SEMANA Nro. 02 (CLASIFICACIÓN DE LOS MICROORGANISMOS)

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UNIVERSIDAD NACIONAL “SANTIAGO ANTUNEZ DE MAYOLO”

ESCUELA PROFESIONAL DE OBSTETRICIA

CURSO: MICROBIOLOGÍA Y PARASITOLOGÍA MÉDICA

“CLASIFICACIÓN DE LOS MICROORGANISMOS”

DOCENTE: Mg. ANA CARBONEL NECIOSUP

2023
BACTERIAS COMUNES
MICROORGANISMO:
Un microorganismo, también llamado microbio (del griego científico μικρόβιος [microbios]; de μικρός
[micrós], "pequeño", y βίος [bíos], ‘vida’; ser vivo diminuto) o microbionte, es un ser vivo o un 
sistema biológico que solo puede visualizarse con el microscopio. Son organismos dotados de
individualidad (unicelulares) que presentan, a diferencia de las plantas y los animales, una organización
biológica elemental. La disciplina científica que estudia los microorganismos es la microbiología.
El concepto de microorganismo es operativo y carece de cualquier implicación taxonómica o filogenética,
dado que engloba organismos unicelulares heterogéneos, que no están relacionados evolutivamente entre
sí, tales como bacterias, arqueas (procariotas), protozoos, algas microscópicas y hongos microscópicos (
eucariotas).
Los microbios tienen múltiples formas y tamaños. Si un virus de tamaño promedio tuviera el tamaño de una
pelota de tenis, una bacteria sería del tamaño de media cancha de tenis y una célula eucariota sería como
un estadio entero de fútbol.
Algunos microorganismos son patógenos y causan enfermedades a personas, animales y plantas, algunas
de las cuales han sido un azote para la humanidad desde tiempos inmemoriales. No obstante, la inmensa
mayoría de los microbios no son en absoluto perjudiciales y bastantes juegan un papel clave en la biosfera
 al proporcionar oxígeno (algas y cianobacterias), y, otros, al descomponer la materia orgánica,
mineralizarla y hacerla de nuevo accesible a los productores, cerrando el ciclo de la materia.
Clases de microorganismos
En los microorganismos están representados cuatro grupos de seres: bacterias, arqueas, protistas y hongos. Los virus
generalmente no se consideran seres vivos y de hecho se los asocía más a los elementos genéticos móviles, viroides y priones
por lo que no se les consideran microorganismos,​ aunque la virología, el estudio de los virus es un subcampo de la
microbiología.
Microorganismos procariotas
Las bacterias y las arqueas son microorganismos procariontes de forma esférica (cocos), de bastón recto (bacilos) o curvado
(vibrios), o espirales (espirilos). Pueden existir como organismos individuales, formando cadenas, pares, tétradas, masas
irregulares, etc. Las bacterias son una de las formas de vida más abundantes en la tierra. Tienen una longitud entre 0,4 y 14 μm.
Consecuentemente solo se pueden ver mediante microscopio. Las bacterias se reproducen mediante la multiplicación del ADN,
y división en dos células independientes; en circunstancias normales este proceso dura entre 30 y 60 minutos.
Cuando las condiciones del medio son desfavorables, cuando cambia la temperatura o disminuye la cantidad de los nutrientes,
determinadas bacterias forman endosporas como mecanismo de defensa, caracterizadas por presentar una capa protectora
resistente al calor, a la desecación, a la radiación y a la trituración mecánica y que protege la bacteria de manera muy eficiente.
De esta manera, pueden soportar temperaturas elevadas, periodos de sequía, heladas, etc. Cuando las condiciones del medio
mejoran, se desarrolla una nueva bacteria que continúa el crecimiento y la multiplicación.
Las bacterias tienen un papel funcional ecológico específico. Por ejemplo, algunas realizan la degradación de la materia
orgánica, otras integran su metabolismo con el de los seres humanos.
Si bien algunas bacterias son patógenas (causantes de diversas enfermedades), una gran parte de ellas son inocuas o incluso
buenas.
Microorganismos eucariotas
Se denomina eucariotas a todas las células que tienen su material hereditario (su información genética) encerrado
dentro de una doble membrana, la envoltura nuclear, que delimita un núcleo celular.
Hay tres tipos de microorganismos eucariotas, los protozoos (heterótrofos y sin pared celular), las algas microscópicas
(autótrofos y con pared celular de celulosa) y los hongos microscópicos (heterótrofos y con pared celular de quitina).
Protistas
Los protozoos y las algas microscópicas son microorganismos unicelulares del reino Protista cuyo tamaño va de 10-60 
μm hasta más de 1 milímetro, y pueden fácilmente ser vistos a través de un microscopio. Viven en ambientes húmedos
o directamente en medios acuáticos, ya sean aguas saladas o aguas dulces. La reproducción puede ser asexual por 
bipartición y también sexual por isogametos o por conjugación intercambiando material genético. Los protozoos son 
heterótrofos, fagótrofos, depredadores o detritívoros, a veces mixótrofos (parcialmente autótrofos), mientras que las
algas microscópicas son autótrofos, sin embargo algunas pueden ser  mixótrofos (parcialmente autótrofos)
En el reino Protista se incluye grupos muy diversos, algunos de los cuales están relacionados con el origen de los 
animales, hongos y plantas por lo que se le considera un taxón parafilético.
