Gaudium Et Spes

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La constitución pastoral

del Vaticano II.


 El Concilio supone la colaboración de la teología y el
magisterio.
 El gran resultado de la tarea conciliar, después de largos y
pesados trabajos, son unos documentos que, votados por la
inmensa mayoría, suponen el encuentro real en una serie de
puntos fundamentales de todos los miembros y tendencias.
 Podemos considerar al Vaticano II como el final de un
desarrollo eclesiológico que se ha mostrado en diversas
tendencias y corrientes. Por supuesto, este final supone el inicio
de una nueva evolución en la que hoy nos situamos.
 La Constitución pastoral es una de las muestras más claras de
cómo distintas tendencias ideológicas presentes en el Concilio
llegaron a un texto final. Siendo el último documento del
Concilio, muestra uno de los aspectos de su historia que
continuamente se repitió en él.
I. EL PUESTO DE LA CONSTITUCIÓN EN EL CONCILIO VATICANO II

 Lo que fue un final en el encuentro no fue así desde el comienzo.


 A los trabajos del Concilio llegaron reflexiones teológico-eclesiológico-pastorales
diferentes:
 — por una parte, estaba la de aquellos que concebían la Iglesia
 desde su exterioridad jurídica;
 — por otra, la de aquellos que partían del misterio de comunión
 con Cristo desarrollado por la teología del Cuerpo místico;
 — por otra, la de aquellos que partían de los nuevos conceptos
 sacramentales aplicados a la Iglesia.
 En cuanto a las ideas pastorales, digamos que en esta ocasión sí estuvieron claramente
relacionadas con las teológicas. La constitución pastoral del Concilio fue posterior a la
constitución dogmática sobre la Iglesia y, por ello, la concepción teológica influyó
poderosamente en el desarrollo y en la discusión de la constitución pastoral.
 Fue deseo expreso del Concilio el tratar el tema de la Iglesia tanto desde la dogmática
como desde la pastoral, tanto en su visión interna y mistérica como en su proyección
hacia el exterior en la acción práctica.
 Dentro de la historia de la teología pastoral en la Iglesia, este texto ocupa un lugar
destacado por haber sido el punto de confluencia de las nuevas teorías pastorales
y de las nuevas tendencias eclesiológicas, por haber sido la primera gran palabra
dada por la Iglesia al mundo de una manera semejante.
 la Constitución pastoral es el resultado del mismo fenómeno conciliar: surgió en él,
dentro de la problemática de sus discusiones, y fue su último fruto, no solamente
por ser el último documento votado, sino por recoger en él, y en ocasiones
madurar en él, las ideas que estaban presentes a lo largo de cuatro amplias
sesiones y de tres intercesiones llenas de trabajo y de acontecimientos tanto para
la Iglesia como para el mundo.
 Hoy, muchos años después quizá sigue siendo el texto más famoso del Concilio. Y,
sin embargo, es quizá el texto más incompleto. Y esto por dos razones:
 La primera, por su precipitación. Comparado en su historia con otros
documentos, debería haber sido trabajado, al menos, durante otro período de
sesiones con la intercesión correspondiente.
 La segunda, por el carácter mismo del documento. Queriendo ser un texto
relativo al papel de la Iglesia en el mundo de hoy, no cabe la menor duda de que
ese hoy ya ha pasado y es historia. De ahí que sus ideas sean actualmente menos
importantes que su espíritu.
II. ALGO DE SU HISTORIA
 En los orígenes del Concilio, para nada figuraba la idea de un texto semejante.
 Pero en el mismo inicio del Concilio hay un mensaje conciliar para todos los hombres que
comienza a presagiar la dirección en la que iban a realizarse los trabajos.
 El texto de la Constitución pastoral comienza a discutirse en el aula conciliar en la tercera
sesión, entre los días 20 de octubre y 10 de noviembre de 1964. Su origen hay que situarlo
en la primera sesión conciliar, en la 33ª congregación general en la que se discutía
apasionadamente el primer esquema de Iglesia que pronto hubo de ser sustituido.

 Dentro de la problemática que planteó la historia de su redacción, será conveniente


resaltar las dificultades que provenían de:
 — el abordar por primera vez un concilio realidades cambiantes y que no pertenecían
tradicionalmente a realidades magisteriales.
 — las dudas sobre el valor magisterial de un documento de este tipo.
 — el universalismo en una temática y un desarrollo que rompe definitivamente el
eurocentrismo en la doctrina y en los planteamientos de la Iglesia.
 la postura que el texto plantea, que no es justamente la de la evangelización del
mundo.
 el método que se llego a adoptar En vez de partir desde principios teológicos de los
que se va deduciendo la doctrina conciliar, se parte de hechos sociológicamente
observados en los que pueden reconocerse los signos de los tiempos.
 — el descubrimiento progresivo de una antropología cristiana que había de ser la
base del diálogo entre la Iglesia y el mundo.

