El hombre se enfrenta al misterio de la existencia y recurre a la imaginación para darle sentido. Intenta establecer una relación con lo misterioso imaginándolo en términos de sí mismo. Crea religiones que expresan doctrinas, prácticas y ritos para comprender y manipular lo desconocido. Cada persona realiza este esfuerzo de forma única dependiendo de su cultura, época e individualidad.
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El hombre se enfrenta al misterio de la existencia y recurre a la imaginación para darle sentido. Intenta establecer una relación con lo misterioso imaginándolo en términos de sí mismo. Crea religiones que expresan doctrinas, prácticas y ritos para comprender y manipular lo desconocido. Cada persona realiza este esfuerzo de forma única dependiendo de su cultura, época e individualidad.
El hombre se enfrenta al misterio de la existencia y recurre a la imaginación para darle sentido. Intenta establecer una relación con lo misterioso imaginándolo en términos de sí mismo. Crea religiones que expresan doctrinas, prácticas y ritos para comprender y manipular lo desconocido. Cada persona realiza este esfuerzo de forma única dependiendo de su cultura, época e individualidad.
El hombre se enfrenta al misterio de la existencia y recurre a la imaginación para darle sentido. Intenta establecer una relación con lo misterioso imaginándolo en términos de sí mismo. Crea religiones que expresan doctrinas, prácticas y ritos para comprender y manipular lo desconocido. Cada persona realiza este esfuerzo de forma única dependiendo de su cultura, época e individualidad.
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CAPÍTULO PRIMERO:
LA CREATIVIDAD RELIGIOSA DEL HOMBRE
Prof. P. Johnny García Abad
• En la historia los hombres ante el enigma del destino, delante del misterio, no pueden entender cómo es el misterio, qué rostro tenga. • Por esta razón recurre a la imaginación: imaginar lo que no se puede explicar con razonamientos es el último recurso del anhelo de conocer el misterio. • Para Julien Reis, todas las culturas del mundo son creaciones cuyas raíces se encuentran en la imaginación simbólica. • Y para Reis, se trata de la raíz que reúne a todos los seres humanos en la búsqueda de una trascendencia, de otro con quien construir una alianza. • Significa búsqueda de una experiencia religiosa, que es intuición del infinito divino en lo finito, de lo eterno en lo mortal. • El ser humano siempre ha intentado imaginar y definir el misterio del enigma último (este algo) con relación a él mismo, y lo ha hecho en función de su relación con la realidad y por ello, es una expresión razonable. • Por lo tanto, la religión es el conjunto expresivo de este esfuerzo imaginativo, y se manifiesta en tres aspectos: Un cuerpo conceptual = doctrina
Ciertas prácticas = moral
Ciertos ritos = celebraciones
• Esta expresión puede incluso llegar al punto de pretender poseer y dominar lo misterioso. • Cabe mencionar que una religión depende de: La tradición Del ambiente Del momento histórico Del temperamento personal-individual • Cada hombre realiza ese intento de identificar, de imaginar aquello que confiere sentido. • Teóricamente cada persona podría crear su religión. 1. Algunas actitudes en la construcción religiosa.
• Cuando el hombre percibe la profundidad del misterio –
ese algo – y de que, en última instancia todo depende de él, no logra permanecer por mucho tiempo en ese estado; pues, se le presenta como algo que no puede resolver totalmente, le da como vértigo tal intuición.
• Por eso intenta, de alguna forma, imaginarlo en relación
consigo mismo, en términos que estén en función de sí mismo. El hombre no sabe y se esfuerza por establecer una relación de intercambio con el Misterio.
El hombre descubre cierta armonía cósmica y pretende vivirla
conscientemente, él como parte de esa armonía. Intenta hacer un pacto entre esas fuerzas imaginadas (donde él puede manipularlas: magia).
El hombre no sabe, pero se arriesga, al recurrir ya confiado a la
buena disposición del otro. Se le identifica, se le nombra, se le ora, pues de alguna manera, se concibe como un ser suyo. Como buscar cuál es el sentido último es una exigencia humana, el intento que se hace al respecto, es siempre válido. Un abanico de hipótesis:
• El hombre ve que existen muchas religiones. Ahora bien, para tener la
seguridad al elegir una de ellas, piensa que debería estudiarlas todas. • Al estudiarlas todas, podrá compararlas entre sí y escoger la que le gusta. • Pero esta postura implicaría un trabajo prácticamente irrealizable. • Entonces, descartada la primera postura, intentar conocer al menos las religiones más importantes. Pero este criterio resulta inevitablemente parcial. • Una tercera postura pretende una idea sincretista: crear una religión universal, que ha tomado de todas las religiones lo mejor. • Finalmente, parece más justa la solución empírica: que cada hombre siga la religión de su tradición.