Hongos
El reino Fungi incluye una variedad de especies macroscópicas que en absoluto no encajan en la definición de
microorganismo, pero también formas microscópicas, como las levaduras, que son campo de estudio de la
microbiología. Los hongos poseen un amplio rango de hábitats, que incluyen ambientes extremos como los desiertos,
áreas de extremada salinidad, expuestas a radiación ionizante, o en los sedimentos de los fondos marinos; la mayoría
son terrestres, aunque algunos, como Batrachochytrium dendrobatidis son estrictamente acuáticos. Además, numerosos
hongos producen enfermedades infecciosas en animales y plantas y tienen un gran interés sanitario y agropecuario.
Microorganismos patógenos
Algunos microorganismos son capaces de penetrar y multiplicarse en otros seres vivos, a los que
perjudican, originando una infección; son los denominados microorganismos patógenos. Los problemas
que causa una infección dependen del tipo de patógeno, el modo en que se transfiere, dosis o
concentración de patógenos, persistencia de los microorganismos y la resistencia del organismo infectado.
La dosis de infección significa el número de microorganismos. Esta dosis es muy baja para los protozoos
parásitos. La persistencia de los microorganismos depende del tiempo viable de los microorganismos
cuando no se encuentran en el huésped humano. Por ejemplo, las bacterias son generalmente menos
persistentes mientras los quistes de los protozoos son los más persistentes.
Los jóvenes, personas mayores y enfermos de otras patologías son los menos resistentes a las
enfermedades y por lo tanto son más vulnerables. Cuando una persona es infectada, los patógenos se
multiplican en ella, y esto supone un riesgo de infección o enfermedad.
Las personas que enferman pueden contagiar y extender la enfermedad mediante las secreciones y
mediante contacto directo de alguna manera con la mucosa del infectado.
Qué son los microorganismos: clasificación, características y tipos:
En el mundo vivo existen seres de todo tipo, de los cuales son bien conocidos aquellos que son visibles a simple vista, como los grandes y pequeños animales, los
animales invertebrados, los organismos vegetales o los insectos, pero hay otros organismos que no son visibles a simples vista pero que viven entre nosotros: los
microorganismos.
Qué son los microorganismos y sus características
Los microorganismos son pequeños seres vivos de cuyo estudio se encarga la microbiología. En este otro artículo de EcologíaVerde te explicamos todo sobre la 
Microbiología ambiental: definición e importancia.
De hecho, son tan pequeños que no se pueden ver por el ojo humano y es necesario un microscopio para visualizarlos y estudiarlos. La estructura de los
microorganismos es muy simple y alberga especies beneficiosas, patógenas y otras que varían según las circunstancias, pero de estos detalles nos ocuparemos más
tarde.
Dentro de los microorganismos existen especies unicelulares y pluricelulares, tanto procariotas (como las bacterias) como eucariotas (como los protozoos o los
hongos). También incluyen seres ultramicroscópicos, solo visibles con microscopios como los electrónicos, como son los virus.
Entre las características generales de los microorganismos destacamos:
•Su alimentación y supervivencia requiere nutrientes como proteínas o carbohidratos.
•Para su desarrollo necesitan agua, aunque la cantidad varía entre microorganismos. Así, por ejemplo, las bacterias requieren menos agua que los mohos o los hongos.
•Los microorganismos suelen tener rangos estrechos de temperaturas en los que se desarrollan de forma óptima y varían de unos grupos a otros, pero la gran mayoría
se desarrolla entre los 30 y los 50 grados.
•Las bacteria pueden requerir oxígeno para sobrevivir (aerobios estrictos), su ausencia completa (anaerobios) o tolerar el oxígeno (anaerobios facultativos). Los
hongos y demás microorganismos eucariotas suelen ser aerobios.
•Al igual que con la temperatura, los rangos que toleran de pH suelen ser estrechos. En este sentido diferenciamos microorganismos acidófilos (ambiente ácido),
neutros o alcalófilos (ambientes alcalinos).
•El tiempo que requieren para su desarrollo y crecimiento depende del tipo de microorganismo y de que las condiciones sean más o menos óptimas. Así,
diferenciamos, microorganismos de crecimiento lento y de crecimiento rápido.
Clasificación de los microorganismos
Podemos clasificar los microorganismos en cuatro grandes grupos:
Bacterias
Se trata de microorganismos unicelulares, es decir, poseen una única célula y un material genético no organizado en el interior de
un núcleo. Se reproducen por bipartición y son capaces de donar y recibir material genético mediante transformación, transducción
o conjugación. Existen varias formas bacterianas, pudiendo ser redondeadas (cocos), en forma de hélice (espirilos) o pequeños y
curvados (vibrios).
Virus
Se trata de formas acelulares que por lo general están formadas por una cápside proteica con o sin envoltura y una molécula de
ADN o ARN (nunca los dos). Son microorganismos parasitos obligados, es decir, necesitan infectar una célula (animal o vegetal)
para poder reproducirse y sobrevivir. Según la forma de su cápside pueden ser icosaédricos (forma más o menos redondeada) o
cilíndrica. También existen virus con estructura más compleja y que poseen una cabeza y una cola. Los virus pueden matar a la
célula a la que infectan o usarla como reservorio, esperando a las condiciones adecuadas para liberarse.
Hongos
Se trata de microorganismos eucariotas unicelulares o pluricelulares. Se reproducen por gemación, es decir, el progenitor emite
una protuberancia que va creciendo hasta que esté preparada para separarse. También pueden reproducirse mediante esporulación o
rotura en fragmentos. Pueden ser levaduras (unicelulares) u hongos con hifas (pluricelulares).
Parásitos
Los parásitos son los protozoos como las amebas y los helmintos y gusanos. Se trata de organismos eucariotas. Se diferencian en
que los protozoos son unicelulares y los helmintos y gusanos son pluricelulares. Los parásitos no se suelen clasificar como
microorganismos, pero a menudo la microbiología se estudia conjuntamente con la parasitología.
