La Historia de Los Cultos y Los Incultos

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• En una no tan lejana tierra, a los bordes de un

apacible arroyo, habían dos poblaciones diferentes.


En una de ellas, vivían unas
personas que se denominaban
los Cultos...

...y en la otra, vivían otras


personas que se llamaban
los Incultos.
Cada población tenía una
forma de Vida diferente a la
otra.
• Nadie sabía bien quién
los había denominado
así, sólo que los Cultos
se sentían orgullosos de
serlo...

…y los Incultos
aceptaban ser
denominados así, con
resignación
...y hasta algunos
querían ser como los
Cultos de la otra
población.

Mientras Vivían separados no


tenían muchos problemas,
porque cada población
hacía todo a su manera.

Trabajaban…
…comían…

…bailaban…
... jugaban ...

En fin, hacían su historia y


hablaban su lengua.

Practicaban sus costumbres


como les habían enseñado sus
padres y sus abuelos.
Pero habían algunas cosas que necesariamente tenían que
hacer juntos, como ir a recoger agua al mismo arroyo.

O ir a la Feria a
intercambiar sus
productos para su
consumo.
En la Feria, los Cultos
vendían adornos, ideas
para todo y libros para
ser cultos.

Los Incultos vendían los


productos que producían en
la tierra, así como productos
que hacían con las ideas que
compraban de los cultos.
La diferencia estaba en que lo
que vendían los Cultos era
mucho más caro que lo
que vendían los Incultos.

Y como los Cultos tenían


más dinero, imponían
como normas que en la
feria se hable su idioma,
que se maneje su dinero y
que los mejores productos
fueran para ellos.
En el arroyo, cada familia de incultos
tenía que recoger su propia agua. En
cambio, los Cultos pagaban a algunos
incultos para que se la recoja.

Pero cuando todos iban al arroyo por


agua, aprovechaban ambas
poblaciones para reunirse y
expresar sus vivencias,
sentimientos y aspiraciones.

Los incultos cantaban, bailaban, y


contaban sus historias pero muy
bajito, casi de ocultas, porque a los
Cultos no les gustaba que
metieran mucha bulla.
• Sin embargo, los Cultos hacían
escuchar sus expresiones a todo el
mundo. Además tenían que expectar
con atención, sentarse correctamente
y cuando concluía cada acto, había
que aplaudir y decir: "Magnífico,
magnifico", aunque no se hubiera
entendido nada.

• Si los Incultos se portaban


bien, los Cultos les permitían
presentar algunas de sus
expresiones, les sacaban
algunas fotos y les regalaban
algunas botellas de alcohol,
para que se alegraran...
... claro que luego de que los
Cultos se hubieran retirado,
aunque a muchos les gustaba
quedarse, para ser tratados
como invitados de honor y
desenfrenarse como "Incultos".
Pero al día siguiente se
comportaban como si no los
conocieran.
Y esta historia se repetía cada
vez, hasta que algunos Incultos
se pusieron a pensar por qué se
los llamaba Incultos y por qué
había esa diferencia de
privilegio con los Cultos.
 
Se preguntaban: "Si somos
Incultos quiere decir que no
tenemos cultura y entonces,
cómo se puede llamar a todo lo
que hacemos?". Se pusieron a
comparar todo lo que hacían
los Cultos y los Incultos y se
dieron cuenta que casi todo era
lo mismo, sólo que se lo hacía
de diferente manera.
Los Cultos trataron de convencer a los Incultos de que estaban
equivocados, de que ellos no eran Cultos porque eran inferiores.
Que su lengua no era un idioma sino un dialecto; que sus creencias
no eran religión sino supersticiones; que su música no era culta sino
folklore y que sus pinturas y esculturas no eran arte sino artesanías.
y si los Incultos querían ser Cultos algún día, tenían que esforzarse
mucho y renunciar a su origen, porque para ser Cultos no
podían vivir en su comunidad sino en una gran ciudad.
Pero muchos de los Incultos ya
no se dejaban convencer
muy fácilmente. Entonces
los Cultos quisieron
obligarlos por la fuerza

Frente a esta situación, algunos


Incultos que se daban cuenta
de lo que estaba pasando,
propusieron a su pueblo unirse
y organizarse para resistir.
Resistir culturalmente
Pero esto no era nada sencillo.

Habían Incultos que no querían dejar de


serlo; otros tenían miedo enfrentarse a
los cultos y otros preferían estar al
servicio de los Cultos poniéndose en
contra de sus propios hermanos.

Sin embargo, los Incultos que tomaron


conciencia de su situación, decidieron
eliminar las palabras Cultos e Incultos
y asumieron su propia Identidad
Cultural
Se sentían orgullosos de su
lengua, su historia, sus
costumbres y valores.

Incluso vieron que muchas cosas


que aprendieron de la cultura
de la otra población, no eran
malas. Se dieron cuenta que ya
se habían apropiado de formas
culturales de otros pueblos, y
que podían usarlas en beneficio
de su pueblo.

Escribían sus propios libros,


hacían y valoraban su propio
arte, en suma, asumían su
propia Cultura.
Aunque esto lo hacían unos cuantos, los demás no asumían su
propia identidad. Entonces, los Cultos aprovecharon esta
situación y crearon medios para mantener el dominio de su
cultura.
Pero quienes ya valoraban su propia
Cultura soñaban que un día no muy
lejano, surgiera un alegre despertar,
donde todo esto cambiara

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