace su trabajo, Dios le da más recursos y
más lo protege. (Mal.3:10-11).
• Satanás argumenta que Dios usa este sistema de mayordomía para
alimentar el egoísmo humano y comprar así el servicio del hombre.
• Satanás está cuestionando la justicia y el
amor de Dios.
• Dios no le permite al hombre la libertad de
expresar su verdadera naturaleza. “--Quita
la cerca--” --le dice Lucifer-- y permite que
el caos entre a la experiencia humana y
entonces el hombre estará libre para
expresarse.
• Como resultado descubrirás que él no está
interesado en servirte.
 CONCLUSIÓN
• En su lucha contra el pecado Dios desea usarnos para demostrar a las
fuerzas del mal que el amor desinteresado puede gobernar la vida del
hijo(a) de Dios, con justicia y con integridad.
• Cuando parezca que Dios está ausente, que se ha olvida de nosotros no
olvidemos que no solamente es nuestro proveedor, sino es también
nuestro Creador y Salvador.
• En ocasiones él, en su sabiduría, coloca en nuestras manos el misterio del
dolor para que lo administremos para él. 19:25-27.
• Ya sea en la riqueza o en la pobreza, en la felicidad o en la tristeza, en el
dolor y en la alegría, nada ni nadie debe apartarnos del amor de Cristo.
Ro.8:32-38.
 LLAMADO

• Seamos fieles a Dios bajo cualquier

circunstancia.
• Elevemos una oración de
agradecimiento a Dios mientras
dedicamos nuestra ofrenda de
gratitud este sábado venidero.
• Te invito hoy a confiar en ese Dios
que provee, cuida, protege, en
Jesús. Oremos