Tipos de microorganismos
Hay otras clasificaciones más complejas de los microorganismos, que tienen en cuenta la inmunidad y la
peligrosidad que suponen para el organismo. Así, estos son los tipos de microorganismos según este criterio:
Microorganismos beneficiosos
Se trata de microorganismos que producen beneficios para el ser humano, ya sea formando parte de la
microbiota del ser humano o mediante la producción de productos de interés para los seres humanos como queso,
cerveza, antibióticos, yogur o pan. Aunque parezca que los microorganismos son malos, la mayoría de ellos son
beneficiosos, y se incluyen en este grupo algunas bacterias y hongos (exceptuamos a los virus).
La microbiota del ser humano es fundamental para la supervivencia y el bienestar del organismo. Así, desempeñan
funciones como la protección frente a las infecciones o la contribución a los procesos de digestión.
Microorganismos patógenos
Incluimos en este grupo a aquellos microorganismos que son capaces de producir enfermedades en sus huéspedes
y pueden ser tanto virus como bacterias u hongos. Su mecanismo consiste en infectar a las células, reproducirse en
ellas y matarlas o bien dañarlas y producir enfermedades. Las bacterias, además, son capaces de producir toxinas que
provocan daños. Se combaten con los antimicrobianos, que pueden ser antibióticos para bacterias, antivíricos para
virus y antifúngicos o antimicóticos para hongos. El grado de patogenicidad de un microorganismo depende del
estado inmune de la persona infectada.
Microorganismos para la producción de biodiésel
La mayor parte del biodiésel que se produce en la actualidad proviene de la combustión de aceites vegetales de distinta procedencia o de los
desechos de aceite que producen algunas industrias. El problema de los primeros es la necesidad de grandes extensiones de cultivo. Por
ello, se investigan nuevas materias primas que sustituyan a los aceites convencionales en la producción de energía sostenible. Es el caso de
los microorganismos oleaginosos, que también pueden ser una fuente para la producción de biodiésel.
Los microorganismos oleaginosos
Los microorganismos oleaginosos son los que acumulan más de un 20% de lípidos. En la mayor parte de los casos, el aceite que se puede
extraer de ellos está en forma de triglicéridos, igual que en los aceites vegetales y las grasas animales. Por tanto, los lípidos de los
microorganismos podrían utilizarse en el proceso de producción de biodiésel en la industria.
Los principales microorganismos oleaginosos son las microalgas, las bacterias, los hongos y las levaduras. La mayor parte de las
investigaciones actuales estudian la viabilidad de la utilización de microalgas, que utilizan dióxido de carbono y luz solar para la producción
de lípidos y tienen rendimientos de producción y velocidades de crecimiento superiores a los cultivos tradicionales de aceites vegetales. La
desventaja principal es la necesidad de luz y de grandes extensiones de terreno.
Otras formas de producción de biodiésel
Pero se están investigando otras formas de producción de biodiésel utilizando hongos, bacterias o levaduras. La ventaja, en comparación
con las microalgas, es que su crecimiento puede llevarse a cabo en plantas de biomasa convencionales, lo que reduciría los costes de
producción. Además, se pueden utilizar un amplio abanico de materias primas como fuente de carbono durante su crecimiento y pueden
manipularse genéticamente para mejorar u optimizar la acumulación de lípidos.
El Departamento de Tecnología Química y Energética de la Universidad Rey Juan Carlos y el Departamento de Genética y Microbiología de
la Universidad de Murcia llevan cinco años explorando esta alternativa, lo que ha permitido desarrollar biodiésel de alta calidad en un solo
paso, realizando la transformación directa de los lípidos de un tipo de hongo llamado Mucor circinelloides (en la imagen). El biodiésel
producido tiene una pureza del 99%. En un futuro, manipulando genéticamante este hongo, se podrá generar microorganismos con mayores
cantidades de lípidos y que crezcan sobre residuos agrícolas o industriales.
El reino Protista o el reino de los protistas o protoctistas, uno de los grandes reinos de la naturaleza, esconde todo un sin fin de
organismos y formas de vida de lo más intrigantes y peculiares. Pese a aquellos primeros descubrimientos científicos sobre el reino
Protista, en la actualidad sabemos que los protistas no son considerados ni mini-plantas o mini-animales, ni tampoco una
combinación de ambos.
Los protistas cuentan con caracteres distintivos muy específicos, así como con hábitos y ciclos de vida bien definidos. Alrededor de
120.000 especies de estos fascinantes organismos son consideradas actualmente integrantes del reino Protista, entre los que se
incluyen las algas, los hongos, los protozoos y otros grupos de seres vivos menos comunes y abundantes.
Qué es el reino Protista
Empezamos por explicar qué es el reino Protista, antes de entrar en detalles sobre sus características, clasificación y otros aspectos.
El reino Protista o de los protoctistas apareció como el tercer de los cinco grandes reinos de seres vivos de la naturaleza:
•El reino Animalia o de los animales
•El reino Plantae o de los vegetales
•El reino Protista o de los protistas
•El reino Fungi o de los hongos
•El reino Monera o mónera
Pero, ¿qué incluye el reino Protista exactamente? En este reino se incluyen todos aquellos organismos eucariotas unicelulares y
pluricelulares con características anatómicas y funcionales intermedias entre las plantas y los animales.
