Oxigenoterapia - Pronafe-1
Oxigenoterapia - Pronafe-1
Oxigenoterapia - Pronafe-1
• DEFINICIÓN
• INDICACIONES
• DISPOSITIVOS
• CUIDADOS DE ENFERMERÍA
Durante esta unidad, abordaremos la definición e indicaciones de la oxigenoterapia, así como los dispositivos
utilizados para la misma, con sus cuidados de Enfermería.
OBJETIVOS
Conocer la definición e indicaciones de la oxigenoterapia.
Diferenciar los tipos de dispositivos, las ventajas, desventajas y complicaciones de su utilización.
Comprender los cuidados de Enfermería de cada dispositivo.
Oxigenoterapia definición
Es la utilización terapéutica del oxígeno, fundamentalmente en patología respiratoria (enfermedad pulmonar obstructiva
crónica -EPOC-, asma, enfisema, etc.) y también como tratamiento coadyuvante en otros procesos patológicos (shock,
anemia, insuficiencia cardiaca, procesos neurodegenerativos, etc.).
El principal objetivo en su utilización, es corregir la hipoxemia, es decir, aumentar la presión parcial del O2 (PaO2) a más de
55 mmHg, mediante el aporte de una concentración suplementaria en la fracción inspirada, y de esta forma saturar
suficientemente la hemoglobina. Es preciso recordar que el oxígeno es un fármaco y, como tal, debe ser considerado en su
indicación, dosificación y aplicación, sea cual sea el dispositivo, sus efectos secundarios y sus cuidados.
Cuando se administra oxígeno como medida de urgencia, el profesional de enfermería puede iniciar el tratamiento y solicitar
después la indicación medica.
Su administración debe cumplir cinco principios:
•Dosificado
•Continuo
•Humidificado
•Calentado
•El estado del paciente, la severidad de su cuadro y las causas de la hipoxemia, determinaran el método de su
administración.
Indicaciones
La oxigenoterapia siempre está indicada cuando exista una deficiencia en el aporte de oxígeno tisular y
ante la presencia de dificultad respiratoria con signos de hipoxia (cianosis, incremento del trabajo
cardiorrespiratorio, depresión SNC). Ésta puede ser diagnosticada de forma objetiva, mediante
determinaciones analíticas como la gasometría arterial (GA) con PaO2 < 60 mmHg y la pulsioximetría
(SatO2) con lectura < 90% o bien gracias a los signos y síntomas clásicos (disnea, cianosis, taquipnea,
disminución del murmullo vesicular, etc.)
Existe dos modalidades de administración de oxígeno:
1)Administración de oxígeno no invasiva
2)Administración de oxígeno invasiva
DISPOSITIVOS NO INVASIVOS
El dispositivo a seleccionar dependerá de las características y necesidades del sujeto de atención. Debe ser
adecuadamente seleccionado ya que la eficacia de la terapia está determinada según el mismo. Entre los aspectos a
valorar se encuentran el flujo o concentración de O2 requerida, grado de cumplimiento, actividad y características
individuales. El criterio más usado para clasificar los sistemas de oxigenoterapia es el flujo de la mezcla gaseosa que
llega al individuo: bajo y alto flujo.
Complicaciones
Son menores que en dispositivos de alto flujo, pero no se debe olvidar la posible aparición de:
◗ Cefalea. ◗ Somnolencia. ◗ Parestesias. ◗ Anorexia. ◗ Sequedad de mucosas ◗ Irritación traqueal. ◗
Hipoxemia: por descolocación de la cánula de la nariz, bajo flujo y acodamientos. ◗ Posibles lesiones
cutáneas por presión del dispositivo.
Mascarilla simple:
Es un dispositivo flexible que cubre toda la nariz y la boca, con orificios laterales para la
exhalación de CO2 y la entrada de aire ambiental, se ajusta a través de una cinta
trasera. Indicada en hipoxemia leve a moderada.
Ventajas: permite administrar mayor flujo (entre 6 y 10 litros), obteniendo mayor FiO2
(entre 50 y 60 %); su utilización es sencilla, es liviana y de bajo costo.
Desventajas: interfiere en la alimentación, la expectoración y la hidratación, dificulta la
comunicación oral, se puede desconectar fácilmente ante cambios de posición del
paciente.
Cuidados de Enfermería:
Controlar la indicación, dosificación, humidificación y el correcto funcionamiento del equipo.
Controlar que la mascarilla se encuentre en posición correcta y que no presente fugas de aire.
