La Hija Del Rey
La Hija Del Rey
La Hija Del Rey
LA HIJA DEL
REY
M A N U E L T O VA R
CONTENIDO
• Contexto histórico de la obra
• Sobre el autor
• ESTUDIO DE LA OBRA
CONTEXTO HISTORICO
• EL TEATRO EN EL SIGLO XLX
TEATRO MEXICANO DEL SIGLO XIX. UNA INTRODUCCIÓN AL
DRAMA ROMÁNTICO
José Francisco Conde Ortega
Así, vemos que, en su primera parte, el teatro mexicano en la primera mitad del
siglo XIX es deudor de las nociones neoclásicas. Temeroso del Santo Oficio, el
teatro no se animaba a tomar partido ni a expresar las nuevas ideas que, poco a
poco, iban permeando la mente de los hombres durante los primeros años del siglo
pasado para preparar la Independencia.
EL TARTUFO Y EL
COLISEO NUEVO
• Acaso una señal, un intento de adecuarse a los tiempos haya
sido la puesta en escena deI tartufo, en una versión del cura
Hidalgo. Sin embargo, la expresión de la realidad mexicana se
reducía a simples notas costumbristas como en los sainetes EI
charro y Ios remendones, de José Agustín de Castro.
• El Coliseo Nuevo, luego Teatro Principal, fue el escenario de
las primeras búsquedas teatrales. En su espacio se vio a
Manuel Eduardo de Gorostiza y a nuestros primeros autores
propiamente románticos, Ignacio Rodríguez Galván v
Fernando Calderón, y también se pudo presenciar las
funciones de homenaje al Ejército Trigarante, al Ejército
Libertador que había derrocado a Iturbide y al advenimiento a
la silla presidencial de Guadalupe Victoria.
VÍCTOR HUGO,
SCHILLER, DUMAS Y LA
REVOLUCIÓN
FRANCESA
• El teatro mexicano, poco a poco, va adquiriendo ciertos rasgos
particulares y un latido propio dentro de las corrientes artísticas de la
época
• La República o el Imperio eran igualmente celebrados, según quien
estuviera en el poder. Y también, por eso mismo, el teatro en su conjunto
fue a la zaga de los movimientos sociales.
• Es la segunda parte de la división que hace Reyes de la Maza tomando
como punto de referencia al cancán La influencia francesa se deja sentir
sin previo aviso, "con un estallido lleno de color rojo fuego y de
melodías vertiginosas". Actores, actrices y público aceptan jubilosos la
novedad:
• Víctor Hugo, Schiller, Dumas... fueron prontamente admirados en
México. Y el drama romántico mexicano pronto tuvo cultivadores..
José Peón y Contreras
• José Peón Contreras (Mérida, Yucatán, México,
12 de enero de 1843
• Fue considerado el primer dramaturgo
romántico de México, iniciándose en las
letras con una leyenda fantástica que escribió
a los 17 años de edad, titulada La cruz del
paredón. Desde sus comienzos estudiantiles
demostró talento y gusto por la literatura. Es
en Mérida, la capital del estado de Yucatán,
ciudad donde se presentaron sus primeros
dramas, en 1870 y 1874: El castigo de Dios y
María la Loca y El Conde de San Esteban.
La producción dramática de José Peón y Contreras comenzó a ser conocida entre
1861 y 1862, años en los que se estrenaron tres piezas suyas (El castigo de Dios,
María la loca y El conde Santiesteban) que había escrito a los dieciocho años. A
partir de entonces, los estrenos de sus dramas y comedias se sucedieron sin solución
de continuidad. En el transcurso del año de 1876, subieron a los escenarios
mejicanos ocho dramas suyos: ¡Hasta el cielo!, El sacrificio de la vida, Un amor de
Hernán Cortés, Gil González de Ávila, Luchas de honra y amor, Esperanzas, Juan
de Villalpando y La hija del rey (que ha sido señalada como su mejor obra, sobre
todo a raíz del homenaje que se le tributó a Peón y Contreras el día de su estreno, 7
de mayo de 1876, en el que quedó constituida la citada sociedad dramática que
llevaba su nombre).
PERSONAJE
S
• Lope, soltero de buena posición, busca casarse con Angélica,
quien permanece encerrada en un convento. Don Gaspar,
noble caballero de la corte, tiene idénticas intenciones y es
apoyado en la labor por el Tutor de la joven. Sin que sepan
que pretenden a la misma mujer, un intento de fuga del
convento tiene funestas consecuencias para los tres.
• Angélica: Hija Ilegitima del Rey Felipe ll
• Guiomar: Criada
• Santoyo: Criado esposo de Doña Guiomar.
• Don Gaspar:
• Don Lope: Y Angélica están enamorados y planean escapar.
• Don Iñigo: Tutor que quiere que se case con don Gaspar.
• Sor Isabel: Abadesa del convento.
• Este drama escrito en verso, se conforma de tres actos. La forma de composición
corresponde y emula al clásico teatro de capa y espada, en que la intriga se sustenta, en el
imprescindible triángulo amoroso; en este caso, entre un padre e hijo por el amor de una
hermosa doncella: Angélica.
• Micaela de los Ángeles, joven que enloqueció dentro del convento de Jesús María, historia
resguardada por Carlos de Sigüenza y Góngora en Paraíso occidental:
• Esta leyenda negra fue transfigurada literariamente por José Peón y Contreras. La historia de
esta niña, hija bastarda del rey Felipe II, es el meollo del tema a representar: el amor
prohibido, el amor enclaustrado e imposible por imposición no sólo masculina sino por
convención social. El autor propone en la representación que una de las razones de la locura
de la protagonista es justamente enterarse de su origen y de la muerte prematura de su
madre, aunado lo anterior a la tragedia amorosa en que se ve inmersa. Y se entiende, las
mujeres estaban maniatadas:
• Como acertadamente escribe Margarita Peña en el prólogo de la más reciente edición del Paraíso
occidental, acerca de la “metáfora del cuerpo”. Estas mujeres recluidas en los conventos no sólo
estaban sometidas a la disposición masculina, sino que sufrían la clausura de una vida natural,
reprimiendo sus instintos femeninos. Las referencias acerca de los hábitos y formas de vida que se
desarrollaban dentro de este convento, sin duda llevan en sí un cariz de serios daños psicológicos
para la mayoría de las internas (abundan los autocastigos corporales como la autoflagelación y la
privación de alimentos, entre otros mucho más crueles). Con ese fondo histórico, recrea el
yucateco a su personaje protagónico
• Estos tres hombres, principalmente don Gaspar, representan la imposición masculina, la
apariencia, el abuso de poder y la prepotencia, fundamentada en los títulos nobiliarios, en el
abolengo. Aunque si bien el dramaturgo se basa en un hecho histórico, los personajes son
transfigurados según los requerimientos de la trama. Por ejemplo, con esa tendencia manierista,
Angélica es el objeto que sufre la injusticia: