Rosario de Lourdes
Rosario de Lourdes
Rosario de Lourdes
DE LA VIRGEN DE LOURDES
ORACIONES PARA ANTES DEL ROSARIO
Ven Espíritu Santo ven, ven por medio de la dulce y poderosa intercesión del corazón
inmaculado de María tu amadísima esposa.
Ven Espíritu Santo ven, ven por medio de la dulce y poderosa intercesión del corazón
inmaculado de María tu amadísima esposa.
Ven Espíritu Santo ven, ven por medio de la dulce y poderosa intercesión del corazón
inmaculado de María tu amadísima esposa
.
Puedes sentirte solo en muchos momentos de tu vida, pero Nuestro Señor Jesucristo nos descubre el
misterio de la soledad, cuanto más sólo estés, más dependes de Él, después de recorrer tu camino
en la enfermedad, el cuerpo sufre y el dolor purifica el espíritu, así comprenderás que al rezar el
Santo Rosario junto con María a los pies de la cruz, llegaremos a Jesús, que nos llevará al Padre.
ORACIÓN DE OFRECIMIENTO
Por todas las personas que sufren, por los pobres, los que se sienten solos y por todos los
enfermos:
1. Por los agonizantes, que no se sientan solos.
2. Por los enfermos crónicos, que no pierdan la paciencia.
3. Por los que están desesperanzados o deprimidos, que encuentren razones Para la esperanza
4. Por los que sienten solos, que encuentren la cercanía que necesitan.
5. Por los que están encarcelados, que se les mire y trate con respeto.
6. Por los desempleados, que encuentren trabajo.
7. Por los drogadictos, que puedan recuperarse.
8. Por los inmigrantes, que sean acogidos.
9. Por los que sufren el hambre y todo tipo de exclusión, que puedan sentarse a la mesa de la creación.
10. Por los enfermos terminales
11. Hagamos presente en nuestra oración la agonía del mundo, por esta pandemia y todos los que
padecen esta cruel enfermedad, para que unida a la de Cristo, sea redimida
para que con ayuda de la luz de Cristo encuentren las fuerzas para afrontar el sufrimiento y los
demás sepamos acompañarlos.
ORACIÓN
Señor, Tú eres el buen pastor y Tú has dicho: «vengan a
mí todos los que están cansados y cargados y Yo los
aliviaré».
Venimos a tu presencia junto con aquellos que ahora
atraviesan momentos de dificultad, que padecen
alguna enfermedad, que se sienten incomprendidos,
olvidados; que están alejados de ti, que necesitan de tu
paz y de tu alivio celestial, te suplicamos Señor Dios
Padre, bendícelos a todos. Pon tu mano Señor Jesús, de
buen pastor sobre cada uno de ellos y por los méritos
de tu pasión y tu cruz sánalos y alívialos física y
espiritualmente, en la santa Voluntad del Padre y en tu
Santo nombre. Dales el consuelo que cada uno busca
en ti.
Y a los enfermos que Tú no vas a sanar hoy porque en
tu plan providencial, tú tienes algo distinto para ellos,
te pedimos que les des fortaleza a ellos y a su familia
para que nunca desesperen y que sepan ofrecer sus
sufrimientos uniéndolos a tus sufrimientos en la Cruz,
para darle un valor de redención. Te lo pedimos en Tu
Santo Nombre Señor Jesús, orando con el Espíritu
Santo y con la intercesión de la Santísima Virgen.
Gracias Señor porque has escuchado nuestras
oraciones. Amén
SÍMBOLO DE LOS APÓSTOLES
GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y
siempre, por los siglos de los siglos. Amén
PRIMER MISTERIO Por este misterio pedimos a María Santísima interceda ante Jesús
El bautismo del Señor por la salud de los enfermos que te encomendamos; conocidos y
desconocidos. Que no les falte a ninguno los cuidados y
comprensión que necesitan para tener esperanza y reponerse de
los males que les afectan. Pedimos por los enfermos de Cáncer
por los que te rogamos les des esperanza en su curación, Señor. ¡Te
lo pedimos, Señor!!
PADRENUESTRO, 10 AVEMARÍA, GLORIA
JACULATORIA
Sagrado Corazón de Jesús… en ti confío y en tu misericordia espero
Bendito San José, aumenta nuestra fe y danos la humildad
María, Salud de los enfermos. Ruega por nosotros y todos los que sufren.
