Dimensiones de La Ciudadania

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DIMENSIONES

DE LA
CIUDADANIA
LAS DIMENSIONES DE LA
CIUDADANÍA SON TRES:

- Civil 
- Política 
- Social
LA DIMENSIÓN CIVIL
Incluye las libertades individuales de las y los
ciudadanos; la libertad de expresión, de
circulación, de residencia, de pensamiento y de
religión, a la propiedad y a la justicia, a poseer
información sobre los asuntos públicos, entre
muchos otros. A esta dimensión se le conoce
también como derechos civiles. 
LA DIMENSIÓN POLÍTICA

Se refiere al derecho de participar en la política de la


colectividad a la que se pertenezca. Esta dimensión implica la
posibilidad de las personas para definir el tipo de sociedad en
la que vive, conservarla o transformarla. Toda persona que
posea la ciudadanía tiene derecho y obligación de elegir a sus
gobernantes, de ser elegida como gobernante y de trabajar
en el gobierno. A esta dimensión se le conoce también como
derechos políticos, e incluye también el derecho y el deber
de procurar, para sí y para los demás, el goce de estas
garantías, las anteriores y las siguientes.
LA DIMENSIÓN SOCIAL
Es la que alude a la capacidad de cada persona para tener los niveles
básicos de vida, individual y colectivamente. Es decir, las y los
ciudadanos tenemos derecho a contar con vivienda adecuada a
nuestras necesidades; a trabajar y recibir un pago suficiente para
vivir de manera digna; al descanso; acceso a obras y servicios
públicos como agua potable, electricidad, seguridad; servicios de
salud y de educación accesibles y de calidad, y que tomen en cuenta
nuestras diferencias culturales; a la alimentación, a la ropa; espacios
para recreación y entretenimiento; vivir sin violencia; un medio
ambiente sano; respeto a nuestras culturas y formas de vivir; acceso
a las creaciones artísticas y a los avances del conocimiento de la
humanidad… entre muchos otros. A esta dimensión se le conoce
también como derechos económicos, sociales y culturales.
EJEMPLOS DE LA
DIMENSIONES DE LA
CIUDADANIA
INDIVIDUAL: 
relacionada con las acciones y la conciencia de cada
persona en el plano individual. Una persona ejerce esta
dimensión cuando hace valer sus derechos y cumple con
sus obligaciones. Por ejemplo, cuando se presenta ante
la Justicia porque ha sido discriminado en su derecho a
obtener un empleo. O cuando cumple con su obligación
de pagar los impuestos.
COLECTIVA:
Se vincula con el ejercicio de la ciudadanía por
parte de grupos, organizaciones o instituciones.
Por ejemplo, la participación de las personas en
partidos políticos, sindicatos, organismos no
gubernamentales, asambleas barriales, etc.
NORMATIVA: 
Se pone en juego en el ejercicio de derechos y
cumplimiento de deberes a partir de la existencia y el
funcionamiento de las leyes, de la Constitución y las
normas. Más ampliamente, es la que está estructurada y
definida por el conjunto de “reglas de juego” de una
sociedad -de las cuales las leyes son fundamentales.
SUSTANTIVA:
se pone en práctica cuando se defienden los derechos y
cuando estos se hacen efectivos mediante la participación
y la acción directa de las personas y los grupos. Esta
dimensión de la ciudadanía no acepta simplemente lo
establecido en las normas, sino que permite reformularlas,
cambiarlas y mejorarlas. La dimensión sustantiva abarca
mucho más que el derecho establecido y logra el
reconocimiento de nuevos derechos. 
Hablar de ciudadanía sustantiva significa además,
referirse a la ciudadanía activa, basada en la
responsabilidad y en los modos de promover la
organización y la participación colectivas, con el fin de
lograr una sociedad cada vez más justa y democrática.
En otra investigación sobre el tema, encontramos que
muchas personas han escrito sobre el tema que es
DIMENSIONES DE LA CIUDADANIA…