 Consta de dos partes claramente definidas una que trata el aspecto general de las
relaciones de la Iglesia con el mundo, dividida en cuatro capítulos, y otra que se
detiene en aspectos concretos, dividida en cinco capítulos procedentes de los
cinco anexos del texto antiguo que ahora forman parte del texto de la Constitución
Ambas partes están precedidas de un prólogo.
 Es importante señalar que esta redacción nueva, que fundamentalmente será
definitiva, no parte del dato cristológico en sus sucesivos capítulos, sino más bien
del fenomenológico.
 El dato cristológico estará al final de cada capítulo para iluminar y dar sentido a la
realidad expuesta anteriormente desde su concreta manifestación.
 Afortunadamente el 7 de diciembre de 1965 fue
aprobada.

 Después del rápido recorrido por la historia de la


redacción de la Constitución pastoral, es conveniente
que subrayemos las siguientes ideas:
 El texto no es separable de la Lumen gentium.
 Aunque no sea separable, caminan de muy distinta
manera.
 El tono y el talante de la Constitución pastoral es el
diálogo.
 El talante dialogal de la Constitución va haciendo
aparecer poco a poco el término en el que la Iglesia se
encuentra con el mundo: el hombre.
 La polémica y las fuertes objeciones puestas al texto
tienen poco que ver con la realidad de lo que ocurría en
el Concilio.
III. EL MÉTODO DE LA CONSTITUCIÓN PASTORAL
el método que se llego a adoptar En vez de partir
desde principios teológicos de los que se va
deduciendo la doctrina conciliar, se parte de hechos
sociológicamente observados en los que pueden
reconocerse los signos de los tiempos.
Es importante señalar que esta redacción nueva, que
fundamentalmente será definitiva, no parte del dato
cristológico en sus sucesivos capítulos, sino más bien
del fenomenológico.
IV. EL CRISTOCENTRISMO DE LA CONSTITUCIÓN
 ¿Cuál es la novedad que el cristiano y la Iglesia aportan al mundo como lo
específico en su diálogo? Indudablemente a Cristo, con todo lo que él
supone de sentido, de vida, de esperanza y de acción. Cristo es el centro
en torno al que gira toda la Constitución pastoral tanto en su temática
como en su construcción.

• Entendiendo así la relación de la Iglesia con el mundo, la postura


fundamental es el diálogo, pero un diálogo que consiste en algo más
que en el intercambio de ideas y en la discusión sobre ellas para
encontrar más luz. El diálogo, tal y como se expresa en la Constitución
pastoral, implicaría además.
• — El respeto por la autonomía del mundo y por las estructuras Humanas.
• — El compromiso con el mundo para construir su historia.
• 1 La primera parte:
• se propone, al menos en su primera parte, es el diálogo con la
humanidad para «orientar la mente hacia soluciones plenamente
humanas» En este sentido, su misión es religiosa y no técnica, no sirve
para construir un mundo que se edifica desde sus propias
mediaciones, sino para servir al hombre desde la res-puesta a sus
preguntas fundamentales proponiéndole sus valores con la
convicción de que lo cristiano es lo auténticamente humano.
(Cristocentrismo).
• 2. La segunda parte:
• pasa en su segunda parte a analizar concretamente problemas
urgentes de la humanidad: la familia, la cultura, la vida económico-
social, la comunidad política, la paz en el mundo, todos aquellos
problemas que en un principio no se veían como objeto de una
constitución conciliar, pero ahora, puestas las bases de la primera
parte de la Gaudium et spes, tienen perfecta cabida y son
exponente concreto de la doctrina de la encarnación.
(enculturación de la fe).
VI. VALORACIÓN PASTORAL DEL VATICANO II
 Aunque hemos centrado la reflexión en la Constitución pastoral Gaudium et spes,
todos los documentos del Vaticano II tienen una intención pastoral. Es más, desde ellos
se pide que toda la teología de la Iglesia sea pastoral para poder llevar a los nombres
de nuestro tiempo la revelación de Dios de modo que sea comprensible para ellos y
encuentren en ella su salvación. El mismo intento del Concilio en sí ya es pastoral por
querer responder a este reto.
 Junto con la valoración sumamente positiva del acontecimiento conciliar en la Iglesia,
debemos decir que tan importante como el valorar y recibir su doctrina es recibir su
espíritu, es decir, su capacidad de diálogo con un mundo concreto y su capacidad de
llevar la revelación de Dios en Jesucristo a los problemas actuales de la humanidad.
Por ello, la mejor fidelidad y recepción del Vaticano II es no detenerse en él y
considerar que fue la última palabra de la Iglesia al mundo, sino caminar por las sendas
que él abrió: la del diálogo y la renovación, la de la puesta al día constante de la
Iglesia para llevar la salvación a los hombres y la de la escucha atenta de los nuevos
signos de los tiempos a través de los cuales Dios sigue manifestándose.

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