La Emoción en El Contexto Social
La Emoción en El Contexto Social
La Emoción en El Contexto Social
el contexto
social
Mtra. Reyna Amkie
Teoría clásica
Teoría aristotélica
Según Aristóteles, la presencia de un objeto y de un
motivo sirve para distinguir la emoción de las
sensaciones físicas, como el dolor de estómago o el
hambre, a la vez que implica la conexión entre
conocimiento y emoción.
Esto se ve con claridad cuando
define la emoción de la ira como
«el deseo impulsivo y doloroso de
venganza de un aparente insulto que
se refiere a nosotros mismos o a algo
nuestro, cuando este insulto es
inmerecido» [Retórica, II, 2, 1378a 30-32].
El modo en que Aristóteles plantea
el estudio de la emoción cobra un
significado capital no sólo para esta
disciplina, sino también para la ética.
Phiosophica: Enciclopedia filosófica line 2006-2014 ISSN 2035-8326
Teorías psicológicas
Psicoanálisis
Con el psicoanálisis, se introducen en el estudio de la
emoción las ideas fisiológicas y psicológicas de la
modernidad. Freud acepta —siguiendo a Hume—
que la emoción no es un evento mental, sino una
impresión secundaria.
La diferencia entre Freud y Hume consiste en lo
siguiente: según el padre del psicoanálisis esta
impresión secundaria no deriva de ninguna
impresión original —ni directamente ni siquiera
mediante la interposición de una idea— pues la
causa de la emoción no tiene nada que ver con la
conciencia [Freud 1915].
La fuente de la emoción, como también de los
demás fenómenos de conciencia, es
el Ello. El Ello, cuya materia prima es la libido o
pulsión instintiva más impersonal y antigua.
(James–Lange)
Teorías sociológicas
El precedente cartesiano
Descartes juzga la emoción como un sentimiento subjetivo a los
procesos fisiológicos y al comportamiento
Descartes afirma que en la emoción se produce una relación entre las
modificaciones fisiológicas-emoción-conducta que no existe en los
demás objetos de conciencia.
Por último, el descubrimiento de emociones puras, como el amor, el
odio, la alegría, la tristeza, etc., que no tienen un origen corporal, es la
causa de que Descartes introduzca otro elemento en su teoría de las
emociones: la valoración racional. Así, se ve obligado a desdoblar
cada pasión en una emoción pura —sentimiento del alma sin estado
fisiológico— y una emoción o sentimiento del alma que acompaña a
algunos cambios corporales.
La fenomenología
M. Scheler (1954) es el primero que sugiere que las
emociones son percepciones de valores que
corresponden al mundo humano, en relación a la
vida (placer), las relaciones sociales (simpatía), la
religión (temblor), etc.
La emoción no es ni puramente biológica ni
puramente racional, sino que participa de ambos
niveles.
El momento ético de esta teoría de la emoción llega
con la distinción entre felicidad y placer. La felicidad
—según Ricoeur— es más perfecta que el placer,
pues este es finito, mientras que aquella es infinita. Al
contraer la felicidad a un instante, el placer
amenaza con paralizar el dinamismo del actuar en la
celebración del vivir.