Catedra TG Proceso Civil
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CONCEPTOS DE DEMANDA
El artículo 91 del Código General del Proceso regula lo referente al traslado de la demanda,
consistente en la manera como se le concede el término al demandado para que dentro de él ejercite su
derecho de defensa.
Teniendo en cuenta que el demandado se ha notificado del auto admisorio de la demanda o el
mandamiento ejecutivo, según el caso, el traslado de la demanda se surte en una de las siguientes
formas:
1. Si la notificación fue personal o por estado (cuando se permite), el término empieza a correr a partir
del día siguiente a la notificación de la providencia, mediante entrega en medio físico o mensaje de
datos, de copia de la demanda y de sus anexos.
2. Si la notificación fue por conducta concluyente, por aviso o mediante comisionado, antes de que corra
el término de traslado, el demandado tiene 3 días para solicitar en la secretaría del despacho que le sea
suministrada la reproducción de la demanda y de sus anexos. Una vez vencidos los 3 días atrás
indicados, (haya o no solicitado las reproducciones señaladas) comienzan a correr los términos tanto
de ejecutoria como de traslado de la demanda, es decir, que una vez surtida la notificación por alguna
de las modalidades aquí indicadas, a partir del día siguiente corren los 3 días para tramitar las
reproducciones, y a continuación empiezan a correr tanto el término de ejecutoria como el del traslado.
RETIRO DE LA DEMANDA
El Código General del Proceso exige que la reforma de la demanda se presente de una
vez integrada en un solo escrito. Ello significa que debe presentarse nuevamente la
demanda excluyendo o incluyendo las partes, pretensiones, hechos o pruebas que le
motivan reformarla.
REFORMA DEMANDA PROCESOS
EJECUTIVOS
Teniendo en cuenta que el artículo 93 del CGP que regula lo referente a la
reforma de la demanda es una norma de carácter general, aplica no solo para
procesos declarativos sino también para procesos ejecutivos. Por ello las reglas
que atrás se exponen para los procesos declarativos son las mismas para los
procesos ejecutivos.
Ejecutivo con excepciones de mérito. En este caso como el juez debe señalar
fecha y hora para audiencia, la reforma se pude presentar hasta antes de que se
dicte tal providencia.
Ejecutivo sin excepciones de mérito. Por no haberse propuesto excepciones de
mérito, no se convocará a la audiencia, de tal suerte que la reforma a la demanda
podrá presentarse hasta antes de que se dicte el auto que ordena seguir adelante
con la ejecución, puesto que es el trámite subsiguiente por el silencio del
ejecutado durante el traslado que se le concedió.
EFECTOS DE LA DEMANDA
NOTIFICADA
Art. 94 CGP
La presentación de la demanda interrumpe el término para la prescripción e impide que se
produzca la caducidad siempre que el auto admisorio de aquella o el mandamiento
ejecutivo se notifique al demandado dentro del término de un (1) año contado a partir del
día siguiente a la notificación de tales providencias al demandante. Pasado este término,
los mencionados efectos solo se producirán con la notificación al demandado.
La notificación del auto admisorio de la demanda o del mandamiento ejecutivo produce el
efecto del requerimiento judicial para constituir en mora al deudor, cuando la ley lo exija
para tal fin, y la notificación de la cesión del crédito, si no se hubiere efectuado antes. Los
efectos de la mora solo se producirán a partir de la notificación.
La notificación del auto que declara abierto el proceso de sucesión a los asignatarios,
también constituye requerimiento judicial para constituir en mora de declarar si aceptan o
repudian la asignación que se les hubiere deferido.
EJEMPLO: Una letra de cambio se hizo exigible el 2 de Febrero del año 2.013. Acorde
a las normas del C. de Cio., la acción cambiaria para dicho título prescribe en 3 años,
esto es que prescribe el 2 de Febrero del año 2.016. El demandante presentó la demanda
ejecutiva el día 15 de Mayo de 2.014, habiendo el juez librado mandamiento ejecutivo
por auto de fecha Mayo 27 de 2.014, el cual se notifica por estado al demandante el 28
de Mayo. Si se quiere interrumpir el término de prescripción en la fecha en que se
presentó la demanda (Mayo 15/14) debe notificarse al demandado dentro del año
siguiente a la notificación por estado del auto que libró el mandamiento de pago, es
decir entre el 29 de Mayo de 2.014 y el 29 de Mayo de 2.015. De haberse notificado al
demandado dentro de ese año, los términos de prescripción se interrumpieron en la
fecha de presentación de demanda, es decir, el 15 de Mayo de 2.014, momento al cual
no habían transcurrido los tres años de prescripción de la acción instaurada.
INTERRUPCIÓN DE LA
PRESCRIPCIÓN CUANDO HAY
LITISCONSORCIO.
Cuando el litisconsorcio es facultativo, los efectos de interrupción se surten para cada
uno de manera separada, esto es, que si uno de los demandados se notificó dentro del
año siguiente a la notificación al demandante del auto admisorio, para él los términos de
prescripción se interrumpieron en la fecha en que se presentó la demanda, pero si el otro
demandado se notificó pasado dicho año, para éste último los términos de prescripción
se interrumpen en la fecha en que fue notificado.
Si se tratare de litisconsorcio necesario, el término de prescripción se interrumpe
teniendo en cuenta el momento en que se notificó al último de los demandados. Es
decir, que en tratándose de litisconsorcio necesario, para que los términos de
prescripción se interrumpan en la fecha en que fue presentada la demanda, deben
notificarse a todos los demandados dentro del año siguiente a la notificación al
demandante del auto admisorio, pero si uno de ellos se notifica pasado dicho año, los
términos se interrumpen en la fecha de la notificación (así los otros se hayan notificado
dentro del año).
INTERRUPCIÓN DE LA
PRESCRIPCIÓN POR
REQUERIMIENTO
Importante novedad incorpora el Código AL
GeneralDEUDOR
del Proceso, en el inciso final del artículo
94 (norma que entró en vigencia el día 1 de Octubre de 2.012), que textualmente dice: “El
término de prescripción también se interrumpe por el requerimiento escrito realizado al
deudor directamente por el acreedor. Este requerimiento solo podrá hacerse por una vez.”
Resulta novedoso el inciso transcrito, pues es una forma de interrumpir los términos de
prescripción de manera extrajudicial y por iniciativa del acreedor, que obliga a estas
precisiones:
1. Se aplica para procesos de ejecución, por cuanto la norma habla de acreedor y deudor.
2. Se hace requerimiento escrito para que pague. ¿Cómo debe ser ese requerimiento?
3. Es predicable por una sola vez
INEFICACIA DE LA
INTERRUPCIÓN DE LA
El artículo 95 delPRESCRIPCIÓN
Código General del Proceso, dispone en qué eventos habiéndose
interrumpido el término de prescripción, bien en la fecha en que se presentó la
demanda, o en la que no se notificó al demandado, según el caso, resulta ineficaz
dicha interrupción.
CONTESTACIÓN
DEMANDA
CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA
El artículo 91 del Código General del Proceso regula lo referente al traslado de la demanda,
consistente en la manera como se le concede el término al demandado para que dentro de él ejercite su
derecho de defensa.
Teniendo en cuenta que el demandado se ha notificado del auto admisorio de la demanda o el
mandamiento ejecutivo, según el caso, el traslado de la demanda se surte en una de las siguientes
formas:
1. Si la notificación fue personal o por estado (cuando se permite), el término empieza a correr a partir
del día siguiente a la notificación de la providencia, mediante entrega en medio físico o mensaje de
datos, de copia de la demanda y de sus anexos.
2. Si la notificación fue por conducta concluyente, por aviso o mediante comisionado, antes de que corra
el término de traslado, el demandado tiene 3 días para solicitar en la secretaría del despacho que le sea
suministrada la reproducción de la demanda y de sus anexos. Una vez vencidos los 3 días atrás
indicados, (haya o no solicitado las reproducciones señaladas) comienzan a correr los términos tanto
de ejecutoria como de traslado de la demanda, es decir, que una vez surtida la notificación por alguna
de las modalidades aquí indicadas, a partir del día siguiente corren los 3 días para tramitar las
reproducciones, y a continuación empiezan a correr tanto el término de ejecutoria como el del traslado.
El Término por el cual se corre
traslado está definido en la ley
Varia según el tipo de proceso:
En el proceso Verbal es de es de veinte (20) días (Art. 369 CGP);
En el verbal sumario es de diez (10) días (Art. 391-5 CGP);
En el proceso divisorio es de diez (10) días (Art. 409-1 CGP);
En el monitorio también es de diez (10) días (Art. 421 -1CGP);
En el de expropiación es de tres (3) días (Art. 399.5)
En el de deslinde y amojonamiento es de tres (3) días (Art. 402-1);y
En el ejecutivo también es de diez (10) días (Art. 442)
IMPORTANTE: EL TRASLADO ES
LA OPORTUNIDAD PARA:
Contestar la demanda;
Llamar en garantía, cuando a ello hubiere lugar;
Llamar al poseedor (en pretensiones reivindicatorias);
Proponer excepciones de mérito y previas;
Tachar de falsos los documentos aducidos en su contra por el demandante;
Demandar en reconvención cuando el tramite del proceso lo permita;
Reclamar el pago de mejoras;
Objetar el juramento estimatorio.
REQUISITOS DE LA CONTESTACIÓN
DE LA DEMANDA
El artículo 96 del CGP consagra cinco (5) numerales que contienen los requisitos de la contestación de la
demanda, sobre los cuales es necesario detenernos en los siguientes aspectos:
1. Contestar los hechos de la demanda. En el nuevo código resulta más exigente el pronunciamiento con
respecto a los hechos de la demanda, sobre los cuales pueden haber tres maneras para referirse a ellos: (i) Lo
admite. En tal caso si el hecho admitido es susceptible de confesión, se trata de una confesión expresa; (ii) Lo
niega. Debe exponer razones serias de su respuesta, pues no hacerlo conlleva a una confesión ficta; (iii) No le
consta. También debe motivar la razón de su respuesta, so pena de propiciar la confesión ficta.
