Rias Materno Perinatal
Rias Materno Perinatal
Rias Materno Perinatal
• La política de atención integral en salud, propuesta en la resolución 429 de 2016, releva como centro de la atención en
salud a las personas, familias y comunidades, en un contexto o ámbito territorial que incide en la situación de salud de
la población
• Reconocer a las mujeres en edad fértil como sujetos de la atención en salud, en el marco de la garantía de los derechos
consagrados en los tratados internacionales de derechos humanos, específicamente encaminados a proteger la salud y
garantizar el derecho a una vida libre de violencias
• Organizar la gestión y la prestación de los servicios en una lógica centrada en las gestantes y sus familias, lo cual
implica trascender de una gestión por estrategias temáticas atomizadas, a una integrada para garantizar el continuo de
la atención.
• intervenciones consideradas como de PROTECCIÓN ESPECIFICA y DETECCIÓN TEMPRANA de este
lineamiento son: 1) Atención Preconcepcional, 2) Interrupción Voluntaria del embarazo, 3) Control Prenatal, 4)
Curso de Preparación para la Maternidad y la paternidad, 5) Consulta de odontología, 6) Consulta de nutrición, 7)
Atención del Parto, 8) Atención del Puerperio, 9) Atención del recién nacido, 10) Control del Recién nacido
OBJETIVO GENERAL
Ello implica que a toda mujer que llegue a cualquier servicio por cualquier causa debe indagarse sobre
su intención reproductiva. Esta identificación presupone que se ha ofrecido en el marco de la RPMS la
anticoncepción como alternativa y que la toma de decisión sobre la fecundidad es informada y libre de
coacciones o violencias.
En condiciones ideales, la consulta se debe realizar al menos un (1) año antes de planear la gestación; por
consiguiente, indefectiblemente se debe formular al menos en la primera consulta un método de
anticoncepción de acuerdo a los criterios de elegibilidad y el deseo de la mujer.
Las acciones o actividades que incluye la consulta preconcepcional para mujeres sin factores de riesgo deben
ser realizadas por profesionales en Medicina o Enfermería.
Los medicamentos y exámenes complementarios enunciado en esta sección podrá ser realizada por
profesional de enfermería
INCLUYE:
- Evaluación del riesgo preconcepcional
- Asesoría y provisión de un método anticonceptivo, de acuerdo a los criterios de elegibilidad y el deseo de
la mujer
Se debe garantizar como mínimo una consulta inicial y un control. derivado de estas atenciones podrá
referirse a consulta por profesional en psicología, nutrición, odontología, medicina especializada en
ginecología, obstetricia o medicina interna, o al que se requiera de acuerdo a la pertinencia médica
Reconocer el marco de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y en este escenario indagar:
Hábitos, factores genéticos, familiares y reproductivos, o condiciones psicológicas y sociales, entre otros, con el objeto de entregar
pautas para el cuidado de la salud, la identificación precoz de signos de alarma y la utilización de los servicios de salud en sus
diferentes niveles, teniendo en cuenta las intervenciones adecuadas para reducir los riesgos reproductivos por antecedentes de salud.
Antecedentes personales:
- diabetes mellitus
- enfermedad tiroidea
- epilepsia – trastornos convulsivos
- hipertensión arterial
- hipertensión pulmonar
- Fenilcetonuria
- artritis reumatoidea
- Lupus eritematoso sistémico
- enfermedad renal crónica
- enfermedad cardiovascular
- trombofilias heredadas o adquiridas
- anemia (incluyendo anemia de células falciformes)
- Asma
- Tuberculosis
- Neoplasias
- obesidad mórbida (IMC > 35).
En la valoración de la salud sexual reproductiva se debe indagar el inicio de relaciones sexuales, número de
compañeros sexuales, uso de preservativo, etc.).
Antecedentes genéticos o familiares:
i) madre mayor de 35 años
ii) ii) historia familiar de alteraciones genéticas conocidas (idealmente hasta de tres generaciones, de ambos miembros de
la pareja), hemofilia (detectar las mujeres con riesgo de ser portadoras —aquellas en cuyas familias algún miembro se
encuentra afectado y realizar el asesoramiento genético).
Las mujeres con antecedentes genéticos o familiares deberán ser remitidas para valoración por el especialista en obstetricia
y ginecología, quien definirá la pertinencia de valoración multidisciplinaria, dependiendo de cada condición
Antecedentes ginecobstétricos:
parto pretérmino previo, cesárea previa, abortos previos, muerte fetal previa, gran multiparidad, período intergenésico de
menos de 24 meses, incompatibilidad Rh, preeclampsia en la gestación anterior, antecedente de recién nacido con peso
menor de 2.500 g, macrosómico, antecedente de hemorragia, postparto, antecedente de embarazo molar, antecedente de
depresión postparto
Indagar sobre los hábitos: patrones de consumo de alimentación, hábitos de higiene general, actividad física, hábitos de descanso y sueño, manejo del
estrés y situaciones de alta tensión, consumo de medicamentos, consumo de tabaco, alcohol u otras sustancias psicoactivas.
En la valoración de hábitos alimentarios y nutricionales, se debe indagar por consumo de suplementos considerados dietéticos (medicaciones,
hierbas, etc.) y medicaciones utilizadas para la pérdida de peso.
Indagar consumo de dosis elevadas de vitamina A indicando mantener una dieta diaria de vitamina A que sea de 700 equivalentes de retinol por día, con
un límite superior de 3.000 equivalentes de retinol por día (o 10.000 IU/día).
Así mismo se debe identificar riesgo para deficiencia de vitamina D (enfermedad celiaca, enfermedad de Crohn, obesidad, antecedente de cirugía
cardiaca, enfermedad renal y hepática crónica, entre otras) y recomendar un consumo diario de 600-800 IU.
Se deberá identificar el riesgo de deficiencia de calcio cuando la ingesta sea baja y deberá indicarse su suplementación.
A su vez, en la valoración se debe indagar por consumo de alcohol y otras sustancias psicoactivas. La evidencia indica que preguntar acerca del uso de
alcohol y otras sustancias de manera detallada y completa aumenta la conciencia de la mujer sobre los riesgos asociados con el consumo de alcohol y drogas
con la consecuente modificación de comportamiento.
La valoración psicosocial debe incluir la estructura y dinámica familiar, las redes de apoyo familiar, social y comunitario. Indagar o identificar situaciones
de vulnerabilidad: exposición a violencias de género y/o sexual, estresores, exclusión social, pobreza, marginalidad, e indagar sobre su manejo.