Valorar el estado de la mucosa oral y nasal y mantenerlas hidratadas.
Favorecer la higiene oral y nasal.
Vigilar puntos de apoyo.
Mantener el dispositivo limpio.
Controlar el patrón respiratorio del paciente y la aparición de signos y síntomas de alteración en la
oxigenación (disnea, taquipnea, taquicardia, cefalea, cianosis, uso de músculos respiratorios, agitación,
confusión).
Controlar la saturación de O2.
Registrar todos los cuidados y procedimientos, especialmente los relacionados con los cambios de flujo
de oxígeno, las alteraciones gasométricas o los signos y síntomas experimentados por el paciente.
Complicaciones: Son mayores que en las cánulas nasales por su mayor concentración de oxígeno, por
tanto es necesario prestar especial atención a los signos y síntomas de intoxicación por oxígeno o por
retención de carbónico:
◗ Cefalea. ◗ Somnolencia. ◗ Parestesias. ◗ Anorexia. ◗ Sequedad de mucosas: nasal. ◗ Irritación traqueal.
◗ Hipoxemia: por descolocación de la mascarilla, bajo flujo o acodamientos. ◗ Posibles lesiones por
decúbito en zonas de presión del dispositivo
Mascarilla con reservorio:
Mascarilla similar a la simple, a la que se añade una bolsa reservorio con capacidad
máxima de 750 ml y una válvula unidireccional con sentido a la inspiración del paciente.
Indicada en hipoxemia moderada a grave.
Ventajas: permite altas concentraciones de O2 (entre 10 y 15 litros, con FiO2 de 90 a
100%), precisa para el control de FiO2, permite un buen tratamiento a corto plazo, de
uso sencillo a bajo costo.
Desventajas: puede producir reinhalación de CO2, interfiere en la comunicación, la
alimentación, la expectoración, se descoloca fácilmente.
Cuidados de Enfermería:
Controlar la indicación, dosificación, humidificación y el correcto funcionamiento del equipo.
Controlar que la mascarilla se encuentre en posición correcta y que no presente fugas de aire.
Valorar el estado de la mucosa oral y nasal y mantenerlas hidratadas.
Favorecer la higiene oral y nasal.
Vigilar puntos de apoyo.
Mantener el dispositivo limpio.
Controlar el patrón respiratorio del paciente y la aparición de signos y síntomas de alteración en la
oxigenación (disnea, taquipnea, taquicardia, cefalea, cianosis, uso de músculos respiratorios, agitación,
confusión).
Controlar la saturación de O2.
Registrar todos los cuidados y procedimientos, especialmente los relacionados con los cambios de flujo
de oxígeno, las alteraciones gasométricas o los signos y síntomas experimentados por el paciente.
Complicaciones: Son mayores que en el resto de las mascarillas por su alta concentración de oxígeno;
por tanto, es necesario prestar especial atención a los signos y síntomas de intoxicación por oxígeno o
por retención de carbónico:
◗ Cefalea. ◗ Somnolencia. ◗ Parestesias. ◗ Anorexia. ◗ Sequedad de mucosas: nasal y bucal. ◗ Irritación
traqueal. ◗ Tos. ◗ Edema. ◗ Fibrosis. ◗ Hipoxemia: por descolocación de la mascarilla, bajo flujo y
acodamientos. ◗ Posibles lesiones cutáneas por presión del dispositivo. ◗ Tolerancia al oxígeno. ◗
Interacción con fármacos (catecolaminas, corticoides, antibióticos). ◗ Depresión respiratoria por
desensibilización del centro respiratorio.
Dispositivos de alto flujo:
Estos dispositivos aportan oxígeno con índices superiores a la fracción de flujo espiratorio normal y las
variaciones de la FiO2 no cambian con el patrón respiratorio del paciente. Son:
•Mascarilla de Venturi
•Cánula nasal de alto flujo
•Ventilación mecánica no invasiva
Mascarilla de Venturi
Similar a la mascarilla simple, pero esta cuenta con un dispositivo regulador de FiO2, situado en su base y que
conecta con la tubuladura. Dependiendo del fabricante este regulador tendrá diferentes colores para la graduación de
FiO2. Indicada en hipoxemia con altos requerimientos de O2.
Ventajas: permite excelentes concentraciones de O2, muy precisa para el control de la FiO2, su utilización es sencilla
y a bajo costo.