2. Hacer valer el juramento estimatorio. Así como para el demandante se le obliga utilizar como prueba el
juramento para estimar las cuantías de sus reclamos por los conceptos señalados en el artículo 206 CGP, al
demandado también se le exige utilizar dicho medio de prueba cuando haga reclamos por los mismos
conceptos, en su contestación de demanda. Es probable que por ejemplo en una acción reivindicatoria, el
demandado poseedor reclame mejoras impuestas en el predio, motivo por el cual deberá estimar las cuantías
con juramento. Ver Art. 97 inciso 2°
CONSECUENCIAS ANTE EL
SILENCIO DEL DEMANDADO
La falta de contestación de la demanda implica que se presumen ciertos los
hechos susceptibles de confesión que contenga la demanda. Se trata de una
consecuencia más drástica que la que previó el Código de Procedimiento Civil,
pues mientras que en esta obra se le dio tratamiento de indicio grave en contra, en
el nuevo ordenamiento procesal se presumen como ciertos los hechos que se
manifestaron en la demanda y admitan prueba de confesión.
Como se trata de una modalidad de confesión ficta, ella puede quedar desvirtuada,
si durante la actividad probatoria es infirmada, tal y como lo pregona el artículo
197 del Código General del Proceso.
Hay asuntos en que por norma especial, guardar silencio en el traslado implica
sentencia en contra, que es diferente a presumir cierto el hecho. A manera de
ejemplo podemos citar los siguientes:
- Pago por consignación. 381.2
- Restitución de inmueble arrendado. 384.3
- Entrega por el tradente al adquirente. 378
- Monitorio. 421
En otros procesos el silencio durante el término del traslado implica auto (no
sentencia) en que queda vencido el demandado, como sucede en los procesos
ejecutivos (440), rendición de cuentas (379.2)
ALLANAMIENTO DE LA DEMANDA
Artículo 98 CGP
En la contestación o en cualquier momento anterior a la sentencia de primera instancia el
demandado podrá allanarse expresamente a las pretensiones de la demanda reconociendo
sus fundamentos de hecho, caso en el cual se procederá a dictar sentencia de conformidad
con lo pedido. Sin embargo, el juez podrá rechazar el allanamiento y decretar pruebas de
oficio cuando advierta fraude, colusión o cualquier otra situación similar.
Las diferentes posturas que niegan la posibilidad de alcanzar la verdad son bastante
heterogéneas. Unas primeras, sustentadas en lo que puede ser llamado un escepticismo
radical, niegan la posibilidad de alcanzar la verdad con cualquier método, incluido
naturalmente el proceso judicial, pues, en términos generales, concluyen que no es posible
alcanzar ningún conocimiento racional. Dentro de tales posturas resaltan las ideas
denominadas irracionalistas que, aplicadas al campo jurídico, sostienen que las
apreciaciones judiciales, las decisiones y en general los actos procesales, son producto
exclusivamente de la percepción personal y subjetiva de quienes en él participan, por
lo cual no guardan relación con lo acontecido empíricamente. A igual conclusión llegan
también otras tesis, que pueden ser catalogadas como pertenecientes a un idealismo
también radical, según las cuales el conocimiento se compone solamente de construcciones
mentales que no tiene ninguna conexión con la realidad empírica (Taruffo: 2005, 28 – 36)
Otras posturas no guardan relación exclusiva con el asunto epistemológico del
proceso, sino más bien con la concepción ideológica o política que se tenga sobre
él. Estas ideas apuntan a explicar que el proceso judicial no es un medio para
alcanzar la verdad, sino que su fin primordial es el de solucionar conflictos
(Alvarado: 2004, 1), por lo que tal búsqueda es extraña y por lo tanto es
innecesaria frente al proceso e incluso puede llegar a ser contraproducente, en la
medida en que la composición del litigio implica dejar satisfechas a las partes con
independencia de cual hubiese sido con exactitud la base fáctica. Desarrollos
adicionales de estas mismas ideas se encausan a establecer que el proceso judicial
no se encuentra diseñado para alcanzar la verdad, esto es, que desde el punto de
vista epistemológico el proceso contiene serias deficiencias de metodología, pues
su fin, se insiste, es la resolución de las controversias puestas a disposición del
juez (Taruffo: 2005, 38).
TESIS QUE ACEPTAN LA POSIBILIDAD DE
ENCONTRAR LA VERDAD EN EL PROCESO.
• Fijación de objeto de litigio, hechos demostrados y los que requieren ser probados
• Práctica de pruebas:
Interrogatorio de peritos
Declaraciones de testigos
Exhibición de documentos
10 días
Sentencia escrita
PROVIDENCIAS
DEL JUEZ
Tanto el ordenamiento legislativo colombiano como la doctrina procesal ha
clasificado las providencias judiciales en autos y sentencias. Según el artículo 278
del Código General del Proceso, "son sentencias las que deciden sobre
pretensiones de la demanda, las excepciones de mérito, cualquiera que fuere la
instancia en que se pronuncien, las que deciden el incidente de liquidación de
perjuicios, y las que resuelven los recursos de casación y revisión. son autos
todas las demás providencias".
Los autos que se pueden proferir dentro de un proceso se dividen a su vez en
autos de trámite ( o de sustanciación) que buscan darle curso al proceso sin que
se decida nada de fondo, dentro de los cuales se encuentra el de admisión de la
demanda o el que decreta pruebas y autos interlocutorios que contienen
decisiones o resoluciones y no meras órdenes de trámite, como el que rechaza la
demanda.
Formalidades Art. 279 CGP.
LA SENTENCIA
Son las que ponen fin al proceso, pronunciándose sobre la cuestión de fondo
sometida a la decisión del Juez. Son el modo normal de terminación de un
proceso.
CONTENIDO DE LA SENTENCIA
Art. 280 CGP
La motivación de la sentencia deberá limitarse al examen crítico de las pruebas con
explicación razonada de las conclusiones sobre ellas, y a los razonamientos constitucionales,
legales, de equidad y doctrinarios estrictamente necesarios para fundamentar las conclusiones,
exponiéndolos con brevedad y precisión, con indicación de las disposiciones aplicadas.
El juez siempre deberá calificar la conducta procesal de las partes y, de ser el caso, deducir in
dicios de ella
.
La parte resolutiva se proferirá bajo la fórmula administrando justicia en nombre de la
República de Colombia y por autoridad de la ley; deberá contener decisión expresa y clara
sobre cada una de las pretensiones de la demanda, las excepciones, cuando proceda resolver
sobre ellas, las costas y perjuicios a cargo de las partes y sus apoderados, y demás asuntos
que corresponda decidir con arreglo a lo dispuesto en este código.
Cuando la sentencia sea escrita, deberá hacerse una síntesis de la demanda y su contestación.
CONGRUENCIA DE LA SENTENCIA
Art. 281 CGP
Presupuesto necesario para no infringir el principio de congruencia, es el objeto
de litigio, puesto que el juez decidirá solo lo planteado por las partes, sin ir mas
allá, dejar de resolver o decidir algo no reclamado por ellas. Siendo el derecho
procesal de naturaleza publica, los derechos reclamados son de la esfera privada,
pues pertenecen a las partes, de allí el conocido aforismo “ne eat judex ultra
petita partium” que significa que el juez no puede otorgarle a la parte mas de lo
que pide.
Queda pues el juez limitado a dirimir la controversia estrictamente a lo que las
partes le soliciten, debiendo en todo caso y, por razones de interés publico,
adoptar decisiones ex oficio en los eventos en que la ley así se lo imponga.
Ultra petita es un expresión latina, que significa "más allá de lo pedido", que se
utiliza en el derecho para señalar la situación en la que una resolución judicial
concede más de lo pedido por una de las partes.
Citra petita. Por oposición a sentencia extra petita o ultra petita, es aquella que
omite pronunciarse sobre cuestiones sometidas por las partes al juicio.
Extra petita: El juez otorga algo diferente a lo solicitado por la parte. Por
ejemplo, el demandante entabla demanda buscando una indemnización por
responsabilidad contractual, sin mencionar una eventual responsabilidad
extracontractual, y el juez niega la primera, dando lugar a la segunda. En este caso
el juez se estaría inmiscuyendo en la relación jurídica de las partes de una manera
en que éstas no pudieron prever, al iniciarse el juicio.
TIPOLOGIA DE SENTENCIAS
En asuntos de familia. Puede el juez fallar ultra y extra petita para proteger a la pareja, niño,
niña o adolescente, a la persona con discapacidad mental o de la tercera edad. (Parágrafo
primero del artículo 281 en armonía con el artículo 389)
En asuntos de naturaleza agraria. Puede el juez reconocer u ordenar el pago de derechos e
indemnizaciones extra o ultra petita, para ser consecuente con los fines y principios del
derecho agrario. (Parágrafo segundo del artículo 281)
Ordenar las restituciones recíprocas. Decretada la nulidad de la compraventa, el juez debe
ordenar las restituciones recíprocas por motivos de equidad, regresando las cosas al estado en
que existían al momento de celebrarse la compraventa. (Art. 1746 C.C.)
Decretar la nulidad absoluta del acto o contrato. Cuando la controversia recae sobre
un contrato, cualquiera que fuere la pretensión invocada, si resultan comprobados
hechos que apunten a la nulidad absoluta del contrato, deberá esta ser decretada, pues
está de por medio el orden público, para garantizar principios de buena fe, justicia y
equidad en el negocio que da lugar a la nulidad. (Art. 2 Ley 50 de 1.936)
Salvo la prescripción, compensación y nulidad relativa, que DEBEN
IMPERATIVAMENTE SER ALEGADAS POR EL DEMANDADO de manera
oportuna, el juez reconocerá oficiosamente excepciones de mérito, cuyos hechos que
las estructuren lleven a su acreditación, como un evidente acatamiento de hacer
prevalecer el derecho sustancial que la Constitución impone en su artículo 228. (Art.
