Novelas Amorosas

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Novelas

Amorosas y
ejemplares
María de Zayas y
Sotomayor
● Nació en Madrid el 12 de
septiembre de 1590
● Activa literariamente entre
AUTOR

1621 y 1647
● Famosa en su tiempo: La
A

décima musa
● Nobleza
● Incertidumbres (muerte, estado
civil, religión)
● Siglo XIX Inquisición
Novelas
Decameron ejemplares -
Cervantes
Amor cortés
Caballero
(noble)

sirvientes
Dam
a
Prólogo
Las novelas amorosas y ejemplares, en su 1ª edición, fueron
publicadas en Zaragoza en 1637.

“Quien duda, Lector mío, que te causará admiración que una


mujer tenga despejo, no sólo para escribir un libro, sino para
darle a la estam crisol donde se averigua la pureza de los
ingenios… ¿Quién duda, digo otra vez, que habrá muchos que
atribuyan a locura esta virtuosa osadía de sacar a luz mis
borrones siendo mujer, que en opinión de algunos necios es lo
mismo que una cosa incapaz? …

Con mujeres no hay competencias: quien no las estima es necio,


porque las ha menester; y quien las ultraja, ingrato, pues falta al
reconocimiento del hospedaje que le hicieron en la primer
jornada. Y así, pues no has de querer ser descortés, necio
villano, ni desagradecido, te ofrezco este libro muy segura de tu
bizarría y en confianza de que, si te desagradare, podrás
disculparme con que nací mujer, no con obligación de hacer
buenas novelas, sino con mucho deseo de acertar a servirte.”
La obra

Aventurarse La burlada Aminta y


perdiendo venganza del honor
Amor no correspondido Una mujer que ha sido
engañada toma
venganza
La obra

El castigo de la El prevenido engañado


miseria
Un viejo pícaro es Un hombre condena la
engañado por su esposa astucia de las mujeres
La obra

La fuerza del amor El desengaño amando


y premio de la virtud
El matrimonio no es un Clara busca a su esposo
final feliz sino el para desencantarlo y
comienzo de las después con Sancho
desdichas encuentra la virtud.
La obra

Al fin se paga todo El imposible vencido

Premio por no sucumbir Premio a la fidelidad del


al adulterio amor
La obra

El juez de la causa El jardín engañoso

La mujer y su Es el mito del Fausto


participación en el que vende su alma al
gobierno y el diablo a cambio de unos
matrimonio favores.
Amor- deseo- desamor
“a pocos lances me hallé enamorada, sin saber de quién. Y me puedes creer
que si fue Narciso moreno, Narciso era el que vi. Perdí con estos
pensamientos el sueño y la comida, y tras esto el color de mi rostro, dando
lugar a la mayor tristeza que en mi vida tuve; tanto, que casi todos
reparaban en mi mudanza. ¿Quién vio, Fabio, amar una sombra? Pues
Temas

aunque se cuenta de muchos que han amado cosas increíbles y


monstruosas, por lo menos tenían forma a quien querer.” (Aventurarse
perdiendo)

“Pues asegúrote que conmigo no tienen lugar tus ruegos, porque otra que
no fuere Costanza no triunfará de mí.
Amándote he de morir, y amándote viviré hasta que me saltee la muerte:
mira si cuando la deseo para mí se la escusaré a tu hermana” (El jardin
engañoso)
Amor- deseo- desamor

“Milagro fuera, señor don Diego, que siendo amante no fuerais


celoso, pues jamás se halló amor sin celos” (la fuerza del amor)
“Faltaba don Felis a mis visitas por acudir a las de su prima, e yo, desesperada,
Temas