Se debe evaluar el estado de inmunización y garantizar que la mujer en edad reproductiva complete su esquema de vacunación al menos tres meses antes de
embarazarse.
Realizar examen físico completo por sistemas:
debe hacerse céfalo caudal, incluida la cavidad bucal, tomar medidas antropométricas (peso, talla, valorar el estado
nutricional). Se deberá, para el análisis de estas variables utilizar los indicadores antropométricos que define la
normatividad vigente (resolución 2465 de 2016 o la norma que la sustituya). Realizar la valoración ginecológica
completa incluida especuloscopia
Parto pretérmino previo: Obtener la historia reproductiva y aquellas mujeres con historia de prematurez o restricción del
crecimiento intrauterino deben ser evaluadas para la identificación y tratamiento de causas que se puedan modificar antes de
una nueva gestación. Informar a las mujeres con partos pretérmino previos sobre los beneficios de la progesterona en
el siguiente embarazo.
Enfermedad tromboembólica venosa: en la atención preconcepcional, el clínico debe identificar la presencia de factores de
riesgo para eventos tromboembólicos venosos, con el fin de planear intervenciones oportunas que disminuyan dicho riesgo.
Las pacientes que reciben de forma preconcepcional intervenciones farmacológicas para la prevención o tratamiento de
eventos trombóembolicos venosos deben contar con asesoría especializada.
Cesárea previa: Recomendar a las mujeres con cesárea previa que deben esperar al menos 18 meses antes del nuevo
embarazo.
Abortos previos: Evaluar las potenciales causas en aquellas mujeres con dos o más abortos espontáneos y ordenar la
terapia indicada. Las pacientes con pérdida recurrente deben ser evaluadas para detectar la presencia de anticuerpos
antifosfolipídicos, cariotipo y evaluación de anatomía uterina por el ginecólogo. Informar a las mujeres que hayan
tenido un aborto espontáneo único acerca de la baja probabilidad de recurrencia.
Muerte fetal previa: Investigar al momento de la primera muerte fetal, las potenciales causas y comunicarlas a la
paciente. Los estudios complementarios en el periodo preconcepcional y comunicar el riesgo elevado para futuros
embarazos.
Período intergenésico menor de 24 meses: Asesorar a la mujer sobre el período intergenésico óptimo —al menos de 24
meses— como clave para prevenir complicaciones maternas y fetales.
Incompatibilidad Rh: Determinar el grupo sanguíneo de la mujer y de su pareja, y analizarlo en conjunto con la paridad
y el antecedente de profilaxis con Ig anti-D para definir el riesgo de inmunización en una gestación posterior.
Preeclampsia en el embarazo anterior: En caso de antecedente de trastornos hipertensivos relacionados con la
gestación, asesorar a la mujer y a la pareja sobre la probabilidad de recurrencia de la enfermedad, así como los
riesgos materno perinatales. Además evaluar hipertensión residual y nefropatía.
Antecedente de recién nacido con peso menor de 2.500 g: Asesorar a la mujer o a la pareja sobre la probabilidad de
recurrencia de la enfermedad, así como los riesgos perinatales y neonatales. Dar tratamiento a todas las infecciones
locales o sistémicas que la mujer o la pareja presenten.
Antecedente de recién nacido macrosómico: Asesorar a la mujer o la pareja acerca de la probabilidad de recurrencia
de la enfermedad, así como sobre los riesgos perinatales y neonatales. Realizar control metabólico previo y durante
la gestación a las mujeres que presentan diabetes mellitus como condición preexistente.
En caso de presentar resultado positivo en este tamizaje se debe derivar a la Ruta Integral de Atención para población
con riesgo o presencia de problemas, trastornos mentales y epilepsia.
Adicional a la valoración, se debe solicitar y hacer la lectura de los siguientes exámenes de laboratorio (en la
consulta de ingreso o de control
Con asesoría pre y pos test Indicar suplementación con 0.4 mg de ácido fólico por día para la prevención de defectos
del tubo neural (La dosis para mujeres que tengan antecedentes previos de recién nacidos con defectos del tubo neural
debe ser de 4mg al día, que deberán ser iniciados al menos 3 meses previos a la gestación)
Conforme a los hallazgos durante la valoración, el profesional en salud debe realizar una síntesis ordenada de los
factores protectores riesgos, y el estado general de la salud de la mujer. Según criterio médico se procederá a dar cita
para atención por odontología, nutrición, psicología, trabajo social, e interconsulta por medicina especializada.
En la consulta también se debe hablar de:
planeación de la familia
espaciamiento de los hijos
prevención de la gestación no deseada
recomendaciones nutricionales
estado de inmunización contra enfermedades infecciosas
importancia del control 30 prenatal temprano
detección temprana de los factores de riesgo cardiometabólicos
Proveer información sobre el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) y sus causales de acuerdo a la
normatividad vigente.
Informar a la mujer y la pareja sobre los riesgos de aneuploidía y cromosomopatías asociadas con la edad y sobre las
intervenciones para realizar tamizaje o diagnostico en caso de gestación.
Informar a la mujer con patologías crónicas o enfermedades graves y a su pareja, sobre la conveniencia o no del
embarazo, o su postergación.
Las recomendaciones preconcepcionales estarán orientadas de acuerdo a condiciones específicas previas, así:
Diabetes mellitus: Aconsejar sobre la importancia del control de la diabetes para el embarazo. Optimizar el control de la
glicemia y el monitoreo. Mantener un peso óptimo y realizar ejercicio regular. Evaluar las complicaciones vasculares. Realizar
una hemoglobina glicosilada y, de no ser adecuada (menor de 6.5), realizar control y tratamiento. Derivar a consulta para
asesoría en anticoncepción; derivar a la RIAS para la población con riesgo o presencia de alteraciones cardio – cerebro –
vascular –metabólicas manifiestas (Diabetes Mellitus – DM.)
Enfermedad tiroidea: Lograr un óptimo control terapéutico antes de quedar en embarazo. Tratar con propiltiouracilo en casos
de hipertiroidismo. Realizar evaluación hormonal en pacientes con clínica o historia de enfermedad tiroidea. No se recomienda
el tamizaje para el hipotiroidismo subclínico. Considerar remitir al especialista para manejo, y dar asesoría y provisión
anticonceptiva.
