Presentacion #2 Estudios de Viabilidad

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Estudios de Viabilidad

DEFINICIÓN DE ESTUDIO DE
VIABILIDAD

 El Estudio de Viabilidad, también llamado


Estudio Previo o Estudio Preliminar, tiene por
objeto comprobar si en un proyecto existen
soluciones que cumplan los objetivos definidos
en el planteamiento inicial y determinar que
son viables física, legal, social, económica y
financieramente.
 En esta fase del proyecto se persigue obtener
una visión de conjunto del proyecto, siendo,
por tanto, sus objetivos fundamentales los
siguientes:
 Conocer el proyecto en su conjunto.
 Obtener posibles soluciones.
 Estudiar la viabilidad de estas soluciones.
 La Figura 1 representa gráficamente los objetivos de
esta fase del proyecto en la que a partir de una idea se
plantean las posibles soluciones al mismo habiendo
descartado aquellas soluciones que no son válidas.
 En el Estudio de Viabilidad se manejan valores
estimativos sobre el proyecto aprovechando la
experiencia profesional de la ingeniería y la
información de carácter general y específico que se
posee.
 En esta etapa del proyecto, partiendo del
conocimiento genérico que da el planteamiento del
proyecto, se analizan las partes principales que lo
componen con el objetivo de definir un conjunto de
soluciones que cumplan las premisas iniciales del
problema para posteriormente ser valoradas desde
diferentes puntos de vista.
 El coste del Estudio de Viabilidad es de poca
consideración si se compara con los honorarios del
proyecto, y menor aún si la comparación se hace
respecto al volumen de la inversión que deberá
realizar el promotor.
 Un Estudio de Viabilidad significará un gasto que
oscilará entre un 1 y un 3 por mil de la inversión,
equivalente más o menos al 5% de los honorarios
del proyecto.
 Este pequeño gasto viene a resolver una gran
incógnita: si el proyecto tiene solución y bajo qué
condiciones.
 Un Estudio de Viabilidad puede ofrecer tres
respuestas distintas:

 De acuerdo con el planteamiento y con los


objetivos marcados, la solución o las posibles
soluciones del proyecto no son viables, es decir,
que o bien falla por causas técnicas o económicas,
o bien porque las condiciones sociales, legales o
financieras no se pueden cumplir. Si la respuesta
es ésta, el proyectista aconsejará al promotor
rechazar la inversión o modificar el planteamiento
y los objetivos iniciales de manera que el proyecto
sea factible con esas nuevas condiciones.
 Existe una única solución válida al proyecto o,
habiendo varias, una de ellas sea claramente superior a
las demás. En este caso se puede continuar con las
otras fases del proyecto. El estudio preliminar añade,
además, otras posibilidades como, por ejemplo, la de
apuntar que ligeros cambios en los objetivos mejoran
considerablemente los resultados.
 Existen varias soluciones alternativas al proyecto,
todas ellas viables. Esta situación se resuelve con el
análisis y la selección de la mejor alternativa, cosa que
sucede en la fase de anteproyecto.
 El estudio de las posibles alternativas y su
viabilidad es la parte fundamental de esta etapa
del proyecto. Este estudio no debe hacerse
analizando y desmenuzando el proyecto
exhaustivamente ya que dicha tarea está
reservada para las fases siguientes. En esta
etapa el proyectista se aproximará al proyecto
con una visión de carácter general. La exactitud
que se exige en el Estudio de Viabilidad
depende de los medios puestos en juego, por lo
que suelen admitirse errores entre el 25% y el
30% de la inversión.
ETAPAS DE UN ESTUDIO DE VIABILIDAD

 En el Estudio de Viabilidad se realiza un


primer recorrido por el proyecto que sirve
para marcar las premisas de la fase siguiente.
Esta etapa se inicia con la búsqueda de la
información técnica, legal y económica que
afecte al proyecto en estudio. Posteriormente,
se realizan procesos de análisis y síntesis con
el fin de determinar soluciones al proyecto.
 Cada etapa es un paso adelante en la
resolución del estudio.
 A partir de los resultados de las etapas
precedentes y de información de tipo genérico
y específico se procesa todo ello con el
objetivo de obtener el resultado perseguido en
la etapa.
 Como es lógico, este resultado se evalúa para
decidir si se continúa con la etapa siguiente o
se retrocede para corregir ésta u otras etapas
precedentes.
 Esta retroalimentación del proceso permite ir ganando
conocimientos más amplios de cada actividad y, por
tanto, el proyectista se encuentra en mejores
condiciones de emitir una respuesta válida. El
concepto está basado en la premisa esencial por la cual
el proyectista raramente llega a una solución aceptable
en un primer tratamiento de cada etapa.
 El uso de estas iteraciones depende únicamente del
ingeniero. Suya es la capacidad de juzgar si los
resultados obtenidos se corresponden con los objetivos
o si es conveniente profundizar más en la etapa que se
estudia.
 La macro-estructura de Estudio de Viabilidad
presentada en la Figura 2 da una visión general
de cómo resolver esta fase.
 Sin embargo, al existir importantes diferencias
entre unos tipos y otros, no es posible aplicar
este esquema directamente a todos los
proyectos de ingeniería. Es necesario
considerar las características propias de cada
grupo y, a partir de él, construir un esquema
metodológico específico que recoja esas
características y lo haga plenamente útil.
ESTUDIO DE VIABILIDAD EN PROYECTOS
DE PLANTAS INDUSTRIALES