maltrataba mis ojos y culpaba su lealtad. Y una noche que quiso satisfacer mis
celos… como amante firme, inculpable en mis sospechas, me dio cuenta de todo
lo que con su prima pasaba … Y con una cólera de mujer celosa, que no lo
pondero poco, le dije que no me hablase en su vida si no le decía a su prima que
era mi esposo y que no lo había de ser suyo… Y, habiéndome dado nuevamente
palabra delante del secretario de mis libertades, le di la posesión de mi alma y
cuerpo, pareciéndome que así le tendría más seguro” (Aventurarse perdiendo)
El honor
¡Ay desventurada de mí, y cómo por ser fácil he sido causa de tantos
escándalos y desdichas! ¡Ay, quién me vio tres días ha con honra,
gusto y riqueza, adorada de mis tíos y respetada de toda la ciudad, y
me veo hoy ser fábula y asombro della! .... ¡Ay Flora cruel, más
traidora y engañosa que la pasada, por quien en Roma tienen en tan
pocolas de tu nombre! ¡Ay don Jacinto, y cómo tuviste corazón para
burlar una mujer de mi estado, sin mirar que has de ser causa, no sólo
de mi muerte, mas de la tuya! … ¿cómo podré yo tener paciencia ni
aguardar a tal, teniendo manos y valor con que quitarme la vida? Y
diciendo esto, sacó un cuchillo de su estuche para abrir con él las
venas de sus brazos, pareciéndole que hasta la mañana habría tiempo
para desangrarse y acabar.” (La burlada Aminta)
La venganza del honor

“Aguardó Aminta tiempo, y, viéndolos a todos


dormidos y la ciudad en silencio, entró en la cuadra
de sus enemigos (no siendo esto nuevo en ella, por
entrar todas las noches por los vestidos de su amo
para limpiarlos) y, sacando la daga, se la metió a
don Jacinto por el corazón, de suerte que el quejarse
y rendir el alma todo fue uno.” (la burlada Aminta)
Lo religioso y lo demoníaco

“Mas apenas salió el miserable una legua de Toledo cuando los demonios que estaban en las
sortijas se le pusieron delante y, derribándole de la mula, le maltrataron dándole muchos
golpes, tanto, que poco le faltaba para rendir la vida. Decíanle en medio de la fuga: —
¡Bellaco, traidor, que nos entregaste a una mujer que nos puso en poder de su criada, que no
ha dejado río ni plaza donde no nos ha traído, sacando agua, fregando con nosotros! De
todo esto eres tú el que tienes la culpa, y así, serás el que lo has de pagar. ¿Qué respuesta
piensas darle? ¿Piensas que se ha de casar con ella? No por cierto, porque juntos como
están acá están ardiendo en los infiernos, y de esa suerte acabarán sin que ni tú ni ella
cumpláis vuestro deseo.” (El desengaño amando y premio de la virtud- Juana)
La mujer en la sociedad
¿Quién es la necia que desea casarse, viendo tantos y tan lastimosos
ejemplos? ¿Cómo es mi ánimo tan poco, mi valor tan afeminado y mi
cobardía tanta, que no quito la vida, no sólo a la enemiga de mi sosiego, sino
al ingrato que me trata con tanto rigor? Mas ¡ay, que tengo amor, y en lo uno
temo perderle y en lo otro enojarle! ¿Por qué, vanos legisladores del
mundo, atáis nuestras manos para las venganzas, imposibilitando
nuestras fuerzas con vuestras falsas opiniones, pues nos negáis letras y
armas? El alma ¿no es la misma que la de los hombres? Pues si ella es la
que da valor al cuerpo, ¿quién obliga a los nuestros a tanta cobardía? Yo
aseguro que si entendierais que también había en nosotras valor y fortaleza
no os burlaríais como os burláis; y así, por tenernos sujetas desde que
nacemos vais enflaqueciendo nuestras fuerzas con los temores de la honra y
el entendimiento con el recato de la vergüenza, dándonos por espadas ruecas
y por libros almohadillas. Mas ¡triste de mí! ¿De qué sirven estos
pensamientos, pues ya no sirven para remediar cosas tan sin remedio? Lo
que ahora importa es pensar cómo daré a esta mujer lo que pide. (La
fuerza del amor- Laura)
Comentarios personales

● Amor filial (primos)


● Interés económico sobre todo
● Dramatismo
● La forma Narrativa
● La multiplicidad de temas
que aborda entorno a la
mujer
● El verso- Musica
Gracias por su
atención

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