Clasificación de Las Palabras Según Su Función

Descargar como pptx, pdf o txt
Descargar como pptx, pdf o txt
Está en la página 1de 26

COMUNICACIÓN

JORGE ALBERTO SALAZAR RODRÍGUEZ


CLASIFICACIÓN DE LAS PALABRAS
SEGÚN SU FUNCIÓN
● Las palabras pueden clasificarse al menos de dos formas distintas; una de ellas es
por su sonido y otra es por su función.
● Cuando distinguimos las palabras por su sonido estamos en el terreno de la
fonética, mientras que si lo hacemos por su función estamos en el terreno de la
sintaxis.
● Si las dividimos por su sonido, tenemos en cuenta los aspectos relacionados con
acentos y sílabas. Mientras que, si las pensamos de acuerdo con su función, las
entendemos a través del papel que juegan en una expresión y, por tanto, es
necesario saber si son sustantivos, adjetivos, etc.
● En español se cuenta con diez tipos de palabras que son los sustantivos, los
adjetivos, los adverbios, los pronombres, los artículos, las preposiciones, las
conjunciones, los cuantificadores, las interjecciones y los verbos.
SUSTANTIVOS
● También llamados nombres, son aplicados a seres o entidades, es decir, a personas, animales, cosas o ideas.
Nombres propios
Son los que se refieren a un individuo concreto, esto es, a personas, animales o naciones; también a lo que en
derecho se conoce como personas jurídicas —empresas o agremiaciones.
Se identifican en español porque siempre se escriben con mayúscula inicial. Se clasifican en antropónimos,
zoónimos, topónimos, nombres de entidades y nombres misceláneos:
● a) Antropónimos. Son las palabras que se refieren a personas individuales, como los nombres de pila (Carlos,
María) los apellidos (Sepúlveda, Pérez), los sobrenombres (Visaje, Gordo Lindo, e incluso los acortamientos
de nombre (Pacho, Pepe).
● b) Zoónimos. Son los nombres propios de animales individuales, no de su especie (Bucéfalo, Palomo)
 
● c) Topónimos. Son todas las palabras que se usan para mencionar un lugar específico, como los
nombres de países (Colombia, Ucrania), ciudades (Buenos Aires, Johannesburgo, París, Toronto),
municipios (San José de Apartadó)
● d) Nombres de entidades. Todos los nombres de entidades, agremiaciones, corporaciones o empresas
(Corporación Universitaria Minuto de Dios). 
● e) Nombres misceláneos. Se refieren a objetos concretos o eventos individuales, como nombres de
obras de arte, libros, festividades, acontecimientos históricos, etc. (Por ejemplo: Hamlet, Las meninas).
Por su parte, los nombres comunes son aquellos que agrupan un conjunto de
individuos con características similares, por ejemplo: hombre, perro. Pueden
clasificarse como:
a) Contables y no contables. Los nombres comunes se pueden clasificar según se
puedan o no contar o enumerar.

o m b r e s Por ejemplo, la palabra planeta corresponde a una entidad contable, porque podemos

N hacer una lista de planetas y contarlos (lápiz, cama, vaso), mientras que el sustantivo

o m u n e s aire se considera no contable. (Agua, sal, inteligencia, valentía).

c b) Individuales y colectivos. Los primeros denotan seres singulares como soldado,


