La Leyenda de Pegaso, El Caballo Alado
La Leyenda de Pegaso, El Caballo Alado
La Leyenda de Pegaso, El Caballo Alado
caballo alado
Si miras al cielo durante las noches de otoño verás una curiosa formación de
estrellas con forma de cuadrado y dos patas delanteras, se trata de Pegaso, el
más bello caballo alado que hayas visto jamás.
Los griegos eran unos grandes contadores de historias. La leyenda de Pegaso
es una de las más bonitas para explicar su constelación en el cielo.
Pegaso era el único caballo alado que existía sobre la faz de
la Tierra. Era suave como el terciopelo y blanco como la
espuma del mar.
-Toma estas bridas de oro -le dijo -con ellas podrás subirte a lomos de Pegaso.
Antes de que Belofonte pudiera agradecerle tanta amabilidad, Atenea
desapareció.
Belorofonte, tras colocarle las bridas, pudo subirse a la grupa de Pegaso sin
problema. Desde entonces, los dos vivieron muchas aventuras y ganaron
juntos muchas luchas.
Cuando Zeus se enteró de sus intenciones decidió castigar tanta osadía, así que
envió un mosquito para que picase a Pegaso. El mosquito, muy obediente, le
dio un buen picotazo en la cola. Pegaso se asustó tanto que se desequilibró en
el vuelo y precipitó a Belorofonte al vacío.
Beloronfonte cayó a la Tierra desde muy alto, pero no se mató. Quedó
malherido y nunca más pudo volver a ser un buen guerrero.
Pegaso, sin darse cuenta de que Belorofonte se había caído, siguió cabalgando
hasta llegar donde Zeus se encontraba. El dios, al verle, lo encontró tan
magnífico que decidió ofrecerle quedarse en el cielo junto a él, y llevar sus
rayos las noches de tormenta.
Así cada, noche de otoño, podrás verle sobre el horizonte, muy cerca de la
constelación de la princesa Andrómeda.