Epilepsia: Tratar con monodrogas, con la mínima dosis terapéutica posible. Evaluar la posibilidad de suspender el tratamiento
seis meses antes de intentar el embarazo, si las condiciones médicas son favorables (dos años sin convulsiones). En caso de
requerir tratamiento, cambiar a carbamazepina, lamotrigina o levetiracetam. Administrar ácido fólico (4 mg/ día). Considerar
remitir al especialista para manejo, y dar asesoría y provisión anticonceptiva.
Hipertensión: Informar sobre los riesgos para el embarazo y la importancia de cambiar al antihipertensivo adecuado.
Realizar una evaluación general de las pacientes con larga data de hipertensión (hipertrofia ventricular, retinopatía,
nefropatía). Sustituir antihipertensivos inhibidores de la enzima convertidora de Angiotensina II, los antagonistas de los
receptores de angiotensina II y diuréticos durante la planificación de un embarazo. Considerar remitir al especialista para
manejo, y dar asesoría y provisión anticonceptiva.
Artritis Reumatoidea: Informar acerca de la historia natural de la enfermedad, la mejoría potencial durante el
embarazo y el empeoramiento en el puerperio. En caso de embarazo, evitar corticoides en el primer trimestre y
suspender los AINES a partir de la 27 semana de gestación. Considerar remitir al especialista para manejo, y dar asesoría
y provisión anticonceptiva.
Lupus Eritematoso Sistémico: Planear el embarazo para momentos de remisión de la enfermedad, sobre todo si existe
presencia de nefritis. Suspender durante el embarazo la ciclosfofamida que se utiliza frecuentemente en el lupus
eritematoso por ser teratogénica; administrar azatioprina, ciclosporina A y cloroquina desde la preconcepción. Considerar
remitir al especialista para manejo, y dar asesoría y provisión anticonceptiva.
Enfermedad Renal Crónica: Informar sobre la posibilidad de progresión de la enfermedad renal durante el embarazo.
Realizar control de la presión arterial antes de la concepción produce mejores resultados perinatales. Solicitar proteinuria,
dado que la presencia de proteína se asocia con malos resultados perinatales y progresión de enfermedad renal a largo
plazo. Suspender drogas no aconsejadas para el embarazo (por ejemplo, inhibidores de la enzima convertidora de
angiotensina). Considerar remitir al especialista para manejo, y dar asesoría y provisión anticonceptiva.
Enfermedad Cardiovascular: Informar sobre los riesgos asociados con la patología cardiovascular y el embarazo.
Evitar la warfarina durante el primer trimestre. Realizar corrección quirúrgica (las que sean posibles) de patologías
cardiovasculares antes del embarazo. Considerar remitir al especialista para manejo, y dar asesoría y provisión
anticonceptiva.
Trombofilia: Considerar el tamizaje de las mujeres de edad reproductiva con una historia personal o familiar de eventos
trombóticos. Evaluar el riesgo trombótico en las mujeres con trombofilias congénitas con el fin de determinar el
tratamiento oportuno. Sustituir la warfarina por heparinas de bajo peso molecular antes del embarazo para evitar su
efecto teratogénico, en caso de que se considere que es una paciente de riesgo y recibe warfarina. Considerar remitir al
especialista para manejo, y dar asesoría y provisión anticonceptiva.
Anemia: Evaluar la anemia durante el periodo preconcepcional y eventualmente tratarla en pacientes con riesgo de
déficit de hierro.
Asma: Informar sobre la posibilidad de agravarse durante el embarazo. Mantener anticoncepción en mujeres con mal
control del asma, hasta lograr un control efectivo de las crisis. Realizar tratamiento profiláctico previo al embarazo en
pacientes con asma persistente. Tratar con budesónida (agente preferido como inhalador, único de categoría B). Utilizar
como alternativa beclometasona -Categoría C. Considerar remitir al especialista para manejo, y dar asesoría y provisión
anticonceptiva.
Tuberculosis: Garantizar el tratamiento completo de la enfermedad. Administrar fármacos como isoniacida, etambutol,
rifampicina y pirazinamida antes y durante el embarazo. Evitar la estreptomicina (GRB NEII-2). Recomendar la
planificación familiar durante el tiempo que dure el tratamiento anti TBC.
Neoplasias: Informar sobre la posibilidad de agravarse durante el embarazo. Garantizar la planificación familiar
durante el tiempo que dure el tratamiento antineoplásico. Aconsejar conducta de acuerdo con la agresividad del tumor,
del estadio de la enfermedad y del compromiso en la condición de salud de la mujer. Considerar remitir al especialista
para manejo, y dar asesoría y provisión anticonceptiva.
Obesidad mórbida: Realizar evaluación nutricional y paraclínicos adicionales que permitan determinar el estado
metabólico y endocrino
Infertilidad:
Durante la consulta preconcepcional entregar información que permita prevenir la infertilidad, entre lo que se incluye:
Realizar asesoría sobre el potencial impacto que pueden generar las infecciones de transmisión sexual especialmente
VIH/Sida, Clamidia tracomatis y gonorrea en la reproducción.
Informar sobre el potencial impacto que tiene la obesidad sobre la fertilidad junto con un adecuado manejo de los
trastornos nutricionales. La mujer con IMC mayor de 29 debe ser informada de una mayor dificultad para concebir y mayor
riesgo obstétrico si logra un embarazo. La obesidad se asocia a una reducción de la calidad seminal, por lo que se deberá
realizar una intervención nutricional.
Orientar hacia la suspensión del tabaco en las parejas que buscan fertilidad. El consumo de tabaco impacta
negativamente la fertilidad del hombre y de la mujer.
Informar a las parejas con deseo reproductivo que la fertilidad declina con la edad de la mujer. Esta disminución es muy
significativa después de los 35 años.
Informar que la falta de descenso testicular (testículo no descendido) puede afectar severamente la función testicular.
El diagnóstico de infertilidad se hará durante la consulta preconcepcional según los estándares de la OMS, esto es:
“enfermedad del sistema reproductivo definida como la incapacidad de lograr un embarazo clínico después de 12
meses o más de relaciones sexuales no protegidas”.
En tal caso se deberá solicitar estudio ultrasonográfico pélvico – ginecológico transvaginal más un espermiograma de
acuerdo a los parámetros de análisis seminal establecido por la OMS.
Se deberá brindar apoyo psicológico a todas las parejas infértiles ya que esto mejora su calidad de vida.
Durante la consulta de seguimiento preconcepcional se realizara la revisión del espermiograma y estudioultrasonográfico
respectivo.