barco, profesor u oveja, mientras que los segundos denotan grupos completos de
seres singulares, como ejército, flota, profesorado, o rebaño.
c) Concretos y abstractos.
Los Concretos designan generalmente entidades materiales perceptibles por los
sentidos, por ejemplo, personas, animales o cosas; mientras los abstractos representan
entidades inmateriales como acciones, procesos o cualidades.
Por ejemplo, serían concretos los sustantivos árbol, aroma, tierra; mientras que serían
abstractos los sustantivos belleza, locura, pulcritud, sabiduría.
d) Derivados de verbos. Los verbos que emulan acciones se pueden
sustantivar, y el sustantivo se convierte en el nombre de esa acción. Por
ejemplo, el sustantivo destrucción, viene del verbo destruir. Todas las
palabras terminadas en el sufijo -ción son verbos sustantivados.
e) Eventivos. Sustantivos que nombran eventos o sucesos en el tiempo,
como batalla, concierto, conferencia, clase o manifestación.
f) Cuantificativos. Denotan cantidades aisladas o acotadas de algo, que no
se expresan necesariamente en forma numérica. Por ejemplo: rebanada,
ápice, pisca, litro, kilo, grupo, fajo, montón, porción, trozo.
g) Clasificativos. Son las palabras como clase, especie, tipo o suerte cuando
son usadas en una frase que pretende definir algo introduciéndolo en una
clasificación. Por ejemplo: es una especie de…, es una suerte de….
ADJETIVOS
Se trata de todo término que modifica un sustantivo, con independencia de que éste sea o no el sujeto de la oración.
Son el tipo de palabras que hablan de las cualidades de un sustantivo.
Se pueden clasificar de la siguiente forma:
● Adjetivos calificativos y relacionales
Los primeros califican al sustantivo, es decir, denotan sus cualidades; mientras que los adjetivos relacionales
responden a la pregunta ¿de qué tipo? Por ejemplo:
Una nave espacial fabulosa/Una llamada telefónica larga
En el primer caso, espacial es un adjetivo relacional, mientras que fabulosa es adjetivo calificativo. Igual en el
segundo ejemplo, la palabra “telefónica” es adjetivo relacional, mientras que “larga” es calificativo.
● Adjetivos adverbiales
Poseen una función similar a la de los adverbios, aunque califican sustantivos. Se clasifican en temporales y modales.
a) Temporales. Actual, frecuente, futuro, presente. Por ejemplo: el actual ministro, el futuro concejal).
b) Modales. Presunto, probable, seguro, supuesto. Por ejemplo: el seguro ganador, el presunto asesino, el supuesto
novio.
Grados del adjetivo calificativo

