El Matrimonio

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PASTORAL

FAMILIAR
Los sacramentos son signo-
símbolos sensibles y
eficaces, instituidos por el
mismo Señor Jesús y
entregados a su Iglesia, a
través de los cuales se
realiza la santificación del
hombre y el encuentro con
Dios.
o Bautismo: para vivir la vida como hijos de Dios.
o Confirmación: para ser fuertes en la Fe de la mano de Cristo.
o Eucaristía: para amar a Jesús con todo el corazón y al prójimo
como a nosotros mismos.
o Penitencia y Reconciliación: para el arrepentimiento en el
pecado.
o Unción de los enfermos: para aceptar la enfermedad, borrar
los rastros de pecado y preparar para una muerte cerca de
Dios.
o Orden Sacerdotal: a los sacerdotes, para dedicar su vida a
predicar el Evangelio y administrar los sacramentos.
o Matrimonio: a los esposos, para amarse hasta que la muerte
los separe y para ser buenos padres.
SERVICIO A
DE INICIACIÓN
CURACIÓN LA
CRISTIANA
COMUNIDAD

UNCIÓN DE
ORDEN
BAUTISMO CONFIRMACIÓN EUCARISTIA PENITENCIA LOS MATRIMONIO
SACERDOTAL
ENFERMOS
Nacemos a la vida divina, Dios nos hace hijos en el Hijo, crecemos y nos da el Espíritu
Santo para que nos fortalezca y nos guíe en el proceso de nuestra identificación con
Jesús, nos conduce a parecernos cada vez más a Cristo.

Nos curan las heridas del pecado, las heridas de la enfermedad. Son portadores de
una actitud que Jesús vivió durante toda su vida: la compasión y la misericordia de
Dios.

Expresan la vivencia fundamental de nuestra fe cristiana que es el servicio. Son


imprescindibles para la Iglesia: el servicio de su presencia sacerdotal, y el servicio de la
presencia de su amor.
El amor de los padres para sus hijos y los detalles de amor que
tienen entre sí los esposos, nos hacen pensar en la grandeza de
sacramento del matrimonio.
• 338. ¿Con qué fines ha instituido Dios el Matrimonio?
• 1659-1660
• La alianza matrimonial del hombre y de la mujer, fundada y estructurada con leyes
propias dadas por el Creador, está ordenada por su propia naturaleza a la comunión
y al bien de los cónyuges, y a la procreación y educación de los hijos. Jesús enseña
que, según el designio original divino, la unión matrimonial es indisoluble: «Lo que
Dios ha unido, que no lo separe el hombre» (Mc 10, 9).
"Hombre y mujer los creó, y los bendijo Dios,
diciéndoles: Procread y multiplicaos y llenad la
tierra" (Génesis 1,27-28).

• Lo instituye -como fin principal- para tener


hijos y educarlos;

• como fin secundario, para que los esposos se


ayuden entre sí: porque "no es bueno que el
hombre esté solo, voy a hacerle una ayuda
semejante a él" (Génesis 2,18).

En consecuencia, el matrimonio es algo sagrado


por su misma naturaleza, y los esposos son
colaboradores de Dios participando del poder
divino de dar la vida.
• Unidad: el matrimonio es la unión de un solo
hombre con una sola mujer: "Dejará el hombre a
su padre y a su madre, y se adherirá a su mujer, y
vendrán a ser los dos una sola carne" (Génesis
2,24).

• Indisolubilidad: el vínculo conyugal no puede


desatarse jamás: "Lo que Dios unió no lo separe
el hombre", dice el Evangelio (Mateo 19,6; 5,32;
Lucas 16,18). El divorcio, pues, está prohibido.

Dios ha querido que fuese así por varias razones:


por el bien de los hijos; por el bien, la felicidad y
seguridad de los esposos; por el bien de toda la
sociedad humana, pues la humanidad se compone
de familias.
• El sacramento del matrimonio
concede a los esposos las gracias
necesarias para que se santifiquen y
santifiquen a los demás.

• Es deber de toda la familia -también


de los hijos- facilitar ese clima
humano y cristiano en el que se
consigue que los hogares sean
luminosos y alegres, sacrificándose
para lograr las virtudes humanas y
sobrenaturales de una familia que
empezó santificada con un
sacramento.

Debemos esforzarnos por hacer agradable la vida de las personas con las que convivimos.
Escrutinio
El sacerdote interroga a los novios acerca de la libertad, la fidelidad y educación de los
hijos.

Consentimiento
El sacerdote invita a los contrayentes a expresar el consentimiento:
Así, pues, ya que queréis contraer santo Matrimonio, unid vuestras manos y manifestad
vuestro consentimiento ante Dios y su Iglesia.

Confirmación del consentimiento


El sacerdote que recibe el consentimiento dice a los esposos:
El Señor confirme con su bondad este consentimiento vuestro que habéis manifestado
ante la Iglesia, y os otorgue su copiosa bendición. Lo que Dios ha unido, que no lo
separe el hombre.
Bendición y entrega de los anillos
Los anillos y las arras las pueden traer los niños o el padrino, y en este momento, el
sacerdote pedirá que se los presenten para bendecirlos y dárselos a los novios para que
se los entreguen el uno al otro.

Bendición y entrega de las arras

Firmas
Para las firmas se pone a disposición de los novios una mesita con el libro de las firmas.
Firman primero los novios, luego los padrinos.

Conclusión de la celebración
Una vez concluida la celebración se podrá hacer alguna foto en el altar.
Haber recibido los Sacramentos de:
Bautismo, Comunión y Confirmación

Presentar:
Fe de Bautismo y de Confirmación (recientes)

Un testigo por cada contrayente, que sean mayores de


edad, que no sean parientes y que tengan al menos 5
años de conocerlos y que sean católicos.
Contrayentes y testigos deberán presentar el Dui original
al momento de abrir el expediente.-

Fotocopia del matrimonio civil.-

Si ya estuvo casado por la Iglesia, presentar la anulación


matrimonial o, partida de defunción del cónyuge.-
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