Pasando desapercibidos y siendo grandes desconocidos de la increíble biodiversidad que esconde la naturaleza, los protistas  llenan
de vida micro y macroscópica muchos de los rincones del planeta, desde los ecosistemas de agua dulce y salada, así como sobre la
tierra húmeda e, incluso, como parásitos de animales. En los próximos apartados conoceremos con más detalles de estos misteriosos
y fascinantes organismos, los protistas.
Cuáles son las características del reino Protista
Una vez ya hemos visto la definición del reino Protista y sabemos qué es, para entenderlo todavía mejor vamos a mencionar y explicar
las principales características del reino Protista, entre las que destacan:
•Se trata de organismos eucariotas: con un núcleo delimitado por una membrana, carentes de tejidos vegetativos diferenciados,
excepto en aquellas estructuras destinadas al proceso de reproducción. Si quieres saber más sobre la 
Diferencia entre célula eucariota y procariota, no dudes en leer este artículo que te recomendamos.
•Su tamaño es muy variable: desde formas microscópicas unicelulares hasta organismos pluricelulares de varios metros de longitud.
•Viven en una gran variedad de lugares: el suelo, el agua dulce, el fondo de océano, la materia orgánica en descomposición, etc.
•Se exhiben todos los modelos de nutrición posibles: autótrofo (fototrófico) y heterotrófico, mediante estrategias fagotróficas,
saprobiótica o parasítica.
•Presentan una gran variedad de tipos de locomoción: mediante flagelos, cilios y pseudopodos; aunque también existen numerosas
especies que carecen de movilidad. Muchos organismos son de vida libre, mientras que otros tienen relaciones simbióticas (mutualistas
, comensales o parásitos).
•Algunas especies desarrollan quistes: es decir, algunas especies del reino Protista han desarrollado la asombrosa capacidad de
formar, durante sus ciclos de vida, estructuras de resistencia llamadas quistes en períodos de condiciones desfavorables como la falta
de agua y de alimentos. Esto les sirve para sobrevivir en estado de latencia (parando sus funciones metabólicas), hasta que lleguen
condiciones más favorables para su reproducción y supervivencia. Además, son capaces de formar esporas en aquellos estadios del
ciclo de vida que les garantice su multiplicación y propagación.
•Cuentan con diferentes estrategias reproductivas: tales como la reproducción asexual mediante mitosis, bipartición, gemación o
división múltiple; así como la actividad reproductiva sexual con procesos mitóticos y meióticos. Aprende más sobre estos procesos
reproductivos con este otro artículo sobre la Reproducción asexual: qué es, tipos y ejemplos.
Clasificación del reino Protista
Las complejas y diversas características de los protistas o protoctistas hacen que la clasificación de los mismos sea una de las más difíciles y enrevesadas de la evolución de los seres vivos.
Muchos han sido los científicos que a lo largo de la historia han tratado de determinar una clasificación para el reino Protista lo más acertada posible.
En la actualidad, los diferentes protistas se presentan clasificados en los siguientes supergrupos:
•Amebozoa: amebas, mohos mucilaginosos y mixomicetos.
•Archaeplastida: algas rojas (Rhodophyta).
•Excavata: organismos flagelados de los grupos Euglenozoa y Percolozoa.
•Stramenopiles: algas pardas, diatomeas, crisofíceas y xantofíceas.
•Alveolata: organismos ciliados, dinoflagelados y apicomplexos.
•Rhizaria: microorganismos foraminíferos, radiolarios y cercozoos.
•Opisthokonta: metazoos con tejidos diferenciados, hongos, coanoflagelados y Mesomycetozoa.
En el próximo apartado veremos algunos ejemplos de especies de protistas para conocer mejor qué nombre y aspecto tienen estos misteriosos seres vivos.
Ejemplos del reino Protista
Tras conocer todo esto, todavía nos preguntamos cuáles son los organismos que pertenecen al reino protista, así que aquí resumimos que algunos de los principales  géneros y especies más
representativas para dar ejemplos del reino Protista o ejemplos de los protoctistas son:
•Laminaria digitata: alga parda laminar de gran tamaño, alcanza los dos metros de longitud.
•Género Sargassum: conocido como "Sargazo", es una macroalga parda de varios metros de longitud.
•Género Chlamydomonas: alga verde unicelular de agua dulce.
•Género Ulva: alga "lechuga de mar".
• Trypanosoma cruzi: produce mal de chagas.
•Entamoeba histolytica: parásito intestinal.
•Balantidium coli: produce disentería balantidiana.
•Paramecium caudatum: protozoo de vida libre.
•Plasmodium vivax: produce malaria.
•Giardia lamblia: se trata de un parásito intestinal.
•Trichomonas vaginalis: se trata de un parásito vaginal.
Con el siguiente listado de ejemplos del reino Protista podrás ver imágenes de los verdaderos organismos protistas.
Importancia del reino Protista
El diverso reino de los protistas contó, desde su origen, con una gran importancia dentro del mundo de la taxonomía
científica y la biología, entre otras ramas de la ciencia.
Aunque en la actualidad, artículos y estudios lo mencionan como el reino Protista ("primordiales"), la científica
Margulis intentó concederles la importancia que se merecían mediante la elección del nombre de "reino Protoctista”
(del griego "primeras criaturas"), destacando así su relevancia en el conocimiento de la evolución de los seres
vivos. Tal y como hemos ido descubriendo en los apartados anteriores de este artículo, los protistas juegan un papel
realmente importante en:
•El funcionamiento de diferentes ecosistemas
•El mundo de la medicina: ya que muchos de estos organismos son los causantes de algunas de las enfermedades
más peligrosas que afectan a los seres humanos.
No dudes en echarle un vistazo al siguiente vídeo sobre los 5 reinos de la naturaleza que albergan a todos los seres
vivos del planeta.