 En relación con plantas industriales, el


proyectista se enfrenta a temas, en
general, muy similares pero, con
problemáticas diferentes, debido a
circunstancias que corresponden más al
entorno que al propio proyecto.
 Entre otras cuestiones, cabe destacar las siguientes:
 El proyecto corresponde a una industria de nueva
planta, a petición de un grupo inversor que no tiene
experiencia previa en este campo.
 El proyecto corresponde al traslado de una industria
ya existente, traslado que viene exigido por cambios
en las condiciones del mercado, por
condicionamientos legales, por necesidades de
ampliación, por cambios en el proceso técnico, por
conveniencia económica o porque la industria haya
quedado obsoleta.
 El proyecto únicamente tiene por objeto variar parte
de las instalaciones existentes: modificar y/o sustituir
parte del proceso de producción, corregir aspectos
organizativos, optimizar parte del proceso o
automatizar la planta.
 El proyecto está muy condicionado por un pliego de
condiciones inicial establecido por el promotor.
 Antes de encargar el proyecto se han llevado a cabo
importantes trabajos sobre él, como por ejemplo,
estudios de mercado, estudios de localización o
estudios de financiación.
 Estas circunstancias pueden modificar algunas de las
etapas de un Estudio de Viabilidad. A pesar de ello, se
puede definir la siguiente micro-estructura aplicable a
esta tipología de proyectos:
 1. Concepción. Esta fase tiene por objeto la correcta y
precisa definición de los objetivos del proyecto a partir
de la idea del mismo. Para ello es necesario recopilar y
analizar toda la información generada para el proyecto
desde que se decide su estudio: descripción de
necesidades detectadas, datos conocidos de productos,
datos económicos y financieros, datos técnicos del
proyecto, etc.
 2. Estudio de mercado. Este capítulo se destina
al estudio de la demanda de producto. En esencia
se trata de determinar cuánto se puede vender y a
qué precio, especificando las características del
producto y abordando los problemas de
comercialización derivados de “llevar” el
producto al consumidor.
 3. Tamaño. Este capítulo trata sobre la
determinación de la capacidad de producción que
ha de instalarse.
 4. Localización. Esta etapa tiene como objetivo
la determinación de la localización de la nueva
unidad productora.
 5. Definición técnica. Este trabajo abordará las
investigaciones técnicas preliminares, los problemas de
ingeniería que plantea el diseño mismo del producto y de los
procesos de producción del mismo, especificaciones de
materias primas, realización de prototipos y ensayo de los
mismos.
 6. Presupuesto de inversión. En esta etapa se procede a la
estimación de las necesidades de capital que la realización
del proyecto exige, tanto de capital fijo como de capital
circulante.
 7. Programación. La definición técnica del proyecto en
cuanto al modo y medios con que realizarlo, se plasma en un
programa con indicación de los objetivos parciales a
conseguir a lo largo del tiempo, para poder acceder al
objetivo final perseguido.
 8. Financiación. Se han de especificar las fuentes
monetarias a donde se recurrirá y la forma en que se
proyecta canalizar los recursos financieros para que la
iniciativa del proyecto sea viable.
 9. Presupuesto de explotación. En este capítulo se
determinan los costes de funcionamiento e ingresos
derivados de las ventas, a lo largo del período de
servicio del proyecto.
 10. Evaluación: El objetivo final del Estudio de
Viabilidad es dar un juicio de valor sobre si interesa
realizarlo o no, de acuerdo a los criterios de
evaluación de aceptación general.
 El proceso de definición de estos trabajos
describe una secuencia lógica, tal y como se
muestra en la Figura 3, en donde también se
presentan las relaciones de precedencia de unos
trabajos respecto a otros. Así, por ejemplo, es
preciso saber lo que hay que fabricar (volumen
de demanda a satisfacer, gamas de productos,
calidades, etc.) antes de definir técnicamente el
proceso de producción del producto; y de la
misma manera se necesita definir técnicamente el
proyecto para poder conocer el coste de la
inversión que la realización del mismo supondrá.
 El resultado de un Estudio de Viabilidad para
proyectos de plantas industriales es la definición de:
 Un proyecto con capacidad de producción
definida,
 En un emplazamiento seleccionado,
 Utilizando una o varias tecnologías determinadas,
 En relación con materiales e insumos específicos,
 Con costes de inversión y producción
identificados,
 E ingresos por concepto de ventas que produzcan
un rendimiento determinado respecto de la
inversión.
ESTUDIO DE MERCADO