282 CGP)
Cuando deba utilizarse como prueba el juramento estimatorio, y la parte contra quien se
dirige objeta la cuantía estimada, si las pruebas demuestran que la cuantía es mayor a
la que se estimó, el juez deberá condenar ultra petita, es decir, a la suma acreditada
aunque resulte superior a la que se había pretendido. Se trata de una consecuencia
adversa para el objetante de la cuantía manifestada con juramento estimatorio, cuando
su objeción resulta infundada y por el contrario, el reclamante de la suma pretendió una
condena inferior a la que se comprobó.
(JURAMENTO ESTIMATORIO) No sucede lo mismo cuando el juez de oficio
decreta pruebas por considerar que el valor estimado es exagerado sin que la
parte contra quien se dirige haya objetado la cuantía, pues en este caso el juez
no podrá condenar por suma superior a la estimada aunque las pruebas así lo
indicaran.
ACLARACIÓN, CORRECIÓN Y
ADICIÓN DE PROVIDENCIAS
JUDICIALES
ARTÍCULOS 285, 286 Y 287 CPG
LA COSA JUZGADA
ARTÍCULO 303 CÓDIGO GENERAL DEL PROCESO
La cosa juzgada es una institución jurídico procesal mediante la cual se otorga a las decisiones
plasmadas en una sentencia y en algunas otras providencias, el carácter de inmutables, vinculantes
y definitivas. Los citados efectos se conciben por disposición expresa del ordenamiento jurídico para
lograr la terminación definitiva de controversias y alcanzar un estado de seguridad jurídica.
De esta definición se derivan dos consecuencias importantes. En primer lugar, los efectos de la cosa
juzgada se imponen por mandamiento constitucional o legal derivado de la voluntad del Estado,
impidiendo al juez su libre determinación, y en segundo lugar, el objeto de la cosa juzgada consiste
en dotar de un valor definitivo e inmutable a las providencias que determine el ordenamiento jurídico.
Es decir, se prohíbe a los funcionarios judiciales, a las partes y eventualmente a la comunidad, volver
a entablar el mismo litigio.
COSA JUZGADA
Funciones negativa y positiva
Aún existiendo cosa juzgada, por excepción, puedan intentarse otros específicos
medios de impugnación contra tales sentencias, principalmente el recurso
extraordinario de revisión, cuya finalidad es brindar una posibilidad de reparar
el siempre factible error judicial, o las injusticias eventualmente contenidas en
sentencias ejecutoriadas, cuando con posterioridad a su firmeza se establece con
certeza la existencia de pruebas que no pudieron ser tenidas en cuenta, o se
desvirtúa, igualmente con certeza, el carácter demostrativo de aquellas con base
en las cuales se profirió la decisión.
COSA JUZGADA
No impide la interposición de la acción de tutela
Además de los requisitos generales mencionados, para que proceda una acción de
tutela contra una sentencia judicial es necesario acreditar la existencia de requisitos o
causales especiales de procedibilidad, las que deben quedar plenamente demostradas.
En este sentido, como lo ha señalado la Corte, para que proceda una tutela contra una
sentencia se requiere que se presente, al menos, uno de los vicios o defectos que
adelante se explican.
a. Defecto orgánico, que se presenta cuando el funcionario judicial que profirió la
providencia impugnada, carece, absolutamente, de competencia para ello.
b. Defecto procedimental absoluto, que se origina cuando el juez actuó completamente al
margen del procedimiento establecido.
c. Defecto fáctico, que surge cuando el juez carece del apoyo probatorio que permita la
aplicación del supuesto legal en el que se sustenta la decisión.
d. Defecto material o sustantivo, como son los casos en que se decide con base en normas
inexistentes o inconstitucionales o que presentan una evidente y grosera contradicción
entre los fundamentos y la decisión.
e. Error inducido, que se presenta cuando el juez o tribunal fue víctima de un engaño por
parte de terceros y ese engaño lo condujo a la toma de una decisión que afecta derechos
fundamentales.
f. Decisión sin motivación, que implica el incumplimiento de los servidores judiciales de
dar cuenta de los fundamentos fácticos y jurídicos de sus decisiones en el entendido que
precisamente en esa motivación reposa la legitimidad de su órbita funcional.
g. Desconocimiento del precedente, hipótesis que se presenta, por ejemplo, cuando la Corte
Constitucional establece el alcance de un derecho fundamental y el juez ordinario aplica una ley
limitando sustancialmente dicho alcance. En estos casos la tutela procede como mecanismo para
garantizar la eficacia jurídica del contenido constitucionalmente vinculante del derecho
fundamental vulnerado.
h. Violación directa de la Constitución
En definitiva la acción de tutela contra providencias judiciales es un instrumento
excepcional, dirigido a enfrentar aquellas situaciones en que la decisión del juez
incurre en graves falencias de relevancia constitucional, las cuales tornan la
decisión incompatible con la Constitución. En este sentido, la acción de tutela
contra decisión judicial es concebida como un juicio de validez y no como un
juicio de corrección del fallo cuestionado, lo que se opone a que se use
indebidamente como una nueva instancia para la discusión de los asuntos de índole
probatoria o de interpretación normativa, que dieron origen a la controversia.
DEFECTO POR EXCESO RITUAL
MANIFIESTO
La figura del defecto por exceso de ritual manifiesto es de origen pretoriano, y
aparece reseñada inicialmente en la jurisprudencia de la Corte sentencia T-1091 de
2008.
La Corte construyó la línea jurisprudencial sobre el defecto procedimental por
exceso ritual manifiesto, fundándose en el contenido del artículo 228 de la
Constitución Política, particularmente en el reconocimiento de la preeminencia
del derecho sustancial. Así, bajo el entendido de que el procedimiento goza de un
grado de importancia superior bajo la estipulación del Estado de derecho, no es
axiológicamente correcto, ni jurídicamente valido que en virtud de este se
sacrifiquen derechos subjetivos, pues esencialmente la finalidad del derecho
procesal es asistir a la realización de estos y allegarse al alcance de una verdadera
justicia material.
El acaecimiento del defecto procedimental por exceso ritual manifiesto, implica
que el funcionario judicial incurra en las siguientes situaciones: 2.1.1. Evade el
carácter instrumental del derecho procesal, como medio para garantizar la
realización de los derechos ciudadanos
2.1.2. Dimite de forma consciente a la verdad jurídica objetiva contrariando los
elementos fácticos que fueron probados para el caso concreto.
2.1.3. Privilegia la aplicación del derecho procesal aunque implique el
desconocimiento de derechos fundamentales (Corte Constitucional. Sentencia T-
1091 de 2008.)
LOS RECURSOS
ORDINARIOS
Los recursos, en el devenir histórico han atravesado por una serie de etapas. Así
en el derecho antiguo los recursos son inimaginables debido al carácter religioso
de las sanciones, decisiones, etc., ya que el juicio mismo era una expresión de la
divinidad y por ello infalible. En otra época, era imposible la impugnación de las
sentenciasen en vista de que el judex era un particular, por lo cual no se podía
pedir el reexamen de la misma cuestión ante otro juez jerárquicamente superior al
que había pronunciado la sentencia. En una etapa posterior ya surgen los recursos
como un medio de revisión de la sentencia, incluyendo que en algunos países, por
un ansia ilimitada de justicia, la cosa juzgada era tan débil que siempre existía la
posibilidad de plantear otro recurso.
Los jueces son seres humanos y como tales pueden equivocarse, y en
consecuencia pueden llegar a dictar resoluciones arbitrarias o injustas.
Previendo esta posibilidad, la ley establece los recursos: medios por los cuales las
partes que se consideren agraviadas o perjudicadas por una resolución, puedan
solicitar la revocación o modificación, total o parcial de la misma, dirigiéndose
para ello, según los casos, al mismo Juez que la dictó o a otro de mayor
jerarquía.
En términos generales RECURRIR significa impugnar. Por eso los recursos
pueden definirse como los medios de impugnación que tienen las partes para
atacar las providencias. EL RECURSO es la petición de parte para que el
funcionario que dictó la providencia o, en algunos casos, el superior, la revise.
Esta institución de los recursos, tienen como objetivos principales
los siguientes: De un lado, que se corrijan los errores en que incurre
el funcionario judicial, y de otro lado, impide que la providencia
quede ejecutoriada y por tanto en firme, haciendo necesario
estudiarla como consecuencia del recurso interpuesto .
En síntesis, el recurso es un acto del proceso: a) que beneficia a las
partes y al Estado, pues colabora en que se administre mejor justicia;
b) dota de mayor confiabilidad a las resoluciones judiciales; c)
propende a la realización del derecho objetivo, restaurándolo cuando
ha sido violado por la providencia recurrida; d) provee a la tutela del
derecho subjetivo de la parte vencida; y e) contribuye a la unidad
jurisprudencial, lo cual constituye una garantía para los asociados .
Los recursos generalmente pasan por las etapas de interposición,
concesión, tramitación, sustentación, decisión y efectos, y no
procede proponerlos antes del pronunciamiento de la providencia
recurrida, porque no se ha producido el agravio al recurrente; ni
están sujetos a plazo o condición, porque constituyen un acto de
voluntad puro y simple.
PRESUPUESTOS PARA EL TRÁMITE
DE LOS RECURSOS
En ausencia de ellos no debe dársele curso (inadmitirse o rechazar)a
la impugnación.