DIMENSIONES DE LA
CIUDADANÍA
Escrito por Martínez L, Montaner P y Sanllehí
J. Filosofía y Ciudadanía. Bachillerato.
CIUDADANÍA POLÍTICA.
La ciudadanía es, en principio, la relación política del
individuo y el Estado. La ciudadanía supone un estatuto
jurídico que concede un conjunto de derechos civiles (la
protección de la vida, la libertad, la seguridad, la
propiedad…) y políticos, gracias a los cuales el ciudadano
puede intervenir en el gobierno y en los asuntos públicos
de su comunidad (votar y ser elegido, participar en
organizaciones políticas, sociales, sindicales y
culturales…). En contrapartida, el ciudadano y la ciudadana
han de cumplir ciertas obligaciones (pagar impuestos,
obedecer las leyes y someterse al poder del Estado, entre
otros).
CIUDADANÍA SOCIAL.

Pero el ciudadano y la ciudadana no son solamente las


personas que disfrutan de derechos civiles y políticos, sino
también de derechos sociales. Estos van desde un mínimo
de seguridad económica y bienestar, al derecho al trabajo,
a la educación o a la sanidad. A diferencia de los
anteriores, estos derechos no son idénticos en todos los
países democráticos, sino que dependen del nivel económico
de cada Estado. Los derechos sociales van acompañados de
obligaciones sociales, como la de trabajar, pagar impuestos
o escolariza a los hijos e hijas.
CIUDADANÍA ECONÓMICA.

Además de sujeto de derechos civiles, políticos y sociales,


el ciudadano y la ciudadana de las sociedades
democráticas pueden tener reconocidos ciertos derechos
económicos, como trabajadores, consumidores y
productores de bienes y servicios. Por esta razón han de
poder participar en aquellas decisiones económicas que les
afectan, a la vez que ejercer su capacidad crítica en
relación con las actuaciones de empresas e instituciones.
CIUDADANÍA CIVIL.

La ciudadanía civil se refiere a las relaciones no políticas


ni económicas de la persona con la sociedad, relaciones
que se concretan en instituciones como la familia, la
escuela, los grupos de amigos, los grupos étnicos o los
deportivos. En estas agrupaciones los ciudadanos y las
ciudadanas aprenden actitudes cívicas, participación
social y solidaridad. A través de su actividad en la
sociedad civil, los ciudadanos y las ciudadanas adquieren
valores morales y llegan a ser miembros cívicos, activos y
responsables de su sociedad.
CIUDADANÍA INTERCULTURAL.

La ciudadanía es un vínculo entre grupos sociales diversos.


Por eso si una sociedad es multicultural, la ciudadanía
también ha de ser multicultural, capaz de respetar las
diferentes culturas que conviven en ella. Se puede ser
ciudadano conservando la propia cultura, sin necesidad de
ser asimilado por una cultura dominante, pero respetando
y a prendiendo de otras culturas. Ello requiere un
auténtico diálogo intercultural y un verdadero respeto por
las diferencias, siempre que estas no sean
discriminatorias o atenten contra los derechos de las
personas.
CIUDADANÍA GLOBAL O COSMOPOLITA.

La idea de ciudadanía global, en fin, expresa la necesidad


de hacer extensivos al conjunto de la humanidad los
derechos y deberes reconocidos por los Estados
democráticos. A menudo, la asunción de objetivos y
responsabilidades ciudadanas no va más allá de los que se
plantean los grupos sociales a los que pertenecemos, los
de nuestro país o nuestro Estado, olvidando que los
humanos somos, en principio, miembros de la misma
especie y que podemos identificarnos con los intereses
de la humanidad. Una verdadera ciudadanía, una
ciudadanía integral (“íntegra”, desde el punto de vista
moral) no puede olvidar el vínculo que une a todas las
personas
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moral-y-politica-democracia-y-ciudadani/635-dimensiones-de-la-ciudadania#sthash.zy
EIhvM2.dpuf
INTEGRANTE:

JUAN FERNANDO VARELA MARTINEZ

LEYDIS PERNETT GOMEZ

NANCY VILLADIEGO

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