En caso de detectarse alguna anormalidad en el espermiograma, el tiempo óptimo para volver a repetirlo debe ser de 3 meses
(de acuerdo con el ciclo completo de la espermatogénesis).
Podrá referirse a consulta por profesional en psicología, nutrición, odontología, medicina especializada en ginecología,
obstetricia, medicina interna, urología o endocrinología, o al que se requiera de acuerdo a la pertinencia médica
2. INTERRUPCIÓN VOLUNTARIA DEL EMBARAZO
Los prestadores primarios que cuenten con personal médico debidamente entrenado, están en la capacidad
de ofrecer servicios de IVE por aspiración endouterina hasta las 15 semanas y con medicamentos hasta la
semana 10 de embarazo, dado que ambos son procedimientos ambulatorios.
Para el caso de la aspiración endouterina en el primer nivel de atención, se debe cumplir con los requisitos
establecidos en la Resolución No. 2003 de 2014 del Ministerio de Salud y Protección Social o la norma que la
modifique o sustituya. Así mismo, deben estar en capacidad de identificar, estabilizar y remitir cualquier
complicación de la IVE que no pueda tratarse en ese nivel Aunque algunos procedimientos a realizarse
después de las 15 semanas de embarazo se pueden llevar a cabo de forma ambulatoria (dilatación y
evacuación o aborto por inducción con medicamentos), la opción de hospitalización debe estar disponible, en
caso de ser necesario.
Así mismo, este nivel debe estar en capacidad de manejar las posibles complicaciones relacionadas con la IVE
Este equipo puede estar compuesto por profesionales de enfermería, medicina, medicina especializada en
ginecología, psicología y trabajo social. Cabe anotar que el hecho de no contar con todo el talento humano, no puede
constituirse en una barrera para la prestación del servicio.
Atenciones incluidas
Consulta inicial para valoración integral de la salud de la mujer, que incluye la valoración de la salud mental y del
estado emocional.
Orientación y asesoría para la toma de decisiones frente a las causales previstas por la sentencia C-355 de 2006.
Interrupción del embarazo farmacológica y no farmacológica.
Provisión anticonceptiva (según criterio médico o a solicitud de la mujer).
Control post aborto.
Toda solicitud de IVE debe quedar debidamente consignada en la historia clínica, se debe establecer la causal bajo
la cual la mujer solicita la interrupción de su embarazo. Se debe documentar y registrar en forma clara y concreta en la
historia clínica.
Además, se deben relacionar los requisitos establecidos legalmente para cada causal (certificado médico o denuncia).
La evaluación del estado emocional no necesariamente tiene que ser realizada por un/a especialista y no debe
convertirse en una exigencia que obstaculice el acceso de la mujer a la IVE.
La Corte Constitucional reconoce que todo/a médico/a y/o psicólogo/a está capacitado/a para valorar este riesgo y
por lo tanto no es necesario que la certificación sea hecha por un/a especialista.
En la consulta inicial:
- se debe confirmar el embarazo y establecer la edad gestacional teniendo en cuenta la fecha de la última menstruación.
- realizar una historia clínica completa
- Se interroga sobre el primer día de la última menstruación (primer día de sangrado), y si esta fue normal (Es necesario
precisar la exactitud de este dato y correlacionarlo con el examen físico) en razón a que en caso de estar lactando,
tener periodos 35 irregulares, estar usando anticonceptivos o presentar sangrados en etapas iniciales del embarazo, podría
producirse un error en la estimación de la edad gestacional.
- Los antecedentes médicos familiares y personales de la mujer deben interrogarse y documentarse de manera completa,
con especial énfasis en todas aquellas condiciones previas que puedan orientar a la necesidad de un nivel de atención de
mayor complejidad.
- También se debe incluir la valoración de sus condiciones psicosociales y de la posible afectación que el embarazo esté
causando en ellas en el momento de la consulta. Deben explorarse, en especial, la tensión emocional, humor, signos y
síntomas neurovegetativos; así como la existencia de redes de apoyo (soporte familiar y/o de pareja).
EXAMEN FÍSICO DEBE SER COMPLETO EN SU ASPECTO GENERAL
Específicamente debe confirmar la existencia del embarazo y estimar su duración por medio de un examen pélvico bimanual
signos detectables de embarazo entre las semanas 6ª y 8ª incluyen reblandecimiento cervical y/o del istmo, y
reblandecimiento y elongación del útero.
Si el tamaño uterino es menor al esperado, debe considerarse la posibilidad de un embarazo menos avanzado que el
estimado por la fecha de la última menstruación, un embarazo ectópico o un aborto retenido.
Un útero mayor al esperado, puede indicar un embarazo más avanzado que el calculado por la fecha de la última
menstruación, un embarazo múltiple, presencia de miomas o enfermedad trofoblástica gestacional.
Además del tamaño, se debe confirmar la posición del útero para prevenir posibles complicaciones durante la IVE por
aspiración endouterina en caso de anteversión o retroversión extrema.
También se debe evaluar la presencia de enfermedades infecciosas del tracto genital, porque pueden aumentar el riesgo de
una infección post aborto, si no son tratadas antes del procedimiento.
Como norma general, no se requieren exámenes paraclínicos para la prestación de servicios de IVE. Sin embargo, es
importante conocer la hemoclasificación de la mujer y administrar inmunoglobulina anti-D a las mujeres Rh negativas al
momento del procedimiento de IVE
Al igual que en cualquier control prenatal, a toda mujer se le debe dar asesoría y ofrecer la prueba de tamizaje
para VIH (prueba rápida), dejando claro que es voluntaria, pero que se recomienda practicarla a toda mujer
embarazada. Este proceso de asesoría y ofrecimiento debe ser documentado en la historia clínica. También se debe
ofrecer el tamizaje para sífilis con prueba treponémica rápida.
En ningún caso, estas pruebas se pueden constituir en barrera de acceso al procedimiento de IVE.
La exploración ecográfica no es necesaria para la interrupción del embarazo durante el primer trimestre, salvo
que ante la presencia de otros signos o síntomas, se sospeche la presencia de un embarazo ectópico, enfermedad
trofoblástica o cualquier otra alteración de la gestación
Las causales de IVE en Colombia, de acuerdo a la sentencia C355/2006 “
(i) Cuando la continuación del embarazo constituya peligro para la vida o la salud de la mujer, certificada por
un médico
(ii) Cuando exista grave malformación del feto que haga inviable su vida, certificada por un médico
(iii) Cuando el embarazo sea el resultado de una conducta, debidamente denunciada, constitutiva de acceso
carnal o acto sexual sin consentimiento, abusivo o de inseminación artificial o transferencia de óvulo fecundado
no consentidas , o de incesto”.