LEGITIMACIÓN
Para poder hacer la crítica debemos contar no sólo con la sentencia sino con otros
elementos del proceso.
Si se sabe quiénes son los jueces que van a intervenir, es conveniente examinar
sus opiniones en causas anteriores, iguales o similares y en su caso averiguar y
citar la jurisprudencia de los últimos años que apoye nuestra posición.
La referencia debe ser concreta a los hechos del juicio, y la jurisprudencia
conviene citarla sólo cuando se refiere a los mismos de manera directa o se la
puede relacionar concretamente. Una muy extensa gama de citas jurisprudenciales
perjudica la crítica porque dispersa la atención.
Cuanto más breve, corta y directa sea la crítica, mayor efecto tendrá. Por mucho
que nos moleste la sentencia, no debemos usar la expresión de agravios o el
memorial para expresar disgustos personales, criticar al juez o cosas similares
como improperios, etcétera. La crítica es de la sentencia y nos bastará para que se
revoque que hagamos un planteo adecuado. Por otro lado, los agravios personales
generalmente descalifican subjetiva y objetivamente la crítica de la sentencia.
TRAMITE DE LA APELACIÓN DE
AUTOS
Art. 326 CGP y SENTENCIAS ART. 327
CGP
EFECTOS EN QUE SE CONCEDE EL
RECURSO DE APELACIÓN Art. 323
CGP
Los efectos en que el A QUO ha de conceder el recurso de apelación son tres a
saber: suspensivo, devolutivo o diferido.
SUSPENSIVO. En este caso la providencia apelada no se cumple, por lo cual se
suspende la competencia del inferior en toda actuación desde el momento en que
queda ejecutoriada la providencia que concede la apelación, hasta cuando se
notifique el auto de obedecimiento al superior.
DEVOLUTIVO. En este caso se cumple la providencia apelada, por lo que esta
no se suspende, manteniendo competencia el inferior en todo el proceso, inclusive
en la providencia atacada.
DIFERIDO. En este caso la providencia apelada no se cumple, pero el inferior
mantiene competencia en todo aquello que no dependa de la providencia
impugnada.
EFECTO EN QUE HA DE
CONCEDERSE LA APELACIÓN DE
AUTOS
Para que la apelación del auto se conceda en el efecto suspensivo o diferido, la ley
misma lo manifiesta, pero si la norma no indica el efecto en que se debe conceder
la apelación, deberá serlo en el efecto devolutivo.
EJEMPLOS DE AUTOS EN EL EFECTO SUSPENSIVO.
Art. 90. El auto que rechaza la demanda.
Art. 317. El auto que decreta el desistimiento tácito.
Art. 312. El auto que resuelva sobre la transacción total.
EJEMPLO DE AUTOS EN EL EFECTO DIFERIDO.
Art. 312. El auto que resuelva sobre la transacción parcial.
Art. 446. El auto que en el proceso ejecutivo decida la objeción a la liquidación
del crédito.
(i) Conflicto
(ii) Un pacto arbitral
(iii) Particulares investidos con la facultad de administrar justicia
(iv) Pago de los honorarios y gastos administrativos
El pacto arbitral puede darse en dos formas: El compromiso y la cláusula
compromisoria. La diferencia radica en que se celebran antes y después del
acaecimiento de la diferencia arbitrable. El compromiso se da posterior al
conflicto, mientras que la cláusula compromisoria busca anticipar cualquier
conflicto circunscribiéndolo de antemano a la justicia arbitral
Concepto de laudo arbitral
Si el proceso terminó de manera normal (con la sentencia) o en forma anormal (por desistimiento tácito,
o por conciliación, entre otros motivos), no puede renovarse para continuar su trámite, pues de acontecer
esto genera la nulidad en estudio.
EJEMPLO: Aplicando lo establecido en el numeral 1 del artículo 317 del CGP, el juez decreta el
desistimiento tácito, cuyo auto queda ejecutoriado, no obstante después de tal providencia, en el mismo
expediente se continúa la actuación, lo cual arroja la nulidad indicada.
EJEMPLO: El proceso termina por una conciliación, y con posterioridad el demandante realiza
actuaciones (porque no se cumplió el acuerdo conciliatorio) que el juez atiende, continuando como
consecuencia el trámite del proceso.
Art. 133.2 Cuando el juez pretermite íntegramente la respectiva instancia.
Se presenta esta causal de nulidad cuando el juez de segunda instancia emite fallo sobre
una demanda o un proceso acumulado, o sobre la demanda de reconvención sin que el
de primera instancia hubiera hecho pronunciamiento sobre ellos.
Art. 133. 3 Cuando se adelanta el proceso estando en causal de interrupción. Art. 133.3
Cuando se adelanta el proceso estando en causal de suspensión, o se reanuda antes de la
oportunidad debida. Art 159 y 161 CGP
Art. 133.4 Cuando es indebida la representación de una de las partes.
Si una de las partes es persona jurídica, ella debe actuar a través de su representante legal, y es este
quien en realidad debe representarla. Por tanto, si la entidad va a demandar o es demandada, es
requisito que en el respectivo proceso intervenga a través de quien en realidad es el representante legal,
representación que se refleja del certificado que emana de la autoridad respectiva (superintendencia
vigilante, cámara de comercio, etc), pues si interviene por conducto de otra persona que no es el
representante legal –nunca lo ha sido o pudo serlo- genera la nulidad que estamos estudiando. Igual
sucede con la persona natural que es incapaz, bien por ser menor de edad, o porque ha sido declarada
interdicta, casos en que el incapaz actuará en el proceso por intermedio de quien es su representante
legal.
EJEMPLO: Se celebra un negocio jurídico con una determinada entidad de derecho privado,
representada para la época del contrato por Felipe Aguilar. Como consecuencias de
diferencias en el contrato es demandada la sociedad y se allega el certificado que corresponde
a la misma expedido un mes antes de ser presentada a demanda y en el mismo aparece Felipe
Aguilar como el gerente, pero cuando se notifica el auto admisorio de la demanda, se notifica
del mismo a Felipe Aguilar cuando en realidad para ese momento el gerente es Gonzalo
Marín, lo cual lleva a la nulidad por indebida representación.
Art. 133.4 Cuando una de las partes actúa a través de apoderado judicial, pero éste carece íntegramente
de poder.
Consecuencia del ius postulandi es el que los sujetos procesales intervengan a través de apoderado judicial,
con las salvedades previstas en el estatuto de la abogacía. El poder debe constar en documento, incluso
cuando se confiere de manera oral en una audiencia o diligencia, toda vez que en la videograbación consta
el otorgamiento del poder.
Para estructurar la causal de nulidad se requiere la carencia total del poder, pues de existir el mismo pero
resulta ser insuficiente, naturalmente que se estructura una irregularidad que se habrá de corregir a través
de recursos, como sería el caso de que un apoderado judicial celebre una transacción sin tener la facultad
expresa para hacerlo, que por tratarse de un acto de disposición del derecho litigioso es menester que el
poderdante le haya autorizado La nulidad en estudio se predica porque a nombre de una de las partes actúa
un apoderado judicial sin que medie poder para intervenir, como será el caso en que después de haberse
revocado el poder que se confirió por medio de escritura pública, se interviene con copia de la misma en
donde no aparece constancia de la revocatoria hecha, o porque el apoderado renunció al poder y el juez por
auto debidamente notificado al poderdante le aceptó la renuncia, y no obstante aquel continúa actuando en
el proceso.
133.5 Cuando se omiten las oportunidades para solicitar, decretar o practicar pruebas.
Acorde al artículo 29 de la Constitución Política, las partes tienen derecho a pedir pruebas y
controvertir las pruebas de su contraparte, de allí que cuando el juez o magistrado impida que las
partes acudan a ese derecho constitucional se genera la nulidad en estudio. Las pruebas
generalmente se piden en los actos iniciales del proceso, esto es en la demanda y en la contestación
de la misma. Pero de acuerdo con las circunstancias del proceso, pueden ocasionarse nuevas
oportunidades probatorias, como sería el caso en que el demandado propone excepciones de
mérito, o cuando el juez atribuye la carga de la prueba a quien esté en mejores condiciones, entre
otros eventos.
EJEMPLO: En proceso monitorio es notificado el demandado del auto que requiere pagar, y éste
contesta la demanda negando la deuda. El juez convoca a audiencia, sin permitir al demandante que
pida pruebas, incurriendo en la causal de nulidad.
Procesos de servidumbre. Art. 376 Es obligatoria la inspección judicial, pues sin ella, el juez no puede
dictar la sentencia que decrete la variación, extinción o imposición de la servidumbre, tal y como lo
dispone el inciso segundo del artículo 376 del Código General del Proceso.
Procesos de deslinde y amojonamiento. Art. 403. Aunque la disposición se refiere a diligencia de deslinde,
se trata de una inspección judicial en que el juez verifica que los predios en donde se encuentra el
problema de linderos, sean colindantes y de serlo, proferirá allí mismo la sentencia en que señala los
linderos.
Procesos de investigación o impugnación de la paternidad o la maternidad. Art. 386. En los que es
imperiosa la prueba con marcadores genéticos de ADN, a menos que el demandado no se oponga a
las pretensiones, como lo establece el numeral 3 del artículo 386 del Código General del Proceso.
Cuando el documento aportado al proceso fue tachado de falso. Art. 270. Caso en que es obligatoria
la prueba pericial para cotejar la firma o el manuscrito, o las posibles adulteraciones.
En la audiencia inicial (proceso verbal) o en la audiencia única (proceso verbal sumario), para los
procesos declarativos, o para los ejecutivos en que se propusieron excepciones de mérito, en que es
obligatorio practicar los interrogatorios de parte, siempre que estas se encuentren presentes, o basta
con que una de ellas lo esté, como lo preceptúan los artículos 372.7, 392 y 443 del Código General
del Proceso.
