Eje Transversal Valores 04
Eje Transversal Valores 04
Eje Transversal Valores 04
La revolución industrial
El desarrollo de las ciencias y de las tecnologías
Y la institucionalización de las mismas dentro de las Universidades
De allí se deriva en las enseñanzas medias la organización en dos modalidades con varias
opciones dentro de cada una de ellas:
Este currículo se hace cada vez más amplio y complejo. Al hacerse cada vez más extenso, se va
configurando como un currículo enciclopédico y erudito, en él priman cantidad de
conocimientos que deben asimilar los alumnos para llegar bien preparados a los estudios
superiores.
Estímulo Respuesta
Para esta concepción se puede enseñar todo con unos programas organizados lógicamente
desde la materia que se enseña. No existen consideraciones sobre la organización interna
del conocimiento del que aprende, ni tampoco hay límites de edad.
Las escuelas del conductismo tuvieron vigencia hasta la década de los setenta, siendo
Teyler (1982) uno de sus relevantes representantes.
El Objetivo para Tyler (1982), será identificar, al mismo tiempo, el tipo de conducta que se pretende
generar en el estudiante y el contenido del sector de vida en el cual se aplicará ese comportamiento.
El autor del currículum dispondrá de un conjunto más útil de criterios para seleccionar el contenido,
sugerir actividades de aprendizaje, decidir el tipo de procedimientos didácticos aplicables y cumplir
con los demás requisitos propios de la preparación del currículum dando significado muy decidido a
los objetivos.
Gagné (2000) advierte la intención de definir claramente los objetivos conductuales de
manera tal, que la enseñanza se transforme en un entrenamiento para la ejecución de
dichas conductas y sus resultados pudieran ser verificados y medidos.
Enfoque conductista del currículo Transitó al: Enfoque experiencial del currículo
Abarca todas las experiencias de aprendizaje que proporciona la escuela, o las planificadas
por ella para ayudar a los alumnos a obtener los objetivos prescritos.
Dewey (1967) fue la influencia más notable del enfoque experiencial del currículo.
Representó el paso del:
Currículum que
Currículum de tipo clásico
priorizaba la
(centrado en la transmisión y
experiencia activa
disciplinas y conservaciones de los
del individuo
valores morales)
Movimiento de la
Nueva Escuela
Postuló una pedagogía centrada en la formación de individuos para la democracia, concebida ésta
como una sociedad racional, progresista y humanista. La educación era el motor del cambio social.
Además, el psicólogo y epistemólogo suizo Piaget (1983) explicó cómo se produce
el conocimiento, en general, y el científico en particular. Marcó el inicio de:
Éste supone la adquisición sucesiva de estructuras mentales cada vez más complejas; que se
van adquiriendo evolutivamente, en sucesivas fases o estadios, caracterizados por un
determinado nivel de desarrollo cognitivo.
Aunque las implicaciones educativas del modelo piagetiano tuvieron gran difusión por conceder
importancia a los estadios mentales, lo cual llevó a pensar que el aprendizaje modificaba poco las
estructuras cognitivas. Por otra parte, la figura del profesor aparecía desdibujada, al asumir un papel
de espectador del desarrollo y facilitador de los procesos de descubrimiento del alumno.
Las ideas piagetianas constituyen una teoría psicológica y epistemológica global que, al considerar al
aprendizaje como una elaboración interna, individual y activa, compromete las estructurales
mentales del que aprende. Esta referencia cuestiona las ideas conductistas (para aprender bastaba
con reproducir o presentar la información o estimulo).
A la vez que se desarrollaban los estudios de Piaget se empezaron a conocer las investigaciones de la
escuela rusa, representada por Vigotsky (1978), cuyo concepto básico fue:
Plantea que cada alumno es capaz de aprender una serie de aspectos relacionados
con su nivel de desarrollo, aun cuando existen otros fuera de su alcance a ser
elaborados con la ayuda de un adulto o de iguales más aventajados.
La idea sobre la construcción de conocimientos evoluciona desde la concepción piagetiana de un proceso básicamente
individual (con un papel secundario del profesor) a una consideración de construcción social desde la interacción con
los demás, a través de símbolos socioculturales.
Señalaba que se aprende en interacción con los demás (entre alumno y adultos) a través del lenguaje; y
se produce el desarrollo cuando internamente se controla el proceso, integrando las nuevas
competencias a la estructura cognitiva del alumno.
Posiciones contemporáneas enfatizan en un significado curricular más viable en la práctica
pedagógica
Concibe al currículo como un curso de acción, un objeto de acción
Stenhouse simbólico y significativo para maestros y alumnos, encarnado en
(1994) palabras, imágenes, sonidos, juegos o estrategias afines.