Una vez se ha obtenido la historia clínica completa; se debe identificar si la mujer está dentro de alguna de las causales
definidas por la sentencia C-355 de 2006
Un profesional en medicina general está en la capacidad de identificar las causales, verificar el cumplimiento de los
requisitos para cada una de ellas, y expedir el certificado correspondiente (en caso de que el embarazo represente algún
riesgo para la vida o la salud física, mental o social de la mujer, o el feto presente alguna malformación incompatible
con la vida extrauterina).
Un profesional en psicología también está en la capacidad de reconocer el riesgo de afectación a la salud mental o
social que ha identificado la mujer y expedir el certificado correspondiente.
Para los casos de violación, incesto, inseminación artificial o transferencia de óvulo no consentidas, la ausencia de la
denuncia no puede constituirse en una barrera para acceder a la IVE, ya que el procedimiento hace parte de la prestación
de servicios integrales en salud a los que tiene derecho una víctima de violencia sexual y para los cuales no es necesario
contar con este requisito; de acuerdo a lo establecido en el artículo 23 de la Ley 1719 de 2014.
Debe tenerse en cuenta también que según lo establecido en la Ley No. 1257 de 2008, la denuncia de violencia sexual puede
ser interpuesta por otra persona que no sea la víctima, razón por la que el/la profesional de salud debe dar aviso del hecho
a las autoridades competentes con el fin de que estas inicien la investigación de oficio, dado que el acto de violencia tiene un
carácter no conciliable, no desistible y no transable.
A las menores de catorce años no se les debe exigir denuncia en ningún caso como requisito para acceder a la IVE;
pues existe la presunción de que han sido víctimas de violencia sexual, además de la activación de la rutas de protección y
justicia de las que habla la 0459 de 2012 o la que la modifique o sustituya.
En caso de que sea necesaria la valoración de la mujer por parte de un especialista, se debe iniciar la remisión de la mujer
de manera inmediata, sin que esto se constituya en una barrera al acceso del servicio de IVE, y sin que la atención se
extienda más allá del plazo razonable establecido. Idealmente, los servicios de IVE deben estar disponibles en el mismo
nivel de atención en el que la mujer consulta; siempre y cuando se cuente con personal médico entrenado en aspiración
endouterina e IVE con medicamentos. En caso contrario, se deben iniciar los trámites de remisión necesarios, teniendo
en cuenta la obligación de garantizar la oportunidad del servicio.
De ninguna manera pueden imponerse tiempos de espera prolongados o sujetar la remisión de la mujer a la disponibilidad de
citas por consulta externa que limite la prestación de un servicio oportuno cinco días calendario contados a partir de la
consulta.
Métodos para ser utilizados hasta 15 semanas completas desde la fecha de la última menstruación
Métodos no farmacológicos:
El método de elección es la aspiración al vacío manual o eléctrica. La aspiración al vacío se puede realizar hasta la
semana 15 por personal médico debidamente entrenado y con cánulas del tamaño adecuado. La dilatación y el
curetaje (legrado cortante) es un método señalado por la OMS como obsoleto y no debe ser utilizado ya que se ha
comprobado su mayor asociación con complicaciones como sangrado y perforación, mayores tiempos de estancia y
mayores costos.
Métodos farmacológicos:
Los métodos recomendados son los que utilizan una combinación de mifepristona seguida de misoprostol, ya que el
misoprostol solo es menos eficaz que cuando se usa en combinación con mifepristona. Sin embargo un esquema de
dosis repetidas de misoprostol solo hasta la semana 10 de gestación es también seguro y eficaz. Estos
medicamentos se administran de forma ambulatoria. El uso de métodos de IVE con medicamentos requiere la
posibilidad de ofrecer aspiración al vacío en el mismo lugar o en un sitio de remisión, en caso de ser necesaria.
Métodos para ser utilizados después de las 15 semanas completas desde la fecha de la última menstruación
Métodos farmacológicos: El método médico recomendado para el aborto después de las 15 semanas desde la fecha de ultima
menstruación es la mifepristona seguida de dosis repetidas de misoprostol hasta lograr la expulsión, siempre bajo
supervisión directa durante el proceso. Después de la expulsión, en caso de retención de restos ovulares puede ser
necesario un procedimiento de evacuación uterina.
Métodos para ser utilizados después de las 20 semanas completas desde la fecha de la última
menstruación
Cuando se utilizan métodos médicos de aborto después de las 20 semanas de gestación, debe considerarse la inducción a
la asistolia fetal antes del procedimiento. Los métodos médicos modernos, como la combinación de regímenes de
mifepristona y misoprostol o misoprostol solo, no producen directamente la asistolia fetal; la incidencia de sobrevida
transitoria del feto después de la expulsión está relacionada con el aumento de la edad gestacional y la disminución del
intervalo del aborto.
- Inyección de cloruro de potasio (KCl) a través del cordón umbilical o en las cavidades cardíacas del feto
- Inyección intraamniótica o intrafetal de digoxina La digoxina tiene una tasa de fracaso más alto que el KCl para
provocar la asistolia fetal
3. CONTROL PRENATAL
Para el desarrollo oportuno de esta atención, es preciso implementar los mecanismos que garanticen la detección y captación
temprana de las gestantes, después de la primera falta menstrual y antes de la semana 10 de gestación.
Las acciones o actividades que incluye el control prenatal para gestantes sin factores de riesgo deben ser realizadas por
profesionales en medicina o enfermería. Los controles prenatales durante el último mes de gestación (semanas 36, 38 y 40)
deben ser realizados por un médico.
Asimismo, el profesional de enfermería deberá remitir a valoración médica inmediata a la gestante en la cual identifique factores de
riesgo biopsicosocial, enfermedades asociadas y propias de la gestación, durante la anamnesis, el examen físico o la revisión de los
paraclínicos para su adecuado y oportuno manejo
Primer control prenatal temprano 30 minutos, primer control prenatal tardío se haga con una duración de 40 minutos. La
duración del control prenatal de seguimiento será de 20 minutos
QUE INCLUYE?