 El estudio de mercado tiene por objeto estimar la cuantía de


los bienes o servicios procedentes de una nueva unidad de
producción, que la comunidad está dispuesta a adquirir a
determinados precios.
 El conocimiento del mercado supondrá estar en condiciones
de responder a las siguientes cuestiones:
 ¿Qué vender? Requisitos de producto de acuerdo con las
preferencias de los consumidores.
 ¿Cuánto se podrá vender? De acuerdo a las posibilidades
del mercado, precios y competencia.
 ¿Cómo vender? De qué manera se comercializará el
producto con objeto de acercarlo al consumidor.
 La sistemática para abordar este trabajo será:
 1. Recopilar los antecedentes y establecer las bases
empíricas de la situación actual del mercado
 Los trabajos en esta etapa del desarrollo del Estudio de Viabilidad
se centran en la búsqueda de información relativa al producto o
servicio. Se recopilarán, utilizando fuentes indirectas (anuarios,
censos, registros industriales, guías de fabricantes) o fuentes
directas (entrevistas, encuestas a distribuidores y/o
consumidores), datos sobre:
 Precios y costes actuales: usuario, mayorista, productos.
 Usos del producto: cómo se usa y con qué fines. Especificaciones.
 Comercialización.
 Productos de uso alternativo.
 Series estadísticas: Producción, consumo, índice de precios, etc.
 2. Analizar la demanda
 Se entiende por demanda actual la cantidad de bienes o
servicios que el mercado requiere o solicita para buscar la
satisfacción de una necesidad específica a un precio
determinado en un momento dado. A veces resulta difícil
obtener cifras de demanda directamente del mercado.
 En estos casos se recurre a calcular la demanda aparente que
viene dada por datos de producción:
 La demanda es función de los siguientes
factores:
 Nivel de precios.
 Nivel de ingresos de los consumidores.
 Cambios en la distribución geográfica de los
consumidores.
 Alteración de las preferencias de los
consumidores.
 Innovaciones técnicas que producen bienes
sustitutivos.
 Para analizar la demanda real es necesario
estudiar cómo estos factores influyen sobre la
cantidad de bienes demandados, es decir, analizar
lo que se conoce como elasticidad de la demanda.
 Así, por ejemplo, un aumento del precio puede
suponer una disminución de la demanda de
ciertos productos mientras que el descenso de
precios puede suponer una mayor demanda del
producto, como se muestra en la Figura 4.
 Por otra parte, un aumento de los ingresos puede
suponer un aumento de la demanda de ciertos y
viceversa para otros.
 El principal propósito que se persigue con el análisis de la
demanda es determinar y medir cuales son las fuerzas que
afectan a los requerimientos del mercado respecto a un bien o
servicio, así como determinar la posibilidad de participación del
producto del proyecto en la satisfacción de dicha demanda.
 Cuando existe información estadística resulta “fácil” conocer
cuál es el valor de la demanda y su comportamiento histórico, y
en estos casos la investigación en campo servirá para formar un
criterio con relación a los factores cualitativos de la demanda,
esto es, conocer un poco más a fondo cuales son las preferencias
y los gustos del consumidor.
 Cuando no existen estadísticas, lo cual es frecuente en muchos
productos, la investigación de campo queda como el único
recurso para la obtención de datos y cuantificación de la
demanda.
 El estudio de la información hasta ahora disponible
(obtenido mediante fuentes directas o fuentes
indirectas), permite estimar la cuantía real de la
demanda en un momento dado, de forma que se
detecta la existencia o no de demanda actual
insatisfecha y se estima su magnitud. Puede ocurrir,
en casos de demanda insatisfecha, que la nueva
producción se sume a la actual no desplazándose a
nadie del mercado.
 Pero por regla general se producen desplazamientos
del mercado de competidores existentes ya que al
mejorarse técnicamente el producto o el proceso de
fabricación, se mejora la calidad o se reducen los
costes de producción.
 En cualquier caso, es necesario no sólo estimar la
demanda actual sino también la demanda global
futura con objeto de analizar la posible producción de
la planta industrial a lo largo de su vida útil.
 Algunos métodos para estimar la demanda futura de
un producto son:
 Proyección de la tendencia. Consiste en establecer una
línea media entre las cantidades consumidas durante cierto
número de años y estimar la demanda futura de acuerdo a
la tendencia de dicha línea.
 Empleo de coeficientes técnicos. Este método es
adecuado para pronosticar la demanda futura de bienes
intermedios que permiten producir bienes de consumo
final. Por ejemplo, la demanda de cemento depende del
