Clasificación de Las Palabras Según Su Función
Clasificación de Las Palabras Según Su Función
Clasificación de Las Palabras Según Su Función
o m b r e s Por ejemplo, la palabra planeta corresponde a una entidad contable, porque podemos
N hacer una lista de planetas y contarlos (lápiz, cama, vaso), mientras que el sustantivo
Cuando enunciamos un adjetivo para calificar un sustantivo, usamos una gradación, que da un mejor
sentido a lo que queremos decir cuando calificamos algo.
● Hay tres grados: el positivo, el comparativo y el superlativo.
● a) Positivo. El adjetivo se usa para calificar en forma neutra, por ejemplo: Napoleón es gordo,
Napoleón es alto, Napoleón es hermoso.
● b) Comparativo. Para resaltar una calificación adjetival, se recurre a hacer una comparación, por
ejemplo: Napoleón es más gordo que Pedro, Napoleón es tan gordo como Pedro. Así, en el
comparativo usamos expresiones como más, menos, tan, mejor, peor, mayor, etc.
● c) Superlativo. Para llevar el adjetivo a su grado más alto usamos el sufijo -ísimo o los prefijos archi-,
hiper-, mega-, re- y demás. Por ejemplo: Napoleón es gordísimo o Napoleón es regordo.
ADVERBIOS
Modifican o complementan al verbo, al adjetivo o a otros adverbios. Precisamente, su nombre viene del latín ad
verbum que significa al verbo.
● Por ejemplo, en la frase: nunca vienes a mi casa, la palabra nunca, modifica al verbo venir. Se pueden
agrupar en ocho categorías según la forma concreta en la que modifican al verbo o al adjetivo.
Adverbios de cantidad.
● Expresan cantidad, grado o intensificación. Por ejemplo: más, menos, tanto (tan), nada, algo, mucho, muy,
poco, todo, demasiado, cuánto.
Adverbios de lugar.
● Expresan un lugar en el espacio. Por ejemplo: aquí, acá, ahí, allá, lejos, cerca, (a) dentro, (a) fuera, (a)
donde, arriba, abajo, encima, debajo, (a) delante, detrás, atrás.
Adverbios de tiempo.
● Expresan una ubicación temporal. Por ejemplo: antes, ahora, después, luego, primero, entonces, ayer, hoy,
mañana, siempre, nunca, jamás, temprano, pronto, en seguida, mientras, cuando.
Adverbios de aspecto.
● Son adverbios que aluden a la repetición de un suceso o a una de sus fases, sea anterior o posterior. Por
ejemplo: ya, todavía, aún
Adverbios de modo o manera.
● Son adverbios en los que se aclara el modo o manera en que se lleva a cabo la acción o proceso que involucra
el verbo. Por ejemplo: así, bien, mal, mejor, peor, tal, como, y todos los terminados en el sufijo -mente, como
sinceramente o considerablemente.
Adverbios de afirmación y negación.
● Son adverbios que sirven para afirmar o negar información. Por ejemplo: sí, también, claro, efectivamente,
cierto, no, tampoco, nada.
Adverbios de duda o posibilidad.
● Son adverbios por los cuales se expresa duda o posibilidad. Por ejemplo: quizá, quizás, acaso, igual, tal vez.
Adverbios adjetivales.
● Son adverbios que modifican a los verbos, pero son tomados de los adjetivos. Por ejemplo, en la frase las
espinacas saben raro, la palabra raro es un adjetivo, pero en este caso se refiere al verbo, luego es un adverbio
adjetival. Otros ejemplos pueden ser: se portó genial, conversaron sabroso, que te vaya bonito.
Pronombres
Son palabras cuya función principal es reemplazar al nombre para no tener que estar repitiéndolo en un
discurso. Su denominación viene de la expresión latina pro nomen que significa literalmente ‘por el
nombre’.
Ejemplo: Juan se enamoró de Norma.
Las clases de pronombres son las siguientes:
a) Pronombres personales. Reemplazan a las personas que intervienen en un discurso: yo, tú (usted), él,
ella, ello, nosotros, nosotras, ustedes, ellos, ellas.
b) Pronombres posesivos. Expresan posesión o dominio de una persona sobre algo: mi, mis, tu, tus,
nuestro, nuestra, nuestros, nuestras, su, sus, cuyo, cuya, cuyos, cuyas, mío, míos, mía, mías, tuyo,
tuya, tuyos, tuyas, suyo, suyos, suyas.
c) Pronombres reflexivos. Son aquellos que vuelven sobre una persona mencionada poco antes: me, te, le, se,
nos, mí, ti, sí, conmigo, contigo, consigo (exceptuando los cinco primeros, el énfasis reflexivo lo puede dar el
adjetivo mismo después de cada expresión).
d) Pronombres demostrativos. Se refieren a objetos en el espacio o el tiempo, y se hace énfasis en la cercanía o
lejanía de los mismos con relación a quien habla. Precisamente porque para señalarlos se usaba el dedo
índice, también recibieron el nombre de indexicales por la palabra latina index que significa ‘índice’. Son
pronombres demostrativos: este, ese, aquel, esta, esa, aquella, estos, esos, aquellos, estas, esas, aquellas, esto,
eso, aquello, tanto, tanta, tantos, tantas, tal, tales.
e) Pronombres relativos. Son palabras que, además de reemplazar nombres, también se usan para conectar
oraciones (que, quien, quienes, el cual, la cual, lo cual, los cuales, las cuales, el que, la que, lo que) o para
introducir preguntas o exclamaciones (qué, quién, quiénes, cuál, cuáles).
Artículos
Son partículas cuya única función es denunciarnos el género y el número de los sustantivos y
adjetivos que acompañan. Por ejemplo, El árabe ama a la árabe.
a) Artículos determinados. Se llaman así porque se considera que el sustantivo o adjetivo que
acompañan es ya conocido por el lector o el oyente. Son artículos determinados: el, la, lo, los,
las.
b) Artículos indeterminados. Se llaman así porque se considera que el sustantivo o el adjetivo que
acompañan no es conocido por el lector o el oyente, o no se encuentra presente en el momento
de la conversación. Son artículos determinados: un, una, unos unas.
Preposiciones