Asesorar sobre opciones durante el embarazo
Realizar la inscripción de la mujer gestante en el control
prenatal
Valorar el estado de salud de la gestantes
Identificar factores protectores y de riesgo biológicos y
psicosociales
Detectar tempranamente alteraciones
Brindar información en salud 46
Establecer el plan integral de cuidado para la salud
Si la gestación es de curso normal en una mujer nulípara se programarán 10 controles prenatales durante la gestación,
si esta es multípara se programarán mínimo 7 controles durante la gestación.
La periodicidad de las consultas de seguimiento y control debe ser mensual hasta la semana 36, y luego cada 15 días
hasta la semana 40
Primera consulta prenatal
Antes de hacer la inscripción en el control prenatal, debe informarse a la mujer sobre el derecho a la interrupción
voluntaria del embarazo, en caso de configurarse una de las causales establecidas en la sentencia C355 de 2006.
Antecedentes personales: patológicos, quirúrgicos, nutricionales, traumáticos, tóxicos, alérgicos, (medicamentos recibidos,
tabaquismo, alcoholismo, sustancias psicoactivas, exposición a tóxicos e irradiación y otros), trastornos mentales, signos de alarma y
tratamientos recibidos durante la gestación actual, trombosis venosa profunda, tromboembolismo y trastornos de hipercoagulabilidad.
Antecedentes ginecológicos: indagar edad de la menarquía, patrón de ciclos menstruales, fecha de las dos últimas menstruaciones,
métodos anticonceptivos utilizados y hasta cuando, antecedente o presencia de flujos vaginales, infecciones de transmisión sexual
incluyendo el VIH, historia y tratamientos de infertilidad.
Antecedentes obstétricos: total de gestaciones, intervalos intergenésicos, abortos, ectópicos, molas, placenta
previa, abruptio, ruptura prematura de membranas, polihidramnios, oligoamnios, retardo en el crecimiento
intrauterino, número de partos, fecha del último, si han sido únicos o múltiples, prematuro a término o prolongado,
por vía vaginal o por cesárea, 47 retención placentaria, infecciones en el post parto, hemorragia obstétrica que
requirió trasfusión, preeclampsia, eclampsia o síndrome HELLP; número de nacidos vivos o muertos, hijos con
malformaciones congénitas, muertes perinatales y causas y peso al nacer.
Gestación actual: edad gestacional probable (fecha de la última menstruación, altura uterina o ecografía obstétrica),
presencia o ausencia de movimiento fetales, sintomatología infecciosa urinaria o cervico vaginal, cefaleas
persistentes, edemas progresivos en cara o miembros superiores e inferiores, epigastralgia y otros. Además indagar
signos y síntomas gastrointestinales asociados a la gestación: nauseas, vómito, epigastralgias y hemorroides.
Valoración psicosocial: debe incluir la estructura y dinámica familiar, las redes de apoyo familiar, social y
comunitario, gestación deseada, gestación programada. Indagar o identificar situaciones de vulnerabilidad:
estresores, exclusión social, pobreza, marginalidad, e indagar sobre su manejo. Se recomienda para el análisis de
estas variables utilizar la escala de riesgo biológico y psicosocial de Herrera y Hurtado
Realizar examen físico completo por sistemas:
debe hacerse céfalo caudal incluida la cavidad bucal, tomar signos vitales: pulso, respiración, temperatura y tensión
arterial.
Tomar medidas antropométricas: peso, talla, altura uterina y valorar estado nutricional.
Se debe registrar el índice de masa corporal (IMC) y con base en este establecer las metas de ganancia de peso
durante la gestación, de acuerdo con los siguientes parámetros:
IMC < 20 kg/m2 = ganancia entre 12 a 18 Kg
IMC entre 20 y 24,9 kg/m2 = ganancia entre 10 a 13 Kg
IMC entre 25 y 29,9 kg/m2 = ganancia entre 7 a 10 Kg
IMC > 30 kg/m2 = ganancia entre 6 a 7 Kg
Valoración ginecológica: realizar examen genital que incluye valoración del cuello, tamaño, posición uterina y
anexos, comprobar la existencia de la gestación, descartar gestación extrauterina e investigar patología anexial.
Valoración obstétrica: número de fetos, situación y presentación fetal, fetocardia y movimientos fetales.
Plan de cuidado
Formulación de micronutrientes:
- Ácido fólico: hasta la semana 12 de gestación para reducir riesgos de defectos del tubo neural (anencefalia o espina bífida). 0.4 mg
día, en alto riesgo de defectos del tubo neural, la dosis es de 4 mg.
- Calcio: suplencia con carbonato de calcio 1.200 mg/día a partir de la semana 14 para disminuir el riesgo de preeclampsia.
- Hierro: suplemento de hierro + ácido fólico de forma rutinaria a todas las mujeres gestantes de curso normal. Las gestantes con
valores de hemoglobina (Hb) superiores a 14 g/dL. no requieren dicha suplementación de forma rutinaria.
Vacunación:
debe realizarse de acuerdo con el esquema de vacunación vigente y los antecedentes de vacunación de la gestante. El esquema de
vacunación para las gestantes incluye las siguientes vacunas:
- Toxoide tetánico diftérico del adulto (Td) según antecedente vacunal.
- Influenza estacional - Tétanos, difteria y Tos ferina acelular (Tdap)
La maternidad y la paternidad se conciben como un suceso vital, que implica cambios físicos, psicológicos y
emocionales en la mujer gestante que promueven o ponen en riesgo la salud física y mental de la mujer, y la de su
hijo/a por nacer.
Desarrollar capacidades en las mujeres gestantes, así como en sus parejas y familias, para comprender los cambios
físicos, psicológicos y sociales que suceden en esta etapa de la vida, con el fin de que promovuevan el cuidado de la
salud y disminuyan el riesgo de morbilidad y mortalidad.
Desarrollar capacidades en las madres, padres y sus familias para vivir la gestación, el parto, el puerperio y el cuidado
del recién nacido de manera sana y psicológicamente armoniosa.
PERSONAL:
Las actividades que incluye el curso de preparación para la maternidad y la paternidad deben ser ejecutadas por un equipo
interdisciplinario liderado por enfermería e idealmente compuesto por psicología, nutrición, terapia física, medicina
general y especializada (ginecología y pediatría) con el apoyo de un psicopedagogo.
Serán mínimo 7 sesiones con una duración que oscila entre los 60 y los 90 minutos cada una, divididas así:
una sesión antes de la semana 14
tres sesiones en el segundo trimestre
tres sesiones en el tercer trimestre.