número de viviendas nuevas que se van a construir.
 Comparaciones internacionales. Permite determinar
tendencias mediante comparación con terceros países de
su evolución en la demanda
 Modelos econométricos. Partiendo de datos estadísticos,
se consigue expresar mediante funciones matemáticas la
posible evolución de la demanda como es el caso de la
elasticidad de la demanda
 Uso de los resultados de la encuesta de gasto familiar.
Este método consiste en la elaboración de encuestas y
posterior análisis de resultados para definir la tendencia
de la demanda
 Prognosis sin datos estadísticos. Cuando no se dispone
de datos estadísticos se puede predecir la futura demanda
a partir de consideraciones tales como objetivos de
desarrollo, factores políticos, tamaño de mercado, etc.
 3. Analizar la oferta
 Por oferta se entiende la cantidad de bienes y servicios
que un cierto número de productores están dispuestos a
poner a disposición del mercado a un precio determinado.
 La oferta al igual que la demanda es función de una serie
de factores:
 Precios en el mercado del producto.
 Apoyos gubernamentales a la producción.
 Tipo de mercado.
 El propósito que se persigue mediante al análisis de la
oferta es determinar o medir las cantidades y las
condiciones en que una economía puede y quiere poner a
disposición del mercado un bien o servicio.
 Para analizar la oferta será necesario recopilar datos
tanto de fuentes primarias como secundarias acerca
de:
 Número de productores.
 Localización.
 Capacidad instalada y utilizada.
 Calidad y precio de los productos.
 Planes de expansión.
 Inversión fija y número de trabajadores.
 De igual modo que se hace con la demanda, también
es necesario realizar una proyección de la oferta con
objeto de identificar posibles cambios de la misma a
lo largo de la vida útil de la instalación.
 4. Analizar la comercialización de los productos
 La comercialización es la actividad que permite al productor
hacer llegar un bien o servicio al consumidor con los
beneficios de tiempo y lugar. Por tanto, no se trata de una
simple transferencia de productos hasta las manos del
consumidor sino que se trata de colocar el producto en el sitio
y momento adecuados, para dar al consumidor la satisfacción
que él espera de su compra.
 Generalmente, ninguna empresa está capacitada para vender
sus productos directamente al consumidor final. Así se hace
necesario recurrir a intermediarios que
 pueden ser de dos tipos: comerciantes, que adquieren el título
de propiedad de la mercancía, y agentes, que sólo sirven de
contacto entre productor y vendedor.
 Es importante, en esta etapa determinar los canales de
comercialización de los productos a fabricar,
utilizando los existentes para la comercialización de
productos similares o proponiendo otros nuevos.
 Para determinar el canal de distribución más
adecuado es necesario considerar estos tres
factores:
 Cobertura de mercado. Los canales más simples
(productores-minoristas- consumidores) son los
que menos mercado cubren, sin embargo, los
canales más complejos (productores-agentes-
mayoristas-minoristas-consumidores) son los que
más encarecen el precio del producto pero a su vez
son con los que más mercado se abarca. Así, si se
trata de colocar en el mercado un producto selecto
y limitado se optará por un canal simple, en
cambio, si es un producto popular y de mercado
amplio se optará por un canal más complejo.
 Control sobre el producto. A mayor número de
intermediarios se perderá más el control sobre el
producto. Si se recurre a canales muy complejos el
producto puede llegar muy deteriorado al
consumidor.
 Costes. En principio los canales más simples
parecen ser los que menor coste tienen para el
productor. Esto es sólo aparentemente porque es
menos costoso atender a 10 mayoristas que a 50
minoristas.
 5. Seleccionar el objetivo de producción a cubrir por el
proyecto
 Una vez que los estudios cuantitativos y cualitativos de la
demanda han hecho posible calcular el tamaño actual del
mercado y su probable tendencia, según determinadas
hipótesis, falta examinar la demanda a la luz de “sucesos” que
puedan alterarla, a fin de fijar una meta de producción
razonable para la empresa que se proyecta.
 Sólo tiene buen éxito este trabajo fundamental si se toman en
cuenta los siguientes factores:
 Estructura de la oferta.
 Calidad del producto y de los competidores.
 Políticas de distribución y marketing.
 Llegados a este punto del desarrollo del Estudio de
Viabilidad se está en condiciones de determinar:
 Capacidad máxima de la planta.
 Rango de precios del producto.
 Especificaciones comerciales del producto.

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