Claudio Rodríguez

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CLAUDIO

RODRÍGUEZ
DATOS BIOGRÁFICOS

PADRES ESTUDIOS CARGOS PREMIOS


María Bachillerato Lector de Adonáis (1953)
García y Filología español De la Crítica
Claudio románica Universidades (1965)
Rodríguez (Universidad inglesas de Nacional de
(Abuela Complutense) Nottingham Poesía (1983)
materna) (1958-1960) y Castilla y León de
Cambridge las Letras (1986)
(1960-1964) Príncipe de
Miembro de Asturias de las
POETA ESPAÑOL la RAE Letras (1993)
GENERACIÓN DEL 50 Docencia Reina Sofía de
CLAUDIO RODRÍGUEZ GARCÍA Universitaria. Poesía
Zamora, 1934 _Madrid, 1999 Iberoamericana
(1993)
P
O
E
S Don de la ebriedad
Conjuros (1958)
Alianza y condena

Í (1953) (1965)

A
S
El vuelo de la Casi una leyenda
celebración (1976) (1999)
ZAMORA (Castilla y
León)
Selección poética
SELECCIÓN POÉTICA
DON DE LA EBRIEDAD (1953)
COMO SI NUNCA HUBIERA SIDO MÍA
y, sin embargo, cómo se da, unánime,
Como si nunca hubiera sido mía, dejando de ser flor y convirtiéndose
dad al aire mi voz y que en el aire en ímpetu de entrega. Invierno, aunque
sea de todos y la sepan todos
no esté detrás la primavera, saca
igual que una mañana o una tarde.
Ni a la rama tan solo abril acude fuera de mí lo mío y hazme parte,
ni el agua espera solo el estiaje. inútil polen que se pierde en tierra
¿Quién podría decir que es suyo el viento, pero ha sido de todos y de nadie.
suya la luz, el canto de las aves Sobre el abierto páramo, el relente
en el que esplende la estación, más cuando
es pinar en el pino, aire en el aire,
llega la noche y en los chopos arde
relente solo para mi sequía.
tan peligrosamente retenida?
¡Que todo acabe aquí, que todo acabe Sobre la voz que va excavando un cauce
de una vez para siempre! La flor vive qué sacrilegio este del cuerpo, este
tan bella porque vive poco tiempo de no poder ser hostia para darse.
CONJUROS (1958)

ALTO JORNAL

brilla limpio su oficio, y nos lo entrega


Dichoso el que un buen día sale
humilde de corazón porque ama, y va al trabajo
y se va por la calle, como tantos temblando como un niño que comulga
días más de su vida, y no lo espera mas sin caber en el pellejo, y cuando
y, de pronto, ¿qué es esto?, mira a se ha dado cuenta al fin de lo sencillo
lo alto
que ha sido todo, ya el jornal ganado,
y ve, pone el oído al mundo y oye,
vuelve a su casa alegre y siente que alguien
anda, y siente subirle entre los
pasos empuña su aldabón, y no es en vano.
el amor de la tierra, y sigue, y abre
su taller verdadero, y en sus
manos
ALIANZA Y CONDENA (1965)
UN BIEN
A veces, mal vestido un bien nos viene; la puerta de servicio, y eres solo
casi sin ropa, sin acento, como el temblor de una hoja, el dar la mano
de una raza bastarda. Y cuando llega con fe, la levadura de estos ojos
tras tantas horas deslucidas, pronto a los que tú haces ver las cosas claras,
a dar su gracia, no sabemos nunca lejanas de su muerte, sin el moho
qué hacer ni cómo saludar ni cómo de su destino y su misterio. Pisa
distinguir su hacendoso laboreo mi casa al fin, recórrela, que todo
de nuestra poca maña. ¿Estamos sordos te esperaba. Yo quiero que tu huella
a su canción tan susurrada, pobre pasajera, tu visitarme hermoso
de notas? Quiero ver, pedirte ese oro no se me vayan más, como otras veces
que cae de tus bolsillos y me paga que te volví la cara en un otoño
todo el vivir, bien que entras silencioso cárdeno, como el de hoy, y te dejaba
en la esperanza, en el recuerdo, por morir en tus pañales luminosos
VUELO DE LA CELEBRACIÓN (1976)
CONTEMPLACIÓN VIVA
I
Estos ojos seguros, Bien veo que es morena,
ojos nunca traidores, baja, floja de carnes,
esta mirada provechosa que hace pero ahora no da tiempo
pura la vida, aquí en febrero a fijar el color, la dimensión,
con misteriosa cercanía. Pasa ni siquiera la edad de la mirada,
esta mujer, y se me encara, y yo mas sí la intensidad de este
tengo el secreto, momento.
no el placer, de su vida, Y la fertilidad de lo que huye
a través de la más y lo que me destruye:
arriesgada y entera este pasar, este mirar
aventura: la contemplación viva. en esta calle de Ávila con luz de
mediodía
Y veo su mirada
entre gris y cobriza,
que transfigura; y no sé, no sabe
ella, hace crecer mi libertad, mi
rebeldía,
y la ignorancia es nuestro
apetito. mi gratitud.
CASI UNA LEYENDA (1999)

SECRETA

Tú no sabías que la muerte es bella Y ya no puedo ni vivir tu vida,


y que se hizo en tu cuerpo. No sabías y ya no puedo ni vivir mi vida
que la familia, calles generosas, con las manos abiertas esta tarde
eran mentira. maldita y clara.
Pero no aquella lluvia de la infancia, Ahora se salva lo que se ha perdido
y no el sabor de la desilusión, con sacrificio del amor, incesto
la sábana sin sombra y la caricia del cielo, y con dolor, remordimiento,
desconocida. gracia serena.
Que la luz nunca olvida y no perdona, ¿Y si la primavera es verdadera?
más peligrosa con tu claridad Ya no sé qué decir. Me voy alegre.
tan inocente que lo dice todo: Tú no sabías que la muerte es bella,
revelación triste doncella.
¡GRACIAS!

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