Una de las características más importantes del diseño curricular es su carácter abierto con la
posibilidad de su adecuación a distintos contextos y realidades, en sus diferentes niveles de concreción.
El currículo como Modelo Pedagógico Social
Florez (2002)
El Modelo Pedagógico Social trata de construir el currículo desde la problemática
cotidiana, los valores sociales y las posiciones políticas; buscando el desarrollo del
individuo para la sociedad en permanente cambio, y transformación.
Sacristán (1994)
Complementa que este modelo de currículo debe proporcionar contenidos y
valores formativos, ayudando a la reconstrucción social en un proceso de
autorregulación y autoliberación constante, mediado por alternativas de acción
afines con situaciones reales y con herramientas de investigación.
Aprender a hacer
Aprender a ser
De este modo, el principal propósito educativo es enfocar su atención en la capacidad de los humanos para trascender, a
partir de los valores que logren desarrollar con el apoyo de la familia, la escuela y la sociedad; a través de un proceso de
interrelación social, con el fin de configurar en la personalidad de cada sujeto: el pensar, sentir, amar y actuar de forma
coherente con su contexto. Esto redundará en el desarrollo de la autonomía individual, la participación democrática y el
sentido de pertenencia local, regional y nacional.
Esta nueva tendencia pedagógica se fundamenta en el desarrollo de los valores como son: libertad,
honestidad, tolerancia, solidaridad, responsabilidad, la autorrealización, la autotrascendencia y todas
aquellas actitudes comprometidas en este proceso formativo, pues promueven y fortalecen, tanto en
el educando como en el educador.
Este proceso de concreción epistemológica y de fundamento curricular, constituye uno de los aportes
más interesantes e innovadores ofrecidos por la reforma educativa; pues persigue afianzar y
consolidar la estructura moral de los niños y niñas de la educación básica, al poner la educación al
servicio de la humanización.
EL EJE TRANSVERSAL VALORES EN LA EDUCACIÓN BÁSICA
Lucini ( 1996) los asemeja a herramientas que responden a problemas y realidades vivos en el ámbito
social, agregándoles además una importancia existencial en el presente y para el futuro; por ello
requieren y demandan un tratamiento y una respuesta educativa bien planificados y contextualizados.
El Eje Transversal Valores representa un sistema de valores y de actitudes, sobre los cuales se sostiene
ose fundamenta el entramado de normas, relaciones e interacciones experimentadas dentro de toda
comunidad escolar y extraescolar.
En el currículo se plantea la Educación en Valores como eje transversal, es decir, como una dimensión
educativa global interdisciplinar que impregna todas las áreas académicas, no sólo como añadido
artificial y forzado, sino como parte consustancial de sus contenidos (conceptuales, procedimentales y
actitudinales) en todos los procesos de enseñanza aprendizaje que de ella se desprende y, por ende,
se desarrolla transversalmente en todos los componentes del currículo.
Orientaciones en torno al desarrollo pedagógico de los valores como eje transversal:
Los valores se deben ir “interiorizando”, en el proceso de enseñanza a medida que el niño los
“experimenta en su propia vida”. No se puede hablar de valores de una forma teórica sin un
contexto, sino a partir de vivencias y situaciones de vida.
La “concientización” de los valores debe partir de la consideración del “yo” para llegar al “nosotros,”
en la medida que el desarrollo evolutivo de la persona lo exija. El aprecio por sí mismo debe
educarse como un valor, a partir del autorespeto. El que aprende a respetarse a sí mismo e
interioriza este valor, crea las bases para su éxito en la vida.
Para propiciar la interiorización de los valores es necesario lograr una paulatina identificación del
“yo” con el mundo exterior, como manera de entenderlos y asimilarlos, en la medida que las
experiencias de los alumnos vayan planteando interrogantes.
Es necesario sensibilizar al educando para que diferencie los valores positivos en contraposición a
los antivalores y para que manifieste en su comportamiento la interiorización y el poder creativo de
los primeros, frente al poder destructivo de los segundos.
En el ETV se deberá fomentar experiencias vinculadas con la realidad social y cultural, en las cuales el
niño o niña afectivamente se identifiquen con sus semejantes, asumen roles de ayuda, cooperación,
desprendimiento, necesidad de compartir y de aplazar beneficios inmediatos, en pro del bienestar del
otro, asumir responsabilidades y generar toma de decisiones relacionadas con lo justo e injusto, lo
correcto e incorrecto, y con su entorno. De esta manera se contribuirá al desarrollo del razonamiento
moral y la conducta social.