Art. 133. 6 Cuando se omita la oportunidad para alegar de conclusión o para sustentar un
recurso o descorrer su traslado.
Las partes en litigio tienen derecho a exponer sus argumentos antes de que el juez o magistrado
dicte la sentencia tanto de única, como de primera o segunda instancia.
No puede el funcionario judicial proferir su fallo de única o primera instancia, sin que
previamente se haya dado la oportunidad a las partes de que expongan sus alegatos de
conclusión, derecho que primero hace valer el demandante y luego lo hará el demandado. Si
las partes no están presentes, o estándolo no exponen sus alegatos, es asunto distinto, pues es
una carga para ellos de asistir a la audiencia y de alegar en la misma.
Esta oportunidad de alegar de conclusión debe ser garantizada inclusive cuando el juez va a
dictar sentencia anticipada, pues no obstante esta facultad que la ley le otorga, el juez no puede
privar a las partes para que previamente expongan sus alegatos de conclusión.
También se incurre en este motivo de nulidad, cuando el Ad Quem omite la oportunidad para
sustentar el recurso de apelación de la sentencia, sustentación que debe ser coherente con los
reparos planteados cuando se interpuso dicho recurso. De esta manera, el superior no puede
tener proyectada la sentencia de segunda instancia, puesto que es obligatorio que escuche al
apelante los argumentos que a plenitud hará en la audiencia respectiva.
En la misma forma, debe permitirse a la parte que no recurre la providencia, que replique a
los argumentos expuestos por el impugnante, cualquiera que fuere el recurso que se tramita.
Por tanto, si se trata de reposición, la parte contraria tiene derecho a replicar, en este caso
para que se confirme el auto. Igual acontece con la apelación del auto, que con el nuevo
esquema procesal se sustenta ante el A Quo y se replica allí mismo. En tratándose de queja o
súplica, también en su trámite el no recurrente tiene la oportunidad para replicar en el
momento en que se descorre el traslado una vez sustenta el recurrente.
Art. 133. 7 Cuando la sentencia se profiera por un juez distinto del que escuchó los alegatos de
conclusión o la sustentación del recurso de apelación.
Es novedosa esta causal de nulidad, que no fue prevista en el Código de Procedimiento Civil,
pero sí en el numeral 7 del artículo 133 del nuevo estatuto procesal.
El juez que dicta la sentencia debe ser el mismo que escuchó los alegatos de conclusión, cuando
dicha providencia es de única o de primera instancia, pero si la sentencia es proferida en la
segunda instancia, el funcionario que la dicte debe haber oído la sustentación del recurso de
apelación. De esta forma, los alegatos, y en su caso, la sustentación de la apelación que se han
de exponer oralmente y no a través de escritos, como lo dispone el numeral 6 del artículo 107
del Código General del Proceso, tienen un alcance fundamental debido a que obliga al juzgador
a escuchar previamente los argumentos de las partes, para luego dictar la sentencia respectiva.
Es factible que de manera restrictiva, la sentencia no se profiera en la misma audiencia en
que se alega de conclusión, puesto que el juez anunciando el sentido del fallo en la
respectiva audiencia (que será por razones válidas, previo informe a la Sala Administrativa
del Consejo Superior de la Judicatura), proferirá la sentencia por escrito dentro de los 10
días siguientes. Puede suceder que haya habido un cambio de juez entre la audiencia y la
sentencia escrita, debiendo entonces el nuevo juez, convocar a audiencia con el propósito de
que se expongan los alegatos en su presencia para dictar la sentencia, la cual no queda
supeditada al sentido del fallo que su antecesor manifestó.
Art. 133.8 Cuando no se practica en legal forma la notificación del auto admisorio de la
demanda a personas determinadas.
Aunque el numeral 8 del artículo 133 del Código General del Proceso se limita a la indebida
notificación del auto admisorio de la demanda a personas determinadas, debe entenderse que se
incluye también el auto que libra mandamiento ejecutivo, pues es el equivalente al admisorio de
la demanda, solo que se profiere en los procesos de ejecución –como sí lo manifestó el numeral
8 del artículo 140 del Código de Procedimiento Civil-.
Los demandados o ejecutados como personas determinadas que son, deben ser notificados
personalmente y en subsidio por aviso, del auto que admite la demanda o libra el
mandamiento ejecutivo, con las excepciones en que tal notificación es por estado, a las
cuales se hizo referencia en la unidad de notificaciones de que se ocupa este trabajo.
De tal suerte que si la notificación al demandado no se lleva a cabo bajo las formalidades
indicadas en el artículo 290 del CGP, para la notificación personal, o las señaladas en el
artículo 291 del mismo estatuto, para cuando en subsidio de la personal la notificación es
por estado, genera la nulidad en estudio.
Mencionaremos algunas hipótesis que pueden conducir a esta causal de nulidad, agregando que no obstante
las irregularidades a que haremos alusión, si el demandado o ejecutado comparece al juzgado y se notifica
personalmente, no hay motivos para alegar la nulidad puesto que ya está notificado de manera correcta.
Razones que pueden llevar a la nulidad son estas:
a.- Que la citación y en su caso el aviso, se remiten a una dirección diferente a la que se reportó en la
demanda, o en escrito posterior. Esto significa que si por alguna circunstancia el demandado cambió su
dirección, debe el accionante mediante memorial suministrar la nueva dirección, para luego proceder a remitir
por correo, primero la citación y luego el aviso, si el citado no compareció al juzgado para notificarse. (Art.
291.3 inciso segundo CGP)
b.- Que la citación no contenga la información señalada en el inciso primero del numeral 3 del artículo 291.
c.- Que sin haber respetado el término para que el citado comparezca al juzgado (5, 10 o 30 días), se remita el
aviso para notificarlo por este medio subsidiario al personal.
d.- Que cuando se remita el aviso, en él no se incluye toda la información que exige el inciso primero del
artículo 292.
e.- Que al aviso no se haya acompañado copia del auto admisorio de la demanda o
mandamiento ejecutivo, que corresponde a la providencia que se notifica.
Para garantizar la defensa de sus derechos, el código establece las formalidades que deben
cumplir los emplazamientos, tanto para personas determinadas como también para
indeterminadas que quieran concurrir al proceso.
Esta norma de contenido general debe integrarse con otras de carácter especial, que señalan las
pautas y contenidos del emplazamiento para el caso en particular, como la prevista en el
numeral 7 del artículo 375 que se ocupa del emplazamiento a personas indeterminadas en
procesos de pertenencia.
Art. 133.8 Cuando no se practica en legal forma la notificación a los sucesores de una de las
partes, en el curso del proceso.
Como consecuencia de que una de las partes fallezca durante el curso del proceso,
provocando la interrupción del mismo, debe notificarse por aviso al cónyuge o compañero
permanente, a los herederos, al albacea con tenencia de bienes, al curador de la herencia
yacente, e incluso a la parte cuyo apoderado falleció, o fue excluido o suspendido del
ejercicio de la profesión, o fue privado de la libertad, o quedó inhabilitado.
El artículo 160 del Código General del Proceso preceptúa que dicha notificación se hará por
aviso, lo cual significa que si el auto que ordena su vinculación no cumple con dicha
modalidad de notificación, ocasiona la nulidad indicada.
Art. 133. 8 Cuando no se cita en debida forma al Ministerio Público o a cualquier otra persona o
entidad que de acuerdo con la ley debió ser citada.
A fin de garantizar los derechos de incapaces que son parte en el proceso, como también los del
Estado, cuando una entidad de derecho público lo es, y en general cumplir con las funciones que
señala el artículo 46 del Código General del Proceso, debe citarse a la correspondiente entidad,
como sería el Ministerio Público o también la Agencia Nacional de Defensa Jurídica del Estado, tal
y como lo prevé para esta última el artículo 610.
Son varias las situaciones en que debe citarse a determinadas personas por disposición
expresa de la ley, destacando entre otras las siguientes:
En estos casos como en otros cuando la ley ordene citar a determinados sujetos, el auto que
ordena la citación se hará conforme a las reglas 291 y 292 del Código General del Proceso, y
si se desconoce su paradero, deberá ser emplazado bajo las reglas del artículo 108 ibídem.
De ser indebida o irregular la notificación, hay lugar a la nulidad prevista en el artículo 133
numeral 8.
NULIDADES INSANEABLES
1. Artículo 14 CGP. Es nula de pleno derecho la prueba obtenida con violación del
debido proceso.
2. Arts. 16 y 138. Cuando la sentencia la dicta el juez que carece de jurisdicción. Y
cuando la sentencia la dicta el juez que carece de competencia por los factores
subjetivo o funcional.
3. Art. 38. Cuando el comisionado carece de competencia territorial.
4. Art. 40. Cuando el comisionado excede las facultades con respecto a la diligencia
que se le delega.
5. Art. 107.1. Cuando el juez, jueza, o los magistrados están ausentes en las
audiencias o diligencias.
6, Art. 121. Cuando el juez o magistrado no dicta la sentencia en el término
señalado en la ley.
Art. 134. Cuando se dicte sentencia y no se encuentra integrado el litisconsorcio
necesario.
De haberse proferido el auto que adjudica el bien al mejor postor, no habrá lugar a
alegar nulidades en torno al remate, aunque todavía no se haya dictado el auto que
aprueba el remate, el cual naturalmente es posterior a la audiencia por cuanto se
requiere que el postor a quien se le adjudicó el bien consigne el excedente y el
impuesto de remate, dentro de los cinco (5) días siguientes a la diligencia
SANEAMIENTO DE LA NULIDAD
Cualquier causal de nulidad diferente de las previstas en el numeral 2 del art. 133
del CGP son saneables, y los numerales que prevé el artículo 136 indican la
manera como ellas se sanean y que a continuación se exponen:
Cuando la parte que podía alegarla no lo hizo oportunamente. 169
Habiendo causales de nulidad que también son motivos de excepción previa, el
camino para advertirla al juez es precisamente el de la excepción previa, lo que
implica que si no se propuso este medio exceptivo, queda saneada la nulidad, como
lo imponen los artículos 102 y 135 del CGP. En efecto, el artículo 102 del Código
General del Proceso dispone:
“Inoponibilidad posterior de los mismos hechos. Los hechos que configuran
excepciones previas no podrán ser alegados como causal de nulidad por el
demandante, ni por el demandado que tuvo oportunidad de proponer dichas
excepciones.”