Archaea
Las arqueas (Archaea; et: del griego αρχαία [arjaía], «las antiguas»), a veces llamadas árqueas, son un gran grupo de microorganismos procariotas 
unicelulares que, al igual que las bacterias, no presentan núcleo ni orgánulos membranosos internos, pero son fundamentalmente diferentes a estas, de tal
manera que conforman su propio dominio o reino.
En el pasado se agruparon en el antiguo reino Monera, y cuando fueron identificadas como grupo en 1977, recibieron el nombre de arqueobacterias (reino
Archaebacteria), pero esta clasificación ya no se utiliza.5​ En realidad, las arqueas tienen una historia evolutiva independiente y muestran muchas diferencias
bioquímicas y genéticas con las otras formas de vida, por lo que se clasificaron en un dominio separado dentro del sistema de tres dominios: Archaea, 
Bacteria y Eukarya.
Las arqueas son un dominio (y también un reino)6​ que se divide en múltiples filos. Los grupos Crenarchaeota (Thermoproteia) y Euryarchaeota son los más
estudiados. La clasificación de las arqueas todavía es difícil, porque la gran mayoría nunca se han estudiado en el laboratorio y solo se han detectado
mediante análisis de sus ácidos nucleicos en muestras tomadas de diversos ambientes.
Las arqueas y bacterias son bastante similares en tamaño y forma, aunque algunas arqueas tienen formas muy inusuales, como las células aplanadas y
cuadradas de Haloquadratum walsbyi.7​ A pesar de esta semejanza visual con las bacterias, las arqueas poseen genes y varias rutas metabólicas que son
más cercanas a las de los eucariotas, en especial en las enzimas implicadas en la transcripción y la traducción. Otros aspectos de la bioquímica de las
arqueas son únicos, como los éteres lipídicos de sus membranas celulares. Las arqueas explotan una variedad de recursos mucho mayores que los
eucariotas, desde compuestos orgánicos comunes como los azúcares, hasta el uso de amoníaco,8​ iones de metales o incluso hidrógeno como nutrientes. Las
arqueas tolerantes a la sal (las haloarqueas) utilizan la luz solar como fuente de energía, y otras especies de arqueas fijan carbono;9​sin embargo, a diferencia
de las plantas y las cianobacterias, no se conoce ninguna especie de arquea que sea capaz de ambas cosas. Las arqueas se reproducen asexualmente y se
dividen por fisión binaria,10​ fragmentación o gemación; a diferencia de las bacterias y los eucariotas, no se conoce ninguna especie de arquea que forme 
esporas.11​
Inicialmente, las arqueas eran consideradas todas metanógenas o extremófilas que vivían en ambientes hostiles tales como aguas termales y lagos salados,
pero actualmente se sabe que están presentes en los más diversos hábitats, tales como el suelo, océanos, pantanos y en el colon humano. Las arqueas son
especialmente numerosas en los océanos, y las que forman parte del plancton podrían ser uno de los grupos de organismos más abundantes del planeta.
Actualmente se consideran una parte importante de la vida en la Tierra y podrían desempeñar un papel importante tanto en el ciclo del carbono como en el 
ciclo del nitrógeno. No se conocen ejemplos claros de arqueas patógenas o parásitas, pero suelen ser mutualistas o comensales. Son ejemplos las 
arqueas metanógenas que viven en el intestino de los humanos y los rumiantes, donde están presentes en grandes cantidades y contribuyen a digerir el
alimento. Las arqueas tienen su importancia en la tecnología, hay metanógenos que son utilizados para producir biogás y como parte del proceso de
depuración de aguas, y las enzimas de arqueas extremófilas son capaces de resistir temperaturas elevadas y disolventes orgánicos, siendo por ello utilizadas
en biotecnología
Nuevo dominio
A principios del siglo XX, los prokaryotas se consideraban un único grupo de organismos y se clasificaban según su 
bioquímica, morfología y metabolismo. Por ejemplo, los microbiólogos intentaban clasificar los microorganismos
 según la estructura de su pared celular, su forma y las sustancias que consumían.18​ Sin embargo, en 1965 se
propuso un nuevo sistema,19​ utilizando las secuencias genéticas de estos organismos para averiguar qué
prokaryotas están realmente relacionadas entre sí. Este método, conocido como filogenia molecular, es el principal
método utilizado desde entonces.
Las arqueas se clasificaron inicialmente en 1977 como un superreino separado de las bacterias, por Carl Woese y 
George E. Fox en árboles filogenéticos basados en las secuencias de genes de ARN ribosómico (ARNr).20​Estos dos
grupos se denominaron originalmente Eubacteria y Archaebacteria, lo que Woese y Fox denominaron "reinos
originales". Woese argumentó que este grupo de prokaryotas es un tipo de vida fundamentalmente distinto. Para
enfatizar esta diferencia, usaron el término dominio en 1990 y los rebautizaron Bacteria y Archaea.17​ El nombre
científico Archaea proviene del griego antiguo ἀρχαῖα, que significa "los antiguos".21​ El término "arqueobacteria"
proviene de la combinación de esta raíz y del término griego baktērion, que significa "pequeño bastón".
Originalmente, solo se clasificaron los metanógenos en este nuevo dominio, luego los considerados extremófilos
 que solo vivían en hábitats como aguas termales y lagos salados. A finales del siglo XX, los microbiólogos se dieron
cuenta de que Archaea son un grupo grande y diverso de organismos ampliamente distribuidos en la naturaleza, y
que son comunes en hábitats mucho menos extremos, como suelos y océanos.22​Esta nueva toma de conciencia de
la importancia y la omnipresencia de estos organismos vino del uso de la reacción en cadena de la polimerasa para
detectar prokaryotas en muestras de agua o suelo a partir de, únicamente, sus ácidos nucleicos. Esto permite
detectar e identificar organismos cuyo cultivo en el laboratorio es complejo.
