Fermentacion Alcoholica
Fermentacion Alcoholica
Fermentacion Alcoholica
Definición
La fermentación alcohólica, proceso
biológico sin presencia de oxígeno. Se debe a
las actividades de ciertos microorganismos,
los cuales se encargan de procesar azúcares,
dando como resultado un alcohol a modo de
etanol, CO2 y ATP, moléculas que son
utilizadas por los propios microorganismos
en sus metabolismos energéticos.
Historia
Sumerios 7000 AC: se dan registros de
elaboración de cerveza.
a) Malta de Cebada
b) Adjuntos que pueden ser arroz, maíz, sorgo,
trigo, cebada, etc
c) Lúpulo en sus variadas presentaciones
d) Levadura Cervecera
e) Agua Cervecera
Proceso de malteado
a) Limpieza y clasificación
Impurezas pequeñas son eliminadas con cilindros giratorios de tela fina.
Las impurezas de mayor tamaño se separan por medio de cribas con movimiento de vaivén.
Separar los granos partidos se utilizan las máquinas seleccionadoras, formadas por tambores ligeramente
inclinados que giran muy despacio.
b) Remojo
Se eleva la cantidad de los granos desde un 11 % a un 44%-48% para iniciar la germinación.
El proceso dura cuatro días y con una temperatura de agua que varía entre 5 a 18°C.
c) Germinación
La germinación se realiza en tambores rotatorios lentos, bajo condiciones controladas de humedad, temperatura,
tiempo de germinación y suministro de oxígeno.
El CO2 y calor se retiran mediante el paso de aire forzado y saturado a una temperatura de 11º -16ºC
d) Secado y Tostado de la malta
El proceso de germinación es detenido por el malteador desecando los granos de malta
La malta Lager típicas se secan hasta una humedad de 4,5%, pero las maltas Ale se deshidratan hasta un contenido
de agua de un 2 – 3%
Se consiguen maltas con colores especiales, utilizando un régimen de deshidratación completamente distinto,
porque lo que se persigue es un determinado color y aroma, como en estos casos no existe preocupación alguna
por la conservación de la actividad enzimática, la malta se tuesta, o se cuece primero y se tuesta después
Molienda: La molienda consiste en destruir el grano, eliminar la cáscara y pulverizar al
máximo la malta para conseguir una harina lo más fina posible con el fin de producir más
fácilmente los procesos que se llevan a cabo en la maceración.