OJOOO... Como hay procesos en que no son admisibles las excepciones previas
(ejecutivos, verbales sumarios, monitorio, expropiación, divisorio, deslinde y
amojonamiento), será el recurso de reposición el instrumento indicado para alegar
las irregularidades cuyos hechos serían motivo de excepción previa, y de no
haberse interpuesto dicho recurso, se convalida la irregularidad.
2.- Cuando la parte que podía alegarla actuó sin proponerla.
Una de las variables en que la nulidad se convalida, es cuando la parte que podía alegarla (no
la ha provocado y sufre el perjuicio), actúa sin alegarla. Es decir, que si ejerce actos
procesales sin alegar la nulidad ésta queda saneada.
¿En qué momento debe alegarse?. En la primera intervención que realice la parte que
está legitimada para hacerlo.
EJEMPLO: El demandado se encuentra indebidamente notificado o emplazado del auto
admisorio de la demanda. Cuando el proceso está en curso, el demandado (mal notificado o
emplazado) interviene en el proceso dentro de la audiencia inicial o en la audiencia de
instrucción y juzgamiento, y su primera gestión es diferente a alegar la nulidad. Debido a
que actuó en el proceso sin haber alegado la nulidad, esta se saneó.
EJEMPLO: El demandado propuso excepciones de mérito y el juez sin darle aplicación al
artículo 370 (para el proceso verbal), 391 inciso sexto (para el proceso verbal sumario), o
443.1 (para el proceso ejecutivo) procede a convocar a audiencia. El demandante o
ejecutante interviene sin alegar la nulidad, por cuanto se omitió el término para pedir
pruebas, la cual queda saneada.
3,- Cuando la parte que podía alegarla la convalidó en forma expresa antes de haber
sido renovada la actuación anulada.
Este motivo de saneamiento es concordante con el previsto en el numeral 1 del mismo artículo 136, en
el sentido de que la parte que podía alegarla no lo hizo oportunamente.
Las causales de interrupción y suspensión del proceso fueron explicadas atrás, y una vez cese la causa
que origina la parálisis correspondiente, empiezan a correr 5 días para alegar la nulidad de las
actuaciones que se hayan realizado durante el tiempo en que dure la interrupción o la suspensión,
según el caso. Pasado el término indicado sin haberse alegado la nulidad, esta queda saneada.
EJEMPLO: El apoderado de una de las partes sufre un accidente que le ocasiona serias lesiones que
ameritan su intervención quirúrgica, por lo cual permanece 20 días en el hospital. Una vez le dan de
alta, tiene 5 días para alegar la nulidad de las actuaciones que se hayan realizado en el proceso durante
el tiempo en que padeció la enfermedad causada, de lo contrario se convalidan las actuaciones que
entre tanto se hayan surtido.
5.- Cuando a pesar del vicio el acto procesal cumplió su finalidad y no se violó el derecho
de defensa.
Consecuente con la economía procesal, se considera saneada una nulidad, cuando no
obstante la irregularidad que ella ocasiona, sin afectarse el derecho de defensa, la actuación
cumplió sus objetivos.
EJEMPLO: El demandado propuso excepciones de mérito, sin que el juez conceda traslado
de ellas al demandante para que pida pruebas. A pesar de tal omisión, el demandante pide
pruebas relacionadas con las excepciones, que el juez decreta en la oportunidad procesal.
EJEMPLO: El demandado fue notificado por aviso del auto admisorio de la demanda, pero
es irregular dicha notificación. A pesar de la indebida notificación, oportunamente contesta
la demanda proponiendo las excepciones mérito.
REQUISITOS PARA ALEGAR LA
NULIDAD
Cuando la nulidad es de carácter insaneable (133.2 CGP) no hay rigurosidad para
cumplir requisitos, toda vez que incluso de oficio deberá ser decretada, es decir,
que no se requiere petición de parte. Situación diferente es cuando la nulidad es de
aquellas que es convalidable, pues es menester que se reúnan ciertos requisitos
para ser alegada, y como consecuencia surtirle su trámite. Dichos requisitos son
LEGITIMACION.
Es necesario que la parte que la alegue no haya propiciado el hecho que la origina, es decir, que quien la
alega no la haya provocado, pues de serlo carece de legitimación para manifestarla.
La nulidad puede ser ocasionada por una de las partes, en cuyo caso será la contraparte quien la alegue,
como también puede la nulidad provocarla el juez, caso en el cual cualquiera de las partes la podrá alegar.
EJEMPLO: Para notificar el auto admisorio de la demanda al demandado, el demandante no cumple con
las formalidades de la citación (Art. 291) y procede a notificarlo por aviso (Art. 292). Como en este caso
el demandante provoca la nulidad, quien deberá alegarla es el demandado.
EJEMPLO: El Ad Quem una vez recibe el expediente para tramitar la apelación de la sentencia no admite
el recurso sino que directamente convoca a audiencia de sustentación y fallo. En este caso se omite la
oportunidad para que las partes puedan pedir pruebas en segunda instancia, cuya irregularidad es
provocada por el funcionario judicial, evento en que cualquiera de las partes puede alegar la nulidad.
TRASCENDENCIA.
Significa que la parte sufra un perjuicio que surge como consecuencia de la nulidad,
pues si a pesar de ello no hay agravio alguno, la falta de trascendencia impide que se
tramite y resuelva.
Por regla general las causales de nulidad generan perjuicios para la parte que está
legitimada para alegarla.
OPORTUNIDAD.
Según la causal de nulidad que se quiera invocar, esta debe ser alegada en oportunidad.
Generalmente se reclama en la primera intervención que se realice toda vez que si la parte
actúa sin proponerla, con ello convalida la actuación resultando por ende extemporánea la
petición de nulidad.
Por motivos de lealtad, tan pronto la parte advierta que se ha ocasionado una nulidad
procesal, debe alegarla inmediatamente o al menos en su primera actuación, pero si no
obstante la irregularidad acaecida actúa en el proceso sin manifestarla, no podrá aducirla
más adelante.
Existen normas especiales que indican la oportunidad precisa en que cierta causal de nulidad
debe ser alegada:
Las irregularidades del remate. Antes de que se profiera el auto que adjudica el bien.
El comisionado excede las facultades. Dentro de los 5 días siguientes al auto que profiere el
comitente, en virtud del cual ordena agregar el despacho diligenciado al expediente.
Motivos de nulidad que también son casuales de excepción previa. Dentro del término del
traslado de la demanda, alegándose como excepción previa. Si el proceso no permite excepciones
previas, dentro del término de ejecutoria mediante recurso de reposición.
Solicitud.
La nulidad debe alegarse por la parte que se encuentre legitimada, y deberá cumplir con los siguientes
requisitos:
Expresar la causal que invoca.
Aducir los hechos en que se fundamenta.
Aportar los documentos que considere y pedir las pruebas pertinentes
Traslado.
Si la nulidad es alegada por fuera de audiencia, de ella se dará traslado en secretaría por el
término de 3 días, para que la parte contraria se pronuncie y solicite pruebas. (Art. 110 inciso
segundo)
Pruebas y decisión.
El juez decretará las pruebas pertinentes y que considere necesarias, para ser practicadas con
reglas de contradicción, y decide la nulidad por auto susceptible de recurso de reposición y
también de apelación, si se está tramitando la primera instancia.
RECHAZO DE PLANO
La solicitud de nulidad deberá ser rechazada de plano en los siguientes casos:
Acorde a lo señalado en el inciso segundo del artículo 138 del Código General del Proceso, decretada la nulidad procesal
debe reconstruirse el acto procesal que genera el vicio y toda la actuación posterior que sea consecuencia del mismo, es
decir, que dependa de él. Pero las pruebas que ya estén practicadas conservan validez siempre que el motivo de nulidad no
afecte la contradicción probatoria y serán válidas para quienes gozaron de esa oportunidad.
EJEMPLO: JULIO demanda a FELIPE y éste se encuentra mal notificado del auto admisorio de la demanda. Consecuencia
de la indebida notificación, FELIPE no contesta la demanda, son decretadas y practicadas las pruebas postuladas por el
demandante, pero posteriormente el demandado alega la nulidad prevista en el numeral 8 del artículo 133 CGP.
Naturalmente que dicha causal de nulidad afectó la contradicción probatoria, lo que implica que la actuación se reconstruye
desde el traslado de la demanda y las pruebas que fueron practicadas deberán de nuevo recepcionarse.
EJEMPLO: El demandado propuso excepciones de mérito dentro de un proceso verbal, de las cuales al demandante no se le
concedió el traslado señalado en el artículo 370 CGP, para pedir pruebas adicionales, si se han practicado pruebas y por
algún motivo es decretada la nulidad con fundamento en el numeral 5 del artículo 133, las pruebas que se practicaron
conservan validez, pues los hechos en que se fundó la nulidad no inciden en el debate de las pruebas que se realizaron.