Cuando enunciamos un adjetivo para calificar un sustantivo, usamos una gradación, que da un mejor
sentido a lo que queremos decir cuando calificamos algo.
● Hay tres grados: el positivo, el comparativo y el superlativo.
● a) Positivo. El adjetivo se usa para calificar en forma neutra, por ejemplo: Napoleón es gordo,
Napoleón es alto, Napoleón es hermoso.
● b) Comparativo. Para resaltar una calificación adjetival, se recurre a hacer una comparación, por
ejemplo: Napoleón es más gordo que Pedro, Napoleón es tan gordo como Pedro. Así, en el
comparativo usamos expresiones como más, menos, tan, mejor, peor, mayor, etc.
● c) Superlativo. Para llevar el adjetivo a su grado más alto usamos el sufijo -ísimo o los prefijos archi-,
hiper-, mega-, re- y demás. Por ejemplo: Napoleón es gordísimo o Napoleón es regordo.
ADVERBIOS
Modifican o complementan al verbo, al adjetivo o a otros adverbios. Precisamente, su nombre viene del latín ad
verbum que significa al verbo.
● Por ejemplo, en la frase: nunca vienes a mi casa, la palabra nunca, modifica al verbo venir. Se pueden
agrupar en ocho categorías según la forma concreta en la que modifican al verbo o al adjetivo.
Adverbios de cantidad.
● Expresan cantidad, grado o intensificación. Por ejemplo: más, menos, tanto (tan), nada, algo, mucho, muy,
poco, todo, demasiado, cuánto.
Adverbios de lugar.
● Expresan un lugar en el espacio. Por ejemplo: aquí, acá, ahí, allá, lejos, cerca, (a) dentro, (a) fuera, (a)
donde, arriba, abajo, encima, debajo, (a) delante, detrás, atrás.
Adverbios de tiempo.
● Expresan una ubicación temporal. Por ejemplo: antes, ahora, después, luego, primero, entonces, ayer, hoy,
mañana, siempre, nunca, jamás, temprano, pronto, en seguida, mientras, cuando.
Adverbios de aspecto.
● Son adverbios que aluden a la repetición de un suceso o a una de sus fases, sea anterior o posterior. Por
ejemplo: ya, todavía, aún
Adverbios de modo o manera.
● Son adverbios en los que se aclara el modo o manera en que se lleva a cabo la acción o proceso que involucra
el verbo. Por ejemplo: así, bien, mal, mejor, peor, tal, como, y todos los terminados en el sufijo -mente, como
sinceramente o considerablemente.
Adverbios de afirmación y negación.
● Son adverbios que sirven para afirmar o negar información. Por ejemplo: sí, también, claro, efectivamente,
cierto, no, tampoco, nada.
Adverbios de duda o posibilidad.
● Son adverbios por los cuales se expresa duda o posibilidad. Por ejemplo: quizá, quizás, acaso, igual, tal vez.
Adverbios adjetivales.
● Son adverbios que modifican a los verbos, pero son tomados de los adjetivos. Por ejemplo, en la frase las
espinacas saben raro, la palabra raro es un adjetivo, pero en este caso se refiere al verbo, luego es un adverbio
adjetival. Otros ejemplos pueden ser: se portó genial, conversaron sabroso, que te vaya bonito.
Pronombres
Son palabras cuya función principal es reemplazar al nombre para no tener que estar repitiéndolo en un
discurso. Su denominación viene de la expresión latina pro nomen que significa literalmente ‘por el
nombre’.
Ejemplo: Juan se enamoró de Norma.
Las clases de pronombres son las siguientes:
a) Pronombres personales. Reemplazan a las personas que intervienen en un discurso: yo, tú (usted), él,
ella, ello, nosotros, nosotras, ustedes, ellos, ellas.
b) Pronombres posesivos. Expresan posesión o dominio de una persona sobre algo: mi, mis, tu, tus,
nuestro, nuestra, nuestros, nuestras, su, sus, cuyo, cuya, cuyos, cuyas, mío, míos, mía, mías, tuyo,
tuya, tuyos, tuyas, suyo, suyos, suyas.
c) Pronombres reflexivos. Son aquellos que vuelven sobre una persona mencionada poco antes: me, te, le, se,
nos, mí, ti, sí, conmigo, contigo, consigo (exceptuando los cinco primeros, el énfasis reflexivo lo puede dar el
adjetivo mismo después de cada expresión).
d) Pronombres demostrativos. Se refieren a objetos en el espacio o el tiempo, y se hace énfasis en la cercanía o
lejanía de los mismos con relación a quien habla. Precisamente porque para señalarlos se usaba el dedo
índice, también recibieron el nombre de indexicales por la palabra latina index que significa ‘índice’. Son
pronombres demostrativos: este, ese, aquel, esta, esa, aquella, estos, esos, aquellos, estas, esas, aquellas, esto,
eso, aquello, tanto, tanta, tantos, tantas, tal, tales.
e) Pronombres relativos. Son palabras que, además de reemplazar nombres, también se usan para conectar
oraciones (que, quien, quienes, el cual, la cual, lo cual, los cuales, las cuales, el que, la que, lo que) o para
introducir preguntas o exclamaciones (qué, quién, quiénes, cuál, cuáles).
Artículos
Son partículas cuya única función es denunciarnos el género y el número de los sustantivos y
adjetivos que acompañan. Por ejemplo, El árabe ama a la árabe.
a) Artículos determinados. Se llaman así porque se considera que el sustantivo o adjetivo que
acompañan es ya conocido por el lector o el oyente. Son artículos determinados: el, la, lo, los,
las.
b) Artículos indeterminados. Se llaman así porque se considera que el sustantivo o el adjetivo que
acompañan no es conocido por el lector o el oyente, o no se encuentra presente en el momento
de la conversación. Son artículos determinados: un, una, unos unas.
Preposiciones