Clasificación actual
La clasificación de las arqueas, y de los procariotas en general, es un tema en constante fluctuación. Los
sistemas actuales de clasificación intentan organizar las arqueas en grupos que comparten rasgos
estructurales y antepasados comunes.25​ Estas clasificaciones se basan especialmente en el uso de
secuencias de genes de ARN ribosómico para revelar las relaciones entre los organismos (
análisis moleculares de ADN).26​ En (2016) figuraban cinco filos en LPSN (List of Prokaryotic names with
Standing in Nomenclature, Lista de nombres de prokaryotas con pie en la nomenclatura). Estos eran: 
Euryarchaeota, Crenarchaeota, Korarchaeota, Nanoarchaeota y Thaumarchaeota. La mayoría de
especies de arqueas cultivables y bien investigadas son miembros de dos grupos principales,
Euryarchaeota y Crenarchaeota (Thermoproteia). A la peculiar especie Nanoarchaeum equitans, que fue
descubierta en 2003, se le ha atribuido su propio filo, Nanoarchaeota.27​ El reciente candidato Korarchaeia
 contiene un número reducido de inusuales especies termófilas que comparten rasgos de los dos grupos
principales, pero que son más cercanas a Thermoproteia (Crenarchaeota).
Los análisis genómicos de las muestras tomadas del medio ambiente han revelado un gran número de
especies nuevas de arqueas que tienen una relación distante con cualquiera de los grupos conocidos. Por
ejemplo, los nanoorganismos arqueobacterianos acidófilos de la mina Richmond (ARMAN), que fueron
descubiertos en 200630​ y están entre los organismos conocidos más pequeños.31​ Así, el número de 
filos candidatos en 2018 es de catorce.432
​ ​Los 19 taxones candidatos conocidos de arqueas se agrupan en
cuatro supergrupos, usualmente con rango de filo o superfilo: DPANN, Euryarchaeota, Thermoproteota o 
TACK y Asgardarchaeota o Asgard.
Las características de los filos son:
•Euryarchaeota: Es el grupo más variado, cuatro clases son metanógenas, tres son termoacidófilas y dos 
hiperhalófilas. También abundan en ambientes marinos.
•Thermoproteota o TACK:
• Nitrososphaeria: Son quimiolitoautótrofos nitrificantes de ambientes marinos y terrestres.
• Korarchaeia: Son escasas y se encuentran en fuentes termales.
• Thermoproteia, Crenarchaeota o Eocyta: Tienen varias características comunes y generalmente son
hipertermófilos, acidófilos, reductores y/u oxidantes del azufre y quimiolitoheterótrofos.
• Candidatos: Caldarchaeales (propuesto en 2011, de características intermedias entre mesófilos e
hipertermófilos),33​ Bathyarchaeia y Gearchaeales.
•Asgardarchaeota o Asgard: Contiene las arqueas más próximas a los eucariotas.
• Candidatos: Lokiarchaeia, Odinarchaeia, Thorarchaeia y Heimdallarchaeia.
•Grupo DPANN:
• Nanoarchaeota: Hipertermófilos o acidófilos muy pequeños. Se considera que las nanoarqueas con 300 nm de
diámetro, son las procariotas más pequeñas.
• Candidatos: Diapherotrites, Micrarchaeota (los dos anteriores, que contienen arqueas muy pequeñas, se
conocían previamente como ARMAN), Aenigmarchaeota, Nanohaloarchaeota, Altiarchaeota, Huberarchaeota
 y Undinarchaeota.
Especies
La clasificación de las arqueas en especies también es controvertida. En biología, una especie es un grupo de
organismos relacionados. Una definición de especie muy extendida entre los animales es un conjunto de
organismos que pueden reproducirse entre ellos y que están reproductivamente aislados de otros grupos de
organismos (es decir, no pueden reproducirse con otras especies).40​Sin embargo, los esfuerzos por clasificar los
prokaryotas, como las arqueas, en especies se complican debido a que son asexuales y que presentan un alto
nivel de transferencia horizontal de genes entre linajes. Este tema es controvertido; por ejemplo, algunos datos
sugieren que en arqueas como Ferroplasma, se pueden agrupar células individuales en poblaciones de genoma
 muy similar y que raramente transfieren genes a grupos más divergentes de células.41​Algunos argumentan que
estos grupos de células son análogos a especies. Por otra parte, estudios de Halorubrum descubrieron un
intercambio genético significativo entre estas poblaciones.42​Estos resultados han llevado a pensar que clasificar
estos grupos de organismos como especies tendría poco sentido práctico.43​
El conocimiento actual sobre la diversidad de las arqueas es fragmentario, y no se puede estimar con ningún tipo
de precisión el número total de especies existentes.26​Incluso se desconoce el número total de filos
arqueobacterianos, de los cuales actualmente hay propuestos 16 y solo ocho tienen representantes que se han
cultivado y estudiado directamente. Muchos de estos grupos hipotéticos son conocidos únicamente a partir de
una sola secuencia de ARNr, lo que indica que la diversidad de estos organismos permanece completamente
desconocida.44​El problema de cómo estudiar y clasificar microbios no cultivados también se da en las bacterias.