CAUSALES DE
INTERRUPCIÓN Y
SUSPENSIÓN DEL
PROCESO
prevé el artículo 159 del Código General del Proceso, las siguientes causales de
interrupción del procesos:
Cuando para dirimir el conflicto, se requiere conocer una decisión previa, la cual incidirá en la
resolución a adoptar, el juez por medio de auto suspende la sentencia en espera de conocer la
determinación adoptada en el otro proceso. Para aplicar esta institución procesal, es indispensable que
la decisión del otro proceso (penal, administrativo, civil) tenga una verdadera incidencia en la sentencia
que se vaya a dictar, de allí que debamos precisar las siguientes reglas:
1.- Que no se trate exactamente del mismo proceso (identidad de partes, objeto y causa) pues en este
caso se constituye un pleito pendiente y no motivo de prejudicialidad.
2.- Que la decisión que se adopte en el otro proceso, tenga incidencia clara y precisa en la sentencia que
se profiera.
3.- Que en caso de acogerla (prejudicialidad) se suspende concretamente es la sentencia y no el proceso.
4.- Que el tiempo de suspensión para dictar la sentencia, no puede exceder de 2 años.
EJEMPLO: Se inicia ante el juez civil del circuito el proceso de expropiación con fundamento
en la resolución que ordena la expropiación, pero dicho acto administrativo se ha demandado
como nulo ante la jurisdicción contencioso administrativa, naturalmente que el juez civil debe
suspender el proferimiento de la sentencia, pues es fundamental conocer la decisión que
adopte la jurisdicción donde cursa el proceso de nulidad del acto administrativo. En este caso
hay prejudicialidad de proceso administrativo a proceso civil.
Caso especial que la norma trata es cuando existe proceso ejecutivo y se adelanta un
proceso declarativo (iniciado el declarativo antes o después del ejecutivo) que verse
sobre la validez o la autenticidad del título ejecutivo y en éste -el proceso de ejecución-
procede la excepción por los mismos hechos, caso en el cual no es predicable suspender
la sentencia que se dictará en el proceso ejecutivo, ya que el escenario para dirimir la
controversia en torno a la validez del título ejecutivo es el proceso de ejecución por ser
procedente la proposición de la excepción.
EJEMPLO: Se promueve acción reivindicatoria y el demandado poseedor ha completado el tiempo para
usucapir. En tal caso, deberá alegar la prescripción bien como excepción, si la alega como extintiva, o
mediante demanda de reconvención si opta por la adquisitiva. En este evento, no aplica la prejudicialidad,
por cuanto es viable la excepción o la demanda de reconvención.
EJEMPLO: El acreedor del poseedor inicia proceso de pertenencia a nombre del poseedor, con fundamento
en el art. 375.2 del Código General del Proceso, aportando como prueba el título ejecutivo que le legitima
accionar. En proceso aparte el deudor (poseedor del predio materia de la pertenencia) adelanta proceso
declarativo en que se pretende declarar la nulidad del contrato del cual se origina el título ejecutivo que sirvió
de base para que el acreedor adelante el proceso de pertenencia. Como los hechos de una demanda no
corresponden con los hechos que se debaten en el otro proceso, es viable suspender la sentencia mientras se
decide si hay o no nulidad del contrato del que se deriva el título ejecutivo, pues de serlo, el accionante no
tiene legitimación para accionar la pertenencia a nombre del poseedor.
EJEMPLO: El acreedor demanda en proceso ejecutivo a su deudor, y éste decide presentar demanda
declarativa para que se decrete nulo el contrato que dio origen al título ejecutivo. En este caso no es
predicable la prejudicialidad, puesto que los hechos que originan el proceso declarativo han debido
plantearse como excepción dentro del proceso ejecutivo, pues dependiendo de la nulidad es válido o no el
título ejecutivo.
Las partes de común acuerdo solicitan la suspensión del proceso por un tiempo determinado.
Consecuencia de la autonomía de la voluntad de las partes, es el que puedan solicitar al juez que decrete
la suspensión del proceso (seguramente porque están en diálogos que busquen acercamientos para
solucionar el conflicto). De conformidad con el numeral 2 del artículo 161 del CGP, deben cumplirse
estos requisitos:
1.- Que la solicitud bien escrita u oral formulada en audiencia, provenga por todas las partes que
intervienen en el proceso, es decir por los sujetos procesales de que trata el capítulo II, del título único,
sección segunda del Código General del Proceso. Como consecuencia no se exige que un coadyuvante
se una a la petición de suspensión, toda vez que se trata de un tercero subordinado.
2.- Que si se encuentra embargado el remanente, la petición de suspensión debe también estar formulada
por el acreedor que consumó dicho embargo (art. 466 CGP).
3.- Que en la solicitud se precise hasta qué fecha queda suspendido el proceso, por cuanto es por tiempo
determinado.
Por disposición expresa de la ley en casos especiales.
El inciso final del artículo 161 dispone que también ha de suspenderse el proceso, cuando la ley lo
manifieste en casos especiales, como en los siguientes:
1.- Art. 57. Cuando se demanda o contesta la demanda a través de agente oficioso.
2.- Arts. 150 y 464. Cuando se tramita la acumulación de procesos declarativos o ejecutivos.
Para los casos de suspensión atrás indicados debe haberse proferido auto que así lo disponga, y
no pueden generarse actuaciones mientras se mantengan las razones de la suspensión puesto que
están afectadas de nulidad. De tal suerte que si como consecuencia de la prejudicialidad el juez
decreta la suspensión de la sentencia, no puede reanudar la actuación antes de los 2 años, a
menos que dentro dese lapso, se haya proferido sentencia ejecutoriada en el otro proceso que
generó la suspensión. Igual acontece para el caso en que se suspende el proceso por la petición
conjunta de las partes, en que si por ejemplo se suspende el proceso por 6 meses o precisando la
fecha exacta hasta cuando quedará suspendido, no pueden surgir actuaciones dentro de ese plazo
en que se encuentra en suspenso.
En los casos de suspensión por ministerio de ley, como sucede en la agencia oficiosa o en la
acumulación de procesos, no se requiere pronunciamiento expreso del juez.
TERMINACIÓN
ANORMAL DEL
PROCESO
CONCEPTO
Efectos de la transacción: Para que produzca efectos la sentencia deberá solicitarse por quienes
la hayan celebrado, precisando sus alcances o aportando el documento que la contenga. Una sola
de las partes también podrá presentarla, evento en el cual se corre traslado a la otra parte por el
término de tres días. La transacción podrá ser de la totalidad del proceso o parte de él. En este
último caso el proceso o la actuación posterior a éste continuará respecto de las personas o los
aspectos no comprendidos en aquella. Tal y como lo dice el art. 2483 del C.C. “La transacción
produce el efecto de cosa juzgada en última instancia.
Principio de legalidad. No existe medida cautelar sin una ley previa que la
autorice. En esto consiste el principio de legalidad de las cautelas, lo que no
significa necesariamente que sea el legislador quien determine todas y cada una de
las medidas cautelares posibles.
Quiere ello decir que es el legislador, en ejercicio de su libertad de configuración
normativa, el que determina si en un determinado proceso caben o no medidas
cautelares, y eventualmente cuáles. Si no las habilita el juez no puede ordenarlas
porque, de hacerlo, violaría el principio de legalidad.
Más aún, aunque el legislador reglamente distintas cautelas, el juez sólo podrá
ordenar en un determinado juicio las que sean permitidas en él, o las que el propio
juzgador considere cuando la ley lo autorice para proceder de este modo.
Ahora bien, a este principio no le sigue necesariamente que el legislador deba
señalar las cautelas que proceden; bien puede “delegarle” esa tarea al juzgador, sin
que por ese motivo pueda afirmarse que se trata de una excepción al principio de
legalidad. Con otras palabras, el principio de legalidad no supone ni reclama la
taxatividad de las medidas. Esta es una opción del legislador, por lo que puede
afirmarse, sin asomo duda, que también en las apellidadas medidas cautelares
innominadas se refleja el principio en cuestión, porque si el juez puede proceder
de ese modo, es porque la ley lo ha autorizado
En el Código General del Proceso el asunto es absolutamente claro porque, de una
parte, se prevén y regulan distintas medidas cautelares: el embargo, el
secuestro, la inscripción de la demanda, la caución, etc.; también se precisa
cuáles de ellas son viables en determinados procesos: inscripción de la
demanda en procesos declarativos de responsabilidad civil contractual o
extracontractual, o cuando la discusión guarde relación con un derecho real
principal; embargo y secuestro en procesos ejecutivos, etc. Pero el Código
también establece que en los procesos declarativos el juez puede decretar
“cualquiera otra medida que… encuentre razonable para la protección del derecho
objeto del litigio…”, entre otros propósitos (art. 590, numeral 1º, literal c)).
Queda claro, entonces, que sin un visado legal no es posible disponer una medida
cautelar, y que la taxatividad no es inherente al principio de legalidad, puesto que
el legislador bien puede establecer qué medidas son posibles y en qué proceso, o
puede permitirle al juez –he aquí la intervención del legislador- que sea él quien
determine el tipo de medida que mejor le sirva a la pretensión.
PRINCIPIO APARIENCIA DE BUEN
DERECHO
Por regla general toda medida cautelar tiene como fundamento la plausibilidad del
derecho objeto de la pretensión (fumus boni iuris), merecimiento que, es lo usual,
despunta de las pruebas aportadas con la demanda.
Si el derecho cuya protección o satisfacción se reclama luce factible o probable; si
el juez encuentra que el soporte probatorio da pie para considerar –prima facie-
que la pretensión eventualmente podría ser concedida; si, en fin, la reclamación
ofrece una apariencia racional de buen derecho, es viable decretar una medida
cautelar, con apego a la autorización legal.
La apariencia de buen derecho es, pues, el principio cardinal de las medidas
cautelares, porque de una u otra manera legitima institucionalmente la decisión.
Una cautela adoptada para respaldar o asegurar un derecho que se ofrece débil
resulta arbitraria y, desde luego, constituye una notoria injusticia.