Son partículas lingüísticas cuya función principal es


relacionar de un modo más o menos específico partes del
discurso, introduciendo un complemento que se
denomina término. Por ejemplo, en la expresión: Pedro se
fue a la casa, la preposición es a, y el término es a la casa.
Son preposiciones en español las siguientes: a, ante, bajo,
cabe, con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia,
hasta, mediante, para, por, según, sin, so, sobre, tras,
versus, vía.
Conjunciones
Son un tipo de partícula lingüística cuyos elementos manifiestan relaciones de coordinación o
subordinación entre palabras, grupos sintácticos y oraciones. Las conjunciones son las
siguientes:
a) Conjunciones copulativas. Se llaman así porque su función es unir una expresión con otra a la
manera de una suma de elementos. Por ejemplo: Y, ni, tanto… como, no sólo… sino
b) Conjunciones disyuntivas. Son aquellas que nos dejan claro que solo se puede tomar partido por
una de las frases conectadas. Por ejemplo: O, o…o…, sea…sea…
c) Conjunciones adversativas. Son aquellas que expresan contraposición u oposición. Por ejemplo:
pero, mas, sino
d) Conjunciones subordinantes. Son aquellas que marcan una jerarquía o cierto nivel de
dependencia entre frases, mostrando que una es más importante que la otra, o es causa de la otra,
o se deduce de la otra. Por ejemplo: luego, porque, aunque, pues, si…entonces, que.
Interjecciones
Son un tipo de palabras que se caracterizan por expresar emociones de momento y, en ocasiones, de carácter
involuntario.
Interjecciones apelativas.
Son las que pretenden llamar la atención del interlocutor. Por ejemplo: ¡Hola!, ¡Chao!, ¡Hey!, ¡Oye!, ¡Chht!
Interjecciones sintomáticas.
Son las ideales para expresar el estado de ánimo de quien las usa. Por ejemplo: ¡Ah!, ¡Oh!, ¡Ajá!, ¡Bah!, ¡Caramba!,
¡Caray!, ¡Ea!, ¡Huy!, ¡Ja!, ¡Je, je!, ¡Ojalá!, ¡Olé!, ¡Pst!, ¡Uf!, ¡Mmm!, ¡Auch!, ¡Ou!
Interjecciones que usan palabras de otros grupos.
Son aquellas que expresan una emoción, pero usan sustantivos, verbos, adjetivos, adverbios y, en general palabras de
otro grupo. Muchas grosería Por ejemplo: ¡Madre mía!, ¡Bien!, ¡Vaya, vaya!, ¡El parcial!, ¡Miércoles!, ¡El niño!
Cuantificadores

Un cuantificador es una palabra que expresa cantidad. No obstante, en español es posible


expresar cantidad de forma definida o indefinida. Se ha considerado que algunos artículos,
pronombres o adverbios funcionan como cuantificadores en algunos casos, por ejemplo:
Compré un automóvil / Nadie llegó a tiempo / Llovió mucho
Sin embargo, aquí estas palabras no se tendrán en cuenta como determinantes, sino como
tipos de artículos, pronombres, adverbios y demás. Cuando los cuantificadores son de forma
definida, se llaman numerales y cuando no lo son, se les considera no numerales o extensivos.
Numerales
Son cuantificadores que suponen una cantidad o cómputo basado en los números reales. Se
dividen en cardinales, ordinales, fraccionarios y multiplicativos.
a) Cardinales. Expresan el valor numérico de un grupo usando el nombre corriente del número. Por
ejemplo: dos canastas, tres horas, cien pesos, doce reyes, quince días.
b) Ordinales. Expresan el lugar que ocupa una cierta unidad en una serie u orden determinados. Por
ejemplo: segundo puesto, el tercero en la lista, el vigésimo cliente, el primer día.
c) Fraccionarios. Indican fracciones de una unidad. Cuando a un ordinal femenino se le añade la
palabra parte la expresión completa acaba expresando una cantidad fraccionaria. Por ejemplo:
una milésima de segundo, un cuarto de hora, media empresa, la décima parte del sueldo, la mitad
de la torta, la undécima parte del curso.
d) Multiplicativos. Expresan con palabras una multiplicación de una cantidad por un número natural.
Por ejemplo: se gastó el doble de tiempo, le toca trabajar el triple.
 
