Civilización Romana
Civilización Romana
Civilización Romana
Romana
JUAN ANDRES CALVO, JUAN PABLO
MARIN, JUANA KAMILA MARULANDA,
SEBASTIAN BUENO
Historia
La civilización romana, también llamada antigua
Roma, comenzó en el año 753 a. C. con la fundación
de Roma, que surgió como una comunidad pequeña
cerca del paso comercial del río Tíber y se convirtió
en una gran ciudad que expandió su poder e
influencia por Italia y gran parte del mundo
entonces conocido. Roma llegó a ser una de las
potencias imperiales más exitosas de la historia.
Durante estos siglos, la civilización romana fue una
monarquía, una república oligárquica y
posteriormente un imperio autocrático. Su dominio
dejó un importante legado lingüístico, jurídico,
artístico, religioso y cultural que contribuyó
profundamente a dar forma a la civilización
occidental.
Inicios
La civilización romana surgió a lo largo de un proceso
que duró cientos de años. En el siglo VIII a. C., Los
primeros pobladores fueron grupos itálicos, como
los sabinos y los latinos. También se asentaron en la
zona grupos etruscos, provenientes de la Toscana. La
formación de la cultura romana pudo ser el resultado de
la interacción entre estas diversas poblaciones, así
como de la influencia de los colonos griegos que se
fueron asentando en la Magna Grecia, es decir, en el
sur de la península itálica y en la isla de Sicilia. Por su
parte, la constitución de Roma como ciudad pudo ser el
resultado de una gradual agregación de aldeas sobre el
monte Palatino.
Conflictos
Algunas las guerras mas importantes fueron:
Primeras campañas italianas (458-396 a. C.)
Invasión celta de Italia (390-387 a. C.)
Expansión romana en Italia (343-282 a. C.)
Guerra pírrica (280-275 a. C.)
Guerras púnicas (264-146 a. C.)
Guerras ilíricas (229-219 a. C.)
Conquista de la península ibérica (218-19 a. C.)
Religión
La religión romana era politeísta y desempeñaba un rol
muy importante en la vida cotidiana de los romanos.
Adoraban a divinidades que eran protectoras de los
hogares, a las que llamaban lares, y a los antepasados,
cuyo culto doméstico estaba a cargo del padre de
familia. También existía un culto público, que
celebraban sacerdotes en templos, santuarios y
ceremonias públicas, y a cuya cabeza estaba el sumo
pontífice Se construyó una gran cantidad de templos en
Roma y en sus provincias, para adorar a sus dioses y,
en la época del imperio, también a sus emperadores
los romanos fueron incorporando el culto de divinidades
de regiones extranjeras, como Isis de Egipto y Mitra de
Persia. Sin embargo, lo más característico de la religión
romana fue la adopción de aspectos de la religión griega
y de prácticas religiosas etruscas.
Costumbres
El circo, el teatro y el anfiteatro
Formaban la trilogía de equipamientos públicos destinados a la
diversión de los ciudadanos. El circo, la instalación más grande
de las tres, estaba destinado a las carreras; pero también podía
servir para realizar representaciones que conmemoraban los
acontecimientos del Imperio
Combates de gladiadores.
El origen de los combates de gladiadores hay que buscarlo en las
costumbres funerarias de los etruscos, en cuyos monumentos
aparecen representados y, remontándose algo más, es probable
que se encontrase alguna relación con la costumbre de inmolar
los prisioneros en la tumba del héroe muerto en la guerra,
practicada por algunos pueblos primitivos.
Termas
A finales del siglo v a. C. las antiguas estancias de baño
asociadas a los gimnasios griegos se perfeccionaron y crecieron
en complejidad convirtiéndose en estancias independientes
destinadas solo al baño. Estas estancias ofrecían baños de vapor
y piscinas frías, templadas y calientes.
Renacimiento en Roma
El Renacimiento en Roma vivió su etapa de madurez,
siendo la Ciudad Eterna la capital del arte mundial
durante unas décadas de auténtico esplendor artístico
y cultural.
Este periodo dibujó una nueva Roma con la mano No
obstante, los museos, plazas, palacios e iglesias de la
ciudad están repletos de obras, reformas o
decoraciones de algunos de los mayores genios que ha
tenido la humanidad llevadas a cabo en el
Renacimiento.