Crianza Adolescentes
Crianza Adolescentes
Crianza Adolescentes
EDUCAR ADOLESCENTES
EMOCIONALMENT FUERTES.
PSICÓLOGA
YENITH SANCHEZ
Los estilos de crianza y su influencia en el
comportamiento de los hijos
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1. AUTORITARIO: . 3. NEGLIGENTE
La adolescencia es una etapa en la que las relaciones con los hijos se hacen más
complejas. Veamos a continuación una serie de sugerencias que pueden ayudarnos en este
periodo tan difícil a tener una mejor relación con nuestros hijos y evitar, en la medida de
lo posible, ese comportamiento rebelde:
Ser críticos sólo en lo esencial. No podemos juzgar ni criticar aquellos aspectos de
nuestro hijo que no sean realmente importantes. Es mejor no reprenderle en cuanto
su modo de vestir, de hablar, el tipo de música que escucha o su forma de peinarse.
No son temas esenciales en su educación, pero para él son de gran importancia
porque es una forma de identificarse con su grupo de amigos.
Debemos corregirlos en temas realmente importantes como el respeto a los
demás, la violencia, el alcohol, cumplir con sus responsabilidades, etc. Si le
corregimos o criticamos todos los aspectos en los que no estamos de acuerdo con
él, sólo lograríamos estar en continua discusión y no nos escucharía en
cuestiones fundamentales.
3. ¿Qué pueden hacer los padres?
No cuestionarse su estado de ánimo. El adolescente está experimentando emociones y
sentimientos nuevos. Es fácil que pase de un estado eufórico a otro depresivo o
malhumorado. Estas variedades de su estado de ánimo son comunes, lo mejor es no
darle excesiva importancia. También es frecuente observar en él comportamientos
perezosos o de absoluta desgana en todo lo que realiza. Para corregir esta conducta lo
más adecuado será hacerlo a través del ejemplo y con el refuerzo de sus
comportamientos positivos.
Hay padres y madres que cometen el error de sancionar continuamente a sus hijos adolescentes con regañinas, discusiones y refuerzos negativos. Hay que
mantener un equilibrio. Pongamos un ejemplo: suspenden un examen, llegan a casa con malas notas y les increpamos diciéndoles lo vagos que son y que nunca llegarán a
nada en esta vida.
Algo así no es recomendable hacerlo, pues despertaremos en ellos sentimientos negativos, indefensión y problemas de autoestima.
3. Una buena comunicación y fomentar la confianza.
Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, para que no se
desanimen.
(Colosenses 3:20-21).