No numerales o extensivos
Son cuantificadores que expresan cantidad, pero no lo hacen de forma tan definida como por
medio de los números.
Se dividen en fuerte o definidos y débiles o indefinidos.
a) Fuertes o definidos. Abarcan la totalidad de los miembros de un conjunto. Son fuertes los
cuantificadores todo/todas/todos, ambas/ambos y sendas/sendos
b) Débiles o indefinidos.
No abarca la totalidad de los miembros de un conjunto, sino solo una parte él. Se clasifican, a su
vez, en existenciales, que aluden a la existencia o inexistencia de algo, y cuantificadores de
indistinción o de libre elección, que denotan un elemento indiferenciado de su conjunto inicial.
- Existenciales. Algún, alguno, algunos, ningún, ninguno, ninguna, ningunos, ningunas.
- De Indistinción. Cualquier, cualquiera, cualesquiera.
Verbos
Los verbos son palabras muy abundantes e importantes del español. Se caracterizan porque expresan acción
(hacer), pasividad (soy amado), movimiento (corren) o estado (ser). Son las palabras que conectan o
relacionan de una manera determinada el sujeto de la oración con el predicado y nos muestran el tiempo en
que esta relación se da. Sin verbo, la oración es sencillamente imposible.
 Cualidades de los verbos
Los verbos tienen las siguientes cualidades principales:
Transitividad. Los verbos pueden funcionar transitiva o intransitivamente. Es decir, que requieran o no de un
complemento para tener sentido. Por ejemplo, en el caso del verbo comprar se asocia con algo que se compra:
Jorge compró una guitarra. Si nos dijeran solamente Jorge compró, consideraríamos que la expresión carece de
algo, y tiene sentido preguntar ¿Qué compra Jorge? Lo mismo sucede con el verbo dar. Sin embargo, otros
verbos no requieren, en principio, de expresiones complementarias para tener sentido. Por ejemplo, en la
oración Claudia sonrió, no requiere preguntar ¿qué sonrió? Incluso ¿a quién sonrió?, pues una persona puede
sonreír sin que la expresión vaya dirigida a nadie en particular. Aunque puede ir dirigida a alguien: Claudia
sonrió a Juan. Y en ese caso el verbo sonreír se presenta como transitivo.
Copula. Es una característica de algunos verbos que ligan o vinculan el sujeto con el predicado en una
oración, que frecuentemente se usan para atribuir propiedades o características a algo. Tres verbos
cumplen esta función en español: ser, estar y parecer.
 
