El Quehacer Comunitario

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EL QUEHACER

COMUNITARIO
¿QUÉ HACEN LOS PROFESIONALES
DE LA PSICOLOGÍA COMUNITARIA?
 Una de las primeras preocupaciones que se
plantearon en el campo del trabajo
psicológico comunitario fue la de sistematizar
la acción que llevaban a cabo los psicólogos
que, ya sea con conciencia de iniciar un nuevo
campo de la psicología o ignorándolo, tenían
muy claro que el modo de hacer
predominante en la profesión y la enseñanza
en las aulas de la época (los setenta en
América latina; mediados de los sesenta en
los Estados Unidos) no era el adecuado para la
nueva práctica que se estaba iniciando.
 Diagnosticar conjuntamente con las personas de
la comunidad, en función de situaciones que
constituyen totalidades.
 Tener conciencia de esa totalidad.
 Establecer con los actores sociales situados en la
demanda el problema o el deseo a cumplir, y con
los ubicados en la situación a estudiar y en la cual
intervenir, una peculiar relación de colaboración,
cooperación e intercambio de saberes:
psicológico y popular (este último, proveniente de
múltiples fuentes, incluidas las subculturas de los
investigadores y de las comunidades).
 Por ende, tener una comprensión distinta de
las personas con las cuales se trabaja, puesto
que no se las verá como sujetos pasivos o
recipiendarios inertes de acciones y servicios
psicológicos, sino como actores sociales,
constructores de su realidad.
 Definir el rol de los psicólogos comunitarios
como el de un agente de cambio ligado a la
detección de potencialidades (recursos,
capacidades), al fortalecimiento y la puesta
en práctica de las mismas y al cambio en los
modos de interpretar, construir e influir
sobre la realidad (Montero, 1982; Rivera-
Medina, 1992; Serrano-García, López y
Rivera- Medina, 1992).
 En este sentido se ha resaltado el carácter
catalizador o facilitador o propulsor del
cambio social que deben tener los psicólogos
comunitarios como agentes de cambio.
- La psicología comunitaria exige de los
profesionales que la ejercen una conjunción de
roles, o Maritza Montero El quehacer
comunitario quizás deberíamos decir, un modo
diferente de ser psicólogos, al conjugar la
intervención, la enseñanza interactiva, la
investigación y la evaluación.
- El rol del psicólogo comunitario se definió no
como el de un experto, dueño del saber, que
se relaciona con alguien que no sabe, sino
como el de alguien que posee un saber que le
permite actuar, pero que a la vez necesita del
saber poseído por ese interlocutor, agente de
su propia transformación, con el cual
necesitará trabajar interactivamente a fin de
producir las transformaciones acordadas entre
ambos.
 Por esta razón, se habla de agentes externos
-los psicólogos- y de agentes internos -las
personas interesadas de las comunidades-
(Montero, 1982; Rappaport, 1977; Serrano-
García e Irizarry, 1979).
 queda claro que el ejercicio de la psicología
comunitaria cubre cuatro grandes áreas de la
práctica profesional en las diferentes ramas de
la ciencia:
 La prevención, especialmente primaria, con
promoción de conductas consideradas como
deseables (según diversas concepciones de lo
deseable).
 La intervención, muchas veces ligada a la
investigación con sentido participativo.
 La investigación,
 La evaluación.
QUEHACER COMUNITARIO Y
PRODUCCIÓN DE SABER
 Se reconoce asimismo que, dado que la
acción transformadora proviene de al menos
dos fuentes (del exterior y del interior de la
comunidad), actúa por lo tanto en dos
sentidos: ambos sujetos de la relación serán
transformados; ambos campos de la relación,
comunidad y disciplina de la psicología,
adquirirán conocimientos, produciéndose una
"relación dialéctica de transformaciones
mutuas" (Montero, 1982: 390).
 Para la producción del conocimiento el
psicólogo comunitario han comprendido bien
que es el producto de un movimiento
dialéctico y aun analéctico.
CONDICIONES NECESARIAS PARA
SER PSICÓLOGO COMUNITARIO
 1. Sensibilidad social y sentido de justicia social.
 2. Respeto por el Otro, quienquiera que sea.
 3. Aceptación de la diversidad del Otro,
reconociendo su derecho a ser igual a nosotros.
 4. No ocultar ni omitir información que pueda ser de
utilidad para las personas con las cuales se trabaja.
 5. Modestia, en dos sentidos: en primer lugar,
entendida como el aceptar que hay cosas que no se
saben y que se necesita saber; que es necesario
aprender y que el aprendizaje puede provenir no
sólo de los centros de saber estatuidos, sino
también de lugares, personas y situaciones
insospechados.
 6. Por lo tanto, estar abiertos a la sorpresa,
a la disidencia, a la contradicción, a la
corrección y a la duda. Y cuando cualquiera
de éstas se presente, verificar, revisar las
fuentes documentadas y la experiencia
vivida; consultar, comparar, contrastar
diferentes opiniones.
 Y una vez que se tenga una posición u
opinión personal, discutirla, plantearla y
defenderla y también estar dispuestos a
abandonarla y modificarla ante argumentos y
fundamentos mejor sustentados y
convincentes.
 7. Saber escuchar y estar dispuestos a
hacerlo.
 8. Poner su conocimiento al servicio de las
transformaciones necesitadas y deseadas por
las personas con las cuales se va a trabajar.
 9. No intentar ejercer la psicología
comunitaria si no se está dispuesto a actuar
de acuerdo con los valores de respeto por el
Otro y de acuerdo con las condiciones
anteriores.
GRÁFICO 2. ÁREAS DE APLICACIÓN
DE LA PSICOLOGÍA COMUNITARIA
Entonces, desde la perspectiva comunitaria,
por participación se entiende:
• La acción conjunta y libre de un grupo que
comparte intereses y objetivos.
• Contextualización y relación con la historia
de la comunidad y el momento o la coyuntura
en que se realiza.
• Un proceso que implica la producción y el
intercambio de conocimiento. Se intercambian
consejos, recursos y servicios.
• Acción socializadora y concientizadora que
transmite, comparte y modifica patrones de
conducta.
• Colaboración. Es decir, labor compartida por el
grupo en diferentes grados de intensidad e
involucración.
• Correlación (léase correlación). Relaciones
compartidas, ideas compartidas, recursos
materiales y espirituales compartidos.
• Organizar, dirigir, tomar decisiones, efectuar
acciones a fin de alcanzar las metas establecidas
conjuntamente.
• Existencia de patrones democráticos de
comunicación entre los participantes.
• Reflexividad. Es decir, la capacidad de
evaluar críticamente el trabajo hecho.
• Solidaridad.
• Diversos grados de compromiso con los
proyectos comunitarios y sus objetivos. No
todas las personas de una comunidad tienen el
mismo grado de compromiso.
• Generación y aceptación de una
normatividad a fin de funcionar como grupo.
• Dar y recibir. Se aporta y a la vez se es
beneficiario de los aportes hechos por otros y,
además, de la suma de todas las
participaciones.

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