Desventajas: interfiere en la alimentación, la expectoración y la hidratación, dificulta la comunicación oral, se puede
desconectar fácilmente ante cambios de posición del paciente.
Cuidados de Enfermería:
Controlar la indicación, dosificación, humidificación y el correcto funcionamiento del equipo.
Controlar que la mascarilla se encuentre en posición correcta y que no presente fugas de aire.
Valorar el estado de la mucosa oral y nasal y mantenerlas hidratadas.
Favorecer la higiene oral y nasal.
Vigilar puntos de apoyo.
Mantener el dispositivo limpio.
Controlar el patrón respiratorio del paciente y la aparición de signos y síntomas de alteración en la
oxigenación (disnea, taquipnea, taquicardia, cefalea, cianosis, uso de músculos respiratorios, agitación,
confusión).
Controlar la saturación de O2.
Registrar todos los cuidados y procedimientos, especialmente los relacionados con los cambios de flujo
de oxígeno, las alteraciones gasométricas o los signos y síntomas experimentados por el paciente.
Complicaciones: Son mayores que en los dispositivos de bajo flujo por su mayor concentración de
oxígeno. Es necesario, por tanto, prestar especial atención a los signos y síntomas de intoxicación por
oxígeno o por retención de carbónico:
◗ Cefalea. ◗ Somnolencia. ◗ Parestesias. ◗ Anorexia. ◗ Sequedad de mucosas: nasal. ◗ Irritación traqueal.
◗ Hipoxemia: por descolocación de la mascarilla, bajo flujo o acodamientos. ◗ Posibles lesiones cutáneas
por presión del dispositivo.
Cánula nasal de alto flujo (CAFO/CNAF)
Es una cánula flexible que se adapta a las fosas nasales del sujeto de atención, se sujeta a los pabellones auditivos y
se conecta a un equipo el cual permite administrar O2 humidificado y calentado con un flujo superior al flujo pico
inspiratorio (> 6 L/kg/min en adultos), controlando la FIO2 deseada. Se pueden usar dos tipos de equipo:
Cuidados de Enfermería
Seleccionar las mascarilla adecuada según la necesidad del paciente.
Mantener al paciente en posición semifowler con la cabecera a 45º.
Controlar la posición y ajuste de las mascarillas, detectando posibles fugas.
Vigilar los puntos de apoyo de la mascarilla, en búsqueda de lesiones en mucosas y piel.
Comprobar que las fosas nasales se encuentren permeables y libres de secreciones.
Cada 4-6 horas intercalar periodos de descanso de 15-30 minutos para permitir la hidratación y alimentación e higiene bucal y nasal, del
sujeto,
Mantener la mucosa bucal y nasal hidratadas.
Controlar el patrón respiratorio del paciente y la aparición de signos y síntomas de alteración en la
oxigenación (disnea, taquipnea, taquicardia, cefalea, cianosis, uso de músculos respiratorios,
agitación, confusión).
Controlar la saturación de O2.
Valorar la aparición de distención abdominal.
Registrar todos los cuidados y procedimientos, especialmente los relacionados con los cambios de
flujo de oxígeno, las alteraciones gasométricas o los signos y síntomas experimentados por el
paciente.
Complicaciones
• Riesgo de broncoaspiración por la dificultad de eliminar las secreciones con máscara nasal.
• Distensión gástrica y consiguiente riesgo de vómito.
• Potencial riesgo de isquemia miocárdica.
• Neumotórax
Evaluación de Unidad
Completar:
Los dispositivos de bajo flujo aportan aire enriquecido con O2, al mismo tiempo que aire ambiental.
Los dispositivos de alto flujo aportan oxígeno con índices superiores a la fracción de flujo espiratorio
normal.
Marque la respuesta correcta:
La cánula nasal permite…
Administrar flujos de 1 a 6 litros X
Administrar FIO2 mayor a 50%
Es efectivo si el sujeto de atención respira por la boca
El BPAP permite…
Administrar presión inspiratoria y espiratoria positiva continua X
Administrar presión inspiratoria y espiratoria negativa continua
Administrar presión positiva y espiratoria negativa continua
Bibliografía
Alaiza Gulina, N. (2014). Guía rápida y Poster de dispositivos de Oxigenoterapia para Enfermería.
Universidad Pública de Navarra.
Smeltzer, S. C., Brunner, L. S., Suddarth., & Bare, B. G. (2012). Brunner y Suddarth. Enfermería
medico quirúrgica (12ʹ edición.). Madrid: McGraw-Hill.