Auxiliar. Se dice que un verbo tiene la característica de ayudar a complementar el significado de otro
verbo al que acompaña. Por antonomasia, el verbo auxiliar del español es el verbo haber, y en ocasiones
también funciona el verbo ser, por ejemplo, en oraciones como Suárez fue sentenciado a cadena
perpetua. No obstante, verbos como estar, soler, deber, ir, volver, poder, entre otros, también pueden
funcionar como verbos auxiliares. No es una característica fija de algunos de algunos verbos, sino que
depende del contexto.
Clases de verbos
a) Verbos personales. Suponen una persona o sujeto que lleva a cabo la acción que el verbo indica. Por ejemplo, en
una oración como: volveremos el viernes, el verbo es personal porque supone un sujeto que sería el pronombre
nosotros.
b) Verbos impersonales. Carecen de un sujeto que realice la acción. Por ejemplo: llover, nevar, tronar, amanecer o
anochecer. Se caracterizan porque es absurdo preguntar por la persona que lleva a cabo la acción: ¿quién
llueve? o ¿quién amanece?
c) Verbos regulares. Son aquellos que mantienen una raíz fija en todas sus conjugaciones. Por ejemplo, el verbo
cantar tiene conjugaciones como canté, cantaría, cantaríamos, cantaron, etc. La raíz cant- se mantiene en todas
las conjugaciones.
d) Verbos irregulares. Son aquellos que, entre otras características, no mantienen fija su raíz en algunas de sus
conjugaciones. Por ejemplo, el verbo ir tiene conjugaciones como voy, vas, vendré, fue, etc. Otros verbos
irregulares típicos son los verbos ser y hacer.
e) Verbos defectivos. Son aquellos verbos que carecen de algún tiempo de conjugación, probablemente por
razones semánticas. El verbo soler no se conjuga en futuro, pues se considera un error decir algo como Yo
soleré recorrer los bosques. El verbo tiene sentido en sus formas de pasado y presente, pero no parece tenerlo
en forma de futuro.
f) Verbos reflexivos o pronominales. Son verbos que permiten que se les añada un pronombre reflexivo (me, te,
se, nos) como sufijo. Por ejemplo, el verbo dormir se puede usar con esos pronombres: dormirme, dormirte,
dormirse, dormirnos.
g) Verbos irreflexivos o no pronominales. Son verbos que no permiten que se les añadan pronombres reflexivos,
como el verbo “renunciar”. Salta a la vista que las expresiones renunciarse, renunciarme, renunciarte,
renunciarnos carecen de sentido.
Características de los verbos
Hay cuatro características del verbo que son esenciales para abordarlo en su plenitud: el tiempo, el
aspecto, el modo y la voz, además de la variación de número y persona.
 
Tiempo verbal. Los verbos nos denuncian el tiempo, que puede ser pretérito, presente, futuro y
condicional: venció, vence, vencerá y vencería.
 
 Tiempos simples. Son aquellos que por la sola conjugación del verbo nos muestran el tiempo en que
sucede la acción: venció.
 Tiempos compuestos. Requieren del verbo auxiliar haber para denotar su sentido: ha vencido.
• Modo verbal. Los verbos también denuncian la actitud del hablante ante la acción o proceso que el
verbo expresa. En español tenemos tres modos personales (indicativo, subjuntivo e imperativo), y
tres impersonales (infinitivo, gerundio y participio).
 Modo indicativo. El hablante expresa con el verbo un proceso que se considera real y objetivo: venció,
vencieron, vencerán.
 Modo subjuntivo. El hablante se expresa de modo subjetivo, hipotético, conjetural, o dando a entender un
deseo o una añoranza venciera, venciéramos, hubiéramos vencido.
 Modo imperativo. El hablante expresa con el verbo una orden o un mandato. Por esta razón, solo se hace en
la segunda persona del singular o el plural: vence (tú), venza (usted), venzan (ustedes).
 Modo infinitivo. El hablante expresa el nombre del verbo. Se le llama infinitivo porque el verbo es expresado
como concepto y, por eso, su tiempo es infinito: vencer.
 Modo gerundio. El hablante expresa que el proceso o acción que emula el verbo se está llevando a cabo, en
ese mismo momento, razón por la cual se interpreta habitualmente como simultáneo a la acción o proceso
al que se refiere el verbo principal: venciendo.
 Modo participio. El hablante expresa que el proceso o acción que emula el verbo principal al que acompaña
está concluido: vencido.
• Aspecto verbal. Los verbos nos denuncian si una acción o
proceso fue terminado (perfecto), venció, o no fue terminado
(imperfecto), vencía.
• Voz verbal. Los verbos pueden expresar que la acción la realiza
un sujeto o la recibe un sujeto. De ese modo hablamos de
voz activa y voz pasiva.
 Voz activa. el sujeto realiza la acción: Juan venció a Pedro en
la olimpiada de ajedrez.
 Voz pasiva. El sujeto recibe pasivamente la acción (se usa el
verbo ser + participio): Pedro es vencido por Juan en la
olimpiada de ajedrez.

También podría gustarte