El modelo de prestación que se implemente deberá permitir que la no asistencia a una de las sesiones pueda ser tomada en
un nuevo ciclo. La disposición de los contenidos de cada sesión y la periodicidad específica serán definidos por el
prestador primario.
Sentimientos acerca de la gestación y de los cambios fisiológicos y psicológicos, así como la forma de manejarlos.
Mecanismos para afrontar la ansiedad por la salud de la madre y del hijo.
Mujeres gestantes, familias y red de Afrontamiento de conflictos, incluida la Sentencia C355-06 Sentimientos acerca de la imagen corporal, aumento de peso.
apoyo con prácticas de cuidado para su Las relaciones laborales y familiares durante la gestación y estrategias para hacer frente a los problemas interpersonales.
salud durante la etapa prenatal, el parto y Sistemas de apoyo disponibles.
el puerperio Cómo mejorar la accesibilidad cuando vive en áreas rurales y cuando hay barreras culturales y del lenguaje.
Asistencia a controles prenatales.
Control del recién nacido. Esquema de atenciones individuales en la primera infancia
Higiene postural: Ejercicios de fortalecimiento del piso pélvico.
Actividades de pujo (en colchoneta) Posiciones durante las contracciones: (mecedora, silla - vaquero y gateo en
Mujeres gestantes, familias y red de la pared) Orientaciones sobre la respiración durante las contracciones y el pujo.
apoyo con prácticas de cuidado para su Ejercicios de respiración con ciclos 15/5.
salud durante la etapa prenatal, el parto y Ejercicios:
el puerperio en colchoneta: de estiramiento de columna cervical, hombro y cintura escapular; activos: de cuello y miembros
superiores Isquiotibiales, espinales bajos, Fascia lata, aductores, dorso lumbares en bípeda con apoyo en la
pared, de gemelos y cuádriceps.
La atención del recién nacido comprende el conjunto de procedimientos para el acompañamiento y la asistencia a los
recién nacidos y sus familias o acompañantes en el proceso fisiológico de la adaptación neonatal y su adecuada
transición a la vida extrauterina.
El nacimiento debe darse en un ámbito institucional, sin embargo, no siempre ello es posible por dificultades de acceso o
por usos y costumbres en el marco de población étnica. En todo caso, cada niño o niña que nazca debe contar con el
acceso a las intervenciones aquí descritas, lo cual permitirá apoyar su proceso de adaptación a la vida extrauterina y
minimizará la posibilidad de presentar complicaciones que tengan alto riesgo de muerte o de generar daños importantes
para el resto de la vida.
Las instituciones que realicen la atención del parto, deberán también estar equipadas para la atención del recién nacido,
con disponibilidad permanente del talento humano para la atención del binomio madre hijo.
INCLUYE
La adaptación neonatal inmediata está representada por el conjunto de modificaciones cardio-hemodinámicas, respiratorias y de todo orden
que sucede en procura de la adecuación del ser humano al entorno atmosférico al nacer.
Debe realizarse un manejo limpio del recién nacido y la manipulación del cordón umbilical debe hacerse con guantes estériles.
Para un adecuado manejo térmico del recién nacido, la temperatura ambiente de la sala de partos/nacimientos debe estar en 26ºC como
promedio.
Las salas de adaptación neonatal deben disponer de un pendón o una pieza informativa sobre el manejo del recién nacido con depresión
respiratoria o con necesidad de reanimación neonatal
1. Limpieza de las vías aéreas:
limpiar manualmente las secreciones primero de la boca y luego de las fosas nasales evitar la realización de succión de las vías
aéreas de forma rutinaria solo para los casos de líquido amniótico con meconio espeso, sangre o pus con obstrucción de la
vía aérea o si el recién nacido se encuentra con depresión respiratoria
Adicionalmente, debe presentarse el recién nacido a la madre y al padre o al acompañante (si se permitió la entrada del padre o de
acompañante al parto) con el objeto de favorecer la relación vincular de los padres con el recién nacido. Se debe continuar monitoreando
la respiración y se debe estimular el inicio de la lactancia materna. Si el niño se encuentra sano, se recomienda no separar de la madre
durante los primeros 60 minutos, e incluso se deben postergar los procedimientos de aplicación de profilaxis, antropometría y examen
físico completo después de este tiempo.
Se recomienda iniciar la lactancia materna durante el contacto piel a piel siempre que la madre esté en condiciones de llevarlo a
cabo. La lactancia materna debe ser a libre demanda, sin horario y sin restricción. Al terminar el proceso de cuidados inmediatos del
recién nacido, se debe llevar junto con la madre si ambos se encuentran en condiciones de estar juntos, y se debe continuar apoyando la
instauración de la lactancia materna
Se debe valorar la vitalidad y reactividad del recién nacido con la Escala de Apgar al minuto y a los 5 minutos para describir de forma
estandarizada la vitalidad, teniendo en cuenta, de forma especial, la evaluación del tono muscular, el esfuerzo respiratorio y la
frecuencia cardiaca.
No se deben retrasar las intervenciones para los recién nacidos deprimidos hasta la valoración de un minuto.
En todo caso, se debe vigilar la estabilización del recién nacido. Para los casos de Apgar menor de 7 se debe valorar la capacidad
resolutiva de la institución y remitir a nivel con la complejidad necesaria para proveer la atención neonatal adecuada. Si el recién
nacido tuvo un Apgar menor de 7 a los cinco minutos, se debe descartar asfixia perinatal. Si el neonato debe ser remitido, debe
transportarse de acuerdo con los criterios de transporte neonatal seguro y adecuado a su condición clínica.
IX. Realización de la Escala de Silverman–Anderson:
Debe realizarse si el recién nacido tiene dificultad respiratoria a los 10 minutos de nacimiento.
Durante la realización de este examen físico, debe verificarse la permeabilidad esofágica y anal. Así mismo, debe medirse la temperatura,
la cual debe estar entre 36,5 y 37,5º centígrados. Por encima o por debajo de estos valores, debe considerarse una señal de peligro.
XI. Identificación del recién nacido y expedición del certificado de recién nacido vivo:
Debe realizarse frente a la madre y antes de su separación siempre y cuando no interfiera con la conducción o inducción de la adaptación
neonatal.
En la manilla de identificación fecha y hora de nacimiento, nombre de la madre, número de historia clínica, sexo, peso, talla y
perímetro cefálico.