Esa apariencia usualmente emerge de las pruebas aportadas por el interesado en la
medida. Un arquetípico ejemplo de ello son las cautelas fuertes y robustas
habilitadas en el proceso ejecutivo: si el demandante presenta el título de
ejecución, podrá obtener un decreto de embargo y secuestro sobre bienes del
deudor. Aquí el título da la apariencia de buen derecho (CGP, art. 599).
Pero es bueno –y útil- aclarar que el decreto cautelar no presupone que el derecho
sustantivo sea cierto; basta que sea creíble, aparente. Por eso la medida se adopta
bajo la responsabilidad de la parte que la solicita, a la cual, por regla, se le exige
que previamente preste una caución.
También es necesario resaltar que no siempre se exige apariencia de buen
derecho para que el juez ordene una determinada cautela. En ocasiones el
legislador, por razones de política legislativa vinculadas las más de las veces a la
relevancia del conflicto, autoriza una medida cautelar sin que se repare en la
fachada que pueda tener el derecho. Así por ejemplo, en los procesos de
pertenencia es obligatorio inscribir la demanda aunque el juez, desde un
comienzo, advierta algunas inconsistencias en la configuración de la prescripción
adquisitiva (CGP, arts. 375, num. 6 y 592)
En un proceso de divorcio el juez deberá decretar el embargo y secuestro de los
bienes que puedan ser objeto de gananciales y que estuvieren en cabeza del otro
cónyuge, sin parar mientes en la plausibilidad de la pretensión que persigue
romper el vínculo matrimonial (art. 598, num. 1, ib.).
PRINCIPIO DE LA MORA
JUDICIAL
Todo proceso demanda tiempo. La justicia que se dispensa con precipitud puede
tornarse en injusticia. El debido proceso, que es garantía constitucional, impone,
además, el agotamiento de ciertas fases o etapas que no pueden ser desconocidas
sin violentar tan caro derecho fundamental.
El principio al que nos referimos busca, precisamente, evitar que la demora
judicial, justificada o injustificada, impida la materialización del derecho
sustancial, el cual, como se sabe, debe prevalecer en toda actuación.
Expresado con otras palabras, el principio conocido como periculum in mora nos
llama la atención sobre el peligro que tiene para el derecho sustantivo la demora
de los jueces. No es que el legislador desconfíe del juez; simplemente reconoce
que la justicia no siempre es tempestiva; mejor aún, que usualmente no lo es, por
lo que las medidas cautelares despuntan como una valiosa herramienta para
contrarrestar ese riesgo.
Conviene distinguir el peligro de mora judicial (periculum in mora) del peligro de
daño (periculum in damni) que le sirve de fundamento complementario a muchas
medidas cautelares, principalmente a las de tipo personal. La separación
provisional de los cónyuges o los alimentos provisionales al niño, niña o
adolescente que busca establecer su filiación ejemplifican bien la aplicación de
este último cimiento, pero también lo hace la suspensión provisional de la
decisión societaria impugnada. En estos, como en otros casos, se busca precaver
la demora judicial y, al propio tiempo, el eventual daño que podría generar
mantener la situación jurídica cuestionada.
SOSPECHA DEL DEUDOR
De toda medida cautelar se puede decir que, por regla, es provisional, accesoria,
instrumental y preventiva. Veamos en qué consiste cada una de estas
características:
Son provisionales por cuanto se adoptan mientras se profiere la decisión que
resuelva definitivamente el conflicto o se satisfaga cabalmente el derecho
sustancial. Quiere ello decir que la cautela es de carácter temporal o transitorio,
las más de las veces ligada a la duración del proceso. Por eso el Código General
del Proceso, en el artículo 597, ordena levantar el embargo y secuestro si se
desiste de la demanda (num. 2), o si se ordena la terminación del proceso
ejecutivo por la revocatoria del mandamiento de pago o por cualquiera otra causa
(num. 3), o si se absuelve al demandado en proceso declarativo o este termina por
algún motivo (num. 5).
OJO en muchas ocasiones la cautela sobrevive al proceso (PERO DE MANERA
TEMPORAL) , mientras se logra la satisfacción plena del derecho o se posibilita
su ejercicio por parte del demandante ganancioso. Muestra de ello es el numeral
6º del artículo 597 del Código General del Proceso, que manda cancelar los
embargos y secuestros si el demandante en procesos declarativos no formula la
solicitud de ejecución del fallo dentro de los treinta (30) días siguientes a su
ejecutoria.
Son accesorias porque se encuentran inmersas en un proceso determinado sin el
cual no se pueden concebir. Más concretamente, no existe posibilidad de decreto
cautelar sin que medie un proceso en el que se haya planteado una pretensión que
le sirva de báculo a la cautela.
Tal la razón para que el Código General del Proceso establezca una regulación
propia para las medidas cautelares que van parejas a procesos declarativos (art.
590) y otra para las que son inherentes a procesos ejecutivos (art. 599), para citar
tan solo dos ejemplos.
En algunos eventos muy concretos el legislador autoriza medidas cautelares
autónomas, así denominadas porque no dependen de la existencia de un proceso
ni de una pretensión específica. Una de esas hipótesis es la cautela para proteger
derechos de la propiedad industrial,. En esos casos no es necesaria una demanda
en la que se persiga la protección del derecho conculcado; basta la prueba de la
transgresión para que el juez habilite o autorice la medida cautelar. Otro caso es el
de los derechos de autor, como se advierte en los artículos 243, 244 y 245 de la
Ley 23 de 1982.
Son instrumentales porque están en función de la pretensión, la cual, por
consiguiente, determina la clase de medida cautelar.
Si se trata de una pretensión de pago respaldada en un título ejecutivo, el
legislador autoriza el embargo y secuestro de los bienes del demandado, para que,
con su producto, pueda ser solucionada la deuda (CGP, art. 599).
En una discusión sobre derechos reales es necesario garantizar que la sentencia
que le reconozca el derecho al demandante efectivamente se cumpla, es por lo
que se viabiliza la inscripción de la demanda, de suerte que cualquier negocio
jurídico que se realice sobre el bien disputa, queda sujeto a esa decisión judicial
(CGP, art. 590).
Este carácter instrumental que tienen las medidas cautelares adquiere una connotación
especial en el Código General del Proceso, en cuanto posibilita medidas cautelares en la
práctica de pruebas extraprocesales. Así lo establece el artículo 589, al señalar que “En los
asuntos relacionados con violaciones a la propiedad intelectual, la competencia desleal y en
los demás en que expresamente una ley especial permita la práctica de medidas cautelares
extraprocesales, estas podrán solicitarse, decretarse y practicarse en el curso de una medida
extraprocesal.”
De esta manera, si al recaudarse una prueba extraprocesal –antes llamadas anticipadas-, por
ejemplo una inspección judicial, se encuentra una impresión no autorizada de libros, bien
puede el interesado, en la misma diligencia, pedirle al juez que decrete el secuestro de esos
bienes, y el juez deberá ordenar y practicar la cautela en esa misma diligencia,
precisamente para salvaguardar los derechos del autor.
son preventivas, con lo que se quiere significar que se anticipan a la decisión
definitiva para proteger el derecho, que pueden practicarse sin audiencia del
demandado que las soporta, y que su decreto, en sí mismo considerado, no traduce
un juzgamiento ni que se otorgue razón al peticionario.
Por lo mismo las medidas cautelares no constituyen una sanción para el
demandado, sino una garantía para quien la solicita
Justamente por ese carácter preventivo, el Código puntualizó que la protesta de
quien padece la cautela, canalizada por vía de recursos, no impide su
cumplimiento. Así lo precisa el artículo 298 al señalar que “Las medidas
cautelares se cumplirán inmediatamente antes de la notificación a la parte
contraria del auto que las decrete”, y que “La interposición de cualquier recurso
no impide el cumplimiento inmediato de la medida cautelar decretada”, pues
“Todos los recursos se consideran interpuestos en el efecto devolutivo.”
CLASES DE MEDIDAS
CAUTELARES
En general, se afirma que las medidas cautelares pueden ser personales,
patrimoniales o referidas a actos jurídicos; nominadas o innominadas, y
conservativas o innovativas.
Medidas cautelares personales: como su nombre lo indica, son aquellas que recaen
sobre la persona misma, en tanto parte que es en el respectivo proceso. En los
procesos de divorcio, por ejemplo, el juez puede autorizar la residencia separada de
los cónyuges, y si estos son menores de edad, ordenar su depósito en la casa de sus
padres, de los parientes más próximos o de un tercero (CGP, art. 598, num. 5, lit. a).
Medidas cautelares patrimoniales: también lo dice su nombre; se trata de medidas
que afectan directamente el patrimonio de una de las partes, y tienen como
fundamento sustancial, entre otros, el derecho de persecución establecido en el
artículo 2488 del Código Civil, norma según la cual “Toda obligación personal da al
acreedor el derecho de perseguir su ejecución sobre todos los bienes raíces o muebles
del deudor, sean presentes o futuros, exceptuándose solamente los no embargables…”
Medidas cautelares sobre actos jurídicos: son aquellas cautelas que apuntan
directamente a una determinada manifestación de voluntad, con el fin de restarle
provisionalmente sus efectos. Es el caso de la suspensión de los efectos de un
acto o decisión adoptada por una asamblea, junta directiva, junta de socios o
cualquiera otro órgano directivo de personas jurídicas de derecho privado (CGP,
art. 382).
Medidas cautelares nominadas o típicas: Son las medidas que el legislador
directamente prevé y regula, como el embargo, el secuestro y la inscripción de la
demanda. Con apego al principio de legalidad, en esta clase de medidas la ley no
sólo les otorga una determinada nomenclatura, sino que precisa la manera de
consumarlas y los casos en que proceden.
Medidas cautelares innominadas o atípicas: Por el contrario, en este otro tipo
de medidas cautelares es el juez el que concibe la medida y señala la forma como
debe materializarse.