(3) NUESTRA SEÑORA DE LOURDES, RUEGA POR NOSOTROS
Reflexión:
Hermano(a), hoy tu puedes ser un ángel para el enfermo o
anciano, que no tiene a nadie, para acompañarlo y animarlo en su
soledad, y ayudarle a levantarse del desánimo o vacío, en que se
encuentra.
Cuando las lágrimas son iluminadas por el sol de la fe, se forma en
el alma, un hermoso arco iris de la paz.
Oremos para que la fe y la esperanza estén siempre presentes en los que
asisten a los enfermos.
Por este misterio pedimos a María Santísima interceda ante
Jesús por los que padecen enfermedades mentales. Que la
Sanidad les preste la atención necesaria y se vean aliviados en
sus padecimientos. También te rogamos por sus cuidadores y
familiares que conviven con ellos. Dales la paciencia, fuerza que
necesitan y salud para que puedan atenderles, en una
enfermedad que desgasta mucho al cuidador.. ¡Te lo pedimos,
Señor!! PADRENUESTRO, 10 AVEMARÍA, GLORIA
JACULATORIA
Sagrado Corazón de Jesús… en ti confío y en tu misericordia espero
Bendito San José, aumenta nuestra fe y danos la humildad
María, Salud de los enfermos. Ruega por nosotros y todos los que sufren.
(3) NUESTRA SEÑORA DE LOURDES, RUEGA POR NOSOTROS
Reflexión:
Hermano(a), hoy como ayer, también nosotros manipulados por
las apariencias dejamos al anciano o al enfermo, sólo esto nos
hace reflexionar que debemos acompañar al enfermo, sin hacer
juicios o condenar el origen o causa de la enfermedad, hoy como
Iglesia, es el momento para practicar la caridad y la solidaridad.
Si amas Jesús, ¡qué fácil es sufrir por él!, porque, donde reina el SEGUNDO MISTERIO
amor, no hay dolor, y si lo hay, se le ama (Sn. Agustín). Su auto revelación en las Bodas de Caná
Por este misterio pedimos a María Santísima TERCER MISTERIO
El anuncio del Reino de Dios,
interceda ante Jesús Por todos los religiosos y invitando a la conversión
religiosas consagrados al servicio de los enfermos y
pobres: para que, como María en su visita a Isabel,
sean imagen de la solicitud de Cristo por los
hermanos que nos necesiten.
PADRENUESTRO, 10 AVEMARÍA, GLORIA
JACULATORIA
Sagrado Corazón de Jesús… en ti confío y en tu misericordia espero
Bendito San José, aumenta nuestra fe y danos la humildad
María, Salud de los enfermos. Ruega por nosotros y todos los que sufren.
(3) NUESTRA SEÑORA DE LOURDES, RUEGA POR NOSOTROS
Reflexión:
Reflexión:
Hermano(a): Necesitas ser como Simón de Cirene con los
enfermos o ancianos, ayudarles a cargar con esa cruz que
cada uno tenemos y que no podemos ni debemos
renunciar a ella, pues es nuestro medio de salvación pero
con la ayuda de otra persona, podemos hacer que sea más
ligera.
Por este misterio pedimos a María Santísima interceda ante Jesús
por nuestra comunidad cristiana, SIL para que tenga siempre los QUINTO MISTERIO
La institución de la Eucaristía
ojos atentos y el corazón sensible a las necesidades de quien sufre,
y se convierta así en oasis de la misericordia del Padre. Escucha,
Padre, nuestra oración y danos un corazón compasivo como el de
María, para que nos mostremos siempre más atentos a las
necesidades de nuestros hermanos que sufren y nos
comprometamos, sin miedo, a acompañarles. Por Jesucristo,
nuestro Señor. Amén.
PADRENUESTRO, 10 AVEMARÍA, GLORIA
JACULATORIA
Sagrado Corazón de Jesús… en ti confío y en tu misericordia espero
Bendito San José, aumenta nuestra fe y danos la humildad
María, Salud de los enfermos. Ruega por nosotros y todos los que sufren.
(3) NUESTRA SEÑORA DE LOURDES, RUEGA POR NOSOTROS
Reflexión:
Hermano(a): No tenemos que esperar a que se muera nuestro
enfermo o familiar, para acompañarle o resaltar sus cualidades,
sino que en vida es nuestra oportunidad que no se sienta solo y
encuentre en nuestra compañía un sentido cristiano al
sufrimiento, con la esperanza de que el mañana será mejor.
