Realidad
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Realidad
La E es la emoción (que tiene dos partes: una relacionada con la ansiedad y otra con la depresión)
La A es la adicción a la comida.
RELACIÓN ENTRE OBESIDAD Y EMOCIONES
Existe una relación íntima entre el enojo y el sobrepeso y la obesidad.
La inflamación celular es la
La adrenalina que se segrega el
madre de todas las
cuerpo la empieza a acumular y
Cuando nosotros estamos enfermedades, cuando hay
entonces viene otra sustancia
enojados segregamos una inflamación celular en las
que se llama cortisol, recoge esa
sustancia que se llama células adiposas ocurre la
adrenalina, mete la adrenalina a
adrenalina, la adrenalina pone obesidad, tiroiditis, igualmente
la célula y se queda ahí
disponible toda la energía que colitis, gastritis, estreñimiento y
guardada y reservada para
tenemos en nuestro cuerpo con muchas más enfermedades que
cuando te suceda eso que
la intensión de que nosotros se manifiestan cuando nosotros
supones que sucederá y eso
podamos accionar nos la pasamos suponiendo
provoca una inflamación
cosas que no están ocurriendo
celular.
en nuestro presente.
EMOCIONES Y OBESIDAD
Es muy importante que las personas que tienen obesidad tengan valoración en el aspecto mental. La persona por sí sola no puede
empezar a comer mucho, hay atrás ciertos mecanismos, historias de vida que lo llevan a regular la parte de la comida.
Para una persona con obesidad el entender que parte de la obesidad necesita como tratamiento la parte de la esfera mental, es muy
complejo poder aceptarlo. A nadie nos gusta que nos digan que no estamos bien desde el aspecto emocional, el reconocer nuestras
emociones es muy complejo.
generalmente cuando hay alguna alteración como depresión o ansiedad a nivel cerebral se comparten muchos mecanismos con la
obesidad y la enfermedad mental. Si no se tratan las emociones estos mecanismos no van a quedar al 100% regulados por lo que puede
empezar a hacer dieta pero y no tener resultados, tendrá frustración, dejará el tratamiento y se dará por vencido.
Pero, al contrario, cuando la persona entiende que es necesario atender sus emociones y tener un tratamiento integral, los resultados a
largo plazo se logran con mayor éxito.
Cada caso se tiene que individualizar, lo importante es que el especialista lo refiera con un psicólogo o psiquiatra. Habrá personas con
obesidad, pero sin llegar a un cuadro depresivo como tal y en ese momento puede ser adecuado sólo el psicólogo.
Las nuevas reglas o directrices para el manejo de la obesidad es crear equipos multidisciplinarios, en los cuales el psicólogo tiene una
gran intervención.
HAMBRE FISIOLÓGICA Y HAMBRE
EMOCIONAL
El hambre fisiológica es involuntaria, se siente en la El hambre emocional es cuando nosotros sentimos un vació en la boca
boca del estómago, dura un tiempo y luego se del estómago y por más que nosotros comemos e ingerimos los
desaparece. El hambre fisiológica, es una respuesta alimentos, ésta no desaparece, no se quita porque precisamente es
que tiene el organismo a quererse alimentar y a la hambre emocional, tiene que ver con los anclajes y la relación que
sobrevivencia. tenemos con las circunstancias de nuestra vida que nos sucedieron
comiendo tal y cual alimento.
La forma que tenemos los seres humanos para poder distinguir el hambre emocional es
haciéndola consciente. Es muy común comer ciertos alimentos de manera repetitiva, por lo
que tenemos que preguntarnos, ¿por qué como lo que me como? ¿qué es lo que me hace
sentir?
FACTORES DE RIESGO PARA SER UN COMEDOR
EMOCIONAL
Los factores de riesgo que existen
para ser un comedor emocional es no
aprender a vivir en el aquí y en el
ahora.
Ser consciente de los distintos estímulos que nos hacen comer y conocer que factores dificultan nuestro control.
Trabajar el autocontrol.
Mejorar la autoestima.
Controlar la ansiedad. Por ejemplo, realizar alguna relajación centrada en el control de ingestas.
Informarse sobre los distintos trastornos alimentarios, conocer las consecuencias y hablar del tema.