La expedición del certificado de recién nacido vivo debe realizarse por parte del profesional que atiende el parto y sin este documento
ningún niño puede salir de la institución en la que nació.
XII Profilaxis umbilical:
Se debe realizar la ligadura del muñón umbilical con una liga de caucho o una liga equivalente que sea efectiva y segura. Se debe
verificar que no se atrape la piel periumbilical sino únicamente el muñón umbilical y se debe realizar la limpieza del muñón umbilical
con Clorhexidina o Yodopovidona teniendo cuidado de retirar el exceso del antiséptico que haya podido aplicarse en la piel del recién
nacido.
Previo al nacimiento, ha debido procederse a la revisión de los exámenes maternos de Hepatitis B, Toxoplasmosis, Sífilis y VIH, si no
se cuenta con estos resultados, deben haberse solicitado a la madre en el momento de la admisión para el trabajo de parto.
Indagar sobre lactancia materna, dificultad respiratoria, presencia de micción o de meconio, y sobre signos de alarma o inquietudes de los
padres frente a la salud del niño o niña.
Verificar la temperatura ambiental y corporal del recién nacido, y la poca luz ambiental.
Realizar examen físico general: Incluye la evaluación de todos los órganos, funciones y sistemas. Se debe calcular la edad gestacional, y
confirmar la correlación de peso y edad gestacional (en adecuado, excesivo o deficiente según la edad gestacional). Se deben evaluar
signos clínicos de hipoglicemia, ictericia, dificultad respiratoria o lesiones relacionadas con el nacimiento, vigilar el estado del
muñón umbilical; y, en general, evaluar la transición neonatal y su adaptación a la vida extrauterina.
Deberá indagarse la presencia del síndrome de alcoholismo fetal y del síndrome de abstinencia neonatal, de acuerdo con la información
de consumo de sustancias psicoactivas o alcohol reportada por la madre durante la gestación.
Vigilar condiciones higiénicas y del vestido.
Revisar los resultados de la hemoclasificación y averiguar sobre el procesamiento o resultado de la TSH neonatal, y de los otros
los exámenes de laboratorio cuando haya lugar. Debe verificarse los resultados maternos de los exámenes de hepatitis B, toxoplasma,
VIH y sífilis y proceder a la ampliación de estudios en el recién nacido cuando haya lugar.
Remitir al recién nacido a institución de complejidad suficiente y con capacidad resolutiva en caso de que se requiera.
Educar a los padres y acompañantes sobre los cuidados del recién nacido (incluyendo la promoción de medidas de sueño seguro).
Vacunar: Se debe realizar según las disposiciones vigentes del Programa Ampliado de Inmunizaciones. Se debe aplicar la primera dosis
de vacuna contra hepatitis B y una dosis de vacuna de BCG contra la tuberculosis.
Realizar tamizaje de errores innatos del metabolismo: La detección de errores innatos del metabolismo se realizará en el país
atendiendo los criterios de progresividad, inicialmente, dentro de estos tamizajes se establece como obligatorio la toma y análisis
del TSH..
Realizar tamizaje auditivo: El tamizaje auditivo neonatal es de carácter obligatorio. Debe realizarse idealmente a las 24 horas de
nacido o antes de la salida de la institución de salud.
En caso en que no se logre garantizar su realización integral en los primeros siete días de vida, debe ser garantizado de la misma
forma en el marco de las atenciones de la Ruta Integral de Atención para la Promoción y el Mantenimiento de la Salud para la
primera infancia
Para recién nacidos sanos se debe hacer con cualquiera de los métodos aceptados con cualquiera de los dos métodos aceptados:
emisiones otoacústicas (EOA) o respuesta auditiva de tallo (RATE).
Realizar tamizaje de cardiopatía congénita: Se debe realizar a las 24 horas de nacido y en caso de continuar en el hospital, a las
48 horas nuevamente. Se debe hacer con pulso oximetría pre-ductal (en miembro superior derecho) y post-ductal (en
miembros inferiores). Se considerará anormal cuando se registre una diferencia mayor a 3% en la saturación de oxígeno
entre estas medidas, o cuando se encuentre en un nivel menor a 90%. Con un resultado anormal, se remitirá para atención
resolutiva por pediatría y/o cardiología pediátrica para descartar cardiopatía congénita compleja mediante estudios
diagnósticos adicionales.
Realizar tamizaje visual: Se debe realizar con las técnicas semiológicas básicas de inspección ocular y realización de reflejo rojo
retiniano. En caso de un resultado anormal, debe ser remitido para valoración pediatría.
Brindar educación sobre: Lactancia materna exclusiva, puericultura, baño, vestido, cuidado del ombligo, evitar
contacto con personas fumadoras, evitar uso de accesorios que puedan producir lesiones o complicaciones al recién
nacido (como fajeros, botones en el ombligo, mitones, azabaches, o cualquier objeto), importancia de la comunicación
amorosa con el niño o la niña y del fortalecimiento de vínculos afectivos entre madre, padre e hijo o hija; detección de
signos de alarma o complicaciones por las que debe consultar a una institución de salud, uso del carné de salud infantil.
Entregar el certificado de recién nacido vivo y orientar acerca de la expedición del registro civil.
CRITERIOS DE EGRESO:
Descartar factores de riesgo familiar y social: maltrato, abuso de drogas, abandono y pobre red de apoyo. En caso de identificarse alguno
de estos factores, se debe solicitar valoración por trabajo social para coordinar un seguimiento diferencial e iniciar el proceso de
notificación para el restablecimiento de los derechos, cuando haya lugar a ello.
Tener cita de control asignada entre los siguientes tres a cinco días para la madre (control del puerperio) y para el recién nacido (control
ambulatorio del recién nacido) por el equipo médico. Esta cita de control se realizará según la coordinación entre el asegurador y el
prestador para garantizar su oportunidad y cumplimiento.
En caso de que haya largas distancias entre el hospital o centro de salud y la casa, se debe garantizar que el recién nacido y la mujer
tendrán acceso a los controles del puerperio y del recién nacido.
Sin desmedro de la práctica actual relacionada con el tamizaje de hipotiroidismo congénito, hasta que no se definan las condiciones de
implementación del tamizaje de errores innatos del metabolismo y del tamizaje auditivo, los procesos de atención derivados de los
mismos, y en virtud de la progresividad que requiere su planeación y su implementación, la realización de estos tamizajes no se
considerarán por ahora un criterio para permitir el egreso hospitalario