ORACIONES DESPUÉS
Al terminar este Santo Rosario a nuestra Madre María, Rezamos por las intenciones del Santo
Padre y en reparación a las Ofensas al Sagrado Corazón de Jesús y para Ganar las Santas
Indulgencias Plenarias.
PADRENUESTRO.-
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase
tu voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén
3 AVEMARÍA.-
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tú eres entre todas las
mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén
GLORIA.-
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos Amen.
V. Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios, no desprecies las
suplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos
de todos los peligros, oh Virgen gloriosa y bendita. Ruega por nosotros
Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de nuestro Señor Jesucristo. Amén
.
Señor Jesucristo, que para redimir a los hombres y sanar a los enfermos quisiste
asumir nuestra condición humana, mira con piedad a todos los enfermos, a todos
que necesitan ser curados en el cuerpo y en el espíritu.
Reconfórtalos con tu poder para que levanten su ánimo y puedan superar todos sus
males; y, ya que has querido asociarlo a tu Pasión redentora, haz que confíen en la
eficacia del dolor para la salvación del mundo.
OREMOS
R. Sálvanos, Señor.
R. Óyenos, Señor.
Señor Jesús, que curaste al ciego de Betsaida (Mt 8,22). Ten piedad de nosotros.
Señor Jesús que curaste a dos ciegos en Cafarnaúm (Mt 9,27). Ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste a dos ciegos en Jericó (Mt 20,29). Ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste a un ciego y mudo (Mt 12,22). Ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste al sordomudo en Decápolis (Mt 7,34). Ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste a un leproso en Galilea (Mt 1,41). Ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste a diez leprosos en Galilea (Lc 17,11). Ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste al paralítico de Cafarnaúm (Mt 9,1). Ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste al paralítico de la piscina (Jn 5,1). Ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste al hombre de la mano atrofiada (Mt 12,9). Ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste a la mujer hemorroísa (Lc 8,42). Ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste a un hombre hidrópico (Lc 14,1). Ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste al siervo del centurión (Mt 8,5). Ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste al hijo del funcionario real (Jn 4,50). Ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste a la suegra de San Pedro (Mc 1,25). Ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste a un niño lunático (Mt 17,18). Ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste al poseso de Cafarnaúm (Mc 1,25). Ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste a un poseso mudo (Lc 11,14). Ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste a una joven posesa de Canaán (Mc 7,24). Ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que curaste a dos posesos de Gerasa (Mt 8,28). Ten piedad de nosotros.
Señor Jesús, que resucitaste a la hija de Jairo (Mc 5,41). Ten misericordia de nosotros.
Señor Jesús, que resucitaste al hijo de una viuda (Lc 7,14). Ten misericordia de nosotros.
Señor Jesús, que resucitaste a tu amigo Lázaro (Jn 11,1-43). Ten misericordia de nosotros.
Señor Jesús, que resucitaste Tú mismo del sepulcro (Mc 16,6). Ten compasión de nosotros
Por estos misterios santos de que hemos hecho recuerdo, te pedimos, ¡oh María!,
de la Fe santa el aumento; la exaltación de la Iglesia; del Papa el mejor acierto.
Que el gentil conozca a Dios; que el hereje vea sus yerros. Que todos los
pecadores tengamos arrepentimiento. Que los cautivos cristianos sean libres de
cautiverio. Goce puerto el navegante y de salud los enfermos. Que en el
purgatorio logren las ánimas refrigerio. Y que este santo sacrificio tenga efecto
tan completo en toda la cristiandad, que alcancemos por su medio, el ir a alabar a
Dios en tu compañía en el cielo. Amén.
Ave María Purísima. Sin pecado concebida.
Indignos somos por nuestros pecados de que nos escuches, Pero acuérdate que jamás se
ha oído decir que ninguno de los que han acudido a ti haya sido abandonado.
¡Madre tierna! ¡Madre bondadosa! ¡Madre dulcísima! Ya que Dios obra por tu mano
curaciones sin cuento en la Gruta prodigiosa de Lourdes, sanando tantas víctimas del dolor,
guarda también una mirada de bendición para nuestro pobre enfermo… (se dice el
nombre). Alcanzadle de vuestro Divino Hijo Jesucristo la deseada salud, si ha de ser para
mayor gloria de Dios.