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​Recientemente, y aunque el proyecto plantea las dificultades mencionadas anteriormente, el consorcio público
GEBA (acrónimo en inglés de Genomic Enciclopedy of Bacteria and Archaea, Enciclopedia genómica de Bacteria
y Archaea) está llevando a cabo la tarea de completar y anotar la mayor cantidad de genomas de estos dos
dominios con el fin, entre otros, de llevar a cabo una clasificación basada en el genoma.46​
Origen y evolución:
Aunque se han encontrado probables fósiles de prokaryotas de casi 3770-4280 millones de años de antigüedad, la morfología de la
mayoría de los prokaryotas y de sus fósiles no permite distinguir entre bacterias y arqueas.50​ En cambio, los "fósiles químicos" de
lípidos característicos de las arqueas son más informativos, porque dichos compuestos no aparecen en otros organismos.51​Algunas
publicaciones sugieren que se encuentran lípidos característicos de arqueas o eucariotas, en sedimentos de hace 2700 millones de
años;52​ pero estos datos fueron cuestionados.53​ Estos lípidos han sido detectados en rocas que datan del Precámbrico. Los restos
más antiguos conocidos de lípidos de isopreno datan del cinturón de Isua, al oeste de Groenlandia, que incluyen sedimentos
 formados hace 3800 millones de años, siendo estos los más antiguos encontrados hasta la fecha.54​ El linaje de las arqueas podría
ser el más antiguo de la Tierra.
Morfología
Las arqueas tienen medidas comprendidas entre 0,1 μm y más de 15 μm y se presentan en diversas formas, siendo comunes
esferas, barras, espirales y placas.10​ El grupo Crenarchaeota incluye otras morfologías, como células lobuladas irregularmente en 
Sulfolobus, finos filamentos de menos de 0,5 μm de diámetro en Thermofilum y barras casi perfectamente rectangulares en 
Thermoproteus y Pyrobaculum.82​ Recientemente, se ha descubierto en piscinas hipersalinas una especie de forma cuadrada y plana
(como un sello de correos) denominada Haloquadra walsbyi.83​ Estas formas inusuales probablemente se mantienen tanto por la
pared celular como por un citoesqueleto procariótico, pero estas estructuras celulares, al contrario que en el caso de las bacterias,
son poco conocidas.84​ En las células de las arqueas se han identificado proteínas relacionadas con los componentes del
citoesqueleto,85​así como filamentos.86​
Algunas especies forman agregados o filamentos celulares de hasta 200 μm de longitud y pueden ser miembros importantes de las
comunidades de microbios que conforman biopelículas.1087 ​ ​ Un ejemplo particularmente elaborado de colonias multicelulares lo
constituyen las arqueas del género Pyrodictium. En este caso, las células se ordenan formando tubos largos, delgados y huecos,
denominados cánulas, que se conectan y dan lugar a densas colonias ramificadas.88​La función de estas cánulas se desconoce, pero
pueden permitir que las células se comuniquen o intercambien nutrientes con sus vecinas.89​También se pueden formar colonias por
asociación entre especies diferentes. Por ejemplo, en una comunidad que fue descubierta en 2001 en un humedal alemán, había
colonias blancas y redondas de una nueva especie de arquea del filo Euryarchaeota esparcidas a lo largo de filamentos delgados
que pueden medir hasta 15 cm de largo; estos filamentos se componen de una especie particular de bacterias
Estructura y composición
Las arqueas son similares a las bacterias en su estructura celular general, pero la composición y
organización de algunas de estas estructuras son muy diferentes. Como las bacterias, las arqueas
carecen de membranas internas, de modo que sus células no contienen orgánulos.60​También se parecen
a las bacterias en que su membrana celular está habitualmente delimitada por una pared celular y en que
nadan por medio de uno o más flagelos.91​En su estructura general, las arqueas se parecen
especialmente a las bacterias grampositivas, pues la mayoría tienen una única membrana plasmática y
pared celular, y carecen de espacio periplasmático; la excepción de esta regla general es la arquea 
Ignicoccus, que tiene un espacio periplasmático particularmente grande que contiene vesículas limitadas
por membranas, y que queda cerrado por una membrana exterior.​
Membranas:
Las membranas arqueanas se componen de moléculas que difieren mucho de las que se encuentran en otras formas de vida, lo que es una prueba
de que las arqueas solo tienen una relación distante con las bacterias y eucariotas.95​En todos los organismos, las membranas celulares se componen
de moléculas conocidas como fosfolípidos. Estas moléculas tienen una parte polar que se disuelve en el agua (la "cabeza" polar), y una parte "grasa"
no polar que no se disuelve en el agua (la "cola" apolar). Estas partes diferentes quedan conectadas por glicerol. En el agua, los fosfolípidos se
aglomeran, con las cabezas polares hacia el agua y las colas lipídicas no polares lejos de ella. Esto hace que se estructuren en capas. La estructura
principal de la membrana celular es una doble capa de estos fosfolípidos, que recibe el nombre de bicapa lipídica.
Los fosfolípidos de las membranas arqueanas son inusuales en cuatro cosas. Primeramente, las bacterias tienen membranas compuestas
principalmente de lípidos unidos con glicerol mediante enlaces éster, mientras que en las arqueas los lípidos se unen al glicerol mediante enlaces éter
.96​La diferencia entre estos dos tipos de fosfolípidos es el tipo de enlace que los une al glicerol. Los enlaces éter tienen una resistencia química
superior a la de los enlaces éster, lo que podría contribuir a la capacidad de algunas arqueas de sobrevivir a temperaturas extremas o en ambientes
muy ácidos o alcalinos.97​Las bacterias y eucariotas también contienen algunos lípidos con enlaces éter, pero a diferencia de las arqueobacterias,
estos lípidos no forman una parte importante de sus membranas.
