LA FAMILIA
CONCILIO VATICANO II
La familia está constituida como íntima
comunidad de vida y de amor.
JUAN PABLO II:
La familia es imagen de Dios que en su
ministerio más intimo no es una soledad,
sino una familia (Homili Puebla)
ENCÍCLICA FAMILIA
CONSORSIUM:
La familia es una Comunidad de personas:
el hombre y la mujer (esposos)
de los hijos
de los padres
de los parientes…
EL PRINCIPIO Y LA FUERZA
PERMANENTE DE LA FAMILIA
El amor es el principio y la fuerza de la
comunión. Es el alma y el fundamento de la
comunidad conyugal y familiar
Sin el amor, la familia no es una comunidad de
personas (1Co.13, 4-7)
Sin el amor la familia no puede vivir, crecer y
perfeccionarse como comunidad de personas
(FC 18).
COMO SE CONSTRUYE LA
COMUNION FAMILIAR
Tiene su fundamento en
la comunión conyugal.
Todos los miembros de la
familia son responsables,
cada uno tiene un don y
una gracia especial.
Con el servicio recíproco de todos los días,
compartiendo los bienes, alegrías y sufrimientos.
Monumento fundamental para construir
esta comunión, constituye el intercambio
educativo entre padres e hijos:
Cada uno da y recibe.
Los hijos: el amor, respeto y obediencia.
Los padres: ejerciendo su autoridad
irrenunciable como un verdadero ministerio,
como un servicio ordenado al bien de los
hijos.
Hacerles adquirir una libertad verdaderamente
responsable, libre, tener la capacidad para
hacer, porque quiere, la voluntad de Dios.
(Gal. 5,1 … Jn.8, 31-32 … la verdad nos hace
libres).
Hay que enseñarles a los hijos desde
pequeños a ejercer su libertad de modo
responsable.
Darles pequeños encargos, hacerles
participar en la medida de su capacidad en
las tareas y en los problemas del hogar.
Enseñarles a respetar a los demás, respetar
la opinión ajena.
Dejar que ellos solucionen sus problemas,
no sobreprotegerlos, que sepan que todo
esfuerzo tiene una recompensa, valorar su
trabajo.
COMO SE CONSERVA Y
PROTEGE LA COMUNION
FAMILIAR
Con un espíritu de sacrificio de
padres e hijos.
Con una pronta disponibilidad a:
La comprensión y al diálogo
• Para comprender a los
hijos hay que saberlos
escuchar, prestarles
atención a los hijos y a
las cosas de los hijos.
• Saberles darles una
oportuna explicación
cuando lo soliciten.
• Comprender a los hijos
exige ponerse a nivel de
los hijos, facilitándoles
que hablen
confiadamente sus
problemas, grandes o
pequeños.
• Estar siempre a disposición de los hijos,
en la medida de lo posible, dándole tu
tiempo, para que no aparezcamos como
extraños ante ellos.
• Lo fundamental no es la cantidad de
tiempo sino la calidad de tiempo que le
brindes.
La tolerancia
• Si nos esforzamos en comprender a los
hijos, les concederemos el derecho a
equivocarse, tenemos que ser pacientes y
tolerantes.
• Hay que darles facilidades para que
aprendan a elegir y que elijan de hecho,
sino, no los enseñamos a ser libres.
• Pero tenemos que aceptar que pueden
equivocarse.
• Tienes que respetar a tus hijos, la
conciencia de tus hijos, no imponerle las
cosas más bien proponérselas.
• Tenemos que respetar la intimidad de los
hijos, pero cuidándolos y vigilándolos
amorosamente.
La corrección y al perdón
• Hay que saber corregir a
los hijos, sin maltratos,
sin hacerlos quedar mal.
• Hay que saber disculpar a
los hijos y disculparse
ante ellos.
• Los padres no somos
poseedores de la verdad
absoluta, somos humanos
y podemos equivocarnos,
hay que aprender a pedir
perdón a los hijos.
• Importante es la serenidad y el dominio de
si mismo, pero algunas veces, los nervios
nos juegan malas pasadas.
La oración
• Es en la oración con la familia donde el
hijo va descubriendo en su propia
experiencia que delante de Dios, él es igual
que su padre
• También
entenderá que a
Dios se le
necesita en la
vida no sólo
cuando se es niño
sino también
cuando se llega a
ser grande.
COMO SE DESTRUYE LA
COMUNION FAMILIAR
El enemigo principal de la unidad familiar es
el EGOISMO, que siempre vive enraizado en
lo más profundo del ser de cada uno de los
miembros de la familia.
Es una enfermedad hereditaria, el niño nace
egoísta pero al mismo tiempo se nos
contagia con todos los medios con que
satanás y el mundo nos seducen
El egoísta no sabe dar y menos darse; no
sabe amar, ni puede amar, ni recibir amor.
El egoísta solo quiere aprovecharse de los
demás, quiere que todos sirvan a sus
intereses.
El egoísmo trae como consecuencia:
desacuerdos, conflictos, tensiones y
violencia.
El egoísta siempre causará problemas y
lágrimas a su alrededor por motivos
insignificantes, son intransigentes, coléricos,
manipuladores, etc.
COMO SE PROTEJE LA
COMUNION FAMILIAR
Por el Dios de la paz, la familia está llamada
a hacer la experiencia gozosa y renovadora
de la RECONCILIACION.
Aprendiendo a
reconocer sus
errores, sus
culpas, tanto los
padres como los
hijos por tantas
omisiones, por
tantas faltas de
respeto de
palabra y de
obra.
Se necesita ser muy hombre para pedir
perdón a la esposa, a los hijos, a la suegra.
Igualmente ser una mujer de corazón
abierto a Dios para perdonar y pedir perdón
a su esposo, a sus hijos.
Sólo el perdón sana las relaciones y
construye la unidad perdida.