Correlación RMR y Q

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Ranasooriya and Nikraz (37) alertan sobre la

gran dispersión de los datos utilizados por los


distintos autores que han propuesto
correlaciones, indicando que relacionar los dos
sistemas mediante una única fórmula y la
conversión entre las valores obtenidos entre
ellos puede conducir a significativos errores.
Además, Tabla 3 no se especifica qué versión
del sistema se está utilizando.

Sheorey, Goel et al. y Kumar et al. obtuvieron


las correlaciones definidas por las ecuaciones
[15], [16], [17] respectivamente:
Kaiser et al.(25) estableció 2 fórmulas de los datos del túnel de Wolverine West,
utilizando Q como variable independiente, ecuación [9] y RMR como variable independiente,
ecuación [18]:

otros autores (38) (56) (57) (58) han demostrado que las correlaciones propuestas para unidades litológicas similares
presentan coeficientes de correlación más altos que las que abarcan distintos tipos de roca. Cuando han pretendido
agrupar los datos de distintas litologías, la correlación obtenida no ha sido tan exacta. Por lo tanto, parece lógico que se
deba proponer una correlación para cada tipo de roca, en vez de conseguir una fórmula universal válida para los
distintos tipos de rocas, que como se ha observado conduce a grandes dispersiones y a bajos coeficientes de correlación.
La mejor correlación entre los valores de los sistemas de clasificación RMR89 y Q94:

Ambas ecuaciones, con las variables señaladas, tienen un coeficiente de correlación de Pearson R2 = 0,915, valor bastante
elevado, que indica que el 91,5 % de la variación de los valores está explicada por el modelo propuesto (Figura 5).
La diferencia entre los valores predichos no es tan importante como la señalada por Kaiser et al.(25), debido al alto grado de
correlación entre ambas variables (R2 = 0,915). Aun así, se ha preferido establecer una única ecuación que relacione los dos
sistemas de manera única para esta litología en concreto. Para verificar la normalidad en las distribuciones de los datos de
ambos sistemas, se ha realizado el contraste de Kolmogorov-Smirnov. Este contraste ha indicado que los datos encajan
razonablemente bien con una distribución normal, es decir, no hay una diferencia significativa entre los datos obtenidos y unos
datos distribuidos normalmente. Una vez verificada la normalidad de los datos, se utiliza el enfoque probabilístico propuesto
por Kasier et al. (25), mediante la ecuación [21]:

RMR es el promedio de los valores de RMR


SRMR y SlnQ son las desviaciones estándar de RMR y lnQ, respectivamente
VRMR y VlnQ es el coeficiente de variación de RMR y lnQ, respectivamente, el cual se calcula mediante la ecuación [22]:

Donde x̅ y Sx es la media y la desviación estándar de los valores


analizados, respectivamente.
Correlación única
La ecuación propuesta mantiene un R2 de 0,915. En la Figura 6 se puede observar como la ecuación
[23] se sitúa entre las ecuaciones [19] y [20].
http://informesdelaconstruccion.revistas.csic.es/index.php/informesde
laconstruccion/article/view/5854/6840#Rform23
MRMR
RQD
http://www.revistaseguridadminera.com/operaciones-mineras/clasificacion-geomecanica-de-roca/
• Fuerzas in situ de la roca masiva
• Las fuerzas principales que actúan en el macizo rocoso, son: (sV) representa la fuerza vertical de
la masa rocosa sobrepuesta, (sH) es la fuerza horizontal que también se relaciona con la masa de
roca sobrepuesta y la fuerza (G) es la fuerza de la gravedad en las estructuras o bloques de la
roca. En este caso cuando la fuerza vertical, horizontal o la gravedad excede la fuerza horizontal la
falla del techo es posible. En éstas situaciones se requiere los elementos de sostenimiento.

La presión vertical sV puede ser calculado tomando el volumen de la roca encima (en
MPa o Psi) para llegar a un factor de + – 20% de la fuerza in situ. Para sH en roca
dura, masiva se puede utilizar un factor de 1,5 – 2,0 x sV, y con una profundidad de +
1,000 m, un factor de 1.
• Antes de la explotación, el terreno es estable, se encuentra en
un estado de equilibrio. Con la excavación de las aberturas
subterráneas y durante la explotación, las presiones in situ de la
masa rocosa se reorientan y concentran. El efecto de la presión
in situ en la roca varía con el tipo de roca, proximidad de las
fallas, dimensiones de la excavación, geometría de la excavación
y proximidad con otras aperturas.

La reorientación y la concentración de la presión in situ


alrededor de las excavaciones son debido a la geometría de la
abertura. En tal situación, el efecto de las fuerzas se concentra
más en las esquinas de la cámara y galería indicado (X).

El efecto de la geometría y de la distribución de las fuerzas de


compresión. El ejemplo (A) formado en arco es más resistente a
la concentración de las fuerzas verticales. Las esquinas (X) en el
ejemplo (B) contribuyen a una concentración más alta de las
fuerzas.
• El concepto del “arco natural”
• Z1: zona de material suelto anticipado
• Z2: zona del arco natural
• Z3: límite de relajación del terreno
• La zona (Z1) de material suelto en su ancho natural debe ser reforzada.

Sostenimiento de avances: roca suave


Deformación de un avance en roca suave. La instalación de los
elementos de sostenimiento debe seguir al avance para
prevenir desplazamiento del terreno. Perfil de la deformación
en un avance en roca suave.

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