En segundo lugar, los lípidos arqueanos son únicos porque la estereoquímica del grupo glicerol es la inversa de la que se observa en otros
organismos. El grupo glicerol puede existir en dos formas que son la imagen especular la una de la otra, y que se pueden denominar formas "diestra"
y "siniestra"; en lenguaje químico se les denomina enantiómeros. Del mismo modo que una mano derecha no entra fácilmente en un guante para la
mano izquierda, una molécula de glicerol diestra generalmente no puede ser utilizada o creada por enzimas adaptados por la forma siniestra. Esto
sugiere que las arqueas utilizan enzimas completamente diferentes para sintetizar sus fosfolípidos de los que utilizan las bacterias y eucariotas; como
estas enzimas se desarrollaron muy al principio de la historia de la vida, esto sugiere a su vez que las arqueas se separaron muy pronto de los otros
dos dominios
En tercer lugar, las colas lipídicas de los fosfolípidos de las arqueanos tienen una composición química diferente a las de otros organismos. Los
lípidos arqueanos se basan en una cadena isoprenoide y son largas cadenas con múltiples ramas laterales y, a veces, incluso anillos de ciclopropano
 o ciclohexano.98​Esto contrasta con los ácidos grasos que hay en las membranas de otros organismos, que tienen cadenas rectas sin ramificaciones
ni anillos. Aunque los isoprenoides desempeñan un papel importante en la bioquímica de muchos organismos, solo las arqueas los utilizan para
producir fosfolípidos. Estas cadenas ramificadas podrían ayudar a evitar que las membranas arqueobacterianas tengan fugas a altas temperaturas.99​
Finalmente, en algunas arqueas la bicapa lipídica es sustituida por una única monocapa. De hecho, las arqueas fusionan las colas de dos moléculas
fosfolipídicas independientes en una única molécula con dos cabezas polares, esta fusión podría hacer su membrana más rígida y más apta para
resistir ambientes severos.100​Por ejemplo, todos los lípidos de Ferroplasma son de este tipo, lo que se cree que ayuda a este organismo a sobrevivir
en los medios extraordinariamente ácidos en que habita.
Pared celular y flagelos[editar]
La mayoría de las arqueas tienen una pared celular, las excepciones son Thermoplasma y Ferroplasma.101​
En la mayoría de arqueas, la pared se compone de proteínas de superficie, que forman una capa S.102​
Una capa S es una agrupación rígida de moléculas proteínicas que cubren el exterior de la célula como
una cota de malla.103​Esta capa ofrece una protección química y física, y puede servir de barrera,
impidiendo que entren en contacto macromoléculas con la membrana celular.104​A diferencia de las
bacterias, la mayoría de arqueas carecen de peptidoglicano en la pared celular.105​La excepción es el 
pseudopeptidoglicano, que se encuentra en las archaeas metanógenas, pero este polímero es diferente
del peptidoglicano bacteriano, ya que carece de aminoácidos y ácido N-acetilmurámico.104​
Las arqueas también tienen flagelos, que funcionan de una manera parecida a los flagelos bacterianos —
son largas colas que se mueven por motores rotatorios situados en la base de los flagelos—. Estos
motores son impulsados por el gradiente de protones de la membrana. Sin embargo, los flagelos
arqueobacterianos son notablemente diferentes en su composición y su desarrollo.91​Cada tipo de flagelo
evolucionó de un antepasado diferente, el flagelo bacteriano evolucionó de un sistema de secreción de
tipo III, mientras que los flagelos arqueanos parecen haber evolucionado de los pili bacterianos de tipo IV.
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​A diferencia del flagelo bacteriano, que es un tubo vacío y que está formado por subunidades que se
mueven por la cavidad central y luego se añaden a la punta del flagelo, los flagelos arqueanos se
sintetizan mediante la adición de subunidades en su base
Metabolismo
Las arqueas presentan una gran variedad de reacciones químicas en su metabolismo; siendo idénticas a
las de los otros dominios, y utilizan muchas fuentes de energía diferentes. Estas formas de metabolismo
se clasifican en grupos nutricionales, según la fuente de la energía y del carbono. Algunas arqueas
obtienen la energía de compuestos inorgánicos como el azufre o el amoníaco (son litótrofas). Estas
arqueas incluyen nitrificantes, metanógenos y oxidantes anaeróbicos de metano.109​ En estas reacciones,
un compuesto pasa electrones al otro (en una reacción redox), liberando energía que es utilizada para
alimentar las actividades de las células. Un compuesto actúa como donante de electrones y el otro como
aceptor. Una característica común de todas estas reacciones es que la energía liberada es utilizada para
generar adenosín trifosfato (ATP) mediante la quimiosmosis, que es el mismo proceso básico que tiene
lugar en las mitocondrias de las células animales.110​
Otros grupos de arqueas utilizan la luz solar como fuente de energía (son fotótrofas), como las algas,
protistas y bacterias. Sin embargo, ninguno de estos organismos presenta una fotosíntesis generadora
de oxígeno (fotosíntesis oxigénica), como las cianobacterias.110​ Muchas de las rutas metabólicas básicas
son compartidas por todas las formas de vida, por ejemplo, las arqueas utilizan una forma modificada de
la glucólisis (la ruta de Entner-Doudoroff), y un ciclo de Krebs completo o parcial.111​ Estas semejanzas con
el resto de organismos probablemente reflejan tanto la evolución temprana de estas partes del
metabolismo en la historia de la vida, como su alto nivel de eficiencia.

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